Nota importante: Tomé prestado un par de personajes de La leyenda de Korra pues me parecia que encajaban perfecto con el perfil de personajes que buscaba. Esto NO es un crossover ni nada parecido, por lo que no necesitan haberlo visto antes la mencionada animación.

Capítulo 1

Presente

Habían pasado casi 6 meses de la última batalla. Sus vidas habían regresado a ser "normales". Michitu no veía ninguna amenaza en el espejo y Rei no sentía presencia maligna alguna. Por fin estaban en paz. "En paz y sin nada que hacer", como Haruka solia pensar. No es que se quejara, no es que no le gustara saber que su vida y la de los suyos no corria peligro alguno, pero la falta de adrenalina la estaba matando. Las salidas en su auto o en la moto ya no la satisfacían del todo. Tenia que encontrar algo mas, tal vez volver a las carreras profesionales no era una mala idea, si las cosas se conservaban en paz podría hacerlo. Desde el sofá donde estaba echada, hojeando una revista de autos, elevó la vista al escuchar la puerta abrirse. Michiru entraba a casa con una bolsa de viveres en la mano. "Por lo menos ella está feliz" pensó la rubia, sonriendo para sí. Michiru entró con una pequeña sonrisa en el rostro, disfrutando esos momentos en los que era una chica normal, o tal vez 'una esposa' normal, como solia llamarse a si misma en su mente cada vez que recordaba que vivía en familia con Haruka y Hotaru y la eventual aparición de Setsuna, que cada vez eran menos frecuentes. Cerró la puerta tras de sí y a mitad de camino a la cocina se paró en seco viendo a Haruka.

-Haruka! Has estado en la misma posición desde que me fui… hace dos horas! – Haruka se encogió de hombros y siguió hojeando la revista.

-No tengo nada que hacer –Michiru levanto una ceja.

-Hay mucho por hacer… -movió su mano libre, señalando algunos juguetes y un par de sacos dispersos alrededor de la sala –como limpiando un poco y poniendo las cosas en su lugar, no te parece? -Haruka apartó la vista de su revista y dirigió su mirada a dichos objetos, para luego volver a su revista.

-…mas tarde...

-Haruka, ahora.

-Nah… igual van a seguir ahí luego.

-Haruka –la voz sonaba firme esta vez. Haruka suspiró y se levantó.

-Si, si… - Michiru se dirigió a la cocina mientras Haruka levantaba las cosas.

-Tienes que buscar algo que hacer… -dijo Michiru desde la cocina – ¿no habias hablado con Takihara?

-Si, pero tengo que ir a hacer la prueba de manejo, no me van a aceptar asi porque si, por mas que sea yo y sepan que soy el mejor.

-Entonces hazla.

-La haré, pero es dentro de 3 meses mas.

-¿Y no deberías estar prepadandote?

-Michiru… solo es manejar y una estúpida prueba de reglas que me las sé de memoria.

-De acuerdo –Michiru salió de la cocina a verla –pero no te puedes quedar sin hacer nada ahí todo el dia, Haruka… -La rubia termino de poner las cosas en una bolsa para llevarlas a las habitaciones cuando Michiru se acercó y la abrazó por el cuello. –No me gusta verte asi…

-¿Asi como? –le preguntó mientras con su mano libre la acercaba a ella.

-Desanimada… -contestó bajando la mirada. Haruka la observó por unos instantes y dejó caer la bolsa al suelo para levantar el mentón de su compañera y hacer que la vea a los ojos.

-Hey, no dudes por un segundo de que soy feliz con todo esto. Al fin podemos tener una vida normal y tener una familia propia, no lo cambiaría por nada del mundo, ¿esta bien? –Michiru sonrió y le dio un tierno beso en los labios. Cuando se alejó la miro un poco mas seria.

-Pero aun asi, algo tienes que hacer.

-Jajajaja, si, si. Por ahora -se separó y levantó la bolsa con cosas –voy a dejar esto en su lugar.

