Capítulo 4
Sentimientos nacientes.
Ranma estaba tirado en el piso de dojo, estaba cubierto de sudor, después de haber entrenado a un grupo de niños. Estiró su mano y volvió a leer el mensaje que Akane le había mandando.
Perdón.
Frunció el entre cejo y lanzó el celular al otro lado de la habitación."Maldita sea con Akane, maldita su universidad, malditos celos. Maldito todo." Pensó.
Suspiro enojado. ¿Acaso de verdad estaba siendo tan posesivo cómo decía Akane? Las imágenes de sus sueños regresaron a su cabeza.
Sólo quiero protegerla... - susurro para sí mismo.
Ya era la hora de salida, Akane quería salir volando de la escuela, quería ir corriendo a casa y hablar con Ranma, era evidente de que algo sucedía, no le gustaba estar peleada con él.
Pero no iba a llegar a casa temprano...
Hey, ¿ya te vas tan rápido? - preguntó un sorprendido Ryu, increpandola mientras ella guardaba sus cosas con rapidez en su mochila.
- Si... Quiero llegar a casa temprano, tú sabes... la vida de casada...
- Oh... Entiendo... - contestó él bastante serio, adquiriendo una templanza de tristeza, ella lo noto.
- ¿Ocurre algo Ryu?
El cruzó las manos y cerró los ojos. - En realidad... bueno, sí, quiero decir, te iba a pedir de favor que si podías acompañarme al cementerio, hoy... Bueno hoy cumplen mis padres 3 años de su partida, quería visitarlos y no quería ir solo, es bastante duro y...
Akane abrió los ojos y miró los libros que estaba guardando, mientras él la observaba, analizando sus movimientos. Ella acarició el último libro y lo guardo en su mochila, al parecer estaba pensando que hacer, ante la duda de ella, él continuó su alegato.
- Eres mi mejor amiga Akane, sabes que no tengo a nadie y deseaba no estar solo por ésta ocasión, pero entiendo que tengas otros compromisos con tú esposo. - sé le rozaron los ojos, miro directamente a su amiga durante unos minutos, pero no hubo respuesta, ante esto él tomó su mochila, la coloco sobre su hombro y se fue caminando hacia la puerta ante ninguna respuesta oral por parte de ella. - Nos vemos... - Salió del aula, perdiéndose de la vista de su amiga.
Akane se quedó unos instantes pensando en Ranma y en todo lo acotencido, pero también en su amigo, por alguna razón el siempre tenía esa energía que la hacía compadecerse de él y no querer dejarlo solo, sobre todo después de qué el estaba atravesando por algo sumamente fuerte. Sacó de su mochila su teléfono, busco el contacto de bobo esposo y prosiguió a textearle:
" Llegaré tarde a casa, tendremos una charla en la escuela sobre neurología" coloco enviar, era malo mentir y odiaba sentir que estaba haciendo mal al acompañar a su compañero, pero más que nada se sentia así por lo que Ranma creía sobre su amigo.
Después de enviarle ese mensaje, corrió y alcanzó a su amigo en las escaleras, él sólo le sonrió y le dijo "gracias".
Ryu y Akane caminaban por el camino hacia el cementerio, ambos iban en silencio. El cementerio quedaba justo en medio del bosque, así que les esperaba todavía un camino largo por recorrer.
- Lo siento Akane, por pedirte esto, se que querías llegar temprano a casa. - Dijo Ryu, cortando el silencio que hace rato venían cargando y que estaba poniendo las cosas incómodas.
Akane hizo un gesto con la cabeza indicando que no, pero en realidad estaba preocupada por su relación con Ranma y cuestionandose si había hecho mal en mentirle a su esposo. - No te preocupes, como dijiste, soy tu amiga y estas son el tipo de cosas que las amigas hacen. - Le tendió una sonrisa sincera.
Ryu le devolvió el gesto y miró hacia el cielo un rato, como nostálgico. - Extraño a mis padres, esto de vivir solo es bastante difícil, a veces solo quisiera regresar a casa y que mis padres estén allí. - Suspiro.
Del tiempo que Akane tiene de conocer a Ryu, el jamás había tocado el tema de sus padres y a ella le sobraban ganas de preguntarle.
- Que afortunada eres de llegar a casa y que Ranma te espere... Deben tener una relación muy sólida.
Ella suspiro. - A veces, es difícil convivir con alguien, sobre todo cuando somos tan diferentes.
- Si, claro, ¿cómo en todo no?
- Sí, es decir, lo amo mucho pero últimamente tengo dudas sobre su comportamiento y eso nos ocasiona discusiones, a veces quisiera regresar a ser simplemente su novia, discutíamos menos.
Él le sonrió. - Claro... si te aburres de él, siempre puedes tener un nuevo novio. - le guiño el ojo. Ella no pudo sentirse más incomoda ante él gesto, solo se limito a ignorar el comentario y rodar los ojos hacia otro lado, afortunadamente ya habían llegado al cementerio.
