Ya volví... pero tengo una queja por ahí... misma que les haré saber al final del capitulo.

"..." diálogos

'...' pensamientos

(...) cuando me meta para decir alguna cosa

Ahora los datos del fic:

Titulo: El Código DaVinci.

Genero: AU, Shonen-ai, yaoi, misterio y lo que vaya saliendo según el libro.

Parejas: Kai y Rei como siempre vamos.

Disclaimer: Ni la idea, ni la trama del fanfic me pertenece, todo ha sido tomado del libro "El Código DaVinci" de Dan Brown y por lo tanto los derechos le pertenecen solamente a el, mientras que Beyblade pertenece a Aoki Takao, en dado caso ambas cosas el libro y el anime no tienen nada que ver conmigo, no hago esto con fines de lucro y no me estoy ganando nada, todo es de sus respectivos autores.

Reparto del capitulo:

Robert Langdon: Kai Hiwatari

Jérome Collet: Tyson Granger

Silas: Bryan Kuznetzov

Manuel Aringarosa : Boris Balkov

Sor Sandrine: Mariah Mao (me vale que los dos sean nombres... déjenme! XO)

.: SIETE :.

Sor Mariah Mao vivía en un humilde habitáculo ubicado en la segunda planta del propio templo. Ese templo era su hogar por hacia mas de diez años, oficialmente su residencia estaba en un convento cercano pero ella prefería la tranquilidad de la iglesia. Sor Mariah era la encargada de los aspectos no religiosos de la iglesia: el mantenimiento general, la contratación de personal de apoyo y guías, la seguridad del edificio fuera de las horas de culto y de visita, la compra del vino de misa y las hostias de consagrar.

Esa noche mientras dormía en su estrecha cama el sonido del teléfono la despertó, contesto la llamada soñolienta.

"¿Diga?" -dijo la mujer-.

"Hola hermana" -dijo otra voz al lado de la línea, quien resultaba ser el párroco de la iglesia- "Lamento haberla despertado hermana" -dijo con una voz que también sonaba adormilada- "Tengo que pedirle un favor, acabo de recibir la llamada de un importante obispo americano, quizás lo conozca, Boris Balkov".

"¿El máximo representante del Opus Dei?" -pregunto un tanto asombrada recordando como el asenso de aquel hombre se había dado-.

"El obispo Balkov me ha llamado para pedirme un favor" -prosiguió el padre con voz nerviosa- "Uno de sus numerarios se encuentra en París esta noche..."

Mientras escuchaba aquella extraña petición, Sor Mariah se veía mas confundida.

"Discúlpeme ¿Me esta diciendo que ese numerario del Opus Dei no puede esperar a mañana?" -pregunto la ojiambarina-.

"Me temo que no, su avión sale muy temprano y siempre ha tenido el sueño de ver Saint-Sulpice" -abogo el padre-.

"Pero la iglesia es mucho mas interesante de día" -reprocho Sor Mariah- "Con los rayos del sol que se filtran por el rosetón, con las sombras del gnomon, eso es lo que la hace única" -explico vanamente la ojiambár-.

"Hermana estoy de acuerdo, pero si lo deja entrar esta noche lo tomare como un favor personal que me hace" -aclaro el hombre ya de edad- "El podría estar a eso de ¿La una? Dentro de veinte minutos".

"Si claro, lo atenderé gustosamente" -Sor Mariah frunció el seño-.

El hombre dio las gracias y colgó, desconcertada Sor Mariah se sentó en la cama, a sus cincuenta años (muajajaja... que agradezca que le quite diez años a su personaje) ya no era una jovencita como antes, sin embargo aquella llamada le había avivado todos los sentidos, el Opus Dei siempre le había inspirado desconfianza y con justa razón. Se había enterado de los horrores que les hacían pasar a las mujeres el dicho lugar, ya que ellas supuestamente tenían una mayor responsabilidad por ser las originarias del pecado original. Parecía que el mordisco de Eva a la Manzana del Árbol de la Ciencia era una deuda que las mujeres debían pagar por el resto de la eternidad, desgraciadamente cuando la mayor parte de la Iglesia parecía ir avanzando lenta y correctamente en relación con los derechos de la mujer, el Opus Dei parecía ir hacia atrás.

Bajo de la cama y coloco sus pies sobre la piedra fría del suelo, un escalofrió le recorrió completamente y sin saber porque, tuvo miedo.

'¿Intuición femenina?' -se pregunto a si misma-.

Sor Mariah era una creyente devota y había aprendido a encontrar la paz de las voces que llegaban a su alma, mas esa noche las voces callaron tanto como la iglesia que vacía se encontraba.

.: OCHO :.

Kai no podía apartar la vista de aquellas letras que brillaban en el suelo de madera. Le parecía completamente extraño que ese fuese el último mensaje de Dickenson, mismo que rezaba así:

13 - 3 - 2 - 21 - 1 - 1 - 8 - 5

¡Diavole in Dracon!

Límala, asno

Ahora entendía porque Kinomiya había relacionado el pentáculo con el diablo, ya que las palabras de Dickenson hacían referencia a diablesas "Diavole in Dracon".

