Capítulo 11: El sabor del terror

El viaje en barco por fin había llegado a su fin. Y por fortuna el viaje del barco al hotel fue tranquilo, May no estaba segura de poder aguantar más percances, tras una pequeña discusión las habitaciones se repartieron. Joy había metido mano en el reparto y aseguro que May compartiese habitación con su madre, esto le daba chance de una charla, charla que ambas mujeres necesitaban desesperadamente para arreglar las cosas entre ellas.

Pero nada, habían pasado unas pocas horas, pero solo el silencio.

May aún no había podido tener esa charla con su madre, simplemente la pobre chica no sabía cómo comenzar a hablar con su madre respecto a todo lo que había descubierto recientemente del pasado de esta.

Caroline tampoco sabía cómo dirigirle palabra a su hija, por lo que se había quedado en una esquina de la habitación, esperando a que está iniciase la conversación que ella no se atrevía a iniciar, por el temor al rechazo de su ahora descubierta vida sexual tan peculiar.

Calorine pensó para sí misma como castigaría el culo de su querida amiga Joy posteriormente por esa situación, pero ahora... No sabía cómo ver a su hija a la cara, no habían tenido una situación así desde que May había tomado una verdura para masturbarse en el pasado.

Ambas mujeres actuaron como si la otra no estuviese allí, siguiendo con sus actividades esperando algo les llevase a iniciar la conversación.

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Ash había salido por una de las ventanas de la mansión, mitad para no tener que tener que encontrar una excusa para que su "esposa" Lusamine por querer salir, mitad porque le fascinaba lo histérica que se ponía Lusamine cuando no lo encontraba. Aun recordaba el sexo que había tenido con la rubia loca cuando él se escapó la última vez. Fue asombroso el cómo está había buscado demostrarle el cómo su cuerpo aún estaba en forma aún con su edad.

-Eso me recuerda ¿Qué puede estar haciendo Cynthia? No he sabido nada de ella. -Ash sonrió mientras se imaginaba como sería un trio con ambas rubias. -Creo que ya va siendo hora de que le haga honrar su pacto.

Ash se dispuso a llamarla, pero cuando busco en sus pantalones, se dio cuenta de que se había olvidado todas sus pertenencias personales. Maldijo mentalmente su descuido, pero no estaba dispuesto a regresar, no hasta mañana al menos, quería que Lusamine perdiese un poco la cabeza.

Pero antes de que pudiese seguir avanzando, un cuerpo invisible cayó sobre él.

- ¿No estas siendo muy cruel conmigo? -Se quejó Latias, mientras apoyaba todo su peso sobre Ash. - ¡Me olvidaste!

Ash no dijo nada, realmente no hacía falta, Latias podía leer su mente. Por lo que simplemente comento lo primero que se le vino a la cabeza.

-Lo siento, creí estabas dormida.

Ash sintió como Latias se molestó, pero la verdad era que él no se había acostumbrado a tratar con la dichosa legendaria, no era que le molestase, pero, se sentía raro cuando ella estaba a su alrededor, era como si parte de su cerebro se desconectase.

Latias por su parte no dijo nada, se acomodó en la espalda de Ash, lista para ser llevada estilo mochila.

Ash solo quiso reír, Latias tenía una actitud muy mimada.

-Supongo que eres consciente de que es lo que estoy buscando ¿Verdad?

-Estas buscando a las hembras que viste en tu visión futura… aunque no parece que quieras aparearte con ellas...pensé que ustedes los machos solo tenían interés en aumentar su descendencia con cuánta chica le sea posible.

- ¿Y eso no te molesta? -Pregunto Ash al notar el enojo en las emociones de Latias.

-No realmente, pero el tiempo es una fuerza caprichosa, y tiende a cambiar sin previo aviso… el futuro que viste puede ya ser parte del pasado, o puede que nunca llegue a pasar. Lo comprendes ¿Verdad?

Ash se rio un poco con este comentario.

-Lo siento estás hablando en un lenguaje que desconozco, pero puedo decirte algo, siempre he sido más del tipo. Que venga lo que tenga que venir.

