¡Hola otra vez¿Qué tal? Espero que bien:) Antes de nada lo primero es lo primero…
Todos los personajes (excepto alguno que otro que me inventaré y ahora mismo no recuerdo donde salen… ¡y algunos hechizos también!) son propiedad de JK Rowling y de la Warner BROS
Y después… ¡las respuestas a los reviews! (perdón me he emocionado jejejejeje)
Shagy Sirius: A ver si me puedo explicar bien… Hermione necesitaba volver a su cuerpo del pasado para poder estar con sus amigos sin tener que vigilar continuamente si su yo del pasado se cruzaba con ella. Además, creo que su cuerpo de 22 años la delataría un poquillo ¿no¿Te imaginas la reacción de Ron y Harry? jajajajajaja (Ahora que lo pienso tal vez tendría que haberlo puesto así…) ¿y el susto que se iba a dar ella misma cuando se viese frente a frente con su yo del pasado? (como más o menos dijeron en la película Regreso al Futuro ¡el mundo se replegaría sobre si mismo! O se desmayaría… cualquiera de las dos cosas jejejejejeje). Y ahora Voldemort… él no necesita su cuerpo del pasado porque es menos poderoso y necesita bastante poder así que… prefiere fastidiar a otro. No se le ocurre mejor idea que transformarse en Dumbledore (ten cerca a tus amigos pero más aún a los enemigos) Espero haber resuelto más o menos tu duda. Por ahora Harry no va a tener mucha acción pero… el momento llegará no te preocupes. Espero que te siga gustando la continuación. ¡Nos vemos¡Agur!
Revitaa Locatis-Potter: ¡No me molesta que me hagas preguntas! Es más… me gusta ver que por lo menos os planteo alguna duda… y, en cuanto a lo de contestar, es que me encantaaaaaaa. Mira por donde, las dos tenemos manías… :). ¡Ah! Lo de la conversación… es sí y no. Voldemort estaba dentro del despacho pero estaba hablando con un clon ¿qué cómo no se dio cuenta? Pues porque en el futuro se había librado de Dumbledore y casi ni se acordaba si fue o no fácil y también porque es un poco… ¿cómo diría yo? Vanidoso jajajajajaja. Ahora verás lo que pasa en cabeza de puerco, espero que te guste. ¡Gracias por la corrección! Estás muy atenta ¿eh? Es que lo de las bludges y las quaffles… ufff lo llevo fatal… ¡la próxima vez pongo balones y me quedo tan ancha!. Bueno, espero que te guste ¡Agur!
Alba1: Gracias jejejejejeje (ahora mismo estoy colorada) lo malo de que el futuro vaya cambiando según lo que hagan en el presente es que ¡me vuelvo loca y seguro que meteré la pata! Jajajajajaja. Bueno, espero que te siga gustando este capítulo ¡nos vemos¡agur!
Zara Zabini: ¡Me alegro de que te guste! Espero que te siga gustando la continuación jejejejeje ¡nos vemos¡Agur!
Calixta: Jajajajajajaja no te preocupes… sé que lees cada capítulo ¿verdad? Eso es lo que importa (bueno, eso y que te siga gustando claro). ¿Planes para Dumbledore? Tal vez sí o tal vez no… pobrecillo que le quieres mandar a un asilo… espero que por lo menos sea bonito ¿no? Jejejejeje. ¿Tú también tienes lagunas mentales? Uffff menos mal, pensé que era la única (léase lo de cambiar de nombre a las quaffles esas jejejejeje). Espero que te guste también este capítulo ¡nos vemos¡Agur!
¿Alberthford¿Estás ahí? – preguntó - ¡Lumus!
Buenas tardes Dumbledore…
¿Quién¿Peter¿Eres tú? – aventuró mientras dirigía a un rincón su varita.
Vaya… aún me recuerdas… - comenzó a decir.
Sí, por supuesto. Pero, he de decir, que te recordaba con mucho menos valor... – espetó Dumbledore que aún seguía buscando el sitio en el que se encontraba su otro interlocutor.
No creo que estés en situación de menospreciarme – masculló entre dientes – tal vez te lleves una sorpresa…
No te menosprecio, simplemente, nunca te tuve en cuenta. – terminó la frase justo cuando encontró el rincón en el que se encontraba colagusano. Al principio iluminó su cara que en ese momento estaba totalmente marcada por una mueca parecida a una sonrisa de triunfal autosuficiencia. Al verla, Dumbledore tensó aún más su expresión. Miró sus ojos que estaban extrañamente fijos en un lugar cercano a él; estaba mirando a su izquierda. Dirigió lentamente su varita hacia el lugar y descubrió a su hermano tirado en el suelo, levantado únicamente por el brazo de colagusano.
