Había pasado 1 año desde que Ace y Sabo habían zarpado con sus hermanas al mar. Durante ese año, sucedieron algunas cosas como Zoro viajando con Luffy para encontrar a los dos amigos del peliverde. Sanji teniendo un grupo de admiradoras en la isla. Usopp visita a Kaya a menudo para mantenerla feliz. Robin enseñaba a varios niños sobre arqueología y Nami visitaba a su madre a la misma vez que tomaba su papel de Reina. Los demás se la pasaban disfrutando de la vida en la isla al mismo tiempo que entrenaban. Luffy por otro lado, continuaba con su entrenamiento y aprendizaje. Ya podía trazar mapas tan bien como Nami al igual que podía manejar el clima como ella, podía cocinar tan bien como una persona normal y podía dar patadas como Sanji aunque sin prender fuego a sus pies. Tenía una puntería tan buena como Usopp y tenía conocimientos en las mismas áreas que su francotirador, sabía leer los Poneglyphs como Robin y tenía conocimientos sobre arqueología. Con Zoro aprendió el estilo de dos espadas que se complemento muy bien con él. A sus 15 años ya podía ser un capitán digno y se sentía capaz de proteger a sus nakamas.
Un día, Luffy se encontraba sentado en su trono pensativo y viendo la imagen de una hermosa mujer en su mente. Entonces, se abrieron las puertas y al mirar pudo ver que era Nami quien se dirigió hacia él y se sentó en su propio trono al lado de él.
-Te noto muy pensativo, mi amor.- le dijo ella mirándolo.
-Estaba pensando en una mujer muy especial y que ya es tiempo de traerla aquí.- le respondió Luffy con una sonrisa.
Nami se dio cuenta de quién hablaba y su rostro puso una expresión molesta.
-¿Conque ya vas a traer a esa mujer altanera y desagradable?- dijo Nami muy molesta.
Luffy la miró un rato y luego se rió a carcajadas:
-Jajaja, es verdad nunca te llevaste bien con ella y cada vez que se veían se ponían a pelear por mi.-
-Por supuesto, aun habiendote casado conmigo no dejaba de perseguirte y tuvo el descaro de decir que seria como tu amante y que tendría noches adulteras contigo. No sabes cuantas noches sufría pensando que te estabas revolcando con ella.- le gritó Nami alterada.
-Pero no lo hice porque te tenia a ti y sólo lo hicimos cuando te perdí y nos casamos. Y respondiendo a tu pregunta, si voy a traerla ya porque pienso que seria mejor tenerla a nuestro lado más temprano para que cuando vaya a su isla en el momento adecuado sea más fácil y porque quiero estar con ella más rápido. Además, deberías llevarte bien con ella ya que van a ser compañeras en mi harem y me compartirán.-
Nami sólo miro a otro lado con un puchero y dijo:
-Si lo sé, pero eso no va a cambiar el hecho de que la detesto. ¿Y cómo vas a traerla?-
Luffy sonrió pícaramente y mostrándole un sobre le dijo:
-Con esto.-
Nami vio el sobre con sospecha y preguntó:
-¿Y crees que esa mujer venga por un sobre?-
Luffy aumentó su sonrisa.
-Tal vez no por el sobre, pero si por el contenido de la carta.-
Entonces, apareció una mujer en la sala del trono y Luffy al verla le dijo:
-Gracias por venir ya que tengo una misión muy importante que sólo tú puedes hacer. Quiero que lleves esta carta a la isla que te llevará el barco y se la darás a la gobernante. Te daré unas instrucciones especiales para que tu misión tenga éxito.-
-¡Entendido, Luffy-sama!- dijo la mujer.
-Muy bien, esto es lo que debes hacer.-
Días después en el palacio de las Kujas en Amazon Lily
-¡Princesa serpiente! Una mensajera de una isla del East Blue llamada isla Dawn le ha traído una carta del rey.- dijo una guerrera.
La emperatriz pirata Boa Hancock se encontraba sentada en su preciada serpiente Salome bebiendo su té y al escuchar a su guerrera sólo dijo:
-No me interesa leer la carta de un hombre apestoso y menos de un rey. ¡Dila que se vaya y le diga a ese asqueroso hombre que si vuelve a molestarme lo convertiré en piedra!-
-Bueno, lo que sucede es que la mensajera me dijo que la carta es muy importante y le dijeron que si usted no la recibía se encontraría en un gran problema.- dijo la guerrera con miedo.
-Princesa serpiente, pienso que es mejor recibir la carta y no tener problemas.- dijo la anciana Nyon.
Hancock sólo frunció el ceño y luego de pensarlo dijo:
-Hazla pasar para ver que tiene que decir y además me interesa que ese hombre haya mandado precisamente a una mujer en vez de a un hombre. Se nota que conoce de nosotras.-
La guerrera se inclinó y salió para buscar a la mensajera para luego volver con ella.
-Es un honor estar ante usted, emperatriz serpiente.- dijo la mensajera inclinándose.
-Si, si, ahórrate las formalidades y dime para qué viniste.- dijo Hancock aburrida.
-Bueno, vine para traerle una carta de mi rey para usted y dice que es muy importante.-
-¿Conque es eso? Pues dile a tu rey que no pienso aceptar su carta y que si vuelve a molestarme iré hacia él para convertirlo en piedra y destruirlo.- dijo Hancock furiosa.
