CAPITULO 1: "RECORDANDO MIS MEJORES MOMENTOS A TU LADO"
Hoy te vi, la llevabas de la mano, mi corazón reacciono rompiéndose en mil pedazos y recordando los mejores momentos que pase a tu lado escribí este libro que hoy te voy a dedicar… escribiendo mis ojos se inundan de lagrimas agonizantes que inundan todo mi corazón.
Caminando por la calle solitaria de transeúntes, y con el ir y venir de carros me di cuenta que mi existencia en el mundo no valía nada, era muy pequeña, y desde entonces quede marcada con dolor y rencor de quien es hecho a un lado como "la escoria del mundo"
Llegando a la que muchos llaman su segundo hogar, la escuela, para mi fue mi segunda cárcel, pues la libertad de mi alma solo estaba bien en el aire que recorre mi cuerpo y lo hace sentir vivo.
Antes de decidirme a entrar a mi segundo lugar de sufrimiento, un nuevo indicio de que soy la escoria del mundo me lo reitero…
"Pasando un vehiculo con total desenfreno, y sin tener en cuenta que yo, una pobre e inocente chiquilla sola, podía ser aun más dañada, pues salpico mi corazón con dolor y baño mi alma con agua sucia que me embarró de un sucio lodo de rencor".
Bajaste de un auto, parece que fue ayer, parecías un ángel, si! Un ángel de cabellos dorados… Tú abuelo con una dulce sonrisa en los labios te deseo lo mejor, que gran diferencia entre tu familia y la mia…Una cruel ironía.
Me viste sucia del alma, y lástima te di, aunque yo creí ver un indicio de amor en tu corazón para mí…
Abriste tu sombrilla y cubriste de la lluvia de rencor y agonía mi corazón y alma empapada
Me sonreíste y desde ese momento quedaste grabado por siempre en lo más profundo de mí ser, pues brindaste a mi alma gris un poco de luz.
Poco a poco la admiración que sentía por ti se convirtió en un profundo y apasionado amor.
Resumiendo todos mis momentos felices a tu lado, tienen todos estos factores en común…:
Tropezar contigo día, tarde y noche, en cada esquina de Hillwood; nuestro destino desde entonces era ya de unión por un profundo poder de amor.
Sacar mi medallón cada que necesitaba sentirme cerca de ti, vigilando, claro, no ser descubierta; y hasta hoy y en este momento en que veo mi cuarto solo y vació, con la oscuridad que reina tanto en el como en mi corazón, veo ese medallón del ayer y me siento a tu lado.
Robar besos de tus dulces labios para sentir tu suave néctar en mi boca, Oh¡ Arnold, cuanto te necesito.
Tantas cosas compartidas, tantas cosas perdidas, pero sobre todo tanta verdad convertida en mentira.
Encuentros forzados a la vez por mi.. a la vez por la vida… aunque los dos tenemos la batalla perdida.
Vendas quitadas de tus ojos por mi, para evitarte el dolor que hoy siento yo.
Aunque he de confesar que 3 momentos fueron los más recordados por mí:
1.- Cuando te conocí tu corazón, porque conocí el verdadero significado del amor a través de una sonrisa que despertó mi alma dormida en el dolor.
2.- Las veces que te imponías como líder, porque creía mi admiración y amor por ti y aparte porque eran esos momentos en los que podía ser libre de expresar esa gran admiración y apoyo hacia ti, sin temor de ser infiltrado por intrusos insolentes que solo buscaban burlarse de mí.
3.- Cuando de frente y con todo el valor que pudo entregar mi fuerte amor apasionado de juventud, te grite mi amor por ti, mis locuras y mis hechos que sustentaban esa verdad.
Si siguiera escribiendo esta parte de mi, estoy segura, que nunca acabaría este capitulo, ya que son tantos momentos hermosos los que compartí contigo, que, al omitir momentos para no aburrir al lector, siento que es un robo a mi corazón.
Arnold, si alguna vez en algún lugar, tu llegas a leer lo que aquí escribí, quiero que tengas muy en cuenta que no soy yo la que escribe todo esto, sino mi torpe corazón que a pesar de la muerte nunca te olvidará.
Si en los momentos que leas esto aun estoy viva, no hagas comentarios, no hables, no me busques, no me llames, pues no quiero saber que tu ya nada sientes por mi, basta solo con el dolor de haberte perdido…
Si ya estoy muerta, olvida que este libro existe y que alguna vez yo existi…
