Por favor, no se olviden comentar el cap.


Capitulo 15: Una cita de ensueño.

De alguna forma Ash había podido llegar a tiempo a la cita que tenia programada con May, aun le dolía un poco la espalda por estar todo el día viajando sobre la espalda de Latias, pero no era algo que no pudiese controlar, además Latias había usado un pulsa cura sobre él, borrando casi todas sus dolencias, por lo que se encontraba relativamente bien.

-Solo es una…reunión de viejos compañeros, entras, la felicitas por su compromiso, comes, charlas un poco, la vuelves a felicitar, y cuando salgas del restaurante no volverás a verla en tu puta vida. -Ash estaba nervioso, tanto que tubo que repetirse el plan en voz alta para poder calmarse un poco. -Solo es una vieja compañera, ya tienes a Lusamine, no te estas perdiendo de nada que no tengas.

Ash suspiro, pero no logro entrar al restaurante, en su lugar se paro frente a un espejo del pasillo, y reviso nuevamente su vestimenta. Llevaba un traje formal, uno de los pocos que tenía, este en particular era uno que su madre lo había obligado a llevar "por si acaso" había dicho cuando lo guardo en su maleta. Con una mirada melancólica examino el traje, era el mismo que había usado en ese baile que había tenido con Serena, ¿Dónde y cómo estaba su compañera de viajes? ¿Seguía teniendo sentimientos por él?

Ash agito su cabeza, tratando de borrar los pensamientos de Serena de su mente, no era el momento para esas dudas, de hecho, puede que nunca llegase ese momento, el estaba enredado con Lusamine en este momento, por lo que no tendría mucho sentido arrastrar a Serena a este problema.

- Entras, la felicitas por su compromiso, comes, charlas un poco, la vuelves a felicitar, cuando salgas del restaurante te vas a casa, y te follas a la rubia loca hasta que no puedas pensar más. -Se volvió a repetir Ash, tratando de ganar el valor que necesitaba.

Al final, Ash no tuvo de otra que golpearse las mejillas, ya estaba arto de tener miedo, no había tenido miedo cuando saco el traje de casa de Lusamine, ¿Por qué tenía que tener miedo de felicitar a su compañera?

-Tranquilízate, eres un hombre, puedes con esto.

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La mansión de Lusamine, de alguna forma este lugar seguía teniendo una sensación extraña, Ash sentía un escalofrió recorrerle la espalda cada vez que ingresaba, esta vez no fue diferente.

Ash ingreso por la puerta principal, mas que nada porque no tenia ánimos para fingir ser un espía. Se encontró con Lusamine poco antes de llegar a su habitación.

Lusamine estaba desnuda, le acompañaba Wicke quien también estaba desnuda, además de que estaba caminando a cuatro patas, y Lusamine parecía estarla guiando con un collar con cadena.

-Es bueno verte querido ¿Podrías explicar tu repentina desaparición? -Pregunto Lusamine con una sonrisa, que no ocultaba para nada su mal genio.

Ash se limito a levantar la MT que había conseguido de la profesora Ivy.

-Eh estado ocupado preparándome para el evento que estas preparando.

Lusamine movió sus hombros y por un momento parecía relajada.

- ¿Eres consiente de que tengo miles de esas en la fundación Aether Verdad? No hacia falta que desaparecieses por casi un día entero. -Comento Lusamine, más calmada, pero aun furiosa.

-Esta es un poco especial, contiene un raro movimiento, que será mi arma secreta. -Respondió Ash, con una sonrisa llena de confianza.

Lusamine asintió, Ash se estaba preparando a conciencia para enfrentar el desafío que le había impuesto, eso la alegraba.

-Bueno, supongo que lo dejare pasar. -Lusamine se acercó a Ash, y lo beso apasionadamente. -Me gustaría poder festejar nuestro reencuentro con una larga sección de sexo, supongo que no tienes objeciones.

Ash gruño, no tenia tiempo, la cita que había programado con May era dentro de unos 30 minutos. Lo cual apenas le daba tiempo para bañarse y cambiarse de ropa.

-….

Wicke logro notar la negativa silenciosa de Ash, por lo que decidió interferir. Después de todo Ash era su amo, y ella debía velar por él.

-Mi ama, si me permite unas palabras, aún está el tema de su hija, y las empleadas que están viniendo. -Wicke trato de recordarle a Lusamine, que no tenía tiempo para una ininterrumpida sesión de sexo.

Lusamine gruño molesta, pero tuvo que darle la razón a Wicke, aún tenía que tratar con la lista de empleadas que Wicke le había dado, además su hija…. Seguía en su habitación, teniendo una interminable sección de sexo lésbico con sus dos amigas. ¿Cuándo se había vuelto tan pervertida su retoño? Bueno, no era como si importase, de hecho, este asunto le facilitaba la vida, si jugaba bien sus cartas, seguramente convencería a su pequeña de quedarse, y ser una incubadora para su nuevo padre.

-Supongo que esta puta tiene razón, lo siento querido, pero por ahora estoy un poco ocupada, pero, puedo dejarte a Wicke, si quieres vaciarte las pelotas. -Lusamine le ofreció la correa que sostenía a Ash. Cuando este la sujeto, Lusamine se fue, meneando sus anchas y jugosas caderas.

-Juro que algún día voy a follarme ese culo tan fuerte que no va a poder caminar bien una semana. -Protesto Ash una vez que Lusamine salió de su campo de visión. No quería provocarla con su comentario, y que le impidiera irse.

-Entonces joven amo. ¿Cómo puedo servirle?

Ash bajo la vista, y se encontró con Wicke, toda desnuda y mojada. Si no estuviese tan apurado, el definitivamente se la follaria, pero no tenía tiempo.

-Estoy apurado, por lo que dejaremos nuestro reencuentro para después.

