¡Hola! ya estoy otra vez aqui
Lo primero es decir que estos personajes no son míos sino de JK Rowling y de la Warner (si este fic acaba teniendo un montón de capitulos voy a estar escribiendo siempre lo mismo... ¿no valen las comillas?
Lo segundo es la respuesta a mi primer comentario (¡qué emoción!)
Calixta: Me alegro de que te guste el comienzo de la historia y espero que te siga gustando la continuación. Supongo que no tardaré mucho en actualizar, tranquila. ¡Ah! y respecto a que todos esten muertos... bueno, deje a mi personaje favorito vivo jejejejeje ¡nos vemos!
Aquí sigue la historia
Corrió hacía la cocina y recogió el frasco. Se volvió a su "habitación" y sacó todos los ingredientes. Sacó también una varita, la varita de Harry. Voldemort no pudo destruirla ya que si lo hacía la suya perdería todo su poder; por eso la dejó enterrada bajo un hechizo.
Ella lo descubrió un día cuando estaba limpiando la "estancia" de Nagini. Cuando se acercó donde estaba su nido, notó una especie de sacudida eléctrica en su pie derecho y estaba segura de que allí había un hechizo ya que estaba prohibida la electricidad o cualquier cosa muggle. Se lo contó a Snape cuando fue a darle la comida y él, como experto en Defensa contra las artes oscuras que era, le dijo el contra hechizo que ella practicó y utilizó para deshacerlo. Encontró la varita de Harry que ella guardó con todos los ingredientes envuelta en un trozo de pañuelo que había encontrado a lo largo de sus paseos por el castillo. Volvió a dejar intacto el hechizo y se fue a curar a Snape. Durante los cinco años que pasó allí aprendió muchos hechizos, sobre todo de magia oscura. Entre lo que había aprendido y la orden de Voldemort de no hacerle daño pudo sobrevivir y dar con el hechizo que la llevaría al pasado, antes de que todo este horror comenzase; así lograría cambiarlo todo, cambiaría la forma en que Voldemort consiguió derrotar a Harry. Todas las noches soñaba con ese momento, el momento en el que él se interpuso entre el hechizo y ella, cuando su cuerpo cayó inerte entre sus brazos y Voldemort le enviaba un hechizo que la dejó sumida en un largo sueño. Sólo recordaba eso, no recordaba cuando mató a su familia ni a sus amigos ya que ella siquiera estuvo presente para poder defenderlos… únicamente vio cómo Harry caía y ella lo recogía muerto…
Ya había llegado a su habitación cuando se dio cuenta de que dos lágrimas habían aparecido en su cara, se había prometido no volver a llorar hasta que consiguiera encontrar una salida a todo aquello. Ahora podía llorar, ahora sí. Lo había conseguido, había logrado encontrar un hechizo que se lo permitiría.
Antes de colocar los ingredientes y comenzar a echar aquellos que le faltaban (ya tenía una parte hecha siguiendo los pasos del libro que consiguió del mismo nido de Nagini, la serpiente se empeñaba en recopilar libros de todo el "palacio" para sentirse más cómoda) abrió el colgante que llevaba al cuello para poder comunicarse con Snape.
Estoy lista, sólo falta echar el veneno de serpiente y hacerme una doble. - le dijo con destellos de alegría y emoción en sus ojos.
Muy bien… espero que tengas suerte… ayúdalos a todos ¿vale? - le dijo Snape mientras le dedicaba una sonrisa, esta vez no le importó el dolor de los labios - Y ten cuidado, ya sabes que únicamente tienes que ayudarles a aprender hechizos para su defensa y conseguir ese colgante…
Sí, tranquilo. Bueno ¡Adiós! Espero que mi doble te cuide bien… - se despidió la muchacha con lágrimas en los ojos.
No te preocupes por mí… si tú tienes éxito yo también…. ¡Adiós! - y en ese mismo momento cerro el colgante lo que quería indicar que uno de los vasallos de Voldemort estaba cerca.
Hasta pronto….
Añadió el veneno de serpiente. Sabía que primero debía esperar a que saliese la luna para poder convertir aquella masa en polvo. Le tranquilizó leer que únicamente necesitaba un rayo de luna para poder llevar a cabo la transformación ya que eso era lo único que entraba en su "habitación" por aquellas rendijas.
Se fue de aquella habitación para poder llevarle la comida a su "señor"… ya no le importaba tener que servirle durante este día, no, mañana estaría en otro sitio, en otro tiempo. Pasó el día entre humillaciones (únicamente Voldemort podía humillarla lo que era de agradecer ya que muchos de sus súbditos querían llevarlas a cabo) y maleficios pero los soportó como todos los otros días para que no pudiesen sospechar. Entrada la noche puso el cuenco en el que estaba la poción debajo del solitario rayo de luz lunar que entraba en su "habitación" para que poco a poco se convirtiese en polvo. Mientras ella cogió la varita y la observó como siempre sintiéndolo cerca, muy cerca. Cerró lo ojos y pronunció un hechizo apuntándose a sí misma. "Pernum duo" pronunció con voz clara y alta. Al instante una bola pegajosa se desprendió de su cabeza (del lugar dónde había apuntado con su varita) y comenzó a tomar forma humana. Cuando ya se había formado ella contempló cómo esos cinco años había hecho mella en ella… sus facciones eran duras y no parecía haber un ápice de felicidad en ellas, - No importa, cuando vuelva cambiaré - se sorprendió pensando. Antes de coger los polvos que ya habían aparecido en el cuenco le dio instrucciones a su doble para que ellos no pudieran sospechar. Le pidió perdón por todo lo que tendría que pasar y se dirigió a la parte de su "habitación" en la que estaban los polvos que la devolverían a la vida nuevamente.
