Título: Dolorosas verdades


"Se encontraba realmente nerviosa había visto su imagen en el espejo por más de veinte veces antes de salir y esperar a Gojou-sensei, pero grande fue sorpresa verlo ya esperándola. Sus mejillas se sonrojaron al verlo debajo de ese árbol cubierto de nieve, parecía un super modelo portando unos pantalones negros, acorde de una playera blanca de manga larga haciendo contraste con su gabardina negra y al notar que portaba unos lentes oscuros diferentes...eran circulares. Los cuales se fijaron en ella rápidamente, ampliando la sonrisa del hombre.

Caminando lentamente llego frente al peliblanco sintiendo como su corazón latía de prisa, reprochándose internamente ante las ideas erróneas que estaba imaginando.

- Muy bien y ¿A dónde quieres ir, Kasumi-chan? – soltó alegre el hombre mirando discretamente que nadie los viera salir del colegio.

- Bueno...no soy mucho de salir. – titubeó un poco pensando mientras ponía su dedo índice debajo de su barbilla. – Usualmente salgo con Shoko-san y Utahime-sensei a un bar cercano, pero siempre termino en cuidarlas. – sonrió ante el recuerdo de las mujeres borrachas.

- Entonces esta es tu primera vez sin ser la niñera de esas dos. – sonrió divertido caminando junto a ella, notando la hermosa mujer que era Miwa. – Nunca fui mucho de ir a bares, siendo honesto las únicas veces que provee el alcohol fue en mis años como estudiante.

Aquello descoloco a Kasumi, pensó que eso solo era un rumor sin fundamento, ya que Gojou-sensei daba toda la pinta de ser un hombre divertido y que el alcohol podía ser un aliado.

- Y ahora también. – su rostro mostro seriedad, pero cambio de nuevo al hombre sonriente. – Pero eso es otra historia. – sonrió alegre a la joven. - ¿Qué te parece si vamos a un restaurante antes de llegar al centro de Tokyo? Es modesto, pero acogedor y los dulces son fantásticos... ¿o eres como la antipática de Utahime que no le gustan los dulces o como Mei Mei que siempre se excusa de que engordara?

La apunto acusador como un niño ofendido por no compartir sus mismos afines, recordándole un poco a su hermanito.

- No al contrario. – se rio un poco. – Momo y...Mai solían regañarme por no cuidar de mi figura y comer cuanto dulce o fruta pudiera. – recordó a su amiga con nostalgia. – Decían que si continuaba comiendo demasiadas golosinas o demasiados mangos engordaría y nadie me querría.

Gojou percibió como la mención de la gemela de Maki afecto el rostro de Kasumi, recordando que era del mismo grado que su cita incluso a su mente vino ese joven llamado Mechamaru, el cual en lugar de sentir resentimiento por haber sido el traidor según lo dicho por sus colegas fue asesinado por Mahito diez días antes de Shibuya protegiendo a toda costa a sus amigos. Entonces se detuvo abruptamente y viendo como la figura de Miwa avanzaba hasta noto su ausencia, volteando un poco desconcertada.

En cambio los ojos de Satoru divagaron por el cuerpo de Kasumi si bien la joven no era considerada del típico estereotipo de Japón, era un poco baja de estatura deduciendo que media máximo 1,63, su cabello cian era demasiado peculiar y hacia contraste con sus ojos azules los cuales reconocía que le gustaban demasiado en ser diferente a los demás, su piel era blanca, sus piernas eran esbeltas incluso deducía que eran suaves. Kasumi era un poco robusta, aunque seguramente eran por las proporciones de sus glúteos y senos.

- Gojou-sensei... ¿sucede algo? – sintiéndose nerviosa por la mirada penetrante del hombre sintiéndose desnuda.

Satoru se acercó tomando la mano de ella y dándole una rápida vuelta, pero que ayudo a su escaneo personal acerca de Kasumi.

- No siempre es bueno creer todo lo que escuchamos de nosotros. – rio un poco divertido. – Si un chico no te llega a querer argumentando que es por tu aspecto es un idiota. – decía sin soltar la mano de la sonrojada chica.

- ¿Por qué dice eso, Gojou-sensei? – interrogo ansiosa Miwa, pero en eso sintió como era jalada y el frio aire golpeaba su rostro viendo como su ídolo comenzaba a correr con ella a la central del metro más cercana.

- Eso es obvio Kasumi-chan. – riendo como no solía hacerlo mientras esquivaba a varias personas. – Tu eres muy bonita. – esas simples pero sinceras palabras lograron que el corazón de Kasumi volviera a latir.

Justo cuando las puertas del metro iban a cerrarse Satoru las detuvo y rápido ingresaron comenzando a recuperar el aire perdido, encontrándose ambas miradas instantáneamente ambos comenzaron a reír. Deteniéndose en verla y como uno de sus cortos mechones se deslizaba, por instinto lo coloco detrás de la oreja de ella deteniendo su risa, pero reanudando nuevamente la de él.

- Por cierto, solamente llámame, Satoru."


- ¿Por qué tarda tanto Satoru? – cuestiono aburrida Sakura mientras esperaba con los demás a su Shoko-san y Otousan. – Mejor vamos y nos preparas de comer ese rico curry con manzana y miel delicioso, Okasan.

La niña abrazo fuertemente a su Okasan que al escucharla sonrió, para después volver a dirigir su mirada donde momentos antes habían desaparecido su progenitor, cuestionándose por primera vez...

- ¿A quién visita Otousan para tardarse tanto, Okasan? – aquello descoloco a los mayores, dudando en responderle o no a Sakura, aunque siendo honestos no solo ella tenía esa duda incluso Kyo siendo el mayor nunca lo pregunto. - ¿Acaso es un sensei u otro compañero del Colegio?

Miwa no sabía que responderle a su hija y a los demás niños, ¿Qué les diría? ¿Qué su padre visitaba la tumba del que fue considerado su mejor amigo y considerado un traidor? ¿Qué el mismo tuvo que matarlo como lo hizo con Yuuji-kun? Pero en eso una voz la salvo sorprendiéndose no solo de la respuesta sino de quien había dicho las palabras correctas.

- Gojou-sensei fue a visitar a su mejor amigo. – Yuta intervino sonriendo, recordando las palabras que antes le dijo su mentor. – Él único.

Todos se quedaron callados, porque puede que para muchos Getou Suguru haya significado el inicio de las desgracias en el mundo Jujutsu o más bien el hombre que les abrió los ojos sobre quienes eran verdaderamente los altos mandos y los Clanes.

- El dolor de perder a alguien querido nunca sanara completamente. – Choso quien se encargaba cargando a un dormido Toji puntualizo. – No cuando sanar es recordarlos día con día.

El sentimiento del hombre Kasumi lo comprendía perfectamente, Choso-san había perdido a sus hermanos así como ella a los suyos, todo por el egoísmo de los altos mandos y las maldiciones. Siendo Satoru su tabla de salvación y agradeciendo internamente haber aceptado esa primera cita, sino probablemente nunca hubiera construido esa maravillosa familia que había construido, pero...y él... ¿Satoru por fin ha aprendido a perdonarse? ¿A comprender que lo sucedido durante y después de Shibuya no era su culpa?

- ¡Vaya pero que caras tan largas! – divertido mientras regresaba de la lápida de Suguru, Satoru vio como todos tenían un rostro aún más lúgubre. - ¿Qué sucede? – parpadeo al ver como las miradas se concentraban en él y antes de continuar la voz su hijo mayor interrumpió.

- Nada, solamente que se tardaron más de lo acostumbrado, recuerda que debemos de ir a un lugar antes de...

- No es necesario que vayan todos ustedes conmigo, cariño. – Kasumi que se acercó a su primogénito, intervino. – Porque mejor no van con los demás y después los alcanzo.

La mirada cielo del adolescente estaba sorprendida ante la solicitud de su Okasan y es que sabía lo difícil que había sido para ella salir adelante, más aún estando sola. Vio de reojo como sus hermanas negaban comprendiendo lo mismo que él, excepto Suguru; aún era demasiado pequeño e inocente para algunas cosas.

- Hazle caso a tu Okasan, Kyo-chan. – Satoru que hasta el momento se mantuvo al margen continuo. – Vayan con Shoko y los demás, no tardaremos. – decía acomodando la vestimenta de Kaoru, limpiaba las mejillas de tierra de Suguru y por último revoloteaba el cabello de Sakura. – Estaremos bien no te preocupes.