-Por supuesto joven amo, mi cuerpo le pertenece, puede hacer lo que quiera conmigo, en cualquier momento, en cualquier lugar.

Ash gruño al sentir la incomoda erección que esas palabras le provocaron, necesitaría una ducha fría, una muy fría para poder controlarla.

Wicke por su parte se limitó a reír al ver como su amo se dirigía al baño con un incomodo bulto en sus pantalones. ¿Talvez debería ayudarle y ofrecerle una mamada rápida?

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May había estado esperando, esperando que Ash llegase, esperando que su padre o su hermano se contactasen. Para su fortuna sus planes parecían ir viento en popa; Su padre había llevado a su hermano a una isla cercana, y no podrían regresar hasta pasado mañana producto de una repentina tormenta que parecía estar golpeando el muelle. Por otro lado, Ash había llegado, parecía estar medio incomodo, y aun no se atrevía a ingresar al restaurante, pero ya estaba aquí. Talvez el destino estaba de su lado.

May estiro sus brazos, Ash estaba enfrente, era hora de comenzar su plan, ya se había aburrido de esperar a que este ingresase por su cuenta, por lo que planeaba interceptarlo, no vaya a ser que por alguna razón recibe una llamada y tiene que retirarse. Mejor le quita el celular, solo por si acaso.

- ¡Ash! ¿Te hice esperar? -Grito May, mientras abrazaba al chico por la espalda, asegurándose de aplastar todo su generoso busto en la espalda del chico. Pudo sentir como Ash se estremecía de pies a cabeza.

-Ma….May, es bueno verte, temía que este no fuese el lugar. -Trato de escusarse Ash, pero fallo miserablemente.

-Si, si lo es. -Contesto May, antes de alejarse y examinar a Ash de frente, el chico alocado estaba vistiendo un traje que le quedaba a la medida, esto definitivamente era algo que le gano varios puntos, no era como si los necesitase, el día de hoy, el destino que compartían seria reencausado.

Ash sintió que los colores se le subían a la cara, el vestido de May era hermoso, un largo vestido de una sola pieza, de un brillante color rojo, el cual dibujaba sus curvas magistralmente, sus brazos y piernas estaban cubiertas con látex negro, una curiosa elección, pero no menos impactante.

-Te vez hermosa. -Comento Ash un poco avergonzado. Frente a su vieja compañera de aventuras, Ash había regresado a ser ese chico ruidoso e inexperto que siempre había sido.

-Muchas gracias. -May sentía como sus pezones volvían a remarcarse en su apretado vestido, y confiaba que Ash también podía notarlo. Cosa que comprobó cuando este desvió la vista rápidamente. -Entremos, estoy segura que te encantara la cena que pedí.

Ash fue jalado a la mesa por May, quien apretaba su mano con la fuerza de una pinza hidráulica. Pero cuando se sentó, casi logro olvidarse de casi todos sus problemas, la mesa llena de comida era una excelente distracción de la belleza que estaba sentada frente a él, belleza que en su ignorancia dejo escapar.

May saco una botella de vino de su cartera, aparentemente era un vino especial que había estado guardando para la ocasión, Ash, no se atrevió a preguntar que lo hacía especial, pero tan pronto el liquido toco sus labios, Ash sintió como si sus preocupaciones dejasen de existir.

La conversación comenzó tranquila, algunos chismes, algunas historias, y también se contaron vivencias, nada muy importante, solo eran dos viejos conocidos poniéndose al día. Los minutos pasaron, y la comida comenzó a acabarse, era el momento de retirarse, pero Ash no podía irse así sin más, había algo que tenía que decir. De hecho, era la razón por la que había venido a esta reunión en primer lugar.

-May, tengo que decir, que me sorprende tu compromiso, pero…. -Cuando Ash trato de felicitarla por su compromiso, May torció su rostro en una mueca horrible.

- ¿Estas bien? -Pregunto Ash, mientras veía como May tenia una mirada que causaba miedo.

-El solo fue un reemplazo. -Susurro May de forma apenas audible.

Ash no estaba seguro de lo que May estaba diciendo, pero no le importo, o, mejor dicho, trato de ignorarlo. Lleno su baso con vino y rápidamente lo ingirió, esperando con eso apagar el fuego que se estaba propagando en su interior. No fue suficiente.

-…..

-…..

-…..

-…..

- ¿Quieres hablarlo en privado? -Ash se sintió repentinamente motivado, había tratado de ocultarlo, de ignorar el fuego que lo quemaba por dentro, pero al final le fue imposible, de una u otra manera esto tenia que terminar en su cama.

May sonrió antes de tomar la botella y empujar el contenido sobrante a través de su garganta.

-E esperado esa pregunta toda la maldita noche sabes. -Se burlo May con una sonrisa pervertida. -Eres un poco lento.

Ash se froto en entumecido rostro. Tenia que aprender a detectar estas señales.

-Entonces ¿A dónde?

-Tengo una habitación preparada en este mismo hotel, con una sorpresa que se que te encantara.

May se levanto y con un poco de mareo, comenzó a caminar.

Ash por su parte gruño con amargura, la palabra "sorpresa" le traía muy malos recuerdos. Bueno, en esta ocasión tenía a Latias para cuidarlo.

-Te lo encargo. -Comenzó Ash, aparentemente al aire.

-Déjamelo mí. -Se escucho en su cabeza.

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Éxtasis era un término relativamente flexible para describir lo que estaba sintiendo Lusamine. Estaba montada a horcajadas sobre un juguete sexual que costaba más que el escritorio debajo de ella, una especie de juguete de plataforma montable, con una base gruesa de medio barril, el cual tenía incrustado varios tipos de piedras evolutivas.