La mensajera ni se inmuto y dijo:
-En ese caso, tengo instrucciones de mi rey para darle la carta a la anciana Nyon si no la lee usted. Me dijo que ella la entendiera al leerla y la convencería a usted para leerla.-
La anciana ahora estaba interesada en saber quién era ese hombre que enviaba la carta y como la conocía. Tomó la carta y se dispuso a leerla y cuando termino de leerla, abrió mucho los ojos diciéndole alterada a Hancock:
-¡Princesa serpiente! Es necesario que lea esta carta ahora.-
-¿Y por qué razón?- preguntó Hancock molesta.
-Porque en ella se menciona un secreto que sólo sabemos usted, sus hermanas y yo y sabe de lo que estoy hablando.- dijo la anciana con terror.
El miedo se apoderó de la emperatriz.
-¡Dame esa maldita carta!- dijo Hancock arrebatándole la carta a la anciana.
Empezó a leer la carta que decía:
Querida emperatriz pirata Boa Hancock:
Estoy feliz de que haya recibido mi carta. Es necesario que usted y yo hablemos en persona y desearía que viniera junto con la anciana y sus hermanas a mi isla. Se muy bien que no va a querer venir de buena gana a mi, pero las siguientes palabras serán suficientes para traerla a mi presencia: "Marca", "Espalda". Espero verla pronto en mi palacio y tener un banquete en su honor, por lo que la esperare con ansias.
Con amor y cariño
El rey de la isla Dawn
Monkey D. Luffy
Hancock estaba entre asustada y furiosa, por lo que se dirigió a la mensajera y le grito enojada:
-¿Qué significa esto?-
-Yo no sé qué contiene la carta, sólo me enviaron a traerla y darle a mi rey su respuesta.-
Hancock estaba con una rabia inmensa y quería convertir en piedra a ese hombre que sabía de su horrible pasado, pero la anciana le dijo:
-Princesa serpiente, le recomiendo que vayamos a esa isla para hablar con él y pedirle que no revele nada.-
-¿Quieres que me humille ante ese hombre?- le gritó la emperatriz serpiente furiosa.
-No digo eso, pero no se porque pero siento que ese hombre es muy diferente a todos los demás y creo que es importante que lo veamos.-
Hancock estaba a punto de perder el control, sin embargo dentro de ella había un conflicto interno. Una parte de ella le decía que fuera a esa isla y destruyera a ese hombre, pero una parte más poderosa le decía que fuera para que lo escuchara porque le convenía. Estuvo en ese combate por un tiempo hasta que para su sorpresa le hizo caso a la parte más poderosa.
-Iré a esa isla para escuchar lo que ese hombre tiene que decirme y decidiré qué hacer después.- dijo ella con calma.
La anciana Nyon estaba sorprendida, pero se recompuso y le dijo a la mensajera:
-Dile a tu rey que iremos pronto a verlo y que iremos en paz.-
-Muchas gracias, le daré su respuesta a mi rey y prepararemos todo para recibirlas.- dijo la mujer y se retiró.
Hancock entonces se dirigió a sus hermanas y les dijo:
-Prepárense para ir a la isla Dawn.-
-¡Si, Anee-sama!- dijeron ambas.
Días después en el palacio de la isla Dawn.
-¡He vuelto con la respuesta de la emperatriz serpiente, Luffy-sama!- dijo la mensajera entrando donde estaba Luffy junto con sus nakamas.
-Ya veo. Y, ¿cuál fue su respuesta?- preguntó Luffy aun sabiendo la respuesta.
-Que vendrán pronto y que vendrán en paz.-
-Muy bien, veré que seas bien recompensada, puedes retirarte.- dijo Luffy con una sonrisa.
-A sus órdenes, Luffy-sama.- dijo la mujer y se retiró.
Cuando estuvieron solos, comenzaron su conversación:
-Veo que esa serpiente por lo menos tiene cerebro en su cabeza si acepto venir en paz.- dijo Nami molesta.
-Nami-san, ¿porque sigues de esa forma con la hermosa Hancock-sama?- dijo Sanji preocupado.
-Perdoname Sanji-kun, pero deberías saber que aunque seamos compañeras en el harem de Luffy y compartamos al mismo hombre, nuestra relación siempre será como la tuya con Zoro: en el mismo equipo pero te odio. Jamás me llevaré bien con esa serpiente, tal vez compartamos cama haciendo el amor con Luffy pero fuera de eso sólo vamos a querer matarnos.- dijo Nami indignada.
Todos la miraron con la boca abierta, mientras Luffy suspiraba preocupado.
-Bueno, ¿pero ustedes creen que la emperatriz serpiente de verdad venga en paz?- preguntó Usopp asustado.
-Hmmm, tal vez no podamos darle sus recuerdos y mate a todos los hombres para luego llevarse a las mujeres.- dijo Robin tan tranquila.
-¡Robin por favor, no digas cosas tan tetricas!- dijo Usopp aún más preocupado.
-No hay de qué preocuparse, la mujer serpiente es lista y tendrá sus recuerdos por Luffy. Aunque, nunca me agrado esa mujer ya que era una versión peor de la bruja. Ya verán que cuando vuelva a tener sus recuerdos y vea a la bruja se va a formar una pelea de arpías. Aunque es agradable ver a una serpiente y a una bruja pelear entre sí… ¡Ay! ¿Porque rayos me golpeas, bruja?- dijo Zoro agarrándose el gran chichón que le hizo Nami.