- Lo que me preocupa es dejar a Okasan solo contigo. – la seriedad con que respondieron sus hijos sorprendió a Satoru y avergonzó a Kasumi.

Siendo ilógico por los años que ha estado casada con el hechicero más fuerte, más aún tomando en cuenta que tenían cuatro hijos, pero si le avergonzaba saber que sus pequeños y amigos sabían perfectamente como se comportaba su esposo con ella.

- ¿Eh? ¿Acaso desconfían de su Otousan? – reclamo ofendido el peliblanco.

- Desconfianza no idiota, pero no negaras que aun sigues siendo el mismo pervertido en potencia.

Utahime que se había mantenido callada cargo suavemente al pequeño Suguru, el cual estaba a punto de dormirse, puede que su instinto maternal nunca se despertó. Pero en cuanto Kasumi dio a luz a su ultimo hijo algo había en ese pequeño que deseaba siempre cuidarlo y protegerlo de las perversidades del idiota de su colega.

- Andando es mejor irnos. – Shoko sostuvo la mano de Kaoru mientras que Choso y Yuki cuidaban de Sakura ante la mirada recelosa de Haruka. – Los esperamos en el Colegio.

Ambos esposos asintieron y antes de que desaparecieran solo escucharon el comentario divertido de Mei Mei.

- Al parecer pronto sustituirán al pequeño Suguru y tendrán un lindo hermanito, próximamente.


"Su cita transcurrió con normalidad sorprendiéndose de lo culto, inteligente y...roto que se encontraba Gojou Satoru si bien el hombre se esmeraba en ser divertido cosa que agradecía internamente ya que nunca fue una persona extrovertida, bueno según Mai solo hacía falta la persona que provocaría que se soltara más.

- De verdad me sorprendió que fueras de buen comer Kasumi-chan. – su voz interrumpió sus divagaciones. – Eso es bueno siento honesto es aburrido cuando las mujeres simplemente piden lechuga y extrema verdura. ¡Ni que fueran conejos!

La joven se rio ante la espontaneidad del hombre mientras caminaban en la reestructuración de lo que una vez fue Tokyo, pero el cambio de humor de Gojou cambio al ver cierta estación del metro en concreto una que fue presenciado por más de 2,000 muertes de civiles.

- Creo que sería mejor regresar. – tomo la mano de él, pero este seguí absorto en sus recuerdos. – Ademas pronto se hará tarde y...

- Ese día todo se fue a la mierda... ¿cierto? – achico sus ojos melancólico. – Pensar que siendo el más poderoso fui capturado por un simple cubo y lo peor del caso es que fue por un descuido estúpido.

Ella sabía a lo que se refería, para todos fue una sorpresa enterarse que el gran Gojou Satoru fue capturado en una caja confinadora, pero después al escuchar de la boca de Shoko-san que seguramente fue la rabia y el dolor los causantes de ella al ver nuevamente a...Getou Suguru o su cuerpo mas bien.

- Creo que Utahime tuvo razón en decirme idiota siempre. – Miwa sentía como algo se encontraba estrujando su pecho. – Aunque sabia su energía maldita decía que era Suguru mi alma y razonamiento me dijeron que no podía ser posible que él no era porque yo...yo lo había matado.

Nunca pensó abrirse tan fácilmente con alguien ni siquiera con quien ni siquiera conocía bien, solo que estar frente al mismo lugar que fue destruido y ser lo último que vio después de ingresar al infierno dentro de esa caja venia todo demasiado fresco.

- Es normal que se hubiera dejado llevar por sus emociones. – sintió como el peliblanco apretó más su agarre. – El dolor a veces nos ciega y no vemos más allá de nuestras narices.

Los ojos de Satoru vieron como ella miraba sin rumbo fijo como si también se recriminara, pero las palabras que diría a continuación lo dejaron helado porque por primera vez alguien lo veía diferente.

- Dejarnos llevar por nuestros sentimientos y cometer errores es normal a fin de cuenta incluso usted es humano antes que hechicero. – levanto su mirada encontrándose con la de él. – Pero creo que es más valiente reconocer de ellos y seguir adelante, en...buscar la forma de remediarlos.

Sus mejillas se volvieron rosas al ver como Satoru no dejaba de observarla y pensando que sus palabras eran tontas o que no era nadie para juzgarlo, pero...

- A pesar de ser joven eres muy madura, Kasumi. – dijo sorprendido y por primera vez maravillado en conocer a alguien distinto.

Por instinto se inclinó quedando su rostro demasiado cerca de ella haciendo que Kasumi retrocediera un poco sintiéndose sumamente nerviosa, pero recordaba una plática con Megumi-san diciendo que su antiguo mentor tenía una fea costumbre de invadir el espacio personal y la risa de Satoru hizo que se cuestionara... ¿realmente ella era el claro ejemplo que para permanecer en ese mundo uno debía tener los tornillos zafados?

- ¿Tengo algo en el rostro?

Él negó e iba a acercar más sus rostros total ese el objetivo principal de esa cita hacer que ese joven y siempre sus salidas con mujeres terminaban en el mismo escenario, tener sexo, pero cuando sus labios estaban a punto de tocarse...

- Kasumi-chan. – una tercera voz los interrumpió.

Logrando que Satoru bufara un poco molesto y su aliento chocara con Miwa quien sonrojada vio con suma alegría a...

- Suki-san. – haciendo una leve reverencia y acercándose a la mujer que sostenía un infante, el cual parecía fascinado con ver a Gojou, que parpadeo al ver a ese bebe porque su rostro era tan parecido a...- Satoru-san, ella es Hanaba Suki y el niño es...

- Hijo de Nanami. – finalizo acercándose al bebe que al verlo arrugo el entrecejo y lo miraba como solía hacerlo su padre. – Verdaderamente son demasiado parecidos.

Sus ojos cielo se cruzaron con los cafés de la mujer, comenzando a incomodarse ya que si no lo hubieran atrapado seguramente el rubio se encontraría con su familia y nuevamente el sentimiento de la culpa lo inundo.

- Mucho gusto Gojou-san. – haciendo una reverencia la castaña sonrió al hombre. – Me da gusto por fin conocerlo, Kento-kun hablaba siempre de sus compañeros de trabajo y solamente me faltaba usted de conocer, espero llevarme bien con usted al igual que Shoko-san o Utahime-san. – esa mujer desbordaba alegría, nada de lo que imagino.

Porque después de haberse enterado de todo lo ocurrido durante su encierro se sintió demasiado impotente y sobre todo culpa, pero ahora esa mujer en lugar de reclamarle de ser el principal responsable de la muerte de Nanami simplemente le estaba ofreciendo una...amistad o al menos un trato cordial.

- El gusto es mío señora. – correspondiendo el saludo. – Cualquier cosa que necesiten usted y el pequeño. – revoloteando el cabello rubio del bebé. – No duden en decírmelo tengo una deuda demasiado grande con Nanami.

- Muchas gracias. – respondió la castaña, pero los pequeños balbuceos del bebé deseando ser sostenido por cierta ojiazul los interrumpió. – Parece que Yu-chan te ha estado extrañado demasiado Kasumi.

Satoru alzo las cejas sorprendido al escuchar que la joven había nombrado al hijo de Nanami como el mejor amigo de este. Cosa que pasó desapercibida por las mujeres que simplemente se reían ante los gestos del bebe mientras Kasumi lo sostenía con ternura y era correspondida por este.

- Y yo también he extrañado a este precioso niño. – Kasumi enternecida por él restregó le punta de su nariz con Yu ganando una sonrisa. – Prometo irlos a visitar más seguido.

La mujer asintió, pero en eso comprendió que seguramente ella y Yu probablemente interrumpieron...

- ¡Lo lamentamos mucho! – hizo una reverencia exagerada mientras se dirigía con Miwa y tomaba a su hijo desconcertando a esta y Satoru. - No debimos de interrumpir su cita seguramente tenían cosas más importantes que hacer y nosotros quitándoles su tiempo.

Esa afirmación hicieron que Kasumi se sonrojara y Satoru sonriera divertido por la situación.

- No hay cuidado. – dijo él sin mentir a la mujer. – Esto ayudo para conocerlos, ¿no crees Kasumi-chan? – abrazándola por los hombros y acercándola más a su cuerpo.

- Bueno me dio gusto verlos y conocerlo Gojou-san. – sonriendo. – Espero ir a visitarlos pronto Kasumi-chan, creo que debo de retirarme la hora dormir de Yu-chan se acerca y no desearía que se desvelara. Con permiso.