Latias no supo que responder, aunque podía leer lo que Ash estaba pensando, comprenderlo, o interpretarlo era algo que estaba por mucho fuera de su capacidad.

-No entiendo las razones que te mueven para hacer lo que quieres hacer, pero te ayudare tanto como pueda.

La situación seguía siendo rara, pero ya que, Latias parecía estar dispuesta a ayudarle, así que "que venga lo que tenga que venir" Con una sonrisa sincera salto la pared de la mansión.

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Caroline se había cansado de esperar que su hija comenzase la charla en algún punto, por lo que se había metido a la ducha, con la esperanza de que el agua caliente le ayudase a olvidar sus preocupaciones. Lamentablemente no había llevado ropa, por lo que ahora estaba paseándose por el cuarto que compartía con su hija completamente desnuda.

Estaba bien ¿Verdad? Ambas eran mujeres, por lo que no debería haber razón para avergonzarse. Con algo de miedo regreso a ver como estaba su hija.

May estaba medio dormida en un rincón de su cama, ella también se había rendido con el tema de la charla, tenía su cabeza enterrada en un pequeño montón de almohadas, sostenía su teléfono cerca de su cara, leyendo mensajes y respondiéndolos de manera casual.

Caroline sonrió al imaginarse que la mente de su hija debería estar casi en blanco en estos momentos.

Dejo caer la toalla y comenzó a buscar algo que le quedase entre el equipaje que había traído, pero la verdad era que nada le convencía. Necesitaba encontrar algo candente, que llamase la atención de su esposo, pero que no impactase demasiado…. Era difícil escoger la ropa cuando uno estaba en un viaje con toda su familia.

Caroline regreso de nuevo a ver los ojos de su hija, ella realmente quería decirle algo, aclarar el mal entendido que había entre ellas. Pero no sabía cómo, o si podría soportar la vergüenza. De momento lo único que le quedaba era esperar a que su hija comenzase, talvez era lo mejor.

Mientras Caroline se paseaba de un lado al otro de la habitación, los ojos de May se clavaron en las prodigiosas caderas que tenía su madre, contemplando lo malditamente sexy que se veía, luego subió la vista, ya no había duda de que parte de la familia ella había heredado sus prodigiosos pechos. Su madre era sin dudas un excelente trofeo, inmensos pechos, estrecha cintura, y unas caderas que le pueden romper la pelvis a cualquier descuidado, además de tener un vello púbico liso, de un castaño tan tenue que resaltaba los rosados labios vaginales de su progenitora con una gran naturalidad, casi como si les guiase hacia esta.

-Se vería hermosa con un niño en su vientre. -Susurro lentamente May. Pasaron unos segundos antes de que su cerebro procesase sus palabras.

May solo enrojeció antes de darse vuelta, y cubrís su rostro con una almohada

"¿Qué tipos de pensamientos estas teniendo con tu propia madre?" Se preguntó horrorizada.

Caroline regreso a ver a May, cuando escucho a esta comenzar a revolverse en la cama como si se tratase de un seviper.

- ¿Dijiste algo cariño? -Pregunto Caroline con un poco de preocupación, retorcerse de esa forma no podía ser saludable para la espalda de su hija.

May se detuvo en seco cuando escucho la voz de su madre, tras unos segundos de contemplación se paró, y con pasos casi robóticos se dirigió a la ducha.

-Me, voy, a, bañar.

May trato de sonar lo más normal posible, pero estaba fallando de forma impresionante.

Caroline decidió no prestarle atención, de momento estaba más preocupada por encontrar su ropa interior.

Ya dentro de la ducha, y con el seguro de la puerta bien puesto, May se permitió lanzar un suspiro ahogado mientras que se desvestía y apreciaba su cuerpo en el espejo de este.

Se acababa de imaginar lo bien que se vería su madre con el vientre lleno. Y por más que quería negarlo, la verdad era, que…le gustaba. Su madre seria como esas estatuas de la fertilidad que se pueden encontrar en los museos.

