Capítulo 5: Mas ¿Yuri?
Ash suspiraba ya harto mientras veía a su siempre indomable charizard hacer una pose de victoria, estaba claro que el pokemon de fuego no planeaba hacerle caso. Recuerdos de sus derrotas pasadas asaltaron la cabeza del entrenador. Ash estaba harto, le pondría fin a la actitud de su pokemon, de una forma u otra.
-A ratos me pregunto porque arzeus te saque de esa roca.
Esa simple línea congelo la expresión confiada del pokemon de fuego, de igual forma que los demás pokemons presentes.
-Si mal no me equivoco te abandonaron por considerarte inútil, y que crees, ¡resulta que si tenían razón! Un pokemon que no sabe seguir ordenes como tú, ¡Es inútil para su entrenador!
Charizard escupió fuego hacia su entrenador en represalia por su declaración, pero su llamarada fue fácilmente bloqueada por un pokemon pequeño y morado llamado Poipole, quien era el único que parecía estar divertido con la situación actual.
-No me haces caso, ¡Me atacas cuando te encaro con la verdad! Ash se froto la cara mientras trataba de calmarse. - Sabes que, hasta aquí llego yo.
Antes de que un asustado Charizard pudiese objetar algo, Ash lo devolvió a su pokebola.
-Perdí mi primera liga porque te pusiste a dormir. - La rabia consumía la conciencia de Ash, al recordar todos los problemas que le había traído ese indómito pokemon. - Maldita lagartija. - Ash levanto la pokebola dispuesto a estrellarla contra el piso con tal fuerza que esta se rompería y todo el contenido quedase destruido, y por algunos segundos realmente considero que esa era la única opción. -Si no piensas hacerme caso. - Pero al final su mente logro aclararse lo suficiente como para pensar con claridad. - Espero que tu próximo entrenador sea alguien de tu agrado.
Poipole lanzo algunos gruñidos y quejas, como si quisiese ver al pokemon de fuego esparcido por el pavimento, pero Ash solo le acaricio la cabeza para calmarlo.
-Vamos a comer, tomar decisiones con el estómago vacío siempre es un error.
Sin embargo, antes de que pudiese regresar a la casa se encontró con Gladio quien salía completamente rojo de su casa.
- ¿No ibas a comer?
-No hay comida en mi casa. - Gladio paso alado de Ash rojo como un tomate. - Iré a un restaurante…deberías hacer lo mismo.
Ash quizo preguntar cómo era eso de que no había comida, estaba seguro de que Lusamina, Lilie y Lana se encontraban en la casa, pero el rubio no le hizo caso. Solo y con el estómago rugiéndole por alimento, decidió hacer caso al consejo del molesto rubio y buscar comida en otra parte.
-Asumamos que Lusamine decidió cocinar, y es tan buena cocinera como lo es Misty por lo que ahora no hay nada comestible. –Ash guardo a todos sus pokemons dentro de sus pokeballs y emprendió su hambrienta travesía hacia la ciudad. –Estoy medio preocupado por Lilie y Lana.
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Laboratorio del profesor Kukui era el lugar adecuado cuando se trataba de investigar los efectos relacionados con los ataques pokemons de todas las formas y tamaños posibles. Desde los molestos magikarp hasta el poderoso necrozma, no había pokemon que no hubiera sido investigado a profundidad dentro de esas cuatro paredes, ni que decir que con la tan inesperada boda entre la profesora Burnet y el profesor Kukui, las investigaciones aumentaron de forma explosiva. Tanto conocimiento contenido en sus paredes, era solo cuestión de tiempo para que tuviese una envidiosa visita no deseada.
Olivia caminaba por la playa, usaba un pequeño set de ropa, el cual consistía en telas apenas lo suficientemente grandes para mantener lo mínimo de decencia, apenas lo justo como para que ninguna oficial Jenny la detuviese. Mientras dejaba al descubierto un gran escote, que poco así para ocultar el tamaño de sus prodigiosos pechos, ni que decir que su falda apenas cubría lo esencial de su parte baja. Su atractivo sexual saltaba a la vista de cualquiera que le viese e inclusive para aquellas que tuviese alguna inclinación para con las mujeres.
Pronto la chica llego a los laboratorios, donde aporreo la puerta con su puño hasta ser recibida por la esposa del profesor Kukui.
