Gracias a los que me han leído y a los que me vayan a leer también...no pude evitar hacer un epílogo, porque tenía una escena escrita que no pude incluir en la historia, pero me parecía tan linda que la incluí aquí. Espero que la disfruten, es un poco de la personalidad "oculta" de Draco, la personalidad q él tenía sólo con ella (y conmigo, en mis sueños, jejeje)

Epílogo

Harry recibió en su casa a Ron, que venía junto a Lavander, su esposa; su amigo rengueaba una pierna y usaba un elegante bastón con una borla de oro, era el único rastro de la batalla vivida, ya habían pasado 10 años desde la "batalla final" y el mundo había alcanzado la paz soñada. Jamás habían vuelto a hablar de los sacrificios, ni de las pérdidas, ni de Draco Malfoy; había sido un pacto tácito entre los amigos, se oían rumores, historias, pero sólo ellos sabían lo que había ocurrido o por lo menos una parte de lo ocurrido; Hermione jamás había vuelto a pronunciar el nombre de su amante, era como si nunca hubiese existido. Ni su esposo ni su amigo lograron sacarle una confesión, sólo enmudeció y calló, un silencio que le valió una breve estadía en el área psiquiátrica de San Mungo, sólo un par de meses, hasta que su embarazo se hizo evidente y Harry se enfrentó a todos los sanadores que la atendían y en una mentada disputa, la retiró bajo su responsabilidad.

Al nacer su primera hija, Hermione volvió a sonreír, volvió a vivir, volvió a sentir…Parecía un ángel caído del cielo, sus grandes ojos grises, sus rizos suaves y perlados, y la mirada limpia de su madre, no había lugar a dudas, era la perfecta confluencia de sus padres y su tormentoso amor. Harry recibió a la pequeña Lily con la alegría del padre primerizo, enorgullecido de su belleza y jamás dudó en amarle; ese pequeño y desinteresado gesto, le valió la entrega completa de Hermione nuevamente. Aprendieron a amarse en sus cavilaciones y en sus errores, sabían que la vida era un regalo efímero y debían disfrutarla, no perdieron tiempo, tuvieron 3 hijos más y eran felices en su unidad.

Harry solía pensar que si existiese la venganza casual, Malfoy la había conseguido, no podía haber logrado mayor venganza que entregarle esos dicotómicos sentimientos; por una parte, le odiaba ferozmente, por haber muerto, por haber dado su vida por Hermione y por sobre todo, por haberla tenido entre sus brazos durante muchísimo tiempo, a sus espaldas; pero por otro lado, le agradecía la vida de su esposa y la de su hija y amaba profundamente a ambas, aunque su hija fuese la fiel copia de su enemigo. Lily era una digna descendiente Malfoy, la idolatraba igual o incluso más que al resto de sus hijos, porque aunque Lily desde muy temprana edad hizo acopio de su basto ingenio, su fragilidad le asustaba, era enfermiza y parecía etérea, tal vez por las torturas inflingidas a su madre, tal vez las heridas en la lucha, quizás la muerte de su padre… la verdad es que nunca sabría realmente porqué, pero ella era débil y delicada y debía cuidarla muchísimo. Su carácter indomable le recordaba a su esposa y su ingenio despectivo, a su padre; pero le amaba, odiaba a Malfoy más que nunca y amaba a la pequeña más que a nadie, silencioso recuerdo de la aventura de su madre, era una ironía cruel de la vida.

Harry invitó a sus amigos a sentarse en la sala:

-Iré a buscar a Hermione, Ron, estaba loca por veros-suspiró un momento mientras guiaba de la mano al pequeño hijo del matrimonio- ven conmigo Daniel, los chicos están afuera junto a Herm...

Se alejó de la mano del chico y a poco andar agregó:

-Ron¿podrías abrir la puerta si tocan, Neville y Luna llegarán pronto, acaban de avisarme que vienen en camino, han tardado porque han elegido un medio muggle de transporte, ya sabes que Luna está muy avanzada en su embarazo – y les sonrió a sus amigos.

Hermione estaba sentada sobre el prado de su jardín, intentaba leer, pero le era imposible concentrarse con la loca correría de sus hijos; Lily intentaba dibujar recostada en el piso, aprovechando los débiles rayos de sol otoñales, James y Sirius de 7 y 5 años discutían sobre la pertenencia de una bludger de juguete y se la arrebataban de las manos sobre la cabeza de la chica mayor y la pequeña Ginny de tan solo 4 años, se arrodillaba febrilmente concentrada, anudando los zapatos de sus hermanos para que tropezasen, apenas dieran un paso; ella siempre se las ingeniaba en hacerle bromas, el ser la menor le daba ventajas en los castigos.

