¡I'm here again!

Una larga semana después, así que los dejo leer.

CANCIÓN: LITTLE BRAVE - NEW EMPIRE


CAPÍTULO 8: Tenacidad

Hermione se estaba odiando a sí misma por haber acostumbrado a Harry a hacer las tareas por él.

¡Godric bendito!

Las últimas dos semanas, había tenido que compaginar su propio trabajo, de por sí agotador, con las investigaciones de Harry.

Ella amaba resolver enigmas y leer entre líneas y todo aquello que despertaba su lado detectivesco.

Pero ya no le resultaba tan emocionante como cuando era adolescente, ahora era madre de alguien y futura ex esposa de otro alguien.

Coincidía en afirmar que la adultez le quitaba brillo a la vida.

Agradecía que fuera viernes para así poder descansar como era debido, además se negaba a llevar trabajo a casa ese fin de semana.

Creyó que con un trabajo algo más conveniente, tendría más tiempo libre pero no era así.

Aún no encontraban una institutriz adecuada para Scorpius, ya que Narcissa había considerado poco convenientes a todas a las que había entrevistado. Ella sustentaba que ninguna era apta para instruir a un niño pequeño que también tenía que aprender a regular su magia, menos a su nieto.

Y es que Scorpius, cada vez tenía más demostraciones de magia involuntaria, aunque en su caso no resultaba del todo involuntaria porque todo resultaba a su favor.

¿Quería un libro de su estante de cuentos pero no quería levantarse a tomarlo? Miraba fijamente el objeto por unos segundos y el libro acudía a él.

¿Deseaba alcanzar una manzana del repostero? Era el mismo procedimiento, mirarla fijamente.

Solo había tenido un accidente. El pequeño rubio quería encender el televisor por su propia cuenta y si no hubiera sido por el rápido movimiento de Hermione, él habría sido aplastado por el objeto.

Y Harry que la tenía involucrada en la investigación de ciertos incidentes al azahar, intercediendo con su horario de almuerzo, como ese día.

- Harry, no estás viendo lo evidente.- Repitió cansada.

- Pero ese es el patrón que están siguiendo.- Apuntó hacía el mapa.

- Es un patrón incorrecto.- Se puso de pie y se inclinó sobre el escritorio.

- Tú encontraste este patrón, Hermione. Y logramos frustrar ese último ataque.

- No, Harry. Me equivoqué.- Negó con la cabeza.

Él la miró con la confusión impresa en la cara. Intentó hablar pero ella lo detuvo con una señal.

- Creí que seguían un patrón de círculo.- Movió los dedos sobre el mapa.- Y creí que no era perfecto por la zona geográfica pero no es un círculo, es un cráneo.

- ¿Un cráneo?- Se apresuró a inclinarse también sobre el escritorio.- ¿Cómo…

- Mira, esta es la cabeza…- Siguió la forma con un dedo.-… aquí baja por los pómulos y aquí da la vuelta por la mandíbula.- Miró a su amigo con duda.- Creo que podría ser la Marca Tenebrosa.

- ¿Entonces, el siguiente ataque sería en el mentón?- Sonaba cómico pero él ahora podía ver esa silueta sobre el mapa.

- No lo sé.- Se mordió el labio.- Harry, solo está la mitad del cráneo. El siguiente ataque podría ser en zona sur, como dices. Sin embargo, también podría ser en la zona norte, así pueden despistarnos. Han estado avanzando y si se van al norte, los haría poco predecibles y nos confundiría porque sería como regresar sobre sus pasos.

El auror se quedó observando el mapa con detenimiento y haciendo trazos con sus dedos. Fruncía el ceño y negaba con la cabeza. Hermione tomó nota de todos sus gestos y tras unos minutos, ambos llegaron a la misma conclusión.

- Mione, si es la Marca Tenebrosa…- Dijo en un susurro.

- Se están dirigiendo a Londres…- Terminó de decir ella.

Los ex Gryffindor, se quedaron en shock tras aquella revelación. Alguien tocó la puerta e interrumpió las divagaciones que Hermione estaba a punto de hacer.

Harry, dobló rápidamente el mapa y la bruja murmuró un "adelante". Tras eso, la puerta se abrió y entró el Ministro de Magia.

- Kingsley, buenas tardes.- Saludó Hermione con una sonrisa, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla. Harry solo asintió.

- Hermione, no sigas sonriendo porque ya sé que hace Harry aquí.- Le dijo el político.

La castaña miró asustada a Harry y luego al Ministro, mientras solo lograba balbucear sílabas sin sentido. Finalmente, tomó aliento y miró a ambos magos con determinación.