-Entonces de verdad te casaste con Kukui. -Olivia sacude la cabeza. -A decir verdad, yo pensé que ese rarito se quedaría solo por el resto de su vida, después de todo hay varios rumores que lo hacía con los pokemons con los que investigaba.
- ¡Mi esposo no es ningún pokefilico! -Se quejó Burnet quien estaba usando su cuerpo para impedirle a la morena entrar a la casa. - Incluso yo mismo le pedí me fuese sincera con tal cuestión y me juro nunca ha tenido ese tipo de contacto con un pokemon.
–Si tú lo dices. - Olivia levanto sus manos rindiéndose. –¿Pero tenía experiencia cuando fue su noche de bodas?
-…-La profesora desvió la mirada.
-Dejando a un lado las verdades incomodas de tu ahora marido…- Olivia se acerco para susurrarle alfo directo al oído. - ¿Acerca del favor que te pedí?
La profesora Burnet no pude evitar rascarse la cabeza debido a lo irracional que le resultaba la petición de su compañera. Incluso si ella podía considerar el laboratorio como su hogar, dejar que una chica pasara la noche sin previo aviso, incluso si fuese solo para dormir en el sofá…en especial conociendo su forma de ser.
-No logro contactar a Kukui para preguntarle, y sinceramente tengo miedo de que aún no controles tus malos hábitos al dormir.
- ¿Qué malos hábitos? ¡nombra uno!
-Desnudarte domina... sin ir más lejos.
Olivia gruño, pero había escuchado que el profesor no estaba en casa, por lo que las cosas podían seguir avanzando. Claro que tenía que asegurarse primero.
- ¿Acaso está ocupado por lo de la liga? – Olivia se sujeta el mentón pensativa. - ¿O es que hay otra situación que lo mantiene lejos? eh oído luego por la isla algunas cosas relacionadas con Ash y Lilie. – Sonrió, mientras abandonaba toda sutileza mientras abordaba el tema que le interesaba. -Entiendo que el pobre estaba dolido por la pérdida de su pokemon, pero perder de esa forma los estribos y atacarle a Lilie de esa forma…
-Todos reaccionamos a la perdida de forma diferente. Acaso olvidaste lo que hiciste cuando tu novio te dejo.
Olivia gruño. - Que quede claro ¡Él no me abandono, yo le deje por marica!
La profesora Burnet solo levanto los hombros restándole importancia al asunto.
-Si tú lo dices.
- ¿Aun extrañas vivir con Ash? –Olivia sonrió al ver como Burnet desviaba la vista. - Es extraño, pensé te era más conveniente que él no estuviese en casa. Ya sabes, para disfrutar más de las noches de pasión con tu ahora esposo, ¿O acaso hay algo más en ello, amiga?
La profesora Burnet trago saliva ante la mención de su cuasi hijo. Tal vez fue la forma en que el chico hablaba, tal vez fue un deseo persistente, o tal vez si había sido algo más, pero desde que Ash había salido de su vida, los días se sentían muy vacíos para la alvina.
Olivia empujo suavlmente a su compañera e ingreso a la casa para después sentarse descaradamente en el sillón principal.
-Dime honestamente ¿Qué le ves al hijo de Delia? -Dijo Olivia presionando nuevamente en un tema que la profesora no quería profundizar. - ¿Acaso deseas algo más de tu auto declarado hijastro, querida amiga?
La mención de la verdadera madre de Ash movió fuertemente un sentimiento dentro de la cabeza de Burnet.
-Yo… solo no creo que haya sido criado de la mejor manera, que madre en su sano juicio lo manda a explorar todo el continente a su edad-Dijo buscando no mirar directamente a su amiga.
-El viaje insular es una costumbre en Alola
- ¡Un viaje atraes de unas 4 islas no se comparan con tener que probar suerte en más de 4 regiones diferentes!
-Él no es tu hijo. -Remarco Olivia tajantemente. - Lo entiendes ¿Verdad?
Burnet gimió incomprensibles insultos. -El chico necesita una…- Pero fue incapaz de continuar con su discurso cuando sintió que los dedos de su amiga se paseaban por su piel. - de alguien que le enseñe de la vida, de los cambios que su cuerpo está por experimentar, de…
- ¿Y qué te hace pensar que tú eres esa persona? –Interrumpió con una sonrisa Olivia. - Ash es un chico foráneo, incluso ha atraído la mirada de varias de las féminas de estas islas. Lilie por ejemplo. Puede que incluso su inexplicable ataque sea la forma en su cuerpo nos dice que dentro de él créese un desmedido deseo por hacerla su mujer.
