¡HOLA! Nuevo capítulo para ustedes, un poco más tarde de lo que prometí pero aquí está.
CANCIÓN: GASOLINE - HALSEY
CAPÍTULO 9: Remolino Granger
- ¡Levicorpus!- Exclamó Carlson en dirección a Hermione.
Con otro movimiento de varita, Hermione se defendió y con más giros y movimientos, hizo retroceder al auror. Hasta que con otra sacudida de la varita, lo dejó fuera del cuadrilátero en el que practicaban.
-¿Magia no verbal?- Preguntó Harry con evidente incredulidad, al mismo tiempo que aplaudía.- ¿Cuándo te volviste tan buena?
Un sudoroso Theodore Nott se unió a los aplausos de Harry, junto a un derrotado Carlson.
- Cuidar de un niño Malfoy lo requiere Harry y bueno, ya sabes que siempre he practicado estas cosas.-Respondió la castaña algo agitada.- Pero no es para tanto.
- No sea humilde Sra. Hermione, fue sorprendente. Soy un auror entrenado por 3 años y llevo otros 3 años en servicio…
- Y ella estuvo 7 años salvando el mundo mágico, a mí y a Ron.- Intervino Harry nuevamente, sonriéndole sarcásticamente a su compañero auror.
Su amiga lo golpeó en el brazo al pasar por su lado en busca de una botella de agua.
-No me llames señora, Carlson. Aún tengo 27.- Se giró hacia él.- Hermione está bien.- El mago asintió.- Eso va para todos.- Miró al otro auror, Hansen y a Nott.
- A mí me pueden decir Theo.- Comentó este último con soltura.
- Creo que hemos acabado con los encantamientos por hoy.- Dijo Harry también buscando saciar su sed.
Al oír eso, Hermione casi se puso a chillar y saltar de alegría.
- Mione, dije que se acaban los encantamientos no el entrenamiento.- Aclaró Harry.
Hansen solo la consoló con suaves palmadas en su hombro mientras se dirigían a otra área para entrenar.
Terminaron la sesión, minutos antes del almuerzo. Los tres aurores terminaron agotados luego de toda esa sesión de ejercicios, puños, giros y patadas, pero tanto Theodore como Hermione apenas podían caminar por todos los músculos adoloridos que tenían.
Tras darse un rápido baño, Hermione cambió la ropa de deporte por el vestido y los tacones con los que había salido de casa esa mañana.
Y salió de los vestidores para ir junto con los demás magos a almorzar.
Draco, limpió la barbilla de Scorpius por segunda vez mientras el niño continuaba comiendo su helado.
- ¿Papi?- Preguntó Scorpius, al dejar su cuchara con cuidado.
- ¿Qué pasa Scorp?- Se giró completamente hacia él.
- ¿Papá no casa, hoy?
Draco lo miró con cariño, pensando en que responderle sin revelarle la terrible realidad.
Narcisa se había mantenido apartada de Scorpius y solo se veían cuando ella estaba en su habitación aparentando estar enferma. El resto de las horas que el niño pasaba en esa propiedad, las pasaba en los salones de té o el invernadero, mientras Draco y su hijo utilizaban salones de arte o estudios para hacer los deberes que Hermione elaboraba en los cuadernos de trabajo del pequeño.
Por lo tanto, gracias a toda esa cautela, Scorpius comprendía que su padre no iba a regresar a casa y no cuestionaba; hasta esa tarde.
- Tengo que quedarme con la abuela Cissy pero mamá está contigo y te da besos de buenas noches.- Intentó animarlo.
- Pero papá con mi.- Frunció sus cejas rubias.
- Scorpius, no puedo ir contigo a casa.- Desviando la mirada.
- Yo quero… papá con mi.- Insistió.
- ¡No puedo, Scorpius!- Dijo alzando la voz y casi gruñendo.
Al no recibir ningún tipo de respuesta por parte de su hijo, Draco volvió a mirarlo, solo para encontrarlo con los ojos llorosos y los labios temblando al borde del llanto.