"Una parte del mensaje parece cifrado" -comento Kai, aun con sus hermosas y rubíes orbes sobre las letras del suelo-.

"Si" -respondió Hitoshi- "Nuestros criptógrafos ya están trabajando en ello. Creemos que los números pueden llevarnos a quien lo mato ¿Tienen para usted algún significado simbólico?"

Kai intento hacer un esfuerzo para poder dar con una respuesta, mas no pudo encontrar nada acertado ni hablar siquiera.

"Da la impresión de que el texto es una especie de acusación ¿No le parece?" -miro fijamente al bicolor junto a el-.

"Si, supongo que es lógico que intensase acusar a quien le había matado" -se le hizo lo mas lógico-.

"Mi trabajo claro esta consiste en ponerle nombre a esa persona, permítame que le haga una pregunta, señor Hiwatari, para usted dejando a un lado los números ¿Qué parte del mensaje resulta mas rara?" -seguirá mirándolo fijamente-.

Que burla... después de todo lo visto ¿Qué parte de la escena no era rara?

"¿La palabra Dracon?" -fue lo mejor que se le ocurrió responder- "Diavole in Dracon no son palabras muy comunes ni corrientes aun en francés".

"Dickenson era francés, vivía en París, pero para usar este mensaje utilizo el..." -mas Kai se le adelanto a lo que iba a decir-.

"Italiano" -corto el bicolor-.

"Précisement ¿Alguna sugerencia?" -Kinomiya arqueo la ceja-.

"La simbología y el texto no parecen coincidir, no creo poder ser de mas ayuda" -lamentablemente Kai se sentía tan confundido que ya no estaba seguro de nada-.

"Tal vez esto le aclare en algo" -Hitoshi se alejo del cuerpo y volvió a levantar la linterna de rayos ultravioleta de manera que la luz abarcase mas espacio- "¿Y ahora?"

Para la sorpresa de Kai, alrededor del conservador un círculo brillante se hizo visible, al parecer el hombre se había tendido en el suelo y había pasado el rotulador varias veces haciendo círculos alrededor, quedando en el centro. De repente lo vio claro.

"El hombre de Vitrubio" -susurro asombrado Kai-.

Dickenson había recreado una reproducción tamaño natural de la obra más famosa de Leonardo Da Vinci. Aquel dibujo era considerado el más perfecto de la historia desde el punto de la vista de la anatomía. El hombre de Vitrubio se había convertido en un icono de moderno de la cultura. El famoso trazo consistía en un círculo perfecto dentro del cual había un hombre desnudo, con brazos y piernas extendidos. No había duda, Dickenson había hecho todo colocándose en esa posición para dejar mas en claro aquello.

"Señor Hiwatari" -hablo Hitoshi- "No me cabe duda de que usted sabe que Leonardo Da Vinci tenia cierta afición por las artes oscuras".

Kai se asombro de aquello, pues no pensó que Kinomiya tuviese conocimiento de eso. Da Vinci siempre había supuesto una complicación para los historiadores, especialmente para los cristianos. Había sido abiertamente homosexual (no? en serio? como si eso nos espantase a nosotras xD) y adorador del orden Divino de la Naturaleza, cosas que lo convertían en pecador segunda la Iglesia (inche iglesia maldita... perdón a las católicas ¬¬Uu) además Leonardo exhumaba cadáveres para estudiar la anatomía humana, llevaba extraños diarios donde escribía al revés, creía que tenia el poder alquímico para convertir el plomo en oro, e incluso para engañar a Dios creando un elixir para atrasar la muerte. Al aceptar ciertos lucrativos encargos que le hacia el Vaticano, Leonardo pintaba temas católicos no como expresión de sus propias creencias sino como empresa puramente comercial. Por desgracia también era un bromista que se divertía mordiendo la mano que le daba de comer. En muchas de sus obras religiosas ancoraba símbolos ocultos que no tenían nada que ver con el cristianismo, tributos a sus propias creencias y sutiles burlas a la iglesia.

"Entiendo su preocupación" -hablo al fin Kai, luego de analizarlo un poco- "Pero en realidad Leonardo nunca practico artes oscuras, era un hombre de gran espiritualidad, aunque de un tipo que entraba en constante conflicto con la iglesia" -comenzó a excplicar-.

"¿Si?" -pareció interesado-.

"No, solo pensaba que Dickenson compartía gran parte de su espiritualidad con Leonardo, incluida su preocupación por la supresión que la iglesia hace de lo sagrado femenino en la religión moderna. Tal vez al representar el famoso dibujo hacia eco a las frustraciones compartidas a la demonización de la diosa.

"¿Cree usted que Dickenson esta llamando a los dirigentes de la Iglesia Diablesas Draconianas´?" -la expresión de Hitoshi se hizo mas dura- "¿Y que es eso de Límala, asno?"

"Lo único que digo es que Dickenson dedico su vida al estudio de la diosa, y que nadie ha hecho mas por erradicar esa historia que la Iglesia Católica. Parece razonable que Dickenson haya optado por expresar esa decepción a la hora del adiós" -quiso explicar el ruso bicolor, pues ya estaba cansado y fastidiado de todo lo que estaba pasando-.