Cogió un puñado y lo esparció formado un trozo de círculo a su derecha mientras pronunciaba "tiempos presentes escuchadme", seguidamente cogió otro puñado e hizo lo mismo pero por su izquierda y pronunció " tiempos futuros no me neguéis mi entrada" y por último esparció un poco de polvo delante de ella diciendo "tiempos pasados abridme las puertas para poder reparar todo este mal, os lo ruego e imploro, llevadme a donde mis pensamientos están". De repente un círculo de luz la rodeó confirmando que esa parte del conjuro estaba listo.
Por último se echó los restos encima mientras se concentraba en el momento que comenzó todo… De repente cayó al suelo en un profundo sueño y desapareció.
Hermione… Hermione… ¿estás ahí¿hola? Eeeeeehhhhh ¿te quieres despertar¿Hola, Hermione… ¿estás bien? - le preguntaba una y otra vez un pelirrojo mientras la zarandeaba suavemente.
¿Qué¡Apártate de mí! - le respondió mientras le empujaba con tal brusquedad que el pobre cayó encima de la alfombra.
Pero ¿qué te pasa? Ni siquiera te he movido… - respondía ofendido el muchacho mientras la miraba sorprendido desde su posición.
¿Dónde….? - Comenzó a decir pero antes de mirar siquiera a su alrededor se miró el brazo. Se arremangó la túnica para observar que no tenía la marca. Aquella marca que su "señor" se empeñó en hacerle para que todo el mundo supiese que era de su propiedad. Sus ojos se volvieron a humedecer pero esta vez de alegría, de una profunda y esperada alegría. - ¿Estoy en el…? - Es todo lo que lograba decir. En ese mismo instante se dio cuenta de que estaba en la sala común de Griffindor, cinco años antes. ¡Había vuelto al pasado!. Después de todas esas apreciaciones observó al chico que había tirado a la alfombra y que la miraba como si estuviese totalmente loca.
Creo que los exámenes te están volviendo totalmente loca - le dijo Ron mientras se frotaba suavemente la espalda, ya que había caído de mala manera - Totalmente….
¿Ron¡¿Ronald Weasly¿Eres tú? - le dijo al muchacho que ya se había levantado.
Pues… sí, creo que sí… aunque después de la clase de transformaciones de esta mañana creí que me iba a quedar convertido en una tetera… - le dijo mientras recordaba que esta mañana la profesora le había utilizado para demostrar a todos los demás cómo se realizaba un hechizo impertis. Se trataba de convertir a una persona en un objeto inanimado y claro ella pensó que Ron aceptaría de buena gana. - Creo que no volveré a tomar té en mi vida! - Concluyó entre risas.
Hermione ya no oyó ese último comentario. Se había lanzado al cuello de su amigo, de ese amigo que no había vuelto a ver en cinco años. Aquel que la había acompañado hasta esa cueva, aquel que no volvería a ver hasta este momento.
Mmmm ¿qué te pasa? - Le preguntó mientras intentaba reaccionar. En ese momento no sabía si debía corresponder al abrazo o quedarse quieto. Después de mucho pensarlo decidió abrazarla. - ¿Estás bien? Creo que los exámenes del EXTASIS te están volviendo loca…
No… es que… - quería contarle todo lo que había ocurrido pero sabía que aún no era el momento adecuado así que se inventó algo - Me quedé dormida y tuve una pesadilla en la que, como no había aprobado todo, me quitaban amigos en lugar de puntos…
¿Qué? Uff vaya que sueño más raro… En fin… ¿vas a bajar a comer? - le dijo Ron mientras la seguía abrazando firmemente.
Sí, claro, en seguida bajo… cuando dejes de abrazarme claro, no es que me importe mucho pero… necesito de todo mi cuerpo para poder andar - le contestó mientras sonreía. Era la primera vez que sonreía de verdad en todos estos años.
¡Ah! Sí claro… no me había dado cuenta… Bueno, os espero abajo ¿vale? - Se despidió Ron mientras intentaba ocultar su rostro sonrojado.
Muy bien!
Ahora ya estaba segura, había regresado al pasado. Miró a su alrededor y no había nadie. Iba a coger su colgante para comprobar si efectivamente podía seguir hablando con Snape y decirle que ya no estuviese preocupado, que lo había conseguido. Cuando ya lo tenía en sus manos a punto de decir el destinatario de su futura conversación se abrió el retrato de la señora gorda.
