No importaba que tanto hiciera parecía que las cosas no iban a mejorar.
Karin llevaba casi media hora sin dirigirle la palabra. En cuanto regreso con el imbécil de pelo blanco solo me miro un momento y jamás me hablo directamente. Todo eran las órdenes uniformes que se daban en general a todos, pero nada directo para mí.
En más de una ocasión intente acercarme, pero era detenido por una orden o por una mirada de Toshiro. No importaba cuanto lo intentase, el universo conspiraba contra mí.
Me moví por enésima vez en la silla de espera, mientras Karin terminaba de arreglar algunas cosas del Jet que nos transportaría. Parecía que ella sabía todo lo que tenía que hacer.
Se suponía que hoy iba a ser una especie de mantenimiento para todos los medios de transporte o eso entendí de lo poco que preste de atención. Debido a eso, ella tendría que realizar la revisión personal de todo y arreglar cualquier falla por su propia cuenta si queríamos salir a tiempo.
Sé que no parecía mucho a los ojos de los demás, pero arreglar un avión…Maldita sea, era arreglar un avión. Eso no se aprendía de la noche a la mañana y ella lo estaba haciendo todo como si estuviera armando un juego de legos o un rompecabezas.
Miraba una pieza del motor y volvía y revisaba a otro lado. Ensamblaba, movía, tomaba y cambiaba, como una segunda carrera. Como si nunca hubiera estudiado criminalística y en realidad hubiera entrado en aeronáutica.
Pasaron un rato hasta que Toshiro se acercó a ella, le ayudo a poner una pieza especialmente extraña y luego hablaron unos minutos. Dirigió la mirada hacia mí y se quedó así por un rato. La hubiera recriminado la acción, de no ser porque ni yo mismo tengo energía para pensar.
Volvió la mirada hacia Karin y luego de compartir unas palabras ella me miro. Gire la mirada para que no lo notara (obviamente lo hizo), y en cuanto la regrese ella solo me ignoro y luego de un rato la culpa se reflejó en su mirada.
Mire al piso y trate de no ver más allá de eso. Algo me estaba pasando y quizás, aunque jamás lo admitiría, me estaba sintiendo arrepentido por mi actitud. No iba a justificar las acciones de Toshiro, pero, tenía razón, no me podía meter en la vida de… No, ¿qué mierda? Por supuesto que me puedo meter en su vida, ella podrá tener 18, pero yo sigo siendo mayor que ella y si consideraba que alguien era incompetente para ella podía interferir.
Levante la mirada para hablar con Rukia, que estaba a mi lado, sin embargó, para cuando lo hice me topé con ojos de mi hermana.
No, ella se estaba acercando a mí. En cuando estuvo cerca, trago duro y sin decir nada tomo mi mano. Me halo en dirección al Jet y me puso al lado del motor.
Cuando empezó a pedirme objetos para arreglar el motor, ella noto que estaba perdido. Simplemente comenzó a hablar.
—Fue casi un mes antes de que perdieras tus poderes. — Tomo un destornillador y empezó a desarmar un objeto que ni yo mismo entendía que era. — Estaba lloviendo y las luces de afuera fallaron. No podía ver bien quien estaba en la puerta y pensé que eras tú. Pero no fue así. Eran dos hombres en realidad, ambos pertenecían a la SARD. —
Esto era…Ella me iba a contar lo que…
No respondí y ella solo continúo.
— Dijeron que te estaban buscando, que eran compañeros de tu escuela. No los reconocí así que mentí diciendo que no sabía quién eras y que estaban equivocados. — La mire sorprendido, ella tan solo tenía once años y aun así…—A pesar de que casi no decías mucho sobre tu trabajo, comprendía que era peligroso y no podía confiar en nadie. No me importaba si después me regañabas como tantas veces paso. —
Me señalo una de las llaves que estaban a mi lado y se la pase rápidamente.
—Pasaron dos semanas y aun no habías regresado. Durante esa semana hubo una actividad particularmente alta de Hollows. Ellos permanecieron en posición esperando a que tu llegaras, sabían que eras un Fullbring, mas no un Shinigami. Por eso te consideraban un buen recluta, uno excelente de hecho. —
Observo su reloj y después llamo a los demás. —Suban al avión y ubíquense en los asientos. Subiremos en cuanto termine de calentarse. Karan, enciéndelo. —
Se parto de la máquina y me empujo también. Unió sus manos y libero una pequeña cantidad de electricidad.
—En caso de que algún cable quede mal ubicado, debo contrarrestar la energía en caso de que haya un corto circuito. —
Bueno, al menos ella era prevenida.
