HUELLAS

Era un día soleado y ella se encontraba sentada bajo uno de los árboles en las afueras de Howarts, y tenía un pergamino sobre sus manos, sentía el viento en su cara y su pecho se comprimía tratando de no dejar escapar las lágrimas, empezó a escribir…

Alguna vez te importo mi sentir? Nunca recibí de ti el cariño que a otros das con tanta facilidad y ahora se que estupidez fue cumplir tus caprichos, a veces estas bien y otras mal y me doy cuanta de que a todos les molesta eso de ti , te desquitas y hieres, yo fui tu ángel y digo fui porque no tu no me permitiste seguir cuidándote y nadie negara que yo luche, deje dignidad y orgullo por ti, y sobre todo condene mi alma al vacío carnívoro que día a día me carcomía por dentro, ni siquiera eres capaz de aclarar las cosas, MALDITA SEA TU COBARDIA, y eso que aunque a veces lloro y tu me das unas palmaditas en la espalda o la vez que me sonríes, esos gestos hacen que mi corazón se acuerde de la esperanza idiota que le proporcionabas a diario… y… te… pones celosa? No te agrada acaso el hecho de que los demás me quieran… "niñita caprichuda y consentida… mmm… pero eras MI niñita caprichuda y consentida y te quería con todo mi ser, tanto que dudo mucho que llegues a encontrar alguien que te quiera más!

Nunca encontraras de nuevo a tu ángel, estas presente en mi vida y en mi mente pero en mi corazón ya no estas con aquella misma intensidad, solo quedan restos, restos para no llegar a la bajeza que tu denominas odio!

No podrás decirme jamás que la cara de inocente que muestras al mundo es tu verdadero ser, nadie te conoce mas que yo, nadie puede ver tus ojos y saber que siente o que estas pensando, solo YO.

Si alguna vez te hice sufrir comprendo que habrás entendido que era porque quería que me apreciaras un poco, que sientiéras lo que era no tener nada seguro.

Ambas partes trataron de cortar las cosas de raíz pero fue imposible, ahora ya no sueño contigo, ni te pienso como antes pero si algo me duele admitir es que si alguna vez regresas y deseas reparar tu error yo… estaré dispuesta a empezar el mismo martirio!

Por siempre tuya,

Hermione

Una mano se cerro alrededor del pergamino estrujándolo con fuerza y gruesas lagrimas cayerón de las mejillas de una chica pelirroja sentada en su habitación de la sala común de Gliffindor, era una hermosa pelirroja, acaba de recibir aquella carta que había definido lo que su corazón debería hacer pero no seria tan fácil, seria mas doloroso que cualquier cosa que le hubiera pasado hasta el momento lo que ella no sabia era que su infierno apenas comenzaba…

Ella había fallado, había tropezado y había dejado huella…