Capítulo 6: Revelaciones inapropiadas

May estaba que echaba humo por su cabeza, no solo se había peleado con su prometido, sino que había descubierto a su padre manoseando a la enfermera Joy de manera totalmente indecente ¡Justo alado de su querida madre! ¿Qué rayos pasaba con todos en este viaje?

- ¿Este lugar está libre? -Se escuchó mientras que ella seguía mirando con ira el horizonte.

May regreso a ver, y se lamentó no haber traído a alguno de sus pokemons.

-Como guste enfermera…ya me iba de todas formas. –Gruño entre dientes, pero cuando se paró dispuesta a irse, una mano la detuvo y noto como la enfermera joy le miraba con gran seriedad.

-Por favor quédate. Note como me miraste hace un momento, y creo lo mejor es que yo te diga la verdad al respecto.

-Por amor a Arceus ¡No me salgas con que la mano de mi padre estaba allí por equivocación! –La recrimino con ira. - ¡Estabas temblando y sacando jugos por el cómo mi padre te estaba masturbando!

-En efecto no negare nada de eso, pero quiero que sepas que la mano de tu padre estaba allí porque justamente quería que le abriese las piernas más tarde, es su manera de informarme que pronto tendremos sexo.

May se quedó congelada mientras que unas ligeras lágrimas salían de sus ojos. "¡¿Qué?! ¡¿Acaso lo está admitiendo, así como así?!" pensó con rabia May.

-May, como ya ha estarás sospechando, yo y tu padre mantenemos una relación carnal. –Joy levanto una mano antes de que May pudiese decir algo. –Pero quiero dejar en claro que, aunque no lo parezca, es un hecho el que tu madre es parte de esta relación...en otras palabras tu padre no está engañando a tu madre. –Dijo mientras que le daba una cálida sonrisa. – De hecho, ella es quien me comparte a tu padre y me permite estar en su vida.

- ¿Mantienen una relación los tres? -Pregunto shockeada.

-Siéntate, y te contare mi historia. Una historia, que tu madre no te cuenta por miedo a que te asquee y la repudies…-Joy se froto las manos incomoda. - Creo es necesario sepas para evitar suceda un error nuevamente.

May se sentía acalorada, e histérica, pero el tono calmado de Joy, se sentía…extraño.

-Más te vale no mentirte, o te arrojare por el barandal del barco, poco me importa lo que pase después, no permitiré que destruyas la familia, no por mi sino por mi hermano.

Joy solo cabeceo y ambas mujeres se sentaron, una frente a la otra.

-Veamos ¿Por dónde quieres que le dé comienzo?

May no sabía que responder a eso, ¿Por dónde comenzar? Desde el principio le parecía una respuesta obvia, pero…

-Hazlo por donde quieras.

-Bien, entonces déjame preguntarte. ¿Sigues enamorada de ese alocado chico con el pikachu?

- ¡ESO NO VIENE AL CASO! -Grito May completamente roja.

-De hecho, si viene al caso, y mucho, porque esa es la razón por la cual estamos en la situación en la que estamos tu madre y yo. Bien no hace falta que me respondas, solo quiero que lo tengas en cuenta, pero te pido que al final de esta discusión trates de responderme una única pregunta que voy a hacerte con la mayor sinceridad posible.

May asintió lentamente, con las mejillas aún muy rojas.

-Tu madre y yo, somos dos viejas compañeras y rivales que nos hemos conocido desde niñas y siempre nos hemos intentado superar mutuamente en todo, desde juegos, conocimientos en las aulas de clases, en batallas pokemons, y otras cosas casi desde que nos conocimos cuando asistimos a la academia, y la verdad no puedo imaginarme mi vida sin ella a mi lado. A ratos siento que fue tu madre lo que siempre saco lo mejor de mí, es una mujer admirable en muchos más aspectos de los que te puedas imaginar.

May estuvo a punto de protestas, ¿Si Joy apreciaba tanto a su madre porque estaba destruyendo su familia? Pero la historia continuaba.

-Fue en medio de una de nuestras interminables discusiones cuando conocimos a tu padre, no hace falta señalar que ambas quedamos prendidas de el a primera vista...y que entre nosotras luchamos de todas las maneras posibles por llamar su atención sobre la otra.

May observo como una sonrisa triste adornaba el rostro de la enfermera.

-Peleamos por años por su atención, sin éxito alguno ya que todo en su mente era llegar a cumplir su sueño de ser maestro pokemon ignorando lo que nosotras tratábamos de hacer por él, incluso llegamos a abandonar nuestros estudios para seguirlo en su viaje para convertirse en maestro pokemon, todo sin que el entendiese el trasfondo de ello...era tan dulce e inocente en esos tiempos. Hay que años aquellos, vendita juventud, vendita ignorancia. Pero, llego el momento donde…crecimos.