Ella miró su propio estómago y frunció el ceño, no era que May estuviera gorda, pero la consistencia de su madre era claramente superior en ese aspecto, además ella no podía imaginarse con un bebé dentro de ella (en especial si su actual novio tenía que ser el padre), simplemente no era el momento oportuno.

Con algo de dificultad se acostó y abrió las piernas, tratando de abrir su vagina lo más que pudo hacia el espejo, tratando de visualizar lo rosado de su interior, lamentablemente la gran cantidad de vello púbico que le crecía últimamente tapaba completamente sus labios vaginales sin gracia alguna, ¿Cómo le hacia su madre para mantener esa estilizada figura?

Con algo de esfuerzo trato de ponerse en canclillas para ver si así era mejor, pero le fue imposible ver más dentro de sí misma, es mas en esta posición pudo notar como el vello cubría más su entrada que antes.

Reprimiendo un nuevo suspiro entro a la regadera, ella casi se habia olvidado de este molesto problema por el cual cruzaba su cuerpo. Abrió la llave de agua fría, y espero poder lavarse todos esos extraños sentimientos que sentía. Pero le fue imposible, cada vez que cerraba los ojos, podía ver a su madre desnuda. Embarazada o no, su progenitora era jodidamente sexy.

-Es injusto que Ash no la hubiese embarazado en nuestro viaje, seggg… -May tuvo que morderse la lengua al notar a donde viajaban sus ideas.

Se aterro, y trato de quitarse los pensamientos de su cabeza, pero tras una larga e intensa pelea mental, no pudo quitarse la idea de Ash embarazando a su madre.

Cada que cerraba los ojos, no podía evitar imaginarse los cuerpos chocar, el sudor resbalándose, la carne temblar ligeramente, los gemidos que esto provocaría, o el olor que les envolvería.

May batallo durante minutos contra esas imágenes mentales, mientras sus dedos traicioneros, escavanaban dentro de su coño, o retorcían sus pezones sin piedad. Al final, May tuvo que morderse una mano para poder amortiguar el inmenso gemido de placer que soltó cuando llego al clímax.

Cuando todo termino, May se sentia sucia, muy sucia y enferma. Se había masturbado con el más retorcido tabú que pudo imaginar, pero, la verdad era, que, en lo más profundo de su ser, no sentía ningún tipo de remordimiento.

Es más, mientras más lo pensaba, más segura estaba que, si Ash hubiese violado a su madre durante su viaje ella habría limpiado el miembro agresor con su propia boca, moviendo su lengua con incalculable codicia, esperando poder ganar el derecho a participar en el siguiente round.

May se retorció en el piso de la ducha, tratando de sacar esa imagen mental de su madre desmayada con todos sus agujeros llenos del semen de Ash. Pero no podía hacerlo.

Para su fortuna cuando May estaba a punto de masturbarse de nuevo, su madre golpeo preocupada la puerta del baño.

-May ¿Estás bien? acabo de oír un golpe seco.

Tras unos segundos, May pudo sentir como recuperaba el control de su cuerpo, pudo pararse, y con una voz débil, pudo contestarle.

-Estoy bien, salgo en un minuto.

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Era casi de noche para cuando Ash se aburrió por completo, había pasado horas esperando al hombre que se supone que atacaría la casa de Lana, pero nada había ocurrido.

-Te dije que no creyeses todo lo que viste en tu visión del futuro. -Comento Lastias quien también estaba aburrida. -Ver el futuro es complicado, en especial para una mente tan poco entrenada como la tuya.

Ash se sintió ofendido, su mente no estaba poco entrenada.

-Sí, ese pensamiento fuese verdad, ¿Cómo es posible que hubieses sido hipnotizado tantas veces? -Comento Latias, sin darle oportunidad a Ash de poner sus pensamientos en palabras.

Ash tuvo que darle la razón en esta ocasión, aun así, se negaba a admitir que estaba equivocado, la visión que había tenido, había sido tan real.