Burnet sintió como su corazón de detuvo momentáneamente al considerar esa opción, ¿acaso Lilie planeaba quitarle a su hijo? - …. Eso… Eso, solo fue porque no pudo controlar su dolor…
-Oh…-Las manos de Olivia comenzaron a pasearse más descaradamente sobre la Profesora Burnet, incluso aventurándose debajo de su ropa. - Me pregunto si en verdad es así.
-No…no hay duda de eso. –Respondió mientras se mordía los labios para no gemir.
-Y ¿Qué me dices entonces de la pequeña Lana?
- ¿Qué con ella?
-Se nota como le lanza miradas a Ash, desde hace varias semanas son un poco desvergonzadas… ¿No crees que ella podría volverse una linda nuera? Su madre fue todo un fenómeno en su momento, y ya sabes lo que dicen…-Olivia le muerde cariñosamente la oreja a la profesora. -La fruta no suele caer muy lejos del árbol.
-Yo… no… lo permitiré…- Dijo resistiéndose.
Olivia metió sus manos dentro de las mojadas bragas de su compañera alvina. -Entonces que me dices de Mallow. Aunque se dice que ella ya ha tenido lo suyo con Tilo, sé de buena fuente que al nieto de Kaudan le van más los rubios.
-Que estas insinuándole a un pobre chico como Tilo.
-A el nada. Ah ti te estoy preguntando qué te parece Mallow. Yo estoy segura que podría vaciarle las bolas a tu hijo en una sola sentada.
-¡Ash no necesita de una puta! Él debe aprender a amar, a vivir en familia, el necesita… alguien como…
- ¿Tu? – Olvia porfin había logrado encontrar las binchas del brasier de Burnet y se lo había quitado con una sonrisa. - ¿No te estas tomando esto de ser su madre sustituta muy enserio?
- ¿Eso que tiene que ver?
Olivia sonrió, se apartó dejando a la mujer al borde del orgasmo y sin más. Kukui no estaba en casa, por lo que tendrían el lugar para ellas dos hasta mañana, quizás incluso más.
-Solo me pregunto, si no estás viendo en Ash algo más que tu hijo de repuesto. Es obvio que si sigues con Kukui en algún momento tendrás uno propio, pero talvez no quieras que él sea quien te lo de.
Olivia había estado observando la extraña forma en que la relación madre-hijo se había estado desarrollando por semanas entre Ash y Burnet, analizando esos pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos por todos, asegurándose de que todas sus conjeturas estuviesen bien fundadas. Todo con el fin de que esta situación continuase hasta este su inevitable final, sin interferencia alguna.
Para cuando Burnet pudo volver a sus cabales se tocó con que Olivia se estaba desnudando justo frente a ella.
- ¿Qué se supone que estás haciendo?
-Tu esposo está en arceus sabe dónde, y tu cuasi hijo sigue atrapado con Lusamine, ¿Te apetece pasar una noche solo de chicas? Incluso podríamos hacerlo como en los viejos tiempos. - Dijo mientras que le mostraba su vello púbico perfectamente rasurado. - incluso me arregle aquí abajo, solo para ti.
La profesora Burnet se sintió desconectada por unos segundos, pero después acepto, cualquier cosa con tal de que Olivia se olvidase del tema de Ash. Además, no era como si ella no lo hubiese hecho antes con otra chica, en su momento ella fue una persona muy curiosa en todo lo relacionado al ámbito sexual. Cosa que se encargó de demostrarle a Kukui desde la primera noche que durmieron juntos. Lamentablemente a medida que pasaba el tiempo, se hizo evidente que su esposo estaba más centrado en el trabajo que en sus necesidades.
-Has de saber que pisaste una mina, una que no puedes desactivar. - Cuando Olivia vio la ropa caer silenciosamente a los pies de la alvina, una ola de pasión golpeo todo su cuerpo, despertando todos esos deseos que había tenido que reprimir por años. – Te voy a dejar tal y como cuando hicimos el recorrido insular.
Ante esa amenaza Olivia solo se sentó en la primera superficie plana que encontró y separo sus piernas.