— ¿Quieres un café? —
— Si, por supuesto. —La voz me salió entre cortada. Ella por fin estaba cortando la tensión entre los dos.
Permaneció un rato quieta y en cuanto el motor inicio su sonido, se tensión. Su mirada estaba completamente centrada en el motor, anticipando una falla.
Cuando no sucedió nada, se estiro un poco y la energía en sus manos desapareció poco a poco.
— Vamos, ese café no se pedirá solo. —
No dije nada y continúe junto con ella en dirección a la cafetería de la base. Luego de hacer el pedido y tener el café en nuestras manos, nos sentamos en una mesa que se encontraba al lado de la ventana.
Pasaron minutos y ella seguía en silencio. Quería preguntar que más había sucedido pero no me sentía capaz de hacerlo.
Ella miro hacia la ventana y en cuanto las gotas de lluvia comenzaron a chocar en con un ritmo tranquilo ella continuo.
— Esa vez, uno de ellos me ataco. En cuanto vieron que un Hollow estaba tras de mi ellos surgieron de su escondite para salvarme. No sabían que yo tenía experiencia en defenderme en esas cosas. A veces las mañas se vuelven costumbre. Para cuando llegaron ya me había encargado de él. —
El dolor no tardo ni un poco en ocuparse de mí, claro, los errores del pasado siempre regresan. Pero ahora estoy viendo que pudieron ser peores de lo que alguna vez pensé. Ella siempre estuvo en riesgo de morir y yo como un idiota, pensando que los riesgos solo eran míos.
—Considerando que yo no te conocía, según mis mentiras, trataron de conversar conmigo. Los evadí por mucho tiempo y tú aun no habías regresado. Pasó casi un mes y tú no dabas señales, pero luego todo se fue a la mierda una noche. —
Toshiro:
Observe a mí alrededor con un dolor de cabeza apoderándose poco a poco de mi paciencia.
Rukia estaba discutiendo junto con Karan sobre algo a lo que realmente nunca le preste atención. Algo sobre chappy o lo que sea.
Me estire en la silla mientras observaba mis manos como si fueran lo más interesante del mundo. Por alguna razón no tenía la cabeza en los hombros, estaba medio perdido. Me iba a mi cabeza pero no llegaba a ningún lado.
La verdad ya no sabía en qué pensar por que no quería hacerlo. Por una vez quiera salir de mi memoria y perder la noción de la realidad para no tratar con ella. Había pensado en lo sucedido en la sala hace casi una hora, teníamos un retraso de casi lo mismo… Como no tenía nada mejor que hacer empecé a discutir con mi mente que debía hacer.
Solo me repetía lo mismo. Momo me dejo en la "Friendzone" y Karin me está gustando.
Luego considere los pros y los contras de cada lado. Con Momo: Pros:
*No debía preocuparme de que alguien más se enamorara de ella.
*Tal vez esta separación momentánea airee mi mente y cuando regrese a su lado logre ser un buen hermano.
*todo va a estar mejor…
Contras:
*Sé que no olvidare los sentimientos por ella en tres días.
*La situaciones entre ambos van a ser mayormente incomodas.
*Sé que siempre estará el pinchazo en mi corazón por verla con alguien más.
Con Karin; Pros:
*No podemos curar el uno al otro.
*Me gusta y yo le gusto (eso creo).
*Es un apoyo moral bastante amplio.
*Puedo entrenar con ella.
*Me puede enseñar cosas nuevas y viceversa.
*Sé que ambos podemos ser confidentes…
Contras:
*Es la hija de mi excapitán.
*puede causar conflicto en el trabajo.
*Su parte explosiva choca constantemente con la mía.
*Es la hermana menor de Kurosaki.
*Siento que estamos cometiendo un error…
*Y es la hermana menor de Kurosaki, (el tipo es un problema casi por 10)
Y así, sequia una y otra y otra vez, buscando hacia donde dirigirme. Quería tener tiempo para considerar las cosas, pero básicamente solo tenía hasta final de la batalla si quería o no estar con ella. Luego nos separaríamos y sabrá el cielo si nos volveríamos a encontrar.
Considere una y mil cosas más pero nada llegaba a un punto en específico. Me golpee el rostro con la mano, completamente agotado y no llegue a más por que las dos mujeres que me acompañaban, estaban acosándome con la mirada.
Los otros muchachos estaban casi inconscientes en una esquina y Yachiru estaba comiendo cosas extrañas que había encontrado en una caja.