- ¿Crecieron?

-Tu madre y yo comenzamos nuestro viaje, muy jóvenes, sin mentirte visitamos 3 regiones mientras seguíamos a tu padre, pero inevitablemente llego un punto en donde queríamos más que solo palabras bonitas y esas cosas.

- ¿Sexo?

- No, nosotras ya teníamos eso, de hecho, tu madre y yo descubrimos nuestra sexualidad entre nosotras incluso antes de hacerlo con tu padre… era tan despistado y llego un punto donde una simple no pudimos aguantarnos, así que, bueno, lo violamos… bueno fue una época confusa, debo admitir que incluso tuvimos algunos encuentros sexuales con otras personas a espaldas de tu padre, hicimos todo lo que pensábamos que posiblemente haría más fácil normalizar nuestra relación, entre nosotras el lograr tu padre nos mirase como mujeres fue una tarea titánica.

May abrió la boca, y luego la cerro, como si fuese un magicarp fuera del agua.

-Retomando. Lo que nosotras queríamos, era formar una familia. Casarnos, tener hijos, una casa, ya sabes esas cosas…a ti aun te falta al menos unos 6 años para llegar a esa etapa supongo...-Se puso pensativa. - No dudo lo que ahora desees más que nada sea que te quiten la virginidad por todos tus agujeros e experimentar más de una cosa que de seguro has visto por el pokenav.

Llegados a ese punto May levanto una mano en señal de alto, necesitaba tiempo para analizar la situación.

-Déjame ver si entiendo hasta ahora, tú y mi madre se conocen desde pequeñas. –Joy asintió en silencio. – También conocen a mi padre desde antes de que este comenzase su recorrido pokemon. –Joy volvió a asentir. – En su viaje por tres regiones…. ¿En serio solo 3?

-Sé que comparados con el chico que persigues, tres te puede parecer muy poco, pero entiende, nosotras estábamos más interesadas en ver quien se lograría ordeñar mejor a tu padre que en los combates.

May se golpeó la frente con el dorso de su mano.

- ¿Puedo seguir? - May solo levanto una mano en señal de que continuase. – Como te decía, ambas queríamos ver con quien se casaría, y comenzamos a obligarlo a tomar una decisión, decisión que obviamente no tomaría nunca…por lo que hicimos una apuesta, no más anticonceptivos, la primera en preñarse se lo quedaría…Pero justo cuando pensé que estaba ganando, perdí.

- ¿Perdiste? ¿Mi padre escogió a mi madre?

-Por favor, tu seguramente comprendes que tu padre sigue sin poder dar una respuesta convincente a eso. Incluso después de todos estos años. No, me refiero a que perdí en otra forma. –Joy se bajó la falda, para poder mostrarle a May una pequeña, pero muy antigua herida, justo debajo de su ombligo apenas cubierta por la lencería blanca que usaba... de tal magnitud que incluso opacaba tal conjunto. –En uno de nuestros viajes por Galar un bedrill me ataco aquí, y aunque fue un viaje de mierda hasta llegar al centro de salud más cercano, ni que decir que estuve hospitalizada por más de una semana con sangrado interno…lo peor vino después.

May trago la saliva, algo en el tono de Joy denotaba extrema tristeza.

-Veras May, si bien viajábamos juntos, y hasta cierto punto no interrumpíamos las sesiones de sexo que la otra tenía con tu padre, la verdad, es que yo siempre tuve mi vista en el premio, tu padre tendría que casarse con la primera en quedar embarazada, eso era obvio, así que solía sabotear mis condones, además de que siempre me aseguraba de que tu madre usase uno que yo había comprado con anterioridad.

May quiso replicarle algo, pero la verdad no tenía las fuerzas para eso, su mente ya estaba consumiendo todo el azúcar que tenía en su cuerpo.

-La verdad es que aunque siempre lo soñé, no soy capaz de darle a tu padre un hijo como cualquier mujer normal deberia, el picotazo de ese bedrill daño gravemente mi útero, no lo suficiente como para que pusiese en peligro mi vida, pero si lo suficiente como para joderme el futuro. El daño puede ser fatal para cualquier hijo que engendre a la menor oportunidad por lo que yo no podría darle una familia a tu padre. Pero me negaba a perder. Así que le propuse un trato a tu madre. Yo le ayudaría a convertirse en la esposa oficial, si ella me permitía ser la amante.

- ¿Y así nomás, mi madre acepta que le hicieses NTR así sin más?