-¡Porque ya te he dicho un millón de veces que no me llames bruja! Y sobre esa serpiente no se preocupen que es muy lista para no rechazar la petición de Luffy y tendrá sus recuerdos de vuelta. Y ya verán que volverá a doblegarse a la voluntad de Luffy, de hecho eso es lo único que me agrada de ella, que se doblegue a la voluntad de Luffy y él la tenga en la palma de su mano.- dijo Nami con una sonrisa maliciosa.
Luffy se golpeó la frente con ese comentario y le dijo con seriedad:
-Nami, quiero que entiendas que yo no doblegue a Hancock a mi voluntad ni la tengo en la palma de mi mano. Si, al principio lo de ella fue un amor obsesivo por mi, pero luego de perderte se convirtió en amor verdadero. Por eso te pido que cuando llegue no inicies una pelea, ¿puedes?- le pidió poniendo cara de cachorro.
Nami sabía que no podía negarse cuando cuando él le ponía esa cara y sólo se resignó diciendo:
-Tch, bien no iniciare una pelea con ella cuando llegue pero cuando tenga sus recuerdos de vuelta nada me detendrá de decirle todo lo que quiera y pelear si me da la gana.-
Luffy sólo suspiro.
-Bien, dejando eso de lado vamos a preparar todo para la llegada de Hancock. Sanji prepara un gran banquete para recibirla, los demás quiero que se pongan presentables y Nami no le digas nada que la haga enojar temprano o no va a funcionar mi plan.-
-¡Entendido! ¡Bien!- dijeron todos mientras Nami respondía molesta y fueron a prepararse.
"Mi amada Hancock, estaremos juntos de nuevo y esta vez será más temprano y podremos estar juntos por más tiempo. Esperame mi amor, te liberaré nuevamente de tu sufrimiento." pensó Luffy para luego ir a prepararse.
Días después
El barco de las Kujas había llegado al puerto de la isla y Hancock estaba siguiendo al mayordomo del palacio junto con sus hermanas y la anciana Nyon. Todos los hombres que la miraban se quedaban con la boca abierta mientras sus mujeres los golpeaban por lujuriosos. Sin embargo, la emperatriz pirata no se daba cuenta de eso ya que en su mente se preguntaba el verdadero motivo del rey para traerla a su reino. El mayordomo las guió al palacio llevándolas por el interior hasta que llegaron a la sala del trono. Al entrar pudo notar que a ambos lados había varias diferentes a las del reino y cuando vio a cierta chica de pelo naranja, no sabía porque pero le caía horriblemente mal. Entonces dirigió su mirada hacia el trono y de repente su corazón comenzó a latir rápidamente al ver al chico sentado en el trono. Pudo ver a un muchacho de cabello negro azabache y de unos 15 años, pero pudo notar que era apuesto con ese cuerpo tan musculoso y esa cicatriz en forma de X en su pecho. Sin embargo, no era por eso mayormente por lo que su corazón latía, sino porque ella sentía que ese chico era alguien importante para ella. Cuando Hancock llegó delante de él, Luffy hablo:
-Es un gusto tenerla en mi isla, emperatriz serpiente Boa Hancock. Quería estar frente a usted con ansias.- le dijo levantándose y caminando hacia ella.
Hancock lo miró con sospecha y le dijo:
-No me interesa tus deseos, ahora dime como sabes de nuestro secreto.-
Luffy sólo sonreía y tenía el símbolo de las Kujas en su mano, la cual extendió hacia ella para decirle:
-Antes, quisiera que nos diéramos la mano como compañeros gobernantes. Siento admiración por usted ya que he escuchado su gran dedicación para proteger su reino de cualquiera. Si me da la mano le diré todo lo que necesita, sólo le pido eso.-
La emperatriz miraba la mano con sospecha pero al oír la admiración del chico por como ella gobernaba la hizo muy feliz sin saber porque. Entonces con su actitud de emperatriz, le dio la mano diciendo:
-Es bueno saber que un hombre sabe apreciar a una verdadera gobernante. Me agradas un poco, hombre apesto…-
De repente, se quedo inmovil y al ver eso las hermanas de Hancock trataron de atacar a Luffy pero el sólo levanto su mano libre y se detuvieron. Pasó un rato y entonces Hancock levantó la cabeza mirando a todos lados para detener su mirada en Luffy y las lágrimas empezaron a asomarse por sus ojos. Luffy también tenía lágrimas asomándose en los suyos y hablo:
-La razón por la que conozco su secreto es porque se de Fisher Tiger y lo que hizo por liberar a los esclavos. Lo admiro por eso y luego de investigar pude saber de ustedes, por lo que quise verlas para conocerlas. ¡Soy alguien que valora la libertad sobre todo y aunque sea el rey de esta isla, saldré al mar pronto y me convertiré en el Rey de los Piratas para ser el hombre más libre del mundo!- grito para demostrar su voluntad.
Las hermanas de Hancock al oír sus palabras entendieron que decía la verdad, mientras que la anciana podía notar que el chico tenía una voluntad similar o mayor al del antiguo Rey Pirata. Hancock sólo miraba a Luffy con lágrimas en los ojos conteniendo las ganas de abrazarlo y entonces Luffy se dirigió a las personas en la sala:
-¡Quiero que salgan todos de la sala, menos las personas que les dije de antemano que se queden!-
Todos se fueron, menos los antiguos Mugiwaras y cuando se fueron Luffy miro a Hancock quien entendió lo que quería decir y le dijo a sus hermanas como a la anciana:
-¡Salgan ustedes también, quiero hablar a solas con él!-
-¿Estás segura, Anee-sama?- preguntó Sandersonia.
