Hacía ya tiempo que estaba trabajando en San Mungo. Gracias a una recomendación de su padre, que había sido ascendido después de la Última Batalla, había podido obtener sin demasiados problemas el cargo de sanadora jefe en la planta infantil... y ahí se encontraba ahora, rellenando unos informes de alta de unas niñas que habían cogido la varita de su padre y habían intentado transformar a su perro en un juguete... lo que había tenido como resultado un medio perro y tres medio niñas que ladraban sin parar...

La joven Virginia Malfoy se ajustó la bata blanca, que tanto le recordaban a los famosos médicos de los que hablaba su cuñada Hermione, Ministra de Magia, y se dispuso a seguir atendiendo pacientes en su turno de tarde. Al principio había sido horriblemente agotador, tanto que Draco le había insinuado que con sus ganancias como empresario tanto en el mundo muggle como mágico, no necesitaba un trabajo así, pero como a poco se fue acostumbrando, gracias en gran medida a Neville, médico de la sección de curación tradicional que últimamente la visitaba con más frecuencia para informarse acerca de los nuevos remedios para su hijo, Mark, que padecía numerosas alergias. Neville se había casado con Luna en una discreta boda a la orilla del río Congo, quien sabe por qué tradiciones de los antiguos magos africanos de por allí. Luna se pasaba el día haciendo de secretaria de Hermione, quien no se fiaba mucho de los políticos que confabulaban contra ella diciendo que era "una de las manos derechas" del gran auror Harry Potter. La Ministra de Magia aparecía todos los veranos en portada pasando sus vacaciones por diversas ciudades del mundo y en la Madriguera, con toda la familia. Estaba casada con Ron, ahora convertido en uno de los gerentes de la tienda de bromas de sus hermanos, y tenían sólo dos retoños... por ahora.

Mientras caminaba por los pasillos inmaculados, no pudo evitar acordarse de la suerte de su ahora gran amigo Harry. El joven Potter había sido asignado a una misión de urgencia en un país islamista, debido a las tensiones que se estaban acumulando en ambos países en la sociedad muggle, y sólo su presencia podía garantizar el mantenimiento de la paz. Allí se encontró a Catherine, enviada especial de Alemania, y congenió enseguida con ella... ¿¿quién diría que la joven mujer acabaría atrapando en sus redes al héroe que venció? Desde luego, Ginny estaba feliz por ellos: ahora tenía a tres sobrinos mas ... James, Lilian y Sirius Potter...

No pudo evitar sonreir al acordarse de las trastadas de James, junto con Will, el hijo de Ron y Hermione, y sus dos hijos mellizos: Arthur y Alexander Malfoy. Arthur era pelirrojo y Alexander rubio. Ambos tenían los ojos de su padre, y un carácter completamente diferente... lo que llevaba siempre a discusiones y peleas en casa... aunque Ginny sabía que en el fondo se querían...

- Tierra llamando a Ginny!- Gritó por tercera vez Neville

- Oh, lo siento Neville, no te he oído, estaba pensando en otras cosas, dime- Sonrió la joven afablemente.

- ¿Hoy no es tu aniversario? ¿Qué haces aquí?

Ginny no pudo evitar un suspiro de frustración. En el fondo, eso se preguntaba ella. Por la mañana había decidido pedir un día de descanso, para pasarlo junto a su marido y sus hijos, para darles además una muy buena noticia... pero Draco ya había desaparecido rumbo al trabajo, al parecer, y sus hijos habían escogido ese día para ir a pasear juntos a caballo y no regresar hasta la hora de la cena... ¿Cómo se habían olvidado de su día? El aniversario siempre había sido un día familiar lleno de juegos y de actividades. Parque de atracciones, restaurantes de lujo, paseos por lugares insólitos... ¡¡¡y este año, se habían olvidado por completo!