La figura de la mujer junto a su hijo iban desapareciendo poco a poco frente a ellos, dejando a Miwa con un desconcierto sobre el rumbo que estaba tornándose esa salida o puede ser que...

- No debió de bromear con Suki-san respecto a esta salida, ella malinterpreto todo. – hizo un puchero. – Es mejor regresar nosotros también al Colegio.

Suspiro derrotada, pero fue detenida cuando Satoru sostuvo su mano haciendo que volteara sorprendiéndose de encontrarlo a centímetros de su cuerpo y más que nada la seriedad que había tornado sus ojos color cielo.

- Suki no malinterpreto nada, Kasumi. – aprovecho el desconcierto de ella para seguir acercándose y tocar con sus dedos la mejillas sonrojada de Miwa. – Deseo salir contigo y no precisamente como suele hacerlo un sensei con un alumno o tus salidas con Shoko.

- P-Pero eso está mal. – no podía apartar sus ojos de él.

- ¿Para quién? – quedando en la misma posición antes de que la castaña los interrumpiera. – No creo que este mal tomando en cuenta que es algo que ambos queremos, al menos por mi parte.

Las palabras se encontraban atoradas en la garganta de Kasumi, no podía creer lo que estaba escuchando incluso pensaba que era producto de su imaginación, pero fue despertada al sentir los labios de Satoru sobre los de ella en un beso suave y entonces vino a ella la promesa que una vez le hizo a Mechamaru pensando que probablemente su amigo vio su interés romántico hacia el chamán más fuerte deduciendo que su felicidad sería el peliblanco.

La sorpresa de sentir como Kasumi le correspondía hizo que Gojou abriera los ojos, pero solo duro unos segundos para seguir besándola lentamente, cosa que nunca estuvo acostumbrado a hacer. Pero en algo le daba la razón a Shoko, la joven frente a él era diferente a las mujeres que solía frecuentar y con ese pensamiento siguió besándola. Sin darse cuenta que esas cualidades de Miwa harían que día con día se fuera fijando más en ella y que esa ligera adicción se convertiría en algo más.

- No debiste de acompañarme. – dijo melancólica Kasumi mientras limpiaba las lapidas de su familia. – Sabes que ya no me afecta tanto, además Sakura podría ponerse agresiva con Haruka nuevamente, Kyo impacientarse, Kaoru a sentirse nerviosa y Suguru...

- No siempre tienes que ponernos como prioridad, Kasumi. – dictamino él ayudándola a quitar la hierba que creció por las lluvias. – Aunque no sueles decírmelo, se cuán difícil es dejar ir aquellos que significaron algo para nosotros.

Los ojos de ambos se encontraron y Satoru simplemente le sonrió como muestra de apoyo, mientras ella solo asintió continuando con su labor.

- Sabes en el cementerio Sakura-chan pregunto quién era la persona que solían visitar Shoko-san y tú. – los movimientos de Gojou se detuvieron. – No sabíamos que responder, pero Yuta le respondió que...Visitaste a tu mejor amigo...al único.

Una sonrisa amarga se formó en Satoru al imaginarse tal escenario y es que él mismo se había prometido que ninguno de sus hijos sabría quién era Getou Suguru en su vida, por eso mismo se enojó con la peliceleste cuando al nacer su ultimo hijo decidió llamarlo así.

- Yuta siempre ha sido el más pacífico de todos, me consuela que alguien como él pudiera darle un poco de tranquilidad a Maki, no después de...

- De la muerte de Mai y de ese juego diabólico que Kajuku realizo. – tocando las letras de las lapidas de sus hermanos con cuidado. – A veces uno no comprende el porqué de las cosas, pero juntos hemos aprendido que por algo suceden, ¿no?

El hombre simplemente asintió mientras se arrodillaba junto a su esposa para comenzar a orar por la familia de ella, sintiéndose mal al leer como los hermanos de Kasumi murieron siendo apenas un adolescente de trece años y un infante de diez.

- Ojalá hubiera estado contigo cuando ellos decidieron atacar a tu familia. – no podía creer lo que aquellos que decidieron proteger a las nuevas generaciones los cazaron por el simple hecho de ir a su rescate. – A veces me siento incluso culpable de la muerte de tus hermanos. – ella lo vio sin entender. – Si...si tu no hubieras ido a rescatarme, ese viejo infeliz de Gakuganji no hubiera dado la orden de cazarlos como animales.

- Al parecer todo el día de hoy te encuentras muy sentimental, Satoru. – sonrió Kasumi viendo nuevamente como año con año los fantasmas regresaban hacia su esposo. – Shibuya no es culpa de nadie, al principio no niego que renegué de mis anteriores decisiones y más al ver cómo me encontraba sola, pero la compañía de los demás.

Kasumi recordó a cada uno de sus antiguos compañeros que fueron refugiados en el Colegio de Tokyo al ser protegido por Tengen-sama por la barrera que no podía traspasar ningún hechicero que no se encontraba en su resguardo, como Shoko-san la ayudo con sus heridas y el estado crítico de sus hermanos.

- Comprendí que las cicatrices pueden sanarse, mas no olvidarse completamente Satoru. – volteo a él y con su mano acerco el rostro del hombre para que sus frente se juntaran. – Se que sonara egoísta, pero si me dieran a escoger pasar por todo lo que pasado para estar contigo y nuestros hijos lo haría.

No pudo evitar reír al ver desconcierto en el rostro de Gojou.

- Perder a mis amigos y mi familia fue un golpe muy duro, pero mi recompensa por tanto dolor son ellos. – mencionando cada uno de sus hijos. – Ademas estoy segura que tanto Mechamaru, Mai y mis hermanos estarían feliz, porque tome el camino que condujo a mi felicidad.

- Pero digamos que no todo fue felicidad conmigo. – dijo avergonzado.

Kasumi entendió sobre que se refería y posiblemente del ultimo error.

- Te refieres a como reaccionaste cuando te enteraste de que Kyo-chan vendría. – Satoru cerro los ojos y su boca comenzó a secarse. -Eso ya forma parte del pasado, además debo de reconocer que su llegada fue muy apresurada. – rio nerviosa como esa vez que le cuestionaron sobre su tipo ideal de chico.

"Las salidas a escondidas con Satoru-san fueron cada vez más frecuentes, igual que las caricias que este le ofrecía que en ocasiones estaban a punto de terminar o cuando se acercaban al colegio. Cerro sus ojos al recordar los besos que al principio eran inocentes para ser sustituidos con la sensualidad y experiencia del hombre haciéndola sentir en ocasiones muy poca cosa para el peliblanco. Incluso en ocasiones este le sugería en continuar en la habitación de él, donde sus caricias subían de tono llegando a avergonzarla y divirtiéndolo, pero lo que desconcertó a Kasumi fue una afirmación por parte de él: "Quédate a dormir así ellos no vendrán a visitarme."

- ¿De nuevo te encuentras en las nubes, Kasumi? – el cuestionamiento de su mentora la saco de sus fantasías y más al ver como esta le regalaba una sonrisa cómplice, como si hubiera leído sus pensamientos. – Sabes te he visto tan absorta últimamente que me cuestione... ¿porque no te tomas unas vacaciones? Hace tiempo que no descansas y créeme que a veces el cuerpo llega a cansarse.

La joven parpadeo ante el ofrecimiento de la castaña, pero inmediatamente venían a ella esos recuerdos dolorosos.

- Creo que no es necesario. – tomando los materiales médicos. – Me gusta mi trabajo y me ayuda mucho aprender de usted, Shoko-san. Ademas esto es...lo único que me hace olvidar.

- Entonces ese novio tuyo hace muy mal su trabajo. – eso descoloco a Miwa volteando sorprendida con la médica. – No te sorprendas era muy obvio que estas frecuentando a alguien también te he visto un poco distraída, sonriendo más de lo normal y muy feliz. ¿Te ha obligado a algo que no quieras? – Kasumi negó y era cierto Satoru siempre le pedía si podían jugar un poco más sin llegar al grado de tener sexo aún.

La respuesta alivio a la castaña que solo saco una cajetilla de cigarrillos y disponerse a encender uno, pero el ceño fruncido de la más joven le advirtió que así como Utahime odiaba ese vicio que tenía, pero en Kasumi venia esa pregunta que Satoru-san le dijo: "¿Eres adicta a algo, Kasumi-chan?

