Selección
Su puño se cerró con fuerza. Harry miró fijamente a la profesora McGonagall colocar el Sombrero Seleccionador sobre la cabeza de su hermano. Rezaba con todas sus fuerzas que ocurriera un milagro y Gerald no fuera clasificado en Gryffindor.
"En Gryffindor no, en Gryffindor no" repetía mentalmente.
- ¡GRYFFINDOR!
Gerald sonrió lleno de felicidad ante los calurosos aplausos que recibía su clasificación. Le entregó respetuosamente el sombrero a McGonagall y caminó directo a la mesa de Gryffindor con un puño en alto. Desde su asiento observó la Mesa Alta donde Hagrid levantaba sus pulgares y Dumbledore le sonreía lleno de orgullo.
- ¡Potter, Harry!- llamó McGonagall mientras el niño en cuestión ya caminaba hacia el frente
Harry le dio una última mirada a su hermano. Luego dejó que la profesora colocara el Sombrero Seleccionador sobre su cabeza mientras los niños hacían apuestas sobre a qué Casa iría.
- Interesante- dijo una vocecita- Un buen talento e inteligencia. Sí, la astucia y el ingenio también son buenos. ¿A dónde te enviaré?
Harry, al igual que cualquier niño de la nobleza, conocía los rumores del proceso de selección desde su primera manifestación de magia involuntaria.
El Sombrero Seleccionador solo era capaz de leer los pensamientos más superficiales. Casi siempre era suficiente, pues los niños estaban tan nerviosos que revelaban sin querer todos sus secretos. Sin embargo, cuando no era así, el sombrero iniciaba una charla con el fin de poder hurgar más profundo.
- Así que conoces de mí. Me siento alagado, pero eso solo vuelve más difícil clasificarte
El Sombrero realmente parecía dudar. Cerró los ojos con fuerza y se concentró en su suplica: "En Gryffindor, quiero estar en Gryffindor"
- ¡Oh!- dijo la vocecita- ¿Estás seguro? La fama de tu hermano te permitiría tener una estancia pacífica y cómoda, con tiempo libre suficiente tanto para el estudio como para el ocio. Pero si lo que de verdad deseas es no ser dejado de lado, Gryffindor no es adecuada
- Por favor- suplicó Harry
-Cierto- continuó la voz del sombrero- Aún no he considerado tu ambición. Muy intensa en verdad, pocos niños de tu edad piensan sobre su futuro. Casi ninguno es consciente de lo que les sucede a los segundos hijos de las Casas Nobles hasta que ya es muy tarde. Pero tú eres muy decidido. Has elegido renunciar por completo a la señoría de la Casa Potter y concentrarte en la Casa Black. Deseas convertirte en un gran mago y probar ser digno de la recomendación de tu padre. Esa es la naturaleza de un…
- ¡SLYTHERIN!
El salón entero se quedó en silencio. El único ruido que había era de los nacidos de muggles preguntándose entre ellos por qué todos parecían haber presenciado una herejía.
Harry se puso de pie con la mayor dignidad posible, aguantando las ganas de aplastar al sombrero debajo de su pie, y se dirigió lentamente a su mesa.
- Vaya. Parece que nosotros también tenemos un Potter
El único sitio para sentarse era al lado de este rubio pomposo. A pesar de que McGonagall había llamado a Lisa Turpin al frente, la niña permaneció entre los demás niños sin clasificar, como si supiera que no debía interrumpir ese momento.
- Soy Draco Malfoy- dijo el niño rubio extendiendo la mano, pero Harry no la aceptó
- Sé quién eres
La sonrisa de Draco se volvió rígida. Sintió la mirada de todos los demás Slytherin esperando verlo fracasar en ponerlo de su lado.
- Y estoy seguro que también sabes que pasaremos los siguientes siete años viviendo en las mismas mazmorras
Harry nunca hubiera creído que sería forzado a saludar al hijo de un mortífago en su vida. Mucho menos delante de todos los estudiantes, de los profesores, y mucho más importante, delante de su hermano.
No vio a McGonagall dudando entre interrumpir esa muestra de intimidación o continuar clasificando a los niños. Quizá si se hubiera dado cuenta, no se hubiera rendido tan pronto.