Hermione sonreía mientras saboreaba la compañía de sus hijos, la acomodada posición que esgrimían ahora junto a su marido, le permitía quedarse en casa junto a ellos, opción que ella disfrutaba al máximo. Eran todos tan diferentes, la frágil Lily; el valiente y agudo James que con sus audaces ojos ámbar y su indomable pelo azabache, era quien solía liderar los juegos; el pequeño Sirius, con sus verdes y grandes ojos enmarcados en una castaña y ondulada cabellera, consideraba a James su héroe indiscutido a imitar y le seguiría hasta el fin del mundo si fuese necesario; y la traviesa Ginny, con su liso y largo pelo azabache y sus juguetones ojos esmeraldas, parecía siempre estar inventando una nueva broma para sus hermanos mayores, ni Lily ,con toda su calma, lograba zafarse de los chascos.

En minutos como ése, dejaba volar su imaginación, hacia el pasado, dejaba de ser la esposa y la madre y volvía a ser la amante, tenía tantos recuerdos de Draco y los llevaba anudados en su pecho uno tras otro, como una dolorosa cruz, una penitencia que debía cumplir por su atormentada infidelidad. El medallón que pendía de su cuello reflejaba los haces de luz del sol que los cubría y recordó cuando Draco se lo entregó.

Flash back

Habían pasado poco más de dos meses desde su matrimonio con Harry, sentada sobre la alfombra que estaba bajo la ventana de la vieja mansión, Hermione dejaba que su cuerpo semidesnudo recibiera las caricias del sol mientras sostenía en sus rodillas la cabeza de su amado. Draco Malfoy estaba recostado, sólo vestía unos pantalones y llevaba el torso desnudo, entrecerraba los ojos y disfrutaba de la calma que sobreviene a la furia de la pasión contenida que en ellos bullía. Acariciaba suavemente su cabello rubio, con infinita ternura y posaba sus ojos ambarinos en el pacífico rostro de Draco, quien tenía una expresión casi angelical.

-Draco¿en qué piensas?- su voz denotaba suprema dulzura.

-en ti…-suspiró y agregó- en nosotros…ahora, bueno, tú sabes…ya no somos sólo tú y yo y aunque mis sentimientos no han cambiado…temo que los tuyos puedan cambiar…-abrió suavemente los ojos, para seguir cada gesto de la chica.

Ella le sonrió – pero ¿sabes, lamento decirte que mis sentimientos SI han cambiado- y observó como el rostro de Draco se contraía levemente.

No pudo reprimir su risa al verle tan agarrotado y susurró –Mi amor, por supuesto que han cambiado, hoy te amo más que ayer, y ayer te amé más que el día anterior y así…aunque no te vea, cariño, siempre estás grabado en mi piel.- entonces él se levantó de golpe y comenzó a juguetear con la chica, mientras le hacía suaves cosquillas que la hacían retorcerse sobre la alfombra y reír a trompicones.

-eres cruel y despiadada, Hermione, me hiciste pasar los peores milisegundos de mi vida, eres tan cambiante que nunca sé lo que pasará al día siguiente, siempre me tienes con el corazón en la mano…ya me había advertido mi madre contra las perversas mujeres de gryffindor, debí haberla escuchado…- suspiró y agachó su cabeza para besarla, saboreando el dulzor de sus labios, a la vez que sostenía con fuerza sus manos sobre el piso.

- las perversas mujeres de gryffindor!-abrió desmesuradamente los ojos, e irguió levemente su cabeza sólo para refutarle-soy yo la que debería preocuparme! Señor Draco "soy el mejor líder" Malfoy, ustedes los slytherin tienen el ego del porte del Everest!...lamentablemente es sólo el ego lo que tienen de ese tamaño-y soltó una risa cantarina que hizo al joven atacarla sin dar crédito a lo que oía, entre risas y cosquillas no se dieron tregua hasta que por su fuerza y atlético cuerpo, el joven, logró vencer a la delgada castaña que aun distaba mucho de aprender de juegos de amantes…

La rodeó con sus fuertes brazos hasta inmovilizarla y le sonrió con un brillo triunfal en sus ojos -¡dilo, Hermione, dilo! Ya sabes que debes decir-

Ella no dejaba de reír, no podía hablar, apenas pudo articular - ¿qué cosa?- y continuaba riendo mientras él la torturaba con sus caricias que accedían a sus lugares más vulnerables…

-di que Draco Malfoy es el más bien dotado y lujurioso amante que has tenido!-y él también reía por la ridícula frase que se le había ocurrido, sólo jugaba con su chica y la hizo reír hasta que ella tuvo que agarrar su vientre porque, la verdad, no aguantaba más…

-está bien, tregua, tregua, lo diré- le gritó, mientras lágrimas de felicidad caían en su rostro, el chico se tranquilizó y formalizó sus gestos, como quien se encuentra frente a una confesión de vida y frunció un poco el seño denotando su concentración.

Ella apenas dejaba de reír y decía entre hitos –"Draco Malfoy es el amante…-paró para respirar, aún reía-bien dotado y lujurioso? Lujurioso has dicho?-y otra vez sus risotadas llenaron la estancia, pero Draco mantenía su expresión solemne-está bien, Draco, eres el más bien dotado y lujurioso amante que he tenido ¿contento?- le dijo, a la vez que ya no le hacía tanta gracia la derrota.

