Dos mujeres en la casa

"¿Es una broma?" Fue lo primero que pudo decir Severus Snape cuando supo la noticia.

Ojoloco Moody, quien llevaba varios años impartiendo la materia de defensa contra las artes oscuras estaba enfermo de gravedad. Por tal motivo requería hospitalización inminente.

Pero lo que al maestro de pociones realmente había consternado no era el estado físico del afamado auror, sino la persona que interinamente se haría cargo de sus clases.

"No, Severus" fue la cortés respuesta del director "Anoche le pregunté y aceptó feliz, será refrescante"

El maestro de pociones parpadeó, su rostro se tornaba aun más pálido "¿Puedo preguntar porque no puedo hacerme cargo de esas clases , ni siquiera de forma interina?"

"La respuesta es sencilla, eres jefe de casa, tienes clases de pociones, y ... bueno, digamos que me gustaría que prestaras más atención a tu familia"

"¿Qué?" la respuesta retumbó en sus oídos como un insulto, el podía ser amargado con todos , pero su esposa y su hija siempre desde que llegaron a su vida fueron la prioridad¿con que cara el director insinuaba que las había descuidado?

Como adivinando sus pensamientos –o quizá tras haberlos "leído"- Dumbledore dijo pacificadoramente "no me mal interpretes, Severus. Sé que eres un hombre respetable con tu familia, sin embargo, mi instinto dice que algo no está del todo bien, he visto a Marianne decaída, cuando da clases, y sé que si alguien la conoce lo suficiente como para informarme lo que le ocurre y tomar cartas en el asunto eres tú "

Snape pasó de la indignación al desconcierto en segundos, a su parecer, su esposa era la misma de siempre, con la misma energía para regañarlo a él o a su hija –y en la mayoría de los casos a ambos- si hacían algo indebido.

"Está bien, pero ahora que lo menciona, director, mi preocupación es como padre de familia, mi hija va a tomar esa clase... no puedo evitar querer que se la imparta alguien con la capacidad suficiente

"Sabes de los conocimientos de" comenzó el director, pero Snape perdió el control por unos instantes y lo interrumpió

"¡Oh, por favor! Eso no significa nada, Debería haber llamado a Lupin!" El mismo se detuvo, estupefacto ante las palabras que salieron de sus labios.

Dumbledore no pudo reprimir una carcajada

"Lupin, como ya sabes, está viviendo en Italia, huyendo de la nueva ley del ministerio contra hombres lobo, por otra parte... tengo la ligera impresión de que tu hija Sarahél y tu juntos serían mucho peor que Sirius , James Y los gemelos Weasley juntos"

El preocupado padre se quedó frío ante tal afirmación, no sabía si indignarse o admitir que el sabio director estaba en lo cierto, no porque no le gustara convivir con su hija, finalmente a través de ella vivía un Hogwarts como lo deseaba de adolescente, pero no quería admitir que podría pasar momentos agradables con el último merodeador vivo.

"Anda, Severus. Ve a dormir, Te garantizo que la educación de tu hija está asegurada, además, Sarah encontrara que tiene demasiado en común con"

"BUENAS NOCHES" dijo Snape furioso, Dumbledore pensaría elogiar a Sarah, pero a los ojos de su amoroso padre, estaba a punto de insultar a la criatura mas hermosa sobre la tierra ante tal comparación

En uno de los corredores el maestro de pociones se encontró con una sorpresa, un pescado pequeño que por poco pisa... Con ademán molesto se acercó a una oscura columna y dijo con tono sarcástico

"¿Tratando de atrapar a la Señora Norris otra vez? Debería restar puntos de Ravenclaw por eso"

En el mismo tono ácido una voz le respondió oculta en las sombras

"En realidad es una trampa para leones de Gryffindor, parte de un experimento para estudiar a tan fascinante especie, pero adelante , profesor haga lo que juzgue pertinente"

El rostro del profesor adoptó una actitud retadora "Lo que creo conveniente es llevarme a estudiantes insolentes y torturarlos hasta que confiesen sus verdaderos planes"

"Nah, eso dice Filch y no le resulta" dijo la voz y rió

"Ya , en serio¿qué haces Sarah? Para que el pescado?"

"Para llamar tu atención, y quizá después lo convierta en un peluche para decorar a matka"

La voz de Snape se convirtió inmediatamente en cálida y preocupada "¿Pasa algo?"