Por unos segundos Lusamine se preguntó qué pasaría si introducía este costoso juguete dentro de un Eevee. Dentro del juguete había al menos 4 piedras que debería hacerlo evolucionar instantáneamente.

Negó con la cabeza, para alejar esas preguntas, y se concentró en seguir con las bofetadas húmedas y descuidadas, los ruidosos los jadeos y el penetrante olor a sexo, llenaban la habitación. La mejor parte de todo esto, fue el lugar donde se encontraba. Esta era su propia oficina, ella entrevistaba a sus trabajadores aquí, celebraba costosas reuniones aquí, pero más que nada, aquí había sido arada por Ash el primer día que lo trajo.

Ella estaba frente a su propia puerta, estaba desnuda, arando ella misma. Y nadie lo sabría jamás. Nadie, excepto.

- ¡¿Señorita Lusamine, perdone mi interrupción, pero…?!

Una joven empleada había entrado, había sido llamada con urgencia, y pese a ser tarde, ella había venido corriendo, su rostro se ilumino por lo que había visto, congelada por la sorpresa, asombrada por el deleite que su amor platónico parecía estar experimentando.

Pasaron varios momentos, Lusamine estaba mirándola, su espalda arqueada y dándole a la pobre afortunada una vista de cuerpo entero de sus actividades. Finalmente, habló.

-La puerta.

- ¿P-lo siento? -Trato de escusarse.

-La puerta. ¡Entra y cierra la maldita puerta! -Ordeno Lusamine, con un tono Sorprendentemente seguro, en especial considerando la posición comprometedora en la que estaba.

La chica asintió apresuradamente y trato de cumplir la orden lo mejor que pudo. Dios varios pasos dentro, y cerro firmemente la puerta a sus espaldas.

Lusamine se paró, sus ojos eran los de un inmenso arcanine, apunto de darse un festín con un gordo rattata.

-Pantalones, ropa interior, todo fuera. Ahora.

-Señorita Lusamine.

-No me obligues a repetirlo. -Lusamine se lamio los labios, mientras veía como su asustada empleada se desvestía.

Ella se río cruelmente una vez que la recién llegada estuvo totalmente desnuda.

-Sabes qué hacer. Confío en que eres lo suficientemente inteligente para eso, al menos. -Demando Lusamine mientras abría mas las piernas.

La empleada casi tuvo un ataque cardiaco, cuantos días había soñado con que su jefa le prestase un poco de atención, tantas noches soñó en que la mirase. Pero ahora, tras un aparatoso accidente, ella aparentemente tendría mucho más que una mirada.

-No te atrevas a decepcionarme.

Lusamine se echó hacia atrás, dándole un espectáculo mientras retomaba su ritmo, sus tetas se movían lascivamente, mientras la recién llegada podía ver como su jefa montaba un extraño juguete con su culo.

La recién llegada se lamió los labios de nuevo, dejando que sus preocupaciones de lado, se acercó al tesoro más prohibido de la fundación Aether, y lentamente comenzó a lamerlo.

Lusamine se rio de nuevo, esta empleada estaba por debajo de la medida, era hermosa sí, pero claramente no sabia que estaba haciendo. Bueno, eso no importaba. Aprendería, de una forma u otra.

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May se veía muy mareada, Por unos segundo Ash sintió miedo de que su compañera se olvidase como llegar a su habitación. En este hotel había mucha gente que seguramente la conocían por su carrera como coordinadora pokemon, por lo que debía moverse de forma tranquila, sin llamar la atención.

Lo último que quería en este momento, es que unos paparazis se diesen modos para arruinar la agradable velada que estaba teniendo. Obviamente la noticia del rompimiento de May se daría a conocer, pero aún faltaba para que ese momento llegase.

May llego al asesor y los segundos que el aparato tardo en bajar, se sintieron eternos. Ash había sentido la mirada de varias personas en el restaurante, seguramente pertenecían a los fans de su compañera, quienes ardían en celos. Pero ahora que estaba llevándose a May, esas miradas se habían vuelto más agresivas. Y mucho más difíciles de ignorar.

El asesor finalmente llego, y cuando las puertas se cerraron, podía escuchar el latido de su corazón acelerarse, sabia que estaba mal, pero no pudo aguantarse el deseo de besar a la chica frente a él. Deseo que aparentemente su contraparte también compartía.

El beso duro hasta que el ascensor llego al piso deseado. Ambos amantes se separaron, mientras un delgado puente de saliva los unía.

-Ash, no sabes cuantas noches e soñado con hacer eso.

Ash, solo sonrió, sin saber que decir. Talvez era lo mejor. Las palabras comenzaban a sobrar. Las acciones eran la que tenían que tomar su lugar.

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May había pasado mucho tiempo preparándose para la sorpresa que le daría a su madre Caroline. Quería que todo fuera perfecto en este gran momento, se había esforzado en que todo estuviera bien organizado, esta noche iba a ser nada menos que una celebración grandiosa y triunfante. Aunque, no iba a ser el tipo de celebración para la que su madre hubiera estado esperando.

Al ingresar a la habitación donde su madre esperaba, sintió un tirón de excitación y curiosidad que la guiaba hacia la fuente de un creciente ruido. Allí, en el centro de la habitación estaba su madre, acostada boca arriba en la cama, toda desnuda, atada e inmovilizada firmemente, su boca estaba forzada a abrirse a lo máximo con una mordaza, una que May había encontrado dentro de las pertenencias de su propia madre.

Caroline trato de gritar cuando vio entrar a su hija, pero la mordaza se lo impidió.

-Ash, ya la conoces, pero déjame presentarlos de nuevo. Ash, ¡Este depósito de semen es mi madre! Madre, ¡Este es quien te va a follar hasta la inconciencia!

Grito May mientras aplaudía alegremente.