-Muy bien, aprendes rápido –le guiñó el ojo y se dirigio a la cocina. Haruka suspiró divertida y negó con la cabeza en señal de resignación.

-Si mi amor… -subió a la habitación de Hotaru a dejar los juguetes y un par de libros que había dejado también en la sala y luego se dirigió a la habitación que compartia con Michiru para dejar sus cosas. Se sentó en la cama y dejó caer sus sacos a su lado. Miró alrededor y suspiró. Tomó el control remoto que estaba en su mesa de noche y prendió el televisor, sentándose en la cama, apoyando su espalda en la cabecera y sus pies cruzados encima, con una mano en la cabeza como apoyo y la otra con el control. Prendió la televisión buscando algo que ver, se detuvo en un canal de noticias, no es algo que escogería ver, pero se detuvo porque la imagen llamó su atención, estaba haciendo un reportaje sobre los piques callejeros. -Piques… hmm? - Levantó una ceja y sonrió. Al parecer ya había encontrado algo que hacer.

xxxxxxxxxxxxxxxxx

La tarde pasó rápido. Después de recoger a Hotaru de la escuela y almorzar, se pasaron la tarde ayudando a su hija a hacer las tareas para luego ver un par de películas, por lo que la hora de cenar llegó rápido. En medio de la conversación ligera de la mesa sonó el timbre, interrumpiéndolas. Las tres miraron en dirección a la puerta.

-Quien podrá ser a esta hora? –dijo Michiu frunciendo el ceño, haciendo un ademan de levantarse. Haruka la detuvo y se puso de pie ella.

-Dejame atender a mi –caminó hacia la puerta y la abrió. –Hey! Que haces aquí! – dio la vuelta mirando a Michiru –es Takihara, ahora vuelvo –juntó la puerta con cuidado de no cerrarla. Ambos estaban afuera compartiendo un breve abrazo. –¿Que haces por aquí?

-¿Cómo que qué hago? En la tarde me llamaste preguntando por las carreras de piques, ¿no?

-¿Si? ¿Qué tiene que ver?

-Te consegui una carrera.

-¡¿Qué?! ¿Cuándo?

-Hoy, en 2 horas.

-¿Estas loco? No puedo salir de aquí así como así.

-Probablemente sea tu única oportunidad, aunque no parezca es un circulo muy cerrado, para poder correr alguien de adentro tiene que conocerte.

-Si saben de carreras, deberían saber quién soy.

-Precisamente eso queremos evitar. ¿Te das cuenta el problema en el que te estas metiendo? Los piques son ilegales, Tenoh, no queremos que tu nombre esté involucrado.

-¿Cómo lograste que entre a correr?

-Nadie se resiste a una apuesta de 10 mil dólares contra un desconocido.

-¿Qué? ¿Apostaste 10 mil dólares?

-No, tú los apostaste. Mi primo suele ir como espectador y no se le ocurrió mejor idea que eso. La carrera es hoy, si no vas el que tiene problemas es él, y por ende yo y si yo tengo problemas tú los tienes. Vas o vas y asegúrate de ganar. No creo que a la señorita Kaioh le guste ver que tiene 10mil dólares menos en la cuenta.

-Arggh! –Haruka pasó sus manos por sus cabellos en señal de frustración. Tenía que ir. –El problema no es el dinero, el problema es Michiru.

-Jajajaja no puedo creerlo, ¿el conquistador Haruka Tenoh tiene que pedirle permiso a su mujer? –Haruka lo miro de reojo, claramente molesta.

-No seas idiota. Sabes mejor que nadie que mi situación es diferente ahora.

-Si, si –dio pequeñas palmadas en su hombro –lo se, solo estoy molestándote, tienes que calmarte. –Se quedaron en silencio unos segundos -¿Por qué no le dices que vine a sacarte para ver a los chicos? Desde que te alejaste ya no saben nada de ti. De hecho yo tampoco, me sorprendió tu primera llamada. Pensé que te querías retirar de las carreras.