-Si hermana, estaré bien ya que él no me hará nada malo, confíen en él.- dijo Hancock sin voltearse.
Las tres mujeres vacilaron un momento, pero se retiraron dejando a Hancock con Luffy y sus nakamas. Cuando se cerraron las puertas, Hancock se lanzó hacia Luffy llorando de felicidad.
-¡Luffy, mi amor! Estoy tan feliz de estar contigo nuevamente, de estar en tus brazos tan protectores.- decía mientras lloraba en su pecho.
Luffy acariciaba su hermoso cabello negro con amor y le decía:
-También estoy feliz de tenerte en mis brazos, querida. Y ahora, esta vez estaremos juntos por más tiempo.-
Hancock sonrió por sus palabras manteniéndose en los brazos de su amado. Mientras tanto, Nami veía lo que pasaba entre Luffy y Hancock y tuvo que aceptar que ella logró darle el amor que él necesitaba cuando murió, aunque eso no iba a cambiar que la detestara. Entonces, luego de un abrazo que duró más de un minuto, Hancock se separó de él y dijo:
-Pero no puedo creer que vuelva a estar viva en mis hermosos años adultos y que tu seas el rey de toda una isla. Vaya, tu palacio es muy hermoso.- dijo mirando los alrededores hasta que vio a cierta persona.-Ah, eres tu maldita gata.-
-¡A mi también me da gusto verte, maldita serpiente! Y te aconsejaría que no me hables en ese tono, ya que sigo siendo la primera esposa de Luffy.- dijo Nami con una vena en la frente.
Hancock al oír eso también tuvo una vena en la frente y le gritó:
-¡No me vengas con eso! ¿Sabes cuánto sufrió mi querido Luffy por tu culpa? ¡Estuvo tres meses llorando tu muerte y yo estuve ahí con él para consolarlo! ¡Le di el amor que necesitaba y también le di dos hermosos hijos! ¡Por lo tanto, no te atrevas a exigir tu posición como su esposa cuando yo le di más amor que tu, gata arrogante!-
Eso le afectó demasiado a Nami ya que Hancock parecía decir que su amor no fue suficiente para Luffy, asi que le gritó su argumento:
-¡No voy a permitir que digas que mi amor no fue suficiente para Luffy porque no es así! ¡Yo logré llenar el vacío de su corazón por la muerte de Ace y también le di dos hermosos hijos! ¡Por lo tanto, no te atrevas a cuestionar mi amor por Luffy porque me las vas a pagar, serpiente altanera!-
-¡En ese caso demuestramelo, gatita!-
-¡Con gusto, serpiente!-
De inmediato empezó una inmensa pelea entre una gata y una serpiente. Con cada golpe y patada la isla misma temblaba por su poder y los habitantes estaban con miedo. Los Mugiwaras estaban viendo la pelea y juraban que veian detrás de ellas a una gran gata naranja y una gran serpiente negra peleandose. Zoro y Sanji miraban la pelea y no podían evitar pensar que ellas eran como ellos con sus peleas. Usopp temblaba de miedo al ver la pelea y el comentario de Robin sólo empeoró su miedo. Por otro lado, Luffy miraba la pelea con impotencia sin saber qué hacer y suspiro.
Entonces, ambas mujeres se separaron y se miraban una a la otra con furia.
-¡No es posible! ¿Como rayos es que puedes darme pelea ahora con facilidad, gata?- preguntó Hancock respirando pesadamente.
-Jejeje, para tu información he estado entrenando con Luffy para ser más fuerte. Ahora soy capaz de usar los dos tipos de Haki, por lo que puedo luchar contra alguien como tu sin problemas, serpiente.- dijo Nami con una sonrisa maliciosa.
-¡Bien, mejor para mí porque ahora podré tener una rival digna y podre destruirte con placer a patadas!- dijo Hancock también con una sonrisa maliciosa.
-¡Por mi bien también, ya que cuando tenga mi poder del clima podre electrocutarte con gran placer!- respondió Nami.
Entonces Luffy pudo notar el aura asesina alrededor de ellas.
-¡Voy a aplastarte!- gritaron ambas.
Se lanzaron hacia la otra con un golpe lleno de poder, pero fueron detenidas por Luffy que tenía en sus manos el puño de Nami y la pierna de Hancock.
-¡Ya basta, no quiero ver a las dos mujeres que más amo peleando con intención de matarse!- dijo Luffy con gran seriedad e imponiendo su voluntad.
Al escuchar las palabras del hombre que amaban y sentir su voluntad se calmaron y agacharon la cabeza avergonzadas. Zoro sonreía con orgullo por su capitán y Sanji lloraba de felicidad por ver como su hermano se volvió un caballero a su manera. Usopp suspiro aliviado y Robin reía divertida. Luffy suspiro y continuo:
-Además Hancock, tendrás que llevarte bien con Nami ya que ambas volverán a ser mis esposas y serán compañeras junto con otras más.-
Al oír eso, Hancock se acordó de su inquietud cuando volvió a tener sus recuerdos y preguntó:
-Mi amor, ¿qué está pasando? ¿Cómo es posible que esté viva de nuevo y joven otra vez? ¿Y qué quisiste decir que sería compañera con la gata junto con otras más?-
Luffy esperaba que hiciera esa pregunta y sentándose en su trono le dijo:
-Para poder responderte tendré que darte el relato de esta nueva aventura, aunque por lo menos contigo será un poco más corta.-
-Bien, me merezco que me expliquen qué está pasando y sólo aceptaré oírlo de tu boca.- dijo Hancock cruzando los brazos debajo de sus pechos.