- Él es muy buena persona, aunque no lo crea. – venía a ella los momentos en que Satoru se mantenía en silencio o su mirada se tornaba triste. – Parece ser que el ser humano suele ser adicto en algunas cosas y que el pasado puede perseguirnos sin que lo deseemos.

- Las adicciones son difíciles de superar. – rio amargamente. – Te doy un consejo Kasumi-chan. – la mirada de Shoko se quedó fija en ella. – Si tienes una adicción es mejor que la dejes antes que esta te arrastre y no sea demasiado tarde.

Kasumi vio en su maestra la misma mirada triste que solía poner Satoru cuando se encontraban a solas, dejándole en claro que la cicatriz que ambos hechiceros portaban sería muy difícil de cerrar o que probablemente esta ni siquiera llegue a cicatrizar.

- Lo dice por Getou Suguru, ¿verdad? – Shoko solo asintió conteniendo las lágrimas al recordar a uno de sus mejores amigos. – A veces en estos años he buscado por qué hizo todo eso, porque no nos tuvo la confianza en lo que estaba sintiendo. – cerro los ojos con impotencia. – Pero creo que él más afectado siempre será Satoru.

Vino a su mente el día que sucedió esa pelea y fue notificada del fallecimiento del chaman pelinegro.

- A fin de cuentas ellos eran casi como hermanos y tuvo que matarlo. – Miwa apretó los puños imaginándose el dolor del peliblanco en terminar con una persona que apreciaba. – Aunque suele aparentar encontrarse bien se perfecto que aún es un tema muy sensible y que nunca se perdona haber matado a dos personas importantes para él, además lo de Shibuya fue un maldito infierno.

- Eso lo sé perfectamente. – la ojiazul se sintió demasiado triste. – Cada uno de nosotros perdimos a personas importantes, pero creo que debemos de continuar para que ellos se sientan en paz.

Aunque ella dijera esas palabras, dentro de ella se sentía igual o peor que Satoru incluso se cuestionó si ella era la persona indicada para sacar de esa abismo al hombre y lo mejor sería alejarse con él. Entonces unos golpes en la puerta hicieron que se olvidaran por un momento y más que...

- ¡Hola buenos días! ¿Cómo amanecieron? – un sonriente Satoru ingreso en la habitación sentándose frente a su amiga. – Shoko se me figuro ver en la entrada a Utahime y Mei Mei, probablemente vengan a ver a Megumi y Yuta. – señalo la puerta con clara muestra que era mejor ir a averiguar.

La castaña solo suspiro con flojera de tener que levantarse y acudir con sus amigas, pero en sus adentros se alegró un poco en ver a su amigo con más animo estos últimos dos meses.

- En lugar de buscar a ellos debería ser a ti. – incorporándose y sacar un poco de perfume para que el olor a cigarro desapareciera. – Deberías de aceptar la propuesta de Megumi y hacerte cargo del Colegio.

- ¿Y perder mi apreciada libertad? No gracias. – alzaba las manos restándole importancia.

- Cierto al parecer no existe ningún compromiso o persona que te haga cambiar de opinión. – quedando en el marco de la puerta. – Kasumi en un momento regreso, piensa en lo que te dije, ¿sí?

Miwa solo asintió continuando con su labor y guardando los expedientes que Ieri le había solicitado, pero quedando pensativa ante las palabras de esta sobre su situación y sobre que tenía razón que aún no existía ser humano que hiciera o liberara de su dolor al chaman más fuerte.

Hablando de él, Satoru vio su oportunidad perfecta y asomándose para verificar que su amiga se había ido lo suficientemente lejos cerró la puerta con candado, para dirigirse a abrazar por la espalda a Kasumi y sonrió en sus adentros al sentir como la piel de ella se erizaba como otras veces.

- Deja eso y vamos a divertirnos mientras Shoko no está. – decía mientras mordía levemente su oreja ganando un gemido por parte de ella.

Las caricias de Satoru siempre lograban desorientarla de su alrededor, cerro los ojos al sentir como una de las manos de él se introducía en su blusa para tocar con suavidad su seno, los besos fueron descendiendo hasta la parte de tras de su cuello y en leves movimientos sentir la excitación de él.

- E-Espera...Satoru-san. – poso su mano sobre la otra que comenzó a descender con clara intención de comenzar a estimular su sexo. – N-No podemos aquí, además...

- Vamos será rápido. – pese a las protestas de Kasumi, Gojou rápidamente la volteo para sin previo aviso besarla con necesidad desconcertante. – Solo no hagas ruido, ¿está bien?

- Pero...

No pudo terminar porque nuevamente Gojou estaba besándola, y es que desde sus encuentros con esa joven las pesadillas habían desaparecido, sus fantasmas no se encontraban persiguiéndolo y la culpa no lo carcomía reconociendo en sus adentros que Miwa Kasumi era la mejor adicción que pudo haber encontrado. Sabía que era un infeliz al usarla, pero la frustración junto con la culpa eran mayores y ella siempre ha estado con él.

Rápido poso a Miwa en el escritorio de Shoko posicionándose entre las piernas de ella, ejerciendo más presión en sus sexos y asegurándose que probablemente hoy podría por fin tenerla. Las sensaciones que provocaba Satoru en ella lograban desorientarla por completo al grado de no reconocerse, soltó un ligero gemido al sentir como los besos de este fueron bajando por su barbilla hasta el cuello y sus manos a la vez se disponía en desabrochar su blusa.

- Quiero que seas mía por completo, Kasumi-chan. – su voz grave erizo la piel de ella.

Ella deseaba lo mismo sentirlo por completo, pero no solo en el ámbito sexual sino que Satoru se abriera con ella, que le dijera sus miedos, sus angustias y no solo saber parte de su vida por sus allegados sino que el propio tuviera la confianza.

- "La herida que dejo Suguru en nosotros aun es demasiado grande". – vino a su mente lo que converso con Shoko-san. – "Él más afectado siempre será Satoru a fin de cuentas ellos eran casi como hermanos y tuvo que matarlo".

Las caricias comenzaron a incomodarla, porque algo muy dentro de ella estaba segura que no era la persona indicada para el Satoru, no cuando ella misma no logra aun reponerse por las pérdidas de sus seres amados, cuando no pudo proteger la promesa de proteger a sus hermanos y darles una buena vida, pero sobre todo en seguir el camino de su felicidad sin tomar en cuenta al chaman.

- D-Detente por favor, Satoru. – había escuchado claramente la solicitud de ella, pero pensó que era por miedo a ser atrapados así que continúo besándola. – B-Basta... ¡Por favor basta!

Lo empujo con todas sus fuerzas y antes de que volviera a acercarse a Kasumi esta le dio una bofetada, recibiendo el segundo golpeo por una chica en su vida. Miwa estaba ofuscada, confundida y arrepentida por su acción, pero no debía seguir tapando el sol con un dedo y menos referente a alguien que estaba considerando sumamente importante en su vida, por eso mismo no deseaba lastimarlo más de lo que se encontraba. Sin embargo esto no pensaba precisamente el hombre.

- Perdóname, yo...- trato de acercarse y justificarse, pero al ver como Gojou se alejaba por completo regalándole una mirada completamente fría la detuvo. – No quería, pero necesito...

- No tienes que justificarte todo está muy claro. – acomodando su ropa. - Si no querías continuar con esto debiste ser clara al principio. – irónico escuchar eso de él, pero la rabia se encontraba desbordándose. – Aunque debió servir de algo.

Miwa no entendió sus palabras y al ver su rostro desconcertado, sonrió soberbio.

- Al menos pudiste cumplir tu fantasía de Colegiala en salir con un sensei y de paso tu ídolo. – las palabras de él estaban lastimándola. – Hubiera preferido que pasáramos un buen rato a parte del sexo oral o simples besos, pero al parecer sigues siendo la misma asustadiza de hace tiempo. No has cambiado en nada.

Su ego se encontraba hablando ahora mismo y se detuvo abruptamente al ver como lagrimas adornaban el rostro de Kasumi, sintiendo el sentimiento de la culpa y buscar la forma de justificar las palabras dichas con anterioridad, pero la sonrisa triste de Miwa hacia él fue la gota que derramo el vaso.

- Eso lo sé. – trato de sonreír pero su dolor era mayor. – Y no sabes cuánto me reprocho en seguir siendo la misma débil e inútil. – se bajó de la mesa arreglando rápido su ropa por vergüenza, sintiéndose desnuda no en cuerpo sino en alma. – Ver que no pude cumplir la promesa hacia ellos y de no ser la persona indicada. Lo siento Satoru-san.

