¡Hola otra vez¿Qué tal todo? Espero que bien y que os hayáis divertido mucho el fin de semana. Bueno… lo primero es lo primero:

Todos los personajes que aparecen aquí (salvo algunos que me inventaré y algunos hechizos también jejejeje) pertenecen a JK Rowling y a la Warner y a todos los que hayan pagado los derechos claro jejejejeje

Y después… ¡los reviews!

Alba1: ¿De verdad te gusta la idea de que Malfoy sea civilizado? Me alegro jejejejeje. Y en cuanto a lo de los fallos… seguro que verás más a lo largo del fic pero yo me escudaré en lo de que es un fanfic jejejejeje. Espero que te siga gustando este capítulo. ¡nos vemos¡agur!

Shagy Sirius: ¿También te has dado cuenta de que es lento? Creo que me he pasado un poquillo pero… así es más majo jejejejejejeje. Y bueno, en cuanto a lo de Luna… ¡ya lo irás viendo! Tal vez le diga que le de unas clases a Harry… en fin espero que te guste también este capítulo. ¡nos vemos¡agur!

Hikari Katsuragi: ¡No te enfades! Jossssss Ya te pongo más… espero que te siga gustando jajajajajaja. ¡nos vemos¡agur!

Enigranger: Jejejejeje me alegro de que estés de acuerdo conmigo… ¡yo también creo que ella es la indicada! (¿se nota mucho? jajajajajaja)Tranquila ya verás cómo Dumbledore ayuda a Hermione… En cuanto al Harry del futuro… pos, será mejor que leas este capítulo y así verás por ti misma la respuesta jejejeje. ¡Ah! Y también descubrirás lo retorcido que puede llegar a ser Voldemort (aunque este es sólo el principio) Espero que te guste este capítulo también. ¡nos vemos¡Agur!

Danielle Potter: ¡Gracias! Me alegra que te guste cómo escribo jejejejeje. Eh… sólo puedo decirte por ahora que he salvado a Dumbledore y a su hermano (no puedo hacer más comentarios si no… el fic a la porra jejejejejeje). A ver que te parece este capítulo jejejeje. ¡nos vemos¡Agur!

Hermione151: Jejejejejejeje lo de dejar al lector en suspenso es parte de este fic jejejejejeje y en cuanto al review del capítulo anterior no te preocupes no hace falta que te disculpes jejejejejeje. En cuanto a Harry y Hermione… seguro que te gusta mucho este capítulo y seguramente el siguiente también jejejejeje. ¡nos vemos¡agur!

Zara Zabini: ¡Gracias! Me alegra mucho que te encante jejejejeje. Aquí tienes el siguiente capítulo espero que te guste. ¡nos vemos¡agur!

Revitaa Locatis-Potter: Bueno… si tenemos en cuenta que a Draco Malfoy le he dejado solito sin familia y alejado de sus amigos… ¡me daba penilla! Así que he hecho que se vaya integrando jejejeje. ¿Te asustaste de verdad? Jejejejejejeje ufff me alegro de que acordases del plan si no ahora mismo estaría respondiendo cosas como… no, si yo no los he matado… yo soy inocente… no pensaba cargarme a nadie más (por ahora claro)… y cosas por el estilo jejejejeje. ¿Qué es lo que piensas sobre lo que dijo Luna? La pobrecilla sólo hizo un comentario… jejejeje. Bueno, te comento, ahora vas a saber lo que está pasando en el futuro pero creo recordar que leías el fic por ahora porque no ahondaba mucho en el tema H/Hr… esto… ahora… igual… no te gusta tanto… ¡tenía que poner algo de romance! Jejejejejejeje. Así que… si no sigues leyendo yo lo entiendo no te preocupes. Esto… espero que te guste (aunque ya no estoy segura jejejeje) ¡nos vemos¡agur!

¿Malfoy te estaba molestando? – le preguntó la pelirroja mientras lanzaba una mirada furtiva hacía atrás.

¿Malfoy? No…

Bueno, si tú lo dices – aceptó Ginny – Cambiando de tema… ¿ya has elegido pareja para el baile de promoción?

¿Qué? Pues… la verdad es que no.

¿No¿No te lo ha pedido nadie?

