Perdón por estar inactivo por tanto tiempo, pero mi contratista(esclavista) deseaba que sacase este proyecto si o si...y como ya esta se los presento, en si es algo asi como un evento que afecta varios fic, pero espero les guste.
creo que llamare a los fic que entren en este universo ¿oscuric? (no me aperen por el chiste improvisado)
Coautor-kaiserofdarkness
Capítulo 2: La corrupción de un sueño
En los últimos meses las cosas habían cambiado mucho para el profesor Kukui de la isla Melemele, en especial desde que le había prometido a la señora Delia ketchum de cuidar de su hijo Ash mientras este estuviese en la región de Alola. De alguna forma el chico le había ayudado a reunir el valor para proponerse a su amor platónico Burnet, quien fue su amor platónico desde que tenía memoria, y esta sorpresivamente había accedido a su propuesta. Las cosas no podían irle mejor desde que había arribado ese enérgico chico a su vida, realmente no por nada le consideraba ya como un hijo, desde su llegada incluso le había apoyado en su investigación y gracias a eso está avanzaba a pasos agigantados, además de haber logrado recolectar alguna información de las ultrabestias (esta información por cierto era robada de la fundación Aerter así que no podía soltarla aun públicamente) que de seguro le ayudaría a esclarecer un poco el ultra espacio. Y aunque la mayoría de los cambios eran para bien, algunos cambios realmente eran todo lo contrario.
-No podemos permitir que se lo lleve así querido. –Se quejó Burnet con su esposo. - ¡Esa mujer está enferma! ¡¿Y ahora nos exige que entreguemos a Ash para que trabaje bajo su supervisión de esa manera?! ¡Prácticamente le está secuestrando y obligando a trabajar para ella!
Kukui no pudo negar eso, el simplemente no comprendía como una mujer como Lusamine seguía a la cabeza de una organización como Aether, tenía sus teorías, pero se las guardaría de momento.
-Ash le rompió el brazo a su hijo. - Kukui sintió algo de miedo al ver la mirada que su esposa le dedicaba. - Además de que ataco a su hija, aunque no de manera intencional, pero lo que hizo fue tan sonado en toda la isla como para no poder mitigarlo querida.
- ¿Eso que tiene que ver con que se lleve a mi Ash? ¡¿En serio no harás nada para impedirlo?!
El Profesor Kukui sabía que su esposa consideraba a Ash su hijo, el mismo había llegado a verlo así, era fuerte, inteligente, y bien intencionado, aun así, parecía que su esposa llevaba ese cariño un poco más lejos.
-Lusamine solo está pidiendo una indemnización por las lesiones de su hijo, siempre que esta no ataque o abuse de Ash, no podemos hacer nada. - Kukui quería ser diplomático, ni él o su esposa podrían hacerle frente a Lusamine sin pruebas sólidas. –Seguramente solo lo hará cargar un montón de cosas y poco más para pagar las facturas de lo que le hizo a Galio, no creo sea tan grave.
- ¿Realmente lo crees? –Cuestiono Burnet quien claramente no confiaba en Lusaminie, menos tras el incidente de las ultrabestias. - Te recuerdo que enloqueció bastante hace poco y no sabemos realmente si le dejo secuelas aquella posesión.
-Y Ash la salvo. - Le recordó a kukui. - De momento démosle el beneficio de la duda, Lusaminie está en deuda con Ash, así que no creo haga nada muy alocado.
Burnet se calló por unos instantes, y Kukui lo interpreto como buena señal. Ash no era alguien débil, y mucho menos estaba solo, por lo que el confiaba en que, si la situación lo requería, Ash pondría a Lusaminie en su lugar, a punta de golpes si es necesario.
-No estoy convencida querido. –Burnet sujeto una de las pocas pertenencias de Ash que los empleados de Aether habían dejado cuando se llevaron todo el cuarto del chico. – Esa mujer ya fue controlada una vez por seres que difícilmente podemos catalogar…. ¿Qué seguridad tenemos que no sigue controlada?
Kukui sintió que su estómago se retorcía, y con justa razón. – E…e…Eso es ridículo. He incluso si lo que dices fuese verdad, para que quisieran las ultabestias a Ash. –Kukui comenzó a reírse esperando poder quitarse el mal presentimiento que le asalto.
-Venganza. –Burnet abrazo la prenda. - Ash los venció una vez después de todo.
Kukui sintió nuevamente un vacío en su estómago ¿Qué pasaría si un ser como Nihilego llegaba a apoderase de Ash?
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Si había una cosa que Ash se lamentaría de por vida, era su obsesión con convertirse un maestro Pokemon. Cuando comenzó sus viajes esa actitud impulsiva y ciega fue de mucha ayuda, no lo negaría, pero conforme el tiempo paso, el término perdiéndose de un montón de cosas en el mundo que le rodea, cosas que debería haber notado más. Una de esas cosas que se perdió por idiota había sido el tema de las chicas y el romance, por supuesto.
Durante años, Ash viajó por el mundo, a menudo conociendo a chicas de ojos brillantes y hermosos cuerpos, que se morían por que el las hablase, pero lamentablemente su incapacidad para ver más allá de lo evidente, todo termino en nada más que amistad. Es su locura ciega había enamorado a un sinnúmero de féminas que iban desde Líderes de gimnasio, famosas entrenadoras, coordinadoras de renombre, científicas locas, incluso unas pocas delincuentes. Todas y cada una eran capases de quitarle el aliento a cualquier hombre con solo su presencia. ¡¿Cómo es que nunca se dio cuenta?! Tantas oportunidades habían pasado por sus manos y él las había ignorado de tajo por un sueño infantil que realmente no sabía si estaba capacitado de lograr tras tantos fracasos.
-Y ahora estoy atrapado con una rubia loca que quiere usarme para embarazarla.
Ash se froto la cabeza mientras sus pensamientos regresaban al problema actual, esos viajes son parte de su pasado y no podía cambiarlo. Ahora tenía que lidiar con el problema actual ¿Cómo someter o controlar a Lusamine antes de ser el quien se volviese la mascota de esta?
Era obvio que la presidenta de Aether lo deseaba sexualmente, y él no era tan tonto como para negarse a la posibilidad de darle un buen uso a ese cuerpo de Milf trabajado que tenía. El problema residía en que la rubia quería dominarlo, y el, aunque suene estúpido, no tenía planes de vivir controlado por la rubia. Era cierto que le había ofrecido a Lilie como dote, pero él no quería eso, él quería más, ¡Mucho más!
El ya no era un niño de diez años de edad, con solo su deseo de grandeza. Él era un hombre quien; había recorrido regiones enteras, peleado contra pokemones legendarios, y enfrentado peligros inimaginables sentía podía hacer algo grande por sí mismo si se lo proponía. Por lo que convertirse de la noche a la mañana en el marido trofeo de Lusamine, era por mucho un ultraje contra todo lo que él era.
-No, no, no…no me vas a controlar así porque sí.
Ash había vivido por su cuenta desde los 10 años, ni loco permitiría que una rubia loca (por muy buena y rica que esta fuese) le controlase todas sus acciones de ahora en adelante.
Ash se tumbó en la blanca arena de la playa y dos cartas le cayeron en la cara. La primera era de Gary, su viejo compañero/rival/enemigo/dolor de cabeza, quien al parecer se iba a casar muy pronto, y lo estaba invitando a la boda, muy a su estilo.
"Soquete, me caso
Sí que eres lento en encontrar pareja ¿Verdad?
No entiendo porque esas chicas lindas te seguían
Si al final de cuentas tu nunca les diste oportunidad de algo, eres un perdedor.
Siempre he pensado que eras un poco raro, pero espero no seas Gay.
