Hola. Ustedes disculparán los desvaríos de la viñeta anterior, fue creada una bonita noche en la que no dormí nada. Ni recuerdo bien cuando la subí... Decidí que siempre será Bellatrix/Rodolphus. Son apasionantes, lindo matrimonio.
Agradecimientos especiales a Patch Adams. Estaba viendo su película cuando (sí, en la madrugada de nuevo) escribí esto.
Disclaimer: Seguro conocen a la señorita J.K. Rowling. ¿No? En fin, de ella es todo esto, a ella páguenle.
Juste judex ultionnis, donum fac remissionis ante diem rationis.
(Oh, justo juez de las venganzas, concédeme el perdón en el día en que pidas cuentas)
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Pesadilla
Trató de enfocar la mirada, pero era imposible. Bellatrix Lestrange, la mortífago despiadada, no podía con su propio sueño. Molesta, colocó el separador de cuero y dejó el libro de lado.
Los brazos de Morfeo jamás fueron tan suavemente violentos. La enredaron en figuras de colores, dieron vueltas, auguraron dolor eterno y fingieron sonreír. Tum-tum, de aquí a allá, por cada rincón de su oscura mente. No hubo tumba sin excavar y arcoiris sin enterrar.
Deliciosa locura.
Por el rumbo despertó. La tarde perecía en la copa de los árboles y las mariposas, sucias, perdían su color. Ella mucho más que eso.
Murmullo. Una prisión invencible escapó por la boca y se coló entre los muslos. Estaba atrapada.
"¿Rodolphus?" jadeó.
Él la miró de soslayo. Verdugo que se sabe amado.
"¿Por qué me haces esto, querido?"
"¿Por qué no habría de hacerlo?"
La caja, las ataduras, el delirio. Bellatrix se iba enterrada en vida por su propio marido. Pero antes de tapiar para siempre el recuerdo de la dama oscura, éste exclamó con una dulzura y devoción digna de la madre acabada:
"Hasta que la muerte nos separe"
Sólo una vez imploró clemencia; luego, calló. Ella nunca fue piadosa, la tierra que la cubría tampoco.
Con la noche su recuerdo fue borrado, y al amanecer ni las hormigas supieron de sí.
Una pesadilla... o no.
