Regrese! n.n ¿Cuánto me tarde? Oh... yo espero que no haya sido mucho tiempo ejeje... jeje ñ.ñ
"..." diálogos
'...' pensamientos
(...) cuando me meta para decir alguna cosa
Ahora los datos del fic:
Titulo: El Código DaVinci.
Genero: AU, Shonen-ai, yaoi, misterio y lo que vaya saliendo según el libro.
Parejas: KaixRei.
Disclaimer: Ni la idea, ni la trama del fanfic me pertenece, todo ha sido tomado del libro "El Código DaVinci" de Dan Brown y por lo tanto los derechos le pertenecen solamente a el, mientras que Beyblade pertenece a Aoki Takao, en dado caso ambas cosas el libro y el anime no tienen nada que ver conmigo, no hago esto con fines de lucro y no me estoy ganando nada, todo es de sus respectivos autores.
Reparto del capitulo:
Robert Langdon: Kai Hiwatari
Shopie Neveu: Rei Kon
Jérome Collet: Tyson Granger
Bezu Fache: Hitoshi Kinomiya
Silas: Bryan Kuznetzov
Sor Sandrine: Mariah Mao
.: DIECIOCHO :.
Hitoshi corría por los pasillos mientras que el sonido de la alarma se escuchaba por todo el lugar.
"¡Ha saltado!" -escucho que le gritaba Tyson por medio de la radio que traía consigo- "¡La señal luminosa esta en el exterior y no se mueve! .¡Creo que Hiwatari se ha suicidado!" -dijo alarmado el otro-.
Y aunque había escuchado aquello, a Hitoshi le parecieron cosas absurdas por lo cual siguió corriendo mas el pasillo parecía no tener fin. Escuchaba como su medio hermano le decía que la señal comenzaba a moverse y a muy rápida velocidad alegando que debería ir en el coche, mas el ojimarrón no le hizo caso y entro al servicio con la pistola en mano, donde la alarma era tan fuerte y clara que ya no le permitió seguir escuchando el radio. A pesar de que el peliazul reviso cuidadosamente cada parte no encontró nada más que la ventana rota. Miro hacia el exterior esperando ver a Kai mas no lo encontró por ninguna parte, para su suerte la escandalosa alarma había dejado de sonar. Escucho nuevamente la voz de su hermano decir por medio del walkie-talkie que le decía la ubicación en la cual se encontraba justo en aquel momento el ruso. Hitoshi busco con la mirada encontrando a lo lejos un camión que en la parte trasera llevaba una loma de vinilo hundida, como si se tratase de una hamaca. Se estremeció al pensar que ese mismo camión pudo estar detenido junto al Louvre. Debía reconocer que había sido algo imprudente y temerario por parte de Hiwatari el saltar y a pesar de que el automóvil se puso en marcha de nuevo trataba de convencerse de que no habría nada de que temer, pues sus hombres prontamente tendrían rodeado al vehículo y todo se habría acabado para el soviético. Hitoshi se comunico por radio pidiendo que le trajesen el auto pues quería ser el primero en estar presente cuando lo detuviesen. Kai se había escapado y eso lo hacia culpable. Sin más comenzó a caminar por los pasillos de la galería.
A menos de quince metros de ahí, Kai y Rei se ocultaban en la penumbra con la espalda apretada contra uno de los tabiques que impedían que las puertas se viesen, a duras penas habían conseguido esconderse cuando Kinomiya paso a su lado como un rayo con la pistola en mano.
Los últimos minutos había todo sido muy confuso, Rei se había puesto a examinar la ventana y la conexión que tenia con la alarma.
"Con un poco de puntería podría salir de aquí" -había dicho el oriental-.
"¿Puntería?" -incomodo, el bicolor miro hacia abajo-.
Abajo se apreciaba perfectamente un camión cubierto por una lona de vinilo no muy densa. Kai esperaba que el chino no estuviese pensando lo que parecía estar pensando.
"Rei, no pienso saltar..." -inconscientemente le había llamado por su nombre-.
"Sáquese el dispositivo de seguimiento de la chaqueta" -había ordenado el-.
