Hola! bueno, pues un capítulo mas. Respecto a las explicaciones sobre "qué le pasó a Ron" y otras cosas, espero que se resuelva más adelante, jeje...

En fin, tambien el comportamiento de Hermione, que me han dicho en algunos rw's que parece que está un poco loca... bueno, pues hay algunas explicaciones (creo yo) que se dan más adelante (aparte del propio título del fic, que por algo se llama "Locura Irresistible" jeje)

bueno, gracias por los reviews, espero seguir recibiendo sus críticas, comentarios, o cualquier cosa que se les ocurra... pero bueno, espero que disfruten el cap...

Capítulo 5

Cuando Draco se levantó a la mañana siguiente, por unos momentos no recordaba por qué razón se sentía tan deprimido. Solamente cuando estuvo completamente despierto recordó lo que había pasado y comprendió las razones de su depresión.

Escuchó atentamente a través de la puerta, pero sin duda Hermione debía de haber bajado ya, pues a pesar de que estuvo un buen rato, no percibió el menor ruido.

- Voy a presentar mi renuncia al club de duelo…- dijo Draco a Harry durante el desayuno. Hermione dio una leve sacudida. Harry lo miró inquisidoramente.

- ¿Estas loco¡Eres de los mejores! No puedes salirte solo porque… porque… ¿Por qué te vas a salir?-

Draco no contestó. La razón por la que se quería salir era Hermione. Por ella había entrado, pero ahora que lo había rechazado, no veía la razón para seguir asistiendo. Sintió que Harry le daba unas palmaditas en la espalda.

- Vamos Draco, piénsalo mejor, no tomes una decisión tan precipitada – dijo Harry, mientras Hermione se levantaba y salía silenciosamente.

"Draco, la amas… no puedes huir solo porque te rechazó… eres un cobarde…" pensaba Draco mientras caminaba a su habitación. Las clases habían terminado y seguía el entrenamiento, pero no pensaba asistir. No se sentía preparado aún.

"Por lo menos intenta seguir siendo su amigo… ¿seguir siendo su amigo¿Alguna vez realmente lo fuiste?" Draco se sorprendió de sus propios pensamientos. Nunca hubiera creído que alguna vez fuera a encontrarse en esa situación que él había considerado como ridícula en otros tiempos.

- Bueno… pero no puedes negar que es muy cobarde de tu parte dejar de hablarle…- dijo alguien a sus espaldas.

- ¡Harry¿Qué haces aquí¿Cómo sabes…? Quiero decir… ¿qué quieres decir?- dijo un poco sorprendido de que Harry supiera lo que estaba pensando.

- No te sorprendas Draco… recuerda que el mismo Dumbledore me dio clases de Oclumancia y esas cosas…- dijo Harry satisfecho de sí mismo.

- Si… para desgracia del mundo…-

- Bueno¿entonces no piensas ir?-

- Este…-

- No puedes dejar que Hermione influya esta vez en tu decisión. Eres muy bueno en defensa, probablemente igual que… igual que Ron…- dijo Harry, lo último con una repentina nostalgia y cierta tristeza.

- ¿Qué cosa¿mejor que…?- preguntó Draco un poco confundido.

- Olvídalo…-

- Pero…-

- Nada de "peros"… tienes que venir. Dentro de poco habrá un torneo, y debes asistir. Te espero en 10 minutos- dijo Harry, y sin darle tiempo a contestar, se alejó rápidamente a grandes pasos dejando a Draco más confundido de lo que ya estaba.

A pesar de su confusión, a los diez minutos Draco ya estaba en el club de duelo. Unos cuantos estudiantes ya estaban practicando. Distinguió una llameante cabellera roja que se agitaba ágilmente entre los practicantes. No pudo evitar encontrarse de pronto con la mirada de Ginny, que pareció descontrolarse súbitamente, perdiendo la concentración y recibiendo un ataque de lleno. Sitió que un brazo lo tomaba y lo guiaba.

- ¿Hermione?- preguntó confundido al encontrarse con la mirada de Granger.

- Harry me dijo que te ayudara a entrenar…- dijo ella bajando la mirada.

- ¿Qué cosa¿Me ayudarás a…?-

- No hables… el entrenamiento ya comenzó…- dijo Hermione, y sin más palabras comenzó a arrojarle hechizos.