"Si, " admitió su hija saliendo de las sombras y mirándolo con sus mismos ojos negros e insondables "estoy preocupada, escuché que el profesor Moody está enfermo, no sé, yo lo estimo mucho, es raro, pero conmigo siempre ha sido amable"

Snape abrazó a su hija

"Despreocúpate, Sarah, San Mungo es un excelente hospital, y el viejo Moody es un luchador incansable, no se rendirá tan fácilmente"

Sarah se acurrucó bajo la capa de su padre "Quizá comió algo en mal estado, Mami estaba indispuesta hace un par de días, creo que deberían ver como están las cocinas"

Snape se paró en seco "Marianne que?"

Sarah se encogió de hombros "hace un par de días estaba algo indispuesta..."

"Y por que no me dijiste nada!"

"Por que mami dijo que no había de que preocuparse y no quería que exageraras" Se disculpó la adolescente

Pero había algo que Sarah no sabía, y que lo perturbaba...

"Lo siento cariño, hablamos después" Dijo y corrió en dirección a sus habitaciones

Por primera vez en su vida, Sarah Gwendolyn Snape se enfrentó al abandono de su padre, en esa aparentemente insignificante acción, su pureza le permitió entrever que algo estaba cambiando en su relación con su padre, y su instinto la prevenía de que no era bueno.

Por su parte Snape llegó a encontrar a su esposa dormida en posición fetal, hacía años que no pasaba eso, normalmente ella era la primera en levantarse y la última en recostarse, se recostó con ella como protegiéndola, la luna iluminaba su bello y aun joven rostro, y el creyó entrever algo que lo llenaba de felicidad y terror.

A la mañana siguiente Sarah lucía demacrada, sus ojos estaban rojos e inflamados, pero lo mas sorprendente fue que el jefe de la casa de Slytherin no lo notara, estaba tratando de hablar con la profesora de vuelo en medio de la algarabía del desayuno, pues había una nueva figura que se haría cargo de las clases de Moody

Dumbledore se puso de pie y anunció a los alumnos "Debido al estado de salud del profesor Alastor Moody la señorita Hermione Granger se hará cargo de sus clases hasta nuevo aviso"

Sarah sintió una ira renovada hacía la adolescente que abrazaba en su casa al niño que vivió, y ella fue la receptora de la frustración de la noche anterior.

LA primer clase que la señorita Snape recibiría esa mañana era precisamente Defensa contra las artes oscuras, asignatura en la que su padre y sus tíos la tenían perfectamente aleccionada.

La profesora Granger hizo acto de presencia, lucía una túnica sencilla, su largo y desordenado cabello caía sobre sus hombros.

"Buen día clase" Saludó jovialmente.

Desde su tradicional asiento al frente del escritorio , una gélida y despectiva mirada taladraba a Hermione, no tuvo que buscar mucho, esos ojos le resultaban muy conocidos, así que al pasar lista supo exactamente quien era la hija de su otrora profesor de pociones.

Toda la clase Sarah estuvo luchando por reprimir el deseo de levantarse y salir , había algo en Hermione que la llevaba instintivamente a rechazarla, estaba molesta, una molestia que iba mas allá del tedio de la clase impartida por alguien que demostraba saberse de memoria la teoría, pero –a diferencia del profesor titular- jamás había puesto sus conocimientos en práctica.

Por otro lado sus padres actuaban extrañamente. Antes del incidente de la noche anterior, su padre, estaba tenso y su madre, que era el pilar de su vida, la sólida base de su mundo, se hallaba indispuesta y ausente, algo le preocupaba, ya no le prestaba atención, o a su padre, se veía ausente y se apartaba de todos encerrándose en su oficina durante los descansos o sentada en un rincón casi oculto cercano al lago.

Snape también lo notó, eso lo inquietaba , lo peor de todo era intuir la causa de tal conducta , motivo por el cual el experimentaba la misma intranquilidad y se declaraba incapaz de actuar al respecto.

Durante tres días Sarah no tuvo contacto con sus padres, puesto que ya no tomaba vuelo, y aun no tenía clase de pociones, pero tampoco ellos habían estado cerca en los pasillos, ni siquiera en la noche. Mejor... Sarah estaba un poco resentida, pero sobre todo preocupada...así que una noche mientras hacía el ensayo que la profesora Granger les pidióésta entró en la biblioteca

"Señoritas Phifer y Snape" se dirigió A Sarah y Danae "Dudo que Madame Pince esté de acuerdo con que se queden aquí hasta tarde

Danae que recordaba que ella había sido amiga desde siempre del famoso Harry Potter le pidió que les platicara de Harry

"Bueno, el es un buen hombre, ha sufrido mucho, es un gran auror"

"Es cierto que usted es su novia, profesora Granger?" Preguntó Danae

Los ojos de Sarah se encendieron con rabia, una rabia tan extraña e inexplicable para ella que se extinguió ante el desconcierto que esta conciencia le produjo.