-La realidad es una ilucion que te transmiten tus sentidos….

Sin embargo, antes de que Latias pudiese continuar, Ash la detuvo.

-Por favor, déjame hablar, es molesto que me corrijas sin haber tenido la oportunidad de hablar siquiera. -Comento Ash molesto. -Es como si me negases la oportunidad de crecer.

-Me disculpo, tienes razón, supongo que mi actitud es… molesta

Ash sintió como Latias se separaba de su espalda.

-Iré por algunas bayas, regreso enseguida.

-Tráeme unas azules. -Pidió Ash, aunque no podía ver a Latias, esperaba que le hubiese escuchado.

Tras unos segundos más Ash se levantó, tenía las piernas amortiguadas por estar tanto tiempo sentado. Camino unos pasos y trato de mantener el equilibrio, pero al final tuvo que apoyarse en una pared cercana, esconderse entre las plantas no había sido la mejor de sus ideas.

Pero cuando estaba dispuesto a continuar estirándose, un hombre lo sujeto de los hombros y lo estrello contra la pared.

-Tu, tu, tienes que ser… ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

Ash se sintió un poco preocupado, pero no respondió de forma agresiva, su comportamiento podía haber sido algo sospechoso.

-Soy Ash, solo vine a ver a una compañera mia, vive allí, se llama Lana.

Su escusa era mala, Ash lo sabía, pero si su atacante resultaba ser uno de los vecinos de Lana, el planeaba pedir su apoyo.

-Lana, Lana, ¡Lana! -El extraño hombre comenzó a repetir el nombre de Lana, como si no conocieses otra palabra. -Yo, yo sé quién es. Tú, ¡tú tienes que ser mi hijo!

-Señor, creo que ha bebido demasiado.

Ash levanto una ceja, y se dispuso a golpear al hombre si este se le acercaba, pero antes de que pudiese hacer nada Latias barrio al pobre sujeto con una ola de poder Psionico.

Ash se alarmo al ver como el pobre hombre salía volando.

-No tenías que atacarlo de esa forma, el pobre solo estaba borracho. -Reclamo Ash mientras corria para ver el estado del pobre hombre. -Sigue vivo ¿Verdad?

Latias por su parte aparto a Ash del hombre con su poder.

-No lo toques, es un vacío.

- ¿Vacío? ¿Qué significa eso?

-Es lo que les pasa a los humanos, cuando un pokemon se alimenta mucho tiempo de su mente…-Latias sintió las dudas de Ash inundar su mente. -Supongo que conoces el ataque come sueños ¿Verdad?

Ash solo asintió, sin saber que decir.

-Esta persona ha sido atacada por un pokemon fantasma, y durante mucho tiempo le ha estado comiendo los sueños, y como resultado, bueno, lo que puede ver. El pobre no sabe quién es, ni de dónde viene, o a donde va, solo quedan recuerdos inconclusos en su cabeza, esta vacío por dentro.

Ash no estaba seguro si entendió las palabras de Latias, pero había logrado asimilar que el estado lamentable del pobre sujeto se debía a que había sido atacado por un pokemon fantasma. Por lo que lo mejor era llevarlo al hospital.

-Ayúdame a cargarlo, lo llevaremos a un hospital.

Sin embargo, antes de que Ash pudiese acercársele Latias volvió a empujarlo con su poder.

- ¡Que no le toques!

Ash se sintió molesto por ese reclamo.

-No voy a dejarlo aquí tirado, en especial con este frio.

-Yo lo llevare, tu solo, no lo toques. -Latias pudo sentir que no tenia caso discutir con Ash por lo que uso sus poderes para levantar al hombre desmayado.

Ash no estaba seguro de porque Latias quería mantenerlo alejado, pero no le dio importancia, la comisaría de policía no estaba tan lejos. Allí informaría a la oficial Jenny de lo que creía estaba pasando, y esperaba que ella pudiese llamar al hospital y pedir una ambulancia.