- Al parecer, mis hijos y mi marido se han olvidado por completo y me han abandonado a mi suerte.- No pudo evitar un deje entre dramático y divertido, mirando siempre la situación por el lado positivo, como era ella. – Así que he decidido que un montón de niños con indigestión y una avalancha de padres histéricos serán mi única compañía este día.- Acompañó la frase con una sonrisa y un guiño de complicidad que resaltaba que en el fondo, no lo pagaría con sus pacientes, sino con su marido, cuando volviese a casa.

- Así me gusta pelirroja, sobre todo buen humor. Yo te voy dejando que tengo mucho trabajo. ¡Nos vemos luego!

Ginny se despidió de él también y se dispuso a atender a un nuevo paciente: un niño al que no dejaban de salirle humos por las orejas.

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Molly miraba nerviosa el llavero que tenía entre las manos. Era una pequeña bola del mundo, en diferentes tonos de color marrón. Sin poder evitarlo miró el reloj y calculó mentalmente cuanto tardaría Arthur en volver del trabajo. Esta noche iba a ser una noche diferente, y desde luego, no quería olvidarse a su marido en la ahora vacía casa. Sin poder evitarlo paseó varias veces por la casa con el llavero en la mano. Finalmente lo dejó en la mesa y se dispuso a limpiar las ventanas... claro, que con ese vestido se le haría mucho más difícil...

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Fleur Weasley revisó por última vez el lugar. Todo estaba en su sitio, y desde luego, todo iba a ser perfecto esa noche. Tenía desde los antifaces hasta los hechizos más simples de brillo, luz y color. La idea de su único cuñado desde luego había sido buena... sonriendo, abrió su bolso de fiesta y comprobó pro última vez como un objeto redondo le tocaba los dedos: siempre le habían encantado las bolas del mundo.

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Después de más de cuatro horas de trabajo, Ginny Malfoy se disponía a cerrar su sección archivando toda la información de los últimos pacientes. Distraída, miró la hora y no pudo evitar preguntarse por qué Draco no aparecía. En el fondo, sospechaba que había preparado una sorpresa para ella, pero cuanto más pasaba el tiempo, mas se entristecía al pensar que realmente habían olvidado este día. Qué él no vendría a buscarla, que no la abrazaría. Que sólo se tumbaría en el sofá como venía haciendo la última semana y le diría que estaba demasiado cansado, que tenía problemas en la empresa y que los tratos que cerraba eran muy importantes como para dejarlos pasar... En su amargura, hasta le dio pro pensar que se veía con otra, mientras ella se pasaba las mañanas y las tardes libres preguntando por qué no aparecía. Sólo había sido en la última semana, pero... todo podía ser.

Unos golpes en la puerta la bajaron de sus pensamientos y murmuró un adelante un tanto desganado. Se encontró con dos chicos pequeños con el pelo rosa y la piel escamosa, luchando por no llorar con la situación. En un destello fugaz no pudo evitar acordarse de sus hijos, y le dolió que hubiesen preferido a unos caballos por ella. Quizás se estaban convirtiendo en su padre.

- A ver, jovencitos, ¿Cómo os llamáis? ¿Qué os ha pasado? ¿Dónde están vuestros padres?

Los chicos tardaron un poco en responder, y cuando lo hicieron, una voz un tanto monstruosa le contestó, oída como en estéreo. Hablaban a la vez. Uno de ellos se calló para que el otro pudiera explicarse. Ginny no pudo evitar preguntarse si sus hijos alguna vez podrían callarse para escuchar al otro... a veces parecían tan... Malfoys...

- Fue un accidente. Nos salió mal, debimos pasarnos con los ingredientes... no queremos que nuestros padres se enteren, ayúdenos...

Ginny entendió a la perfección. Se había puesto de moda una poción de sus hermanos que transformaba el aspecto durante diez minutos, para que parecieras un monstruo. Le habían llegado casos de niños que no podían volver a su estado normal, o que se le quedaban manchas verdes... pero... ¿¿Pelo rosa?