¿Y ahora Dumbledore¿Tampoco me sigues tomando en cuenta? – le preguntó amenazadoramente.
Creo que será mejor que sueltes a mi hermano. Si lo haces no me obligarás a hacerte daño Peter – el tono del director se había vuelto amable, casi paternal.
¿Sabes qué? Ahora mismo no me das ningún miedo… viejo – dijo saboreando cada palabra mientras miraba con asco a su hermano que aún se retorcía de dolor seguramente por algún hechizo anterior.
Suéltale… Vuestra lucha es conmigo
¡Vaya¡Qué valiente! – soltó con sarcasmo – Sabes perfectamente que no eres la única persona contra la que luchamos…
¡Basta de rodeos Peter! Suelta ahora mismo a mi hermano o atente a las consecuencias – gritó Dumbledore mientras blandía la varita en dirección a colagusano que, curiosamente, no temblaba ni hacía ningún ademán de derrota.
¿Qué lo suelte¿Qué lo suelte? Tú no me das órdenes Dumbledore… - dicho esto movió su pierna derecha para propinarle una patada directamente en el hígado de su hermano que, después de las torturas a las que le debían de haber sometido, sollozó de dolor.
¡Estate quieto¡Expelliarmus! – gritó pero no pasó nada. El haz de luz salió de su varita pero no llegó a su destino. Desorientado volvió a repetir hasta tres veces el hechizo, obteniendo el mismo resultado. - ¿Qué es lo que pasa?
Lo que pasa, querido Dumbledore – la voz de colagusano adquirió un deje dulce y empalagoso – lo que realmente pasa – volvió a decir mientras se movía lentamente hacia su derecha buscando el interruptor – es que ahora mismo no estás en condiciones de realizar ningún hechizo…
¿Por qué he de creerte? – le preguntó mientras le seguía con su varita.
Tú mismo lo has visto…
No lo entiendo… - dijo justo cuando colagusano encendió la luz. Dumbledore se encontraba en un bajo del suelo de madera y a su alrededor había dibujado una especie de circunferencia con extraños símbolos fuera de ella. -¿Qué es esto?
Bah… es una pequeña tontería. Algo que nos ha enseñado nuestro maestro…
¿Es un círculo desparo?
Sí… no sabía que supieses de ellos Dumbledore… creo que estoy impresionado – le dijo casi divertido colagusano.
Sé que este círculo no permite que la magia salga de él… pero también sé que hay una forma de burlarlo – le respondió mientras le miraba amenazadoramente.
¿Sabes? Ahora mismo no me intimidas…
¡Basta de tanto hablar! – gritó una nueva voz detrás de ellos.
¡Cállate! Ahora yo estoy al mando – se irguió colagusano mientras zarandeaba a su presa – Y si no te gusta ya sabes lo que tienes que hacer…
¡Vaya! Una vulgar rata como tú se atreve a amenazarme… la verdad es que no sé cómo el amo te ha puesto como líder.
Tal vez sea porque fui el único que le ayudó a recuperar su forma… - le respondió intentado herir al hombre.
No lo creo – le cortó una mujer – yo creo que es porque si este viejo carcamal acaba contigo no se notará mucho la pérdida…
¡Cállate¡Soy muy valioso para el amo! – gritó colagusano casi sin control. En ese mismo instante Dumbledore intentó salir de la trampa en la que le habían metido colocando diestramente los pies de forma que apuntaban al comienzo y al final de la circunferencia que estaban marcados por dos símbolos.
¡Flipendo! – gritó el hombre que había hablado antes. Ese hombre resultó ser Lucius Malfoy. – Me temo Dumbledore que yo no voy a distraerme tan fácilmente como nuestro amigo… - dicho esto lanzó una mirada de profundo odio a colagusano que no sabía qué había pasado.
¡Lucius! Me alegro de ver que ya no estás en Azkaban… - le miró directamente a los ojos y esbozó una pequeña sonrisa.
Seguro que te alegras… - silbó las palabras – Seguro…
Está bien, sigamos con el plan – espetó colagusano que se había puesto justo delante del director. – Ahora veremos lo valiente que eres después de que presencies una cosa…
¿Y qué es? – le preguntó serenamente mientras intentaba buscar un modo de salir de ahí.
¿Quieres verlo? – le preguntó una mujer altiva que se puso a su lado.
Veo que tú también has salido de prisión Bellatrix…
Sí, he salido expresamente para hacerte un pequeño regalo Dumbledore… - le dijo mientras señalaba a su hermano con la varita.