- Scorp…- Se acercó a él con suavidad.
El niño se alejó todo lo que su silla de comer le permitía y tomó nuevamente su cuchara para comer el helado de manera enojada.
Su padre lo miró sorprendido, aún no tenía siquiera 3 años pero se las arreglaba para actuar de manera orgullosa, incluso se resistía a dejar caer las lágrimas que él había visto minutos antes en sus ojos.
- Hijo…- Insistió nuevamente pero el pequeño no le hizo caso.
- ¿Cariño?- Resonó una voz en el comedor, segundos después.
Scorpius giró la cabeza hacia la puerta del comedor con mucha rapidez y comenzó a removerse en su silla.
- ¡Mami!- Gritó con voz rota que hizo que Draco sintiera que algo se desgarraba en su pecho.
Notó la desesperación del niño por bajar de su silla y lo tomó en brazos para dejarlo en el suelo, luego el niño corrió hacia su madre, comenzando a sollozar.
Hermione interrogó a Draco con la mirada, antes de tomar al pequeño entre sus brazos y abrazarlo.
El rubio notó la mueca de dolor que hizo Hermione al inclinarse y elevó una ceja con curiosidad.
- ¿Qué pasó, amor? ¿Por qué lloras?- Preguntó la bruja con dulzura, a la vez que acariciaba la espalda del niño, tratando de calmarlo.
- Papá no... va a casa... con mi.- Dijo entrecortadamente.
La comprensión se hizo presente en el rostro de Hermione, se dirigió hacia una de las sillas del comedor y se dejó caer sobre ella con otra mueca de dolor. Odioso entrenamiento de auror.
- Shhh… cariño.- Besó repetidas veces la frente de Scorpius.- Shhh...
Draco no sabía que hacer más que mirar, Scorpius se sacudía con cada sollozo sobre el torso de la castaña y ella lo acariciaba y besaba y le susurraba palabras dulces.
Poco a poco el pequeño se fue calmando y cuando ya solo soltaba suspiros; Hermione notó su estado adormilado y acomodó su rubia cabeza sobre su hombro para después ponerse de pie y mecerlo mientras caminaba de un lado a otro.
Miró a Draco.
- ¿Puedes traerme la manta que está en el maletín que dejé esta mañana?- Le preguntó sin detener sus pasos.
Se quedó quieto por un segundo ante su tono amable para luego levantarse e ir a buscar el maletín.
Regresó minutos después, cuando Scorpius ya había caído en un sueño profundo. Se acercó a Hermione y cubrió al niño con la manta.
- ¿Qué le dijiste?- Optó por decir la bruja una vez que él se alejó.
- Le dije… bueno le grité que no regresaría a casa.- Pasó la mano por su nuca.
-Sé cual es tu postura en todo esto pero no tienes que tratarlo así. Tú y yo creemos que lo estamos engañando pero Scorp de alguna manera se da cuenta de las cosas.- Habló con voz firme que por poco la traiciona.- Los dos le estamos haciendo daño y ahora vienes tú y le gritas. Es solo un niño, Draco.- Concluyó dándose la vuelta para sentarse.
Él se quedó dónde estaba mientras meditaba sus palabras pero no tuvo tiempo de defenderse, ya que ella cambió de tema.
- ¿Qué tal le fue con la institutriz?- Acomodó a Scorpius para que durmiera de manera horizontal.
- Le hizo algunas pruebas diagnósticas para conocer su nivel y definir por dónde comenzar las lecciones.- Se paró frente a ella.- Madre espera que hables con ella, están almorzando en el otro ala.
- Entonces vamos hacia allí, no es como si Scorpius fuera a despertar pronto.- Cogió su bolso con un brazo y apretó al pequeño contra sí.
Tras una pequeña charla sobre el comportamiento de Scorpius y las lecciones que iba a recibir, Hermione demostró su agradecimiento hacia la señora Florentia y a Narcisa; su hijo estaba en buenas manos y se sentía feliz por ello, ya no quería hacerle más daño.
