¡Saludos queridos lectores!
Este capítulo corresponde al Día 15: íncubo/Súcubo del SasuKarin Month Junio 2022 sin más, los dejo con esta historia n.n
Sasuke y Karin se pasearon por el salón de baile, pues Uchiha no tenía ninguna intención de bailar, sólo hacía tiempo hasta la llegada de Kakashi, pues si bien él sabía que el albino lo había visto en el baile desde algún escondite del jardín, también lo conocía lo suficiente para saber que si él se iba antes de encontrarlo dentro de la fiesta, Hatake alegaría que nunca lo vio en la fiesta y por lo tanto, seguiría con su amenaza. El propósito del albino era atarlo a Konoha después de todo.
—¡Un bufete! —exclamó Karin al ver una larga mesa llena de bocadillos y postres. Soltándose de Sasuke, corrió a la mesa.
—Tenías náuseas hace poco —señaló Sasuke a la pelirroja que ya comía de varios de los platillos cuando llegó hasta ella.
—Era por los nervios. No había podido comer nada desde el almuerzo —respondió la pelirroja— Admito que aún estoy un poco nerviosa porque no sé cómo Naruto se vaya a tomar esto de que soy tu novia, pero al menos sé que no me rechazó por venir de dónde vengo —respondió tomando un pastelillo con crema de entre los postres— Bueno… técnicamente no lo sabe, pero tuve un mejor recibimiento que el que esperaba.
—¿Siempre has sabido que eres Uzumaki? —preguntó Sasuke, pues no podía negar que sentía cierta curiosidad.
—Si. Quedé huérfana a los ocho años y mi apellido fue cambiado cuando me adoptaron, pero nunca lo olvidé —relataba la chica cada que pasaba un bocado— Pero mamá me hablaba muy poco de su familia. Sólo me dijo que escapó para poder estar con mi padre y por el bien de su hermana gemela —ella miró al joven— No sabía que habían Uzumaki en Konoha y aunque lo hubiese sabido, no me habría imaginado que los Uzumaki millonarios eran mis parientes.
Sasuke levantó su brazo y con el dedo pulgar limpió un poco de crema de la comisura de los labios de la pelirroja. La acción la sonrojó.
—Por mucho tiempo se creyó que todos los Uzumaki habían muerto, pero había un testamento que daba un límite de tiempo para encontrar a un heredero directo —Sasuke le explicó sabiendo que ella querría saber un poco más sobre su familia— Naruto quedó huérfano desde su nacimiento y no sabía que su madre era Uzumaki. Pasaron muchas cosas para enterarse de ello y heredó los bienes hace tres años.
—Eso explica por qué no me rechazó por venir de la nada.
—No, lo hizo porque ya te dije que es estúpido e ingenuo.
—Entonces ¿Crees que sus amigos y otros familiares lo hagan dudar de mí? —Karin preguntó preocupada parando de comer porque sentía que las náuseas le volvían.
—No tiene otros parientes y quizá sus amigos más cautos sospecharán, pero si realmente eres pariente suya, una prueba de ADN debería ser suficiente para alejar las dudas.
—Ojalá tengas razón —la pelirroja devolvió medio pastelillo a la mesa, pues aún se sentía demasiado nerviosa a pesar de las palabras de Sasuke y las náuseas estaban a punto de regresar lo que se había comido, pero el joven la tomó por la cintura y decidió llevarla al jardín.
Si, ir al jardín era una opción en lugar de tener que estar buscando balcones disponibles, pero el azabache sabía que si Kakashi lo veía en los jardines lo contaría cómo que no estaba en la fiesta, por ello no había bajado antes, pero ahora no sólo estaba ayudando a Karin a tomar un poco de aire, sino que nadie podía culparlo por tratar de ayudar a su "novia".
—¿Por qué te interesa tanto lo que ellos piensen? —preguntó Sasuke cuando Karin había terminado por vomitar en uno de los arbustos, los nervios finalmente le ganaron y ahora si tenía algo que devolver.
—Pues… quiero una familia —respondió avergonzada— ¿Sabes? Jamás imaginé que la familia de mi madre fuera rica. Nosotras vivíamos muy austeras y mamá tenía que trabajar muy duro para poder mantener lo básico que necesitábamos. Ella murió porque enfermó por el estrés, pero aún así a veces teníamos días buenos y felices —decía con tristeza— Mi padre adoptivo, por otro lado… no me quejo, me dió todo lo que mamá no pudo darme, pero no hubo cariño ni afecto —miró a Sasuke a los ojos— Creo que eso es lo que busco.