Después de todo casi siempre esta ese moreno estaba a tu lado… pero bueno
Ven a mi boda, ¡No te atrevas a faltar o le pediré a tu madre que muestre tus álbumes de fotos a todos en el evento!"
Ash sintió un retorcijón en su estómago al leer de nuevo la carta, debía encontrar una forma de cerrarle la boca a Gary o de seguro tendría ulceras pronto.
- ¿Cómo es que este idiota encontró pareja? -Se preguntó Ash mientras examinaba la foto que Gary le había enviado, una foto donde se encontraba el y quien se supone era su prometida. - No me atrevo a admitirlo, pero parece que a ambos nos van las milfs.
La segunda carta que Ash tenía era más que una invitación, era una especie de recordatorio de que él siempre fue un ciego en cuanto a las chicas que le seguían. May se iba a casar tras terminar su gira por el mundo, y ya que él estaba en la región donde ocurriría uno de los últimos concursos en los que ella participaba, May le pedía se encuentren. La carta no decía lugar o para que quería verlo, pero Ash podía hacerse una idea.
-Enserio esta situación me está molestando en exceso.
Ash se froto la cabeza mientras recapitulaba los hechos importantes de la pasada semana; Su pikachu había muerto en un accidente bastante extraño. –Voy a hacer que esos idiotas del Team Roket me la paguen todas juntas. - Se había acostado con Lusamine después de romperle el brazo a su hijo y humillar a su hija públicamente. - Por donde lo veas sigue tan loca como cuando la controlaban las ultrabestias. –Gary se casaría pronto. - Que te den hijo de la valiente puta.- Al final, pero no menos importante May volvía a su vida solo para burlarse en su cara por su visión de túnel. -Va a ser doloroso como pocas cosas. – ¡AH! Y cómo olvidarse de que Lusamine quería someterlo. Algo así como convertirlo en su trofeo personal. - ¿Qué hago? ¡Por no fijarme en ninguna de las chicas de mi edad ahora estoy atrapado por una milf rubia y loca!
Ash lanzo un grito al aire y luego se encogió en una bolita. Lentamente su mente se calmó y él decidió que era el momento de empezar cambiando su enfoque.
Opto por salir a caminar a la playa para buscar relajarse y pensar con claridad…
Aunque el nunca fuese el campeón de alguno de los torneos en los que participo, él estaba seguro de ser un gran entrenador. Tenía que tener un nivel similar a Lance, si recuperaba a algunos de sus viejos pokemons incluso puede que lo superase.
-Poder de ataque o defensa no me falta, si armara bien al equipo correcto…seria asombroso… sinceramente ahora mismo me arrepiento de no haber aceptado el trabajo de as de la frontera de Scott en lugar de seguir viajando... ¿seguirá disponible?
Tampoco estaba mal en el aspecto monetario. Debido a su constante participación en los torneos pokemones, así como sus aportes a la investigación de los profesores pokemon, eso sin constar con lo que la policía le había dado en recompensa por su ayuda a desmantelar diversas organizaciones malvadas. Él debía poseer una gran suma de dinero, dinero que, si bien él nunca había tocado, él sabía que existía en su cuenta de entrenador.
-No soy rico, pero dinero no me falta.
Si Ash decidía irse, poco o nada podría hacer Lusamine para detenerlo, él no estaba sometido de ninguna forma por la presidenta de Aether. Claro que solo un tonto renunciaría a esa lujuriosa rubia únicamente por miedo.
-No soy presa de nadie, nadie puede someterme y no dependo de nadie. - Esas palabras calmaron el corazón de Ash, ya que estas no eran solo bravuconadas dichas en un momento de tensión, eran verdad ¡Nadie estaba por encima de él! - ¿Qué rumbo debo tomar para compensar el tiempo perdido?
Sus fuerzas regresaban, así como su confianza, Lusamine podía haber tomado la delantera al haber secuestrado su cuarto, pero él no estaba vencido, solo necesitaba un enfoque diferente.
Ash se levantó, se sacudió la arena y noto algo que generalmente no notaba. A lo lejos en lo que parecía ser un espacio privado de uno de los hoteles cercanos de la fundación Aether se encontraba tomando el sol con un bikini oscuro Cynthia, la reina de la región de Sinnoh estaba luciendo su belleza absoluta con un traje de baño que apenas si le cubría algo por ser solamente lo suficientemente grande como para cubrir las partes más importantes de su anatomía. ¿Cómo un joven Ash no se había dado cuenta el atractivo de la rubia pretenciosa antes?
Por unos segundos Ash considero acercarse para saludarle, talvez conversar un poco, pero cuando se decidió a acercarse, un chico parece le gano la idea. No hay que señalar que Cynthia lo desplazo con esa frialdad que la caracterizaba.
Aunque Ash no pudo escuchar la forma en que Cynthia se había desecho del pobre fan, aunque si sentía lastima del chico, el pobre parecía estaba a nade de orinarse en los pantalones.
-Veo que mantiene esa reputación nefasta como la reina de hielo. –Ash se froto el cuello, era obvio que Cynthia seguía siendo esa perra fría que él había conocido antes.
Por un segundo Ash no pudo evitar sonreír al ver el parecido de Cynthia con Lusamine, tal vez había llegado el momento que alguien le enseñase a Cynthia como tratar a un hombre.
El siguió a la pretenciosa reina de Sinnoh con los ojos, parecía estar muy ocupada en algo importante, de igual forma los camarógrafos que la rodeaban parecían estar tan metidos en lo suyo que no lo notarían acercarse.
Inhala…exhala…inhala…exhala.
Ash era un hombre nuevo ahora, tenía que serlo si quería salir de su predicamento actual. Ya no era ese chico tonto que salió de pueblo paleta con nada más que un pikachu y una maleta mal hecha, tampoco era ese soñador empedernido que viajo por todo el mundo siguiendo un sueño imposible para él. Ahora mismo él era un depredador, curtido por el tiempo y la experiencia de todos esos años de vivir a la intemperie, morirse de hambre, y batallar en toda ocasión.
No había ninguna duda en sus movimientos mientras miraba a la ligera curvatura en la postura de Cynthia, sabiendo exactamente cómo iba a hacer su gran entrada.
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Cynthia estaba tan concentrada practicando lo que diría frente a las cámaras dentro de unas horas, que no prestaba mucha mucho a su entorno. Ella tenía muchas cosas en su mente, como para dedicarle una segunda mirada a cada idiota que quisiese hablarle. Había llegado a Alola como la celebridad invitada en el Festival que estaba por celebrarse. Todo lo que tenía que hacer era mostrarse en el estadio, dar un aburrido discurso, talvez pelear con algún entrenador local para promocionar la campaña de la nueva liga regional que se buscaba realizar, y listo, ella tendría todos los gastos de su viaje de lujo completamente pagados. No había necesidad de ella para preocuparse por nada. Este viaje iba a ser una experiencia muy relajante en su apretada agenda como celebridad de Sinnoh, tal vez incluso ella tendría tiempo de darse un pequeño gustito con algún local.
Oh ese era su plan de acción hasta que alguien le apretó fuertemente el culo.
Por un segundo Cynthia se congeló, sus palabras fueron interrumpidas bruscamente a la mitad de la frase que practicaba. Podía sentir como los dedos se metían debajo de su traje de baño, escavando y buscando, incluso buscando como introducirse dentro de su ser. Sus ojos se crisparon con rabia, mientras se preparaba para darle al atrevido un rápido y violento golpe.
-Es bueno ver que te mantienes tan firme Cynthia.