Media hora más tarde los hechizos cesaron y todos se tomaron un descanso. Draco aprovechó la oportunidad para hablar con Harry.

- ¿Qué rayos fue eso Harry?-

- ¿Qué dices¿De qué estas hablando?-

- Muy gracioso…-

- Esta bien… si le dije… creo que eso puede ayudarte un poco en tu… conquista…- contestó Harry guiñándole un ojo.

- Ella YA me rechazó…- dijo Draco enfatizando con una expresión de pocos amigos.

- Eso es lo que crees… hubieras visto cómo se moría de celos cuando vio que por tu culpa Ginny perdía la concentración…-

- ¿Que ella qué? Espera… ¿Ginny…?-

- Eres más lento de lo que creía…-

- Pero…-

- Nada de "peros"… el entrenamiento ya está empezando de nuevo…- dijo Harry empujándolo hacia Hermione, quien sin siquiera dirigirle una palabra, comenzó a lanzarle hechizos de nuevo.

- Ya estoy viejo para esto…- dijo Harry sentándose junto a Draco, que estaba tumbado en el suelo.

- ¿Draco¿Estas bien?- preguntó Harry al ver que éste no contestaba.

- Por desgracia sigo vivo…- contestó finalmente.

- Toma, bebe esto…- dijo Harry entregándole un vaso con un líquido de apariencia extraña.

- ¿Es veneno?- preguntó Draco esperanzado.

- Vamos Draco… que una mujer te rechace no significa que todas lo vayan a hacer… y tu mundo no se va a acabar por eso…-

- Eso dices porque no estás en mi situación…-

- No, pero tengo experiencia…-

- Aja, si claro… sobre todo experiencia...-

Hermione llegó en esos momentos. Draco intentó ignorarla y le dio un sorbo a su bebida.

- ¿A quién se le ocurrió darnos esta… cosa, debe estar loco… sabe a rayos…- dijo Draco a punto de escupir la poción.

- Yo soy la loca que hace la poción. Y no es una poción cualquiera… ayuda a relajar los músculos y a fortalecerlos…- dijo Hermione desafiante. Harry miró a Draco compasivo. Éste no hizo más que enrojecer de vergüenza.

"¿Por qué todo me sale mal¿Tenía que hacer un comentario sobre esa poción? Que suerte la mía…"

- ¡Es verdad¡Siento que mis músculos se relajan¡Eres una genio, bueno… después de todo eres Hermione…- dijo Draco intentando arreglar la situación.

- No seas mentiroso… la poción hace efecto hasta después de una hora…- dijo nuevamente Hermione.

"De nuevo arruinas las cosas Draco… en verdad eres un fracaso…" pensó desalentado sintiendo su autoestima bajar hasta sus pies. Harry le dio una palmaditas en la espalda en señal de comprensión.

- Bien Draco, espero que pienses en quedarte por lo menos hasta el torneo…- dijo Harry rápidamente cambiando de tema.

- Eh… si, lo pensaré…-

- …porque definitivamente tu estilo es el mismo de Ron…- añadió Harry vagamente. Hermione dio un brinco sobresaltada.

Draco caminaba hacia su habitación. No había esperado a Hermione, pues ella se había quedado a practicar un poco más. Sin embargo, sentía una gran necesidad de hablar con ella. Tenía que aclarar algunas cosas. Tenía que decirle que quería seguir siendo su amigo a pesar de lo que había pasado…

"La esperaré aquí afuera… hablaré con ella cuando llegue a su habitación…" pensó Draco valientemente.

Pasaron quince minutos y Hermione no llegaba. Veinte minutos, y de Hermione ni rastro. Repentinamente sintió la necesidad de orinar. "¿Por qué¿Acaso tiene que pasarme todo lo malo?" pensó desesperado. Sin embargo, se aguantó las ganas porque temía que Hermione llegara mientras el estaba en el baño.

Cuando pasó media hora, no pudo aguantar más y entró rápidamente a su habitación. Salió como una tromba… justo en el momento en que la puerta de Hermione se cerraba de golpe. "No puede ser cierto… todo el tiempo que estuve afuera y no llegó… tenía que esperar el momento en que no estaba…" pensó Draco en su desdicha.