¿Hermione¿Estás aquí¡No te habrás vuelto a quedar dormida leyendo un libro! Venga que tenemos que bajar a comer para después ir a pociones… - entró diciendo un chico moreno.
¿Harry! - empezó a preguntar temblorosa.
Claro que soy yo. Venga vamos…
¡Harry! - y como había hecho con Ron le dio un fuerte abrazo que casi deja al moreno sin respiración.
Vale, vale… Ron ya me ha avisado de que estabas un poco rara pero esto ya es demasiado… espero que no te de por abrazar de esta manera a todos los amigos que te quitaron en los exámenes. - le respondió sonriendo el moreno mientras correspondía a su abrazo con la misma intensidad - ¿no estarás llorando verdad? Sólo fue un sueño…
Sí, sólo fue eso… - le respondió mientras sentía su abrazo y trataba de tranquilizarse para separarse de él…. - Vamos a comer
Sí, claro - dijo mientras la soltaba despacio y se dirigía con ella al gran comedor.
Ella le seguía sin acordarse apenas de todo lo que había sufrido esos cinco años. Ya no se acordaba casi de cómo la habían raptado y llevado hasta Voldemort, de cómo había sido llevada a aquella pequeña estancia, de cómo había hecho de ella una esclava… ya no se acordaba de nada. Sólo le miraba a él mientras caminaban despacio por las escaleras. Sólo estaba él, no podía reconocer a ninguna otra persona en los pasillos ni tampoco podía oír ningún comentario. Ese momento borró casi toda su memoria…
Al llegar al Gran Comedor sus ojos se desviaron al techo. Vio cómo el cielo era azul y no tenía ninguna nube, de repente se acordó de todo. Se acordó de que ella no había vuelto a ver el cielo, ni la luz del sol, únicamente podía conformarse con sentir la luz de la luna desde su "habitación". Ahora se daba cuenta… cuanto más tiempo pasaba en el pasado más se olvidaba de su presente; de su sufrimiento. Sabía que tendría que actuar deprisa porque lo más probable es que no se acordase nunca más de las malas decisiones tomadas y volvería a aquel futuro miserable sin poder realizar nunca más aquel hechizo que la trajo al presente. - Seguramente Voldemort ya sabrá de mi plan… Habrá descubierto a mi doble, seguro… Tengo que actuar deprisa para encontrar ese medallón y enseñarles los hechizos precisos. - pensó para ella misma.
¡Vamos Hermione! - le llamaba Harry desde su sitio pues mientras ella se quedaba contemplando el techo el muchacho ya se había sentado y servido comida en el plato - Si sigues ahí de pie Ron no te va a dejar comida…
¡Oye tú! - intentaba contestar Ron mientras tenía la boca llena - Claro que le voy a dejar comida… lo que pasa es que después del entrenamiento de hoy estoy muy cansado…
¡Y también muy hambriento! - interrumpió Ginny entre risas. - Deja algo para los demás…. ¡GLOTON!
Mmmm siempre os metéis conmigo…
¡Ginny¿Qué tal estás? - le saludó Hermione mientras la abrazaba. Se había vuelto a olvidar de todo lo que había pasado. Comenzó a pensar que se trataba de una pesadilla, porque no podía ser que habiendo pasado aquello estuviesen todos vivos y juntos en aquel comedor.
Ehhhh? Estoy muy bien Hermione gracias - le respondía la pelirroja sin saber muy bien porque la abrazaba - ¿Te ha pasado algo?
Tranquila… Ha tenido una pesadilla - le informó Harry - en la que nos cambiaban por respuestas mal contestadas…
Ahhh vale… - dijo Ginny mientras ella la seguía abrazando - Tranquila que yo valgo más de una respuesta fallida…
¿Qué? Ah! Sí, perdona…
Tranquila no me molestas…
Bueno… y ahora, a no ser que quieras abrazar también a Neville y a Luna - dijo Harry mientras señalaba a los dos amigos que acababan de entrar - será mejor que comas… ¿Pero¿Será posible¡Lo ha vuelto a hacer! - se reía mientras miraba cómo Neville se quedaba asombrado por el recibimiento de la chica y cómo Luna la miraba aparentemente interesada. - Hermione, ven aquí….
¡Voy! Un momento… - le respondió mientras abrazaba a Luna y ésta en lugar de devolverle el abrazo se quedó quieta mirando soñadoramente a su mesa en la que la esperaba un montón de comida. - ¡Qué tengas una buena comida! - se despidió de ella mientras se acercaba a sus amigos con una nueva sonrisa en los labios.
Cuando llegó, y después de abrazar a cuanto amigo se pusiese por delante, se sirvió una gran cantidad de comida. Lo que le sirvió el comentario de Ginny de "deberías dejar de estar tanto tiempo con Ron, empiezas a comer como él". Todos empezaron a reírse incluso Ron que casi se atraganta con un hueso de pollo. Pero, de repente, Hermione dejó de reírse… el medallón que llevaba para comunicarse con Snape había alcanzado tal temperatura que casi la quemó. Tuvo que salir del comedor a toda prisa sin decir nada.
Ufff... nada... no hay manera de que salgan los guiones... arggggg espero que se lea bien... ¡agur!