- Mezclasteis la poción monstruosa con algo, verdad?- Sin esperar a una contestación, buscó unas pociones que guardaba en sus estantería y se las entregó a los dos niños, que la bebieron sin rechistar. – No volváis a comer grageas Bertie Bott y la poción juntas, no son buena combinaci...

Se paró en medio de la frase cuando descubrió a dos niños de la misma estatura, con la misma complexión, los mismos ojos y la misma expresión mirándola fijamente. El pelirrojo, conocido como Arthur, comenzó a reírse sin poder parar. Alexander, o Lex, como prefería que le llamasen después de haberse visto la película de Superman, abrazó a su madre diciendo que todo era una broma. Ginny se encontró con que sus hijos le habían gastado una pequeña broma.

- ¿Se puede saber que hacéis aquí, pillines?- Dijo mientras hacía cosquillas a Lex, en una forma cariñosa de castigarlo.- ¿No sabéis que no podéis viajar solos por la red Flú?

- Bueno...- Empezó a explicar Arthur.- Digamos... que... uf... como explicarlo... em... ¡¡Nos aburríamos en casa!

- Y decidimos venir a visitarte... ilegalmente.- puntualizó Lex, sentado sobre la camilla.- Además, somos mensajeros.

- ¿Mensajeros? Preguntó Ginny, divertida. ¿De quién?

Su pregunta quedó en el aire cuando uno de sus hijos le dejó un sobre un tanto abultado en la mesa. Ambos sonrieron y desaparecieron por la puerta, diciendo que si los necesitaba, estaban con el tío Neville, al que se habían encontrado ya antes.

Ginny se encontró con un sobre cerrado. Con curiosidad y algo de miedo (pues sus hijos habían aprendido mucho de sus tíos, la verdad) lo abrió, para encontrarse con un llavero del planeta Tierra en tonos amarronados y una carta de un papel que al tacto resultaba recio, pero sin dejar de ser muggle. Era el típico que le gustaba usar a Draco, siempre deseando lo mejor. Con ansias, comenzó a leerlo.

Cenicienta.

Durante todos estos años, has estado aquí, a mi lado. Luchando conmigo mientras defendía mi inocencia. Amándome en esas noches frías donde el dolor y la amargura podían conmigo. Iluminándome, como el primer día. Agradezco cada día al destino que impidió que una de mis cartas se quemara llegando hasta ti. No sabes lo feliz que me haces, Cenicienta, cuando te despiertas y con tu luz arrasas toda la oscuridad que pudiera quedar agonizante por los rincones. Fuiste valiente, Cenicienta, de despojarte de tus colores, de quitarte los zapatos de esparto y abandonar todos tus sueños de niña para vestirte un día como princesa, y venir en mi busca. Desde entonces, amada Cenicienta, no ha pasado un día en el que no tuvieras a tu cazador dispuesto a todo por ti. Y un día como hoy, hace ya algunos años, convertiste en príncipe dichoso a ese cazador de sueños no tan imposibles. Hoy se celebra ese mismo baile en tu honor... ¿te lo vas a perder, pequeña princesa?

Coge nuestro mundo y pronuncia Belvedere. Coge nuestro mundo y vuelve a mí una vez más.

Vuelve a ser Virginia Weasley, Cenicienta.

Ginny cogió con cariño el llavero, sabiendo que sus hijos estarían bien con Neville. Necesitaba a Draco, por esta vez, a solas.

Pronunció belvedere y el traslador se activó, llevándola hacia un lugar de cuento.

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Se encontró en una sala de baile inmensa, decorada con lámparas colgantes dignas de reyes y estatuas de mármol y dorado. En medio de la sala, estaba esperando un joven rubio, vestido con traje antiguo y un antifaz que le tapaba parte del rostro y que resaltaba sus ojos, llenos de amor. Se acercó a él sin pronunciar palabra y no pudo evitar acordarse de lo semejante y a la vez distinto que era del baile de Hogwarts...