Blaise esperó a que le abrieran la puerta, sin saber aún cómo iba a comportarse. Él no era el mejor tratando temas tensos, podría salir de contexto o decir algo inapropiado. Tal vez incluso podría causar un mal entendido y eso sería muy triste porque se llevaba muy bien con Hermione.
- ¿Blaise?- Preguntó la castaña al verlo.- Adelante, no te he visto en varios meses, creí que seguías en Viena.- Se hizo a un lado.
Ambos caminaron por el pasillo hasta llegar al salón.
Blaise se sorprendió de la valentía de la mujer frente suyo, pues si él estuviera en esa situación, habría huido del país con el fin de dejar todos los recuerdos atrás.
- Apuesto a que Scorpius estará feliz de verte pero tendrás que esperar a que despierte de su siesta.- Sonrió, invitándolo a sentarse.
- Vine hace unas semanas a Londres para tratar algo con Draco y él me… me dijo lo que pasó.
Hermione se quedó paralizada por un momento, solo parpadeando. Inspiró lentamente y elevó la mirada hasta el moreno.
- Blaise… tú… ¿tú sabías lo qué estaba pasando entre él y Astoria?- Preguntó cohibida.
Tenía que hacerlo, él era el mejor amigo de Draco y necesitaba preguntárselo.
- No, no lo sabía. Te juro que si hubiera sabido, le habría hecho entrar en razón entonces.- Comentó con resolución.
- Gracias por ser sincero.- Apretó su hombro.
- No sé que demonios tiene él en la cabeza.- Frunció el ceño.- Está siendo un completo idiota, Hermione, siento mucho que él te hiciera esto.
Y era enserio, no importaba que no fuera él quien le hubiera sido infiel, sentía la necesidad de disculparse. En su mente se repetía la pregunta de cómo Draco había sido capaz de hacer eso y justo a ella.
- Estoy bien Blaise. Me hizo daño pero yo elijo por quién sufrir.- Sonrió con tristeza.
El moreno la evaluó con la mirada por varios segundos hasta que se sintió satisfecho con su diagnóstico, ella no estaba mintiendo.
La castaña se paró y se sirvió una taza de té y una copa de brandy para su invitado.
- ¿Te vas a divorciar de Draco?- Le preguntó el mago tras beber de su copa.
- Obviamente, pero tú más que nadie sabes a qué nivel de estupidez puede llegar ese idiota.- Murmuró enojada.- Le ofrecí un camino rápido y fácil para el divorcio y él dijo que lo tenía que considerar, así que no me quedó otra que enviar la demanda al Wizengamot. Y bendito Wizengamot…- Se detuvo antes de decir más de lo que debería.- El Wizengamot tiene asuntos más importantes y no quiere tratar con divorcios.- Concluyó.
- ¿En serio no quiso firmar?- Dejó su copa con un fuerte golpe.- Si es lo menos que puede hacer.- Exclamó con indignación.
- Ya te dije, él tiene niveles de estupidez insuperables.
Cuando Blaise le preguntó por qué, ella le contó sobre la discusión que habían tenido hace un mes y cuando fue a su oficina con aires de esposo celoso e indignado.
Antes de que pudieran continuar su plática, Scorpius llamó a su mamá desde su habitación.
- ¡Tío Bleis!- Bramó el niño y el mago lo tomó en sus brazos y giró junto a él.
Hermione los dejó a ambos en el jardín, mientras preparaba algo para comer.
Los vio a través de la ventana y deseó por un segundo poder recuperar a la familia que creía tener.
Scorpius y Blaise se perseguían el uno al otro a lo largo del jardín, incluso jugaron con un balón de fútbol que Hermione le había comprado al pequeño.
Para cuando la bruja los llamó a comer, ambos estaban jugando alguna especie de partido de Quidditch, con Scorpius sobre su pequeña escoba y Blaise parado frente a unos aros que tenían su misma altura.
- Le regalaré otra escoba para su cumpleaños.- Comentó Blaise mientras se sentaba en la mesa.
