Capítulo 6
Estuvieron un buen rato sin decir nada. Poco a poco la lluvia iba disminuyendo su intensidad, y pronto no se escuchó otra cosa que el ulular de alguna lechuza que salía a cazar después de la lluvia.
- ¿Hermione?- preguntó Draco nervioso. Ella aún no lo soltaba.
- ¿Hermione? Ya no llueve…- dijo de nuevo Draco suavemente.
Hermione levantó la cabeza ligeramente, escuchando a su alrededor. Al darse cuenta de que la lluvia había cesado soltó rápidamente a Draco.
- No… no malinterpretes la situación…- dijo Hermione, - Es solo que no quería estar sola…-
- Comprendo…- dijo Draco sin poder evitar sentir un poco de desilusión.
- Será mejor que me vaya…- dijo Hermione levantándose y caminando hacia la puerta.
- Eh… si… buenas noches, que descanses…- dijo Draco levantándose también.
- Igualmente...- contestó Hermione saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras de ella.
Draco se sentó en su cama. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué Hermione había ido a su habitación? ¿Hermione le temía a los truenos? Había dicho que simplemente no quería sentirse sola… no era otra cosa en especial. Pero… ¿Por qué había ido precisamente con él? Después de haberlo rechazado… podría haber ido con alguien más, con cualquier persona. ¿Sería porque le había dicho que quería que fueran amigos? Pero aún así… abrazarlo de esa forma… Rayos… odiaba no entender a las mujeres, en especial a ella. Después de un rato de estar pensando y dándole vueltas al asunto, finalmente terminó siendo vencido por el sueño.
Draco pegó la oreja a la puerta, en espera de escuchar cuando Hermione salía de su habitación. Después de cinco minutos se dio finalmente por vencido y supuso que ella ya había salido.
Maldiciendo su mala suerte, salió de su habitación y caminó. Sin embargo, al momento de pasar por la habitación de Hermione, no pudo evitar notar que la puerta estaba entreabierta. Se acercó lentamente y escuchó atentamente. Al no percibir movimiento dentro de la habitación, tocó suavemente la puerta.
- ¿Hermione? ¿Estas bien?- Era raro que Hermione dejara la puerta abierta o se olvidara de cerrarla. Al no recibir respuesta, empujó la puerta y ésta se abrió suavemente con un crujido. Temiendo que Hermione estuviera enferma o algo así, Draco entró a la habitación, sorprendiéndose de encontrarse en la habitación de una mujer.
- ¿Hermione?- llamó nuevamente. Sin embargo, no hubo respuesta. Definitivamente Hermione no estaba en la habitación. Instantáneamente se encontró admirando el increíble orden que reinaba y la pulcritud de los muebles y adornos.
Sabiendo que si Hermione se enteraba de que él había estado en su habitación probablemente lo asesinaría a hechizos, optó por salirse de la habitación y cerrarla. Sin embargo, justo antes de salir, notó un portarretratos que se encontraba sobre la mesita de noche junto a la cama de Hermione. ¿Hermione tenía una foto junto a su cama? ¿No podía ser… de ella y algún… algún tipo…? No… no podía ser. Esa foto era de sus padres, estaba seguro. Sin embargo, no alcanzaba a verla bien por la luz que reflejaba. "No debería estar aquí…" pensó Draco, luchando contra la creciente curiosidad que lo empujaba hacia la foto. Poniendo en acción toda su fuerza de voluntad, fue retrocediendo hasta la puerta y finalmente salió de la habitación.
Ahora solo tenía que cerrar la puerta. Hermione sin duda la había dejado abierta por error. Pensando todavía en la foto, Draco tomó la manija de la puerta para cerrarla. A través del pequeño resquicio que quedaba abierto, pudo observar la foto de nuevo. Sin embargo, el reflejo nuevamente le impidió verla bien. "No Draco… no es lo apropiado… aunque solo sea una mirada… solo una… no va a pasar nada si solo entras y la ves… ¿o si?" No pudiendo contener más su curiosidad, finalmente entró de nuevo a la habitación. Se dirigió rápidamente hacia la foto conteniendo la respiración.