-Veamos si esa lengua aun te sirve para algo más que para charlar. - Con sus dedos abrió sus oscuros labios vaginales. –Espero que hayas aprendido algo, de estársela mamando a tu marido.
Burnet se arrodillo frente a Olivia oliendo su coño, la morena estaba tan excitada que ya estaba choreando sus jugos por todo el mesón. –Lindo color aun que pensé que para estas fechas ya estaría algo más desgastado. - Sin darle tiempo a nada, metió su lengua tan profundo en Olivia como ella podía. Claramente la morena no había tenido a un hombre entre sus piernas en mucho tiempo. – Me sorprende que siga teniendo este sabor a cítricos de antaño… ¿Qué paso con ese entrenador de Kanto que te gustaba tanto?
Pero Olivia no tenía ganas de charlar ya que uso sus manos para atraer nuevamente a la profesora a su interior. - ¡Sí! ¡Mueve más esa lengua puta! - Grito mientras que presionaba más la cabeza de su amiga hacia su intimidad- ¡El gay de tu marido no sabe lo que se pierde!
Aunque Olivia gritaba en estasis, Burnet no estaba contenta, Olivia había golpeado una fibra sensible, su esposo ciertamente no sabía lo que se perdía, él nunca estaba cuando ella lo necesitaba.
- ¿Me pregunto qué cara pondrá tu hijo cuando se entre que su madre es tan puta?-Grito nuevamente. -¿Crees que te pida que seas tú quien lo desvirgine?
O no, Burnet no iba a permitir eso, Olivia podía decir lo que quisiese de su esposo, pero su Ash era otro caso. Con fuerza introdujo una avanzada pieza de ingeniería en el desprotegido culo de Olivia. Haciéndola gritar de dolor.
-Mi turno para dar las ordenes. – Exclamo mientras que notaba como la desconcertaba Olivia tenía un orgasmo. -Espero disfrutes de esta pequeña creación mía. - Presiono un botón y pequeñas pero rítmicas descargas eléctricas comenzaron a recorrer las entrañas de la morena. -Después de todo no pienso parar hasta que las baterías se acaben.
Olivia no entendió las palabras de la profesora alvina, quien sostenía triunfantemente un control remoto.
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En Sinnoh, una chica llamada Dawn salió del centro comercial de Hearthome después de ir de compras, sacó su teléfono celular del bolsillo, y trato de llamar a su madre para decirle que en unas horas más volvería a casa, ya que su vuelo había ido según lo previsto. Sin embargo, después de llamar repetidas veces, nadie parecía contestar en su casa, Dawn esperó al menos quince minutos para volver a llamar, pero nuevamente nadie contesto. La niña de pelo azul de repente se sintió genuinamente preocupado por su madre, por lo que cogió un taxi. Necesitaba asegurarse de que su madre se encontraba bien.
Dawn llegó rápidamente a su casa, mucho antes de lo planeado, se bajó del taxi, pago la exagerada tarifa por la carrera, e ingreso a su hogar, el cual se encontraba demasiado silencioso.
Con algo de cuidado y miedo comenzó a examinar su casa, esperando que esto no se convirtiese en una película de miedo. Grande fue su sorpresa al ingresar a la sala y encontrarse con que su madre Johanna estaba acostada desnuda en el sofá, junto con otra mujer también desnuda. Ambas mujeres estaban sudorosas, y el olor de la habitación poco hacía para ocultar la razón del porque ambas estaban en semejante estado. Por fortuna ambas mujeres estaban dormidas, así que Dawn tuvo tiempo para sentarse y respirar un poco.
-Mama… ¿Qué es todo esto? –Se aventuró a preguntar cuando sintió que ya podía afrontar la situación. –¿Quién es esa mujer? Y ¿Qué hace aquí contigo?
Dawn conocía a la mujer que estaba alado de su madre, se llamaba Lenora, era una líder de gimnasio, y usaba pokemons del tipo normal. Se suponía estaba casada, pero eso…podría cambiar muy pronto.
Johanna sintió como si todo su mundo se agitase, abrió los ojos esperando que solo fuese un sueño, pero no, allí sentada frente a ella, estaba su hija.
-Me alegra que hayas regresado Dawn. - Johanna sonrió.