Desconcertado Kai hizo lo que se le pidió, una vez que ya estaba afuera Rei se lo había arrebatado prácticamente de las manos, se dirigió hacia el lavabo tomando una barra de jabón e incrustándolo en ella. Cuidadosamente se encargo de que el dispositivo quedase completamente dentro de la barra enteramente oculto. Regreso donde estaba el bicolor alargándole el jabón, después se inclino tomando un pesado bote de basura metálico, y antes de que el ruso pudiese reaccionar el chino ya había roto la ventana haciendo que al instante las alarmas sonasen estruendosamente.
"¡Déme el jabón!" -ordeno rápidamente el chino-.
Se fijo en el blanco que representaba el automóvil, y justo antes de que el semáforo se pusiese en verde arrojo el jabón en medio de la oscuridad, que cayo resbalando por la lona justo cuando el automóvil arrancaba.
"Felicidades" -había dicho el oriental- "Acaba de escapar de Louvre".
Y así pues ahora luego de la intervención de Hitoshi, seguían internados entre las sombras mientras que las sirenas de las patrullas se alejaban del edificio.
"A unos cincuenta metros hay una escalera de incendios" -dijo Rei- "Ahora que los guardias están abandonado sus puestos podemos salir".
Kai prefirió que no diría nada en toda la noche... por mas increíble que resultase el aceptarlo, parecía que Rei era mas listo que el.
.: DIECINUEVE :.
Esa noche la iglesia de Saint-Sulpice estaba silenciosa como una tumba, mas en aquel momento dos personas se encontraban presentes. Bryan noto cierta incomodidad en Sor Mariah a la hora de hacerlo pasar, lo cual no le sorprendió pues estaba acostumbrado a las muestras de desconfianza por parte de las personas.
"¿Es usted americano?" -pregunto la vieja mujer-.
"Francés de nacimiento" -puntualizo- "Recibí la llamada en España y ahora estudio en los Estados Unidos".
"¿Y nunca ha visitado Saint-Sulpice?".
"No" -respondió en pelilavanda automáticamente-.
"Es mas bonita de día" -aclaro la ojiámbar, como si quisiese puntualizar algo-.
"No lo dudo, sin embargo agradezco que me haya dado la oportunidad de verla esta noche" -dijo, para seguir guardando las apariencias-.
Caminaron por la iglesia mientras que Bryan reparaba en la severidad y sobriedad de la construcción, le urgía que Sor Mariah le dejase solo, habría sido muy fácil el inmovilizarla pero se había jurado no recurrir a la fuerza, pues era una mujer del clero y ella no tenia la culpa de que la hermandad hubiese escogido su iglesia para ocultar la clave, no tenia porque pagar los pecados de otros.
"No me gusta hermana" -comenzó- "Que usted este despierta a estas horas".
"No se preocupe, va a estar en Paris poco tiempo y no debía perderse Saint-Sulpice" -contesto perspicazmente la mujer- "Dígame ¿Su interés es historio o arquitectónico?".
"En realidad hermana, mi interés es espiritual" -a lo que escucho la risa complacida de la mujer-.
"Eso se da por sentado... yo lo preguntaba para saber por donde comenzar la visita" -aclaro ella-.
"Oh no hace falta que me acompañe" -intervino el queriendo quitar el obstáculo- "Ya ha sido muy amable, me las arreglare solo... no se moleste".
"No es molestia" -insistió ella, como si presintiese algo- "Además, ya estoy despierta".
Bryan se detuvo, habían llegado al primer banco y el altar quedaba al menos hacia unos quince metros, así que se dio la vuelta acercándose mucho a la anciana mujer, lo que hizo que ella retrocediese.
"No quiero parecer maleducado, hermana, pero no estoy acostumbrado a hacer visitas turísticas a la casa de Dios" -quiso explicar de manera amable, pues ya estaba perdiendo la paciencia- "¿Le importaría dejarme un tiempo de recogimiento para poder rezar antes de seguir con la visita?" -pensó que aquella seria la excusa perfecta-.
"Oh, si claro" -Mariah vacilo un poco, desconfiada-.