Sasuke quedó mudo, porque oírla hablar así era como oírse a sí mismo hasta cierto punto. Es decir, él también añoraba a su familia aún cuando, si bien no sufrían de pobreza, si había mucha tensión en ciertos aspectos, pero así como decía Karin, había momentos buenos que anhelaba volver a vivir. Cuando Kakashi se volvió su tutor, los días de felicidad no volvieron, pues ambos eran reservados y Hatake, más que intentar acercarse a él, era invasivo a su parecer.
Quizá podría decir que sí hubo algunos días felices en ese periodo, pero no exactamente con Kakashi, sino con Naruto y Sakura. Sin embargo, con ninguno se sintió realmente como familia, pues aunque el rubio resultaba más cercano aún con las competencias absurdas de adolescentes, ninguno de esos tres lo conocía y estaba seguro que jamás lo aceptarían como realmente era. De haberlo aceptado, ni siquiera habrían hecho esa absurda campaña, la cual podría rayar en el sabotaje, para evitar que se fuera a estudiar a otra ciudad.
Sí, Sasuke había decidido no tener lazos para no tener que volver a sufrir una pérdida, pero tampoco iba a negar que deseaba ese afecto del que Karin estaba hablando. La diferencia entre él y ella, era que a él no le quedaba nadie y ella tenía un estúpido primo que la amaría como merecía, porque al fin y al acabo, Uzumaki también quería ese calor familiar.
—Vas a ser feliz en Konoha.
—¿Y por qué no te quedaste? —Karin le preguntó, pero antes de siquiera poder decidir si iba a responder o no, el celular del azabache sonó.
Sasuke vio el nombre de Kakashi en la pantalla que anunciaba su llamada y de mala gana contestó, no sólo porque no quería hablar con él, sino porque estaba seguro que lo que sea que fuera a decirle, no le iba a gustar.
—Estoy en el baile.
—No se oye como si estuvieras en una fiesta. Se oye muy tranquilo —respondió Kakashi y Sasuke apretó el teléfono en su mano.
—¿A qué hora llegarás? —Karin se había acercado lo suficiente para poder oír la voz del otro lado del teléfono.
—Sé que Sakura ha estado llorando desconsoladamente. ¿Por qué no ayudas a Naruto a consolarla? Es lo que haría un buen chico.
—Soy la última persona que quiere ver.
—Entonces tu la hiciste llorar —acusó Kakashi— Pues es tu deber consolarla.
—No, no es mi deber. Sakura está así por su propia estupidez —respondió irritado.
—Las discusiones de pareja sólo pueden solucionarse cuando los dos admiten su culpa y se disculpan —insistió Hatake— Si no haces a un lado tu orgullo, podrías arrepentirte después.
—Sólo estoy aquí para garantizar que…
—Hola, no sé quién seas, pero quiero dejarte dos puntos muy claros —Karin le había arrebatado el teléfono a Sasuke— En primer lugar, Sasuke es mi novio y las cartas que esa tal Sakura recibió ni siquiera tienen la letra de mi amado, así que quítense de la mente que fueron pareja o algo así y en segundo lugar, MI novio, sólo vino aquí a apoyarme con mis asuntos personales y a ver a una persona aprovechando el viaje —decía con voz firme— Si siguen atosigándolo, nos iremos de la fiesta.
La pelirroja colgó la llamada y devolvió el teléfono a Sasuke, quien por un lado estaba divertido con la forma en que le había contestado a Kakashi y al mismo tiempo estaba enfadado por decir que se irían. Es decir, si, él ya estaba muy fastidiado como para querer quedarse, pero no quería poner en peligro su herencia.
—Karin…
—Si, ya sé, el hombre en la línea es a quien tienes que ver, pero sea cual sea la forma en que te está presionando para estar en un lugar que no quieres, también necesitas darle ultimátums o seguirá pidiendo más y más —comentó la pelirroja abrazándose del brazo del joven— Por otro lado, sólo fue un comentario, podemos quedarnos hasta que lo veas y fingir que sólo decidiste quedarte para acompañarme porque no he podido hablar con Naruto.