Luffy sonrió y comenzó a relatar lo que pasó desde que ella murió. Luego de terminar el relato, Hancock estaba con los ojos y la boca abierta, pero se recompuso y preguntó:
-Entonces, ¿luego de morir a los 100 años conociste a tu dios D y él te devolvió al pasado con la condición de tener un harem para que tengas un mínimo de 50 hijos para una futura guerra?-
-Si, eso es correcto.- dijo Luffy un poco preocupado.
Hancock estaba rechinando los dientes molesta.
-¡No puede ser! ¿Significa que tengo que compartirte ahora? Cuando logre estar contigo, siempre me sabía muy mal que la maldita gata hubiera estado contigo y ahora me dices que te tengo que compartir con ella y otras mujeres más. ¡Me va a saber aún peor!- dijo realmente molesta.
Al oír eso, Nami suspiró y le dijo:
-Mira serpiente, a mi tambien me supo mal el tener que compartir a Luffy y cuando me enteré que él se casó contigo me enfureci como tu. Sin embargo, debemos apoyar a Luffy en esto porque es una nueva oportunidad para estar junto a él. ¡Si tengo que compartir a Luffy con otras mujeres hasta contigo para estar con él de nuevo, estoy dispuesta a hacerlo! Además, deberías estar feliz de que haya sido Luffy quien te busco primero y podrás estar con él más temprano.-
Hancock miró furiosa a Nami, pero luego de pensar un poco no podía negar lo obvio.
-Por una vez te doy la razón gata, si me dieran la condición de dejar que Luffy tenga más mujeres para estar con él, aceptaría de inmediato. Lo único que me importa es estar a su lado y siempre he sido capaz de cualquier cosa para lograrlo.- dijo ella con un suspiro.
Nami sonrió como gata por su victoria y le dijo:
-Me parece muy bien serpiente, me alegra escuchar esas palabras de ti. Además no te preocupes, que hable con Luffy y acordamos que tu y yo vamos a dirigir el harem de él, por lo que puedes alegrarte.-
Hancock al oír eso sonrió con orgullo y sacando pecho dijo:
-Obviamente, soy la mas indicada para liderar el harem de Luffy y antes de que protestes gata, admito que tu tambien eres la indicada por lo que estare dispuesta a cooperar contigo en esto.-
Luffy al escuchar la conversación de ambas, empezó a sentirse feliz de ver como las dos mujeres que amó en su otra vida se pudieran llevar bien al fin. Pero esa felicidad se acabó al oír lo que su amada Nami dijo de repente:
-Bien, me alegro escuchar eso, pero te voy a dejar en claro desde ahora que el título de Reina Pirata es mio.-
Eso sí hizo enfurecer demasiado a Hancock, quien rechino los dientes con furia y le gritó:
-¿Qué dijiste, gata sarnosa? ¿Cómo te atreves a decir que el título de Reina Pirata es tuyo? ¡Ese título me pertenece mas a mi ya que soy más poderosa, amo mas a Luffy y poseo el Haki del Rey como el!-
-¡Disculpa, pero en mi opinión no es necesario ser la más poderosa para ser la Reina Pirata de Luffy! ¡Yo obtuve el título gracias a que lo amaba y no necesitaba el Haki del Rey para estar a su lado! ¡Por lo tanto, ese título me pertenece y es lo único que no pienso dejar en tu poder!- le gritó Nami en respuesta.
-¡De ninguna manera, la Reina Pirata seré yo, gata arrogante!-
-¡Que seré yo, serpiente altanera!-
Ambas se miraban con furia mientras todos los Mugiwaras veían la escena con un suspiro. Luffy por otro lado veía todo sentado en el trono y no podía evitar ver a ciertas personas en ellas.
-Sus hijos se parecen demasiado a ustedes dos, no pueden pasar juntos dos minutos sin pelearse.- dijo con un suspiro.
-¡Está en nuestra sangre no soportar a su clase!- gritaron ambas señalando a la otra.
Luffy decidió hacer que su discusión sobre quién sería la Reina Pirata de la siguiente manera:
-Se que no puede haber más de una Reina Pirata y una de ustedes tendrá que tener el título. Pero por ahora no poseo el título de Rey de los Piratas por lo que no pueden pelear por un título que no pueden poseer aún. Por lo tanto, quiero que esperen a que lleguemos a Raftel y vuelva a tener mi título, entonces en esa isla podrán pelear por su propio título. ¿Está claro?-
Ambas se miraron con intensidad, pero asintieron a las palabras de su hombre y él sonrió.
-Muy bien, ahora Hancock podrías llamar a la anciana y tus hermanas para explicarles.-
-Ah, es cierto iré por ellas.- dijo Hancock y corrió hacia la puerta.
-Nami, ¿podrías llamar a los demás, por favor?- le pidió Luffy a la pelinaranja.
