Bueno pues, un cap más, a ver que les parece. Espero que les guste. Gracias por los reviews

Capítulo 4

"Solo tienes que pedírselo, no pierdes nada con intentarlo… no puede detestarte más de lo que ya lo hace…" pensaba Draco dándose valor mientras pegaba la oreja a la puerta. Un ruido le indicó que Hermione salía de su habitación, y por un momento sintió vergüenza de estar esperándola. Sin embargo, poco a poco se había ido acostumbrado.

- Hola Draco- saludó Hermione.

- Hola Hermione…- contestó Draco sintiendo que las fuerzas le abandonaban. Caminó hacia Hermione lentamente, aún le dolía e cuerpo, pero ya no caminaba como pato.

"Solo dilo…"

- Eh… parece que será un buen día¿no?- comenzó tratando de hacer conversación.

- ¿Qué tiene de bueno?- preguntó Hermione muy seria.

Draco retrocedió asustado ante la dura respuesta de Hermione. Las esperanzas terminaron por abandonarle.

- ¿No le haz dicho?- preguntó Harry incrédulo. Solo faltaba un día para la salida a Hogsmeade.

- ¡No hables tan fuerte!- murmuró Draco alarmado. Hermione los volteó a ver con gesto de duda.

- ¿Qué traman ustedes dos?- preguntó curiosa.

- ¿Qué? Ah… no es nada, es solo que Draco queríahhhh!…- Harry fue interrumpido por un fuerte puntapié que Draco le propinó por debajo de la mesa. Hermione los miró con desaprobación, antes de levantarse y salir.

"Rayos… la mejor oportunidad fue en la mañana…" se lamentaba Draco de su cobardía caminando hacia el gran comedor.

Se sentó deprimido y se sirvió cualquier cosa. No tenía apetito, y sabía que si comía mucho tendría problemas en el entrenamiento.

Miró distraídamente a Ginny que entraba al gran comedor. Unos instantes después entró Hermione. Harry ya estaba sentado, y Hermione se dirigió a él.

Abstraído en sus pensamientos, no notó la presencia de Ginny hasta que ésta le habló.

- Ho… ¡hola Draco!- saludó tímidamente. Draco se sobresaltó un poco.

- Hola Ginny- dijo desviando la mirada de Hermione.

Por su parte, Harry y Hermione hablaban animadamente…

- Vaya… creo que Ginny y Draco…- dijo Harry de pronto fijando la vista en la mesa de Slytherin. Hermione volteó al escuchar el nombre de Draco.

- ¿Qué?- dijo sin poder disimular sorpresa.

- Puede ser que estén planeando salir el sábado juntos a Hogsmeade…- dijo Harry a propósito, esperando la respuesta de Hermione, que se revolvió incómoda en su asiento.

La reacción de Hermione resolvió todas sus dudas.

- ¿Esos son celos¿Acaso te gusta Draco?- dijo Harry sonriendo burlonamente.

- ¿Qué cosa? Ce… ¿celos? No entiendo de qué hablas-

- Si claro…-

- ¡No me interesa lo que Draco y Ginny planean!- estalló Hermione, levantándose y saliendo furiosamente del comedor. Harry negó con la cabeza en señal de desaprobación. Miró a Ginny y Draco de nuevo. Decidió intervenir.

Por su parte, Draco no comprendía por qué Ginny estaba tan nerviosa.

- Eh… yo… me preguntaba…- dijo con voz temblorosa.

En esos momentos, Hermione salía rápidamente del comedor, llamando la atención de Draco, que la siguió con la mirada hasta que desapareció. "Ahí va otra oportunidad" pensó con amargura.

- …me preguntaba si tu… este… ¿que vas a hacer mañana?- dijo Ginny completamente roja.

- ¿Qué cosa?- preguntó Draco distraído sin comprender mucho.