"no" sonrió Hermione "no soy novia de Harry, sólo somos buenos amigos, hemos compartido demasiado tiempo juntos, demasiadas cosas" un suspiro nostálgico impregnó el ambiente.

"Si me disculpan , me retiro" Sarah necesitaba aire fresco, revisó su calendario, no era hormonal¿que pasaba? Normalmente charlaría con sus padres, bajó corriendo a sus habitaciones, abrió la puerta y vio a su padre con la piel mas cetrina que de costumbre

"Sarah" fue el seco saludo "Debes ir a tus habitaciones, hablaremos mas tarde"

"Pero..." Se escuchó un ruido extraño en el cuarto de baño

"Después" Snape utilizó para con su hija el mismo tono cortante que utilizaba con el resto del mundo, exactamente el mismo que lo convertía en el maestro amargado y grosero que todos odiaban.

Subió a la sala común de Ravenclaw furiosa. No entendía nada, pero sabía que su padre no tenía porque tratarla así. Rápidamente sacó un pergamino y comenzó a escribir una carta a sus tios.

LA mañana siguiente , Snape aguardaba el momento de tener clase con el grupo de su hija, podría charlar con ella y explicarle el episodio de la noche anterior, pero para su sorpresa, Sarah no llegó a su clase.

En medio de un total desconcierto transcurrió la clase de pociones, cuando por fin terminó dijo con tono amenazador

"Señorita Phifer , quedese por favor"

A Danae no le sorprendió, su conciencia estaba tranquila, seguro el profesor quería saber de Sarah, la respuesta era lo que la angustiaba. Como supuso , era el deseo de su profesor.

"Sarah está castigada en la oficina del profesor Flitwick, señor"

"Que?"

"Tuvo una discusión con la profesora Granger, fue muy feo, hacía mucho que no veía a Sarah perder el control así"

Snape no mas y salió rumbo a la oficina de Flitwick.

Afuera en los jardines Sarah sollozaba oculta en las raices del sauce boxeador. Draco Malfoy la encontró sin problema, sus negros ojos estaban empapados de llanto y el joven heredero tomó eso como señal para acercarse

"Sarah¿te encuentras bien?" Se sentó "¿Cómo hiciste que se detuviera?"

"Mi padrino Remus me enseñó" respondió Sarah tratando de contener el llanto "vengo aquí para pensar, para estar sola"

"Lamento interrumpirte, es sólo que noté que estabas llorando y no comprendo que puede perturbar a una criatura tan hermosa como tu" Le ofreció su pañuelo

"Ni siquiera yo lo sé" admitió Sarah "Algo me dice que las cosas no están bien, estoy perdiendo el control y acabo de insultar a una profesora, ni siquiera sé porque me cae tan mal la tal Granger"

"¿Hermione Granger?" Inquirió Draco

"Ajá...! Sarah reprimió un sollozo

"Porque es un sangresucia que se siente superior a todos , cuando lo único que tiene es un conocimiento neurótico sobre temas de magia que no logra comprender cabalmente, ni siquiera ha estado en un combate, salvo detrás de san Potter en batalla"

Astutamente , acaba de crear un puente de comprensión entre ellos, Sarah escuchaba palabras que deseaba desde tiempo atrás

"No puedo creer que hable de cómo enfrentar un boggart cuando se niega a decirnos que es el suyo..."

"Es porque nunca se ha enfrentado a uno, Lupin no se lo permitió, de seguro su boggart es una calificación menor a nueve o alguna tontería así, nunca ha sabido lo que en verdad significa ser una bruja, a diferencia de ti, que lo asumes con dignidad"

Sarah se ruborizó

"Eres muy hermosa , Sarah, y una bruja muy poderosa, lo que sea que hayas hecho o dicho a la tal Granger, estoy seguro que lo tenía bien merecido"

Sarah lo abrazó con alivio y estimación

"Gracias Draco, significa el mundo para mi que digas eso"

La satisfacción se dibujo en la sonrisa de Draco

risa pericoide se la puse difícil a papi, perdón por la tardanza, pero se suscitaron muchas cosas en mi vida. Dedico este capítulo a una de las distracciones llamada Jen, espero que te guste

a mis demás lectoras muchas gracias por su paciencia cybergalletas espero les guste y recuerden que son episodios de toda la estancia en hogwarts de Sarah, no olviden su review