Hermione sentó a Scorpius en su silla para comer y luego puso un plato de espaguetis delante de cada uno, para luego sentarse detrás de su propio plato.
- Otra escoba no, por favor. Harry y Ron ya harán eso, tal vez Draco también.- Suspiró.
- No, Draco no le dará eso. Lleva meses intentando conseguir asientos especiales para la final del campeonato de Quidditch de Enero.
- ¿En serio? ¿Va a regalarle a su hijo de 3 años entradas a un partido de Quidditch?- Murmuró perpleja.
- No es cualquier partido de Quidditch, además está buscando asientos especiales. De todas maneras, ¿qué planeas hacer para el cumpleaños de mi ahijado?
Hermione se inclinó hacia Scorpius para ayudarlo a sostener mejor su tenedor.
- Hace unos meses, un compañero de su guardería hizo una fiesta de cumpleaños y a Scorpius le gustó.- Sonrió hacia el niño.- Por eso haremos una fiesta de cumpleaños, a diferencia de los almuerzos o cenas de sus cumpleaños pasados.
- ¿Así que habrá una fiesta con un pastel enorme, niños jugando y corriendo por todos lados?- Preguntó Zabini.
- Sí, en teoría. Pero aún no he pensado mucho en ello y ya falta poco. La cuestión es…- Scorpius tosió.- Mastica bien, cariño.- Le indicó Hermione, mientras masajeaba su espalda con pequeños círculos.- La cuestión es que habrán muchos invitados, con los Weasley son casi 20 adultos.- Regresó su atención hacia el moreno.
- Vaya yo que creí que los Weasley eran cerca de medio ciento de magos.- Se burló y ella lo pateó por debajo de la mesa.- Supongo que invitaras a nuestros compañeros de Hogwarts, personal de la empresa de Draco, aurores y otros del Ministerio. ¡Jo…- Lo miró recriminatoria y él se corrigió.-... jorobas… no todos los días se celebra el tercer cumpleaños del heredero Malfoy!
- Sí, supongo que será una lista grande de invitados y ahora sé que esta casa no es lo suficientemente grande para todos.- Se mordió el labio.
Blaise pensó por unos segundos, esa casa si era grande, no era una mansión pero tenía un patio de gran tamaño, sin embargo no albergaría a tantas personas.
- ¿Y Malfoy Manor?- Sugirió.
- No es un lugar que sea del agrado de muchos de nuestros conocidos.- Hizo una ligera mueca.
Hermione omitió el hecho de que tampoco era su lugar favorito del mundo, agradecía a Narcisa el haber cerrado la habitación en la que ella yació con temor a morir bajo la varita de Bellatrix.
- Tengo una villa en Edimburgo, puedes usarla.- Se encogió de hombros mientras acercaba otro bocado de espaguetis a su boca.
- ¿En serio?- Él asintió, masticando.- Muchas gracias Blaise, ahora solo tendré que organizar todo y Draco no se irá con las manos limpias.
El moreno casi escupe su comida y golpeó su pecho con la mano, antes de soltar una carcajada.
- ¿Vas a poner a Draco a organizar una fiesta infantil?
- ¡Oh, claro que sí!
Ambos adultos compartieron una sonrisa cómplice.
Hermione notó las mirada de muchas personas sobre ella en su camino hacia su oficina, también notó a su secretaria moverse rápidamente y mirarla de manera extraña.
- Buenos días, Suzanne.- Saludó, pasando por su escritorio.
- Señora Hermione.- Murmuró la joven en voz baja.- ¿Puedo decirle algo?
- Claro, ¿qué es?
La joven se irguió y se dejó ver algo dudosa, para después abrir un cajón y extenderle una edición de "Corazón de bruja" a Hermione.
- Yo… creo que debería leerlo.- Dijo suavemente.
Su cerebro hizo la conexión rápidamente de los sucesos en su llegada al trabajo y el comportamiento de su secretaria, entendiendo así que todo se debía a esa revista.
- ¿Tan temprano y todas esas personas ya leyeron eso?- Tomó la revista y la apretó de un lado.