Ash nuevamente se lamentó por haberse olvidado su celular. Dio varios pasos para guiar a Latias, pero antes de que pudiese regresar a ver, sintió un inmenso dolor de cabeza, tan fuerte fue el dolor que casi le tumba, tuvo que concentrarse en pararse, para no caer.

-Te dije que no lo tocases. Su mente esta corrupta, …si…..la…deberías….

Ash sabía que Latias le estaba hablando, podía escuchar su voz, pero era incapaz de entender sus palabras.

-Tu solo sígueme, y tráelo, debemos ayudarlo. -Comento Ash mientras se obligaba a sí mismo a avanzar. -Un paso a la vez, izquierda, derecha, izquierda, derecha.

Latias rodo los ojos mientras veía a Ash tambalearse mientras caminaba. La fortaleza mental del chico era impresionante, el dolor que Latias intuía Ash sentía en estos momentos era tan abrumador, que ella estaría tirada en el piso, completamente incapaz de moverse, ni siquiera podría gritar.

-Eres fuerte, lo reconozco, por algo te escogí, pero no te fuerces tanto, no me decepciones- Latias agradeció que la mente de Ash estuviese tan distraída que no pudiese entender sus palabras.

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Lilie había reaccionado a tiempo, con una velocidad que ella misma no se creía capaz de alcanzar, había logrado cerrarle la boca a Lana, antes de que pronunciase las palabras que seguramente las condenarían.

-Que tienes en la cabeza, no puedes gritar "mama" en un momento como ese. -Susurro Lilie al oído de Lana, quien aún luchaba por liberarse.

Lana se movió un poco, antes de susurrar también. -Se estaba masturbando, mientras nos veía.

Lilie solo asintió, mientras acariciaba la cabeza de su amiga.

-Lo sé, pero si se entera que la vimos, ardera Troya.

- ¿Y cómo se supone que voy a verla a la cara cuando nos llame a comer?

-Lo pensaremos cuando nos llame, de momento límpiate y vístete.

Lana quiso reclamarle a su amiga, pero termino aceptando la sabiduría de sus palabras, ella no sabía que tanto s problemas podría acarrear el que fuesen descubiertas de la forma en la que fueron, pero anticipaba no eran pocos. Al menos de momentos su madre no sabía que ellas también la habían visto, por lo que como mínimo el regaño se había retrasado, al menos un poco.

-La verdad, creo que fue excitante. -Comento Lana mientras sujetaba su ropa interior. -Voy a tener problemas a futuro, pero dios, como sentí mi sangre en ese momento fue genial.

Lilie asintió, sabiendo cómo se sentía su amiga, ella se había sentido igual la vez que descubrió que Ash y su madre follaban, aun no estaba segura de que tan profunda era esa relación, pero Wicke le había adelantado que debería llamarle padre pronto.

-Limpiémonos y cuando bajemos, pondremos nuestra mejor cara de póker. -Comento divertida.

Lana asintió animada. -Tal vez me haya topado con un fetiche problemático para mi futuro.

Ambas amigas rieron de buena gana.

-Debemos invitar a Mallow la próxima vez.

-Sin duda.

Ambas amigas volvieron a reír. Ahora con más ganas.

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Surien había regresado a la casina tan pronto las gemelas entraron a la casa, pateando la puerta. De alguna forma esperaba que su hija y su amiga no la hubiesen escuchado mientras se caía por las gradas, porque podrían suponer que les había visto, o talvez peor.

-Madre, Madre cuanto mas tenemos que estar aquí. -Se quejó Harper desde una esquina de la cocina.

-Si mama, este castigo es injusto. -Secundo Sarah.

-Se quedarán allí hasta que aprendan que no pueden entrar a la casa mientras patean las puertas. -Reprendió Surien a sus hijas.

Ambas gemelas apoyaron su cabeza contra la esquina donde su madre les había castigado.

-No lo entiendes madre, había un hombre.

-Un hombre, grande, y feo.

-Nos estaba siguiendo.

-Teníamos miedo.

Surien realmente no podía evitar asombrarse por la habilidad de sus hijas para hablar las dos de una misma idea, era casi como si la una esperase que la otra se detuviese para continuar hablando. ¿Ambas compartían una misma mente?