No podía pronunciar ninguna palabras, era como si su garganta se encontrara seca. Sintiéndose el mayor idiota de todos y pensando que Nanami tenía razón, que en ocasiones su soberbia y egoísmo sobrepasaban su racionalidad. Sin esperar respuesta del hombre, Kasumi camino rápido hacia la salida sintiendo como se asfixiaba y flashes de lo ocurrido en Shibuya, la despedida de Mechamaru, el rescate de Satoru, salir huyendo con sus hermanos para que no los asesinaran, la ayuda de Shoko-san en el Colegio, la muerte de Mai y sobre todo la sangre inocente que fue derramada era algo que probablemente ella tampoco logre olvidar.

Al abrir la puerta Kasumi se sorprendió en ver frente a ella a Shoko-san, quien alzo las cejas en ver unas cuantas lagrimas queriendo salir en su alumna y después visualizar a Gojou detrás de ella viéndolas sumamente serio.

- ¿kasumi-chan estas...?

- Disculpe Shoko-san iré a ver a Nobara-chan. Con su permiso.

Sin darle oportunidad de preguntarle la joven se fue corriendo, dejando a los mayores en la habitación, donde Satoru sentía la mirada intensa de su amiga sobre su persona.

- ¿Por qué estaba llorando, Kasumi-chan? – Gojou simplemente se encogió de hombros guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón.

- No lo sé, no soy niñera de nadie y hace tiempo deje de ser sensei.

- Eso lo sé, pero solamente se encontraban ustedes dos aquí y...

- Seguramente se acordó de algo doloroso o quería un poco de aire. Si tú que la conoces no sabes, ¿Por qué me preguntas a mí que no la he tratado?

- "Eso es una vil mentira". – su mente comenzó a burlarse de él haciendo que bufara molesto.

Shoko iba a continuar esa conversación pero el sonido de su celular la detuvo viendo su mensaje de por quien estaba discutiendo con su antiguo compañero y una ligera sonrisa se asomó en su rostro, desconcertando al hombre.

- Está bien por el momento te creeré Satoru. – guardando el móvil mientras volvía a verlo. – Tienes razón, ¿Por qué motivo alguien joven y atractiva como Kasumi le afectaría algo respecto a ti?

Ante la forma en que Shoko se estaba burlando de él no le agrado nada, pero por el momento era mejor así, en otra oportunidad podría hablar mejor con Kasumi y pedirle una disculpa, aunque... ¿porque la joven había reaccionado así a sus caricias?"

- Están tardando demasiado. – exclamo Sakura mientras hacia un puchero. – Kyo-Nissan ¿y si mejor vamos a buscarlos?

Su hermano mayor miro brevemente a la niña suspirando derrotado, porque aunque no deseara reconocerlo se encontraba igual de preocupado por sus padres que sus hermanos. Pero sabía que se encontraban bien, además su Otousan no solo era conocido por sus excentricidades en el mundo de la hechicería sino por ser considerado el chamán más fuerte.

- Déjalos disfrutar de su pequeña escapada, mocosa. – Haruka que estaba sentado con el grupo de adolescentes jugando con juego de mesa se burló de la infante y más como esta inflaba los cachetes. – Si haces esas caras así te vas a quedar.

Sakura iba a debatirlo alzando su puño, pero vio como los ojos grises de Ryu junto con Suguru la miraban y avergonzada se mantuvo callada mirando nuevamente por la ventana si se veían las siluetas de sus padres. Fue sacada de sus pensamientos al sentir la mano de su hermana gemela que al levantar su mirada se encontró con la misma sonrisa tranquilizadora que portaba su progenitora.

- Tranquila, ellos están bien. – Kaoru siempre solía ser la contraparte, como si Sakura fuera su Otousan y ella su Okasan. -Ademas sabemos que está cerca la fecha en que fallecieron nuestros tíos.

Kyo agacho la mirada eso lo sabía perfectamente, conocía parte del pasado de sus padres así como las verdaderas versiones de como en un año todo se fue al demonio por el desequilibrio de los humanos y maldiciones, de cómo varios estudiantes en ese momento fueron cazados como animales por los altos mandos entre ellos su Okasan y tíos, todo por ser considerados "traidores" al tratar de rescatar a su Otousan. Sus ojos color cielo se posaron en sus hermanos, no podía hacerse a la idea lo difícil que fue para su Okasan despedirse de la única familia que tuvo, para aventurarse sola en una travesía sin rumbo.

- Kyo-Nissan, ¿tu conociste a nuestros tíos? – Suguru lo jalo de sus pantalones para llamar su atención y al ver como negaba los ojos del infante se sorprendieron.

- ¿Cómo Kyo conocería a nuestros tíos si murieron antes de que él naciera? – bufo molesta Sakura, antes de que comenzara un reproche su Nissan continuo. – Espero que regresen pronto, no tardara en llover.

Mientras que Gojou y Kasumi se encontraban acomodando lo último en las lapidas de los hermanos de ella, sintiéndose orgullosa de arreglarles con sus flores favoritas, incienso y las ofrendas hacia ellos. Satoru vio feliz como su esposa miraba cada detalle hacia su familia como si de esa forma les expresara el amor que no tuvo tiempo de darles.

- Prometo traer la próxima vez a los niños. – sonrió nostálgica. – y no tardarme tanto en visitarlos.

Kasumi se limpió rápido una lagrima que la traiciono, se sorprendió levemente al sentir unos brazos abrazándola por detrás entendió que se trataba de Satoru que recargo su barbilla en su hombro.

- Me hubiera encantado conocerlos.

- Y ellos a ti. – recargo hacia atrás su cabeza permaneciendo aun abrazada del peliblanco. – Mi hermano más pequeño te hubiera adorado, se emocionaba demasiado cuando le contaba sobre el Colegio y mis misiones. Mi okasan te hubiera cuestionado sobre tu extraño cabello, aunque no se hubiera sorprendido. Ella tuvo una chica con el cabello estilo punk. – ambos rieron ante la mayoría de veces que las personas pensaban que se teñían el cabello. – En lo que concierne a Kaito hubiera estado celoso de ti, pero también te hubiera aceptado.

La ronca risa de Gojou erizo la piel de ella, odiaba como su cuerpo reaccionaba inmediatamente al de él y el peor del caso es que Satoru siempre terminaba descifrándolo, como en estos momentos donde se encontraba besando suavemente el largo de su cuello deteniendo cerca de sus labios y al encontrarse ambas miradas sabía que la besaría, así lo hizo. Sabía que no podría hacer nada para detenerlo o más bien no quería, el besos fue subiendo poco a poco de intensidad hasta que abrió un poco su boca dándole una señal al peliblanco que tenía su permiso en ingresar su lengua y comenzar una batalla ambos. Pero unas gotas de lluvia los interrumpieron, Gojou rápido activo su infinito y tomo la mano de Kasumi para guiarla en un refugio que hace tiempo compartieron.

Corrieron lo más que pudieron hasta visualizar una mediana capilla que se encontraba cerca del cementerio y un Templo, que con el tiempo a escondidas de la mujer Satoru adquirió por lo que significaba para ellos.

- ¿Crees que deje de llover pronto? – cuestiono Miwa abrazándose así misma buscando calor porque aunque su esposo activo el infinito alcanzo a mojarse un poco.

- Lo más probable es que no. – Satoru comenzó a quitarse la parte de arriba de su vestimenta haciendo sonrojar a Kasumi. – Seria mejor que le marcaras a Shoko o Utahime, diciéndoles que tardaremos un poco no creo que haya problema alguno.

La sonrisa ladina del hombre le dio a entender a la ojiazul por donde iba la cosa, así que sonrojada comenzó a buscar el número de Shoko-san y cuando esta respondió comenzó a decirle la situación, agradeciéndole que no le cuestionara más mientras le agradecía como séptima vez en cuidar un rato más a sus hijos y antes de colgar escucho el grito de Utahime-sensei: "¡Esta vez usa protección idiota!. Provocando una risa estridente del nombrado.

- Por lo que veo esa actitud antipática de Utahime perdurara con ella hasta que muera. – Kasumi arrugo el entrecejo ante lo último, pero duro muy poco cuando escucho lo siguiente. – Seria mejor que te fueras retirando ese lindo vestido sino deseas enfermarte o ¿tienes miedo de que salte sobre ti, Kasumi-chan?