-De acuerdo, mi amor.- dijo ella y también salió.
Luego apareció Hancock con la anciana y sus hermanas al mismo tiempo que Nami aparecía con los demás. Hancock le dijo a los suyos que Luffy era un buen hombre que apoyaba la libertad y que ella había decidido convertirse en su mujer. Sus hermanas no podían creer que la mujer que odiaba a los hombres hubiera dicho que sería la esposa de uno y además más joven que ella. La anciana empezó a sospechar que ella había contraído el virus del amor, pero al ver como Hancock y Luffy se miraban se dio cuenta de que en realidad ambos se amaban en serio. Luego de que Hancock lograra convencer a las tres de que Luffy era un hombre confiable y hubieran conocido al resto de los nakamas de Luffy, hubo un gran banquete en honor de ella. Durante el banquete, Hancock le dijo a Nami:
-Gata, dijeron que hicieron una lista de las mujeres que deben estar en el harem de Luffy, ¿verdad?-
-Así es.-
-Déjame verlo para saber qué mujeres van a estar con Luffy.- le pidió amablemente pero con esfuerzo.
Nami ya había anticipado esto y sacó la lista para dársela. Hancock la tomó y empezó a leer los nombres, viendo nombres que había oído por su fama. Entonces vio un nombre que la sorprendió y le pregunto a Luffy que estaba a su lado:
-Luffy, ¿cómo es que Margaret está en esta lista junto con otras mujeres de mi isla?-
Luffy la miró un momento y luego respondió:
-¿Te acuerdas cuando la convertiste en piedra porque ella me ayudó?-
-Si.-
-Al parecer, cuando la salvé se enamoró de mí y siguió haciéndolo incluso cuando te casaste conmigo. dijo Luffy con melancolía.
Al oír eso, Hancock empezó a recordar todo sobre Margaret y abrió los ojos en shock:
-Ahora entiendo sus miradas a nosotros y porque se veía tan triste. Ella te amaba y me veía como la que impedía que estuvieran juntos.-
-Por eso quiero hacer las cosas bien esta vez, por lo que quisiera que la trajeras de vez en cuando para que me conozca y podamos tener una relación.- dijo Luffy.
-¿Y crees que volverá a enamorarse de ti?- preguntó Hancock.
Luffy sonrió y le respondió:
-Si he aprendido algo del tiempo que llevo en esta nueva oportunidad es que vuelvo a enamorar a las mismas chicas aunque no quiera. Es como si ellas hubieran sido destinadas a enamorarse de mí no importa la vida que pase.-
Hancock se rió y dijo:
-Parece que tienes razón ya que aun sin haberme dado mis recuerdos estoy segura de que me hubiera enamorado de ti de nuevo. Muy bien, la traeré conmigo a tu isla y también voy a traer a las otras de la lista para avanzar las cosas.-
Luffy sólo sonrió y el banquete continuó con gran comida, baile, risas y algunas peleas entre chicas rivales. Luffy sugirió al terminar el banquete que durmieran esa noche en el palacio, lo cual aceptaron. Mientras la anciana y las dos hermanas dormían en habitaciones que fueron designadas para ellas, Hancock dormía en la cama de Luffy con él y las demás a pesar de la pelea que tuvo con Nami. Al dia siguiente, Hancock se despidió de Luffy con la promesa de que vendría a la isla de vez en cuando a verlo y él le dio un Den Den Mushi para que pudieran comunicarse y ella se fue luego de darle un beso apasionado.
Dos años después
Había llegado el cumpleaños número 17 de nuestro querido capitán con sombrero de paja. Todo el se encontraba en el palacio celebrando su cumpleaños, con los padres de los Mugiwaras, Garp, Hancock junto con la anciana y sus hermanas e incluso estaba Margaret con algunas amazonas que estaban interesadas en Luffy. Margaret había aparecido ante Luffy la segunda vez que Hancock visitó la isla y enseguida se llevaron bien. Luego continuaron viéndose junto con las chicas que estaban en la lista y en menos de un año Margaret se había enamorado de Luffy. Las otras tardaron un poco más pero terminaron enamoradas de él al ver su poder. Pero a pesar de ver a muchas personas en su cumpleaños, Luffy sólo estaba esperando a su padre. Había esperado hasta cumplir los 17 años para enfrentarlo y pedirle que le dijera lo que quería saber.
Luego de un tiempo, Dragon apareció en la fiesta y dijo sin expresiones:
-Felicidades hijo, ¿creo que ahora eres un hombre ya que dentro de poco saldrás al mar?-
Luffy sólo lo miró con el ceño fruncido y no dijo nada, lo cual hizo que Dragon lo notará pero no le dio importancia. Entonces la fiesta siguió y llegó la parte de los regalos. Nami y Nojiko le regalaron junto con su madre un collar con el símbolo de la mandarina como el tatuaje de Nami, lo cual aceptó con mucha felicidad. Usopp le regaló una pistola que él había creado con la capacidad de disparar las mismas municiones que él y Nojiko. Sanji le regaló un juego de cocina para él, Reiju le regaló unos guantes rojos especiales y Zeff le regaló unas sandalias rojas. El maestro de Zoro le regaló las espadas que él había pedido que le hiciera. Una de ellas era una gran espada como la que usaba Barbanegra en Piratas del Caribe y la otra era una espada un poco más corta de pirata. Luffy las tomó y les gusto, llamó a la más grande D y a la otra Joy Boy. Garp le regaló un comunicado de Sengoku que decía que aceptaba trabajar con él para hacer que Sword triunfara y una promesa de que se convertiría en Shichibukai de Sword cuando este tomara el control. Continuaron los regalos hasta que llegó el turno de Dragón.