El alma se le fue a los pies. La foto era de Hermione y de… y de… ¿era Ronald Weasley? Reconoció la figura alta y delgada, el cabello rojo encendido y, a pesar del tamaño de la foto, las pecas de Ron.
Ronald Weasley, el mejor amigo de Harry y de Hermione. Sin embargo, la foto reflejaba más que amistad entre Weasley y Granger. No era solo una foto de amigos, porque si lo fuera, Harry estaría entre ellos. No… la foto era solo de dos personas, que lo saludaban sonrientes reflejando el amor mutuo que se profesaban.
No pudo resistir seguir viéndola y abandonó la habitación de Hermione, sin siquiera recordar cerrarla. No podía ser. ¿Hermione y Ron…? Pero… ahora que lo pensaba, no recordaba haber visto a Ron últimamente. Probablemente se había ido al extranjero o algo así. Y lo más probable es que ella siguiera enamorada de… de Ron. Esa era la razón por la cuál Hermione no le hacía caso. Ella estaba esperando a que Ron regresara…
Sin darse cuenta por dónde iba, llegó a una esquina donde escuchó unas voces conocidas.
- Tengo que ir a verlo… tengo que ver a Ron antes del torneo. Por eso he venido a pedir permiso para faltar hoy al entrenamiento…- Hermione hablaba con un tono ¿nostálgico?
- Si, supuse que querrías hacer eso… por supuesto que puedes ir. No olvides darle mis saludos, y los de todo Gryffindor… y dile que no debió abandonarnos ni dejar Hogwarts antes de salir…- dijo Neville.
Draco no quiso escuchar más y se alejó rápidamente de ahí. Eso confirmaba sus sospechas. "Tengo que ir a verlo… tengo que ver a Ron antes del torneo" esas palabras sonaban una y otra vez en su mente. Ese día no pudo asistir a clases. Al llegar la hora del entrenamiento, iba deseando que el tiempo se detuviera para que Hermione no fuera a ver a Ron.
- Hola Draco… ¿estas bien?- una voz conocida lo sacó de sus pensamientos, y se dio cuenta de que había estado caminando sin rumbo.
- ¿Eh? ¡Ah! Hola, si, estoy bien…- contestó al reconocer la cabellera roja de Ginny, intentando sonar alegre.
- No parece…- dijo Ginny tímidamente.
- Ginny… ¿Dónde está Ron?- preguntó Draco sin saber bien la razón de por qué lo que estaba haciendo.
- ¿Qué… qué quieres decir Draco?- dijo Ginny insegura.
- Tengo que ir a verlo… Hermione va a ir a verlo… quiero… quiero seguirla…- dijo Draco un poco avergonzado. No era una buena idea, pero tenía que estar seguro de la relación entre Hermione y Ron. Si Ron se había ido de Hogwarts a pesar de que Hermione se quedaba… probablemente solo fueran amigos. Era tonto pensar eso, pero muy en su interior, una leve esperanza surgió.
- Pero… Draco…-
- Sólo dime dónde está…-
- Draco…-
- Por favor Ginny… tengo que saber-
- Esta bien Draco… pero no digas que no te advertí…- dijo Ginny finalmente.
- ¿Está en la Madriguera? Debí suponerlo… ¿trabaja para el ministerio?- dijo Draco al ver que llegaban a la Madriguera. Se habían escapado de Hogwarts para seguir a Hermione.
- No Draco…- dijo Ginny con melancolía. - Él no trabaja para el ministerio…-
Vieron cómo Hermione llamaba a la puerta y Molly le abría. Después de unos instantes de charla, Hermione se despidió de Molly y se dirigió hacia un bosque cercano. Draco estaba cada vez más intrigado.
- ¿Entonces que hace Ron?- preguntó con curiosidad, sin dejar de seguir a Hermione. Ginny no contestó.
Hermione se detuvo al pie de un árbol. La realidad golpeó de golpe a Draco al ver que Hermione se arrodillaba frente a una sencilla lápida de piedra.