- Es que… bueno, yo… quería ver si tu…-

- ¡Hola¿Como están?- preguntó Harry llegando a la mesa de Slytherin justo a tiempo.

- Hola Harry…- saludó Draco volviendo su vista al plato.

- ¡Ginny¿Qué vas a hacer mañana?- preguntó Harry intencionalmente.

- ¿Eh? Yo iba… iba a preguntarle… quería ver si…- respondió Ginny luchando por ocultar sus nervios. A Draco le recorrió un escalofrío cuando se dio cuenta de las intenciones de Ginny.

- ¿Te gustaría venir conmigo mañana?- dijo Harry rápidamente sin dejarla terminar de hablar.

- ¿Qué? Pero yo…-

- Vamos Ginny…- dijo Harry tomándola del brazo y guiándola fuera de ahí, al momento que le guiñaba un ojo a Draco,

Draco le agradeció en silencio a Harry y se levantó para ir en busca de Hermione.

"Tengo que pedirle… solo tengo que decirle…" pensaba Draco mientras subía las escaleras.

- Buenas tardes… ¿le gustaría comprar una suscripción al Profeta?- escuchó que alguien le llamaba.

- ¿Qué rayos?-

- Si compra una suscripción, se lleva dos boletos gratis para la exposición que habrá mañana en Hogsmeade- le dijo tentadoramente.

- Definitivamente no…- dijo Draco rodeándolo para continuar su trayecto.

- ¿No? Será una exposición muy interesante. Es mas bien una feria. Con dos boletos puede invitar a su novia…-

- No tengo novia…- dijo de malhumor.

- Bueno, entonces invite a la persona que le guste, y así probablemente tendrá una oportunidad…-

- ¿Cuánto es?- preguntó Draco interesado repentinamente. Podía invitar a Hermione a la feria esa… era buena idea.

- Son 5 galeones…-

- Eso es un robo…-

- Tómelo o déjelo…-

- Te doy 3 galeones…-

- Estos son los últimos boletos… si no los quiere…-

- Esta bien… dámelo…-

Unos minutos más tarde, Draco entraba a su habitación. "Ahora recibiré el profeta cada mañana…", pensó, mientras ponía los boletos sobre su mesita de noche.

- Tomaré un buen baño y luego iré a invitar a Hermione- dijo planeando en voz alta. "Puf… realmente hace calor aquí…", se dirigió a abrir la ventana antes de bañarse.

El agua fría lo refrescó física y mentalmente. Ahora sentía que tenía más posibilidades con Hermione que antes. Después de todo, últimamente se llevaba mejor con ella.

Salió del baño tarareando una canción. Dejó la toalla sobre una silla, y cuando sus ojos se posaron sobre la mesita de noche, no pudo evitar soltar un grito. Los boletos habían desaparecido.

- "¿Cómo es posible?"…- Los dejé exactamente aquí…- dijo desesperado buscándolos por si habían caído accidentalmente. Entonces su vista se posó sobre la ventana abierta, al mismo tiempo que una ráfaga de aire arrebataba un póster que tenía pegado en la pared.

- Los… boletos…- pensó con amargura, corriendo y asomándose por la ventana. Sin duda el viento se los había llevado. Qué irresponsabilidad de su parte abrir la ventana… Alcanzó a divisar el póster, que se perdía volando a lo lejos. Ni rastro de los boletos.

Con las esperanzas perdidas, salió de su habitación para caminar un rato. Apenas se dio cuenta cuando pasó por la puerta de Hermione. Todavía podía invitarla… pero no sería lo mismo sin ir a la feria…

- ¿Sucede algo malo?- preguntó una voz. Draco alzó la mirada.

- Hermione… ¿Qué?... quiero decir… no, todo esta bien…- dijo sorprendido al encontrarse frente a frente con Granger.

- Entonces quítate del camino…-

Draco se hizo a un lado para dejarla pasar. Sin embargo, al pasar no pudo evitar ver que ella llevaba dos papeles en la mano.