Surien movió su cabeza para disipar esas ideas.

-Está bien, les creo, pero sigo molesta. -Surien sujeto dos trapos. -Limpien la mesa, y doy por terminado su castigo.

Ambas gemelas se apresuraron para coger los trapos y comenzar con su tarea final. Mientras la madre lamentaba ser tan permisiva con sus hijas.

Surien suspiro, la comida estaba lista, ya lo único que restaba era invitar a cenar a su primogénita, y su amiga. Suspiro de nuevo, dejaría esa tarea a las gemelas.

Estaba lista para poner el primer plato, cuando escucho un ruido. Era como si alguien cayese de gran altura. Saco su cabeza para ver que había pasado cuando vio a Ash, las fantasías que había experimentado hace solo unos minutos regresaron, mucho más vividas.

Se froto las piernas, tratando de encontrar la endereza para no salir de su habitación, y seducir al chico. Le fue imposible, su cuerpo ya no le respondía, se dispuso a abrir la puerta y salir de casería cuando noto que había otra persona alado de Ash, era un hombre mayor, Surien no lo reconocía, pero por alguna razón sintió una picazón en un dedo particular de su mano derecha.

-Esto es extraño. -Comento mientras se sujetaba la mano adolorida.

Al final pudo ver como el hombre era levantado por una fuerza extraña, eso la asusto un poco, pero al ver que Ash no parecía verse asustado, asumió que el chico estaba usando la fuerza de alguno de sus pokemon para cargar al inconsciente sujeto.

- ¿Para qué habrá venido? -Surien se lamio los labios. -Talvez mi hija no es la única que fantasea.

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La oficial Jenny no estaba feliz de lo que estaba viendo delante de ella. Hace unos minutos un chico había llegado cargando un vacío, el número de casos registrados estaba aumentado alarmantemente.

El chico llamado Ash no se veía para nada bien, la oficial no podía llegar a imaginarse de donde el chico había sacado la fuerza de voluntad como para continuar caminando. Cada paso debería haberse sentido como si un millar de agujas se clavasen en su cerebro. Pero lo había logrado, de alguna forma lo había conseguido.

- ¿Es todo lo que sabes de esta persona? -Volvió a preguntar la oficial Jenny, mientras llenaba su reporte. - ¿No puedes recordar nada más?

-No lo…siento, no, no puede recordar.

La oficial Jenny no se sintió afectada por el estado decadente de Ash, de hecho, lo comprendía.

-No vas a recordar nada mañana, pero déjame te explico. -La oficial levanto su libreta y dibujo un circulo. - La persona con la que te encontraste es lo que se conoce vulgarmente como un vacío, es una persona a la que literalmente le han devorado el alma. El dolor que sientes, es un remanente de lo que esta persona siente, como no está acostumbrado, te está partiendo.

-Esto… ¿Esto es común? -Pregunto alarmado mientras se sujetaba la cabeza.

-Más de lo que te puedas imaginar, con vivir con un pokemon es difícil, en especial si es un tipo siniestro o fantasma, muchos entrenadores novatos no toman en cuenta las advertencias y terminan así.

La oficial Jenny se levantó, saco una pokebola de su cinturón, y luego libero a un ditto.

-Pero tú no tienes de que preocuparte. Para mañana esto no será más que un mal sueño.

El pokemon cambia formas de la oficial muto, hasta ser una copia exacta de su maestra. Jenny dio la señal y su ditto se acercó. El pokemon uso hipnosis sobre Ash, quien lentamente fue perdiendo la fuerza.

-No tengas miedo, cuando cierres los ojos, todo esto se habrá olvidado. Ahora duerme y olvida, duerme y olvida.

Pero antes de que l hipnosis pudiese concluir un desconocido pokemon rojo entro en la comisaria, destruyo la puerta, y golpeo a todos los presentes con un poderoso ataque psíquico.

Lo último que Jenny pudo ver, fue como su ditto era aplastado por una fuerza invisible.