—Ese hombre está condicionando la herencia de mi familia. Si desobedezco…
—¿Evitará que la obtengas sólo por no encontrarlo en una fiesta? —preguntó Karin.
—Por no asistir.
—Ya estás aquí y llevas largo rato. ¿Cómo va a negar tu presencia?
—Diciendo que no me vio.
—¡Oh! Eso es muy fácil de solucionar si sólo necesitas probar que si estuviste. A menos que la condición sea que tienes que hablar con él en la fiesta.
Sasuke quedó pensativo y se dió cuenta que en efecto, la condición era que debía presentarse a la fiesta, él fue quien pensó, acertadamente, que Kakashi quería comprobarlo, pero había más de una forma de probarlo sin necesidad de que él lo viera en tiempo y lugar.
—¿Qué tienes en mente?
—Quítate el antifaz —pidió ella mientras ella se quitaba el suyo y aunque Sasuke quería insistir en saber lo que estaba pensando, cedió.
Karin sacó su celular de la bolsa con una sonrisa, dió un beso en la mejilla a Sasuke y sacó una foto donde se viera la mansión Haruno en el fondo. El joven quedó confundido por la acción, estaba sonrojado, pero pudo disimularlo porque la chica comenzó a teclear en su celular.
—¿Lo ves? Tenemos evidencia y Naruto y Sakura son testigos de que tenemos aquí al menos media hora antes de esta foto —le mostró su perfil en línea donde había subido la foto que recién sacó con un comentario que decía "Aprovechando el escenario para un beso".
—Esto…
—Podemos esperar otra media hora a que aparezca ese hombre. Si no, podemos sacar otra foto dentro de la mansión para publicarla y al menos tendrás una hora demostrada —sonreía la chica poniéndose de nuevo el antifaz— Además, son las nueve de la noche y la fiesta empezó hace dos horas. Un invitado que llega tan tarde no puede exigir encontrarte y enojarse si no te ve, especialmente cuando tienes pruebas.
Sasuke se quedó pensando en las palabras de la pelirroja. Ella tenía razón y si no se le ocurrió tomar una foto y subirla a la red, era porque él no usaba esas cosas. Tenía el perfil de la universidad sólo porque era obligatorio pues algunos maestros enviaban mensajes o tareas por ese medio, sin embargo, si tenía clase con alguno de sus amigos, ni siquiera lo abría porque ellos le notificaban al respecto.
Más relajado con el plan de Karin, él consideró hacer eso y marcharse, pero de nuevo pensó en Kakashi… ¿Realmente era capaz de dar su brazo a torcer por la amenaza de la pelirroja?
—¿Por qué esa cara? —preguntó la pelirroja al verlo fruncir el ceño— ¡Ah! ¿Es porque publiqué la foto y en la universidad ahora también creerán que soy tu novia? Bueno, es algo que debía pasar si quieres fingir con estas personas. Con el dinero que tienen, seguramente investigarán en nuestra universidad, pero si quieres que lo borre —se puso el celular al frente— No muchos debieron verlo, así que…
—Eso no me preocupa —con la mano le hizo una señal para que no borrara la foto— Es sólo que…
Su celular sonó y de nuevo en la pantalla estaba el nombre de Kakashi. Con el ceño cada vez más fruncido, Sasuke contestó la llamada pensando que el hombre lo amenazaría de nuevo.
—Te espero en el despacho de los Haruno. Lleva a tu novia.
—¿Está todo bien? —preguntó Karin cuando Sasuke bajó el celular de inmediato. Kakashi le había colgado sin dejarle decir nada.
—Ven, acompáñame.
De camino al despacho, Sasuke se preguntaba para qué querría Kakashi hablar con él en un sitio privado, llevando a Karin consigo. Es decir, estaba seguro que no iba a decirle a la chica que no se metiera en sus asuntos, si fuera ese tipo de persona, no habría dejado que Naruto y Sakura se metieran en sus asuntos cuando eran más jóvenes. ¿Habría funcionado la amenaza de Karin? ¿O quizá había empeorado las cosas? Fuera como fuere, lo averiguaría al abrir la puerta frente a él.
—¿Te espero afuera? —preguntó la chica confundida.
—Ayúdame con esto y no salgas de tu papel de novia en ningún momento —el azabache le susurró antes de abrir la puerta y después de quitarse el antifaz de Kaito.