Sin embargo, la mirada seria de Karan me mantuvo intrigado y decidí prestarle atención.
—Sé muy bien por lo que están pasando ustedes dos, y déjame decirte que ponerte a pensar en lo que pasara después no te sirve de nada. —
—Disculpa la ignorancia, pero no sé de qué me hablas. —
—Se refiere a lo que pasa entre usted y Karin. — Rukia me había respondido de inmediato, ligeramente emocionada. Fruncí un poco el ceño, pero no era enojo hacia ella, solo fue porque ellas lo notaron, ¿Soy tan obvio? Inmediatamente al notar mi ceño, ella se disculpó. — Perdón, por mi imprudencia, Capitán. —
—no es necesario. Ahora mismo no estamos en la sociedad de lamas. Ambos estamos al mismo nivel, no me llames por "capitán" —
—Me refería a mi imprudencia, no debí meterme con eso, es su privacidad. —
—Lo mismo, no-no te disculpes. — Estaba a punto de retraerme nuevamente, pero luego lo pensé mejor, — Considerando las circunstancias…No sé si esto es correcto pero, ¿qué debo hacer?—
Recurrir a su consejo. No lo hubiera considerado de no estar tan desesperado. Mierda.
—Eso depende de lo que usted sienta. —Rukia parecía dispuesta a ayudarme, aunque me miraba un tanto nerviosa. Seguramente porque temía faltarme el respeto.
¿Qué siento por ella?, es lo que me he preguntado todo este tiempo. Decidí continuar con un suspiro y esperar a no cagarla más.
—Es que ese es el problema. No sé qué siento por ella. No sé si me gusta, si estoy enamorado o si solo me atrae sexualmente. — Era muy tarde para sonrojarme. Igual lo hice, y como un tomate.
—Bueno pues…—Karan observo por las ventanas del Jet, seguramente asegurándose de que Karin no viniera. — Veamos. Si cuando la vez sientes su corazón correr, tus manos temblar, te sonrojas… La miras y no puedes apartar la mirada, te sientes solo sin ella. Quieres estar a su lado todo el tiempo y piensas en ella cada segundo. Si estás dispuesto a darlo todo por ella, estás enamorado. —
Considere las cosas nuevamente. Me atrae y si, no puedo dejar de mirarla. Está presente en mi pensamiento, pero no como una constante. Daria todo por ella…Mas bien, estoy dispuesta a defenderla.
Enamorado…no del todo. Negué con la cabeza y espere a que continuara.
—Muy bien, definamos las cosas de otra manera. Si la ves y sientes que un calor te sube por todo el cuerpo, si su cuerpo te atrae, si la quieras llevar al a cama y hacerla tuya. Te atrae sexualmente. —
Mi rostro debía parece carne rostizada, porque negué mil veces más de las que eran necesarias. No había llegado a pensar tanto en ella, no así.
—Muy bien. Ahora, mezclemos ambas cosas y quitemos las sensaciones y los sentimientos extremistas. En ese caso, te gusta. Pero siendo sincera, si te sientes así, en serio Karin te mueve el piso. —
—Mierda. — Pues, Karan tenía razón. En ese caso ella me gustaba. Pero, había otro problema, ¿Qué siente Karin por mí?
—Lo mismo que tú. —La voz de Rukia se quedó en mi mente, como si fuera una ráfaga de aire que pasa por el mar. La sensación permanece. Parpadee por unos segundos y la mire.
Ella se alteró y empezó a decir cosas sin sentido, tratando de "no ofenderme".
—como estas tan segura de eso. —
—Porque ella se comporta igual que tu-usted. —Me causo gracia l amanera en la que ella se corregía.
Bueno, ¿y ahora qué?
—Deja que las cosas fluyan, Toshiro. Créeme, tendrán tiempo. Las cosas no van a acabar después de esto, La SARD aún tiene asuntos pendientes con la sociedad de almas. —
—Espero que tengas razón. —Iba a dar por terminada la conversación, pero…— Una cosa más. Esta conversación queda entre nosotros y nadie más puede saberlo, ¿entendido?—
—Oki-Doki, Toshiro—
Un escalofrió recorrió mi espalda al ver a Yachiru apoyada en una de las sillas con una gran sonrisa. Oh, no.
El silencio siguió un momento. Karin tomo un sobre de azúcar y lo vertió con cuidado en su taza de café.
Ella siempre hacia eso, serbia mas azúcar al café o a cualquier bebida caliente (aun si ya la iba a terminar), cuando estaba nerviosa.