Estuvieron bailando juntos, sin música, como si la música sonara directamente de sus corazones, y cuando pararon, su marido le susurró al oído:

- Es hora de que veas la otra cara de la sorpresa... Belvedere.

Sin esperarlo, toda su familia y amigos cercanos apareció, llevando con ellos trajes de época y en sus manos el mismo llavero que había llevado ella. Sonriendo como nunca, abrazó a su marido y fue a saludar a toda la familia, desde la pequeña Molí Ann, hija de Fleur, que apenas tenía un año hasta Blaise, que había venido solo. Guiñó el ojo a sus hijos, vestidos con trajes de pequeños principitos y volvió hasta Draco. Observó como su familia comía y se divertía bailando, mientras los más pequeños jugaban a ser condes y princesas... Con una sonrisa radiante, se volvió hacia su marido dispuesta a devolverle la pelota.

No eres el único con sorpresa, cariño... vuelves a ser papa.

Quizás en esa noche, no hubo pareja más feliz que el cazador y su cenicienta.

GDGDGDGD GDGDGDGD ENDE GDGDGDGD GDGDGDGD

Bueno... hasta aquí ha llegado la historia... creo que el epílogo es más largo que un capítulo normal. Espero que os haya gustado y que continuéis leyendo mis otras historias, ademas de que empiezo a pensar en hacer otras nuevas...

Que la Fuerza os acompañe! Jajajajja

Ahora, los peazo reviews No os olvidéis contarme si os ha gustado o no el final! Mandadme comentarios!

JM10: Gracias por haber leído hasta el final y haberme dejado review. Espero que el epílogo te haya gustado!

RociRadcliffe: Gracias por estar ahí y haber leído la historia, espero que continúes con las demás... gracias por tu review!

Claudia-de-malfoy: Me alegro que hayas llegado hasta aquí... es una pena que ya se haya acabado, en fin, gracias por haberme dejado un comentario!

Mikito: Salen chinos? No había probado eso de gooogle. En fin, ni kito ni pon, espero verte algún dia por algún otro fic mío, mientras tanto, no olvidaré lo de los chinitos. Gracias por dejarme un comentario!

Comadreja: Bueno, fiel al fic por lo que veo... gracias enormes por haberme acompañado durante el fic, me has animado mucho y espero que el final te guste. Gracias por tu review!

Silginny: Espero que la actualización te haya gustado, porque es ya la última... en fin, me da pena despedirme... gracias por haber estado ahí!

Clau: Espero realmente verte por algún otro fic mio eh? No te me pierdas! Jajajaja. Me has animado mucho durante el transcurso del fic y te lo agradezco de veras, espero que el epílogo te haya compensado. Gracias por tu review!

Natalia: Aquí tienes el final, terminado. Es el primeo largo que termino, a ver si consigo hacerlo con todos... jajajajajja. Gracias por tu comentario!

Japi: Vaya nombre mas raro, Javiera! En fin, pues espero seguir viéndote por alguno de mis fics, Japi, y espero que este final te haya gustad mucho. Gracias pro tu review!

Leodyn: Ginny llevaba condones, sip, porque a Draco se le habían olvidado... tampoco es que pensara usarlos si no tenía a Ginny al lado, ¿no? Me gustó mucho tu review, y espero verte realmente en otro de mis fics, no me abandones, vale? Jajajajajaj. Espero que te haya gustado este final final. Ya sabes, después una noche bien merecida de... enredos de sabanas...jajjajaja. gracias por todo!

Lole.SkuAAA: Me alegro que te haya gustado y espero que este final te haya gustado tanto como el fic. Gracias por tu review!

Kmymalfoy: Gracias por tu review. Me alegro mucho haberte tenido como lectora, y espero verte algún día por algún otro fic. Nos vemos!

Y AHORA SI, ESTO SE ACABO!

Si quereis poneros en contacto conmigo, no dudéis en escribirme un mail.

Os espero en la próxima aventura!