Hola a todos. Bueno, pues aquí va otro cap, a ver si les gusta. He estado actualizando diario! Lo malo es que se va a acabar pronto así… en fin… ¡Ale! Lo siento, pero tenía que decir eso de que era el reflejo de tu vida, jeje…. Bueno, ojalá les guste…

PD: Gracias por los reviews.

Capítulo 3

"Por qué aceptó Hermione acompañar a Neville para decirme eso…", pensaba Draco sin poder dormir.

"Ni siquiera dijo nada… ¡un momento! No puede ser… ¿Será que ha cambiado de opinión sobre mi?" se sentó sobre la cama repentinamente ilusionado.

"En ese caso…debo de ser perseverante…" con estas ideas, finalmente cayó dormido.

Una vez más tenía la oreja pegada a la puerta. Escuchó a Hermione cuando salía y abrió su puerta.

- ¡Vaya! Hola Hermione…- saludó alegremente.

- Hola Draco…- saludó también Hermione. Draco se quedó sorprendido. Nunca antes lo había saludado tan cordialmente. Ilusionado, se perdió en sus propios pensamientos.

Cuando se dio cuenta, Hermione ya se dirigía por el pasillo. Reprimiéndose en silencio, la alcanzó rápidamente.

- ¿Te acompaño?- preguntó un poco temeroso.

- Eh… si quieres…- la respuesta volvió a impactar a Draco, que se detuvo inconscientemente.

- ¿Sucede algo?- preguntó Hermione al ver que Draco se detenía.

- ¿Qué cosa?... ¡Ah, no, no es nada…- dijo alcanzándola rápidamente. Titubeó un poco, pero finalmente se decidió a no preguntarle la razón de ese cambio tan repentino de comportamiento. Probablemente se enfadaría…

- ¿Qué vas a hacer hoy por la tarde?- preguntó en tono casual.

- Eh… el club de duelo, por supuesto. Debo de ir a entrenar-

- Ah… es verdad. ¿Tu que eres? Me refiero a si eres defensa o ataque…- preguntó Draco.

- Ambas… pero creo que ataque se me da mejor…-

- ¿Ambas?- preguntó Draco sorprendido.

- Si… ¿que tiene de malo?- dijo Hermione un poco tímida.

- Ah… no nada…- definitivamente Hermione no dejaba de sorprenderlo. Era obvio que era la mejor en el club de duelo, admirada por todos. No era de extrañarse que manejara diestramente ambas disciplinas…

Habían llegado a la sala de prefectos. Algunos ya se levantaban de la mesa. Harry apenas comenzaba.

- Vaya… un notable cambio de actitud…- murmuró Harry cuando Draco se sentó junto a él. Hermione, por su parte se sentó frente a ellos.

- ¿De verdad?- preguntó Draco en un murmullo.

- Vas bien…- le susurró Harry, levantando el pulgar en señal de aprobación.

"Probablemente sea una buena opción entrar al club de duelo después de todo…" pensó Draco cuando caminaba hacia la clase, unos minutos más tarde.

"Así estaré mas tiempo cerca de ella…"

Se decidió a ir a presenciar los entrenamientos. En el camino, se encontró con Ginny. Ella lo saludó tímidamente.

- Ho… hola Draco…-

- Eh… hola, ¿vas para los entrenamientos?-

- ¿Entrenamientos? Ah… ¿el club de duelo? No… ya no estoy en ese club…-

- ¿Qué? Pero si ayer tú…- preguntó Draco confundido.

- Si… ayer estuve como invitada…- dijo Ginny bajando la mirada. - Por cierto, estuviste muy bien…- añadió sonrojándose.

- Muchas gracias…- dijo distraído. Acababa de ver a Hermione a lo lejos, sin duda en dirección del entrenamiento.

- Me preguntaba si…- comenzó a decir Ginny, pero Draco ya no la oía.

- Disculpa Ginny, tengo que irme…- dijo despidiéndose y avanzando con la vista fija en Hermione.

- Me preguntaba si querías ir a Hogsmeade el sábado…- terminó de decir para si misma Ginny en un murmullo. Al seguir a Draco con la vista, descubrió que éste corría para alcanzar a Hermione, y finalmente los perdió de vista cuando dieron vuelta en una esquina.

- Entonces…- preguntó Neville cuando Draco fue hacia él, en compañía de Hermione.

- Entraré…- respondió firmemente Draco. Hermione lo miró asombrada al igual que Neville. Por unos momentos nadie dijo nada. Finalmente, Hermione explotó y lo encaró enojada.

- ¿Cómo puedes tomar una decisión tan irresponsablemente? Estar en el club de duelo implica muchos sacrificios. No es una decisión sencilla. Todos los que estamos dentro hacemos cada día un esfuerzo para superarnos y mejorar nuestras habilidades…- terminó sin respiración.

Draco y Neville la miraban sorprendidos.

- Este… lo que dice Hermione es verdad… pero si estas dispuesto a cumplir con ello… creo que no habrá problemas…-

- Eh… si… creo que si puedo…-

- ¿Crees? Que… que… ¡que insensatez!- gritó Hermione. Se dio la vuelta y se alejó de ellos.

- Vaya…-

- No hay problema Draco… realmente no será un problema para ti. Después de los resultados de ayer…- dijo Neville, estrechándole la mano en señal de recibimiento.