Ash sintió que esta situación era impresionante, pero por alguna razón, no se sintió tan fuera de lugar, de hecho, casi se sentía como el curso natural de las cosas. El…. ¿Ya había vivido algo parecido?

May sintió un poco de preocupación al ver el rostro inexpresivo de Ash, y por un momento realmente temió que Ash la rechazase.

- ¿Estas segura de esto, May? -Pregunto Ash, mientras apretaba fuertemente uno de los pechos de Caroline, la mujer grito, pero la mordaza que tenia en la boca amortiguo todo el ruido.

May sonrió, todo el trabajo que había invertido en esto, no era en vano.

-Se que es un poco tarde, pero considéralo un regalo de cumpleaños atrasado.

Caroline volvió a tratar de gritar, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles.

Ash continúo apretando los pechos de la madre de May sin el menor pudor, por alguna razón la sensación que estos le producían se sentía ¿Familiar?

May camino delicadamente, por la habitación, primero se aseguro de que la puerta estuviese firmemente cerrada, luego uso una toalla para sellar el espacio que había entre el piso y la puerta, finalmente uso una silla para trabar la puerta desde dentro.

-Listo, esto debería darnos un poco de privacidad.

May continuo su camino por la habitación, en esta ocasión se acercó a Ash quien seguía entretenido con los inmensos pechos de su madre.

- ¿Te gustan los bultos de carne de mi madre? -Pregunto May, mientras abrazaba a Ash por la espalda, luego con movimientos lentos, comenzó a desvestir al chico. -Estoy segura de que cada uno puede producir al menos un litro de leche diario. Cuando este embarazada claro está.

Ash asintió, volteo levemente la mirada, y volvió a besarse con May. Todo esto se sentía tan familiar, que le asustaba. Aun así, no hizo nada para detener a May, quien ahora tenía su miembro entre sus manos, y comenzaba a estimularlo.

May sonrió, el miembro de Ash, crecía en sus manos, ya era claramente una cosa inmensa. Su madre seguramente estaba teniendo una vista impresionante en estos momentos.

-Eres mas grande de lo que recuerdo.

-No creo hayamos tenido alguna vez oportunidad de conocernos tanto.

May llevo una mano a su cara en ese momento, eso era verdad, cuando ellos viajaron juntos eran muy jóvenes, y May estaba segura de no haber espiado nunca a Ash, entonces ¿Por qué conocía su tamaño aproximado?

-Supongo, que puede que haya espiado un poco cuando te bañabas. -Mintió May.

Ash se rio levemente, no quería romper el ambiente con preguntas incomodas.

-Supongo que… esta bien.

Ambos amates siguieron besándose, mientras May decidido pasar al siguiente juego. Con un movimiento rápido retiro parte de mordaza, la boca de su madre seguía abierta al máximo, un anillo de metal estaba atrapado entre sus dientes. ¿Dónde había conseguido su madre un juguete tan interesante? O mejor aún ¿Para qué lo usaba?

-Creo que es hora de que le des un poco de cenar a mi madre.

Ash no se opuso, en especial cuando May uso esas delicadas manos para dirigir su miembro a la boca desprotegida de Caroline.

Caroline se revolvió en la cama, pero estaba completamente inmovilizada, podría haber tratado de gritar, sin el tapón del anillo sus gritos deberían poder escucharse en el pasillo al menos, pero Ash empujo su monstruosa polla directamente en su garganta.

Ash apretó con fuerza por pechos de Caroline, usándolos como punto de apoyo y comenzó a follarse la boca de la Milf, May por su parte sujeto la garganta de su madre, acariciando el contorno que se formaba con cada envestida de Ash.

Los movimientos que Ash usaba para envestir la boca de Caroline tenían la fuerza suficiente para hacer crujir la madera de la cama, May podía sentir como su madre estaba sometida a los tratamientos más completos y brutales que Ash podía darle. Era cruel y francamente vil, además todo estaba construido sobre un hambre desesperada que ardía con una intención singularmente ardiente.

-Siempre quise follar tu cara. -Confesó Ash. -Eres tan sexy, siempre supe que te deseaba. No quería admitir que quería follarme a la madre de mi compañera de viaje, pero ahora no me detendré. ¡Tu garganta apretada fue hecha para ser estirada por mi polla!

El agarre de Ash se fortaleció, tan fuerte y cruel como pudo, manteniéndola en su lugar y negándose a soltarla por un momento. Ash quería el control total de la situación, y May quería dejar que su madre cayese más profundamente en la oscura desesperación.

Caroline pudo ver como las bolas de Ash golpeaban sus ojos. Ash no sentía sin ningún deseo de frenar o controlar su salvajismo, era casi, como si quisiese marcarla como su propiedad con cada uno de sus golpes.

Todo esto asustó muchísimo a Caroline. Estaba atrapada en una posición de absoluto terror cuando recibió estos imprudentes empujes en su garganta. La imponente vista de la polla del compañero de su hija colgando sobre su rostro sería algo que no podría olvidar en su vida. Eso sin mencionar que estaba siendo brutalizada y maltratada por las sensaciones más codiciosas y brutales que el chico pudo reunir.

Caroline agito sus piernas en intentos desesperados de deshacerse de su atacante, pero no había posibilidad de que eso sucediera, y en cierto nivel, ella lo sabía. Ash era mucho más fuerte que ella, incluso si no estuviese ataca, Ash tenía suficiente fuerza como para someterla con sus propias manos.

-Sigue así Ash. -Ronroneo May, mientras veía a su compañero follar la cara de su madre desde todos los ángulos que pudiese. -Haz que mi madre se desmaye, para que cuando se despierte, pueda sentir como sigues follándola en otro de sus agujeros.