Si el tono ridículo de voz no fue suficiente para convencerla, esa inamovible gorra roja, la convenció enseguida de que su atacante no era otro que Ash Ketchum. Cynthia se quedó en shock mientras los dedos de Ash se hundían más profundos en sus bien formadas nalgas.
El Ash que ella conoció por primera vez, era un chico larguirucho y delgado que no podía pensar en otra cosa que la crianza de Pokemons. Nada comparable con el Ash con el que estaba encontrándose años más tarde, este había madurado y crecido de muchas maneras, Cynthia le calculaba unos dieciséis años por la altura. Su complexión robusta la cual se había cultivado a lo largo de sus viajes delataba lo complicadas que habían sido sus aventuras.
- ¿Ash? -Cynthia se esforzó por no gemir mientras sentía que los dedos de su atacante se hundían aún más. Lo miraba con pura incredulidad ¿De qué película XXX había sacado esa sonrisa de espía que tenía clavada en su rostro? –¿En verdad eres tú?
-Es bueno verte de nuevo- Dijo Ash mientras su sonrisa se ampliaba aún más. –Que afortunada casualidad encontrarte aquí.
Cynthia quería asegurarse que la mano de su atacante fuese de Ash. -Casi no te reconocí. Realmente has crecido.
La frase estaba cargada de sarcasmo y asombro, en su vida nadie se había atrevido a abordarla tan directamente, ni se diga siquiera de atacarla con tanta soltura como el joven estaba haciendo en esos momentos, ella era alguien muy por encima de la medida para casi todo el mundo, fuera de su juego. Por eso la gente solía estar demasiado nerviosa cuando le hablaban. Aun así, Ash estaba siendo más audaz que la mayoría. Ella no podía hacer una gran escena con tantas cámaras a su alrededor, claro que ninguna estaba grabando en este momento, pero eso cambiaria si los reporteros detectaban un posible chisme. Como que "un joven se encontró verificando los jugos de la campeona de shinon"
- ¿Realmente ha pasado tanto tiempo? - Preguntó, mientras ponía su plan en marcha. - Es curioso, no se siente como si fuese mucho tiempo, aunque me alegra encontrarme contigo, hay algunas cosas que me gustaría hablar, como que siento que no tuvimos tiempo la última vez.
Cynthia rápidamente examino a los camarógrafos y reporteros que se supone la entrevistarían en unas horas, de momento ninguno de los presentes les estaba prestando atención, todos enfocándose en el correcto mantenimiento de sus equipos, talvez pensaban que Ash no era más que un viejo conocido suyo, nada importante, alguien que saldría de escena y seguramente no verían de nuevo, alguien en quien no quería gastar su preciosa cámara ¡Idiotas!
- ¿Tu lo crees? - Preguntó sintiendo como sus pezones se endurecían contra la apretada tela. Cynthia sentía como un dedo jugueteando en la entrada de su esfínter en ese preciso momento, un único movimiento y ella gritaría enloquecida de placer, casi como una colegiala primeriza, también podía ser que su preciado bikini se rompiese. Después una docena de cámaras y camarógrafos la atacarían.
Ash era una flor tardía ¡Pero definitivamente había florecido!
-Si. -Ash no podía dejar de sonreír al ver la mirada perdida de Cynthia, la pobre campeona estaba en una situación muy comprometedora. Incapaz de defenderse –Me hiciste una interesante oferta última vez, y ….
- Creo que la rechazaste Ash. – Le corto Cynthia muy molesta.
-Lo reconozco, no me di cuenta de lo que me ofrecías en ese momento, pero si la oferta sigue en pie, me gustaría tener una segunda oportunidad. - Ash podía sentir a Cynthia apretando su cuerpo contra su toque mientras él la buscó más abierta y agresivamente.
-Nunca le puse un tiempo límite a mi propuesta Ash. -Los ojos de Cynthia volvieron a caer en los de Ash. El chico estaba inquieto, y nervioso mientras la acariciaba, tan descarada y abiertamente como la situación se lo permitía. –Por supuesto que sí, te ayudare.
Cynthia sabía que pronto la presencia de Ash llamaría la atención de al menos un camarógrafo, por lo que tenía que cerrar el trato aquí y ahora, o tendría que explicarles a los medios porque la estaba masajeando tan descaradamente un chico varios años menor que ella.
Cynthia se giró rápidamente y besando la oreja de Ash, le puso las llaves de su habitación en el short. -En veinte minutos, toma el ascensor en el vestíbulo hasta la última suite, la que está en el ático. – Le susurro. Antes de alejarse dramáticamente. –Pero, por ahora, tengo que hacer algunas cosas.
De alguna forma Ash se retiró tan silenciosamente como entro, nadie se dio cuenta de nada de lo que acababa de pasar.
Cynthia se sentó con el corazón latiéndole a todo lo que daba, sus piernas le temblaban como gelatina, y tenía un orgasmo atorado en la garganta. Intento apartar de su mente todo lo que le acababa de pasar hace unos segundos, pero le era imposible, ya estaba imaginándose que haría al chico apenas pudiese alejarse de los camarógrafos que la seguían. Casi se podía decir que se sentía muy mal consigo misma al imaginarse tantas formas en las que violaría a su pequeño atacante, pero ni loca perdería la oportunidad de probar lo mucho que Ash había crecido.
Definitivamente él no era el Ash Ketchum que ella recordaba, y se moría por ver que más había cambiado dentro de la mente del chico.
- ¿Te tendré compasión y te daré algo de placer antes de que realmente empiece a usarte como un juguete sexual, o te hare rogar como un buen cachorro hasta que te honre con el coño de una reina? – Pensó para sí misma mientras que relamía sus labios.
Ella necesitaba un control frío y seguro sobre Ash, si quería pasar unas vacaciones agradables, que él se sometiera a ella por propia voluntad, le aseguraba eso. Pero no sabía si para ello ¿Lo tomaría con calma y paciencia, o usaría la fuerza y experiencia?
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Ash no podía creer lo fácil que fue. Bueno se podía decir que él tenía cierta ventaja como un viejo conocido de Cynthia, pero, aun así. Wow.
- En 20 minutos, supongo que quería sacarse a los camarógrafos primero. Pero ¿Qué hago mientras tanto? –En eso Ash logro ver a uno de los empleados de Aerther. – Lusamine parece estarme buscando.
Ash se escondió detrás de un pilar, mientras sonreía de lado.
-Supongo que no se puede evitar.
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Lilie estaba ciertamente incomoda por la situación actual, primero estaba más que avergonzada por cómo había sido expuesta de esa manera ante todos, cuando Ash había perdido el control aquella tarde y le había empujado mientras que sostenía su vestido había sido un momento de lo más difundido y comentado en toda la isla, ella realmente no había querido darle la cara a sus amigas o compañeros de clase desde entonces, ya que tanto ella como ellos sin duda alguna aun recordaban aquella visión que les había dado, pero ahora no tenía tiempo para preocuparse por eso, no importaba ahora su vergüenza de mostrarle a todos su escaso pecho o panties a rayas azules. Lo que en este momento importaba era que su madre quería mandar a su hermano a Sinnoh por la cuestión de su brazo, pese a que un médico ya lo había tratado y enyesado correctamente, su madre consideraba que debía enviarlo con un especialista, uno que por alguna razón se encontraba al otro lado del mundo. ¿Eso podía considerarse preocupación por su hijo, o deseos de deshacerse de él? Ella no sabía, su madre nunca había sido una buena madre, menos desde la muerte de su padre. Pero ahora que está volvía a su vida tras rescatarla del incidente de las ultrabestias, su actitud, era un tanto extraña, realmente extraña, rayando en lo preocupante.
-Habla de una vez Lilie, tengo muchas cosas que hacer hoy en Aether hija.