"Hermana" -Bryan le planto la mano suavemente sobre el hombro- "Ya me siento culpable por haberla despertado, pero pedirle que siga despierta me parece demasiado, por favor vuelva a la cama. Yo puedo disfrutar solo del templo y salir por mi cuenta" -aclaro, esperando que sus diálogos fuesen validos y tomados en cuenta-.
"Como quiera" -resumió al fin la mujer, mientras que el ojilavanda quitaba la mano de su hombro-.
"Duerma bien hermana, que la paz del señor sea con usted".
"Y con usted" -respondió ella automáticamente mientras se dirigía hacia la escalera- "Y por favor, asegúrese de que la puerta quede bien cerrada cuando se vaya" -pidió amablemente-.
"Lo haré" -asintió el-.
Cuando Bryan vio que la mujer se perdía piso arriba, rápidamente se arrodillo en el primer banco, notando que el cilicio se le clavaba en la pierna. Encorvaba en la penumbra que proyectaba la sombra del balcón, Sor Mariah observaba al religioso arrodillado y solo. La sensación de temor le hacia mantenerse quieta. Durante un fugaz instante se pregunto si aquel visitante podría ser el enemigo contra el cual se le había prevenido, y si aquella noche podría cumplir las ordenes que llevaba años esperando poder ejecutar. Decidió seguir escondida ahí, en la oscuridad, observando con detalle cada uno de los movimientos del pelilavanda.
.: VEINTE :.
Emergiendo de las sombras, Kai y Rei avanzaban sigilosamente por la galería desierta, hacia la salida. Mientras caminaban, el bicolor sentía como si estuviesen intentando resolver un rompecabezas en medio de la oscuridad.
"¿Cree usted que Kinomiya haya escrito el mensaje en el suelo?" -pregunta necia tal vez, pero al menos quería otra opinión- "Porque parece muy empeñado en hacerme parecer culpable".
"Imposible" -respondió decididamente el chino- "Todo lo que ha estado escrito, la secuencia de Fibonacci, las iniciales, el simbolismo de Leonardo y la divinidad femenina... eso solo puede ser obra de mi abuelo" -aclaro el, pues estaba enteramente seguro de sus palabras-.
Kai debía darle la razón, el simbolismo de las pistas encajaba a la perfección.
"La llamada telefónica de esta tarde" -añadió Rei- "Me dijo que tenia que contarme algo, estoy seguro de que el mensaje fue su ultimo intento de explicarme algo, quizás alguna cosa importante que usted podría ayudarme a entender" -dijo el, esperando que el otro ya estuviese mas convencido-.
Kai frunció el ceño... las palabras que antes había leído en el suelo se le hacían de lo mas extrañas, y aun no había podido encontrar coherencia o significado para ellas.
"La puerta tiene que estar por aquí cerca" -anuncio el pelinegro-.
"¿Cree que los números de la secuencia escondan la clave para descifrar las otras líneas?" -el ojiescarlata ya había trabajado en casos similares, y había pensando que este podría ser uno de ellos-.
"Llevo toda la noche pensando en los números" -Rei frunció el seño, como molesto con la idea- "Sumas, cocientes, productos... nada da resultado... comienzo a pensar que solamente los escribió para hacer llegar el mensaje hacia mi lo mas pronto posible".
"¿Y el pentáculo también iba dirigido hacia usted?" -no es que dudase, pero al menos quería estar mas seguro-.
"Si, el pentáculo era un símbolo especial entre mi abuelo y yo. Cuando era niño a veces para divertirnos nos echábamos las cartas del Tarot, y a mi la carta indicativa siempre me salía del palo de los tentáculos... estoy seguro de que tenia la baraja trucada, pero los pentáculos se convirtieron en nuestra broma privada".
El bicolor sintió un escalofrió ¿Jugar cartas de Tarot? Bueno, las cartas del Tarot estaban llenas de símbolos heréticos, usados en la antigüedad para transmitir ideas prohibidas por la iglesia. Al fin llegaron a la salida de emergencia, y Rei abrió la puerta con mucho cuidado, no sonó ninguna alarma así que llevo a Kai escaleras abajo, en dirección de la planta inferior.