Sí… bueno…

Vamos… que no te lo ha pedido nadie que te interese… - le dijo con picardía su amiga.

Creo que estás aprendiendo mucho pequeña… - rió Hermione ante el gesto de enfado de su amiga.

Bueno, tal vez tengas razón… - le respondió enigmáticamente.

¿Sabes algo que yo no sé? – le preguntó extrañada.

Tal vez… - dijo mientras corría en dirección a la torre.

Ginny Weasly ¡esperame!

Cuando llegaron a la sala común ésta estaba totalmente decorada con los estandartes de Gryffindor. Había pancartas en todas las paredes en las que ponía GRYFFINDOR CAMPEÓN, LOS LEONES LOS MEJORES, SLYTHERIN APESTA y muchas más frases dedicadas a la derrota de las serpientes. En la mitad del salón habían hecho aparecer dos largas mesas repletas de comida y bebida. Intentaron poner algo de música, pero se dieron por vencidos ya que lo único que se oían eran los vítores y las risotadas de los alumnos. En cuanto entraron Ginny se separó de la castaña porque la llamaban en voz en grito para poder hacer una foto del equipo que volvería a ganar la copa. Ya eran casi las doce de la noche pero la fiesta no había decaído todavía.

¿Puedo hablar un momento contigo Hermione? – le preguntó Ron.

Claro… dime – le dijo la castaña que había dejado de hablar con Neville al escuchar a su amigo.

Bueno… quisiera hablar contigo a solas, si no te importa.

Está bien. – le respondió su amiga mientras se levantaba de la mesa y seguía a Ron hasta el cuarto de los chicos. Nadie parecía haber reparado en la ausencia de los chicos excepto un moreno que no les quitaba los ojos de encima.

¿Y bien? – preguntó Hermione que se había sentado en la cama de Harry.

No sé por dónde empezar… - comenzó a decir mirando al techo – Es un poco difícil para mí explicarte – de repente se paró en seco al ver dónde estaba sentada Hermione - ¿Por qué te has sentado en la cama de Harry?

¿Qué por qué me he sentado aquí? – le preguntó extrañada Hermione, la verdad nunca hubiese esperado que le hiciese esa pregunta – Pues porque… está más cerca de la puerta supongo ¿Qué más da eso ahora¿Qué tenías que preguntarme?

No lo sé – respondió mientras se sentaba derrotado en su cama – no lo sé.

¿Qué hacéis aquí? La fiesta es abajo – les dijo Harry después de abrir de sopetón la puerta de la habitación de los chicos. - ¿Interrumpo algo? – Espero que sí – pensó.

No, no interrumpes nada – le informó el pelirrojo mientras se dirigía a la puerta y, al pasar al lado del moreno, le dijo – Gracias por indicarnos dónde es la fiesta…

No entiendo nada… nada – dijo Hermione mientras sacudía levemente la cabeza.

¿Qué haces sentada en mi cama? – le preguntó curioso Harry.

¿Por qué de repente importa tanto dónde esté sentada? – se levantó exasperada la castaña mientras se dirigía a la puerta – Es porque es la más cercana a la puerta… - siguió. – Tengo mucho sueño, me voy a la cama. Buenas noches Harry – se despidió y le dio un beso en la mejilla.

Buenas noches – le dijo mientras, sin que ella le viese, rozaba suavemente la mejilla en la que momentos antes habían estado los labios de la chica. - ¿Más cerca de la puerta? Pues yo creo que la de Ron está mucho más cerca que la mía – dijo midiendo mentalmente la distancia entre las camas y la puerta. Al hacerlo una sonrisa apareció en su rostro y cerró la puerta para volver con sus amigos.

¡Hermione! – la llamó una voz conocida.

¿Harry? – preguntó la castaña que estaba en el baño.

¿Vas a salir? – le preguntó impaciente.

¿Cómo has subido aquí? Se supone que los chicos no pueden entrar… - le dijo Hermione mientras cerraba la puerta a su espalda.

Bueno… no creo que haya muchos hechizos que me impidan verte…

¿Qué quieres decir Harry? – le preguntó mientras le miraba directamente a los ojos. Comprobó que su colgante se volvía frío indicando que ese muchacho que estaba delante de ella no era su amigo sino Voldemort.