"Bueno… entonces no tengo mas que llamar a su puerta y hablar con ella…" dijo acercándose valientemente a la habitación de Hermione.

Al levantar la mano para tocar la puerta se dio cuenta de que ésta pesaba por lo menos varias toneladas. "Vamos Draco… ¿qué tan difícil es llamar a una puerta?" pensó dándose ánimos.

Se intimidó un poco al escuchar el sonido que su puño acababa de hacer al golpear la puerta. "Seguramente estoy loco…no debería estar haciendo esto…"

Antes de que pudiera arrepentirse, la puerta se abrió y Hermione se asomó.

- ¿Quién…? Ah… eres tú… ¿qué quieres?- dijo sin mucho ánimo.

- Este… bueno… yo…- la mente de Draco estaba en blanco.

- ¿Qué ocurre?-

- Yo… solo quería hablar contigo unos momentos…- dijo Draco acordándose de su propósito.

- ¿Ah si¿De que quieres hablar?-

- Eh… bueno… solo quería decirte que quiero seguir siendo tu amigo… y pedirte que no cambies tu actitud hacia mi por… por lo que te dije de… de… de que tu me… me gustabas…- dijo enrojeciendo súbitamente. "Bueno… al menos ya lo dijiste…"

- ¡Ah! Eso… si…- Hermione había enrojecido también. – Claro… -

- Perfecto… bien… en ese caso… ya me voy…- dijo Draco, huyendo a su habitación antes de decir algo que arruinara la situación. Las dos puertas se cerraron al mismo tiempo.

La lluvia caía con fuerza, mecida suavemente por ocasionales ráfagas de viento. La luna se hallaba oculta tras espesos nubarrones negros que cubrían todo el cielo. Un relámpago rasgó la oscuridad y casi al mismo tiempo, un poderoso trueno quebró el monótono sonido de la lluvia. Draco se despertó sobresaltado. La ventana estaba abierta, y el agua se estaba metiendo. Se levantó rápidamente y corrió a cerrarla. Un trueno aún más fuerte que el primero resonó por todo el castillo, haciendo que las ventanas vibraran. Draco se acostó de nuevo en su cama, esperando poder conciliar el sueño. Entonces escuchó unos débiles toques en su puerta. Se sentó en la cama, no muy seguro de haberlos escuchado. Concentró su atención, agudizando el oído para ver si los escuchaba de nuevo, pero un trueno volvió a escucharse, atenuando todos los demás sonidos. Sin embargo, esta vez unos golpes más fuertes y… ¿desesperados? se escucharon en su puerta. Sin dudar que alguien tocaba a su puerta, corrió a abrirla.

- ¿Hermione¿Qué…?- dijo sorprendido sin saber que decir.

- ¿Puedo… puedo pasar?- preguntó tímidamente Hermione con la voz levemente temblorosa.

- ¿Eh? Si… por supuesto…- dijo Draco abriendo la puerta y cediéndole el paso.

- Es solo que… no puedo dormir…- dijo Hermione casi en un susurro, sentándose en el suelo de la habitación.

- Ah… si, esta bien…- dijo Draco sentándose junto a ella.

Por unos momentos nadie dijo nada, y Draco comenzaba a preguntarse si Hermione no estaría sonámbula.

En esos momentos, un trueno especialmente ensordecedor hizo estremecer la habitación. Con un chillido, Hermione se abrazó a Draco, que estaba aturdido por el trueno y por unos momentos no se dio cuenta de lo que pasaba.

- Her…Hermione…- dijo sorprendido al sentir el temblor del cuerpo de Hermione y darse cuenta de que ella lo estaba abrazando. Ella pareció darse cuenta también de lo que estaba pasando, y lo soltó rápidamente con un pequeño grito de sorpresa.

- Yo… no sé que me pasó…- dijo Hermione sonrojándose. Draco la miró confundido. Sin embargo, antes de que alguno de los dos hablara de nuevo, otro trueno los hizo saltar, y Hermione abrazó a Draco, más fuerte que la primera vez.

- Hermione… ¿acaso los truenos…?- dijo Draco incrédulo.

- No le tengo miedo a los truenos… es solo que… no me gustan…- contestó ella abrazando todavía a Draco.