Lilie inflo su pequeño pecho unos segundos para ganar valor, su madre había vuelto, la habían rescatado de las ultrabestias y aunque su relación seguía siendo fría, ya no le tenía tanto miedo como antes.
-Creo que estas exagerando un poco las cosas madre. –Lilie levanto la vista y con todo su valor miro a los ojos de su madre. - Lo que hizo Ash no es tan grave como para que lo traigas aquí a trabajar para ti, incluso yo le otorgare el perdón por lo que me hizo, no es justo le atraigas a la fuerza.
-… ¿Siquiera sabes para que quiero traer a Ash a esta casa? -Pregunto Lusamine con un deje de preocupación, aun no tenía preparada una habitación para encerrar a su pequeña Lilie.
Lilie no sabía, pero a juzgar por el masivo despliegue de efectivos de la organización de su madre, lo que sea que esta planeaba no podía ser bueno.
-Sé que estas molesta por lo que paso conmigo, y mi hermano. Por eso te digo que estas sobre reaccionando, esto puede solucionarse con palabras solamente.
- ¿Palabras solamente? -Dijo ella mirando seriamente a su hija. - Me temo las cosas no son tan simples.
Lilie sintió terror al ver los ojos de su madre, en esos verdes orbes se podía ver nuevamente la locura que la consumió cuando fue controlada por Nihilego. No, ella no perdería a su madre de nuevo.
-Si madre, Ash solo está muy afectado por la muerte de su pikachu, era su primer pokemon, apenas puedo imaginarme el lazo que los unía tras tantas aventuras juntos, el haberlo perdido de esa manera... comprendo que tal vez hice mal en buscar alejarle de esa tumba así, pero si no lo hacía… el…
Lilie tenía miedo, ese mismo miedo que la invadió cuando vio a su madre entrar en el ultra espacio.
-Hija, independiente mente de lo que haya hecho tenga o no repercusiones a futuro, ese chico tiene que aprender que sus acciones tienen consecuencias, graves o no, no es simplemente otorgar un perdón y dejar las cosas en el pasado… debe responder por sus acciones quiera o no
Lilie apretó una de sus pokebolas con cuidado mientras analizaba su movimiento, en eso una empleada de Aesther llego con las cosas de Ash.
-Disculpen la interrupción, pero donde guardamos estas cosas.
-En el cuarto que esta junto al mío, tendré un control personal de las acciones de joven Ketchum mientras este en esta casa.
-Como usted lo ordene presidenta.
Lilie parpadeo mientras una idea asaltaba su cabeza ¿Talvez su madre también sentía que algo no estaba bien con ella, y estaba trayendo a Ash por si se descontrolaba de nuevo? Si eso era así, talvez no era buena idea interferir.
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Ash nunca había estado en una suite en el último piso antes. Si bien se había quedado en uno que otro hotel en sus viajes, una suite era por mucho un gasto de dinero que él no se podía permitir casualmente, mucho menos el de una pent-house en un hotel con lujo excesivo como este. Por lo que subir hasta un arriba en el ascensor debería ser toda una experiencia.
El viaje en ascensor fue el más largo de toda su vida. No sólo porque había más de cincuenta pisos en medio (la musiquita del elevador tampoco ayudaba) Ash podía sentir la presión, un único error y podía darse por perdido, terminaría como juguete de alguna de las rubias, puede que talvez de ambas. Aun así, frente a él solo podía contemplar la victoria. Este sería el inicio de un nuevo viaje. Su nueva aventura para el no como entrenador sino como hombre.
Se paró frente a la puerta, y con pies de plomo toco el timbre.
- ¿Sí? – la voz de Cynthia se escuchó por el intercomunicador.
-Es Ash. – Dijo tajantemente, no era momento para dudas.
Cynthia sería su primera conquista. Una conquista que no solo marcaba el inicio de su aventura, sino que también era una manera muy audaz para hacer valer su determinación. Él no era virgen por este punto, y aunque le hubiese gustado tener algo más de experiencia antes de desafiar a la reina de Sinnoh, o tiempo para perfeccionar sus habilidades sexuales. Él no podía desperdiciar nuevamente la oportunidad que la vida le dio. Por eso cuando llegó el momento de la conquista de Cynthia, él tuvo que dar un paso al frente.
Ella no se lo iba a dejar fácil, sin duda era muy experimentada, él sabía que su apodo como la reina perra de hielo no era por nada. Pero, si podía hacer que se sometiese a él por completo, entonces sería un comienzo prometedor a algo que sabía que sería increíble además de útil considerando que tenía a otra señora rubia esperando por el en la fundación Aether.
Ash fue recibido exactamente con el tipo de visión que había esperado desde su encuentro en el comedor de la playa. Cynthia abrió la puerta, vistiendo unas medias negras de nylon negro, no llevaba top, aunque sus pezones estaban cubiertos por simples curitas, y sus bragas negras tenían un corazón rojo con la palabra YES escrito encima, toda envuelta en el característico abrigo de pieles. Definitivamente Cynthia se veía increíble.
-Debería haberte cogido hace años. - Dijo Ash, entrando a la lujosísima habitación.
Cynthia seguía preguntándose cómo alguien como Ash se había convertido en alguien tan; asertivo, agresivo, y posesivo. Algo en el chico había cambiado, ella lo sabía, una parte del núcleo del chico parecía haberse ido, Pero ¿Qué? … ¿Dónde estaba esa rata amarilla que seguía al chico a todos lados?
Lamentablemente no hubo más tiempo para pensar. Ash la cogió por sorpresa cuando sus dedos se clavaron en la cadera, dándole un profundo y salvaje beso que la dejo sin aliento. Definitivamente esto no iba como ella lo había planeado, el enfoque de Ash era muy posesivo, incitándola al contacto, para después dejarla con ganas de más. No, no solo había sido el beso, sus manos estaban agarrándola fuertemente, pero sin llegar a herirla. Era fascinante, lo mucho que el chico había cambiado, no sólo es visualmente atractivo para ella, tenía una emocionante llama en sus ojos.
Apenas sus labios se separaron, Cynthia forzó un nuevo beso, deseaba saborear más del chico, podía sentir que está esta sin duda sería una noche para recordar.
-Muy pocos hombres alguna vez trataron de sobrepasarse conmigo de esa manera. Ash, y te aseguro que todos obtuvieron su merecido. - Le dijo, mientras sus manos presionaban su estómago, esa camisa le impedía el paso. -Pero tú no pareces estar intimidado por mí.
-Por supuesto no.- Ash agarró el culo de Cynthia, mientras se deshacía del molesto e inútil abrigo de piel ¿Por qué lo traía en semejante calor? -Eres hermosa y con más experiencia que yo. Pero eres tu quien debería estar intimidada.
-No estoy acostumbrada a ser la presa. - Comento con un deje de curiosidad Cynthia, sin embargo, haría falta más que eso para quitarle su actitud arrogante. - ¿Y por qué Ash? ¿Por qué debería sentirme preocupada? - Sus manos bajaron lentamente, retirando esos molestos pantaloncillos. ¿Cómo alguien podía tener tan mal gusto como para usarlos? - ¿Hay algo que estés ocultando? ¿Una sorpresa especial talvez? - Cynthia sabía que Ash no estaba mal equipado, a diferencia de aquellos idiotas pueblerinos que la habían molestado de mañana. Ash tenía su confianza respaldada en algo muy real, algo que ella había espiado de ante mano hace muchos años, lamentablemente por ese tiempo Ash no pudo entender esa indecente propuesta.
Ash se sorprendió un poco por el brusco movimiento de Cynthia, él había esperado un poco más de juego y palabras, pero parecía ese no sería el caso. - Claro que sí. Deja te lo muestro.