El mantenía su rostro solemne y le respondió –no, no estoy contento, ahora también debes decir que aceptas casarte con este lujurioso y bien dotado amante-y sacó los medallones de su bolsillo, y le sonrió esperando su aprobación.

Pero Hermione estaba demasiado sorprendida por la confesión, no podía decir nada, las palabras se habían ido de sus labios y viajaban lejos, en algún lugar recóndito…al no tener respuesta, Draco pensó que la había ofendido y balbuceó unas palabras, para distender la situación - …son dos iguales-dijo mientras bajaba su vista avergonzado y se apresuraba a mostrárselos - pensé que te gustarían, los mandé a elaborar hace unas semanas…mira! - dijo mostrando las figuras finamente talladas en platino y oro - somos tú y yo…sólo es simbólico, amor…ya sé que tú no puedes…-y calló cuando la chica posó sus diminutas manos sobre sus labios y le sonrió…

-claro que si, Draco, acepto casarme contigo y permanecer a tu lado hasta que la muerte nos separe- entonces el la besó profundamente y antes de colgarle el medallón en su cuello, ambos los sostuvieron en vilo, uniendo sus manos y con la mano libre que tenía, Draco realizó el conjuro de amor con su varita, a la vez que ambos repetían-te amaré y te respetaré hasta el fin de mis días y si hay vida después de ésta, te encontraré para seguir amándote – y un haz de luz roja giró tres veces en torno a los medallones y cuando se volvieron a besar, el haz desapareció…era un hechizo que no se utilizaba desde hacían 230 años, pero que ambos conocían bastante bien, lo habían encontrado en un libro que reposaba en la biblioteca de Malfoy (sólo habían 2 copias), poderoso hechizo que resguardaría su amor aún después de la muerte, amor eterno, sólo si hubiese otra vida…

Fin del flash back

Ella poseía uno y el otro reposaba en el delicado pecho de su hija mayor, tal vez, sólo quizás…algún día le contaría la historia, su historia y la de su verdadero padre... por ahora, las cosas estaban bien de la manera en que estaban…

-Querida-la melodiosa voz de su esposo la sacó de su ensimismamiento-

-amor! – le dijo mientras sonreía y depositaba su mirada llena de gratitud y afecto en el rostro del joven que entraba en el jardín – veo que vienes con Daniel¿ya llegaron¿llegó Ron? Y Neville? Y Luna?- estaba muy ansiosa por verlos, los extrañaba, los unía una poderosa amistad.

-si, Herm, ya llegaron, Neville y Luna aún no, pero pronto llegarán – y depositó a Daniel junto a sus hijos, quienes le saludaron escandalosamente, mientras los varones caían estrepitosamente sobre su hermana mayor, y ésta a su vez gritaba y blandía insultos apenas entendibles hacia sus hermanos y Ginny, quien se destornillaba de risa al ver el fruto de sus bromas.

Harry los llamó al orden y los 4, de mala gana, le hicieron caso poniendo gestos de máximo arrepentimiento en sus rostros, gestos que por lo exagerados, Harry no los consideró mucho.

Antes de salir de la mano de su esposo, rumbo hacia sus amigos, Hermione se giró ante el murmullo de las risas contenidas de sus hijos y su invitado, reafirmándoles el reto bien merecido que Harry les había dado y agregó:

-y tú, Ginny Potter, ni creas que no te he visto amarrar las agujetas de tus hermanos, como oiga una más, tendrás que irte a tu habitación sola, a reflexionar sobre lo sucedido, pasarás el resto de la tarde allí!- ella sabía que eso significaría que aunque la menor hiciera una de las suyas, sus hermanos mayores ocultarían cualquier rastro de pleito o trifulca entre ellos, para evitarle el castigo, después de todo, eran un equipo.

Apenas entraron en la sala, vieron la cabeza regordeta del auror asomarse por la puerta, mientras Ron la abría.

-Neville!- gritó Hermione, acercándose a abrazar a cada uno de sus amigos.-Luna, te ves preciosa! Cuantos meses te quedan aún, y tu Lav ¿solo os quedais con Daniel? Que acaso Harry y yo somos los más prolíferos!-por toda respuesta sus amigos rieron.

Harry guió a los pequeños Franz y Alice Longbottom hacia el jardín junto a sus hijos, y observó como ellos ya habían organizado un estupendo juego que era liderado por James.

Volvió al salón y se paró tras su esposa, mientras ella yacía sentada en el sofá, él decidió abrazarla por la espalda, acariciando su cuello delgado, mientras ella entralazaba sus manos, acariciéndole suavemente con la mano libre. Sonrió al verla conversar tan alegremente, observó a sus grandes amigos, y se dio cuenta de que era feliz, ya no podía pedirle nada más a la vida, lo tenían todo y habían vencido.

Bueno, este es el fin de los finales...respecto a lo que me proponen, de hacer otra historia, la verdad es que ya lo había pensado (me encantó escribir!), claro q será menos trágica y de la misma pareja (obviamente), q es mi favorita...apenas la termine en word, empezaré a subirla...ya se dieron cuenta q me gusta actualizar rápido y eso es porque las termino antes de publicarlas...les dejo mis saludos...aios,snif snif