- Yo… quise involucrarme en este caso porque los que más están siendo atacados son hijos de muggles.- Se mordió el labio.- Pero si tú quieres que no me inmiscuya, mantendré la información que tengo de manera confidencial y dejaré el caso.

- Hermione, sé que te vas a ofender… pero el verdadero motivo de que se aceptara tu traslado a este departamento, muy por demás de tus capacidades, es por este caso.-Comenzó a explicar Kingsley.- Creímos que tal vez tú podrías ayudar en algo que los aurores no han logrado en casi 2 meses. Y lo has hecho. Gracias a tu ayuda se pudo frustrar un ataque.

- Yo puedo ser el Jefe de la Oficina pero aún así no estoy autorizado de compartir información extraoficial.- Intervino Harry, sentándose frente a ella.- Sin embargo tú estuviste en un tipo de periodo de prueba y demostraste ser mucho más capaz que nuestros aurores.

Kingsley, asintió a la intervención de Harry y comenzó a pasear por la oficina.

- Por ello tengo algo que proponerte.- Procedió el mago moreno.- En el ataque que ayudaste a impedir, uno de los testigos logró identificar a uno de los atacantes. La cuestión es que pienso formar un escuadrón de élite que haga un seguimiento del grupo de ex mortífagos y una posterior captura.

- Pero yo no soy auror.- Argumentó Hermione.

- No es un requisito, tenemos a Theodore Nott del departamento de Misterios, a Harry y algunos aurores. Eso sí, mientras comienzas a involucrarte más con el caso, tendrás que recibir un breve entrenamiento en la Academia de Aurores.

- ¿Y mi trabajo como Jefa de los…

- Hermione, no tendrás trabajo que hacer hasta que atrapemos a esos mortífagos. Habrá casos menores pero el Wizengamot no quiere tener nada con nosotros hasta que pongamos a todos en sus tribunales.

La bruja mantenía los ojos fijos y las manos bajo el mentón en actitud atenta, pero la última información recibida por parte del Ministro, la hizo sobresaltarse y fruncir el ceño.

- Espera… ¿Ningún caso?

- Ninguno, de ningún departamento, de ninguna índole. Nada de nada.- Confirmó el mago mayor, mirando la boquiabierta Hermione.- ¿Tenías algún caso en proceso?

- Notifiqué incidentes menores pero… personalmente tenía una demanda de divorcio en curso.- Se reclinó en su asiento con los brazos cruzados.

- ¿Tú y…- Kinsley dejó la pregunta en el aire y carraspeó.- Lo siento Hermione, el Wizengamot no quiere tratar ninguna otra cosa que no sean delitos mayores.

La castaña hizo una mueca, no obstante dejó que Kingsley continuara.

- Te daremos tiempo para que consideres tu decisión, sabemos perfectamente que tienes muchas variables que tomar en cuenta.

Harry se puso de pie y ambos magos dieron media vuelta.

- No.- Soltó Hermione y quiso darse un golpe en la frente.- Quiero decir, que no necesito tiempo para considerarlo. Acepto.

Su amigo la miró con una sonrisa y se acercó a darle un abrazo, Kingsley también sonrió de manera agradecida.

- Tu entrenamiento comenzará el lunes junto con el del señor Nott y estará a cargo de Harry y los otros 2 aurores que están integrando el escuadrón.

Kinsgley se despidió con un asentimiento y Potter con otro abrazo, luego se quedó sola.

¿Qué tenía que considerarlo? Para nada.

Estaban atacando a nacidos de muggles e incluso mestizos. No temía por ella, temía por Scorpius, por lo que él representaba. Era el hijo de la "sangre sucia" más famosa del mundo mágico y de un mortífago desertor, también famoso.

Tenía que hacerlo, para proteger a Scorpius y a otros como ella.

Y si entrenar como auror y unirse a una misión de riesgo era lo que necesitaba, lo haría sin titubear.

Sin darse cuenta, había perdido otro día sin almorzar y Draco estaba por llegar con su hijo.


Hermione le colocó el abrigo a Scorpius, mientras él no dejaba de hablar de su aventura en el Salón de Arte de Malfoy Manor. Ella ya se sabía de memoria toda la historia que su hijo había relatado docenas de veces.

Que su papá le había comprado lienzos muy bonitos con pinturas muy bonitas y Scorpius dibujó y pintó todo tipo de dragones y también un hipogrifo. Su papá le dio un libro de dragones y también le ayudó a pintar sus dragones pero menos a su hipogrifo, incluso habían intentado dibujar constelaciones, ¡hicieron las constelaciones de Scorpius y de Draco!

Cuando Hermione terminó de alistar al pequeño, él corrió hacia su mochila y la llenó con algunos juguetes, su libro de cuentos favorito y algunos dulces. Su madre solo lo observaba con una sonrisa.