En cuanto Harry le estrechó la mano a Draco, la sonrisa de este último pasó de rígida a triunfante.
- Estoy seguro que nos llevaremos muy bien. Siéntate, pronto va a empezar el banquete
Justo en ese momento Lisa Turpin recuperó el sentido de sí y avanzó hacia el frente. Fue a Ravenclaw.
Luego fue el turno de Ron Weasley quien obviamente fue clasificado en Gryffindor, al igual que toda su familia.
- Es muy raro que tu hermano terminara en Slytherin. En el tren parecía la mar de simpático- dijo Ron mientras se sentaba a la izquierda de Gerald
- Nunca fuimos realmente cercanos- respondió
Gerald miró a Harry a través de la multitud de personas en el comedor.
Mientras él había siendo entrenado en magia desde los siete años por su padre, y más tarde por su tío Remus y ocasionalmente por Dumbledore; Harry se quedaba en la mansión recibiendo educación muggle y hechizos sencillos de parte de su madre.
En su mente siempre había sido aquel niño con el mismo rostro, pero que no cargaba con la responsabilidad de ser "el niño que vivió" o estar a la altura de los herederos de otras familias nobles.
En ese sentido no le importaba la Casa en que fuera clasificado. Sin embargo, entablar relaciones amistosas con Malfoy era un asunto completamente diferente. Algo así podía afectar a la familia.
- Debo enviar una carta a mi padre en cuanto pueda
Justo entonces terminó la clasificación y Dumbledore se puso de pie.
-¡Bienvenidos! -exclamó- ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero deciros unas pocas palabras. Y aquí están, ¡Papanatas! ¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!... ¡Muchas gracias!
Junto con todo el resto de las personas, Harry aplaudió mecánicamente.
- Mi padre dice que cada año el director se va volviendo más y más senil- dijo Draco- En fin, estos son Crabbe y Goyle. Y ella es Pansy Parkinson
La muchacha frente a ellos sonrió a Draco y habló de forma superficial sobre la gran suerte que tuvo en ser clasificado en Slytherin:
- Me sorprende que hallas podido entrar a Slytherin. Es decir, a pesar de no ser un sangre pur…
- Estoy seguro de que Potter podrá integrarse muy bien- interrumpió Draco en tono severo- los mestizos nunca han sido problemas en esta Casa
Pansy Parkinson se ruborizo ante su desliz. Sus amigas a los lados se rieron un poco.
Poco a poco el tema de la conversación se alejó de él. Dejándolo solo con sus pensamientos.
Esto era un desastre. ¿En qué estaba pensando el sombrero? ¿Acaso no sabía que ser clasificado en Slytherin era equivalente a perder toda posibilidad de obtener la recomendación de su padre?
No. Todavía había esperanza. Si tan solo pudiera escribirle a su madre.
- Come Potter, no está permitido llevar comida a las mazmorras- dijo Draco dándole un golpe en el costado
Harry echó dos trozos de pollo en su plato y comenzó a comer. Pero cerca del final, cuando ya todos disfrutaban sus postres, ignoró la advertencia de Malfoy y escondió un poco de tocino para Hedwig. Su pobre lechuza tendría que volar durante la noche.
-Sólo unas pocas palabras más, ahora que todos hemos comido y bebido- dijo Dumbledore levantándose nuevamente- Hay unos anuncios muy importantes que debo hacer:
A los de primer año les informo que los bosques están completamente prohibidos. Y unos pocos de nuestros antiguos alumnos también deberán recordarlo
Los ojos relucientes de Dumbledore apuntaron a los gemelos Weasley.
- El señor Filch me ha pedido que les recuerde que está prohibido hacer magia en los recreos y pasillos. Las pruebas de quidditch tendrán lugar en la segunda semana, los interesados pueden ponerse en contacto con la señora Hooch. Y por último, quiero deciros que este año el pasillo del tercer piso, del lado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen una muerte dolorosa
Harry notó como Dumbledore parecía decir esto último mirando fijamente a Gerald. Pero no supo cómo interpretar la situación.
Después de que todos terminaran de cantar la canción de la escuela, los prefectos empezaron a guiarlos a sus dormitorios.
- Lengua de Serpiente- dijo el prefecto frente a un muro lleno de marcas verdosas por la humedad
Una pequeña puerta apareció en la piedra y todos entraron de forma ordenada.