¡Qué es lo que vas a hacer! – gritó desesperado.
Parece que ahora sí que me tomas en serio… ¿verdad? – le preguntó colagusano mientras hacía señas con la cabeza a Bellatrix.
¡Avada Kebadra! – gritó y un haz verde salió de su varita estrellándose directamente en el pecho del hermano del director. Únicamente se pudo oír un ruido sordo, el ruido que hizo su cuerpo al tocar el suelo.
¡No!
Y ahora… te toca a ti – se acercó colagusano entrando directamente en el círculo haciendo que cualquier hechizo realizado por Dumbledore pudiese acertarle.
¿Qué es lo que estás haciendo? – le preguntó Lucius. - ¡Sal de ahí inmediatamente¡hemos de seguir el plan!
¡No me interesan lo más mínimo los planes¡Quiero verle sufrir! – gritó mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa macabra.
Así que eres tú Tom… me lo imaginaba. Sabía que Peter no podía ser tan valiente… - le dijo Dumbledore mientras le apuntaba con su varita.
Ahora será más interesante ¿verdad? – sonrió.
No lo creo… ahora será tu fin, Tom – le amenazó.
Ya te dije en tu despacho que ya no te veo como un buen contrincante Dumbledore…
Lo veremos… ¡Piros enab…! – no pudo terminar el hechizo, simplemente cayó de rodillas y soltó su varita.
¿No vas a terminar tu hechizo? – se carcajeó colagusano que ya estaba fuera del círculo – No me digas que te has asustado… - le dijo mientras veía al director de rodillas en el suelo enfrente del cuerpo de su hermano que le miraba fijamente.
¡Deja de jugar!
No quiero… - le dijo Voldemort que en realidad había ocupado el cuerpo de su hermano y ahora estaba delante de él blandiendo la varita de colagusano. – Ahora mismo voy a matarte – le susurró al oído cuando se agachó.
No me vencerás tan fácilmente…
¿A esto le llamas fácilmente? – le preguntó incrédulo - ¡Avada Keba…!
¡Silencius! – gritó el director y se deshizo con rapidez del haz verdosa que había conseguido conjurar Voldemort a pesar de no poder articular palabra. – Aquí dentro ambos tenemos posibilidades ¿recuerdas? Y ahora no puedes hablar…
¿Cómo que no? Yo ya estoy muerto y tus hechizos no sirven para nada – le dijo entre carcajadas haciendo que el cuerpo de su hermano se moviese de un lado para otro. – Y ahora, después de que hayas visto cómo han aumentado mis poderes morirás contemplando cómo no pudiste ayudar a tu hermano y pensando en que no podrás ayudar a tu pupilo.
¿Qué quieres decir?
¿Qué qué quiero decir? Creo que está bastante claro… mataré a Harry Potter y a todos sus apestosos amigos… - siseó Voldemort.
¡Se acabó Tom! – gritó Dumbledore que ya había conseguido salir del círculo. Mientras estaba en el suelo había encontrado la forma adecuada de poner los pies y había recitado el contra hechizo. - ¡Os mataré! – amenazó apuntando con la varita primero a colagusano. - ¡Que! – fue lo único que pudo decir ya que Bellatrix le había lanzado el hechizo mortal. Poco a poco el cuerpo inerte del profesor tomó suelo y el sonido de su derrota llenó todo el bar.
Me estaba aburriendo… siempre gritando, siempre gritando…
Muy bien Bella, ahora quiero que volváis a la guarida y que no habléis con los demás de esto… no quiero que se confíen y me decepcionen otra vez – dijo esto mirando directamente a colagusano – Llevaos los cuerpos al cementerio y haced que desaparezcan…
Sí mi señor…
En ese instante el cuerpo inerte que había poseído se desplomó; señal inequívoca de que Voldemort había vuelto al despacho del director satisfecho. Tal y como lo había ordenado su señor los tres mortifagos se llevaron los cuerpos dejando la taberna como estaba un par de horas antes. Cuando ya se marcharon una madera se movió en un rincón dejando ver a dos personas que aún estaban escondidas.
Ya ha pasado el peligro por ahora. Creen que estamos muertos y eso nos da muchas ventajas… - dijo uno de las personas que observaban la taberna vacía.
Tienes razón… recuérdame que cuando todo esto pase tengo que agradecerle esta nueva oportunidad a tu alumna…
Será mejor que se lo agradezcas antes… nunca se sabe lo que puede pasar ¿verdad? – sonrió.
Tienes razón… ahora será mejor que nos vayamos a nuestro escondite.
Sí, será mejor que encontremos un lugar seguro para comunicarnos con ella – dijo finalmente Dumbledore y volvió a colocar la madera.