Quiero estar contigo – le susurró al oído – Ahora y siempre…

¡Harry! No puede ser… somos… somos amigos… - dijo entrecortadamente.

No te creo… sé que me quieres… - volvió a susurrar.

¡No! Lo siento… - le dijo entre sollozos

Mírame… - le ordenó mientras alzaba su barbilla poniendo sus ojos a su misma altura. – No te creo – pensó Voldemort – Haré una pequeña prueba… Legeremens – dijo en un susurro apenas audible para la castaña. De repente Voldemort se encontraba en la mente de Hermione. Entró en un bosque oscuro en el que apenas si entraba un pequeño rayo de luz, al fondo se podían vislumbrar tres pequeñas casetas; de éstas únicamente dos estaban provistas de chimeneas y tenían humo saliendo de ellas. Se acercó a la primera y, al entrar, se encontró con los recuerdos que ella guardaba de su pasado, de cuando era una niña. Salió rápidamente de ella ya que no era lo que buscaba. Entró en la segunda en la que se encontró con los recuerdos de esos cinco años de soledad. Vio cómo ella reunía todos los ingredientes necesarios para el conjuro. Intentó averiguar si le había ayudado alguien, pero todos los recuerdos apuntaban a que únicamente fue ella la artífice de su huída. Desechó esos recuerdos ya que él mismo los había vivido. Por fin llegó a la tercera cabaña. Cuando entró le envolvió totalmente la oscuridad. Estuvo vagando a tientas hasta que, en un pequeño rincón, estaba sentado Harry. El moreno estaba solo y conservaba el aspecto de tener 17 años; no había sufrido el paso del tiempo. Le miró fijamente y él le devolvió la mirada; en ese momento sintió cómo una figura femenina se acercaba a él. Era Hermione. Se dirigió hacía Harry y, acercándose a su oído, le repetía una y otra vez que lo sentía pero que no podía seguir amándole, no si le hacía tanto daño. El moreno únicamente podía negar y llorar; una y otra vez. Al verlos Voldemort sonrió complacido.

Y ahora haz el favor de marcharte – le dijo Hermione aún sollozando.

No… quiero quedarme contigo esta noche…

¿Qué?

¿Estás ahí Hermione? – preguntó de repente una chica pelirroja que acababa de abrir la puerta - ¿Harry?

Obliviate – dijo apuntando a la pelirroja – No quiero que se lo cuente a Ron… - se excusó.

Claro… pero será mejor que vaya a ver qué tal está… - dijo la castaña zafándose de él y dirigiéndose hacia donde estaba su amiga.

Está bien, me voy – se despidió.

Buenas noches – acertó a decir la castaña - ¿Creías que ibas a sondear mi mente sin apenas resistencia? – explotó finalmente Hermione - ¿Creías que Snape únicamente se dedicaba a cuidarme y alimentarme? Hizo que fuese una experta en oclumancia Voldemort… - susurró victoriosamente la castaña.

¿Dónde estoy? – preguntó de repente Ginny que se acababa de despertar - ¿Qué hago en el suelo?

Tranquila… te has caído eso es todo… creo que te vendría bien dormir – le dijo la castaña con aire maternal.

Creo que tienes razón… voy a avisar a los demás.

No vuelvas a intentarlo Voldemort – dijo a la puerta cerrada mientras dejaba escapar las lágrimas – No se te ocurra volver a intentarlo.

En ese instante llegó el guardia. Llevaba un cuerpo, aparentemente inerte, sujeto únicamente con su mano derecha. Lo trataba como si fuese una basura. Lo zarandeaba y si, en alguna ocasión, golpeaba accidentalmente contra alguna pared no parecía que eso le preocupase en absoluto. Es más, parecía gustarle. Llegó pesadamente a la celda que estaba al lado de la de Snape. Él se movió lentamente llevado por la curiosidad pero, al observar que el guardia le devolvía una mirada de odio, volvió a quedarse tumbado en su "cama".