"Su abuelo" -se intereso el ojirojo, intentando seguir el ritmo del chino- "Cuando hablaban del pentáculo ¿Le menciono el culto a la diosa o le dio a entender que tuviese algún resentimiento hacia la Iglesia Católica?".
"No" -negó con la cabeza mientras seguía bajando escalones- "A mi me interesaban mas sus aspectos matemáticos: La Divina Proporción, el Phi, la Secuencia de Fibonacci, esas cosas".
"¿Su abuelo le hablaba del numero Phi?" -pareció sorprenderse-.
"Claro, la divina proporción" -sonrió con falsa modestia-.
Mientras seguían bajando el bicolor se dio cuenta de que las pistas de Dickenson comenzaban a tener un poco mas de coherencia. Su mente divago sobre las clases que solía dar en la Universidad, mas en una de ellas en especial donde hablo sobre el numero "Phi" considerado como la divina proporción pues el dichoso numero 1,618 era la principal base de razón de todo ser vivo, estaba presente en detalles minúsculos que pasaban de manera insospechada en la vida de las personas, desde el cuerpo humano en la división de media de sus proporciones, hasta en muchos elementos de la naturaleza.
"Venga" -susurro Rei- "¿Qué pasa? Ya casi llegamos ¡Dese prisa!" -dijo algo urgido-.
Kai sintió como que regresaba de un lugar muy lejano. Estaba ahí de pie, inmóvil, en la escalera, paralizado por una súbita revelación.
"¡Diavole in Dracon! Límala Asno".
Rei seguía mirándolo con confusión.
'No puede ser tan fácil...' -pensó el bicolor-.
Pero sabia que si, que lo era. Ahí en las entrañas del Louvre, con las imágenes de Phis y Leonardos revoloteándole por la mente, Kai Hiwatari, repentina e inesperadamente había resulto el enigma de Dickenson.
"¡Diavole in Dracon! .¡Límala Asno!" -exclamo- "¡Es un mensaje cifrado de los mas simples!".
Rei sorprendido le miraba un par de escaleras abajo, había estado toda la noche intentando resolver esos mensajes y realmente no había logrado nada.
"Usted lo dijo, la secuencia de Fibonacci no significa nada pero es una pista, los números nos dan una pauta para descifrar lo que viene a continuación. Ha escrito los números desordenados para pedirnos que apliquemos el mismo criterio hacia el texto 'Diavole in Dracon, Límala Asno' no significa nada, son solo letras desordenadas" -explico a lo que al chino pareció tomarle unos segundos captar la idea-.
"Me esta diciendo que cree que se trata de... ¿Anagramas?" -le miro con sus dorados ojos bien puestos sobre su persona-.
"Lo que su abuelo a querido decirnos ha estado frente a nuestras narices todo el tiempo" -aclaro, mientras bajaba los últimos escalones quedando mas cerca del oriental "Y la verdad es que nos ha dejado bastantes pistas, tendríamos que haberlo visto en el momento" -al fin, dichoso luego de haber resulto el enigma, su orgullo podría estar quieto-.
Sin más se saco una pluma del bolsillo, tomo delicadamente la mano del otro, descubriendo que era de una suavidad deleitante... pero olvidándose del hecho decidió mantener su mente fija en lo que estaba haciendo, extendió la palma y escribió:
¡Diavole in Dracon!
¡Límala, Asno!
Y seguidamente escribo lo mismo reordenando las letras, aquellos eran los perfectos anagramas de...
¡Leonardo Da Vinci!
¡La Mona Lisa!
.: VEINTIUNO :.
La Mona Lisa.
Durante un momento ahí de pie, Rei se olvido de que estaban tratando de escapar del Louvre. La sorpresa que le produjo ese anagrama solo era amortiguada con la vergüenza que sentía por no haberlo descifrado el mismo. No tenia excusa, debía haberlo visto, cuando era mas joven su abuelo le planteaba juegos de palabras para perfeccionar su ortografía (hey, ocupo yo también de esos juegos, a poco no? XD).
"No logro imaginarme, como ha podido su abuelo crear un anagrama tan complicado minutos antes de su muerte" -intervino Kai en sus pensamientos-.