-…tenemos la noche para hablar de eso. –Miró hacia la puerta con algo de temor, sin despegar la mirada de ahí siguió hablando –¿es en moto o auto?

-Moto, tu auto no está preparado para una carrera así.

-Bien. –Volteó a ver hacia la calle –veo que trajiste la tuya. Espérame ahí, regreso y nos vamos. –Takihara le dio una palmada en la espalda y se fue a la moto. Haruka tomo un suspiro y entró, cerrando la puerta tras de sí. No le gustaba engañar a Michiru, pero sabía que ella no aprobaría ese tipo de actividad y llevarla estaba fuera de discusión. Hotaru no puede quedarse sola y probablemente no se sentiría muy a gusto en un lugar asi. "Aunque quien sabe, Michiru es una caja de sorpresas." Pensó. "Tal vez si le ofrezco ir conmigo…"

-¿Qué paso? –Preguntó Michiru desde la mesa, sin mirarla, recogiendo los platos. Haruka se paró detrás de su propia silla, con su cena a medio terminar aún en su lugar.

-Takihara quiere que… -dudó. Michiru entonces la miro directo a los ojos, seria y notablemente molesta de que hayan interrumpido la cena familiar. -… hoy se juntan los muchachos, es… es el cumpleaños de Yasuhiro, me quieren ver ahora que Takihara les comentó que quiero regresar a las carreras asi que… uhmmm… está afuera esperándome.

-¿Vas a salir, Haruka-papa? ¿y mi cuento? ¿Quién leerá mi cuento? –Hotaru hizo un puchero mientras Haruka y Michiru voltearon a verla con dulzura.

-No te preocupes, cariño –contestó Michiru con una pequeña sonrisa en los labios –Haruka-papá te acostará y yo te leeré el cuento, ¿está bien?

-Siii –grito emocionada, poniéndose de pie y corriendo escaleras arriba hacia su habitación. Haruka volvió a ver a Michiru con incertidumbre, esperando su reacción. Michiru siguió recogiendo los platos.

-Entonces supongo que no terminarás de cenar…

-Uh, no, lo siento.

-Ve a acostar a Hotaru, entonces, dile que subo en un rato –tomó el plato de Haruka y se fue a la cocina, ésta la siguió.

-Michiru… discúlpame que sea así, si quieres le digo que no voy y-

-Haruka –la interrumpió –yo no soy tu madre –se rió y se dio la vuelta, rodeando con sus brazos el cuello de la rubia y acercándola a ella –tienes todo el derecho a salir a divertirte, solo, por favor, no tomes si vas a ir manejando…

-Sabes que no tomo –contestó con una sonrisa y abrazándola de la cintura –regresaré pronto, lo prometo. –le dio un beso largo pero suave y se separó. –Voy a cambiarme –dijo mientras caminaba en dirección a las escaleras.

-Acuesta a Hotaru primero! –se escuchó desde la cocina.

-Lo haré.

Michiru se quedó mirando en dirección hacia la escalera, por donde Haruka había desaparecido unos segundos. Sentía que algo no estaba bien, algo que tal vez su compañera no le había dicho. ¿Le estaría mintiendo? Soltó una risa nerviosa y negó con la cabeza mientras lavaba los platos. "Imposible" pensó "solo es mi mente jugándome una mala pasada." Sin embargo, no podía sacarse esa sensación.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxx

-Bueno, vayámonos –dijo, una vez había sacado su moto de la cochera. Takihara la miró de pies a cabeza.

-¿Estas loco? ¿Como vas a ir asi?

-¿Qué tiene?

-Te comerán vivo, estas muy inocente…. –Haruka se miró, no vio nada de malo en ir con un chaleco, una camisa y unos jeans. –Felizmente te conozco y te tengo cubierto . –Takihara bajo de la moto y abrió el compartimiento posterior, sacó una casaca de cuero. –Ponte esto.

