Ese día, Ginny iba apresurada a la clase de pociones cuando se encontró con un pergamino. Pensando que sería algún trabajo perdido se lo guardó en la mochila y después de las clases lo abrió, encontrándose con una extraña carta....
"No puedo amarte, pero tú no lo sabes. Te escribo en cartas que nunca te llegarán porque, según tú y todo el colegio, no tengo corazón. Y quizás sea cierto. No lo tengo porque la primera vez que me miraste a los ojos decidiste arrebatármelo, y ahora vago sin él, esclavo de tu sombra y de tus designios. Representas casi todo lo que me enseñaron a odiar y odiaba hasta que te conocí, hasta que atesoré una sonrisa robada de aquel al que amas y la guardé para mí. No sabes lo que me duele saber que él es tu elegido. Que nadie podrá ocupar su lugar en tu cabeza y en tu corazón, por mucho que el mío ya sólo lata por ti. ¿Qué pierdo queriéndote? Lo pierdo todo: Mi vida, mis costumbres, mis ideas y mi razón. Ya no existo desde aquel día en que miré y vi a una joven más allá de su apellido, más allá de su posición. Una parte de mí me odia por escribir esto y otra parte clama por decírtelo. ¿Qué gano queriéndote? Una mirada despreciativa, una palabra por educación, sonrisas que me veo obligado a robar. No me quieres, lo sé. Y yo tampoco reconocería abiertamente que te quiero. Todavía tengo orgullo y es lo último que me queda. Orgullo para callarme lo que siento. Orgullo para quemar esta carta y mandarla al olvido...."
Ginny la leyó una y otra vez, preguntándose por qué la había encontrado si supuestamente su destino era acabar en el fuego. ¿De quién sería la carta? ¿A quién iba dirigida?
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
MIERDA!!!!!! ¿Dónde habría metido la endemoniada carta? Todavía no la había arrojado al fuego, así que en algún lado debía de estar.... ¿¿Y si se le había caído?? Por Merlín, que no la haya cogido nadie... aunque la escribiese en una letra diferente a la suya y en pergaminos que no tuvieran el sello Malfoy, cualquier podría atar cabos y descubrir que el autor de la carta había sido el.... Tenía que encontrarla.
Se había recorrido casi todos los pasillos de Hogwarts buscando la estúpida carta. Estaba buscando pro el último pasillo, el de pociones, cuando se topo con una muchacha pelirroja..... la destinataria de su carta...
- Weasley, ¿Qué haces aquí? Sabes que por esto podría quitarte puntos....- Por mucho que lo intentaba, no podía ser sarcástico con ella, al menos, no mucho....
- ¿Sabes Malfoy? Todavía no ha sonado el reloj, y estoy en mi derecho de caminar por donde quiera, ahora, si no te importa....- Se apartó del camino, con tan mala suerte que se tropezó, y la carpeta con las cosas que llevaba se abrió, dejando al descubierto una carta..... Que Draco reconoció enseguida. Era su carta. Ella se levantó sin darle tiempo a reaccionar, recogió sus cosas y se marchó, sin volver la vista ni una sola vez.....
El joven slytherin se quedó ahí sin reaccionar.... más pálido que de costumbre y con una mueca extraña. Cuando reaccionó, dio un puñetazo a la pared y gritó. ¿¿Por qué, de todas las personas del mundo, tenía que tenerlo precisamente ELLA??