- ¿Ya… ha leído el artículo?- La secretaria no ocultó su sorpresa.
- No pero la editora es Skiteer y si todos me están viendo es porque ha vuelto a publicar algo sobre mí. No estoy interesada en leerlo, Suzanne.- Devolvió la revista al escritorio.
- Yo creo que debería, habla sobre su matrimonio.- Empujó la revista hacia su jefa.
Hermione frunció el ceño hacia la dichosa revista que en ese instante le despertaba inquietud, suspiró y la tomó nuevamente.
- Está bien. ¿Llegó algún informe, no hay nada en mi agenda?
- El señor Potter mandó a decir que se reuniera con él en la hora del almuerzo y el señor Nott pidió que cuando usted tenga tiempo, vaya al Departamento de Misterios.- Dijo con la vista en algunos pergaminos.
- De acuerdo, gracias.- Asintió y entró en su oficina.
La primera hora, intentó revisar los mapas de Inglaterra y Escocia pero su atención se dirigía una y otra vez hacia la revista que había dejado en la esquina de su escritorio.
- Si el primer ataque fue cerca de Melrose.- Dijo para sí misma.- Y el último en Cleveland… norte… norte de Londres pero... ¿sur de Escocia?
Observó los mapas que tenía y remarcó los lugares que mencionaba.
- ¿Qué sigue? Yorkshire… Cumbria… Wiltshire ¿qué diablos Hermione? Wiltshire está al sur… Melrose o Dumfries.- Dio repetidos toques con su pluma sobre el mapa.- Melrose, Yorkshire... Wiltshire. No, no, no.
Alejó los mapas y antes de que cualquier pensamiento razonable llegara a su mente, tomó la revista.
Vio artículos sobre la nueva tienda de túnicas y sobre pociones de belleza, entre los titulares estaba una nota sobre Oliver Wood y su, ahora, prometida, una chica de América con la que ya se sabía que llevaba saliendo por casi 4 años. Y según lo que decía en la nota, Oliver había esperado hasta ganar su primer partido siendo el capitán de Puddlemere United y en cuanto sonó el silbato, se acercó a su novia, aún sobre su escoba, y le puso el anillo enfrente. Y ahora, la boda se había convertido en uno de los eventos más esperados por la comunidad mágica y los fanáticos del Quidditch.
Y entonces, en la página 11 con letras grandes y cursivas se leía:
"Draco y Hermione Malfoy, ¿un matrimonio frígido?"
Su servidora Rita Skiteer, coincidió en un prestigioso y bien reconocido restaurante con la dama de sociedad y miembro de la aristocracia mágica Astoria Greengrass, el pasado fin de semana.
La bella joven brindó, con mucha amabilidad, algunas declaraciones respecto a su conocido y amigo, Draco Malfoy.
Como bien sabemos, el empresario Draco Malfoy es el actual esposo de nuestra heroína de guerra favorita Hermione Granger, ahora también Malfoy. Ambos reconocidos personajes de nuestra sociedad mágica tienen un hijo de 3 años y llevan casi el mismo tiempo de casados.
De acuerdo a las declaraciones de la señorita Greengrass, este matrimonio no sería del todo feliz y la culpa no sería de otra más que Hermione Malfoy. Pues en las palabras de Astoria, Draco es un esposo dedicado a su familia pero Hermione continúa siendo la adolescente mandona y antipática que conocimos en Hogwarts, gracias a su, nada sutil, acercamiento a nuestro querido Viktor Krum y su relación paralela con Harry Potter.
Y nosotros aún esperamos que Hermione nos brinde sus secretos para atraer a magos guapos y famosos. ¿Querida, podrías ya especificar que poción o hechizo utilizas? ¡Somos muchas brujas muriendo por la curiosidad! ¡También queremos a un Draco Malfoy o por lo menos un Ronald Weasley!