Si en ese momento Ash hubiese resultado ser la media, Cynthia habría estado tan fenomenalmente decepcionado con la situación que de seguro lo hubiese lanzado por una ventana. Ella era una reina, y como tal requería de un tamaño acorde a sus necesidades, pero el semierecto miembro de Ash estaba mostrando con audacia, era una necesidad que ella iba a estar disfrutando toda la noche.
Cynthia estaba perdida en la expectativa de lo que sería una noche muy placentera, pero aún faltaba lo mejor. Sus manchadas bragas guardaban el ultimo tesoro, tesoro que Ash había venido para profanarlo. Jalo duramente el elástico y estas cayeron, deslizándose por sus largas piernas.
-Estoy bastante impresionada por tu crecimiento Ash. – Ella sentía como su coño goteaba en anticipación a lo que vendría, sus pezones se endurecieron dolorosamente. –Muy, muy impresionada- Nunca antes en su vida Cynthia había visto tanto potencial para hacer sus sueños realidad. El miembro era tan grande que la gravedad lo obligada a curvarse.
Cynthia se separó un poco, quería ver lo que se le venía encima con calma.
-Tan grande. - Ella se maravilló de él como una virgen. Era el pene más grande que había visto nunca y le pertenecía a una persona tan joven, de su punta ya goteaba pre-semen en el suelo de la habitación, y debajo de él colgaban un par de pelotas igualmente masivas, probable a punto de reventar teniendo en cuenta lo llenas que parecían. – ¡Mierda! Deberíamos haber cogido hace años. –Comento mientras se arrepentía de no haber convertido a Ash en uno de sus juguetes cuando lo vio por primera vez.
-Podemos recuperar el tiempo perdido. - Dijo Ash, con mucha más confianza. Ahora que sabía que su pene era impresionante, sabía que podía empujarla aún más lejos.
Ash necesitaba más audacia, si quería llevar esta situación hasta sus límites, necesitaba un enfoque mucho más severo si quería hacerse valer. Tenía que elegir; guiarla hacia una cama o estimularla suavemente hacia abajo, sobre sus rodillas. Así era como un caballero lo haría, pero él no era un caballero, y no venía a adorar al monumento de mujer que tenía enfrente, el venía a dominarla, a someterla, a romper su espíritu y reconstruirlo a su gusto. Por lo que le agarro del cabello y la arrastro hacia el primer sofá que encontró.
Cynthia se estremeció, dejando escapar un gemido de sorpresa y dolor cuando sintió el tirón, no era muy duro, pero si lo suficientemente para guiarla a donde él quería. Esto no tenía precedentes para Cynthia, quién estaba acostumbrada a ser la dominante. Nunca jamás, nadie, sea hombre o mujer, la había sometido antes. Siempre habían dejado que ella fuese su reina. Eso había hecho a Ash tan intrigante desde el principio, el chico descuidado e irreverente nunca parecía haber sido afectado por esa aura que la rodeaba, mientras todos se postraban y se entregaban sin restricciones, él estaba aquí para dominarla. Eso hizo que la sensación de ser tironeada por el cuero cabelludo, mucho más intimidante.
Finalmente, Ash se sentó en el sofá, su pene aún no estaba completamente erecto, pero para Cynthia era lo más intimidante que había visto jamás, en especial porque seguía manteniendo un firme agarre en su cabello.
-Me imagino que has tenido una gran cantidad de penes antes ¿Cierto? -Dijo mientras que con sus dedos abría fácilmente la vagina de la campeona de Shinon.
-Sí. -Respondió Cynthia, incapaz de apartar la mirada de la fascinante vista entre las piernas de Ash.
- ¿Cuántos? - Ash sabía que tenía el control, y eso le hizo sentir más excitado. Apenas si la tenía agarrado de su cabello, pero ella estaba perdida mirando a su pene; cautivada y tan vulnerable mientras que este exploraba la feminidad de ella y notaba las diferencias comparadas con la de Lusamine.
Si él quería saber que tan enamorada estaba ella de la visión de su eje, debía ser más dominante, mucho más agresivo, sacarla completamente fuera de equilibrio, sin siquiera darle tiempo a responder. Él debía reducirla rápidamente ya sea con palabras o acciones. -Más de los que puedes contar ¿Verdad? Bueno supongo que ya que tienes tanta experiencia con penes grandes podríamos decir que eres una puta experimentada. Pero dime Cynthia ¿Alguna vez viste uno tan grande como este?
Incluso en sus cogidas más intensas, Cynthia jamás experimento semejante falta de respeto. Ella era una entrenadora de nivel mundial, y la gente la trataba como tal. Siempre que ella aceptaba una la oferta de sexo, era tratada como un privilegio, una oportunidad única. Nunca la habían llamado puta, ningún hombre o mujer que ella hubiese llevado a su cama había tenido tan descaro. Debería terminar esto aquí…pero…no podía. Por alguna razón que no comprendía Cynthia se sentía cautivada por completo. Algo sobre la forma en que Ash estaba hablando, iluminaba partes en su psique que la enloquecían, estaba dispuesta a dejar que Ash se saliese con la suya, dejarse someter a sus caprichos. ¿Esto era lo que habían experimentado sus parejas anteriores?
-No. - Respondió, mordiéndose el labio mientras miraba de cerca. -Es el más grande que he visto nunca antes, y por un amplio margen.
Ash sonrió mientras la forzaba a estar más cerca, y ella se quejó de placer mientras lo hacía. -Entonces, ¿Por qué no la adoráis? - Preguntó, mientras frotaba su cara contra su eje, lentamente, empujando su polla gruesa contra sus mejillas. Él no iba a mostrar ninguna piedad o misericordia por Cynthia mientras tomaba todo lo que quería de ella y de toda esta situación. -Si realmente es la polla más grande que has visto, debe merecerlo.
Cynthia se quedó inmóvil. Ash no sabía muy bien qué hacer, y los segundos que pasaron en silencio tras su declaración no lo ayudaron, él no había tenido suficiente práctica para saber exactamente cómo abordar esta situación, por lo que de momento estaba más que nada confiando en sus instintos.
Los segundos pasaron, el orgullo dentro de Cynthia quería terminar con esto ¡Ella era una reina! Pero se encontró asintiendo lentamente. Su cuerpo estaba de acuerdo con los vulgares términos de Ash. Es más, deseaba llevarlos a cabo, darle todo lo que ansiaba e incluso más. Su cuerpo se estremecía con una especie extraña y punzante de excitación. Nunca se había sentido así antes, tan dispuesta a dejarse llevar por la lujuria. –Sera un placer adorar tu magnifico miembro. - Su lengua se escapó de entre sus labios, arrastrándose a lo largo del pene que tenía enfrente, comenzó en la base, luego subió lentamente hasta llegar a la punta, donde le dio un pequeño y tímido beso, justo en el centro de ese amenazante ojo de carne.
Ash sintió como si un inmenso peso le dejase cuando Cynthia estuvo dispuesta a someterse, soltó su cabello y la dejo acomodarse para que ella comenzase a su propio ritmo. Se recostó hacia atrás en el sofá disfrutando de la agradable sensación, la lengua de Cynthia hacia un recorrido lento desde su base, lamiendo lenta y amorosamente todo el camino a punta, donde depositaba un tímido beso antes de comenzar de nuevo.
Aun así, esta no era necesariamente la victoria de Ash. Él había visto el orgullo de la reina arder en los ojos de su presa, y ya tenía mucha experiencia con lo destructivo que podía llegar a ser ese orgullo. Debía encontrar una oportunidad de arrebatárselo, porque si no, seguro que la reina se lo haría pagar. Memorias de su viejo Charizard lo asaltaron claro que sabía que no debía comparar a su viejo pokemon con Cynthia, pero no pudo evitar recordar sus errores.
