CAPÍTULO 2: MIRADAS ENTRELAZADAS
Llegó el día de volver a Hogwarts, la sra. Weasley les despertó temprano aquella mañana, y después de asegurarse que todos ellos habían terminado de hacer sus maletas y habían desayunado convenientemente, se dirigieron al andén 9 y ¾ en unos coches del ministerio.
Una vez allí el sr. Y la sra. Weasley se despidieron de sus hijos, de Harry y de Hermione, y les dijeron que se portaran bien y que tuvieran mucho cuidado dados los tiempos que corren.
Subieron al tren y buscaron un compartimento libre, y al no encontrarlo se unieron a Luna y Neville, aunque Ginny se fue con unas amigas suyas a otro distinto, y Ron y Hermione se fueron un rato al compartimento de prefectos, dejando a Harry, Neville y Luna en una conversación muy amena sobre los Scrunbugers, unas criaturas marinas que sólo aparecían las noches de luna llena y que eran el tema principal de la última publicación de The Quibbler, que había visto aumentadas sus ventas desde la entrevista con Harry.
Cuando volvieron Ron y Hermione, interrumpieron la conversación, Hermione se acercó a Harry y le dijo:
-¿Crees que es buen momento para preguntarte algo?
-¿El qué?- contestó él con un tono de curiosidad en su voz.
-Aquello que me dijiste que te preguntara en otro momento- dijo ella, con una chispa de anhelo de conocimientos en sus ojos.
A lo que Harry después de mirar de reojo a Luna y Neville, un poco desilusionado con la pregunta de Hermione, decidió que prefería contárselo cuando estuvieran solos, así que le dijo que no, no era un buen momento y se dispuso a ver las caras atónitas de sus compañeros, que evidentemente, no se habían enterado de nada.
El resto del viaje fue tranquilo, comieron un montón de chucherías del carro de golosinas, se pusieron sus uniformes y hablaron de otras muchas cosas, además de jugar al snap explosivo.
Cuando llegaron al colegio escucharon el discurso del director después de la cena, que se pareció mucho al que había hecho el año anterior, a continuación del cual presentó a la nueva profesora de defensa contra las artes oscuras Marianne Kiss, que resulto ser la prima de Luna y a quien Snape le dirigió una sonrisa misteriosa, pero que extrañamente para ser Snape, parecía no tener malas intenciones.
Llegó el primer día de clases y con el, como no, a primera hora clase doble de pociones, es decir, dos horas en las que Harry tendría que soportar a su "más querido profesor", además de sus "queridísimos" compañeros Slytherin.
Harry se habría querido sentar con Hermione, pero tanto el como Ron llegaron tarde a clase y Hermione ya se había sentado una mesa delante de ellos junto a Neville.
Tanto Harry como Ron hicieron poco durante esa clase, ya que se quedaron embobados mirando a Hermione aunque ninguno de los dos se dio cuenta de que el otro también le estaba mirando.
A mitad de clase se dieron cuenta de su situación y se pusieron a hacer su poción lo más rápidamente posible, pero cuando ya estaban terminándola, Harry no pudo evitarlo, y se quedó nuevamente mirando a Hermione como las vacas al tren, pensando en lo bien que olía, lo bonito que tenia el pelo, lo guapa que era, etc.
Mientras Harry pensaba todo este tipo de cosas sobre su mejor amiga, el profesor Snape se dio cuenta y aprovecho para poner en ridículo a Harry delante de toda la clase, y de paso quitarle puntos a Gryfindor, dos de sus aficiones favoritas.
Así que le dijo:
-Señor Potter, le recuerdo que estamos en clase de pociones, y que en lo que se debe concentrar esta en su mesa, no en la de delante- risas provenientes de Slytherins
Siguieron a este comentario, que consiguió que Harry se pusiera colorado, y Hermione se quedara completamente helada. Una duda surgió en la mente de la chica:
-¿Se refería a mí con ese comentario, porque no creo que Harry se fije mucho en Neville, aunque ahora que lo pienso Parvati esta sentada delante mía, seguramente sea ella a quien él estaba mirando- y es que Hermione es muy lista pero respecto a este tema, parecía no enterarse de lo obvio, como en general les pasa a todos los enamorados.
Cuando se callaron las risas de los Slytherins, el profesor Snape continuó y añadió a su comentario:
-20 puntos menos para Gryfindor por distraerse en clase y estar a lo que no debe.
Después de eso, el resto de la mañana transcurrió con normalidad.
Los 3 amigos comían distraídamente, Harry miraba a su plato, después de lo que había dicho Snape se sentía un poco ridículo y no quería arriesgarse a que Hermione le pillara in fraganti cuando él se quedara mirándola, tal y como tenía ya por costumbre.
Ron miraba a Hermione de reojo la mitad del tiempo, y la otra mitad miraba su plato y devoraba su comida. Y Hermione sólo miraba a Harry, ni siquiera comía, sólo podía mirarle mientras él jugaba con la comida, aunque un par de veces puso la mirada perdida con otro rumbo para que Ron o los demás no sospecharan.
Llegó la hora de defensa contra las artes oscuras, la primera clase con su nueva profesora, que resultó ser muy lista aunque un poco rara, seguramente por eso de ser familia de Luna, aunque esa rareza la hacía interesante. Marianne Kiss era una chica muy guapa, de unos 30 años de edad, en su cara se podía vislumbrar esa ilusión que tenía en poder enseñar a sus alumnos algo tan interesante como era para ella la asignatura que impartía. Tenía el pelo un poco por debajo de los hombros, pero la impresión que daba era como con las princesas de los cuentos, de una melena muy larga y bien cuidada, era morena con unos preciosos ojos azules que contrastaban con el castaño oscuro de su pelo, era alta y delgada, aunque no excesivamente, y daba la impresión de que sabía todo y más.