Dawn asintió el saludo de su madre. –Lamento haber llegado de improvisto, pero podrías decirme ¿Qué está pasando?
Johanna quería que la tierra se la tragase, se levantó cubriendo su desnudes lo mejor que pudo, pero antes de que pudiese decir u hacer algo, el brazo de Lenora la obligo a sentarse en el sofá.
-La chica se merece la verdad, cuéntasela de una vez.
Johanna quiso protestar ¡Estaba desnuda, en medio de la sala, junto a otra mujer tamiben desnuda! Pero tras unos segundos donde nadie dijo nada. Johanna se rindió.
-Ok, Dawn. Hace tres meses, tu padre y yo tuvimos una discusión acalorada y justo después de eso, él se fue. Hace un mes, dos policías vinieron aquí y me dijeron que tu padre se había sufrido un accidente de carros, lo que lamentablemente resultó en su muerte.
-Nada de accidente, fue un suicidio. –La corrigió Leonora quien no parecía estar incomoda con su desnudes. –No es que me importe mucho. Ese hombre resulto no ser más que un gilipollas de todos modos.
Johanna sintió como su corazón se detenía, Lenora podía haberse guardado ese comentario.
-Entonces, papá falleció, ya veo ...-Dawn respiro profundamente conto hasta diez y continuo. - ¿Qué pasó después?
-Decidí ir a Unova para reunirme con gente nueva, así que fui allí y después de unas horas de caminar hacia el sur, llegué a la ciudad más hermosa del mundo, que era la ciudad de Castelia, por supuesto. Después de explorar Mucho, entré a las aguas termales y vi a Lenora sentada sola. Me acerqué a ella y me senté, luego nos presentamos y hablamos... y hablamos…y.
-Después de muchas horas de conversación, follamos dentro de las aguas termales. y para decirte la verdad, fue apasionado y divertido. -Completo nuevamente Lenora quien no parecía querer darle vueltas al asunto.
Johanna sujeto el cuello de su pareja con pánico.
- ¿Por qué se lo dices así?
-Porque ella merece saber la verdad, y tú te estas yendo por las ramas.
-Entonces, ustedes dos...-Las interrumpió Dawn quien parecía inusualmente tranquila. - ¿Tuvieron relaciones sexuales entre sí dentro de las aguas termales?"
-Sí. –Contesto Lenora sin pelos en la lengua ante la aterrada mirada de Johanna.
-Lenora, no voy a hacer como si te conociese, pero no se supone tu estas casada.
-Tener contacto con tu madre se siente…es por mucho lo mejor que he hecho en toda mi vida. Las relaciones sexuales con mi ex esposo ya habían llegado a un punto donde solo no lograba sentir nada, no sé si me explico, era vacío.
Dawn sentía que su cabeza estaba a punto de estallar, pero logro mantenerse tranquila de alguna forma, habían preguntas más importantes que la nueva sexualidad de su madre. ¿Ella había tenido un padre para empezar? No podía recordarlo.
Johanna no podía moverse, se sentía mal, ¿Cómo había podido ocultarle todo esto a su hija?
- ¿Hija? ... ¿Te sientes bien?
Dawn levanto una mano para callar a su madre. - Estoy pensando.
Lenora sonrió. –Johanna quería porque no nos preparas un poco de café.
Johanna quería gritar, como podía esa loca seguir tan tranquila, ¡Estaba desnuda frente a su hija!
-Lo quieres de algo en especial querida. –Mascullo entre dientes Johanna.
-Manzanilla.
-Yo tomare de bayas madre.
Johanna se levantó sin hacer ruido, su corazón no soportaría si su hija comenzase a gritarle, por lo que decidio trabajar en él te de la forma más silenciosa posible, no quería romper la burbuja que se había formado.
Ya cuando Johanna se encontraba fuera de rango, Lenora volvió a hablar.
-Te gusta eso ¿verdad, Dawn?
Dawn no pudo decir nada, la situación le parecía irreal, pero….
-Siempre he sentido cierta atracción hacia el género femenino, pero
-También te gusta un chico.
-Sí.
-Te comprendo, nunca sentí nada tan fuerte hasta que me encontré con tu madre. Y asumo a ella le paso lo mismo conmigo…pero basta de preliminares ¿Qué piensas?
-La verdad no sé, está es la primera vez que mi madre menciona algo acerca de mi padre.