-Obviamente hay una complicada trama de engaños y medias verdades detrás, además de que tuve que aceptar ser dominada en nuestras relaciones lésbicas, soportar un enema mensual, así como uno que otro fetiche raro que tu madre quiere probar cada tanto. Pero si, al final tu madre acepta que me convirtiese en la amante de tu padre.

May quiso decir algo, cualquier cosa, pero ni un solo sonido salía de su boca. Tras casi un minuto de absoluto silencio May logro articular unas pocas palabras.

-Tú y mi madre.

- ¿Tenemos sexo sin tu padre de por medio? Si, al menos una vez por semana, supongo que a tu madre le gusto que la dejase KO con lengua dentro de su culo, o puede que le cogiese gusto a las tijeras que practicábamos cuando el baboso de tu padre nos ignoraba. –Joy se ríe un poco. - Quieres que te diga un secreto, siempre hice eso para estar más tiempo con tu padre sin su molesta interferencia.

May ya no sabía qué hacer, su tren de pensamientos se había descarrilado por completo.

-Ahora por favor quiero que me respondas una pregunta, no hace falta que me des la respuesta ahorita mismo, puedo esperar hasta el final de este viaje tranquilamente.

-U…una pregunta… ¿Qué?... ¿Qué quieres saber?

- ¿Estarías considerando compartir a ese chico del pikachu con otra mujer?

- ¿Qué? ¡No! Nunca haría algo como eso con Ash, está mal, es enfermizo.

- ¿Entonces estas dispuesta a olvidarlo?

-YO…..yo….y…o.

-May déjame resumirte tu situación, conociste a un chico, un chico genial, uno que dejaste de lado por seguir tu sueño, uno que no has podido olvidar incluso después de tantos años. Uno que es el dueño de todas tus fantasías incluso ahora que estas a punto de casarte, y no importa cuánto quieras negarlo, tendrás que escoger muy pronto entre Ash y Drew, y puede que uno ya tenga a otra chica detrás, una que escogió seguirlo sin importar que.

May levanto la cabeza lista para quejarse, pero al final no pudo hacer nada, Joy se había ido sin decir más, dejando a May completamente sola en la habitación.

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Lusamine se despertaba tras un acalorado reencuentro sexual con su antigua exnovia Cynthia, el sol del medio día ya había pasado y ahora una luna menguante anunciaba que era media noche.

-Así que así se sintió Cynthia cuando me fui mientras ella aún estaba dormida. - Lusamine se froto las entumecidas muñecas. –Al menos esta es mi casa, yo la deje en un motel.

Lusamine trato de levantarse, pero las piernas no le respondían, claramente Cynthia se había pasado un poco con la fusta.

-Voy a tener adoloridas las piernas toda la semana.

La rubia finalmente se levantó de la cama, y tambaleándose se dirigió al escritorio donde una foto familiar descansaba.

-Te extraño tanto querido.

Lusamine se quedó viendo la figura de su difunto esposo, y no pudo evitar preguntarse: ¿Qué había estado haciendo? Ella era una mujer mayor, presidenta de una de las compañías más importantes del mundo, ¿Por qué había estado persiguiendo como un pokemon en celo a un chico apenas mayor que su hija? ¿Por qué estaba exiliando a su hijo mayor al otro lado del mundo? Si su herida era la razón, había doctores más que capacitados de cuidarlo en su fundación.

- ¿Por qué siento que he estado dormida todo este tiempo? La familia que me dejaste… ¡La estoy destruyendo! Querido, lo siento tanto.

Lusamine se froto la cabeza con desesperación, todo lo vivido se sentía tan irreal, ¿Por qué?

-Debo parar esto. - Saco la pintura del marco y la acerco a su pecho. - No puedo arruinar el futuro de mis hijos, no puedo dañar más nuestra ya frágil relación.

Lusamine trato de pararse, pero no podía, el cansancio era muy grande.

-No puedo continuar persiguiendo a Ash.

Lusamine tuvo que sujetarse el estómago ya que tras decir eso, imágenes muy vividas de cuando ellos dos follaban como pokemons asaltaron su mente.

-No, no, no, esto está mal, tengo que parar, aun no es tarde, tengo que cancelar el viaje de Gladio, tengo que explicarle a Ash que lo nuestro fue un error, tengo que decirle a Lilie.

Alli sus palabras murieron, ¿Qué le diría a Lilie? Su hija estaba claramente interesada en Ash, el chico que ella había asaltado en repetidas ocasiones, el chico al que le había dado su bendición de violar a su hija cuando quisiese.

- ¡¿Qué carajos pasa conmigo?! -Lusamine se froto la cabeza con desesperación, debía hacer algo.

Pero mientras buscaba su teléfono de forma desesperada, pudo notar algo raro, algo que definitivamente no debería estar allí. El espejo de su peinadora reflejaba la luna llena.