Oh, pero Rei si lo sabía. Y al recordar la explicación le hacia sentirse mucho peor ¡Tendría que haberse dado cuenta! Ahora recordaba que su abuelo un aficionado a los juegos de palabras y amante del arte, se había dedicado de joven a modo de pasatiempo, a crear anagramas con los nombres de famosas obras de arte.
"Lo mas probable es que mi abuelo inventase el anagrama hace tiempo" -comento, ensombreciendo un poco la mirada- 'Y esta noche se vio obligado a usarlo' -pensó-.
Pero ¿Qué significa todo aquello? .¿Acaso debía ir a ver a La Mona Lisa? Recordó aquella vez que siendo un niño visito por primera vez el museo, y también vio a la famosa pintura de "La Mona Lisa" que no le había gustado en lo mas mínimo, quejándose de que era borrosa, mas su abuelo le dijo que hermosa, en cuanto dijo eso, el niño se quejo de que el cuadro era pequeño. Pero su abuelo le dijo que el también era pequeño y era hermoso a lo que al niño chino no le cayo en gracia, en ese momento odiaba su largo cabello negro y esos ojos ambarinos que tenia ya que según el, eran feos (hey, era un niño, compréndalo). Además de aquella sonrisa que parecía guardar un secreto, entonces su abuelo le había dicho que era posible que fuese cierto y cuando Rei le había preguntado si lo conocía, su abuelo le dijo que la vida estaba llena de secretos y era importante revelarlos todos a la vez... claro que Rei se quejo ¡El odiaba los secretos!
"Siguen siendo feos" -río con sarcasmo a lo que Kai se le quedo mirando extrañado-.
"¿Qué?".
"Nada" -negó rápidamente con la cabeza de manera cómplice- "Recordé algo de cuando era niño" -mas el ruso solo arqueo una ceja- "Mis ojos... no me gustan" -dijo después completando con una ligera sonrisa-.
"¿Eh?" -¿Cómo decía eso? .¡Si eran los ojos mas hermosos que hubiese visto en su vida! Claro que no iba a decirle eso, y menos en un momento como ese-.
"Voy a volver a subir" -dijo, expresando seriedad-.
"¿A ver a La Mona Lisa?" -dedujo rápidamente el bicolor-.
"Yo no soy sospechoso de asesinato, así que me arriesgare. Tengo que saber que es lo que quiere decirme mi abuelo" -expuso firme y convencidamente-.
"¿Y la embajada?".
De acuerdo, Rei se sentía culpable por convertir a Kai en fugitivo y después abandonarlo a su suerte, pero... ¡Tenia que saber! Le señalo una puerta metálica que había hacia el final de la escalera.
"Cruce la puerta y siga las señales luminosas que indican la salida, las señalas le conducirán hacia un torniquete de seguridad, es monodireccional y solo se abre hacia fuera" -saco las llaves de su automóvil y se las alargo- "Es el Smart azul que hay en el aparcamiento reservado para el personal, justo enfrente de la rampa ¿Sabe como llegar a la embajada?" -a lo que Kai tomo las llaves y asintió- "Oiga... mi abuelo pudo haberme dejado un mensaje en la Mona Lisa, quien lo mato o porque estoy en peligro -'Quizás sobre mi familia'- Tengo que ir a ver.
"Y si quería contarle porque estaba en peligro ¿Para que hacer todo eso? .¿Porque recurrir a un complicado juego de palabras?" -frunció el seño, dejando notar un gesto molesto ya muy característico en el-.
"Se que es extraño... pero me da la impresión de que quería que fuese a ver la Mona Lisa antes que a nadie" -suavizo considerablemente la mirada-.
"Iré con usted" -repuso firmemente el bicolor-.
"¡No!" -se apresuro el chino- "No sabemos cuanto tiempo mas estará despejada la galería, tiene que irse de aquí" -y su tono había parecido una suplica queda-.
Kai no estaba convencido, era como si su curiosidad académica estuviese poniéndose en contra de su sentido común y amenazase con arrojarlo de lleno a las manos de Hitoshi.