-Lo haces bien-exclamo acariciando su cabello.
Cynthia estaba lamiendo su camino a lo largo del pene de Ash, pese a su experiencia, se sentía completamente fuera de su elemento, estremeciéndose placenteramente mientras miraba el objeto de su adoración con incredulidad. El pene de Ash era más amenazante de lo que había soñado, podía sentir; la longitud, el grosor, y la vitalidad con cada toque de su lengua. Los labios de su coño se abrían y cerraban con impaciencia, imaginándose lo que sería tenerlo dentro. Ella nunca se había sentido tan vulnerable antes. Tenía miedo del grosor cada vez que su lengua pasaba sobre alguna de las venas del pene, tan ancho era que se preguntaba cómo podría ponerlo dentro de su boca, deseaba poder chuparlo, y sentir como su glande bajaba por su garganta directamente hacia su estómago.
-Me, alaga que te guste.
Cynthia aun sentía a su orgullo gritar con furia e ira dentro de ella, pero Ash había golpeado una parte primaria dentro de ella, algo muy en el fondo, su núcleo se retorcía con placer y lujuria. Esta era una oportunidad para Cynthia, una oportunidad de ir realmente con todo, de disfrutar de una manera tan indulgente y vulgar, que no podría regresar nunca a ser lo que ella había sido antes. Sentía como si una puerta se abriese frente a ella, una que ella no podría volver a cerrar jamás, pero no sentía miedo, ella estaba lista para aprender esas verdades incómodas sobre sí misma, verdades que toda su vida se había negado a reconocer.
Comenzó a acelerar el ritmo, los lametones eran más largos y lujuriosos, así como sus besos eran más babosos y profundos. Había tanto frente a ella, que no sabía cómo empezar. Ya que Ash solo había pedido su adoración, ella no sabía cómo continuar ¿Debía seguir hasta que Ash se corriese o debía tratar de desencajar su mandíbula para meter ese pene en su garganta?
- ¿Cómo se siente esto? - Preguntó, mientras le dedicaba una sensual mirada desde detrás de su pene.
-Me esperaba más de una puta consumada. - Dijo Ash, con una sonrisa maliciosa mientras le dedicaba una mirada de supremacía -Vamos, deja de lamer como una colegiala nerviosa. - Su mano sujeto firmemente de su pelo mientras amenazaba. –Comienza a chupar.
Nuevamente el orgullo de Cynthia dio un brinco, todavía no podía creer el tipo de lenguaje que Ash estaba usando con ella, ni que decir del tratamiento que estaba recibiendo, pero a medida que el dolor entre sus piernas crecía, ella se sentía más decidida. Ella hizo lo que le dijo, obligando a su boca a abrirse lo más que podía, cerro sus labios alrededor de la polla de Ash, protegiéndola de sus dientes. Definitivamente esto era más difícil de los que estaba acostumbrada, pero estaba decidida. Levanto sus rodillas y se acomodó lo mejor que pudo para estar lista, sus labios habían hecho un sello hermético alrededor del glande, pero no se movió.
Ash gruñó satisfecho, mirando fijamente a Cynthia quien parecía estar buscando de su aprobación. Se sentía como el hombre que siempre debió ser, irguiéndose orgulloso sobre su presa. Con Cynthia de rodillas, casi hipnotizada por una polla carnosa que ella ni siquiera trató de fingir que no quería chupar tan fuerte como pudiese. Él se sentía realizado. Un nuevo capítulo de su vida comenzaba, uno que implicaría ser un tipo diferente de 'maestro' comenzaba aquí.
Pero necesitaba más, Ash aun podía ver ese orgullo en lo profundo de los ojos de Cynthia. Con sus manos lentamente acariciaron sus mejillas, dándole a Cynthia en una falsa sensación de seguridad, suministrándole suficiente afecto para mantenerla dócil, que esperase un trato más suave de su parte.
-Tienes un hermoso rostro. - Toda la farsa hizo más siniestro cuando la agarró por el pelo y de un solo golpe enterro su pene tan profundo como pudo dentro de la boca de Cynthia. La pobre se ahogó al de repente sentir su garganta estirarse, por culpa de él grosor de su pene, el glande presionando su campanilla y lleno hacia su esófago reposando sobre su garganta. -Pero vamos ¿Cómo podría ver una cara tan bonita y no desear hacer esto? - Dijo, mientras envolvía sus manos en su pelo con fuerza.
Cynthia no podría haber articulado una respuesta, incluso si tuviera una; Ash comenzó a guiar a la cabeza rápidamente hacia arriba y hacia debajo de su pene, con una falta absoluta de piedad. Ningún hombre había sido lo suficientemente audaz como para sorprender antes a la campeona de Sinnoh, pero la falta absoluta cuidado de Ash mostraba con ella, hacía que necesidades primordiales dentro de Cynthia despertasen de su largo letargo. Ella tenía problemas para respirar con una gran polla por su garganta, pero no le importaba, en su mente no había nada más que adoración por el miembro de Ash.
-Eso es lo que estaba buscando. - Dijo, de forma insensible mientras miraba hacia ella. -Pensar que una puta como tú se está ahogando con mi pene, casi me hace preocuparle por el mal rato que una chica normal podría tener cuando coja su cara bonita. Porque sabes, siempre he querido follar así la boquita de una niña la mitad de bella que tú.
Ash sentía la urgente necesidad de correrse en la garganta de la mujer más bella de Sinnoh, no había vergüenza e perder el control con semejante mujeron a sus pies, aun si él tenía una gran sorpresa esperando a Cynthia. Su pene se retorció en su boca antes de disparar una fuerte inyección de esperma espeso, directo al estómago de Cinthya.
Cynthia tocio pesadamente para recuperar el aliento, la dureza con la que Ash había follado su cara y pintado su garganta con un tono de blanco hacían que se estremeciese, su estómago estaba ahora inundado por la blanca semilla de Ash.
–Nunca, en todos estos años, nadie me ha hecho saborear una carga de esta magnitud, jamás. Dijo temblando bajo el dominio de Ash.
-Pero te ha gustado ¿Verdad? - Preguntó Ash, mientras pasaba su miembro por toda la cara de Cynthia. -Puedo decir. Que aun deseas que te folle, incluso puede que ahora lo desees más.
Una sensación de vergüenza broto desde su interior, mientras su orgullo trataba de levantarse, pero ya era tarde. -Sí. No eres como te recuerdo Ash, pero ... Nngh, el hecho que no me trates como cualquier otro chico que haya traído a mi habitación, no me desagrada, de hecho, creo que me puedo volver adicta a esto.
Ash sonrió. - Eso es porque no estoy mirando a ti como una campeona.
-Enserio ¿Entonces como me vez?
-Te veo como a alguien que entrenare para que cumpla mis más perversos decesos sin oponer resistencia.
Cynthia no argumentó en contra de esa declaración. Una oleada de pura lujuria golpeo su coño, el cual ya le dolía por la falta de atención de Ash.
Ash la levanto y puso un dedo sobre la muy mojada vagina y sínicamente tanteo el enorme clítoris que sobresalía sobre esta.
-Antes del plato principal, me gustaría mostrarte algo divertido. - Bromeó, lamiéndose los labios, acomodándose en el regazo de Ash muy feliz. Ya no le importaba la forma en que Ash le hablaba en absoluto, y comenzaba a amar la forma en que le trataba. –Te va a gustar, te lo aseguro. - Con mano firme quito las curitas de sus pezones.