Los ojos de Caroline se agrandaron de terror cuando escucho las palabras de su hija. La voz de May era dura y retorcida, sus palabras tan venenosas y brutales. La falta de sentido común de su hija la sacudieron hasta lo más profundo. Caroline sabía que algo andaba increíblemente mal aquí, pero aún no sabía qué tan profundo era este error. Sin embargo, ella aprendería.

Los dedos de May recogieron los labios de su madre, recogiendo algunas de las hebras de saliva que se desprendieron del eje cuando recibió este maltrato desordenado, May estaba feliz de llevar esos jugos a su boca, y chuparlos lenta pero firmemente.

-Su garganta es una buena manga de polla. -Gruñó Ash. No quería detenerse, estaba acercándose cada vez más al éxtasis que tanto necesitaba.

Cuando Ash termino cubrió todo el rostro de Caroline, en un gesto humillante que marcaria la vida de la milf en todo lo que le quedaba por vivir. May por su parte comenzó a lamer los restos de semen que marcaban el rostro demacrado y lloroso de su madre. Cuando hubo reunido una cantidad razonable de la semilla dentro de su boca, sujeto la cabeza de su madre, obligándola a beber.

El sabor del semen de otro hombre era una sensación salada y amarga que Caroline no quería, pero la mano en su mandíbula la obligó a mantenerse quieta mientras su hija recogía el semen de su cara y lo ponía dentro de su desprotegida boca. Una mirada de dolor y odio fue lo único que puso lanzar, antes de que su boca fuese sellada nuevamente por la mordaza.

-Listo con esto no se te escapara nada, disfrútalo.

Caroline todavía no entendía lo que estaba pasando. May no era una chica que se portase mal, generalmente era una chica agradable cuya dulzura la hacía muy querida, casi se podía decir que ella era un punto brillante entre los demás. ¿Qué clase de locura…?

Fue en ese momento que Caroline recordó un incidente ocurrido hace ya varios años. No había sido muy grave, Joy había sugerido que Ash y May podrían terminar juntos, esto molesto a su esposo, quien negó rotundamente esa posibilidad. Luego, luego había hecho algo, Caroline no recordaba que era lo que su esposo había hecho, había una laguna de casi un día en sus memorias, pero ella presentía que algo malo había pasado. Pero como ambos chicos no parecían afectaos de ninguna forma, ella decidido ignorar ese extraño lapsus en su memoria, pero, ¿Esto…esto era su retribución por ese evento?

Sin dejar que su madre pudiese descansar, desato sus manos y con un fuerte tirón cambio su posición en la cama.

-E comprado e instalado varias cámaras para esto. -Explicó, mientras obligaba a su madre a encarar una de las cámaras que estaban en el techo. Mientras varias otras cámaras gravaban otros puntos de vista. -Gasté el dinero que había ganado en el concurso pasado para preparar este regalo. Vamos a grabar tu día especial desde todas las posiciones que podamos, para que siempre puedas recordar un tiempo antes de ser la perra reproductora de Ash.

-Eres la Milf más caliente que he visto en mi vida. -Comento Ash, mientras su mano golpeaba sus tetas. -Deja de retorcerte, y prepárate para apretar ese viejo coño.

Ash estrello sus caderas contra las de Caroline, reclamándola como su hembra con un solo movimiento, enterrándose profundamente en ella, sin preocuparse por si estaba o no lista.

Caroline lanzo gritos desesperados de terror y confusión. Fue absolutamente inútil. Las embestidas comenzaron, arrojando todo lo que tenía detrás de la viciosa emoción de follar con la madre de su compañera de viaje, May continuaba jalando su cabello, asegurándose de que una de las cámaras siempre tuviese el mejor ángulo de su rostro al recibir esas poderosas envestidas.

Ash y May habían sido consumidos por el rencor y la lujuria. Ambos estaban listos para asegurarse de obtener el más vicioso de los placeres carnales, listos para follarla hasta la sumisión y romper su espirito.

La mente de Caroline trataba de razonar, desesperadamente la Milf trataba de alejar sus pensamientos de lo que le estaba ocurriendo a su cuerpo. Fue en ese momento que noto algo extraño. La dureza de Ash no podía ser el resultado de la lujuria reprimida, había algo más, algo estaba envenenando su mente, forzándolo a ir más rápido, más fuerte, sobre este lío depravado y vertiginoso, cayendo más profundamente en la pasión que lo llenaba.

-Me voy a correr dentro. -Advirtió Ash feliz mente. -May espero que le hayas comprado una píldora.

May sonrió cuando vio como su madre buscaba una respuesta positiva con desesperación.

-No, no es como si importe, ella es solo un pedazo de carne, si quiere una píldora tendrá que ponerse a trabajar.

Ash estaba preparado para arruinar a Caroline, y no temía demostrar sus más oscuros deseos, sus acciones estaban desprovisto de culpa o vergüenza. Lo único que le impulsaba era una abrumadora lujuria. Él apretó su garganta, tiró de su cabello, le dio una palmada en el trasero y añadió a la creciente ferocidad de todo lo que esperaba que pudiera llevarla más abajo a la vergüenza y la rendición de ceder a sus oscuros deseos. Ash tenía el control aquí, y su poder solo se intensificaría. Sabía que tenía todo exactamente como lo quería, y la emoción de derribarla le traía una satisfacción cada vez mayor con cada golpe hacia adelante.

Caroline sabía que solo había una forma en que esto terminaría. Ash ya le había advertido, pero incluso sabiendo lo que se venía, Caroline no estaba de ninguna manera preparada para sentir como Ash la llenaba de esperma. Su carga la llenó con una fuerza y vitalidad que su esposo jamás había podido demostrar. No solo la llenó por completo, sino que Ash se aferró con más fuerza a su cuerpo sin una pizca de moderación o cuidado. Asegurándose que cada gota de su semilla inundase el interior de la Milf.