¡Ánimo Ron! – gritaba Hermione desde las gradas.
¡Ánimo chicos! – gritó otra voz detrás de ella que hizo que se sobresaltara.
¡Luna¡Qué sorpresa!
Creo que no deberías animar solo a Ron… Harry también está jugando – le dijo mientras señalaba con la cabeza al moreno que acababa de pasar volando seguido de cerca por un golpeador de Slytherin.
Bueno… no le animo a él únicamente… El caso es que le estaban lanzando una blugger en ese momento a Ron – le contestó la castaña mientras seguía con la mirada al moreno que daba vueltas buscando la snitch.
Espero que no… ¿qué te parecería si yo animase solamente a Harry? – le preguntó intentando sujetar el enorme león que tenía en la cabeza y que, al rugir, espantaba a todos los demás aficionados.
No lo sé… ¿qué crees tú que me parecería? – le sonrió Hermione. Antes aquellas conversaciones vacías le resultaban irritantes pero, después de todo lo que había pasado, ahora le divertían.
Creo que sentirías lo mismo que yo cuando animas sólo a mi Ronnie – le respondió en un susurro sin desviar la vista que tenía fija en el guardián - ¡Ánimo Ron! – volvió a gritar.
Tienes razón Luna… - confirmó Hermione también en un susurro - ¡Ánimo Harry!
En ese momento una densa niebla comenzó a cegar a cada uno de los jugadores. Harry se movía de un lado para otro intentando en vano escudriñar los alrededores. - ¡Genial! Ahora no consigo ver nada… - pensaba una y otra vez mientras aceleraba cada vez más su escoba. De repente oyó un ruido. - ¿Qué es ese ruido? Parece un aleteo… tal vez ha pasado la snitch por mi lado y no me he dado cuenta – Harry se aventuró en línea recta hacía el lugar en donde parecía haber oído ese ruido. Seguía acelerando y acelerando hasta que, de repente, oyó un grito. – Esa voz… ¡Hermione! – en ese momento alzó la mirada buscando a su amiga y justo a tiempo se desvió hacía la izquierda; había estado a punto de estrellarse contra la grada. - ¡Vaya! De buena me he librado… Ahora ya no sabía dónde estaba así que decidió ascender para poder tener un campo más amplio de visión. Atravesó la niebla y se situó justo por encima de ella, lo que le permitía distinguir más o menos, las figuras que estaban en el campo.
Bien, ahora tengo que concentrarme… veamos… ahí está Ron, sí. ¿Dónde estará Malfoy¡Ah! Ahí está – vio que el rubio también tenía bastantes problemas dentro de la niebla – No hay ni rastro de la snich… - pero, casi sin quererlo, comenzó a buscar a alguien entre las gradas. Seguía buscando con la mirada hasta que la encontró. – Harry… tienes que concentrarte… deja de mirar a Hermione… - sacudía la cabeza una y otra vez.
Vaya Potter… veo que estás vigilando a tu novia…
Déjame en paz Malfoy… - le miró con odio.
Tranquilo… no pienso quitártela aunque… es muy guapa… - un atisbo de sonrisa apareció en su rostro, Harry no sabía cómo interpretarlo.
No te acerques a ella… - le amenazó.
Tiemblo de miedo Potter… Bueno creo que será mejor que atrape ya la snitch… os he dado mucho tiempo y me aburro. – le dijo lanzándose en picado hacía el campo.
Estúpido… - dijo y le imitó. Al bajar la niebla seguía sin dejarle ver nada pero, de repente, vio un pequeño destello dorado y a Draco que pasaba velozmente por su lado.
¡Vamos Potter! – le retó.
La snitch, que antes no dejaba de moverse, estaba ahora quieta en el aire delante de una de las gradas. Harry, al acercarse, distinguió dos ojos castaños que miraban fijamente a la snitch.
Vaya… está justo delante de la sangre sucia… creo que esto lo voy a disfrutar – le dijo el rubio a Harry. – Pero antes… - miró al moreno con una medio sonrisa en la cara y, aprovechándose de la cercanía, le propinó un puñetazo que hizo que se desestabilizara por unos instantes.
¡No creas que te vas a salir con la tuya Malfoy! – le gritó mientras sostenía con más fuerza su escoba y daba un pequeño giro para ponerse justo en frente de la snitch - ¡Hermione¡Apártate! – al ver que no parecía hacerle caso aceleró aún más y, en un momento, consiguió apoderarse de la snitch propinándole al rubio un golpe en la escoba haciéndole perder el equilibrio; no pudo volver a controlar su escoba y salió despedido. Cuando estaba a punto de llegar al suelo una especie de ráfaga de aire frenó en seco su caída y lo depositó suavemente en el suelo. – Alguien debe de haberme ayudado… - pensó e instintivamente miró en dirección a las gradas. Allí vio cómo una muchacha castaña le sonreía y guardaba rápidamente su varita - ¿Qué¿Me ha salvado después de lo que tenía pensado hacerle?.