-Supongo que su relación era complicada. Te voy a dar espacio para pensar. - La líder de gimnasia de tipo normal se levantó y justo antes de que se fuese a la cocina, se dio una palmada en el trasero justo frente a Dawn. –Pero no te martilles la cabeza demasiado.
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Grace se encontraba muy decepcionada de su hija. Desde que la liga había acabado su hija parecía una especia de zombi, se despertaba, se arreglaba, se sentaba en el patio, y esperaba por horas a alguien que claramente nunca vendría, ¿Siquiera le había dicho su hija sus sentimientos a Ash?
Grace negó con la cabeza mientras veía a su pequeña Serena esperar sentada. Tenía que hacer algo, o ella no podría ver a sus nietos crecer. Pero ¿Qué podía hacer ella por su hija?
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Lana sentía como la tela de la ropa que Lilie le presto se ajustaba perfectamente a sus curvas, era casi como si no tuviese nada cubriendo sus piernas. Estaba segura de que llevaba bragas, pero la tela era tan fina que podía sentir la más mínima briza.
-Esto es tan indecente. - Se quejó Lana mientras tocaba la ropa prestada.
- ¿Por qué Indecente? - Cuestiono Lilie mientras se veía frente al espejo. –Esto se siente genial.
-No, salir con esto, en público. –Los colores suben a la cara de Lana, sería demasiado para mi corazón. – Se siente como si estuviese desnuda.
Una mirada más a su alrededor, y Lana rápidamente se quitó los pantalones cortos ceñidos y los pateó a un lado antes de saltar.
-Pero estas vestida, y no es como si fuese transparente.
Lana no pudo negarle eso a Lilie, aun así, ella no saldría con eso puesto de la habitación.
-A todo esto, cuando me vas a decir eso que se supone que solo podías contarme frente a frente Lilie.
El repentino cambio de tema, tomo desprevenida a Lilie, quien ya no se sentía tan confiada hablando con su compañera de aula.
Lilie sintió su corazón latir, podría decirle la verdad, Lana le creería o la acusaría de pasar demasiado tiempo en internet. Podía sentir como sus propias hormonas estaban en pleno apogeo.
-Es algo difícil de explicar, es….
Antes de que Lilie pudiese terminar un golpe seco llamo la atención de todos, ambas chicas guardaron silencio tratando de averiguar que pasaba, tras unos segundos pudieron escuchar voces, aparentemente su Lusamine tenía una invitada, una muy molesta invitada.
Lana se rio, y tras ponerse su traje de baño por ensima se fue a explotar.
Lilie sintió pánico de lo que pudiese encontrar, como le podría explicar a su mejor amiga que Ash tenía sexo con su madre.
Lana se rio entre dientes mientras caminaba de puntillas, seguida de cerca por Lilie quien le rogaba abandonar la búsqueda de lo que fuese estaba ocasionando esos ruidos.
-Vamos no seas tan cobarde, que es lo peor que puede pasar, recuerda que Ash está afuera, si algo pasa solo tenemos que pedir ayuda.
Lilie perdió el color de su rostro, ¿Qué pasaba si era Ash quien provocaba esos sonidos?
Ptonto ambas llegaron a la habitación de Lusamine, la cual parecía estar muy mal cerrada. Con un último esfuerzo Lilie trato de sacar a Lana de ese lugar, pero esta se negó, ella quería saber que era lo que estaba escuchando, el sonido le era demasiado familiar como para ignorarlo. Se apoyó contra la puerta apenas emparejada y débilmente empujo.
Lilie tenía miedo, la puerta se estaba abriendo, ¿Ash finalmente la haría su mujer?
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El último encuentro que Serena había tenido con Ash seguía vivo en su mente. Su cerebro se negaba a olvidar el calor que había sentido en sus labios tras ese pequeño roce. El tiempo parecía pasar tan lentamente. Sus únicos pensamientos eran estaban con Ash. Casi se sentía como si todo lo demás hubiese perdido forma y significado.
Su madre le llamo desde dentro de la casa, quería que se bañase antes de comer. Serena se quedó debajo del chorro de agua caliente, sintiendo como el agua recorría toda su piel. Se sentía mal, mal, tan vacío, el duro estropajo contra su piel apenas si le provocaba alguna sensación, casi pareciese que ella no podía sentir nada con su piel expuesta. Luego pensó en Ash. Su cuerpo lanzo todo tipo de sensaciones al mismo tiempo. Podía sentir como incluso su vagina palpitaba al ritmo de su nombre. ¿Qué torturas le infligiría esa noche?