Una de las declaraciones de Astoria fue: "Draco es un mago realmente fantástico, por su educación es muy caballeroso, siempre es agradable tratar con él y solemos coincidir en reuniones de nuestro círculo social, a donde su esposa no va por obvias razones. Sinceramente, él no diría cosas malas sobre la madre de su hijo, aunque eso queda sobreentendido ya todos sabemos cómo es realmente Hermione Granger; perdón pero yo no puedo llamarla por un apellido que indiscutiblemente no le calza."
¿Y qué podemos nosotros discutir ante las palabras de una conocida cercana del exitoso Draco Malfoy? Es evidente que no podemos negar tales verdades.
De modo que, el matrimonio Malfoy sería impasible y poco apasionante y qué más podríamos esperar de la frígida señora Hermione, su historial y su comportamiento no juegan a su favor en cuanto a esta afirmación.
También le preguntamos a nuestra bien dispuesta entrevistada respecto al hijo en común de estos personajes, Scorpius Malfoy.
"El pequeño Scorpius, es un pobre niño mestizo y, a mi parecer, sin nada especial que lo haga digno de la grandeza de su apellido. He oído sobre el parecido con su padre pero desde mi perspectiva, lo dudo; es decir, ¿qué tan difícil sería, para la bruja más brillante de su generación, hacer un encantamiento desilusionador o algún variante?. Permítame darle el beneficio de la duda." Opinó la bella bruja.
Y su comentario es muy acertado. Resaltemos que la señora Hermione fue el cerebro del trío de oro que venció al Señor Tenebroso, además tuvo uno de los mejores puntajes, en sus TIMOS y EXTASIS, de la historia y de acuerdo a la plana docente del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, es una de las brujas más inteligentes que ha pisado el prestigioso Colegio, destacando especialmente en la asignatura de Encantamientos. ¿Acaso esto no es una pista de lo que puede hacer?
Regresando al tema de Scorpius Malfoy, la señorita Greengrass agregó: " A pesar de sus lazos maternos, si el niño se esfuerza puede llegar a ser un verdadero Malfoy, aunque no como lo sería un Malfoy de pura cepa. A mi opinión, el pequeño Scorpius tiene derecho a su apellido, más no a ser el heredero de una de las familias más prestigiosas del mundo mágico, una familia que forma parte de los Sagrados 28. Pero el niño aún tiene 2 años y está a tiempo de ser enderezado y eliminar ciertos aspectos de su genética. Yo creo que Draco haría un gran trabajo si criara solo a su hijo, después de todo, no es como si la madre tomara una parte activa en su crianza."
Cabe resaltar que es la opinión de Astoria Greengrass, que también desde nuestro punto de vista, es irrefutable ya que ella es una señorita de Sociedad, incapaz de generar especulaciones con palabras vacías y engañosas.
Para terminar, mencionó a su vez: "Draco es lo suficientemente responsable y altruista como para sacrificar su felicidad con el fin de brindarle una familia a su hijo. Yo solo puedo afirmar que Hermione Granger utiliza a su hijo para poder retener a Draco y seguir viviendo en su farsa de matrimonio. Solo puedo desearles lo mejor, ya que el pobre niño, muy a pesar de su sangre, merece una familia de verdad."
Veraces y muy nobles palabras de nuestra hermosa entrevistada y aquí su servidora, va a darle nuevamente la razón. ¿Quién mejor que yo para dar a conocer los alcances de la manipulación de la señora Hermione?
En fin, un matrimonio se basa en amor y confianza y si el matrimonio Malfoy no cuenta con estos aspectos esenciales, deberían reconsiderar sus decisiones. Hermione Malfoy debería ponerse una mano en el corazón y dejar ir a un hombre infeliz e intentar ser una madre para esa criatura inocente.
Sin más, su servidora, Rita Skiteer se despide de todos sus queridos y fieles lectores, resaltando la importancia del amor y la verdad en un matrimonio feliz y duradero.
¿Listos para decirle a Astoria unas cuantas cosas por lo que dijo sobre Scorp? Pues, Hermione está más que lista.
Espero que les haya gustado este capítulo. Nos vemos en el siguiente.
Espero sus reviews.