-Porque hay una luna llena en mi espejo. –Lusamine regreso a ver a su ventana y efectivamente las cortinas estaban cerradas. - ¿Qué está pasando aquí?

Entonces su cabeza fue agarrada con algo, algo fuerte que la levanto el piso.

Lusamine grito mientras mordía y aruñaba a su atacante, pero esto no parecía tener ningún efecto en su agresor, de repente, todo se volvió blanco.

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Danw estaba sentada en su cama viendo hacia afuera por su ventana abierta, y si bien por fuera parecía que la chica simplemente estaba con la vista perdida en el firmamento, la verdad era que, por dentro, todos sus pensamientos eran un caos.

"Tengo un padre, un padre, bueno, obviamente alguien tuvo que embarazar a mi madre, pero, un padre. ¡¿Por qué lo primero que escucho de él después de todos estos años es que está muerto?!"

Dawn levanto la vista y trato de que su vista atravesase el techo para poder ver las estrellas.

"Mi madre se vuelve a casar, estoy feliz de que finalmente salga un poco de la casa, digo ella merece ser feliz, pero ¿Por qué tiene que casarse con otra mujer?, además de que estaba teniendo sexo en la sala, ¡La sala! Hay habitaciones para eso malditas pervertidas, bueno al menos eso explica porque no respondía cuando la llame, mi madre estaba… ¿Durante cuánto tiempo han estado teniendo sexo? Eh estado tratando de comunicarme con ella desde ayer"

Dawn se acostó finalmente, mientras su mano acariciaba peligrosamente la pokebola que tenía.

"Cálmate, cálmate, cuenta hasta diez, no puedes perder la paciencia, tu madre merece ser feliz, si esa tal Lenora le da esa felicidad que tanto buscaba ¿Quién soy yo para juzgarla?"

Pero el tren de pensamientos de Dawn se vio interrumpido cuando Lenora entro a su habitación.

-Tu madre pregunta si vas a cenar o no.

"Al menos se vistió" Pensó Dawn mientras veía a la milf morena.

-No tengo hambre.

Lenora se froto la cabeza antes de sentarse alado de Dawn.

-Está bien, entiendo que estés molesta. Un día regresas a tu casa tras un pesado día de concursos pokemons, y descubres que ahora tu madre tiene una relación lésbica con alguien que no conoces…en tu propia sala. -Dijo Lenora con algo de vergüenza.

Dawn no respondió a eso, pero la verdad es que si le revolvía las tripas. –Solo, me siento rara, no soy quien, para juzgar las preferencias de mi madre, mucho menos para negarle la felicidad que tú le provocas.

Lenora sonrió. - Eres muy madura para tu edad… esperaba me gritases al menos.

-Solo pienso que mi madre a estado sola por demasiado, y yo. –Dawn tuvo que sujetarse la cabeza, necesitaba pensar en sus siguientes palabras, no podía decir lo primero que le viniese a la cabeza, si no tenía cuidado con lo que decía podía terminar diciendo cosas que no debería. Cosas que después podría arrepentirse. –Yo, yo solo.

-Estas histérica, y quieres golpearme hasta que tus manos sangren ¿Verdad? –Completo Lenora quien comprendía la lucha interna de la chica.

Dawn no negó eso, ella no había dicho nada.

-Mira, sé que estas sorprendida, y sé que mi actitud al encararte mientras aún estaba desnuda puede no haber sido la mejor de las ideas, me pase la mano con las copas, pero no tienes idea de lo mucho que necesitaba algo de sexo, no te miento, no me había corrido en más de una década, la relación con mi exesposo estaba tan mal que hasta la comida había perdido su sabor.

Dawn nuevamente se quedó en silencio, lo que su madre hiciese en la intimidad de su hogar era algo que no debía importarle.

- ¿Vas a decir algo o vas a ahogarte en tus pensamientos?

-…Estoy pensando, no quiero dejar que mi estado de ánimo me obligue a decir algo que no voy a poder borrar después.

-Eso…eso es tremendamente maduro, para alguien de tu edad. - Dijo algo sorprendida la mujer- ¿Estas segura de que tu madre no se ha equivocado en decirme tu edad?

-Gracias. Creo.

-Sé que es un poco tarde para esto, pero ¿Podría presentarme de nuevo? comencemos desde cero, ¿Qué dices?

-¿Desde cero de nuevo? -Dawn realmente no sabía si eso era posible. - Creo es un poco tarde, la primera impresión que tengo de ti es un poco difícil de borrar.