¡Hermione¡Hermione! – gritó Ron llamándola - ¿estás bien¿por qué no te has apartado?
¡Hermione! – le llamó también Harry que se había acercado a ella - ¿estás bien?
Estoy perfectamente – les respondió.
¿Por qué no te has apartado? – le preguntó Harry enseñándole la snitch que aún tenía en un mano derecha – Te podía haber hecho mucho daño…
¿Esa bola tan pequeña? Pero si es preciosa… - le respondió sonriente la castaña.
¿Qué? – se sorprendió Ron.
Sabes que no me refiero a la snitch…
Bueno… - bajó la vista intentando esquivar las miradas de sus amigos y, cuando la levantó, miró fijamente a Harry y gritó - ¡FELICIDADES HARRY¡LO HAS CONSEGUIDO!
¿Qué? – no esperaba esa reacción de su amiga. - ¿Por qué me esquiva? – se preguntó. - ¡Ah! Sí…
¡Genial! – gritó de repente Luna que había estado observando todo lo que había pasado.
¡Vamos a celebrarlo! – dijo Hermione mientras agarraba el brazo de la rubia y bajaban.
Has encontrado la snitch entre mucha niebla… te felicito Harry – le dijo el pelirrojo – Pero… apuesto a que si no se encontrase en frente de Hermione ni siquiera la habías encontrado… - terminó cabizbajo su amigo.
¿Qué estás diciendo Ron? – le preguntó con la vista fija en el lugar donde antes había estado la castaña.
Últimamente estás muy raro con ella…
Estoy como siempre
¡Vamos Harry! Yo he sido sincero contigo…
¡Y yo también lo soy contigo¡Hermione es sólo mi amiga¡mi mejor amiga! – le respondió y bajó rápidamente.
Solo tu amiga… - dijo tristemente el pelirrojo que imitó a su amigo.
¡Esto hay que celebrarlo¡Fiesta en la sala común! – dijo Seamus mientras agarraba por el brazo a Harry y a Ron.
¿Vienes Hermione? – le preguntó Ron que estaba haciendo verdaderos esfuerzos para que Seamus le dejase mirar hacia atrás ya que se empeñaba en llevarse a los dos amigos aunque fuese a rastras.
Sí, ahora voy – le respondió mientras recogía el libro del suelo que, debido al empujón de un compañero, se le había caído al suelo – Si es que tengo una suerte… encima se ha manchado de barro.
Gracias – le dijo un chico mientras le daba el libro limpio.
¿Qué? – preguntó la castaña que no se había parado a mirar a su acompañante. Cuando desvió sus ojos hacía él, descubrió que la persona que le había dado las gracias era ni más ni menos que Draco Malfoy.
No me lo hagas repetir Granger…
¡Vaya! No me esperaba esto de ti… Draco – le dijo mirándole a los ojos grises intentando sentir cualquier cambio en la temperatura de su medallón, pero este seguía igual.
¿Draco? No me digas que ahora quieres que seamos amigos…
Sólo si tú quieres claro…
Entonces será mejor que esperes sentada – le dijo el rubio mientras se daba la vuelta bruscamente.
¡Espera!
¿Qué quieres? – le preguntó sin mirarla siquiera.
¿Qué tal estás? – dijo la castaña con la esperanza de que él hubiese cambiado.
No te importa Granger…
Si alguna vez… por cualquier cosa… quisieses hablar con alguien y no tengas con quien, yo sé escuchar muy bien – le ofreció Hermione. Ahora más que nunca, necesitaba comenzar a cambiar las cosas. Se había dado cuenta de que, tal vez, Malfoy podría cambiarse de bando. Recordaba el momento en el que perdió a su padre cuando le metieron en Azkaban, no era un rostro que denotase tristeza sino más bien un poco de triunfo. Pero, cuando desapareció su madre, se encerró en su mundo; uno en el que ni siquiera tenían cabida sus amigos.
Adiós – fue lo único que dijo. – Lo tendré en cuenta – se sorprendió pensando.
Venga Hermione – Ginny la agarró del brazo. – ¡Nos perderemos la fiesta!
¿Qué¡Ah¡Sí¡Vamos!
¡Nos vemos la próxima semana (espero)¡Agur!