Parado al fondo de la oficina, mirando por el ventanal, un hombre de traje daba la espalda a la puerta. Sasuke pudo reconocer a su tutor de inmediato y había que decir que estaba sorprendido, porque llegó a pensar que lo dejaría esperando al menos una hora más antes de darle la cara.
—¿Qué tal su velada? —se oyó la voz del hombre y dió media vuelta, dejando ver qué no llevaba un antifaz, pero sí una máscara que cubría la mita de su cara.
—Estoy aquí como pediste.
—No eres nada amable. Deberías hacer primero las presentaciones —regañó Kakashi y Sasuke iba a protestar, pero Karin intervino.
—Buenas noches, Seidou Karin… bueno… —extendió la mano al hombre y le sonrió pensando que no debería dar más explicaciones sobre ese asunto— Soy compañera y novia de Sasuke en la universidad.
—Mucho gusto —Kakashi la saludó dándole la mano.
—Ya he cumplido —señaló Sasuke esperando que el albino lo aceptara para poder largarse de la fiesta.
—Si, pero las cosas han cambiado ahora que sé que tienes una novia. ¿Por qué no mencionaste nada?
—¿Por qué debería? Aunque mi herencia sigue en tus manos, ya soy mayor de edad, así que no necesito a nadie inmiscuyéndose en mi vida.
—Si me lo preguntas, pienso que no la mencionaste porque estabas ilusionando a Sakura con cartas mientras salías con ella —se refirió a Karin y antes de que Sasuke protestara él siguió hablando— O que después de aquellas cartas te avergüenza admitir tus sentimientos y le pediste a una amiga que te ayudara a fingir.
—¡Yo no escribí esas cartas! —bufó molesto, especialmente porque parecía ser que Kakashi estaba igual o más seguro que Sakura que aquellas cartas si las había enviado él. En pocas palabras, Kakashi considerable más factible que él mintiera en lugar de Sakura.
El ambiente se había puesto tenso, pero la carcajada de Karin llamó la atención de los varones que la miraron tratando de entender qué era tan divertido. Ni siquiera habían podido seguir con el hilo de su plática.
—¿Te das cuenta amor? Todos piensan que tú escribiste esas cartas sin tener ningún tipo de evidencia, sólo asumen cosas y creen que mientes cuando les dices que no las escribiste —seguía riendo sin soltarse del brazo del azabache al poco se quitó el antifaz— En cambio, la chica que dijo que prometió que no le diría a nadie de esas cartas le dijo al menos a Naruto y a este señor de ellas y le creen —calmó su risa, pero siguió sonriendo— Yo no conozco a esa chica, pero para mí es evidencia suficiente para considerar que ella está mintiendo o siendo benévola, diría que se confundió.
—Está juzgando a una persona muy buena sin conocerla —regañó Kakashi a la pelirroja.
—Quizá, pero el punto clave está en que no la conozco pero a Sasuke si y lo suficiente para saber que él no mentiría en un asunto como ese. Él no es del tipo de hombre que juega con las mujeres y créame que oportunidades tiene a montones —defendió Karin— Además, he visto una de las cartas que esa chica Sakura tanto alardeaba y he podido comprobar que esa no es la caligrafía de Sasuke. De haber sido escrita por él, me estarían procesando por crimen pasional en este momento.
Lo último lo dijo riendo a modo de broma.
—Aun si estuviera jugando con las dos, nada de ello te incumbe —insistió Sasuke aprovechando que lo dicho por la chica, parecía haber aturdido al albino— Y tampoco interfiere con mi herencia ni viola las cláusulas que debo cumplir.
—Mi deber como tú tutor es guiarte por el camino correcto e ilusionar a alguien que siente un cariño puro por ti para luego romperle el corazón porque no puedes ser honesto contigo mismo, es una desviación que hay que corregirse —señaló Kakashi con dureza.
Obviamente Sasuke iba a replicar, pero la pelirroja le ganó la palabra haciendo su mejor actuación de alteración.
—¡¿Su deber?! ¡Su deber como tutor es educar, cuidar y salvaguardar a su protegido, no presionarlo para que corresponda sentimientos que no desea! Si Sasuke sintiera algo por…
—Señorita, por favor deje de fingir. Cómo tutor de Sasuke, lo he mantenido vigilado y sé que usted no es su novia, sólo es una amiga —Kakashi la interrumpió y Sasuke iba a seguir, pero de nuevo, el albino tomó la palabra— Hacer que ella diga que esa no es tu letra, no te quitará la culpa de lo que hiciste. Enfrenta tus sentimientos y deja de lastimar a Sakura y a ti.