Sin ningún cuidado el guardia tiró el cuerpo en el suelo de su celda. Aunque al hacerlo prácticamente había chocado contra uno de los barrotes mágicos y recibió una descarga de dolor, el nuevo ocupante no había soltado ni un quejido. Nunca se quejaba, de vez en cuando únicamente podía permitirse el lujo de dejar aflorar dos lágrimas. Éstas no venían de todos los maltratos a los que diariamente le sometían, sino que eran fruto de un recuerdo. Un recuerdo que vagamente le recordaba las ansias de vivir. Sí, sólo vivía de recuerdos.

¿Estás bien? – le preguntó el profesor que todos los días intentaba entablar una conversación con él. Como siempre no recibió respuesta alguna. Una vez logró que saliese de su garganta algo parecido a un gruñido pero nada que llegase a una palabra coherente. Desanimado, cogió el colgante, y se quedó examinándolo detenidamente. De repente, el chico que estaba a su lado movió la cabeza en señal de interés - ¿Te gusta? – le preguntó extrañado.

Es mío ¡dámelo! – exigió.

¿Qué es tuyo?

Sí, dámelo – le volvió exigir acercándose a él.

No te lo puedo dar... lo necesito – le contestó desconcertado. Nunca había mostrado tanto interés por nada; exactamente nunca había mostrado interés por nada en absoluto.

¿Qué? – preguntó de repente. Ahora estaba escudriñando cada rasgo del profesor. - ¿Snape¿Profesor Snape? – preguntó con vacilación.

Sí... ¿me recuerdas?

¿Estoy en clase de pociones?

... – reprimió una carcajada – Tal vez si que se parezca un poco a mi mazmorra... – dijo mientras miraba a su derredor.

¿Dónde estoy? – repitió asustado.

¿No recuerdas nada¿Recuerdas a Voldemort? – le preguntó con cuidado; no quería perder la conexión que habían formado.

Sí... es cierto... – sus ojos se tornaron vidriosos – Él la mató... la mató... – ahora se dirigía a un rincón de su celda. Snape sabía que, si no hacía algo, pronto se acurrucaría allí hasta el día siguiente sin pronunciar palabra.

¿A quién mató? – volvió a preguntar. Mala jugada, el moreno ya se había acurrucado y tenía sus brazos alrededor de sus piernas encogidas. – Maldita sea... – dijo exasperado. Una oportunidad que había desperdiciado.

A Hermione. Él la mató – respondió de repente.

¿Me estabas escuchando? – se alegró. – Tal vez podrías ayudarme... – pensó mientras se acercaba lentamente a la derecha del chico.

Sí, claro. No estoy sordo...

¿Recuerdas cómo te llamas? – le preguntó como si fuese la pregunta más normal que le hubiesen hecho al muchacho.

Por supuesto... no estoy loco – le miró extrañado – Me llamó Harry James Potter.

¿Quieres verla? – le preguntó de repente.

¿A quién?

A Hermione... ¿quieres verla?

No se ría de mí... no voy a poder verla nunca más.

No me estoy riendo de ti. – le dijo seriamente - ¿Quieres verla? – volvió a repetir la pregunta.

Claro...

Está bien, haré que la veas. Pero, primero tienes que prometerme una cosa.

¿Qué es?

Tienes que hablar con ella y ayudarla.

... – No recibió respuesta alguna. El muchacho miraba directamente hacia delante. Su mirada parecía totalmente vacía.

¿Lo harás?

Muy bien… ahora intenta jugar con mi mente… no es suficiente maltratarme físicamente… - respondió cansinamente.

… - el rostro de Snape se tornó en una mueca de profundo disgusto – No me crees…

Por supuesto que no – dijo con la mirada aún fija en la pared de enfrente.

¿Quieres que te lo demuestre? – le preguntó haciendo que el muchacho le mirase directamente - ¿Quieres?

… - la curiosidad le estaba venciendo ¿y si era verdad¿y si podía volver a verla? Volver a verla… sí… era un bonito pensamiento. Verla viva y sonriente. Hubiese dado cualquier cosa por hablar con ella durante un segundo. Se movió lentamente y se acercó al profesor. Le miró, intentando descubrir si se trataba de un juego. No… definitivamente no era nada de eso… le estaba hablando en serio. – Sí – respondió enérgicamente.