-Hijo, tengo un regalo especial para ti para que puedas tener un viaje productivo.-
Sin embargo, Luffy lo detuvo con la mano y mirándolo con intensidad le dijo:
-Disculpa padre, pero he esperado tanto a tener 17 años para esto. Sólo aceptaré un regalo de tu parte y es que me respondas con la verdad a lo que te voy a pedir.-
Al escuchar sus palabras, Dragón ya se imaginaba de qué se trataba y decidió aceptar su petición. Todo el mundo se preguntaba qué sucedía pero obtuvieron su respuesta al oir la petición de Luffy:
-¡Quiero que me hables de mi madre! ¡Quiero saber como era, quién era, qué pasó con ella, me abandonó o murió! ¡Quiero saberlo todo y me lo dirás quieras o no!- le gritó Luffy a su padre con muchas emociones en sus palabras.
Cuando escucharon su petición, todos tuvieron una expresión sorprendida. Nami y Robin eran las más sorprendidas ya que ellas habían tenido sus tragedias con sus madres y sabían que ese tema era delicado por lo que estaban interesadas en la madre de Luffy y saber que paso. Dragon lo estuvo mirando por un momento hasta que suspiró y le dijo:
-¿Podríamos hablar de esto en privado? No digo que todos no puedan saber de esto, pero pienso que tu debes oír esto primero que nadie ya que es algo de nuestra familia.-
Luffy asintió sin dejar la intensidad en su mirada y comenzando a caminar le dijo:
-Sigueme a mi estudio, padre.-
Dragon lo siguió hasta el estudio y se encerraron para hablar. Todos estaban fuera del estudio esperando y Nami quien estaba muy preocupada por Luffy le preguntó a Bellemere:
-Madre, ¿crees que Luffy este bien luego de escuchar sobre su madre?-
Bellemere vio el rostro preocupado de su hija y le respondió dulcemente:
-No lo sé querida, pero de seguro será algo muy delicado y tal vez sea muy posible que salga lastimado. Por eso, él te necesitará a su lado para superar su dolor si eso pasa.-
Nami asintió decidida a ser el consuelo de Luffy así como el fue el suyo con su dolor. Hancock por otro lado miraba la puerta ansiosa y le pregunto a la anciana Nyon:
-Anciana, ¿cómo crees que será la madre de Luffy?-
La anciana pensó por un momento y respondió:
-Tomando en cuenta el tipo de hombre que es Monkey D. Luffy, su madre sólo puede ser una mujer más poderosa que cualquiera de nuestra isla, incluso más poderosa que cualquiera de las emperatrices que ha tenido nuestro reino.-
Hancock asintió aceptandolo, ya que sólo una mujer más poderosa que ella podría ser la madre del hombre que amaba. Luego de lo que pareció una hora, la puerta se abrió con Luffy saliendo de ella, corriendo a su habitación. Se había ido velozmente, pero los que tuvieron una vista aguda pudieron notar que Luffy estaba llorando y Nami fue una de esas personas junto con Hancock. Nami quería ir a su lado para consolarlo pero quería saber qué fue lo que escucho sobre su madre que lo puso asi y cuando Dragon salio ella lo encaró:
-Dragon-san, ¿qué fue lo que pasó? ¿Qué le dijo a Luffy sobre su madre que lo dejó así?-
Dragon la miró por un momento y suspirando comenzó a hablar:
-Le conté todo sobre su madre y dado que tu junto con tus compañeras son las mujeres de mi hijo se los contare. Lo primero que tienen que saber de ella es que… es una Dragona Celestial.-
Todos estaban impactados por la revelación pero las más impactadas eran Hancock con la anciana y sus hermanas. Ella estaba en conflicto al saber que la madre del hombre que amaba y con quien tuvo dos hijos en su otra vida fue parte de esos desagradables seres que le hicieron la vida imposible. Pero nunca esperó la historia que escuchó después:
-Sin embargo, ella era diferente a todos los Dragones Celestiales ya que ella amaba la libertad. Desde que tenía uso de razón sólo hablaba de libertad lo cual le dio muchos problemas con los suyos ya que era la heredera de la familia más poderosa de los Dragones Celestiales: la familia Celestia.-
Ahora si estaban sin habla ya que comprendian que eso convertía a Luffy en el siguiente heredero y por lógica en el líder de todos los Dragones Celestiales.