Cynthia no entendía completamente la jerga medica que explicaba su condición, aunque comprendía que; por razones ajenas a su voluntad, ella podía lactar pese a no estar embarazada. Algo relacionado a sus hormonas y algo más que ella no podía entender para nada. Su coño funcionaba como se suponía, así que si alguna vez quería embarazarse no tendría problemas en alimentar a su hijo, pero era una condición extraña. Durante años fue una vergüenza y una gran razón para vestir siempre de negro. Pero como Ash frente a sus carnosos pechos, devorándolos con ojos hambrientos, ella podía darles una segunda oportunidad.
- ¿Esto es leche? - Preguntó inclinándose hacia adelante y lamiendo su pezón con curiosidad. Era exactamente lo que pensaba que era. Cynthia se quejó mientras Ash presiona sus labios alrededor de uno de sus pezones y chupaba con fuerza, incluso llego a morderle un poco el pezón cuando sintió un pequeño chorro de leche en la boca. - ¿Qué demonios?
La mirada de Ash sobre ella la dejó vulnerable. Ella no deseaba terminar esto así, sería un golpe fatal para su cordura. -Primero, déjame te aseguro que no estoy embarazada, si deseas comprobarlo tengo un Test en mi cartera, podemos hacerlo si no me crees. –La mirada Molesta de Ash le hizo sentirse pequeña y bulnerable- ¡Te daré una mamada mientras esperamos el resultado! Yo ... Esto un…. No sé por qué sucede, los doctores me dijeron que es un desorden en mis hormonas o algo así, no sé mucho de medicina. - Cynthia se sentía como un niño que acababa de ser descubierto en su travesura -No crees que es raro ¿Verdad?
-Creo que es muy raro. - Dijo agarrando ambos pechos y apretando con fuerza. – Sin esas banditas tus pechos están dispuestos a gotear con la menor provocación, solo hace falta un cubo y podría ordeñarte como a un miltank. - Ash se rio con las caras que Cynthia hacia mientras él le retorcía los pezones. - Supongo que me equivoque, no eres una zorra cualquiera, tu eres un miltank listo para ordeñar. - Ash volvió a sujetar un pezón con los dientes y lo chupó con tanta fuerza que le sacó gritos a Cynthia mientras lo hacía. –¿Que tanta leche produces de un día perra?
-No lo sé, nunca he medido. oh Arceus, sí. Mis pechos son tan sensibles, que tengo que cubrirlos con banditas o me manchan la ropa. Por favor, no pares.
-Eres una perra inútil ¿Acaso todo tengo que hacerlo yo?
Cada vez que Ash la llamaba 'perra' un delicioso escalofrío recorría su columna vertebral. Cynthia sentía como Ash la estaba dominado más y más, era un sentimiento tan incómodo. Pero, al mismo tiempo, lo deseaba.
-Lo siento, mañana a primera hora comienzo a medir. - Cynthia estaba tan desesperada y vulnerable, que apenas si podía pensar. Ash estaba explotando su debilidad.-Ash te quiero dentro de mí. – Dijo mientras frotaba su coño con la cabeza del pene de Ash. - Por favor, rápido.
- Ruégame. - Sentencio Ash severamente. - Ruégame que te folle. - Su tono era frío y dominante.
- Nadie, nunca me han tratado como tú lo haces, y…y…y estoy disfrutando cada segundo. Así que bien. -Cynthia se alejó dos pasos antes de arrodillarse con la frente tocando el piso -Por favor, dame tu verga. No puedo dejar de pensar en tu poderoso miembro envistiendo me útero. Mis tetas están a de reventar Ash, si no me follas con todas tus fuerzas, te juro que enloqueceré. -Cynthia comenzó a besar desesperadamente los pies de su nuevo amo. - Ash, si lo que quieres tu es una perra, entonces cógeme con tanta fuerza que mi cuerpo aprenda que nunca necesito otro pene más que el tuyo, que nadie me puede satisfacer además de tu poderoso miembro. Por favor doblega a esta presumida reina, conviérteme en algo de tu propiedad.
Las palabras de Cynthia era música para los oídos de Ash. Una confirmación de su victoria, y él estaba muy feliz de completar esta casería enterrando la totalidad de su enorme pene dentro de ella. La increíble estrechez que sintió, era una cosa asombrosa para Ash, era como si el coño de Cynthia se estuviese acomodando a la perfección alrededor de su pene.
-Eres mucho más ajustada de lo que espere.
-Tan grande. - Se quejó Cynthia, mientras inclinaba su cabeza hacia adelante, mientras sus manos se agarraron a Ash. Nunca antes se había sentido tan llena como ahora -Sin duda este es el mejor pene que he tenido en toda mi vida.
-Y ningún otro se va a sentir bien otra vez más ¿Verdad?
Cynthia negó con la cabeza, gimiendo mientras cabalgaba desesperadamente sobre el pene de Ash. La sensación de plenitud absoluta resultó ser más adictiva y apasionante de lo que imaginaba que sería, ya que una vez que comenzó a moverse, se encontró totalmente incapaz de parar, rebotando con fuerza y rapidez. Había llegado demasiado lejos para tener preocupaciones ahora.
Ash agarro senos de Cynthia de nuevo, pellizcando sus pezones, haciéndolos derramar mucha más de su leche caliente. Sus caderas comenzaron a moverse, de manera constante, guiando a Cynthia de forma rápida y dura. Sentía increíble, pero que necesitaba más.
-Fóllame tan duro y de la forma que desees. - Ella grito. -Haz que me corra más duro de lo que nunca antes logre, y voy a ser tuya. - Ella se sintió tan bien al dejar esas palabras salir, mientras su cuerpo está retorciéndose de necesidad y la indulgencia carnal contra él.
Mientras se alimentaba de uno de sus pezones Ash se sentía como un rey. Cynthia no paraba de gemir, su voz sonaba cada vez más fuerte, mientras el marcaba un ritmo muy alocado. Con su mano libres agarros las grandes y bien formadas nalgas de Cynthia como Ash empezó a prepararse para su siguiente paso.
Cynthia sintió como Ash tomaba una de sus piernas y se la ponía por encima de su hombro, aulló de sorpresa al darse cuenta lo mucho que la estimulaba el nuevo ángulo de penetración, jadeo como perro cuando su primer orgasmo la golpeo con la fuerza de un camión a más de 100km por hora a su perspectiva mental.
-Eres mía. - Se quejó Ash, mientras golpeaba su coño sin descanso. - Fuiste mía en el segundo que decidí que lo serías. Esto es sólo hacerlo oficial.
Cynthia apenas si podía entender esas duras y posesivas palabras, pero si sintió un deslumbrante deseo en su coño. Ella estaba en el paraíso, jadeando y gimiendo contra Ash, mientras este le daba el tratamiento en bruto que había deseado sin saber por mucho tiempo. No había sabido lo mucho que necesitaba, pero ahora que lo tenía, ella solo podía amar la manera en que Ash tomó el control, torciendo el placer y la humillación a través de su cuerpo.
-Lo haces, Ash. Eres … mi propietario, lo juro. Me y estas putillas tetas de leche que tengo…nosotras, todas, las….3, si tres, nosotras que somos tres, te pertenezco, soy tuya, de tu polla, por favor.
- ¿Ya no puedes hablar coherentemente? Dios sí que te estoy partiendo el coño. - Fue la arrogante respuesta de Ash, mientras martillaba su coño sin ninguna piedad, centrándose en el uso exhaustivo de embestidas salvajes.