"¿Decepción?" -dijo Kinomiya en un tono de clara hostilidad- "Este mensaje suena mas a rabia que a decepción ¿No le parece?" -siseo-.

De acuerdo, Kai había llegado al límite de su paciencia que no era mucha, pero esta noche había sido más extensa de lo normal.

"Capitán" -dijo Kai, con un tono frió y seco- "Usted se ha interesado por mis impresiones y eso es lo que le estoy ofreciendo" -sus rojizos ojos brillaban con enfado-.

"¿Y su impresión es que esto es una condena a la iglesia?" -ahora el peliazul hablaba con los dientes muy apretados- "Señor Hiwatari, en mi trabajo he visto muchos muertos y déjeme que le diga algo" -endureció su mirada sobre el bicolor- "Cuando un hombre fallece a manos de otro, no creo que sus últimos pensamientos le lleven a escribir una oculta declaración espiritual que nadie va a entender, lo que yo creo mas bien es que piensa en una cosa" -entrecerró sus marrones orbes- "En la vengeance. Creo que el señor Dickenson escribió esta nota para decirnos quien lo mato".

"Pero eso no tiene ningún sentido" -lo miro fijamente clavando sus rubíes orbes en el capitán frente a el-.

"¿Ah, no?" -encaro el peliazul-.

"No" -sentencio cansado el ruso y también ya frustrado, devolviéndole el golpe- "Me ha dicho que a Dickenson le ataco en su despacho al parecer alguien a quien el mismo había invitado".

"Si" -asintió el otro-.

"Por lo que me parece razonable concluir que el conservador conocía a su atacante".

"Siga" -ordeno cortante-.

"Bueno, pues si Dickenson conocía a la persona que lo mato ¿Qué tipo de condena es esta? -señalo el suelo despectivamente- "¿Códigos numéricos? .¿Diablesas draconianas? .¿Pentáculos en el estomago? Todo resulta demasiado críptico.

"Si, puede tener razón" -Hitoshi frunció el ceño como si la idea no se le hubiese ocurrido antes-.

"Teniendo en cuenta las circunstancias, me inclinaría a pensar que si Dickenson hubiese querido informarnos de quien lo mató habría escrito el nombre directamente".

Mientras Kai hablaba, a Hitoshi lentamente se le dibujaba una sonrisa en los labios, la primera de aquella noche.

"Précisément" -dijo el, con aquella sonrisa- "Précisément" -repitió por lo bajo-.

Mientras... en la oficina del conservador fallecido, el agente peliazul escuchaba todo con detenimiento.

"Estoy siendo testigo del trabajo de un maestro" -murmuro Tyson-.

Granger sintonizaba el equipo de sonido para escuchar mejor la voz de Kinomiya que llegaba hasta sus auriculares. El agent sipérieur sabia que por momentos como aquel habían catapultado al capitán hasta la cúspide del sistema policial francés. Recordó como había reunido a todos los agentes habiendo dicho "Yo se quien ha matado a Dickenson Kon. Ya saben lo que tienen que hacer, no quiero fallos esta noche".

Regresando a su ordenador portátil, Tyson se concentro en su otra atribución de la noche: el sistema de localización por GPS, la imagen de la pantalla un plano detallado de la Ala Denon. En el mapa que se veía del corazón de la Gran Galería había un puntito rojo parpadeaba.

La marque.

Aquella noche Hitoshi daba a su presa muy poco margen de maniobra. Se le debía reconocer que Kai Hiwatari había demostrado ser un "cliente" imperturbable.

Continuara...

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Ya volví! n.n pero quizás no por mucho tiempo ¬¬ verán como mi hermosa hermana Sacristhia, yo también he decido ponerme en huelga, es decir... ya nos enteramos de cuantas personas leen nuestros fanfics y cuantas son las que dejan reviews realmente ¿Cómo? Es secreto, pero lo que si puedo decirles es que más de cien personas han leído este fic y tan solo 22 reviews han dejado... no es que me importen tanto los reviews pero nosotras nos matamos para traerles los capítulos, y considero que lo menos que se puede hacer es mandarnos un review para decirnos que les gusto, que no les gusto, que debemos quitar o que debemos agregar, yo se que muchas por falta de tiempo no lo hacen y lo comprendo, pero no creo que todas sean las ocupadas ¬¬ así que hasta que no vea mas reviews no continuo con mis historias, así que sin reviews no hay mas capítulos. Espero no molestar a mis lectoras que si dejan reviews, espero que me entiendan que esto es una huelga "laboral" y me comprendan sin odiarme ñ.ñ lo siento.

Nayru Ishida

0Axis0

Shiroi Tsuki

Sísmica La Sombra

Angy B. Mizuhara

Elian

Nadryl

Y bueno, ya me voy, espero que pasen a leer el fanfic de Sacristhia "Angeles y Demonios" y yo por mi parte paso a retirarme.

Atte. Celen Marinaiden. "En el mundo solo existen victimas y victimarios... yo pertenezco al segundo grupo..."