Lenora se mordió el labio, sabía que se había pasado, sabía que Johana estaba parada detrás de la puerta, y más que nada, Lenora comprendía que si la situación se ponía muy peli aguda Johana no la escogería a ella por encima de su hija. De momento la situación se había quedado en suspenso, pero el silencio Dawn no tenía que significar algo bueno.

-Bueno, plan b, ¿Por qué volviste a casa tan pronto? Tu madre me dijo que estarías fuera por al menos medio año más. Nos sorprendió mucho que regresases tan de improvisto.

El cerebro de Dawn hizo un clic casi audible, ¿Por qué había regresado antes de tiempo? Lentamente sus ojos inyectados de sangre se enfocaron en Lenora.

Lenora cerró los ojos, estaba esperando un golpe o gritos o cualquier cosa, cualquier reacción sería mejor que esa maldita ley del hielo que Dawn le estaba aplicando a ella y su madre. Sin embargo, el golpe nunca llego, de hecho, todo estaba muy silencioso, demasiado. Cuando abrió los ojos, muy cuidadosa mente, encontró que Dawn se había levantado y ahora estaba buscando algo en su mochila.

- ¿Dawn?

La peli azul ignoro a la morena, y siguió en lo suyo, no fue hasta que logro encontrar lo que había estado buscando tanto que se dignó en regresar a ver a la intrusa.

-Tengo que ir a hablar con mi madre.

Lenora pudo escuchar como Johana quien había estado oculta detrás de la puerta corría hacia las escaleras.

-Vale, de acuerdo, te doy un poco de espacio.

Dawn por su parte ignoro el ruido que ocasiono un cuerpo al rodar por las escaleras, y salió tranquilamente de su habitación, debía charlar un poco con su madre.

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Lusamine se despertaba tras un acalorado reencuentro sexual con su antigua compañera Cynthia, el sol del medio día ya había pasado y ahora una luna menguante anunciaba que era media noche.

-Así que así se sintió Cynthia cuando me fue mientras ella aún estaba dormida. - Lusamine se froto las entumecidas muñecas. – Debería haberme llevado toda su ropa antes de irme… ¿No me dejo siquiera sus bragas para recordarle? Espera…quien dijo que no lo puedo hacer, je, la próxima será, puede que incluso le pase el dato a algún reportero… que sus bragas aparezcan en un periódico sería interesante.

Lusamine trato de levantarse, pero las piernas no le respondían, claramente Cynthia se había pasado un poco con la fusta.

-Está claro que la pequeña Cynthia ha ganado gran maestría con la fusta.

La rubia finalmente se levantó de la cama, y tambaleándose se dirigió al escritorio donde una foto familiar descansaba.

- ¿Porque sigo manteniendo esto aquí?

Lusamine se quedó viendo la figura de su difunto esposo, y no pudo evitar preguntarse: "¿Por qué no me eh desecho de esta mierda todavía?" Su esposo había sido un hombre débil. ¿Por qué seguía manteniendo su recuerdo? ¿Por qué no había exiliado a Gladio todavía? Un fracaso como lo era su hijo era solo una mancha negra en su vida, una mancha que debía desaparecer.

- ¿Sera que exiliar a Gladio es muy blando, no es mejor matarlo?

Lusamine se froto la cabeza con desesperación, todo lo vivido se sentía tan irreal, ¿Por qué?

-Debo parar esto. - Saco la pintura del marco y la rompió en cientos de pedazos. - No puedo permitir que tu recuerdo me arrastre por siempre.

Lusamine trato de pararse, pero no podía, el cansancio era muy grande.

-Cynthia sí que hizo un numerito conmigo, jajjaajaj ya verás puta. Hare que Ash te deje peor.

Lusamine se comenzó a reír mientras imaginaba las formas más crueles en las que podía someter a la entrenadora, ella obtendría su venganza, la próxima vez que se vieran ella tenía que asegurarse de que la rubia comprendiese que nadie escapaba de ella. Ella prepararía la más cruel de las humillaciones para Cynthia, ella le grabaría a la otra rubia en el alma su nombre.

-Cynthia ya veras, no voy a ser tan permisiva la próxima vez, tú no eres más que mi juguete, un juguete que uso cuando y como quiera… a todo esto ¿Dónde está Ash?

Acaso Ash había decidido usar a Lilie. Ella aun recordaba haberle dado a Ash su bendición de violar a su hija cuando quisiese. Pero la verdad ella esperaba estar allí cuando lo hiciese, ella quería escuchar a su hija gritar de dolor, suplicar su auxilio con lágrimas en sus ojos, y ver como caía en la lujuria cuando Ash implantase su semilla en lo más profundo de su matriz.

-Debo adelantar el viaje de Gladio, mañana a más tardar. -Lusamine se froto la cabeza con pereza. –Luego preparar un cuarto especial para mi hija, algo más acorde a su nueva posición en la familia.

