Sin pronunciar palabra Draco salió volando varios metros rumbo al bosque prohibido. Sarah temblaba y sus ojos estaban –al igual que los de su padre – llenos de lágrimas

Severus Snape no sabía si acercarse o no , era como estar frente a un unicornio pequeño, no cualquiera puede establecer contacto, debe estar atento a la más mínima señal para evitar que escape por ahí herido.

La señal llegó en segundos cuando el llanto de Sarah se volvió mas profuso y estridente mientras ella se abrazaba a sí misma. Olvidándose se todo corrió a abrazarla, pero lo único que consiguió fue que ambos cayeran por la abertura al túnel que conduce a la casa de los gritos

"Sarah, ¿estás bien?"

"si, gracias...papá" dijo ella entre sollozos "¿tu estás bien?"

"No," dijo Snape ahora que podía ser débil "no puedo estar bien , no cuando sé que te hicieron daño y yo no estuve ahí para impedirlo, no cuando tu estás molesta conmigo y con justa razón, no cuando acabo de ver que te hicieron daño, no cuando me llamas papá " Era algo muy notorio, para Sarah nunca había medias tintas era "Severus" o "Papi", por lo tanto "papá " denotaba muchos problemas.

Por toda respuesta Sarah lo abrazó fuertemente conteniendo el llanto: No tenía palabras, simplemente estaba asustada, adolorida, y quería que su padre le dijera lo que ansiaba escuchar.

Si bien el instinto paternal no era algo que el maestro de pociones tuviera activado, el amor por su hija lo hacía conocerla bien y se aventuró a confortarla

"Lamento mucho no haber estado ahí, estaba asustado, tu madre..."

Al sentir su voz quebrarse Sarah pudo percibir que ambos compartían el miedo de perder a Marianne , la rabia de verla sufrir , y la lucha interna por no rechazar a ese pequeño ser causante –que no culpable- de tal angustia y tal riesgo. En otras circunstancias, Sarah hubiera terminado la frase de su padre , pero no ahora, estaba madurando y su actitud era digna de las mas altas esferas de los Shamagin, cerró sus ojos y dejó a su padre sacar de su pecho lo que no se atrevía a compartir con nadie mas que con ella

"Tu madre está embarazada.. tu y yo hemos platicado de los riesgos que eso conlleva, esa noche estaba en una crisis y fue cuando ambos lo descubrimos, estábamos asustados, yo quería correr al médico, ella no... y ..." Snape tragó saliva "La verdad es que no sé manejar eso, parece idiota después de todo lo que he visto en mi vida, lo que he hecho, lo que he sentido, pero no puedo soportar la idea de que le pase algo a Marianne, o a ti... y esa noche precisamente ambas estaban mal y yo ..bueno, yo" comenzó a balbucear , sus ojos querían humedecerse, pero el no lo permitía, su pequeña lo necesitaba fuerte y no la iba a defraudar.

Se hizo un silencio rotundo y estremecedor.. que propició un fenómeno extraño para cualquiera, incluido Snape, pero perfectamente claro para Sarah o cualquiera de su familia. Mientras una extraña sensación de paz invadía paulatinamente a Snape, el cuerpo de Sarah se estremecía con un miedo terrible, al principio ella intentó controlarlo, pero al cabo de unos minutos rompió en profuso y desesperado llanto mientras su cuerpo temblaba e incluso entraba en cierto estado febril, propio de una crisis de histeria

Al ver a su hija tan fuera de sí , Snape trató de calmarla

"Sarah? ¿Estás bien? Hija ."

Pero Sarah no podía ni hablar, su cuerpo buscaba colocarse en posición fetal y finalmente se derrumbó en sus brazos, aun temblando y sollozando , pero la misma desesperación le cortaba el aire, sus labios se estaban tiñendo de púrpura. No, Severus Snape no estaba dispuesto a quedarse ahí viendo a su bebé asfixiarse lentamente. Sacó Su varita, con profundo dolor la apuntó hacia su hija y gritó

"desmaius!" grito seguido de un "Protego" al ver que el estado de crisis de Sarah equivalía a un trance muy potente , capaz de repeler el ataque,

Si algo puede decirse de Severus Snape es que sabe como reaccionar en el momento preciso, cualidad que le salvó la vida muchas , muchas veces. Tomó a la jovencita entre sus brazos y los apareció en su casa, por alguna razón Hogwarts no parecía ser el lugar indicado. Una vez ahí la depositó en su cama y bajó corriendo al estudio de donde extrajo un libro. Dicho libro tenía un hueco, en cuyo espacio guardaba un graso azul cristalino muy hermoso, Regresó con Sarah y le dio tres gotas del contenido de aquel frasco, un líquido aperlado de consistencia un poco espesa.

Sarah reaccionó inmediatamente, su cuerpo se relajo y ella pudo respirar sin dificultad. Su padre inmediatamente jaló una cobija y la arropó. Por un instante sus miradas se cruzaron.