-Y dime Ash, ¿Te ha gustado mi sorpresa? -Pregunto May con burla.

-Me a encantado, casi se siente como si su coño estuviese hecho para que yo la follase.

-Eso es posible. Los caminos de la vida, son tan extraños.

Caroline sintió como todas las neuronas que no habían sido fritas en el pasado orgasmos se ponían a trabajar apresuradamente. ¿Por qué su hija conocía la frase que Joy decía después del coito?

Caroline trato desesperadamente de mantener la conciencia, pero su cuerpo estaba demasiado cansado, casi podía sentir como sus ovarios se ponían a trabajar, preparando un ovulo el cual seria violado por millones de espermatozoides. El ultimo pensamiento consiente de la Milf fue; "Me va a embarazar, si no es ahora, será en la siguiente corrida, no…no hay forma de escapar, querido, yo…. lo siento."

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Ash sonrió, Caroline se había corrido con tanta fuerza que termino desmayada, el realmente se había follado a la madre de su compañera sin absolutamente ningún sentido de moderación o piedad. Lamentablemente ya no era posible continuar.

-No creo tu madre se despierte pronto May.

May se encontraba limpiando la polla de Ash con su boca. Asegurándose de que su lengua recorriese cada milímetro del inmenso miembro de Ash.

-Mi madre siempre a sido una puta perezosa, tenderemos que arreglar su mala actitud cuando despierte.

-Déjala descansar. Seguramente fue su primera cogida real en años.

Ambos chicos se rieron ante la flagrante burla a Norman, padre de May, y esposo (ahora ex) de Caroline.

Bueno, Ash no tenía tiempo para cosas tan insignificantes. No cuando aun tenia a May toda desnuda y chorreando. Ella al igual que su madre seria follada hasta llegar a su núcleo, y posteriormente reconstruirla para que sea un juguete sumiso para su lujuria.

-Bueno, los errores de los padres también son los errores de los hijos, ¿Estas lista para asumir las consecuencias de las fallas de tu madre?

May sonrió, mientras se inclinaba sobre el cuerpo de su madre aun desmayada. Levanto sus caderas y con movimientos practicados invito a Ash.

-Todo esto a sido tuyo desde el momento que nos vimos por primera vez, debes cuidar mejor tus pertenencias.

Ash separo levemente las nalgas de May, mientras examinaba su próxima comida. Ese babeante coño lo estaba tentando, abriéndose y cerrándose, esperando el momento en que el eligiese llenarlo. Pero el elegido fue ese pequeño y muy fruncido ano. Ash sabia por experiencia que una buena follada en este frágil agujero dejaba a las mujeres mucho mas sumisas.

-Este lindo trasero va a ser mío. -Prometió Ash mientras usaba un dedo para tocar el contorno del agujero.

May se sintió tenebrosa por un segundo, pero se recompuso, ella no era una pobre virgen sin experiencia, ella…May se sintió un poco desconectada. ¿Cuándo y cómo fue su primera experiencia? Ella no podía recordarlo. Bueno, eso no importaba, lo que sea que fuera antes, ya no tenia valor, todo seria borrado, y una nueva vida comenzaría.

La nueva pose fue decidida, aunque fue un poco difícil acomodar a su madre, si bien seguía inconsciente, si no era correctamente inmovilizada ella podría tratar algo tonto. Caroline fue nuevamente atada boca arriba en el filo de la cama, May coloco su cuño sobre la cara de su progenitora, de esta forma, si su madre despertaba, podía tener un primer plano de cuan profunda era la conexión de su hija con su amante.

Ash estaba impaciente, por el tiempo que tomo colocarse en esta nueva pose, así que no fue dulce cuando comenzó a envestir a May. No era como si realmente ella lo hubiese necesitado, May había superado el punto donde alguien podría tener algo de autocontrol, y estaba usando una mano para masturbarse descaradamente sobre el rostro de su madre, mientras Ash se encargaba de reorganizar sus entrañas. Ella no reprimió nada, follándose los dedos a sí misma en vigorosas demostraciones de absoluta alegría y deseo.

Tumbada en la cama, Caroline tuvo tiempo para recuperar un poco sus fuerzas, por unos escasos segundos donde su cerebro trataba de reiniciar, todo no le pareció más que un sueño loco, talvez uno producido de alguna de las sustancias que la enfermera Joy le gustaba crear en el sótano del centro pokemon. Lamentablemente ese pequeño momento de paz se vio interrumpido, por los alaridos de doloroso placer que su hija lanzaba cada vez que Ash la envestía.

Los ojos de Caroline se enfocaron en su hija, quien estaba usando una mano para masturbarse descaradamente sobre el rostro de su madre, mientras Ash la envestía analmente, con una fuerza que hacia temblar todo el cuarto. Con lo ultimo de su cordura rompiéndose grito, pero nuevamente fue inútil.

-Gimes como una perra en celo May, ¿Con cuántos chicos has estado hasta ahora? -Pregunto Ash, sin detener el ritmo de sus envestidas en lo mas mínimo.

-Yo…Yo…no lo sé, no puedo recordarlo, se que hay al menos una persona, pero en este momento, no puedo acordarme.

Ash comenzó a darle fuertes nalgadas. Haciendo que May aumentase la intensidad de sus gritos. Durante varios minutos la violenta orgia continuo, hasta que finalmente los amantes se quedaron sin energía.

Finalmente, May terminó de usar sus dedos. Corriéndose explosivamente sobre el rostro de su progenitora. Aun así, ella quería llevar las cosas aún más lejos, por lo que cuando Ash la llenó con otro clímax, May se inclinó hacia adelante.

-De aquí nací, creo que debería comprobar si aun esta en buen estado.