- El murió Draco…- escuchó que Ginny le decía entre sollozos. Draco sintió la boca seca y un escalofrío le recorrió la espalda. Había estado tan equivocado…
- ¿Estas bien Draco?- preguntó Ginny al ver que Draco retrocedía.
- Neville te manda saludos… todos te extrañamos… ¿Por qué tuviste que dejarnos, Ron?- la voz de Hermione que había comenzado a hablar se fue perdiendo a medida que Draco se alejaba.
- Lo siento Ginny… yo no sabía…- de vuelta en Hogwarts, ambos caminaban sin un rumbo fijo. Ya era de noche.
- Esta bien Draco… debí decírtelo antes de llegar…-
- Ginny… alguna vez Hermione y Ron fueron… ¿fueron novios?- preguntó Draco sin saber muy bien por qué lo hacía. Sabía que era muy doloroso para Ginny el recordar eso, pero tenía que saberlo. Tenía que saber que había pasado.
- ¿Eh? ¿Ellos?... quiero decir… ¿mi hermano y ella…?- dijo Ginny sorprendida por la pregunta. –… nunca fueron novios. Él se le iba a declarar… pero… pero…- dijo Ginny con la voz levemente entrecortada. Draco sintió una opresión en el estómago. Ginny comenzó a contarle lo que había pasado, a pesar de que era muy doloroso para ella.
- Todo sucedió un día antes de un torneo de duelo. Ron llegó muy contento a contarnos a Harry y a mí que le había confesado a Hermione sus sentimientos. Le había dicho a Hermione que le gustaba, y que no era necesario que ella le contestara en ese momento. Le había dicho a Hermione que le contestara después del torneo. El era muy bueno en los duelos, el mejor de todos… Creía que si ella lo veía triunfante después de haber ganado el torneo, probablemente lo aceptaría…- Ginny hizo una pausa. Draco escuchaba atentamente.
- …luego fui con Hermione, y ella me confirmó lo que Ron nos había contado. Nunca había visto a Hermione tan feliz. Me dijo que había estado a punto de confesarle a Ron sus sentimientos también, pero que solo se contuvo porque él le había pedido que lo hiciera después del torneo-
- El rumor corrió por todo Gryffindor, y todos estaban seguros de que Ron ganaría el torneo y finalmente las comunes disputas entre él y Hermione iban a terminar. Sin embargo…- la voz de Ginny volvió a cortarse. –…al día siguiente, Ron no se presentó en el torneo. Todos se preguntaban qué le había pasado, y unos cuántos decían que se había acobardado. Sin embargo, en esos momentos alguien anunció al público que había habido un ataque de mortífagos y que el torneo se había cancelado. El pánico cundió y todos regresaron a Hogwarts- Ginny hizo otra pausa.
- Al llegar a Hogwarts, Dumbledore nos reunió de emergencia en el gran comedor. Yo no había visto a Ron, e internamente lo compadecí de que sus planes se hubieran frustrado por esos mortífagos. Lo busqué con la mirada entre la gente, y me encontré con la mirada de Hermione. Supuse que no se le había declarado, porque ella no reflejaba mucha felicidad. Más bien estaba preocupada-
- Sin embargo, nadie sospechaba la cruel verdad. Fue entonces que Dumbledore nos dio la triste noticia. Nos informó que Ronald Weasley había sido atacado en emboscada antes del torneo de duelo, y que había sido asesinado por Voldemort. Al principio no asimilé lo que había escuchado. Simplemente creí que era un error. Todos pensaron que era un error. Pero no. Dumbledore volvió a confirmarlo con tristeza. Volteé a ver a Harry, con la esperanza de ver a Ron junto a él, pero no. Él estaba consolando a alguien que lloraba, pero en esos momentos me desmayé y no supe nada más…-
Ginny volvió a soltar unas cuantas lágrimas al recordar todo esto. Draco se sintió culpable. Recordó que en esa época él no había estado en Hogwarts. En aquel tiempo estaba a punto de convertirse en un mortífago, y por lo tanto no se había enterado de lo que pasaba en Hogwarts.