- No, solo que...los niños.

- Verdaderamente en ocasiones he llegado a sentir celos de mis propios hijos. – Kasumi levanto su mirada al darse cuenta que su esposo estaba enfrente de ella solo portando su ropa interior.

- No deberías. – sus manos tocaron el rostro de Satoru. – Los niños y tú siempre serán lo más importante en mi vida, no podría soportar perderlos.

Juntando sus frentes y ambos sonriendo, recordando cada uno de los momentos con cada uno de sus hijos.

- Lo mismo digo ellos y tú siempre serán lo primordial. – beso la frente su esposa y sin previo aviso deslizo los tirantes del vestido de está provocando que quedara solo en ropa interior. - ¿No quieres recordar viejos recuerdos?

La joven cian asintió volviendo a besarlo tomando ahora ella la iniciativa.

"Los días estaban pasando sumamente despacio al grado de necesitar hurtar el consultorio de Shoko buscando las anfetaminas, pero cuando se disponía a ingerirlas siempre el rostro de esa joven venía a su mente llegando a él nuevamente el sentimiento de no desear volver a decepcionar a alguien.

- Es una estupidez solo hemos salido varias veces y pasarla bien. – deslizo sus manos en su sedoso cabello estrujándolo un poco para sentir el sentimiento de dolor. – Tsk. El peor del caso es que no la he vuelto a ver... ¿dónde se habrá metido?

La cabeza le dolía demasiado entre sus pesadillas, la falta de sueño y la desesperación sobre volver a ver a Kasumi.

- ¡Maldita sea! – golpeo el espejo del baño sin sentir dolor alguno. – Seguramente es porque no he logrado acostarme con ella...si eso es Satoru relájate. – inhalo y exhalo tratando de tranquilizar la situación.

Unos golpes a la puerta interrumpieron su crisis existencial y atando rápidamente su mano con la venda que solía usar en aquella época, donde...

- Gojou-sensei. – escucho a voz de Tsumiki detrás de la puerta llamándolo con insistencia, así que rápido abrió la puerta encontrándose con la castaña. – Buenos días Gojou-sensei, Megumi me pidió decirle que si podría acompañarlo junto con Yuta-kun a una reunión con los altos mandos.

- "Lo que me faltaba una reunión con esos vejestorios". – pensó hastiado. – De acuerdo Tsumiki, puedes decirle a Megumi que en un momento me reuniré con ellos.

Tsumiki asintió y cuando se iba a retirar vio la herida del hombre, preocupándose tomo su mano.

- Gojou-sensei, ¿Qué le sucedió? – el peliblanco solo se encogió de hombros.

- Un accidente, pero despreocúpate en un momento iré a la enfermería espero que se encuentre Shoko. – "Mentira esperas volver a Kasumi". – Anda ve a buscar a Yuta, ya que sino vas ahora Maki no te lo prestara por mas urgente que sea la situación.

La castaña se sonrojo al captar la indirecta de su mentor acerca de la relación "secreta" que tenían Yuta-kun y Maki-san, pero lo que no comprendió fue...

- Creo que por le momento solo Shoko-san podría atenderlo, Gojou-sensei. Kasumi-chan solicito un permiso especial por unos días. – el hombre noto el cambio de voz de su anterior protegida al nombrar la joven cian. – Esta es una fecha sumamente dolorosa para ella. Bueno déjeme iré con Megumi, con permiso.

Las palabras de Tsumiki confundieron de sobre manera, sabia que durante su confinamiento muchos de los hechiceros perdieron a seres queridos, pero si Kasumi ha pasado con algo similar... ¿cómo es que continuaba sonriendo sinceramente y la locura no la ha alcanzado? Sin mas contratiempos se dispuso a arreglarse para esa maldita reunión, aunque si era con esos sujetos una idea cruzo ampliando su sonrisa burlesca.

- Siento mucho como terminaron las cosas con Tsumiki-chan. – dijo triste Kasumi al ver como uno de los nuevos amigos que hicieron se entristecía por no ser correspondido por su amiga castaña. – No te desanimes Seiya veras que pronto encontraras a esa chica especial.

Nakamura Seiya era un chico de veinticinco años sumamente atractivo a la vista de cualquiera, su cabello negro azabache largo hasta la espalda que solía amarrarlo con una coleta baja, su piel blanca, sus ojos azules zafiro y ese carácter tan galante que portaba hacia que cualquier chica cayera a sus pies, pero por desgracia la única que logro llamar la atención del joven hechicero estaba enamorada de su...

- Aun no puedo creer que haya competido con el que iba a considera mi cuñado. – rio amargamente. – Aunque debí de imaginar que esa sobreprotección que tenia sobre Tsumiki no era normal, no al grado de internarse en ese juego del diablo.

Kasumi tomo las manos del pelinegro sintiendo empatía por él, ya que sabia lo que era estar enamorado de alguien y posiblemente nunca ser correspondido.

- Se que es difícil lo que te voy a decir, pero el tiempo es nuestro mejor aliado y estoy segura que encontraras a esa chica que te amara como tu lo harás. – sonrió nostálgica, cosa que no paso desapercibida por Seiya.

Percibiendo que la joven frente a él seguramente se encuentre enamorada de alguien, en eso su mirada se topo con una intensa mirada encontrándose con la presencia de aquel hombre conocido como el mas poderoso y como este no quitaba la mirada de ellos.

- "Y yo que pensaba que la relación de Tsumiki y el antipático de Megumi era extraña, ahora Kasumi se encuentra enamorada de la persona más rota, aunque posiblemente..."

Una idea se cruzo en Nakamura total a fin de cuentas hoy mismo se iría y podría ayudar a la ojiazul dándole un empujoncito en ese sujeto.

- Muchas gracias por tus palabras, Kasumi. – abrazo a la chica que desconcertada le correspondió. – También estoy seguro que cualquier hombre estaría feliz de tener a una novia tan linda como tú, porque vales mucho.

- Estas exagerando los cosas. – se separo un poco de Seiya. – Pero agradezco tus palabras y espero que en tu viaje encuentres la paz que necesitas.

- Tenlo por seguro, bueno me voy pequeña Kasumi. Cuídate mucho. – beso su mejilla y sonrió. – Quien sabe probablemente en mi regreso me encuentre con demasiados sorpresas.

La forma divertida en que hablo el joven hizo reír de nuevo a Miwa, pero una voz a sus espaldas los interrumpieron.

- Veo que regresaste con muy buena compañía, Kasumi. – la nombrada se dio la vuelta sorprendida y al darse cuenta de quien se trataba. – Al parecer no nos han presentado Gojou Satoru.

El peliblanco tendió su mano al joven que correspondió el saludo molestándole de sobre manera la sonrisa llena de soberbia de ese tipo recordándole tanto a él.

- Al parecer será debut y despedida en conocernos Gojou Satoru, aunque usted no necesita presentarse tanto en aquí como en el extranjero es por demás conocido su nombre: "El hechicero más fuerte. Mi nombre es Nakamura Seiya.

- ¡Ohh es una pena! – el marcado sarcasmo y diversión en la voz del mayor fue notorio. – Bueno me alegra saber que aun sigo portando ese apodo y que las nuevas generaciones por efímeras que sean me reconozcan.

Seiya sabia que ese hombre quería denigrarlo pero no sabia que sus personalidades eran muy similares.

- Por supuesto que es conocido por sus extraordinarias habilidades y obviamente por dejarse atrapar por una maldición milenaria como Kajuku. – Satoru arrugo el entrecejo y Kasumi. – Pero volvió a ser un "ídolo" cuando asesino al contendedor de Sukuna.

- ¡Seiya! – grito sorprendida Kasumi al ver como su amigo tocaba un tema demasiado delicado para Gojou. – Por favor detente.

En cuestión de segundos Satoru detuvo con demasiada fuerza la mano del chico con el que pensaba tocar a Miwa cuando esta le pidió detenerse.

- Gojou-sensei, ¿sucede algo? – Yuta en compañía de Megumi se acercaron para ver que sucedía encontrándose con una escena por demás extraña.

Mas para ambos pelinegros que al verse arrugaron el entrecejo molestos.

- Nada solo conocía a hechiceros extranjeros, pero nada relevante. – Miwa aparto la mirada al sentir como aun portando la venda sentía la mirada penetrante del peliblanco. – Diría que fue un gusto conocerte Seiya, pero eso sería muy hipócrita de mi parte. Así que espero no volverte a ver. – Andando chicos es hora de irnos, con permiso.