Mire a la ventana, observando los aviones que venían y se iban constantemente. Era curioso, mientras yo discutía con ella otras misiones se llevaban a cabo. Puede que hubiera misiones más allá de lo que nosotros estábamos haciendo. Y yo pensaba que la sociedad de almas era compleja
—Una noche, hubo un temblor en Karakura. Fue causado por una honda de poder desplegada desde la SS, pero todos lo tomaron como un terremoto. Realmente no fue muy fuerte, pero la energía corto la electricidad en la ciudad y la desesperación de las personas atrajo a esas bestias. Nos atacaron. —
Mierda. Ella siguió hablando.
—Papa trato de ayudarnos, pero no era el realmente. En ese momento algo había sucedido y su espíritu no se encontraba en su cuerpo. La verdad ni yo sé que pasó. Tomaron a Yuzu y simplemente reaccione. Ellos notaron la presencia de esas cosas y fueron a salvarnos, pero de nuevo, yo actué por mi cuenta. En ese momento solo pensaba en salvar a Yuzu. —
Suspiro. Le estaba doliendo, de alguna manera le dolía. La visión de mi hermana conteniendo las lágrimas me estaba atosigando y me estaba dejando sin aire.
—hice las cosas por instinto, pero simplemente lo empeore. Yuzu resultó herida por culpa de mi orgullo al no querer que ellos nos ayudaran. Cuando todo termino, nos llevaron a una de las bases y curaron a Yuzu. Allí empezó todo, Ginjo vio potencial en mí y me dio la oportunidad de entrar. Karan se convirtió en mi encargada y poco a poco fui desarrollándome en el grupo. Luego paso toda esta mierda del Clúster y para cuando me di cuenta, estaba obligada a ser la nueva Master del área 72. —
En cuanto termino, solo me quede callado.
Estire mi mano y trate de tomar la suya. A mitad de camino el deje quieta, talvez ella no quería que yo la consolara. Pero no, ella, por cuenta propia, acerco su mano y la junto a la mía.
Cuando levante la mirada, la encontré envuelta en lágrimas. Los ojos cerrados con fuerza mientras trataba de aguantar un sollozo. Casi tire la mesa tratando de atraparla.
La abrase con fuerza y para cuando me di cuenta una lagrima estaba tratando de recorrer mi mejilla. —Perdóname. Debí darme cuenta, todo fue mi culpa. Yo debí…Yo debí estar allí, todo el tiempo. —
Ella solo negó con la cabeza y trato se sepárese de mí. No quise dejarla ir.
No podía. No después de ver cuánto daño había sufrido y todo por mi falta de atención. —Ichigo, por favor, suéltame. Necesito terminar de hablar contigo. —
Bueno, tal vez si podría. Solo un poco.
Me senté de nuevo, esta vez a su lado.
—También fue mi culpa sabes. — Respondió lentamente, mientras trataba de secar sus lágrimas con una simple servilleta —No quería decirte nada, porque estaba enojada contigo. Creía que no merecías saberlo. Era más orgullo que razón, como siempre he sido yo, jeje. —No pude evitar sonreír ante aquella risita. Estaba mal y aun así trataba de fingir que se sentía bien. — Cuando todo esto termine, ambos tendremos una charla muy larga y además, tenemos que decirle esto a papa y a Yuzu. —
—Espera. La verdad ni yo sé si es buena idea decirles o no este tipo de cosas, no crees que es mejor…—No me dejo terminar.
—Ichigo, no sigas. Tienes que dejar de lado esa mala costumbre de apartar a la familia. — Vaya, ¿y quién lo dice? No pude evitar sonreír al pensar en eso y ella lo noto. —y si, sé que también lo hice, pero no hay excusa. Además, las cosas están cambiando y será mejor que ellos puedan venir aquí en caso de que algo malo pase. Es por ellos. —
—Está bien. — Me acerque a ella y le di otro abrazo. A partir de ahora las cosas serán diferentes. — Pero nada de esto justifica lo que sucedió hace un rato. No lo permitiré. —
—Ichigo. — Su queja salió lenta y apagada, volviendo su voz un poco más aguda al terminar.
—Ya te lo dijes, no lo permitiré. —Le bese el cabello y me aparte.