Muy bien… únicamente tienes que abrir el medallón y llamarla. – le tendió el medallón entre dos barrotes. El moreno lo recogió con cuidado y, sin quererlo, apareció una sonrisa en sus labios. Lo acarició y observó con detenimiento mientras suavemente lo abría.

Hermione – susurró mientras miraba en su vacío interior – Hermione – cinco años antes una muchacha no dejaba de moverse en su cama – Hermione – de repente se levantó y fue rápidamente a la sala común asustada – Hermione – al fin había llegado al sofá que estaba frente a la chimenea – Hermione – abrió el colgante.

¿Hola? – dijo somnolienta. No recibió respuesta. No pudo ver a ningún interlocutor. Únicamente vio una celda y una pequeña ventana - ¿Snape? – preguntó mientras rogaba por ver su cara.

¿Hermione? – acompañada de esa pregunta se encontraba el rostro que tanto aparecía en sus sueños.

¡Harry! – gritó de la emoción - ¡Estás vivo! – tuvo que sentarse ya que sus piernas habían comenzado a temblar violentamente.

¡Hermione! – susurró el moreno mientras una lágrima resbalaba por su rostro – Estás viva… - pronunció lentamente como esperando que desapareciese de un momento a otro.

Me alegro tanto de verte…

Espérame, ahora mismo voy a por ti. No importa dónde estés

¡No! – gritó poniéndose de pie – No puedes venir Harry

¿Por qué no?

No quiero que te pase nada por mi culpa… no podría soportarlo… yo… - ya no podía hablar, lloraba desconsoladamente. Se sentó e intentó controlarse para no preocupar más al moreno pero, simplemente, no pudo.

No llores… - susurró – Me quedó – le dijo firmemente mientras se sentaba en el suelo de su celda.

Gracias… - fue lo único coherente que pudo articular. – Quiero ayudarte… - terminó entre sollozos.

Snape me ha dicho que soy yo el que te tengo que ayudar – le dijo mientras buscaba la confirmación en los ojos del profesor - ¿Qué es lo que puedo hacer yo para ayudarte?

… - sollozó de nuevo – Sólo… sólo… tienes que… contarme… todo lo que… pasó aquella… noche… todo

No puedo – dijo secamente – No puedo volver a revivirlo.

¡Por favor! – le pidió

No puedo ¿no lo entiendes? – dijo entre lágrimas de tristeza e impotencia – No puedo volver a verte en mi mente muerta… no… no tengo fuerza… necesito… necesito verte viva… ese recuerdo… sí… es lo único que me mantiene con vida… tu recuerdo…

¡Harry! – lo llamó al ver que parecía entrar en trance.

No pude ayudarte… no puedo ayudarte – le dijo mientras cerraba el medallón y veía el rostro de su amiga por última vez – No pude… no pude decirte lo que sentía… lo que aún siento por ti… te amo Hermione – susurró esto después de haber cerrado el medallón – Perdóname…

¿Por qué has hecho eso? – le gritó Snape mientras se acercaba amenazadoramente a su lado - ¿Por qué? Tienes que ayudarla

Ella se fue… murió… se interpuso entre él y yo… ¿por qué? No tenía que haberlo hecho… yo hubiese muerto por ella… - decía una y otra vez mientras se sumía otra vez en sus recuerdos.

¡Despierta¡Lo hizo por que te amaba¡Lo está haciendo ahora porque te ama! – le gritó impotente Snape mientras golpeaba con fuerza los barrotes para hacer que el moreno volviese a la realidad. – Cobarde

… - Harry no supo que decir. Era verdad… ella había muerto por él y ahora, que tenía la oportunidad de ayudarla para que no muriese, se echaba para atrás. Ella nunca hubiese hecho eso. Era un cobarde.

Bueno… tal vez tengas razón – dijo caminando en círculos en su celda – Tal vez tú hayas sufrido lo indecible. Sí. Hay que tener en cuenta que Voldemort te somete a muchos ataques y todos diarios – relataba con voz casi burlona – Y ella… ¿Qué es lo que le pasó? Mmmm Déjame que piense – se llevó una mano a la barbilla haciendo como que cavilaba profundamente - ¡Ah¡Sí! Ella únicamente era la ESCLAVA PERSONAL – enfatizó estas dos palabras – de Voldemort, era humillada constantemente, la relegaban a hacer el trabajo más humillante, tenía que darle de comer. Sí… seguramente tú has sufrido mucho más… Pobre Potter – su voz adquirió un deje empalagoso y abiertamente burlón. – Pobrecillo.