Lusamine busco su teléfono de forma pacientemente, debía pensar el curso de sus siguientes acciones con delicadeza.

-Pero primero lo primero. – Con su teléfono en mano marco un número ya aprendido de memoria, y espero pacientemente antes de que contentase. -Wicke necesito hablar contigo a primera hora de la mañana, ya he pensado en el nuevo gran proyecto para la Fundación AEther.

Lusamine corto la llamada sin darle tiempo a su subdirectora de objetar nada.

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Burnet tomo un largo trago, ingiriendo lo último de líquido que le quedaba a la botella que estaba sosteniendo entre sus manos.

-Nunca deja de sorprenderme la cantidad de fetiches que nunca he experimentado. - Murmuró la profesora Burnet, mirando el vestido que portaba Olivia. -Sigo pensando que con mis años ya he experimentado todo lo que el mundo tiene para ofrecerme y zam, hay una oportunidad de oro para probar algo completamente nuevo.

-MAMMAMAAMMAMMAAMAMa- Gruño Olivia.

A primera vista, Olivia estaba cubierta de una lámina de látex negro, el latex cubría su cuerpo completamente, de pies a cabeza dejando solo un orificio para su boca. Boca que estaba constante mente abierta por un bozal.

-Sabes, solo compré esto como curiosidad, ni siquiera pensaba usarlo, bueno, talvez si pudiese convencer a Kukui de usarlo ¡Sí! Pero eso me parecía demasiado irreal, ya sabes, esto es un poco extremo no crees.

Olivia vuelve a gemir, pero es imposible entender lo que está diciendo.

-Sin embargo, ¡Creo que puedo llegar a amar este traje! Y no lo digo solo porque con el ya no puedes hablar. - Dijo la mujer morena con una sonrisa.

-Ahora, antes de que usemos esto, ¿Qué hay de algo un poco más tradicional para ponernos de humor? -Sugirió Burnet mientras comenzaba a acariciar el látex que cubría a la indefensa Olivia. Incluso si con el traje puesto no se podía percibir el color de la piel o el cabello, Olivia tenía una figura bien redondeada con algunos músculos bien marcados, dándole un atractivo muy encantador.

-Esto se ve tan bien como en ti como me lo imagine, creo que realmente lo compre pensando en nuestros encuentros pasados. - Burnet pellizca los pezones de Olivia a través del látex. – ¿Te gustaría que le aumente unos anillos aquí para cuando seamos serios?

Olivia trato de gritar una negativa, pero todo lo que salía de su boca eran gemidos incomprensibles.

Burnet frunció un poco el ceño. No había pasado mucho tiempo desde que descubrió que su hijo tenía un interés ese tipo de joyas, pero ella ya había investigado todo lo que podía hacerle falta, incluso había llegado a comprar unos aros de oro para sus pezones, un bonito anillo enjoyado para su sensible clítoris, y varios anillos más pequeños para sus labios vaginales. Ella aun no sabía que tanto interés tenía su hijo en este tipo de cosas, pero lo mejor era estar preparada.

- ¿Talvez me falto comprar una bonita cadena que uniese todo el conjunto? –Burnet se acerca al oído cubierto de Olivia. –Talvez la compre para la próxima vez.

Burnet sostuvo a Olivia quien se convulsiono en miedo.

-Ya, ya, ya, tranquila, puede que te duela un poco al principio, pero te aseguro que cuando te acostumbres serán como una extensión de tu propio cuerpo. Amaras la forma en que se mueven con tus movimientos, como se rozan contra tu piel, cómo se presionan debajo de tu ropa. Sera cómo un recordatorio contante de cuan relacionado está el placer y el dolor en cada momento de vigilia de tu día.

Burnet hizo el primer movimiento sobre una aterrada e inmovilizada Olivia. La atrapó en un beso, deslizando su lengua dentro de la indefensa boca de Olivia, mientras que usaba su mano para abrir un nuevo agujero en el látex, uno que dejaba al descubierto el delicado clítoris de Olivia.

Olivia grito en impotencia y miedo cuando sintió como la delgada capa de látex que protegía su coño, era removida.

-Sera solo un pequeño pinchazo aquí.

Ese ligero pellizco fue suficiente para darle a Olivia el empujón final, ella gimió suavemente cuando sus entrañas se sacudieron violentamente, mientras el placer y miedo la invadieron por completo.

Rompiendo el beso, Burnet levantó sus dedos. -No esperaba eso. -Se inclinó y puso su boca sobre el pezón que sobresalía dolorosamente en el látex. –Esto te está gustando más de lo que anticipe. - Deslizó dos dedos en el coño de olivia.