Kasumi sabia que Satoru estaba enojado por todas las palabras que le hicieron recordar uno de los sucesos mas dolorosos de su vida, aunque el hechicero argumentaba que nunca se debía de aferrarse uno a alguien en este mundo siempre era difícil cumplirlo. Ademas miro entre triste y sorprendida verlo portar su uniforme de sensei y la mismas vendas blancas como en aquella batalla donde...

- Los rumores de que ese hombre esta demasiado roto son ciertos. – la voz de Seiya al lado de ella hizo que lo mirara. – Los fantasmas nunca se irán si sus cicatrices no se curan o al menos el desee cicatrizarlas.

Ella lo sabia mas que nadie, ¿pero como hacerlo si él mismo no se dejaba? Ademas estaba segura que ella no era la persona indicada.

- Estoy seguro que con una persona como tú, podría restablecerse o al menos intentarlo. ¿A ti te gusta ese sujeto no Kasumi?

Las mejillas de la chica se tornaron mas rojas respondiendo en inmediato.

- Y-Yo bueno...sí. – suspiro derrotada. – Pero al parecer siento más que atracción o gusto por Satoru sino...yo lo amo. – agacho la mirada resignándose.

- El también lo hace.

- ¿Qué? – fue lo único que salió de su boca por la sorpresa.

- Olvídalo solo te daré un consejo. – sonriendo al recordar a Tsumiki. – Trata de dar pelea aunque vez que no existe una oportunidad, no te martirices por el hubiera y busca la forma para que seas completamente feliz.

Las palabras de Seiya le recordaron demasiado a las de Mechamaru sonrió triste, porque estaba segura que su amigo no le gustaría saber que su sacrificio por ella fue en vano.

- Muchas gracias, Seiya, espero que vuelva pronto.

- Creo que eso no se va a poder, pero...hazle caso a mis palabras. – ambos rieron. – Por cierto deberías ir corriendo si deseas visitarlos, pronto anochecerá y al parecer lloverá.

Kasumi no se dio cuenta le tiempo que había transcurrido así que dando un último adiós se despidió para irse a ese lugar.


- Bueno con esto concluye la reunión, solo quedaría nombrar a alguien a cargo de la cede de Tokyo. – uno de los viejos del Clan Kamo comenzó a hablar. – Ya no podemos esperar mas en que no tengan un representante que deba ocupar ese lugar importante así que...yo postulo a Fushiguro Megumi en serlo.

En nombrado arrugo el entrecejo al ver lo desconcertante de la situación además el no deseaba ser director no cuando por fin había solucionado las cosas con Tsumiki y ambos comenzarían a planear su vida juntos.

- Yo también apoyo esa decisión. – Satoru vio divertido hacia la dirección donde esa voz cruel por demás conocida para él continuaba. – Al no presentarse mas hechiceros estoy seguro que el juicio del joven Fushiguro es lo que hará falta.

- Tengo entendido que al no pertenecer a ninguna familia de los grandes clanes Megumi-chan no puede ser postulado aunque uno de sus representantes lo postulen. – argumento divertido Gojou mirando a su Otousan. – Al no haber tenido herederos varones algunos de los lideres actuales por automático se verían las opciones de escoger al mas indicado.

Todos miraron sorprendidos que Satoru se encontrara enterado del régimen que tenían.

- Si pero al parecer los actuales primogénitos no tienen por lo menos una concubina con quien procrear y dar un futuro heredero. – el ex líder del Clan Gojou vio con reproche a su hijo. – Es más deberían de enfocarse en restaurar lo poco que nos queda y en formar su propia familia. Al menos el joven Kamo se encuentra comprometido con alguien de clase baja, pero al menos es hechicera, también se nos ha informado Naoya que Zen´in Maki esta con usted joven Okkotsu.

Los ojos grises de Yuta comenzaron a taladrar al rubio que todo este tiempo pudo mantener algo del prestigio del Clan Zen´in al ser el archivo expiatorio del Clan Kamo y Gojou.

- Hijo de puta. – susurro el pelinegro haciendo sonreír a Satoru.

- Mientras que el Clan Gojou será dirigido por mi hijo y pronto buscaremos una comprometida para...

Una estridente carcajada llena de diversión retorcida inundo el lugar, callando al hombre mayor viendo con claro reproche a su primogénito.

- ¿Acaso tuviste un bastardo mientras estabas con Okasama? – Satoru detuvo su risa viendo como cambiaba el rostro de su padre lleno de rabia. – O no me digas... ¿estabas hablando de mí?

- Es lo mas obvio Satoru. – se irguió de su lugar. – Deja de jugar al sensei nuevamente, aprende de tus errores y regresa al lugar que te pertenece como líder del Clan. ¡Esa es tu obligación!

- Olvídalo. – levantándose. – Megumi me comento que Kamo el heredero sugirió que fuera el nuevo director de la cede de Tokyo y como mis alumnos también forman parte de esta "honorable" comité por obvias razones que ustedes saben. – omitiendo recordar el origen de Megumi y cuando trataron de matar a Yuta. – Acepto.

Todos en la sala se mantuvieron callados mas al saber que fue una solicitud firmada por personas sumamente importantes y que al ganar ellos junto con Itadori esos juegos, su presencia en el mundo Jujutsu aumento.

- ¡No puedes hacer eso! – grito su Otousan. - ¿Cuánto mas puedes llegar a avergonzarnos, Satoru? – los gritos eran cada vez mas fuertes. - ¡Reacciona estúpido! Pronto cumplirás treinta y debes de hacerte por fin un adulto, formar una familia y...

- Eres el menos indicado en decirme eso. – Gojou se encontraba asqueado. – Se perfectamente que soy su mayor premio y herramienta por mis habilidades, además de portar los seis ojos, pero nunca contaste que yo decido mi vida. Les dejo hasta finales del próximo mes para decirme su decisión, ya saben donde buscarme.

Sin tener mas contratiempos Gojou fue retirándose del lugar ante los gritos de sus padres, Megumi y Yuta lo acompañaron no solo porque no tenia caso seguir con algo que sabían claramente aceptarían sino que su mentor aun se encontraba mal emocionalmente.

- Si tuvieron que tolerar esta clase de juntas durante mi ausencia déjame felicitarlos. – su voz quiso sonar divertida, pero no podía. – Siguen siendo un dolor en el culo, todos ellos. – aparto la mirada recordando a sus padres. – Y bien ¿Quién quiere ir a cenar? Yo invito.

- Yo no creo poder. – el primero en negarse fue Yuta seguido de Megumi, logrando que Satoru hiciera un puchero. – Primero debo decirle a Maki que descubrieron nuestra relación.

- Auch. No desearía estar ahí cuando descargue su furia. – sabia del carácter temperamental de la chica. – Y tu Megumi-chan ¿Por qué declinas mi oferta? Acaso...por fin saldrás con alguien, ¿por fin superaste tu amor hacia Tsumiki-chan?

La mirada zafiro del chico se afilo mas provocando que la sonrisa de Satoru se ampliara.

- No creo que ese sea el caso Gojou-sensei no después de que por fin Seiya-san dejo el camino libre al darse cuenta que ella también...- detuvo su oración Yuta al comprender que estaba hablando de mas y por las reacciones de los otros dos. – Lo siento no debí haber dicho nada.

- ¿Ese chico antipático no es novio de Kasumi-chan?

La forma tan intima que el peliblanco nombro a la chica desconcertó a ambos pelinegros, aunque en Fushiguro no tanto.

- No, él es un hechicero de Inglaterra que vino a apoyar por la situación en Japón era demasiado critica. – cruzándose de brazos Megumi. – Cuido algunos meses a Tsumiki y su técnica de maldición inversa es incluso mas poderosa que Okkotsu, por eso Kugisaki logro sobrevivir e Itadori fue un amigo cercano a él.

Eso lo sabían el joven que antes era contenedor de Sukuna, siempre tenia la habilidad de ser rodeado de personas, como si su aura fuera sumamente radiante.

- ¿Por qué pensó Gojou-sensei que Kasumi-san tenia algo que ver con él?

Ante el cuestionamiento de Yuta, solo se encogió de hombros porque atando cabos seguramente ese sujeto lo estaba provocando y logro con éxito.