May separo las piernas de su madre, para luego enterrar su rostro en el usado coño que tenia enfrente.

Ash se derrumbo sobre May, se había corrido con tanta fuerza, que sus piernas ya no podían sostenerle, necesitaría un descanso, antes de continuar. May parecía estar ocupada en algo, pero eso no podía importarle menos en este momento.

Caroline podía sentir como la lengua de su hija exploraba su usado coño, seguramente aun estaba lleno de semen, pero esto no parecía molestarle a su joven retoño. Caroline estaba mortificada por todo lo que había pasado, arrojada a un estado de pánico y desesperación mucho más perverso y feroz de lo que podía comprender, y en cada paso del camino, se estaba rindiendo más profundamente, más caliente, caer en las garras de su hija y perder cualquier apariencia de sentido a lo que todo esto significaba. Su familia más cercana la estaba usando con una ferocidad tan brutal y tan caótica que no podía pensar con claridad, sin importar cuánto le hubiera gustado darle sentido a todo esto, estaba condenada a deshacerse por completo. Cayó profundamente y cayó con fuerza, sucumbiendo a un tipo especial de desesperación que no dejaba razón ni sentido en ella.

Lágrimas de desesperación escaparon de los ojos de Caroline, alimentadas por el dolor punzante que sentía, por la inmensa humillación vivida, pero principalmente por la impotencia que sentía. Caroline seguía tratando de comprender como había llegado a este punto, hace solo unas horas ella y su hija habían estado teniendo una charla, una donde ella se había abierto y le había contado a su hija sus mas grandes y profundos secretos. ¿Por qué ahora estaba ella siendo violada por su hija y su amante?

Su error fue intentar comprender y razonar con estas cosas. No hubo razonamiento posible. Ash y May eran viciosos en una forma mucho más brutal de lo que ella podía manejar, y lo peor era que ella estaba experimentando una inmensa cantidad de placer culpable.

Ash había sido despiadado, brutal, y la derribó por completo, había empujó a Caroline a una profundidad de rendición, el chico era demasiado dominante para que ella resistiese, sin embargo, esto solo era el comienzo de su futuro.

La vergüenza caliente ardía dentro del coño de Caroline. Nunca antes había sentido algo tan intenso o feroz como esto, el placer, los sollozos y el pánico desesperado, todas estas emociones la derribaban, dejándola aún más harapienta y desconcertada mientras caía en sus garras. Ash la había perdido en el placer de algo demasiado confuso y extraño para que tuviera sentido. Ella estaba condenada a este pánico, condenada a ceder a esto por completo y caer en las profundidades de sus indulgencias más oscuras.

Lentamente la lengua de su hija derribo las defensas que podían quedarle, pronto ella seria arrojada al tabú más absoluto. Esto era enfermizo y lo que más ansiaba, al final solo pudo aullar cuando su hija le provocó un nuevo orgasmo.

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-Señorita Lusamine esto es….

-Es una orden. O es que al igual que no sabes tocar una simple puerta antes de entrar, eres incapaz de escuchar también.

Lusamine sonrió, mientras se paraba frente a una de sus empleadas, desnuda y alborotada. La pobre había caído en una trampa muy simple; Lusamine la había llamado, Wicke le había dicho que podía entrar tranquilamente, y la pobre había entrado sin pensar, solo para encontrársele a ella masturbándose frenéticamente sobre un escritorio. Luego habían tenido un intercambio intimo que variaba dependiendo del estado de animo de Lusamine, a algunas les había pedido que se le uniesen, y se masturbasen sobre el escritorio, a otras les había ordenado que le lamiesen el coño mientras ella seguía rebotando sobre su juguete, a otras les había pedido algo diferente, no era importante, la única contante en todo esto era el final.

Cuando Lusamine se aburria de jugar, demandaba que su empleada usase una jeringuilla previamente preparada, para darse un enema. La jeringuilla era inmensa, contenía al menos un litro de un liquido anaranjado, el cual era increíblemente irritante. Una vez la empleada empujase ese horrible liquido en su trasero, comenzaría a chillar como un cerdo en el matadero.

-Yo, yo no puedo hacerlo. -Se lamento la empleada totalmente avergonzada.

Lusamine solo movió una mano.

-Entonces vístete y lárgate.

- ¡?¡?¡?¡?

-Ya me escuchaste, a partir de este instante estas despedida con efecto inmediato, vístete y lárgate.

-No eso no…. Todo menos eso, e dedicado mi vida a la fundación.

- ¿Entonces?

-…..

-…..

-Lo hare.

Lusamine sonrió, hasta el momento ninguna de las empleadas había rechazado sus demandas irracionales. Algunas habían necesitado mas disuasión que otras, pero todas las empleadas en la lista que Wicke le había pasado eran leales hasta el punto que soportarían una gran humillación con tal de seguirla.

La empleada sin nombre sujeto la inmensa jeringuilla con ojos llorosos y manos temblorosas, era pesada, además no sabia que contenía, olía a algo agrio, por lo que podía hacerse una idea de que su contenido no seria agradable.

-Esto es un poco demasiado para que lo haga yo sola, podría al menos ayudarme.

Lusamine rodo los ojos.

-Bien, apóyate sobre el escritorio.

Así lo hizo la empleada, aunque no dejaba de temblar, que Lusamine le aplicase el enema, era definitivamente más sencillo que tratar de aplicárselo ella misma.

Lusamine acaricio las caderas de su empleada, estaba demasiado tensa, si no se tranquilizaba un poco, podría entrar en modo "Escapa o lucha" lo cual seria problemático, por lo que decidido calmarla un poco.

-Si no te tranquilizas esto te dolerá mas de lo necesario.