Cuando Olivia sintió los dientes de Burnet, sintió miedo, trato de usar sus manos para alejar a su atacante, pero estas estaban completamente inmovilizadas en su espalda.

Burnet sintiendo el miedo de su compañera aceleró un poco sus dedos para endulzar su condición, aunque no lo suficiente para hacerla alcanzar el clímax.

-Estoy segura que tus hijos disfrutaran inmensamente de estos deliciosos tumultos, cuando tengan leche claro está. -Dijo con una sonrisa.

Una nueva idea había llegado a la mente de Burnet, leche materna. Recientemente ella había obtenido un objeto que le aseguraba a una mujer primeriza un abundante flujo de leche materna, bueno en realidad se lo había conseguido Kukui cuando ella le había convencido de que tenían que tener una carta guardada en caso de que ella no pudiese producir leche cuando el momento llegase.

-Dime Olivia, ¿Has escuchado de las propiedades milagrosas que tiene el veneno en los picos de un corzola azul, en las mujeres que no pueden dar de lactar?

Olivia volvió a gemir lastimeramente.

-Convencí a Kukui de que me consiguiese unos cuantos, ya sabes lo que dicen, una mujer tiene que estar preparada. Pero la verdad es que todavía no tengo la oportunidad de probarlos, dime, ¿Me harías ese gran favor? mejor amiga.

Los gritos de Olivia continuaron, pero Burnet los ignoro completamente.

-Supongo que tienes razón, es un poco pronto.

Burnet saco un vibrador pequeño y se lo metió lentamente a Olivia en su coño.

-Después de todo, tu eres muy, como se dicen…una solterona.

Burnet sonrió mientras Olivia gritaba de nuevo, en esta ocasión se notaba que estaba enfadada.

Olivia se quedó sin aliento mientras sentía que un nuevo juguete entraba en escena, en esta ocasión eran unas pequeñas esferas, y estaban atacándola en su culo.

La esclavitud no era nada nuevo para Olivia, en su Juventud había probado de todo y con todos, pero esto no era nada como estar atado. Intentar mover un dedo era imposible, ya que el látex se hundía en cada centímetro de su cuerpo. Se sentía como si una segunda piel la cubriese, pegándola a su lugar.

-Te vez hermosa Olivia.

El zumbido entre sus piernas parecía ser cada vez más fuerte con cada segundo que pasaba. Su cuerpo luchó para retorcerse, para arquear su espalda, para responder de la manera en que el cuerpo de una mujer debía hacerlo cuando un gran placer la invadía, pero el látex la mantenía completamente inmóvil, negándole incluso una pequeña contracción de placer.

-Pero no te voy a dejar terminar Olivia.

Olivia grito cuando la vibración dentro de su coño termino abruptamente.

-Vienes a mi casa sin invitación, invades mi privacidad, te burlas de mi marido, de nuestra intimidad…bueno supongo que puedo perdonar eso, yo y Kukui no estamos bien en eso términos todavía, lo que si no puedo perdonarte es que te insinuases a mi pequeño. Eso sí que no, te pasaste con tus comentarios Olivia, y me voy a asegurar que lo pagues por ellos, por cada uno de ellos.

Olivia trago saliva, esto claramente se había salido de control, tratar de gritar por perdón o ayuda era inútil, con resignación acepto su cruel destino, pero. El timbre de la puerta comenzó a sonar.

Olivia nunca se sintió tan feliz de escuchar ese maldito tono de Ho oh que el Profesor Kukui le había puesto a su timbre.

-Diantres…espérame aquí Olivia, y no hagas ruido.

Olivia quiso gritarle algo: "Como si pudiese con esto enzima" pero lo único que pudo fue lanzar débiles gemidos sin sentido.

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Ash se sentía un poco tonto por tener que tocar el timbre del laboratorio donde antes solía vivir, pero lamentablemente había salido de la casa de Lusamine sin dinero o llaves, por lo que ahora estaba perdido al otro lado de la isla, además de que estaba hambriento.

-Ash mi pequeño, ¿Qué haces aquí tan tarde?

Burnet había abierto la puerta con todas las intenciones de golpear a quien sea que la estuviese molestando, pero su mal genio se desvaneció apenas vio a su pequeño.

-Yo lo siento, me distraje un poco en el restaurante de Mallow, y bueno creo que perdí la noción del tiempo. ¿Puedo quedarme esta noche? No quiero caminar hasta la casa de Lusamine.

-Claro mi niño, esta es tu casa. - Burnet se apartó y dejo que Ash entrase. - Déjame te preparo un café, de seguro también tiene hambre.

Ash solo se froto la cabeza mientras se reía tontamente.