"Eso espero...", pensó Draco afligido al ver a Hermione atacar a alguien de los de defensa con gran furia.

- Empecemos inmediatamente- Neville lo guió a través de los miembros del club y lo asignó a alguien que inmediatamente comenzó a atacarlo.

Media hora más tarde, Draco apenas podía tenerse en pie.

- ¡Vamos Draco! Sigue doble ronda de ataques…- le dijo Neville alentándolo.

- ¿Qué? ¿A que hora se termina esto?-

- No tenemos una hora fija… y apenas estamos empezando…-

La mayoría de las personas habían abandonado la sala de entrenamiento.

"¿Por qué todos parecen tan frescos y descansados?" pensó mirando a los estudiantes que salían riendo y comentando los nuevos avances.

Draco estaba tirado en el piso, y apenas podía moverse. Hermione seguía entrenando por su propia cuenta.

"Es… increíble…" pensó cuando la descubrió, mirando su expresión de concentración cuando ella hacía algún hechizo.

"La mejor… incluso tiene su propio entrenamiento personal después del general…" pensó desalentado al pensar en su propia situación y en su deplorable estado. ¿Cómo podían resistir tanto?

Se incorporó con esfuerzo. Le dolían las costillas, ¿o era el estómago? Se dio cuenta de que le dolía todo el cuerpo. Hermione seguía entrenando. ¿La esperaría? Trató de pensar con claridad. Lo más probable era que a ella no le importara lo que hiciera. Avanzó hacia la puerta penosamente.

- ¿A dónde vas?- la voz de Hermione lo detuvo justo en el marco de la puerta.

Draco volteó extrañado. ¿Después de todo si le importaba a Hermione lo que él hiciera?

- Eh… este… a dormir…-

- ¿A dormir? ¡Ni siquiera haz hecho estiramientos!- dijo Hermione risueña. Draco la miró confundido. Definitivamente no la entendía.

- ¿Estiramientos?-

- Si, ven aquí…- Draco dudó. ¿Eso había sido una orden? Sin embargo, caminó hacia ella.

- Siéntate- le dijo Hermione mientras ella misma se sentaba también.

Preguntándose que iría a hacer, Draco la obedeció. Finalmente quedaron sentados frente a frente, con las piernas estiradas y los pies apoyándose en los del otro.

- Dame tus manos- dijo Hermione.

- ¿Qué?-

- Que me des tus manos-

Draco estiró los brazos y Hermione agarró sus manos. Por unos momentos, Draco sintió la suavidad de la piel de ella. Sin embargo…

- ¡Ah!- gritó de dolor cuando ella lo jaló repentinamente con fuerza hacia ella, haciendo que él se inclinara hacia adelante sobre sus propias piernas. Al hacerlo, no pudo evitar ver una cabellera roja que se había asomado por la puerta fugazmente.

Draco ya no estaba tan seguro de la amabilidad de Hermione cuando se ofreció a ayudarle a estirarse. Ahora le dolía más el cuerpo y no podía conciliar el sueño.

Intentó contar ovejas para dormir, pero sus pensamientos irremediablemente terminaron en Hermione nuevamente y en esos repentinos cambios de actitud que lo volvían loco.

Sin darse cuenta, se quedó dormido.

Al despertar la mañana siguiente e intentar levantarse, no pudo evitar gritar de dolor cuando su cuerpo se negó a responder.

"Rayos…" Caminó con dificultad. Su reloj le indicó que era temprano aún. Tendría tiempo de vestirse con calma.

Salió de su habitación flexionando exageradamente las piernas y los brazos para que dejaran de dolerle.

Una risa lo hizo voltear. Hermione lo miraba divertida unos cuantos pasos más allá.

"¿Tenía que estar presente en estos momentos?", pensó con vergüenza.

- Buenos días…- saludó Draco.

- Buenos días… ¿fuiste tú el que gritó hace rato?- preguntó Hermione riéndose.

- Eh… - Draco dudó.

- Eso responde mi pregunta- contestó Hermione sonriente. – Descuida… ya te acostumbrarás…-

"Ella entrenó más que yo y no se nota cansada…", no pudo evitar pensar Draco, mientras avanzaba hacia ella.

Hermione soltó una nueva carcajada. Draco se dio cuenta de que parecía pato caminando con las piernas rígidas, e intentó flexionarlas con naturalidad. "Lo más vergonzoso tiene que ocurrir frente a ella…" pensó sarcástico.

- Definitivamente haz avanzado…- le dijo Harry a Draco cuando Hermione terminó su desayuno y salió.

- Me pregunto si eso es bueno…- dijo recordando la sesión dolorosa de estiramiento.

- Unos cuantos días más, y serán novios- dijo Harry riendo cuando Draco enrojeció súbitamente. - Deberías de invitarla a Hogsmeade el sábado…-

- ¿Qué cosa? ¿Invitarla? Yo… no creo… quiero decir…- dijo Draco confundido al analizar rápidamente todas las posibilidades. Las probabilidades de que ella aceptara eran ínfimas.

- Ella aceptará… debes intentarlo, ¿no te gustaría verla con alguien más, o si?- Harry estaba recurriendo a los celos para convencerlo.

- Tienes razón… ¡no! Un momento… lo más seguro es que me diga que no…-

- Bueno, pero haz el intento…- dijo Harry saliendo de la habitación y dejando a Draco debatiendo mentalmente.