Eso era una mentira, Lusamine lo sabía, este líquido era corrosivo, por lo que estaba garantizado que la pobre empleada chillaría con solo una gota dentro de sus intestinos.

-Esto es un poco intenso señorita Lusamine.

La empleada simplemente no se tranquilizaba, mejor, una escusa para usar las cuerdas que guardaba en el escritorio.

-Con forme para el tiempo la gente se aburre de las cosas simples, y comienza a tratar de experimentar sensaciones nuevas. No te preocupes te terminaras acostumbrando.

La empleada no supo que responder, por lo que se quedo callada, mientras su jefa le ataba de manos y pies al escritorio. Ya una vez estuvo completamente inmovilizada sujeto la inmensa jeringa.

-Supongo que no dejaría que yo le pusiese un enema.

Lusamine se quedo quieta un segundo, la posibilidad de que eso podría pasar era…interesante.

-Demuestra tu lealtad incondicional a mi persona, y puede que lo piense.

La empleada asintió con una sonrisa. Su sueño estaba al alcance, solo tenia que soportar eso, y Lusamine la convertiría en su amante. Solo…un poco…más.

Lamentablemente eso no era tan simple. Tan pronto como el extraño y gelatinoso liquido comenzó a entrar en su interior, la empleada grito con horror, tratando de detener a su jefa, pero lamentablemente no podía moverse.

Lusamine disfruto de totalmente de los gritos y suplicas de su personal, eran tan tiernas al pensar que ella podía llegar a considerarlas algo mas que simples herramientas para un fin. Esta en particular tenia una voz hermosa. Por lo que se aseguro de inyectarle el liquido de una forma más lenta posible, alargando su agonía tanto como pudiese.

Mas o menos a la mitad la empleada dejo de pelear y gritar, el líquido ya había comenzado a ser adsorbido por el intestino grueso. Por lo que pronto el cerebro de esta chica estaría listo para que ella pudiese comenzar a reformar su conciencia.

Oficialmente este liquido también podía ser ingerido, y sus efectos serian los mismos, pero si lo hacia de esa manera se privaría de la alegría de los gritos y las suplicas.

En eso Wicke ingreso.

-Los gritos se han detenido, así que espero ya este libre. -Comento Wicke tranquilamente.

Lusamine empujo lo que quedaba de la jeringuilla, luego saco un tapón y se lo coloco a la empleada. No quería que el liquido se derramase, no hasta que haya hecho efecto al menos.

- ¿Y con esta cuantas van? -Pregunto Lusamine mientras se frotaba los hombros.

-Ya son todas.

- ¿YA?

-Si.

-Enserio, ¿Ya fueron las 10?

-Si.

-Vaya, el tiempo vuela cuando te diviertes

Lusamine se desperezo lentamente. Luego fue a una habitación que se encontraba detrás de su escritorio, allí estaban tiradas las otras nueve empleadas que habían venido antes que esta. Todas tenían el vientre hinchado, producto del inmenso enema.

- ¿Cuanto antes de que el efecto sea permanente?

-El compuesto clase E Ennui nunca a sido probado en humanos, pero calculo que en unas tres o cinco horas debería tener el efecto deseado.

-Bien, supongo que eso significa que tengo algo de tiempo para dormir. Me voy a la cama, despiértame cuando este lote esté listo.

Wicke asintió, mientras se despedía de su jefa con una sonrisa, cuando Lusamine hubo abandonado la oficina, Wicke se permitió acercarse a la inconsciente empleada aun atada al escritorio.

-Lo que fueses hasta este momento no importa hermana, abrasa la obediencia ciega en tu corazón, y sígueme a un palacio de lujuria y decadencia.

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Lilie se movía lentamente, la lujuria que consumía su conciencia por fin se había calmado, al menos lo suficiente como para darse cuenta de que no había comido nada en todo el día.

Mallow y Lana estaban tiradas posiblemente no despertarían pronto, mejor, estaba muy cansada, hambrienta y sedienta. Necesitaba comer algo, o moriría por inanición.

Lilie camino sin hacer ruido, busco uno de sus vestidos entre los cajones, pero al final no le importo, las únicas personas que deberían estar en casa a estas horas eran Ash y su madre, y su madre ya la había prometido a Ash, por lo que no tenia sentido ocultarse, Ash podía tomarla cuando quisiese, de la forma que quisiese, no tenia sentido alargar esta insufrible espera.

Lilie salió desnuda de su habitación, ya sea que se encontrase con su madre o con Ash, ya no le importaba, ella solo quería apagar este fuego que la consumía por dentro.

Mientras caminaba por los pasillos logro encontrarse con Wicke.

-Oh señorita Lilie, ¿Va por un bocadillo nocturno? -Comento alegremente Wicke. -Debería controlarse, o puede comience a ganar peso.

Lilie se sorprendió que Wicke no dijese nada de su desnudes, pero talvez no debería estar sorprendida, Ella ya sabia que Wicke era el juguete de su madre, quien sabe lo que Ash ya le ha hecho.

-Estoy hambriente por estar todo el día jugando con mis compañeras. Si me hicieses el favor de conseguirnos algo de comida rápida estaría muy agradecida.

Wicke sonrió, saco su celular, y procedió a cumplir la orden que le fue dada.

-Por supuesto señorita. Tres pizzas gigantes deberían saciar su hambre. ¿Verdad?

-Si, muchas gracias, cuando estas lleguen llévalas a mi habitación.

-Así se hará, a señorita algo más, su madre a estado posponiendo una charla que quiere tener con usted, no comprendo porque la señora duda, pero talvez usted debería dar el primer paso, se ve que esta mas que capacitada y dispuesta para enfrentar la tarea que se le viene encima.

Por unos segundo Lilie dudo, ser violada por Ash no sonaba tan aterrador como tener una charla con su madre.

-Yo…lo pensare.


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