Las cosas capaces de cambiar al mundo en un instante son siempre muy pequeñas, el poder de una semilla para transformarse en un gran árbol, por ejemplo. En ese cruce de miradas Severus Snape se enfrentó a algo para lo que no estaba preparado: Los ojos negros como la obsidiana que eran tan similares a los suyos ahora lo eran mas, al no corresponder a una niña sino a una mujer joven, la mirada de Sarah era ahora la misma de su madre cuando él la conoció. Ya no era su pequeña, su compañera de travesuras, aquella bebita capaz de derretirlo al quedarse dormida en sus brazos, ese pequeño ser que estrechó contra sí inmediatamente después de verle abandonar el vientre materno. Esa bebé se había ido, y a él le quedaban sólo dos opciones: Sufrir por su partida o decirle adiós y aprovechar eso para conocer y hacerse amigo de la mujer que tenía ante él. Inteligente como es, optó por la segunda .

"¿Pasa algo, papi?" Sarah lo miró con extrañeza... el rostro de su padre reflejaba cierto dolor, y aunque ella había estado dolida con él, ya lo había olvidado y quería que él estuviera bien

Papi... no todo estaba perdido. Con un suspiro de alivio Snape estrechó a Sarah contra sí y le dijo mientras acariciaba su cabellera

"Ahora está bien, hija, lamento mucho lo que ocurrió esa noche, y lo que ocurrió ésta, pero te agradezco infinitamente lo que hiciste por mi"

"Si, era lo menos que podía hacer por ti, lástima que salió mal... supongo que no sirvo para eso, nunca podré hacerlo como lo hacen mami o Tul"

Otra cualidad de Severus Snape es saber aprovechar –para bien o para mal- una oportunidad cuando ésta se presenta.

"Nada de eso, es una cuestión de capacidades... en realidad tengo una teoría de lo que pasó "

Sarah levantó una ceja

"Ajá , tienes una teoría, y cual es?"

"¿Qué te parece si la discutimos con una canasta prohibida en donde tu sabes con tu unicornio?"

Canasta prohibida refiere a una cesta de picnic con toda clase de dulces y manjares que a ambos fascinan, lugar secreto es la copa de cierto árbol cercano a su casa, y el unicornio siempre los acompañaba porque para proteger la inocencia no hay nada mejor

Sarah bajó a hacer la canasta y su padre se quedó recordando el amor con que ambos prepararon el cuarto para Sarah, toda vez que nació sana y bien, por un instante le pareció ver a la recién nacida en su cuna placidamente dormida, fue cuando la voz que le llamaba lo hizo ver a la joven y hermosa mujer en que se había convertido, sonrió con amargura agradeciendo lo mismo que todos: que no hubiera heredado su nariz

Abrazados , Snape volvió a disculparse

"Lamento no haber estado para ti, y lamento que hayas tenido que sufrir el ataque de Malfoy , y lamento lo que pasó en el sauce y.." se dio cuenta de golpe de todo lo que le había fallado a su hija y se sintió peor, que merecía perder a su hija, algo tan puro que no merecía la forma en que la trató

Pero cuando Sarah habló, lo hizo con madurez

"No voy a negar que me dolió mucho, fue muy duro enfrentar la realidad: que mis padres son seres humanos capaces de sentir y.." Lágrimas rodaban por su rostro "bueno, que antes de ser mis padres fueron humanos, y fueron pareja... pero descuida, también entiendo tu miedo, yo misma lo siento, no quiero perder a mi mamá...mami, " Lo abrazó con fuerza

Severus tragó saliva "aun así, ser tu padre es un privilegio, y yo no debería olvidarlo"

Sarah suspiró "Aun te adoro, si te sirve de algo, y aun eres mi mejor amigo"

Los ojos del duro y amargado profesor de pociones se humedecieron ligeramente. Se hizo un momento de silencio. Finalmente Snape habló

"Bueno, estoy aquí, si aun te puedo ayudar con lo que sea que me querías decir esa noche"

"En realidad fue algo de esa noche, estaba muy tensa, como si alguien , no sé, ya no importa, mejor dime tu teoría"

"Bueno, los seres como tu tienen un punto débil, una emoción que los rebasa, tu mamá no maneja muy bien su propia tristeza, y tu tio..bueno, el no puede estar enojado mucho tiempo, o destruye todo a su alcance... Lo siento, señoritas, tienen que vivir con ello"

"Dijiste señoritas incluyendo a Tul? A Mami no le haría gracia... tienes suerte, no le diré "

EL maestro de pociones esbozó una leve sonrisa. "cambiemos de tema"

Sarah cerró los ojos , lo que los llevó al tema que ambos temían "¿Por qué te atacó Draco?"

Sarah se puso pálida "Fue... fue mi culpa, no debí aceptar su invitación a salir en Hogsmeade"

Un rubor tiñó las mejillas de Snape mientras la vena de su sien palpitaba "¿Qué quieres decir con eso?"

"Fui a tomar un helado con el al dia siguiente, eso es todo, ahí el me habló de cómo funciona el matrimonio de sus padres, y me dí cuenta de que no es lo que quiero, o no lo cité en el sauce, el sólo llego y...bueno, tu lo viste"

"Insolente.. cree que por ser un Malfoy puede.." LA marca tenebrosa le escocía en el brazo y por eso se contuvo.. "ya pagará "

"No quiero que te metas en problemas, así que no harás nada, piensa que mami tiene que estar lo mas tranquila posible"

"Tienes razón" respondió su padre, pero no se quedaría callado, Malfoy pagaría , y el tenía un as bajo la manga... por ahora decidió simplemente disfrutar de su nueva amiga, una mujer tan espectacular como su madre