—No tienes derecho a entrometerte. Lo sabes muy bien. —
—Por supuesto que lo tengo, soy tu hermano mayor. —Y me estaba estresando de nuevo. — ¡Entiéndelo!, él es un shinigami y tú eres humana. No importa como no pueden hacerlo. — Ella trato de replicar, pero luego simplemente se quedó con la boca abierta. —Te lo dije. —
—Ichigo. El si es o no humano es nuestro problema. Igualmente, tengo a la ley de mi lado. —
— ¿La ley?, Karin, está prohibido, al menos en la sociedad de almas. —
—exacto, pero no aquí. Las reglas me protegen…Además, ya no soy humana. — Lo susurro, pero estaba lo suficientemente cerca para escucharlo. Me quede paralizado. El sudor recorrió mi espalda como una gota de veneno. Quemando todo a su paso, y eso fue mi conciencia —
—Karin…Tu, ¿de qué diablos estás hablando? —Sentía las manos temblar. Cuando regrese a mirarla, ella parecía aterrorizada. Seguramente se percató de su error.
—So...-Sobre las leyes de la SARD. La humanidad es una especie carente de poderes, con un nivel leve de poder espiritual. Aquellos que poseen un nivel mayor al genérico pasan a ser considerados una subespecie. El fullbring, en pocas palabras, pasaría a ser una subespecie. Desde el punto de vista de la SARD, mi humanidad es relativa. —
Respiré profundo. Tenía sentido, la SARD tenía cosas que yo no comprendía, sin embargo, la sensación de extrañes permaneció en mi cuerpo. Quizás solo era un poco de psicosis o más bien, intuición.
—No me importa. Entre tú y ese imbécil no puede pasar nada y punto. — ¿¡Cuánto más me iba a enloquecer esta chica!?
—Me temo que el imbécil no está de acuerdo con tus ideas del siglo doce, pero, por ahora lo dejaremos así. Karan me envió a buscarlos. El avión está listo y el grupo de Hidari ya está dentro. Siria está con ellos. —
Toshiro estaba poyado en contra del pórtico de la puerta con su mirada de pocos amigos. Su presencia era lo que faltaba para que el circo en mi cerebro se liberara.
No perdí tiempo y corrí hacia él. En cuanto estaba en el aire busque mi espada y…Espera.
Mi cuerpo choco contra el suelo en cuanto me percaté de que nunca Salí de mi cuerpo. Realmente no podía hacerlo. Lo intente varias veces antes de mirar enojado hacia el peliblanco que, por cierto, pasó de mí como si fuera un maldito cuadro en la pared. — ¡Oye, Estúpido!, mi cara está aquí no en la de mi hermana, imbécil. —
—En serio Kurosaki, ya deberías cambiar mi apodo. No puedes simplemente llamarme imbécil cada vez que nos veamos. —
El muy idiota estaba parado junto con Karin en frente de mí. Ella me miro por un momento. Se quedó callada y su ceño se empezó a fruncir. Libero un suspiro y se puso derecha.
—Es hora de irnos idiota, vámonos. —
— ¡Espera, Karin!, ¿Por qué no puedo salir de mi cuerpo?, ¡Karin!—
—Oh, es verdad. No puedes hacer ningún tipo de liberación espiritual si tu esencia no está permitida dentro del área. Los shinigamis no tienen permitido ingresar al garaje. —
— ¿Qué?, pero si pudimos combatir cuando estábamos en…—
—Estábamos en otra sede, eso fue en Colombia. Ahora mismo estamos en la sede en Hong Kong. —
— ¿Hong Kong?—
—Ya deja de hacer preguntas y trae los cafés. — Ella sigue su camino ignorándome por completo. Dejándome solito en el piso de la cafetería. Por supuesto. Llega el señor "frio eterno" y ella me abandona. Todo eso de la querida hermanita, unas palabras bonitas y se acabó. Tal vez, no todo volvería a ser como antes.
Unas gotas de esperanza recorrieron mis ojos cuando la vi regresar. Se asomó a la puerta y sonrió un poco avergonzada. —Discúlpame, Suyin, ¿podrías agregar más azúcar al café helado?— Mierda.
La empleada de la cafetería bajo la cabeza en una referencia y respondió: "si, por supuesto, Señorita Kurosaki. —
—Muchas gracias, Suyin. Agrégalo a mi cuenta. —su sonrisa desapareció en cuanto me miro. —No olvides los cafés y no vayas a tardar.
Se retiró de la cafetería tan rápido como entro. Suponiendo que los cafés eran para cada uno de los que estaban en el avión, el café helado era para…Sip, para el imbécil.
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No me maten.
Tarde demasiado y sé que pensaran que la historia va muy lento. Ahora bien, les advierto que el próximo capítulo va a ser algo extraño, pues voy a hacer un salto en el tiempo bastante fuerte.
Es necesario para hacer fluir la historia.
Dejen sus comentarios. Los quiero. ; )