¡Cállese!

¡Vaya! Veo que aún conservas la ira…

¡He dicho que se calle!

¿Me amenazas? No veo que estés en posición de hacer tal cosa.

¡Cállese! – gritó y golpeó con todas sus fuerzas a los barrotes que les separaban - ¡Cállese! – repitió entre lágrimas mientras lentamente iba cayendo derrotado.

Pues ayúdala – le dijo mientras se agachaba hasta lograr su misma altura – Ayúdala…

Lo haré. – le dijo finalmente e, inmediatamente, se dispuso a abrir el medallón.

Espera… déjala descansar…

Sí – le respondió mientras se dirigía hacía su "cama" – Mañana hablaré con ella – dijo mientras miraba a la luna – Mañana.

¡Harry! – gritó ya sin importarle siquiera que alguien la oyese - ¡Harry! – lloraba.

¿Quién? – preguntó un pelirrojo somnoliento que en ese momento bajaba las escaleras frotándose lentamente el ojo derecho. - ¿Hermione? – preguntó tímidamente al ver a la castaña que ahora tenía su rostro entre sus manos - ¿estás bien? – se iba acercando poco a poco. De repente ella se abalanzó en sus brazos. Temblaba de miedo y de tristeza. Poco a poco le fue mojando la camisa de su pijama con sus lágrimas. – Hermione… ¿Qué te pasa? – le preguntó dulcemente mientras la abrazaba para intentar reconfortarla.

Harry… no aguanto más… - era lo único coherente que el pelirrojo consiguió sacar a su amiga que lloraba amargamente.

¿Te ha pasado algo con Harry? – le decía mientras intentaba mirarle al rostro – Creo que será mejor que hables con él… - se separaba suavemente de ella y la llevaba al sofá para que volviese a sentarse. – Será lo mejor – la castaña únicamente pudo asentir antes de volver a esconder su rostro. – Enseguida vengo… - el pelirrojo comenzó a subir despacio las escaleras en dirección a la habitación de los chicos.

Sí… tengo que hablar con él… - se dijo a sí misma la castaña mientras se levantaba y se intentaba secar las lágrimas con la manga del pijama. Cuando comenzaba a subir el primer escalón oyó cómo Ron empujaba al moreno para que se reuniese con ella en la sala común. Entonces se dio cuenta; el pelirrojo había ido a buscar a Harry, pero no con el que ella quería hablar… obligaba a bajar al Harry del pasado. – ¿Qué he hecho? – pensó aterrada – Tengo que irme enseguida… - intentó subir a su habitación pero sus amigos ya habían llegado a su altura. - ¡No! Ahora que hago…

Harry tienes que hablar con ella… ¡vamos! – le iba diciendo Ron a su amigo somnoliento.

¿Con quién dices que tengo que hablar? – preguntó el moreno mientras intentaba abrir los ojos sin conseguirlo.

Con Hermione… tienes que hablar con ella. – le contestó llevándole al sofá. Después dirigió la vista a su amiga que intentaba escabullirse sin meter mucho ruido. – Ven… será mejor que estéis solos – le dijo mientras la empujaba suavemente al mismo sitio – Tranquila no os estaré espiando – respondió a la mirada de su amiga - ¡Y no os vayáis de aquí hasta que consigáis aclararlo todo¿Entendido? – terminó mientras subía por las escaleras. Paró antes de entrar en el cuarto. Sabía que, al dejarlos ahí solos hablando, probablemente sus posibilidades con Hermione se esfumarían… pero él quería que dejase de llorar. No lo aguantaba y, si así lo conseguía, no le importaba. Exhaló un fuerte suspiro y entró en la habitación tumbándose en su cama mirando al techo.

Bien, aquí está lo que le está pasando al Harry del futuro… creo que le he puesto un trauma bastante fuerte… ¡pobrecillo! Pero seguro que se recupera. Espero que os siga gustando ¡nos vemos¡Agur!