-Chiquito, no.

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Tuvieron que pasar varios minutos para que Ash lograse recuperarse, aun se sentía muy mal, pero era imposible dormir, en especial con todo el ruido que Latias estaba haciendo.

-Puedes por favor callarte. -Comento irritado.

Latias dejo de hacer lo que estuviese haciendo, y se lanzó a los brazos de Ash.

-Me tenías tan preocupada, ellos trataron de hipnotizarte, y…y…estoy feliz que ya estés bien.

Ash recordaba haber sido hipnotizado por un ditto, que podía transformarse en un humano, pero no podía comprender por qué. Necesitaba respuestas, así que se forzó a pararse.

-Latias ¿Puedes hipnotizar a esta oficial? quiero respuestas. -Pregunto Ash mientras señalaba a la oficial, la cual estaba colgada del techo por alguna razón.

Latias estaba a nada de negarse, pero la voluntad de Ash era aplastante, incluso debilitado como estaba no daría su brazo a torcer.

-Hare lo que pueda.

Ash cerró los ojos, imaginándose que tipo de preguntas debía hacer, el nunca había hipnotizado a alguien, pero por lo que había leído, era un método muy infame para hacer que la gente haga lo que uno quiere que haga.

Mas cuando abrió los ojos, listo para comenzar el interrogatorio, se encontró en un lugar que claramente no era la comisaria destruida en la que había estado hace solo un parpadeo.

- ¿Dónde estoy?

-En la mente de esta humana

Ash había escuchado una voz que intuía era la de Latias, pero no podía verla por ninguna parte.

-Voy a saltarme la parte donde pido explicaciones de esto, me duele mucho la cabeza como para molestarme por cada cosa que pase, por lo que me voy a limitar a respuestas, ¿En este estado puedes leer los pensamientos de la oficial? Solo responde sí o no

-Si.

- ¿Esto no le hará daño a la oficial?

- ¡¿Te preocupas por esta hembra incluso después de lo que te hizo?!

-No siento que lo hiciese con malas intenciones. Por favor no la lastimes.

-N….no la….no la lastimare, pero solo si la razón por la que te ataco es justificable.

-Me parece justo. Ahora ¿Cómo averiguo lo que quiero saber?

-Haces una pregunta, y yo, busco la respuesta.

-No la lastimes.

- ¡Pregunta de una vez! …. No la lastimare ¿Vale? Solo pregunta.

-… ¿Porque ese ditto podía transformase en humano?

-Es un pokemon entrenado, para aparentar ser humano, su tarea es tratar con los humanos que han sido atacados por algún pokemon del tipo psíquico, fantasma, o siniestro. Interesante. Los humanos están tan acostumbrados a tratar con los vacíos, que ya tienen su propio método para aislar el problema.

Ash estuvo a punto de preguntar algo, pero antes de que lograse pronunciar palabra, había regresado a su cuerpo.

- ¿Qué paso? -Pregunto muy aturdido.

-Dije que no la lastimaría si sus acciones eran justificables, y aunque me moleste, tenías razón, esta humana no quiso lastimarte, su ditto está entrenado para tratar con casos como el que te encontraste, solo te hubiese hipnotizado, y mañana despertarías en el hospital más cercano con una horrible resaca.

Ash se rio de buena gana, una resaca no sonaba tan mal.

-Mejor vámonos, seguramente varios humanos vendrán cuando se enteren del desastre que cause aquí.

-Si, en cuento a esto. -Ash movió la cabeza para ver el desastre. -No mataste a nadie ¿Verdad?

-Vivirán, aunque puede necesitan un tiempo con la enfermera Joy.

Ash sonrió, pero no estaba para caminar en este momento, su cuerpo ardía, y su mente parecía fundirse en el vacío.

-Parece que se rompió algo dentro de tu mente…interesante, un recuerdo bloqueado, regresa a la luz, sabe, a traición.


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Este capitulo fue traído ante ustedes gracias a la colaboración de mi kaiser y Fan De.