—¡No estoy fingiendo! ¡Y él tampoco me dijo que mintiera! ¡Yo vi la letra! ¿Acaso no cree que yo pueda reconocer la letra de mi novio?
Uchiha estaba furioso con las declaraciones de Kakashi, pues sólo era la presión que todos ejercían sobre él para quedarse en Konoha como ellos querían y su negación a su deseo de marcharse, además de que Kakashi intentaba elegir por él aún cuando, y tal como se lo había dicho, Sasuke ya era mayor de edad. Hatake sólo estaba reteniendo su herencia. Empero, él no iba a dejar que eso pasara y seguiría el consejo de Karin, ya no iba a doblegarse a cada condición que le dieran.
—Es por eso que oculté mi relación con Karin, porque sabía que la desaprobarías o no la tomarías en serio —justificaba la falta de pruebas de una relación antes de esa noche— Tu, Naruto y Sakura están tan aferrados a atarme a este maldito lugar que no me sorprendería que esas estúpidas cartas fueran hechas por ti —tomó a Karin por la cintura y la condujo hacía la salida, pero antes de salir, miró al albino— Vine como pediste y espero no tener que volver a venir hasta mi cumpleaños para los trámites de la herencia.
—Espera —Kakashi quiso detenerlo, pero él no estaba dispuesto a escucharlo, por lo que el albino tuvo que detenerlo de otra forma— Si compruebas que no enviaste esas cartas, no volveré a condicionarte —logró hacer que el azabache se detuviera y regresara— Lo prometo.
—Si tu escribiste esas cartas en mi nombre ¿cómo se supone que…?
—Sasuke, podemos traer un perito calígrafo para que comparen tu letra con el de las cartas —Karin intervino— Si él escribió las cartas o no, no importará porque un experto comparará la caligrafía —la pelirroja miró de reojo al albino para discernir su reacción sin que se diera cuenta— Aunque si me lo preguntas, cualquiera podría darse cuenta de la diferencia.
—Puedo conseguir a alguien —respondió Hatake sin inmutarse.
—Llámalo —pidió Sasuke aunque sonó más a una orden.
—No sé si pueda venir justo ahora, pero le preguntaré. Preferiría hacerlo otro día, pero Sakura está sufriendo —respondió el albino tomando su celular y envió un mensaje. Casi de inmediato recibió una respuesta— Si las cartas resultan ser de tu puño y letra, espero que puedas terminar con esta farsa y admitir las cosas.
Lo último, Kakashi lo había dicho a modo de trato con el azabache, pues le mostró el celular en el que su amigo le decía que iría si enviaba la dirección, así que una vez que Sasuke asintió, el albino compartió su ubicación.
—Tendremos que buscar a esa chica para que nos preste algunas de las cartas —comentó Karin para luego dirigirse a Hatake— ¿Usted sabe dónde puede estar?
—Le enviaré mensaje a ella y a Naruto para que se reúnan con nosotros —respondió Kakashi, lo que provocó en la pelirroja un nudo en el estómago de reencontrarse con su primo en esa situación.
—Esto no tiene nada qué ver contigo y Naruto, no tienes de qué preocuparte —Sasuke intentó consolarla al notar su reacción, lo que llamó la atención del albino, quien, si bien estaba al tanto de que Naruto conocería a una prima perdida en esa fiesta, desconocía que se trataba de la pelirroja.
Después de que Kakashi envió los mensajes a los jóvenes y prestando atención a esa breve conversación que no entendía, pudo notar los antifaces que ellos dos llevaban en las manos, pues si bien ya los había visto desde el jardín con ellos, no les había prestado suficiente atención.
—¿El demonio Kaito y la doncella Suki? —les preguntó levantando una ceja— No es muy romántica su elección —y Sasuke y Karin confundidos, lo miraron— ¿Un demonio que secuestra y come chicas excepto a una porque se "enamoró" y luego ella le corresponde? —resumió la historia— El síndrome de Estocolmo no es amor.
—¡Esa no es la historia original! —bufó Karin.
—Irrelevante —Sasuke le contestó a Kakashi, pues se había dado cuenta que estaba buscando formas de delatar que ellos dos no eran pareja.
—Los enamorados suelen buscar algo que refleje su romance aún en los disfraces.