Cynthia se sentía como un adolescente en su primera vez, con la polla de Ash martillado profundamente en su matriz, mientras ella se ahogaba en la felicidad absoluta de la entrega y la sumisión. Sentía; como su coño se retorcía de placer y emoción con cada envestida, como sus pliegues se estiraban deliciosamente alrededor de su eje, y como la entrada a su útero era golpeada sin piedad por él. Cynthia estaba teniendo el momento de su vida, tanto era su deleite que ni siquiera sentía vergüenza por que sus pechos dejasen salir cálida leche blanca.
-Soy tuya Ash, vente dentro mío. -Exclamo en un momento de lucidez. - Por favor márcame con tu blanco semen. - Un potente orgasmo surgió nuevamente a través de ella.
Ash enterró su verga en las profundidades del coño de Cynthia justo antes de que sus bolas vaciasen toda su carga de esperma caliente en el apretado agujero que no dejaba de tener deliciosos espasmos alrededor de su pene. Ash era más que feliz de darle la marca que tanto pedía, después de todo él tenía otros planes todavía. Y e soltar una carga en el interior de la campeona de Sinnoh apenas su era un inicio.
Ash dejó caer a Cynthia sobre la cama poco después, estaba cansado, pero feliz, sus planes se estaban moviendo, en poco tiempo…fue entonces que Ash se dio cuenta de una falla importante en su plan. Cynthia era humana, por lo tanto, él no podía meterla dentro de una pokebola y llevarla a todos lados para entrenarla.
Ash se levantó un poco preocupado al descubrir un detalle, que claramente había dejado pasar en el calor del momento.
- ¿Por lo tanto, tengo que llamarte maestro ahora? - Cynthia ni tenía que pensar en alguna contra medida, ella se había ofrecido voluntariamente a su pene en el calor del momento, y aunque su calentura ya había terminado, ella no se retractaba de sus palabras, su mente se rompió antes, y sin la polla de su amo para alimentarla ella se rompería mucho más.
-Yo estaba esperando tener más dificultades contigo. - Admitió Ash un poco confundido. -Aunque si, puedes llamarme así.
Cynthia se levantó levemente y admiro el trabajo de Ash, su coño no dejaba de gotear blanco esperma mezclado con sus propios jugos – Jamás me he sentido tan satisfecha después del sexo. - Ronroneó ella, al momento que metía dos dedos en su coño, para después lamerlos como si estuviesen cubiertos de chocolate.
-No te preocupes, no he terminado de follarte. –Anuncio Ash con el miembro totalmente erecto.
-Me lo imagino. -Cynthia se acostó satisfecha. - ¿Podrías pasarme la bolsa que está en el tercer cajo a la izquierda?
Ash quiso negarse, pero por más que busco, no encontró ningún motivo para hacerlo, solo era un pedido sin sentido. Talvez quería la prueba de embarazo que dijo para comprobar si ahora si estaba preñada.
-Aquí. – dijo mientras le entregaba la bolsa.
Cynthia abrió la bolsa con una sonrisa. –Había esperado que tú lo usases Ash, pero… - La rubia se quedó sin aliento mientras examinaba el collar de cuero negro, con una brillante hebilla metálica con forma de pokebola – Pero tú eres mi maestro ahora así que yo debo llevar una marca tuya. –Explicó Cynthia con una sonrisa.
Ash rabio un poco ¿Cynthia había planeado qué?
-No ponga esa cara maestro, reconozco tu victoria y mi sumisión. - Cynthia se puso el collar. –Y antes que preguntes, si, ya he hecho esto antes, cada cierto tiempo me encuentro un chico lindo, y le hago ponerse uno como este como muestra de su sumisión a mi persona.
-Yo no me he sometido ante nadie.
-Y por eso yo llevo el collar. - Cynthia se encogió de hombros. – Puedo decirlo sin temor a equivocarme, soy la primera chica que sometes ¿Verdad?
Ash se sintió ligeramente molesto, esa mirada orgullosa y presumida de Cynthia no le agradaba.
-Me pregunto ¿Debo admirarte por tener tanto potencial como para dominarme, o sentirme mal porque un novato me derroto?-Dijo de manera irónica mientras le sonreía.
-Siéntete alagada porque te escogí.
-Si lo estoy, pero. - Cynthia saco un control de la bolsa. –¿Sabes qué es esto?
-No.
Cynthia solo se rio de buena gana mientras Ash apretaba los dientes con disgusto.
-Vale, vale, esto va a ser una experiencia muy educativa, para ambos. - Cynthia se sienta y sonríe genuinamente. - Esto es un control para este collar, como sabrás, no es un collar normal y corriente, tiene sus trucos, estoy seguro que te pasaras a lo grande descubriéndolos.
Ash sujeto el control con algo de duda, por alguna razón parecía importante, pero algo no cuadraba.
-Entonces, vamos a ver si puedo hacer esto bien. -Cynthia se arrodillo sobre la cama. - Soy tu puta personal a partir de ahora, yo vivo para adorar tu polla en cualquier momento y lugar que lo desees, y no permitiré que ningún otro hombre me toque a partir de ahora, a no ser que tu así lo desees …. ¿Lo hice bien? -Cynthia se rio de nuevo. - Cielos nunca lo hice, y ahora me arrepiento de no haberme gravado alguna de las muy dramáticas declaraciones de mis otras parejas.
Ash quería preguntar tantas cosas; ¿Por qué esa declaración tan ridícula? ¿Por qué el collar? ¿Por qué el control?, pero. - Se me permite a cogerte en cualquier momento a partir de ahora ¿Verdad? Puedo vivir con eso. –No quería pensar en nada más que eso de momento.
-Lo sé, una ronda de sexo me tiene mucho más feliz el fin de semana que un estúpido torneo. –Cynthia se acostó boca abajo en la cama. –Además, a juzgar por la cara de idiota que llevas, pienso que deseas que más de una chica que te llame maestro. Estoy feliz de ser la primera y creo que podemos llegar a un buen acuerdo, con una condición a mi favor claro está.
- ¿Y cuál sería esa condición?
-Me comprometí a algunos eventos así que de momento no puedo quedarme mucho tiempo a tu lado. Aunque después de eso no tengo nada en la agenda y Arceus sabe que necesito unas vacaciones. -Cynthia se relamió los labios podía sentir la impaciencia brotar de Ash, el pobre chico aún era un novato. – Así que aquí está mi oferta. - Ella se dejó caer de rodillas frente a Ash, agarrando su polla pegajosa y levantándola lentamente. – Una oferta que estoy seguro que no podrás rechazar.
- ¿Y tú oferta es? -Volvió a preguntar Ash, esta vez visiblemente molesto.
-Te ayudare con este pequeño harem que te estas armando, incluso te daré más de estos lindos collares, a cambio tú, respetas mi horario, y me ayudas en una o dos capturas que tengo en mente.
- ¿Qué te hace pensar que iré a buscarte chicos con los que deba compartirte? -Exclamo este molesto por tal declaración.
- Nada, por eso no te pido ayuda para ninguno. A quien quiero es una vieja conocida, últimamente ha estado molestándome y me gustaría que le pusieses en su lugar. ¿Trato?
-Puedes besar mis bolas. – Ash sintió como Cynthia ponía sus labios sobre sus bolas, y una vez que el acuerdo fue sellado, comenzaba a chuparlas.
Fuese o no que Ash estaba de acuerdo con Cynthia, a ella le daba igual, podía usar la ignorancia del chico a su favor, obviamente no podría dominarlo, pero si podría manipularlo un poco. Mientras gozaba las consecuencias. Las lujuriosas y deliciosas consecuencias.
Como siempre agradezco a Kaiser por su ayuda en crear este fic.
Pásense por sus fics de lucha por ser en los cuales yo le ayudo un poco.