Ryu tomó unas flores que recogió en el camino y las coloco sobre dos lápidas que se encontraban justo al inicio del cementerio, se quedó unos momentos en silencio. Akane se quedó a su lado.
Había anocheciendo y ambos caminaron de regreso a casa de Akane. Todo el andar estuvieron en silencio, hasta que de pronto escucharon detrás suyo un par de ladridos, al mirar hacia atrás se dieron cuenta que eran dos par de lobos que seguramente vivían en el bosque, es bien conocido que por la zona abundan este tipo de animales, que salen a la noche a cazar.
Sin pensarlo dos veces ambos corrieron lo más de prisa que podían, mientras aquellos lobos los perseguían a toda velocidad.
En un momento, Akane resbaló con una roca y empezó a rodar por el camino inclinado en el que iban, los lobos la alcanzaron, Ryu se había adelantado y al girarse para verificar donde estaba su amiga se dio cuenta de la escena, sin pensar mucho, tomó una rama que estaba al costado del camino y regresó, se coloco justo enfrente de la chica y empezó a meser la vara. Los perros se le lanzaron...
Akane grito mientras cerraba los ojos.
Todo estuvo en silencio de pronto...
Al abrir los ojos, Akane se dio cuenta que uno de los perros estaba malherido y el otro estaba emprendiendo huida, miró a Ryu quien tenía sangre en su ropa, pero no parecía provenir de él...
- Mía... -pensó. Al mirar más detenidamente al animal y a su amigo, se dio cuenta que esa sangre era del lobo.
- ¿Estás bien? - Le dijo Ryu, ella noto algo extraño de pronto en él, sus ojos se habían vuelto un rojo zafiro, al mirar más detenidamente, estos volvieron a su color natural. Quizá había sido el destello de la sangre que él tenía en su ropa...
Akane asintió con la cabeza y prosiguió a levantarse. Al hacerlo sintió un fuerte dolor en la pierna, obligándola a caer de nuevo. - Auch...
Ryu se puso de cuclillas y con delicadeza tomó su pierna. - Vamos a ver... - Akane por alguna razón se sonrojo ante aquel acto, el le levantó la calceta blanca y pudo observar un gran raspón que se estaba poniendo morado y del que estaba ya saliendo sangre, él tomó la manga de su uniforme y la rasgo un poco.
- No, estaré bien... - Susurro ella.
Él empezó a tapar la herida con la rasgadura de su ropa. - Tranquila, no pasa nada, deja que te mime. - le sonrió, ella sintió vibrar su corazón... "¿Por qué?" Penso ella.
Con cuidado la ayudó a levantarse y prosiguió a cargarla sobre su espalda, Akane de pronto se quedó sin palabras, estaba atónita por lo que sentía.
- Vamos a casa.- Dijo él, Akane asintió tímidamente con su cabeza y rodio el cuello de su amigo, acomodo su cabeza entre su cuello e inhalo el perfume de su amigo. Que bien olía...
El dojo se dislumbro de pronto. Ya estaban en el camino, Akane insistió que la dejase, que ella atraveséria el portal, pero Ryu insistió en llevarla cargada hasta dentro de su casa, a pesar de todo, ella accedió.
Ya en la puerta Ranma estaba sentado mirando directamente el camino por el que siempre llegaba ella, al verla llegar cargada por Ryu, de un brinco se paro y corrió hacia él.
- ¿¡Qué rayos sucedió?! - Preguntó un asustado Ranma.
Akane se bajó con delicadeza de la espalda de su amigo, él ni si quiera le contestó a Ranma. - Tranquilo, me resbale de camino a casa, me lastimé la pierna y Ryu amablemente me trajo hasta acá.
Ranma frunció el ceño y observó desafiante a Ryu. - que no me entere de que le pusiste una mano encima o...
- ¡Ranma! - le grito una enfurecida Akane. - Deja de molestarlo, el sólo me ayudo.
-Tranquilo Ranma, solo la traje a casa, deberías ser menos celoso... Akane, será mejor que me vaya, gracias por lo de hoy... - Le guiño el ojo, Ranma sólo se quedó en blanco ante aquel comentario y Akane sintió que su corazón dio un brinco. Ella se limitó a sonreírle.
- ¿Lo de hoy? - Preguntó un sorprendido Ranma.
- Después te explico... - Le susurro. - Ayúdame. - Se acercó al hombro de Ranma y este con delicadeza la cargo en sus brazos. - Gracias por ayudarme Ryu, espero llegues con cuidado a casa. - Le dijo ella.
- Gracias Akane, cuidate mucho, cuídala Ranma, no quieres perderla por un descuido...- Le dijo de manera burlona a Saotome, este no pudo más que tronar los dientes, le dio la espalda y se metió en casa, donde cerró las puertas de un portazo. Detrás se visualizo la sombra de Ryu alejarse, a través de las puertas transparentes de la casa.