—Absurdo —bufó Sasuke impaciente por terminar con ese asunto para no ser descubiertos.
—Si supiera la verdadera historia, podría darse una idea de qué parte de nuestra relación representa —Karin sonrió con una sonrisa coqueta y Sasuke, que entendió la insinuación, se sonrojó.
—Pues tengo tiempo. Cuéntame la historia —se sentó en el escritorio.
—Karin…
Sasuke quiso detenerla, pero ella no lo escuchó.
—Kaito no era un demonio cualquiera, era un íncubo y a los turistas les cuentan que comía doncellas, pero en realidad…
—¡Karin!
—Querido, no te avergüences —lo abrazó coqueta— Solo estoy contando una historia.
—Continúe —pidió Kakashi mirando detenidamente la interacción de ambos.
—Bueno… un íncubo hace lo que hace aunque este violaba a sus víctimas en lugar de seducirlas, jugaba con ellas hasta que se aburría o les absorbía toda su energía y morían, pero un día vio a la hermosa doncella Suki que resaltaba por su cabellera rojiza que parecía una cascada de fuego —la pelirroja siguió con la anécdota y Sasuke terminó por dejarla seguir, pues aunque después de la insinuación de la chica se sentía abochornado, prefería mil veces esa plática que permitir que a Hatake se le ocurrieran otras formas de fastidiarlo— Kaito estaba dispuesto a divertirse con la joven doncella como había hecho con muchas otras, pero no podía acercarse porque ella tenía un amuleto de protección que la resguardaba de las malas intenciones de quién estuviera a su alrededor.
—Sigo sin ver mucho romance —comentó Kakashi y Sasuke gruñó. Sabía que el albino estaba buscando fallas en esa relación falsa que en efecto, era falsa, pero el azabache se esforzaba en hacerla pasar por cierta no sólo para alejar a Sakura, sino porque de esa forma también les enviaba el mensaje de que no estaba atado a ellos.
—Kaito acechó a la chica todo el tiempo esperando el momento en que la protección fallara, ya fuera porque la magia de su amuleto se terminara o que ella lo descuidara. Así pasaron tres años en que su vigilancia le permitió conocer a la doncella y se enamoró —la pelirroja continuó— Cuando eso pasó, el amuleto dejó de tener efecto porque él ya no quería hacerle daño a Suki, pero la falta de víctimas en todo ese tiempo lo hizo débil y se desvaneció cuando quiso caminar hacia ella para hablarle.
—La chica lo cuidó, ella se enamoró también y vivieron una vida juntos. Fin de la historia.
—¡Sasuke! ¡Arruinas nuestra historia de amor! —Karin replicó decepcionada.
—Sigue siendo poco romántico. Un íncubo morirá si no mantiene relaciones con mujeres para absorber su energía, así que la fidelidad queda descartada —señaló Kakashi.
—¡No es así! Sasuke omitió esa parte de la historia porque no quiere admitir que…
—¡Ya estamos aquí Kakashi-sensei! —Naruto llegó sin llamar a la puerta y arrastrando a Sakura con él. Cuando entraron y vieron a la pareja, la pelirosa se soltó a llorar y el rubio se acercó a Sasuke amenazadoramente— ¡Eres un idiota! ¿Acaso no sabes tratar a una chica?
—Comprobaremos si las cartas que recibió Sakura son o no de Sasuke —Kakashi levantó la voz para tranquilizar a Sakura y hacer que Naruto se calmara— Sakura ¿Podrías traer al menos tres de las cartas que recibiste?
Sakura había dejado de llorar, principalmente porque estaba confundida. Es decir ¿por qué comprobarían si las cartas habían sido escritas por Sasuke si él lo había negado? ¿Sería porque él la estaba engañando a ella y a esa chica… o quizá sólo a ella? Sin detenerse a pensar demasiado, asintió y corrió a buscar algunas de las cartas que había recibido con la firma S°U
¿Naruto seguirá aceptando a Karin a pesar de que piense que es la novia de Sasuke? ¿Quién creen que haya escrito las cartas que Sakura recibió? ¿Se presentará la persona a la fiesta? ¿Qué creen que pasará?
Me encantará leer sus opiniones n.n
Agradezco mucho sus comentarios y el apoyo a la historia que espero que les siga gustando. Nos estaremos viendo en la próxima actualización n.n