-¿Cuero? ¿no estas siento muy estereotipado?

-Créeme, así vas a encajar perfecto. –Haruka se puso lo indicado, levantándose la capucha y poniéndose el casco, subió a su motocicleta y se fueron.

Cuando llegaron el lugar parecía una fiesta. Habían autos y motos frente a un local de mecánica bastante grande, con las puertas abiertas y lleno de gente, alcohol, mujeres y más autos y motos. Habian 4 parlantes inmensos de donde salía la música que hacía bailar a un tercio de la gente en ese lugar, sobre todo mujeres, muchas ebrias y con poca ropa encima. Takihara apoyó una mano encima del hombro de Haruka y le hizo una seña para que lo siguiera, había encontrado a su primo, Ryu.

Ryu estaba sentado encima de uno de los autos, hablando con otro chico y con tres mujeres alrededor. Todos con cervezas en la mano.

-Ryu! – Takihara lo llamó acercándose a él. Ryu se levantó y le dio un abrazo.

-Primo! Llegaste. Me estaba preocupando.

-No tienes de que. Ryu, el es… -Takihara lo miró, había olvidado que no podía decir su nombre –Daisuke, el corredor del que te hablé. –Haruka levantó la ceja extrañada, pero decidió seguir con el juego y preguntar después. Estiró una mano hacia Ryu y éste la tomó.

-Mucho gusto.

-Lo mismo… -lo observó un rato –estás seguro de lo que haces? Son 10 grandes.

-Supongo que ya no puedo retractarme ahora, no? –Ryu rió y tomo un trago de su cerveza.

-No, no puedes…. Quieres una? –levantó la botella – allá –señalo con el dedo hacia una barra improvisada en la esquina del taller –hay de todo, puedes ir a tomar algo.

-No gracias, no tomo. –Ryu puso una mano en su hombro y se acercó a su oído.

-No tienes que tomarla, solo tenla en la mano, mientras más hagas lo que hacen todos, mejor. – Ryu se alejó y se sentó nuevamente encima del capó del auto mientras Takihara le puso un gorro a Haruka en la cabeza.

-Listo, con eso estas, ve a traer un par de cervezas y yo arreglo todo.

A Haruka no le gusta que le den órdenes, pero se sentía un poco perdida en ese lugar, asi que mejor decidió hacer lo que decían hasta que se acostumbre y aprenda a moverse. Era todo como una táctica en una batalla, ver al enemigo, estudiarlo y atacar. Llegó a la barra y pidió dos cervezas, cuando se las dieron decidió llevarse una a la boca, tal vez tomar un poco no le haría mal y podría serle más fácil acostumbrarse. Al dar la vuelta una persona choca con ella y hace que una de las botellas caiga al suelo, rompiéndose. Haruka estaba apunto de reclamar cuando la otra persona se dio la vuelta y la miró.

-Disculpame! No estaba viendo por donde iba! –Haruka se quedó en silencio por unos segundos, observándola casi boquiabierta. La chica tenia el cabello negro como la noche, una piel blanca que hacia que sus labios, color rojos carmesí por el colorete que llevaba puesto, resaltaran más, una mirada entre juguetona y sexy y la ropa que traía, que consistía en un top rojo que exponía su abdomen y unos pantalones de cuero, se ceñían a su cuerpo perfectamente.

-No, yo… no me fije, lo siento… tu estas bien? –La chica sonrió de lado.

-Si, estoy bien, pero déjame comprarte otro trago, es lo mínimo que puedo hacer. –Haruka entonces volvió en si completamente y sonrió de lado.

-Por favor, señorita, no se preocupe… Pero si quiere hacer algo por mi… - se acercó a su oído y le susurró –Podría decirme su nombre… -La chica volteó un poco y sonrió coquetamente, se acercó también al odio de Haruka, siguiéndole el juego.

-Asami.