- Eso me recuerda…- dijo de pronto Hermione volteando. – Un estudiante que vendía suscripciones para el profeta me regaló estos dos boletos para mañana…- dijo Hermione alzando los boletos.

- ¿Qué cosa¿Te los regaló?- preguntó Draco olvidando de pronto su situación. "Fui estafado…5 galeones… rayos…"

- Si, me los regaló para una exposición que habrá mañana en Hogsmeade- dijo Hermione alegremente.

- Ah… eh… que bien…-

- Si… me pregunto con quien podré ir…- dijo Hermione pensativa.

- Si quieres, puedo ir contigo…- dijo Draco, sin percatarse de lo que decía.

- ¿Qué cosa?-

- Eh… disculpa, no quise…-

- Esta bien… si quieres ir a la feria te comprendo…- dijo Hermione mirándolo como si fuera un niño pequeño a quien le han cumplido un capricho. Draco no pudo evitar sentir furia. – Te espero mañana a las 8… no se te ocurra levantarte tarde…- dijo Hermione, antes de llegar a su habitación y cerrar la puerta.

Por unos momentos, Draco no supo que pensar. Todo había pasado tan rápido. Entonces cayó en la cuenta de acababa de arreglar una "cita" con Hermione. Probablemente, no habría podido salir mejor.

Se despertó temprano a la mañana siguiente. Estuvo unos momentos más en la cama, hasta que recordó que Hermione lo esperaría a las 8. Miró su reloj angustiado. Faltaban 10 minutos. Había dormido de más.

Se levantó rápidamente y se vistió con lo primero que encontró. Cuando salió de su habitación, Hermione ya lo esperaba frente a la suya.

- Disculpa Hermione… yo… ¿que ocurre?- preguntó al ver la cara sin expresión de Hermione.

- Hoy será un mal día…- dijo de pronto.

Las esperanzas de Draco de pasar un buen día junto a ella se desvanecieron. ¿Acaso le disgustaba tanto?

- Está lloviendo…- dijo Hermione, haciendo que Draco volviera a la vida.

- Ah… solo es eso…- dijo con alivio.

- ¿Solo? La exposición más interesante es al aire libre…-

- Bueno, pero debe haber cosas interesantes bajo techo también…- dijo Draco optimista.

- ¿Qué cosas de aquí son interesantes?- Habían llegado a Hogsmeade ya, y caminaban lentamente mientras veían la exposición techada, que incluía algunos juegos muggles.

- Bueno, he escuchado que lo muggles se divierten mucho con este tipo de cosas…- dijo Draco, señalando un juego de tiro al blanco.

- Si, he escuchado de este juego…- dijo Hermione de mal humor.

- Podemos intentarlo si quieres…-

- Esta bien, pero solo una vez… luego me voy de aquí…- dijo Hermione fastidiada. No había parado de llover aún.

- ¿Como se juega esto?- preguntó Draco al que atendía.

- Si le das al blanco te llevas cualquiera de estos premios…- dijo con entusiasmo el dependiente.

- ¿Solo tengo que darle a eso?- preguntó Hermione aburrida.

- Si… pero no es válido usar magia…- dijo el que atendía al ver que Hermione sacaba su varita.

- ¿Entonces cómo?-

- Es un juego de destreza amigo… tendrá que confiar en sus habilidades naturales…- dijo sonriente, entregándole un juego de dardos.

- Mmm… ¿qué tan difícil puede ser atinarle a eso?- preguntó Hermione tomando un dardo.

El primer lanzamiento pasó a unos 2 metros del blanco. Y así sucesivamente los dardos pasaron lejos del blanco.

- ¿Cómo es posible?- preguntó Hermione sorprendida de su mala puntería.

- Eh… ¿ya te vas?- preguntó Draco recordando que Hermione había dicho que se iría después del primer juego.