- Que grosero eres. - Dijo Akane mientras le golpeaba con delicadeza el hombro.
El sólo apretó los ojos y camino con ella hacia el cuarto de arriba.
- Deberías dejar de ser tan celoso, el es solo mi amigo. - Prosiguió ella, él solo la escuchaba. - No se que te pasa últimamente que estás tan celoso y fuera de ti. - Él se fue tensando, pero no decía nada. - Te estoy hablando Ranma, ¿no me vas a responder? - Saotome con delicadeza la dejo en la cama, salió un momento y regreso con gazas. - ¡Ranma!- Siguió ella. - ¡contéstame! - El tomó su pierna y empezó a cubrirla con las gazas, primero le colocó un antibiótico, a ella le ardió un poco, el soplo para aliviar el dolor y prosiguio a ponerle la gaza. - Ranma.. - Dijo ella más tranquila.
El guardo todo y salió de la habitación con el botiquín. Después de un rato, regresó, se sentó al lado de Akane, cruzó las manos y se le quedó viendo. Ella sintió esa mirada directo en el corazón, cómo si estuviera decepcionado. Como si se hubiera dado cuenta de su traición, había sentido algo distinto por su amigo y ella le había dicho muchas veces que no se preocupará... Que hipócrita se sentía.
- Bien, quiero seguir escuchándote, ¿qué me tienes que explicar? , ¿porqué gracias por lo de hoy? - pregunto su esposo.
Ella abrió los ojos y comenzó a evitar la mirada de Saotome. - Pues...
- Akane... Pues...
- Esta bien, te mentí, no hubo un curso de nada, acompañe a Ryu al cementerio, hoy es el aniversario de sus padres y no quería estar solo, lo siento si te mentí, pero es que últimamente te molesta que este cerca de él, no quería que te enfadaras.
Saotome suspiro. Varias veces, se notaba molesto.
- ¿¡Te das cuenta que eso me molesta aún más Akane!? ¿Cómo te sentirías si yo salgo con Shampoo y te miento?
- Ranma no salí con él, no es lo mismo, no compares... Shampoo te quiere, Ryu y yo sólo somos amigos.
- No te das cuenta, pero el no te quiere solo como amiga, él, él ... Quiere lastimarte, ¿qué no lo ves? Mira como te trajo a casa... Ahora no sé si lo que me dices es verdad.
- ¿Qué? El no quiere lastimarme, fue un accidente sólo eso Ranma...
El volvió a suspirar. - Bien, no quiero discutir contigo, has lo que quieras Akane, si quieres estar con él, hazlo, pero no esperes que yo esté bien contigo mientras sales con él y me mientes. Yo solo quiero protegerte, se supone que eres mi esposa y debo cuidar de ti. Me mandaste el mensaje y estuve esperándote porque estaba preocupado, pero ahora me doy cuenta de todo. - A Ranma se le rozaron los ojos. - Lamento si soy frustrante con esto, pero es que no te quiero perder Akane, ¿qué no lo entiendes?
A Akane se le hizo un nudo la garganta, Ranma se veía realmente preocupado. Ella lo rodeo por el cuello y con cuidado lo beso. - Perdóname Ranma, no quería preocuparte. Perdón por mentirte, pero no voy a dejar de hacer cosas sólo porque me lo pidas, debes entender que él y yo somos amigos, debes dejarme hacer mis cosas y debes hacer las tuyas... Disfrutar que ya no te conviertes más en mujer, en vez de estar preocupado por mí, no pasara nada, te lo prometo.
Ranma apretó fuerte sus brazos que estaban alrededor de su cuello. No sabía que iba a hacer, pero esa inseguridad de perderla debía desaparecer o de lo contrario, no sabría que iba a pasar con su relación.
Después de hablar y arreglarse un poco, terminaron dormidos en la cama, Akane se quedó dormida en el pecho de Ranma, este la sostenía fuerte por las caderas.
Akane sintió una presencia cerca, como si alguien los observase, al abrir los ojos, se encontró con dos perlas color rojo zafiro estaba justo arriba de ella, flotando, pronto vio el rostro de Ryu como dueños de ellos. Ella iba a susurrar su nombre, pero él con sus manos tapó su boca, ella se sintió intimidada ante aquel acto y no pudo evitar no sonrojarse, ante esto él sonrió. Destapó su boca y con cuidado bajo hacia sus labios, los cuales beso sin más.
Akane miraba a Ranma de reojo mientras lo besaba.
No
No
A Ranma no.
Tomó una bocanada de aire y se levantó.
Era un sueño.
Sólo fue eso.
Un sueño, se agarro el pecho y pudo sentir como este vibraba y latía con mucha intensidad. Si había sido sólo un sueño, ¿porqué se sentía todavía nerviosa? ¿Qué le estaba pasando?
Continuará...