Salió de la ducha, tomo especial cuidado con su maquillaje. Suavizo su tez con crema, se aplicó un delicado rubor rosa en los pómulos. El polvo de carbón que su madre guardaba tan celosamente sería un perfecto deliñado para sus ojos, destacando sus labios carnosos, rosados y brillosos. Se cepillo el pelo hasta que brilló. Luego salió del baño, si Ash la quería con ropa él podía escoger el conjunto que más le gustase, mientras caminaba libremente por los pasillos de su casa, se preguntó qué habría escogido su amado para esta noche, talvez; un sujetador de encaje y bragas negras, o quizás por fin podría probarse ese jersey azul marino que su madre le regalo. Se deslizó fácilmente por la puerta e ingreso a su cuarto, el conjunto ya estaba sobre su cama.
Regreso a la sala, observo como su madre serbia los platos diligentemente. Allí frente a ella Ash se sentó. Muy guapo. Su rostro nunca delató nada. ¿Era eso lo que le había atraído hacia él? ¿Había sido la forma en que hablaba? ¿O tal vez, fueron las palabras? No, no había habido elección real en nada. Estaban destinados a estar juntos.
En una muestra de obediencia Serena se arrodillo frente a sus pies. Él la está probando, lentamente. No importaba, eso no había cambiado la esencia de su alma, de hecho, era lo contrario, esta larga prueba le había permitido crecer de la forma que el anhelaba, convirtiéndola lentamente en una extensión de sus deseos. Serena le pertenecía, como mujer, amante, juguete sexual, puta, esclava, y mucho más. Su mayor deseo es complacerlo. Deseaba cumplir sus deseos, satisfacer sus fantasías más oscuras. Sus fantasías eran su realidad y las debía aceptar con una necesidad injustificada. Era Ash quien me llenaba, la hacía avanzar, y le da un sentido a su vida. Nunca se había sentido tan libre o segura de sí misma como en este momento donde estaba bajo su dominio. Ella era incapaz de imaginarse una vida sin el a su lado.
Sus ojos temblaron ante la idea de que el no estuviese a su lado. Ella necesidad su toque tanto como el aire que respiraba. Pero aun no era digna de eso, debía esperar, solo un poco más. Ash tenía completo control sobre ella, podía sentirlo, una palabra y ella movería mar, cielo y tierra para cumplir los deseos de su amado.
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Grace se froto la cara mientras veía a su hija mirar al vacío frente a ella. Claramente su hija había perdido mucha de su independencia desde que su viaje comenzó, no era como si le culpase, a ella le había pasado lo mismo a su edad, con la diferencia que ella si se había acostado con su hombre.
-Hija siéntate, tenemos que comer.
-Si madre.
Su hija seguiría esclava de su rutina a menos que lograse reencontrarse con Ash. Talvez un poco de licor en sus bebidas y un poco de afrodisiaco arreglarían las cosas, pero… mientras su hija no pudiese cerrar el círculo que la tenía atrapada, no podría ser feliz.
-Serena.
-Si madre.
-Mañana partimos para Alola.
- ¿Porque madre?
Grace no supo que responderle, si le decía que allá era donde estaba Ash, eso definitivamente rompería la ilusión que su hija tenia de que Ash seguía a su lado, y ella no sabía que podía ocasionar eso en la debilitada psique de su hija. Así que lo mejor sería mentir.
-Ash desea ir, empaca tus cosas, salimos al amanecer.
-Por supuesto.
Serena se levantó hizo una reverencia hacia el puesto vacío enfrente y luego se fue a cumplir con su mandado.
-Hija estúpida. Si te lo hubieses follado cuando tuviste oportunidad no estarías delirando con el ahora mismo, pero no, tu tenías que jugar a santurrona… ¿Talvez debí rogarle que te vacié las bolas encima?
Grace continúo comiendo mientras pensaba en cómo controlar los desvaríos de su hija el tiempo suficiente como para que viaje.
Mi viejo foro a vuelto, y varios de los borradores que tenia también, por lo que creo que seré capas de actualizar algunas de mis historias, espero que esta noticia les alegre tanto como a mi