-Su nombre era Celestia Calipso y se ganó la fama de la rebelde entre los dioses. Ella se revelaba ante todos los que trataban de que fuera una Dragona Celestial y siempre los hacía enojar cuando ella los enfrentaba. Al final, no quiso seguir con ellos y cuando cumplió los 17 años decidió escapar y salir al mar para obtener su tan ansiada libertad. Ella había escuchado sobre los D y los piratas y en vez de odiarlos por ser sus enemigos naturales decidió ser como ellos por su libertad. Por lo tanto, se convirtió en una pirata y luego de algunos años se volvió una pirata muy poderosa. Era conocida como "La Diosa del Mar" ya que estaba a la par con Roger y también busco ser la Reina Pirata pero no logró nunca llegar a Raftel. Nos conocimos cuando yo era Marine y combatimos entre nosotros. Fue una batalla intensa que duró varios días y conforme más combatimos más nos acercabamos. Ella usaba varios estilos de pelea, pero sobresalía más en dos: el estilo de cuerpo a cuerpo y el estilo de espadas, más específicamente el de dos espadas.-
Al escuchar eso, Zoro comenzó a comprender algunas cosas. Cuando Luffy tomaba una espada en el pasado no era muy bueno con ella, pero a lo mejor sería por usar una sola espada. Pensó en eso porque al entrenar a Luffy en el estilo de dos espadas pudo ver que tenía un talento nato y ahora sabía que era porque lo había heredado de su madre.
-Luego de la pelea, no pudimos evitar el amor y decidimos comenzar una relación a escondidas del Gobierno Mundial ya que no podía dejar que la marina supiera que estaba con ella y Calipso no podía dejar que su familia supiera que estaba con un D. Después de unos años de relación, ella me dijo que quería tener un hijo para que continuara su sueño y yo acepté. Sin embargo, lo intentamos por mucho tiempo hasta que un médico le dijo a Calipso que su probabilidad de tener un hijo era de 5 por ciento. Eso la devastó pero no se dio por vencida y luego de muchos intentos, por fin ocurrió el milagro. Calipso estaba embarazada y ella no podía caber de la felicidad. Entonces llegó el día del nacimiento de Luffy y cuando él nació, la felicidad de mi esposa era enorme cuando lo tuvo en sus brazos. Ella le dio su nombre, porque le parecía lindo. Sin embargo su felicidad no duró mucho. El espía que ella tenía en su familia le informó que sus padres estaban a punto de encontrarla. ella estaba aterrada porque sabía que si ellos se enteraban de su hijo sólo podrían pasar dos cosas: que lo mataran por ser una aberración o que lo criaran para que fuera como ellos. Ella no quería ninguna de las dos cosas, por lo que tomó una dolorosa decisión: sacrificar su libertad por la de su hijo. Dejó a Luffy con su abuelo diciéndole que lo cuidara y no le dijera nada sobre ella. También me hizo prometerselo lo cual he hecho hasta el día de hoy y se escondió en una isla del Grand Line que sólo ella conoce y no ha salido de ahí desde entonces. Y esa es toda la historia.- terminó Dragón respirando con alivio.
Al terminar de escuchar la historia las reacciones de todos fueron variadas. Los adultos pensaban que Calipso era una madre maravillosa y fuerte al hacer ese sacrificio. Zoro tenía respeto por la madre de su capitán, Sanji lloraba porque veía que su madre y la madre de Luffy eran muy parecidas y veía aún más a su capitán como hermano. Reiju pensaba como su hermano y se sentía feliz de haberse enamorado de Luffy, Zeimi era de la misma opinión de su hermano y deseaba conocerla. Usopp lloraba a moco tendido ya que su madre había muerto feliz por su enfermedad al saber que su hijo quería ser como su padre, Laizy sólo estaba parada como una tonta sin saber que pasaba. Nami era una de las más afectadas, ya que estaba en el pecho de su madre llorando junto con su hermana Nojiko y era lógico ya que el sacrificio de una madre era algo tan especial para ella. Saber que la madre del hombre que amaba había hecho un sacrificio como el de su su madre y el suyo le tocó el corazón y se había puesto a llorar en el pecho de Bellemere por el dolor de Luffy. Robin estaba igual que Nami ya que había visto a su madre hacer un sacrificio similar por ella y estaba llorando al entender el dolor de su querido capitán. Sin embargo, la más afectada fue Hancock que cayó de rodillas y tenía la boca y los ojos abiertos. En su mente, ella se imaginaba a la madre de Luffy y la veía llena de gloria y poder. Deseaba ser como ella, tan poderosa y perfecta era en su mente y ansiaba conocerla de una vez.
Entonces, Nami corrió hacia la habitación donde se encontraba Luffy con Hancock detrás de ella. Cuando llegaron pudieron ver a Luffy acostado en la cama con la cara enterrada en la almohada llorando con gran dolor. Nami al verlo así no pudo evitarlo y fue a abrazarlo poniendo su cara en sus pechos, lo cual él aceptó y aumentó su llanto abrazándola. Hancock fue hacia él y lo abrazó con cariño dándole un consuelo similar a aquella vez. Entonces, mientras lloraba Luffy empezó a decir:
-¡Quiero conocerla! ¡Quiero que vea que cumpli su sueño, que sepa que me siento orgulloso de ser su hijo y que se sienta orgullosa de mi!-
-Lo harás Luffy, lo harás. La encontraremos y creo que ya se donde está ya que hubo una isla a la que nunca fuimos por haber sido incapaz de llegar a ella según lo que creíamos. Sólo puede estar ahí.- dijo Nami dándose cuenta de ese detalle.
Luffy al escuchar eso tuvo esperanzas y le dijo con su cabeza aun en su pecho:
-Vamos por favor, hagámoslo cuando me convierta en el Rey de los Piratas para que ella me vea cumplir su sueño.-
-Lo haremos mi amado Luffy, iremos y podremos verla juntos ya que también quiero conocerla.- dijo Hancock pasando su mano por su espalda.
Luffy sólo pudo decir una palabra mientras lloraba:
-Gracias.-