"Váyase, váyase ahora mismo" -le dijo, con una hermosa sonrisa de agradecimiento- "Nos veremos en la embajada Señor Hiwatari" -mas Kai parecía contrariado con la idea-.
"Con una condición" -replico con voz grave-.
Por un momento el chino se quedo sin saber que decir exactamente.
"¿Qué condición?" -decidió preguntar al fin-.
"Que deje de llamarme Señor Hiwatari y deje de hablarme de usted" -dijo, con una muy diminuta sonrisa en los labios-.
Rei pareció notar aquel amago de sonrisa en el rostro serio del bicolor, y sin poder evitarlo le correspondió con una sonrisa más notable y espontánea.
"Buena suerte, Kai" -le dijo, para después darse la vuelta dispuesto a subir por las escaleras-.
Antes de que pudiese al menos alcanzar un escalón mas, sintió como una mano se cerraba sobre su brazo, se dio la vuelta para encontrarse con aquella mirada rojiza tan intensa, tan cerca de la suya. La expresión confundida del chino hizo que Kai soltase su brazo, para después pasar su mano sobre el rostro del oriental haciendo ligeramente a un lado uno de sus negros mechones.
"Tus ojos... son hermosos, no lo dudes" -bien, ya estaba hecho... lo había dicho-.
El oriental no pareció reaccionar de momento, mas después sonrió tímidamente asintiendo con una sonrisa enternecida, al tiempo que se daba la vuelta y comenzaba a subir y si hubiese habido más luz... seguro que Kai hubiese podido ver el sonrojo que había en sus acaneladas mejillas. El bicolor se reprendió a si mismo sus acciones y mas aun sus palabras... pero era algo que sencillamente le había nacido hacer, además había tenido una noche de locos... era seguro que ya ni siquiera era dueño de sus acciones.
Ahora mientras caminaba por el túnel su mente era completamente un desastre con tantos pensamientos en ella que hasta podría jurar que se marearía. Aun se cuestionaba el porque Dickeson había escrito "P.S. Buscar a Kai Hiwatari" era claro que el conservador quería que ellos dos se pusiesen en contacto, pero ¿Para que? Y por mas que rebuscaba, creando hipótesis en su mente, siempre caía en el hecho de que el realmente no debería estar ahí. Metió la mano dentro de su bolsillo sacando la fotografía. En ella releyó "P.S. Buscar a Kai Hiwatari". Entrecerró sus orbes rojizas poniendo mas atención en las primeras dos letras. Repentinamente sintió que aquellos desconcertantes símbolos fragmentados encajaban al momento, como un trueno todos sus conocimientos y estudios de simbología e historia retumbaron en su interior. De pronto todo lo que había hecho Dickenson Kon esa noche había encajado a la perfección. Las ideas llenaron su mente intentando abarcar las dimensiones que podrían implicar todo aquello. Miro hacia atrás en el corredor pensando aun no si no era demasiado tarde. Y sin dudarlo ni un segundo comenzó a correr camino hacia las escaleras.
Continuara...
CcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcC
¡Nie!... ¿Qué dicen del capitulo? Oh yo se que cada vez las dejo mas confundidas porque no soy capaz de redactar mejor, pero bueno la lucha se le hace a esto. No se si las cosas se estén poniendo interesantes pero yo por mi parte voy a buscar mas situaciones en las que pueda poner una pizca de romanticismo de mis pareja favorita ¡Muajajaja! .¿Que? dije cambiaria algunas cosas para adaptar la historia y esa será una de ellas. Oh bien, como ya es muy pero muy tarde y yo tengo dos exámenes mañana (por cierto de los cuales no he estudiado nada) pues mejor me voy a dormir si quiero alcanzar a llegar. Como siempre paso a agradecer sus reviews a:
Akire777
NeKoT
Shiroi Tsuki
Naru Narusegawa Hiwatari
Asuka-chan
Konoto-chan
Kira-su
Y bueno es todo por hoy, a quien lea esto le doy las gracias n.n y espero poder verlas en el siguiente capitulo.
Atte.
╋ Celen Marinaiden. "...Soy una soñadora... que algún día volara con sus propias alas..." ╋