- ¿Estás listo cariño?- Trató de sonar seria mientras el niño luchaba para colocarse la mochila.

- Yo estuve listo…-Jadeó.-... ahora.

Hermione le tomó de la mano y salieron de la habitación, cogió el maletín que había dejado sobre uno de los sofás del salón. Y estando a pocos pasos de la chimenea, tuvo que retroceder junto a Scorp, al ver salir a Draco con un poco de polvo tras él.

- ¡Oh, perdón!- Dijo cuando se sacudía el saco y los observó por un par de segundos.- ¿Iban a salir?

- ¡Sí! Mami va con mi a ecuchar cuetos.- Explicó el pequeño rubio con una sonrisa, a la vez que extendía los brazos hacia su padre.

Draco se inclinó para tomarlo y besó su mejilla regordeta.

- Eso es maravilloso, ¿qué cuento escucharán?

- En Flourish & Blotts, habrá una sesión de narración de cuentos de "El príncipe Dragón y sus fantásticas aventuras en Northland" , con Penélope Clearwatter.- Le informó Hermione.

- ¿Irás con los Potter?- Bajó al niño que empezaba a revolverse entre sus brazos.

- No, a James no le gustan los cuentos, de todas formas Ginny fue a la Madriguera y Harry…- Se mordió el labio.-... creo que tenía cosas pendientes en el trabajo.- Recuperó la postura.- ¿A qué venías?

- Bueno, quería pasar tiempo con Scorpius y decirte que madre ya encontró una adecuada institutriz. Es una Ravenclaw de su generación.

- De acuerdo, le enviaré una carta para agradecerle y que me comente todos los puntos al respecto.- Asintió y se giró hacia su hijo.- Nosotros nos vamos ahora porque sino no llegaremos a tiempo. Y ya te dije que no puedes entrar a esta casa así.- Lo riñó.

- Me preguntaba si yo…

- No, no vas a acompañarnos, tienes días en los que puedes venir y verlo y hoy no es uno de esos días.- Le susurró, observando de reojo a pequeño caminaba por el salón.- Ahora si nos disculpas… Scorp, cielo, despídete de papá.

- ¿Ero papá no... píncipe dagón?- Miró con sus brillantes ojos grises a ambos adultos.

- Papá tiene trabajo, él ya vendrá a jugar contigo.

Hermione se puso de cuclillas para acomodarle el abrigo y ajustar las correas de su mochila.

- Anda, despídete.- Lo animó con una sonrisa.

Scorpius fue hacía Draco, quién lo abrazó y besó su frente.

- Diviértete, campeón y no te alejes de mamá.- Miró a la bruja.- Cuídense, ya nos vemos

Hermione apretó la correa de su maletín y tomó al niño en brazos.

- ¡Callejón Diagon!- Gritó dentro de la chimenea.

Scorpius no soltó la mano de su mamá mientras caminaban hacia Flourish & Blotts.

La famosa librería, había sido decorada en una temática infantil. Pósters de las distintas ilustraciones del libro, puffs de colores para que los niños se sienten, un pequeño escenario con bosques y castillos de fondo.

Hermione logró ubicar a Scorpius en uno de los puffs más cercanos al escenario y a diferencia de otros niños, el pequeño ojigris se sentó con la espalda recta, puso su mochila a sus pies y tras sacar su libro de cuentos, lo colocó sobre su regazo para finalmente erguirse en actitud atenta.

¡Jodido Salazar! Era una copia de Draco Malfoy, una copia algo más adorable pero una copia al fin y al cabo.

Tal vez los cromosomas que ella añadió al material genético de su hijo, hicieron que su cabello tenga rizos, mucho más ordenados que los suyos a Merlín gracias, y sea un niño más noble. Pero tenía tanto de Draco Malfoy que era imposible negar sus lazos.

Nueve meses llevándolo para que sea una copia de su padre. Rodó los ojos.

- Vamos a tomarnos 15 minutos de descanso para continuar con la presentación.- Anunció el moderador tras la hora en la que Penélope había deleitado a los niños.

Los niños despertaron de su ensoñación y comenzaron a dirigirse hacia sus padres. Scorpius en cambio, primero colocó su libro y mochila sobre su puff y luego se dirigió a Hermione.

- Mami.- La llamó en cuanto llegó a su lado.

- ¿Sí cariño?- Preguntó suavemente.

- Yo… quero eche, po favo.- Hizo un puchero.

Hermione acarició su cabello y abrió el maletín que llevaba. Con la leche en fórmula y con ayuda del termo de agua, preparó un tomatodo que el niño recibió con una enorme sonrisa.