- Lo supuse solamente. -entrando los jóvenes en el estacionamiento. – Ustedes son jóvenes y sus hormonas están a punto de ebullición así que...

- Kasumi-senpai piensa que no merece una relación, por lo sucedido en Shibuya. – las palabras de Megumi detuvieron al mayor, que su respuesta fue enarca la ceja. – Mechamaru, el estudiante de Kyoto que fue considerado un traidor busco la forma de proteger a sus amigos y dejo un mensaje a Kasumi-senpai declarándole su amor.

Eso su sorprendió a Gojou, no se imaginaba eso.

- Me comenta Tsumiki que se ha sentido culpable por no haberse dado cuenta de los sentimientos de Mechamaru hacia ella y mas aun no poderlos corresponder. – Fushiguro vio como llegaba un nervioso Ijichi. – Después cuando los altos mandos nos mando a cazar aquellos hechiceros que fuimos a su rescate, la encontraron junto a sus dos hermanos.

- Y ¿Dónde están ellos? – el silencio por parte de sus alumnos respondió su pregunta.

- Muertos. Su hermano Kaito lo atravesaron con una espada maldita, tratando de ocultarlos y ser una distracción. El mas pequeño tuvo quemaduras de segundo grado en la mayoría del cuerpo, yo los encontré en un refugio cuando me encontraba en ese juego. Con Kaito era demasiado tarde y aunque logramos llegar al Colegio tiempo después también Kirin murió.

- "Soy un estúpido". – se recrimino. – "Kasumi también ha sufrido durante este infierno, para que también tratara de liberarme del mío sin tomar en cuenta el de ella".

Se detuvo a mitad de camino, ni siquiera veía como Megumi ingresaba al auto junto con Yuta o como Ijichi le decía que ingresara que pronto comenzaría a llover, nada de eso le importo porque ahora la única persona que se encontraba en sus pensamientos era Kasumi".


El dolor en el pecho no lo dejaba descansar, sintiendo que no importa el tiempo que pasara o fingir frente a los demás estar bien, esta fecha siempre lograba desestabilizarlo mas aun saber que su nacimiento fue el causante de la muerte de su madre.

- ¿No puedes dormir bien? – escucho detrás de él, girando un poco su rostro para ver a Sakura portando su tierna pijama de ese gato extraño que se parecía a Gojou. - ¿Tuviste una pesadilla?

El adolescente solo asintió lentamente, sin entender porque le respondía a esa mocosa. Sus ojos miel vieron como ella se acercaba tomando una silla y parándose sobre ella al ser aun pequeña.

- ¿Y tú? ¿Aun sigues esperando que tus padres regresen? – la niña negó. – Entonces... ¿tuviste una pesadilla?

Las mejillas de ella se sonrojaron, ya que Haruka había dado en el clavo y al verlo ahí su sueño reapareció en su memoria. Donde soñaba en ser una hechicera famosa como sus padres, elogiada por ellos, seguir compartiendo tiempo con sus hermanos y amigos, pero sobre todo en ser correspondida por el niño que le gustaba. Sin embargo en el momento en que se casaría con este en lugar de ser el tranquilo Okkotsu Ryu se encontró con el rostro burlón de Itadori Haruka, haciéndola despertar.

- En serio que te afecto, si sigues haciendo esas muecas pronto te saldrán arrugas. – burlón Itadori le ofreció a Sakura un vaso de leche caliente.

- Gracias. – tomando el vaso. – Desapareciste con Choso-san después de la cena, ¿sucedió algo malo?

Haruka negó sin borrar su sonrisa.

- No solo me dijo sobre los altos mandos y que al parecer he sido perdonado. Así que puedo regresar al Colegio el lunes.

- ¿Aun piensan que eres ese tal Ramen Sukino?

- Es Ryomen Sukuna, mocosa. – no sabia porque cada vez que hablaban despectivamente del Rey de las maldiciones una ira surgía en él. – Y si tenían miedo que cuando mis padres me engendraron aun existiera esa maldición y al ser mi padre su contendor, él reencarnara en nacer yo.

Los ojos color cielo de Gojou Sakura sabia que algo mas ocultaba la mirada de Haruka como si no pudiera desahogarse con alguien sin ser juzgado. Ademas debe ser difícil crecer sin tener a tus padres contigo.

- Haruka. – la voz de ella lo saco de sus pensamientos. – Aunque a veces seas un idiota, egocéntrico y tarado. – poso su mano sobre la de él. – No estas solo.

Alzo las cejas sorprendido y enternecido por las palabras de esa niña que solía ser su peor pesadilla, aunque reconocía que las rabietas y pleitos que tenia con ella era lo divertido, lo que en ocasiones hacía que olvidara. Mas aun al verla sonrojada y dedicándole una sonrisa inocente, haciendo que el le correspondiera apretando su mano.

- "Eres igual a tu patético padre". – comenzó a escuchar una voz grave dentro de su cabeza.

Otra vez no, pensaba que por fin se había ido.

- "Nunca me podre ir completamente porque se encuentra una parte de ti unida a mí". – arrugo el entrecejo desconcertando a la niña. – "Así que ella es una descendiente de ese idiota de ojos vendados, reconozco que es linda. Cuando crezca podre divertirme con ella"

- Es mejor irnos a descansar es tarde. – Haruka ignoro por completo esa voz. – Andando monstruo.

Sakura inflo sus cachetes ante el atrevimiento de él en decirle monstruo, pero se detuvo abruptamente al sentirse cargada estilo princesa por él. Notando desde su posición que Itadori Haruka era sumamente atractivo y que si hubiera heredado la actitud noble de su padre seria aun mas popular que su Nissan. Ambos se dirigieron a la habitación que debían de compartir con los demás, ya que al encontrarse en el Colegio la mayoría de las habitaciones estaban ocupadas por los estudiantes, ya que en los últimos años los directos se encargaron de reclutar y entrenar a más hechiceros.

Cuando ingresaron a la habitación se dieron cuenta que Kaoru se movió de lugar quedando dormida cerca de Ryu, entristeciendo a la niña. Al igual que Suguru se movió para dormir cerca de Yu y Kyo el cual era abrazado por detrás por Sayuri, quedando así dos lugares en el rincón.

- Demonios. – susurro Haruka mientras suspiraba.

Sabia que no podía dejar que Sakura siguiera notando la inminente atracción del mocoso Okkotsu y su gemela así que se posiciono detrás de esta, acomodando luego a la ojiazul que al comprender su acción agradeció internamente. Sintiendo como los tapaba con la sabana, Sakura fue acercando su pequeño cuerpo al de él percibiendo que Haruka olía a menta y que emanaba un calor acogedor.

- Haruka-baka. – un sonido por él le advirtió que la escuchaba. – Muchas gracias por ser mi amigo.

- Al contrario, gracias a ti por lo de hoy Sakura.

Siendo esto lo último que escucho la niña sonrió para sumergirse en los brazos de Morfeo al igual que él viendo por ultima vez su reflejo en el espejo frente a la amplia cama, sin percatarse como la poca luz de la luna reflejaba unas extraños tatuajes que comenzaron a inundar su cuerpo, como su cabello cambiaba de estilo y seguramente de estar despierto vería como sus ojos color miel serian reemplazados a uno color rojizo. Porque pasara lo que pasara parte de Ryomen Sukuna no podía abandonar este mundo.


¡Hola nuevamente! Se que me comprometi en actualizar y terminar este fic pero por cuestiones personales (me enferme de la gripa) no pude actualizarla como mis otras historias, dejandolo solo en un borrador y que ademas al parecer este fic consistira en tres capitulos.

No suelo agregar personajes que no se encuentran en el anime o manga, pero no sabia a quien poner para poner celoso a Gojou y de cierta forma que este personaja tambien le ocasionara un pequeño disgusto a Megumi XD. Se que pase demasiado rapido lo de Gojou y Miwa, pero la vdd este era un One-shot que fue convirtiendose en mas capitulos (maximo 3) mas que nada porque aun tengo proyectos GojouxMiwa inconclusos y deseo actualizar este fin de semana: "Destinos entrelazados", "Mis dos pequeños problemas" y "¿Cual es tu tipo ideal", a los cuales los invito a leer. Como tambien: Concubina" y "Stories GoMi"

Mil gracias por sus muestras de apoyo en cada uno de mis fics tomandose el tiempo en leerlos y dejar un review.

Sin mas que decir muchas gracias.

Disculpen si hay uno que otro error ortografico.

Besos y abrazos.

TheOtherDestiny.