Burnet sonrió y se dirigió hacia la concina olvidándose completamente de todo lo que estaba haciendo antes de que su niño llegase.

Ash entro y se sentó en la sala, necesitaba relajarse un poco, la conversación que había estado manteniendo con Mallow toda la tarde le daba vueltas a la cabeza cual Snorlax hambriento.

Cerro sus ojos y cuando se disponía a dormirse un poco, su pie se topó con algo. En el piso de la sala había unas ropas tiradas, Ash no podía reconocer de quien eran, pero claramente eran unos: shorts cortos, una papera, ¡¿unas pantimedias?!

Burnet regresaba con los bocadillos que había preparado para Ash cuando noto como su hijo levantaba del piso la ropa que Olivia había vestido cuando llego aquí. Se maldijo mentalmente por no haberlas quitado antes, pero lo que más le llamo la atención fue lo mucho que su pequeño parecía estar interesado en las pantimedias semitransparentes de Olivia ¿acaso ya estaba en esa edad? Que rápido crecen los jóvenes. –Talvez ya es hora de tener una pequeña charla.

Burnet regreso a la cocina y saco una botella con un jugo especial de vallas que ella había estado fermentando especialmente para la ocasión.

-Ash querido, la comida.

Burnet canto el nombre de su hijo mientras colocaba la bien surtida bandeja de comida enfrente de su hijo.

Ash rápidamente había lanzado las curiosas bragas fuera del rango de visión de su madre…la profesora Burnet no era su madre ¿Verdad?

La profesora solo sonrió ante las acciones de su hijo. - Olivia vino a bañarse, al parecer dejo su ropa tirara por todas partes.

-Olivia, siempre ha sido, un poco…desordenada.

- ¿Un poco querido?

-Bueno, mucho.

Burnet solo se rio mientras llenaba el vaso de su hijo cada vez que este se acababa, si ella quería tener una charla con su hijo de la forma más honesta posible, tenía que quitarle un poco sus defensas primero.

-Hijo, a ti ¿Qué te interesa de las mujeres? -Pregunto Burnet una vez supo que su hijo había tomado al menos la mitad del preparado especial.

-Yo…este, bueno, no sé, caderas creo. ¿Por qué lo preguntas madre?

-Curiosidad querido…-Burnet sonríe mientras ella toma un poco del preparado especial, necesitaba soltarse un poco la lengua. –Pero eso no es lo que quería decir, lo que quería decir, es más, a que te gustaría hacerle a una chica.

-Yo bueno, este, no lo había pensado.

Burnet bujo un poco, ¿Su hijo no se sentía en confianza? bueno, eso podía solucionarse.

-Mira déjame yo comienzo diciéndote uno de mis fetiches y luego tú me dices uno de los tuyos… ¿Te parece?

-Creo.

-A mí me llaman la atención los pircings.- Burnet sonrió al notar el pequeño salto que su hijo dio al mencionar los pirgings.- Ya sabes esa idea del dolor y el placer que tienen, así como el simbolismo de un objeto extraño abrazando tu piel en áreas tan sensibles. Es. Como te lo digo. Excitante.

Burnet había comenzado con uno que sabía que su hijo tenía, así él podía entrar en confianza sin tener que sentirse cohibido por nada.

-Que dices hijo, te toca.

Ash trago saliva, podía sentir como su cuerpo entero estuviese en llamas.

-Bueno, la verdad, he leído un poco de eso, yo no creo podría usar uno, pero la idea de ponérselo a alguien. –En la mente de Ash apareció Lusamine con un par de aros en los pezones. – Creo…creo…creo que sería genial.

Tras terminar esa frase Ash se tomó todo lo que quedaba del batido de vallas, ¿Por qué hacía tanto calor en la casa?

-Entonces hijo ¿Te gustaría experimentar como es ponerle un arete allí a una chica?

Burnet sonrió mientras recordaba que Olivia seguía paralizada debajo, talvez podría usarla para afianzar un poco más la relación que tenía con su hijo.

Ash cayó en el sofá, incapaz de sentarse firme.

-Sí, me fascinaría, madre, pero quien, ¿Tu?

-Si así lo quieres, podemos hacerlo. –Burnet estaba a punto de quitarse la camisa, pero noto que su hijo se había quedado dormido. –Bueno dejémoslo para otra ocasión querido.

Burnet sonrió mientras cobijaba a su hijo con una manta, Ash estaba demasiado cansado. Era hora de dormir. Ya mañana seria otro día.


Mi viejo foro a vuelto, y varios de los borradores que tenia también, por lo que creo que seré capas de actualizar algunas de mis historias, espero que esta noticia les alegre tanto como a mi