Harry se sorprendió de lo que vio. La Sala Común era un espacioso salón con grandes ventanas dando directamente a las profundidades del lago. Los muebles y los candelabros eran modernos, quizá el más antiguo de ellos tenía tan solo dos años desde que salió al mercado. Al parecer el rumor de que los graduados Slytherin constantemente hacían donaciones a su antigua Casa era cierto.
Y, a diferencia de lo que su padre había contado, los baúles no se encontraban en los dormitorios de cada uno sino amontonados en el centro de la sala común.
- A la derecha se encuentran los dormitorios de los hombres. A la izquierda, el de las mujeres. Cada dormitorio tiene ocho habitaciones, cada una de esas habitaciones tiene espacio para cuatro estudiantes y mientras más cercanas estén a la sala común, más espaciosas y cómodas serán. Dejaré que decidan entre ustedes la forma más imparcial de elegir qué número de habitación tomarán- dijo mientras se marchaba
Sin embargo, era claro que los estudiantes de años superiores que estaban apoyados en la primera puerta no dejarían que esto se decidiera de forma justa.
Draco, evidentemente, tomó la primera habitación y pudo lograr que Harry también ocupara la misma. Pero por mucho que insistiera al estudiante de quinto año, este no fue más allá de eso y Crabbe y Goyle pasaron a ocupar la segunda habitación.
- Ya verán cuando mi padre se entere de esto- refunfuñaba Draco
- Seguro que lo hará- dijo Harry siguiéndole la corriente mientras sacaba pluma y papel
- ¿Escribirás ahora?
- Debo avisar a mis padres de mi clasificación
- ¿En serio crees que no lo saben? Probablemente se enteraron en el mismo instante en que salimos del comedor, todas las familias nobles tienen conexiones con los profesores
Draco se puso el pijama y se metió entre las sábanas.
- Vete haciendo la idea de que ya no recibirás muchas cartas de tu familia, a partir de ahora eres lo más cercano a un traidor de sangre para ellos
Al día siguiente, durante el desayuno, Harry recibió una carta de su madre.
Harry, cariño. Me enterado de tu clasificación en la gran Casa de Slytherin. Mis más sinceras felicitaciones. Espero que estudies mucho y disfrutes tu estancia de la misma forme en que yo lo hice.
Los Slytherin tienen mala fama, pero esos son solo los adultos. Los niños de primer año son iguales a cualquier otro, no te dejes guiar por prejuicios.
Aun así, si alguno de ellos te intimida no dudes en dar aviso a tu jefe de Casa. Fue muy amigo mío en el pasado y no te negará una mano amiga.
Sé que puedes estar preocupado por la reacción de tu padre, pero ya sabes lo cabezota que es y lo mucho que deseaba tener a sus dos queridos hijos en la misma Casa, apoyándose el uno al otro.
Déjame asegurarte que pronto se le pasará y te enviará una carta preguntándote de todas las materias que estudias y los muchos amigos que habrás hecho.
Te envío un paquete de hojas de carbón. Con un simple hechizo de presión puedes lograr hacer copias de algunos libros y acelerar mucho tu trabajo. Además, al ser un objeto muggle, ninguno de los maestros detectará las copias que hagas, lo sé por experiencia propia.
Me despido.
Con amor, tu madre.
Harry guardó cuidadosamente el regalo de su madre en su mochila. Si ella, la mujer más correcta que conocía, le enviaba un artilugio capaz de hacer trampas en sus informes, entonces no estaba tan bien como ella decía.
No fue hasta el viernes cuando por fin conoció al maestro de pociones.
Fue una clase más bien introductoria, pero si algo aprendió ese día fue que el profesor Snape solo detestaba a una persona más que a él, y ese era Gerald.
Un sujeto así nunca le brindaría una mano amiga… a no ser, claro, que fuera literalmente la mano cortada de un amigo.
El resto de las clases lo mantuvieron casi sin tiempo libre. Entendible si se considera lo mucho que demoraba llegar desde las mazmorras hasta los salones o la biblioteca. Así que cuando se dio cuenta que su padre no había escrito durante todo un mes, supo que Draco había tenido razón.
PD: Se agradecen las reviews