- Gr… acias, mami.- Subió a su regazo.

Pasados quince minutos, los niños regresaron a sentarse sobre sus puffs y la castaña solo pudo enorgullecerse por el ingenio de su hijo. Ya que mientras muchos niños peleaban entre ellos por recuperar los lugares de los que habían sido despojados, Scorpius se mantenía impasible, como una rubia torre de pie en medio del caos, sentado sobre el puff que había marcado como suyo.

Terminada la maravillosa narración de Penélope, los distintos trabajadores de la librería comenzaron a repartir muñecos de peluche y libros para colorear de "El Príncipe dragón y sus fantásticas aventuras en Northland".

Scorpius y Hermione fueron hacia Sortilegios Weasley para dar una vuelta, donde encontraron a George recibiendo a los clientes, colgado sobre una escalera.


Draco se sobresaltó al ver a Hermione salir de la chimenea con Scorpius en brazos y un escalofrío recorrió su columna vertebral, era otro deja vú.

- ¿Por qué sigues aquí?- Exclamó la bruja al verlo en el salón.

- En realidad, sí me fui, solo que madre estaba tomando el té con algunas de sus amigas y no quería quedarme allí.- Se encogió de hombros con ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

- Ábreme la puerta de su habitación.- Dijo haciendo énfasis al mover levemente a Scorpius.- Y será mejor que te vayas.

- Puedo…- Sacó una mano.- ¿Puedo tenerlo yo?

Hermione evaluó su postura y su tono de voz. Luego de ver a cierta persona en el Callejón Diagon, lo último que quería era tener cerca a Draco Malfoy.

Solo quería cortarle la cabeza y dársela de comer a un hipogrifo.

Pero no iba a ser eso, porque se respetaba como mujer, porque no era propio de ella y porque estaba su hijo presente, aunque dormido pero estaba ahí.

Con movimientos dudosos se acercó al rubio y lentamente cambió de brazos a su hijo y una vez estuvo recostado en el pecho de su padre, acomodó la manta que había colocado sobre él.

- Parece que tiene un nuevo peluche favorito.- Susurró Draco cuando vio el dragón naranja al que el niño se aferraba.

- Irá a Slytherin.- Dijo Hermione, sentándose en el sofá.- Es muy astuto y si quisiera, podría saquear Sortilegios Weasley solo doblegando la voluntad de George.

Draco rió mientras acariciaba la espalda del pequeño con suaves círculos. Le encantaba sentir a su hijo sobre su pecho, era un hábito que había adoptado minutos después de haber nacido Scorpius.

- No me molestaría si fuera a Gryffindor, pero creo que tienes razón. ¿Qué hizo esta vez?

- Marcó un asiento como suyo mientras los demás niños luchaban por encontrar un lugar.- Resopló.

Los minutos siguientes, Hermione se limitó a mirarlo de reojo. Iba a ponerse de pie para hacer retirarse pero lo que dijo a continuación, escapó de entre sus labios sin que ella lo hubiera autorizado.

- Vi a Astoria en el Callejón Diagon.

Draco apretó un poco su agarre en Scorpius y la miró, ella tenía puesta su atención en el jardín.

- No me gustó para nada la manera en la que miró a Scorp cuando caminó por nuestro lado.- Formó una línea con los labios.- Te pediría, por favor, que la mantengas lejos de él mientras está en Malfoy Manor.

- Yo no he hablado con ella.- Dijo en tono bajo.

- Hablar no era precisamente lo que hacías con ella.- Respondió hábilmente con una sonrisa de lado.

- Hermione, estoy hablando enserio. No la he visto ni he hablado con ella desde… bueno… desde esa vez.- Aclaró con seriedad.

- Y yo ya te dije que no creo nada de lo que salga de tu boca.

Se puso en pie y dejó la estancia.

Draco se quedó en el salón con Scorpius dormido entre sus brazos y esperó que Hermione fuera a buscar al niño o por lo menos regresara a asegurarse que él se había ido. Pero ella no volvió.

Él luchó porque la desilusión no lo invadiera.


Y... hasta aquí.

Sé que no esperaban un grupo de mortífagos apareciendo en escena cuando se supone que esta es una historia de romance pero siempre me ha gustado la idea de Hermione siendo una auror y esta es una de las maneras en hacerla ver empoderada e independiente, ya verán a lo que me refiero.

Por otro lado sí, Theo es otro personaje al que le damos la bienvenida y él trae una historia detrás, no del todo feliz, con cierto personaje.

Además, ya está el PLAYLIST de la historia en SPOTIFY, buscan el playlist con el nombre de la historia, es el único, y si les aparece otros, escogen el que dice by HeydiM.

Gracias por leer y espero sus reviews, por favor.