- ¿Irme? Por supuesto que no… déme más dardos por favor…- pidió al que atendía. – Bien, ahora vas tu Draco, veamos qué tan bueno eres…-

- ¿Qué¿Porqué yo?-

- Vamos, solo inténtalo…- dijo Hermione sonriente. Draco no pudo negarse y tomó los dardos.

Cuando finalmente terminaron de recorrer todas las atracciones techadas ya era de noche. No habían ganado en ninguna, pero sin duda se había divertido.

- Mira… ha parado de llover…- dijo Draco cuando salieron al aire libre.

- Es verdad…- contestó Hermione mirando el cielo plagado de estrellas.

- Ahora… como espectáculo final…- una voz se escuchó a lo lejos.

- Vayamos para allá…- sugirió Draco.

Unos momentos después, cientos de fuegos artificiales estallaban en miles de colores bajo el cielo despejado.

- Es tan hermoso…- dijo Hermione emocionada, mirando la infinidad de colores que bailaban en el cielo.

- Si…-

Ambos estuvieron en silencio mirando nuevos fuegos que explotaban.

- Hermione… yo…- la voz temblorosa de Draco cortó el silencio.

- ¿Qué ocurre Draco?- preguntó Hermione mirando a Draco.

- Hermione… me gustas mucho…siempre me has gustado…- dijo Draco sin poder contenerse más. Bajó la mirada esperando la respuesta de Hermione. Un silencio cayó sobre ellos, solo roto por uno que otro estallido en el cielo.

- Yo… lo siento… lo siento Draco…- dijo Hermione de pronto. El corazón de Draco omitió un latido. Repentinamente tomó conciencia de lo que estaba haciendo, y se dio cuenta de que era una locura.

- Yo… no quise decir eso Hermione, lo siento… olvida que lo dije…- dijo Draco sonriente, intentando deshacer el daño.

- Lo siento Draco…- dijo Hermione nuevamente. Se veía tan triste, que Draco realmente se arrepintió de lo que había dicho.

- Regresemos Hermione…-

- No… no quiero que me acompañes de regreso…- dijo Hermione desviando la mirada.

- ¿Por qué? Hermione… yo…-

- No hables… solo vete… déjame sola…- dijo Hermione cabizbaja. Sin lograr entenderla, Draco no pudo tuvo más remedio que hacer lo que le decía.

- ¿Qué tal te fue?- lo recibió la voz de Harry cuando entró a su habitación. Draco se sorprendió un poco al encontrarlo dentro, pero no tenía ganas de discutir, solo quería desahogarse.

- Fuimos a Hogsmeade….- comenzó a decir Draco, tumbándose en su cama sin mirar a Harry. Éste último percibió inmediatamente que algo andaba mal.

- Ella dijo que sería un mal día… porque estaba lloviendo… cuando llegamos allá, ella dijo que se vendría después del primer juego…-

Harry lo miraba sorprendido. Nunca había visto a Draco así.

- …pero después dijo que quería quedarse… y jugamos hasta que se hizo de noche… entonces salimos, y…-

Harry comprendió lo que había pasado.

- ¿Qué tienen de interesante las ferias?... ¿qué rayos tienen de interesante los fuegos artificiales? Ella dijo que eran hermosos… solo son… estupideces…- El silencio cayó en la habitación. Harry se levantó. No tenía nada que hacer ni que decir. Conocía lo suficiente a Draco para darse cuenta de que sin duda alguna, Hermione lo había rechazado.

- Ya me voy Draco…- dijo, dirigiéndose a la puerta. – Por cierto, toma esto… te servirá más que a mí…-

El paquete de pañuelos de papel cayó sobre la cabeza de Draco, sin que éste reaccionara en lo más mínimo.

- Cerraré la puerta al salir…-

Draco se incorporó al escuchar la puerta cerrarse.

- No los necesito…- dijo viendo los pañuelos. Sin embargo, unas lágrimas silenciosas rodaron por sus mejillas.

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