Cuando estaban a mitad de clase, apareció el profesor Snape y se dirigió a la mesa de la profesora, le dijo algo al oído, y esta asintió. Ambos se quedaron mirando al otro durante unos segundos, y después Snape salió de la clase. Los 3 amigos se miraron sorprendidos por lo que acababan de presenciar, al igual que el resto de la clase. La profesora Kiss les llamó la atención por cuchichear y continuó la clase sin problemas, sin sospechar que la entrada del profesor Snape en su clase y esas miraditas, iban a ser el tema del día e incluso de la semana.
El resto de los días transcurrieron con normalidad hasta llegar al viernes, día en el que después de las clases, por la tarde, Harry, Ron y Hermione, se encontraban charlando en el césped cerca del lago, y entre unas cosas y otras salió el tema de la semana:
-¿Oye que os ha parecido eso de que Snape entrara en clase de Kiss?- empezó Harry la conversación.
-pues la verdad, muy raro…. Y sospechoso…-alegó Ron
-es cierto, y ¿os fijasteis en como se miraron?- continuó Hermione.
-pues la verdad es que sí¿creéis que haya algo entre ellos?- preguntó Harry
-ummm…, no sé, pero creo que deberíamos averiguarlo….- dijo curioseando Ron
-¡Ron¡No seas tan cotilla, yo no sé si habrá o no algo entre ellos, pero no creo que debamos averiguarlo-dijo Hermione algo molesta
-¡ja! ya, y seguro que me vas a decir que tu no tienes curiosidad ¿noo?- le recriminó Ron.
-pues si, si tengo curiosidad, pero no pienso invadir su intimidad por simple curiosidad.
-¿y quién ha dicho de invadir su intimidad¡Sólo tú, yo digo de prestarles más atención que de costumbre para ver si ellos solitos se delatan…
- bueno, en ese caso…
-pero¿de verdad creéis que la profesora Kiss pueda estar interesada en Snape¡vamos hombre, un poco de seriedad¡Que es Snape!- interrumpió Harry la conversación entre sus amigos, y es que, a pesar de ser él quién había iniciado la conversación, se había visto fuera de ella por culpa de la tendencia de sus dos mejores amigos a discutir por casi todo.
-¡oh, Harry por favor¡no seas tan superficial, vale que Snape no sea… el mejor del mundo, pero eso no significa que alguien no pueda estar interesada en él¿no crees?- contestó Hermione, que aunque, empezó en tono de regaño con Harry, como siempre había terminado en un tono más dulce, como si le estuviera explicando algo a un niño pequeño con todo el cariño del mundo.
-si, supongo que si… pero¿tu podrías llegar a estar interesada en él?
-¿Qué¡Claro que no, pero yo, no soy todo el mundo.
- bien dicho, es una buena respuesta¡ya me has vuelto a ganar!- dijo Harry de broma, dándoselas de ofendido. Después de lo cuál los 3 empezaron a reír.
-¡Hermione no es justo!- refunfuñó Ron.
-¿El qué no es justo?
- que a mi siempre me eches la bronca y ¡a Harry no!-dijo bastante molesto Ron
Hermione ante este comentario no pudo evitar ponerse un pelín colorada y le respondió de buena manera:
-porque Harry no se enfada tanto y es más fácil hablar con él… sin discutir.-añadió lo último al darse cuenta de que Ron lo tomaría a mal. Ron se limitó a gruñir ligeramente, pero pronto se le pasó y no hablaron más del tema.
Se hizo tarde y volvieron a la sala común, pero Ron se tuvo que ir prácticamente al llegar porque le tocaba hacer guardia, por lo que hizo un comentario del estilo¿Quién me mandaría a mí ser prefecto? Y se fue. Así que Harry y Hermione se quedaron solos y hablaron de todo tipo de cosas, y cuando ya estaban muy cansados Hermione se abrazó a Harry, sin saber muy bien porqué y el también la abrazó, y debido al cansancio se quedaron dormidos así de abrazaditos , hasta que llegó cierto pelirrojo y los despertó:
-¡ey¡Despierta¡Venga panda de dormilones!- dijo levantando la voz.
Ambos abrieron sorprendidos los ojos y dijeron:
-¿Ron qué haces aquí tan pronto?
-¿Tan pronto¡si es la 1 de la madrugada, que os habéis quedado dormidos¡de verdad!... hacedme un hueco anda- la verdad es que Ron se había puesto bastante celoso porque Hermione estaba abrazando a Harry, así que aprovechó y la abrazó.
Hermione habría querido negarse, estaba tan a gusto así con Harry…, pero sabía que no se podía negar, o ambos sospecharían de sus intenciones, así que se abrazó también a Ron, quedándose los 3 en un silencio bastante molesto.
Harry, que no estaba muy cómodo desde que había llegado Ron, decidió irse a la cama, y para ello utilizó la primera excusa que se le pasó por la cabeza:
-¡Uf¡Que tarde es! Será mejor que me vaya a dormir, que mañana tenemos entrenamiento de Quidditch por la mañana temprano- dijo esto último para obligar en parte a Ron a tener que irse a dormir, y así no se quedaría a solas con Hermione, cosa que le ponía muy nervioso y en gran parte celoso.
Hermione que también buscaba una forma de librarse de la situación, sobretodo ahora que Harry se iba, dijo que estaba muy cansada y se fue a su habitación, obligando a Ron a irse a dormir.
hasta aqui mi segundo capitulo
besos
Eldanar
