La memoria
Una "fanfiction" sobre Yû Yû Hakusho por Sir Psycho Sexy
APUNTES: Se trata de la detective espiritual olvidada Sanada Kuroko y su vida. Dedicada a María y Kuwa-chan.
Satô Kuroko se sentaba en un sillón viejo y pardo, mezclando coñac con hielo en un vaso pequeño. Mientras ella bebía un poquito del coñac, miraba un álbum de fotos que se sacaron en tiempos diferentes de su vida.
Recordaba la figura que tenía como joven: los otros le llamaban "gordita, gordita", pero de hostilidad. Creía que no iba a llegar nada bueno en la vida, pero su vida no era cotidiana después de descubrir que tenía poderes espirituales, y que Koenma, el príncipe del mundo más allá, quería que ella se convirtiera en una detective espiritual.
Su trabajo nuevo tenía muchos riesgos, pero a Kuroko le gustaba mucho. No pensaba en las consecuencias de matar demonios; era algo que se necesitaba hacer para mantener un mundo perfecto para los seres humanos. Pero se sentía mal por su compañero menor, Sensui Shinobu. El joven siempre le parecía triste, callado e intenso, y, lentamente, ella se enamoró de Shinobu y trataba de echarle los perros. Pero descubrió su situación de amor, y se sentía peor que nunca. Su infatuación con Shinobu fue mera infatuación, y no amor verdadero.
Kuroko tomaba más del coñac, y tornaba las páginas del álbum. Ella y su marido tenía una boda por todo lo alto, primero en ropa japonesa tradicional, después en un smoking y un vestido blanco de novia. Kuroko recordaba el día en que se casaba con alegría; se casaba con un hombre especial, un hombre que correspondía a su amor, no como su "romance" bobo de la juventud en que se enamoraba de un homosexual. Mientras comía el pastel con su marido nuevo, Kuroko sabía que el futuro sería seguro.
Se tornaba otra página, y Kuroko veía sus niños bonitos como bebés en el hospital. Cuando dio a luz a sus niños, sabía la exdetective que su vida como ser humano, como mujer, era completa. Una vida perfecta, como madre y guerrera a la vez…
La memoria de Kuroko siempre persistía. Su mente llegaría al futuro, cuando sus niños serían los que protegen el mundo de los humanos, y al presente, cuando pensaba en el poder increíble de Urameshi Yûsuke, la mezcla perfecta de ser humano y demonio.
Kuroko cerró el álbum, y acabó de tomar el coñac. El tiempo siempre será el tiempo, y, ella, como la primera detective espiritual, lo conocía mejor que nadie.
-FIN
