¡Hola! Capítulo que nos lleva al pasado por aquí.

Espero que les guste y a leer.

CANCIÓN: WAITING FOR A GIRL LIKE YOU - FOREIGNER

Y EN LA PLAYLIST DE SPOTIFY, HAY UNAS CUANTAS CANCIONES DE JAZZ QUE TAMBIÉN ACOMPAÑAN EL CAPÍTULO


Al ritmo de Jazz

Pasó la siguiente hoja de ese enorme portafolio y comenzó a comparar con sus apuntes. En el momento en el que encontraba el punto de quiebre del dichoso caso, alguien tocó la puerta levemente. Suspiró.

- ¿Sí?- Preguntó, tratando que no se le notara su irritabilidad.

La puerta se entreabrió y una cabeza rubia se asomó. Los latidos de Hermione se aceleraron y trató de calmarse para evitar que sus mejillas se sonrojaran.

- Adelante.- Aparentó tranquilidad e hizo a un lado sus apuntes, libros y portafolios.

- ¿Interrumpo?- Preguntó Draco, suavemente mientras se sentaba frente al escritorio de la chica.

- Algo… pero no te preocupes.- Sonrió cordial.

- Mi visita es rápida.- Aclaró y la castaña asintió.- Bueno… yo quería saber si te apetece ir a cenar esta noche.

- ¿Esta noche?- Hermione lo miró dubitativa, mordiéndose el labio.- La verdad me gustaría pero tengo que terminar este caso.

- Debí pedírtelo con antelación, ¿Verdad?- Pasó su mano por su nuca.

- No es eso, este caso llegó esta mañana pero tiene que ser presentado lo más pronto posible y sinceramente ya me estoy volviendo loca de tanto pensar.- Soltó un bufido de cansancio que provocó una sonrisa en su acompañante.- ¿No podría ser mañana por la noche?- Dijo esperanzada.

- Todos los días que quieras menos mañana.- Entonces fue él quien soltó un suspiro.- Los jueves ceno en Malfoy Manor con mi madre.- Aclaró.

Se quedaron en silencio, ambos buscando posibles soluciones porque él no quería retirar la invitación y ella no quería rechazarla.

- Hoy está bien.- Dijo Hermione, de repente con expresión tímida.

- ¿Segura? No hay ningún problema si tienes cuestiones más importantes. Podemos postergarlo.

Draco no sabía porque rayos estaba actuando así, él no cedía ante las mujeres, ellas cedían ante él. Pero… pero… era Hermione y ella no era como cualquier otra, por alguna razón, ella era especial.

- Sí, puedo acabar este caso si me apresuro. Además no podemos postergarlo porque los viernes yo también suelo cenar con los Weasley y Harry.

Hermione miró al rubio, en espera de su respuesta. La sorprendía verlo allí, invitándola a cenar y ofreciendo arreglar la cita de acuerdo a su disposición.

Cita, se repitió de pronto en su mente.

Tendría una cita con Draco Malfoy.

- Entonces paso por ti a las 8. ¿Está bien?- Dijo el rubio casi como una afirmación.

- De acuerdo.- Tomó un pedazo de pergamino que tenía al lado del escritorio y escribió.- Esta es mi dirección, tercera puerta del séptimo piso, por eso el 703.- Le extendió el pergamino.

- Gracias por la aclaración, estaré allí.- Le sonrió y se puso de pie dispuesto a irse.

La bruja vio como Draco se quedaba quieto luego de ponerse en pie y más rápido de lo que se movía una snitch, el rubio posó sus labios sobre su mejilla.

- Nos vemos esta noche.- Le dirigió una sonrisa de lado y se retiró de la oficina.

Hermione retomó sus labores con apuro. Eran casi las 5 y si no terminaba pronto, no llegaría a casa con suficiente tiempo para poder prepararse para la cena que ya la llenaba de ansias.

Horas más tarde, la chica desistió de su habitual paseo de regreso a casa para que, tan pronto como salió del Ministerio, buscara un callejón para poder aparecerse dentro de su departamento.

Tenía apenas una hora antes que Draco pasara recogerla

No sabía cómo había logrado terminar ese caso, incluso había alcanzado a entregárselo a su jefe. Era toda una hazaña y todo con el fin de llegar a la cita con Malfoy.

Se lanzó dentro de la ducha segundos después de pisar el suelo de su pequeño recibidor y salió 5 minutos más tarde, directa a su closet. Descartó los vestidos de gala que reservaba para sus fiestas como funcionaria y se enfocó en sus vestidos de cóctel.

Estuvo tentada de elegir uno color escarlata pero tomó el de color azul noche, el cual desprendía ligeros destellos con el movimiento del vuelo de la falda. Era corto y junto a los tacones, le ayudaban a aparentar se poseedora de unas largas piernas.

No tenía tiempo para lidiar con su cabello, así que con la ayuda de muchas horquillas logró sujetarlo en moño alto.

Su vestido no tenía tirantes y se le ajustaba al pecho con un escote en forma de corazón que no hacía más que resaltar su busto. Ciñéndose a su estilo sencillo, se colocó una collar plateado con un único dije y su maquillaje era ligero, constando solo de un ligero rubor en las mejillas, pestañas rizadas y un labial rojo mate.

Tampoco tuvo tiempo para enorgullecerse de su buen trabajo porque cuando se giraba hacia el espejo, el timbre sonó. Alzó la vista hacia el reloj que en ese momento cambiaba de 7:59 a 8:00 p.m.

Se calzó unos zapatos también azules que tenían el tacón de aguja plateado y se dirigió hacia la puerta, esbozando una sonrisa aparentemente relajada.

Al abrir, Draco estaba frente a ella, enfundado en un traje con una gabardina negra, llevaba una corbata curiosamente de color azul marino y había dejado de lado sus clásicas camisas negras para llevar una blanca, tenía el cabello arreglado pero no como en sus años de colegio y cuando se inclinó a besar su mejilla pudo percibir su varonil aroma, enviciándola al instante.

- ¿Lista?- Preguntó alejándose de mí tras ese saludo.

- Sí, cojo un abrigo y nos vamos.- Se giró y entonces vio a Crookshanks asomándose. Exhaló.- Pasa, por favor. Aun tengo que dejarle comida a mi compañero de piso.

- Puedo esperar aquí.- Ofreció pero ella hizo un ademán insistiendo.

Una vez dentro, Draco observó con medido detenimiento. Las paredes eran de color beige, el apartamento se veía cálido y tenía fotografías por todos lados, al igual que libros y todo gritaba "Hermione Granger", no sabía cómo había distinguido eso pero era muy reconocible si conocías lo suficiente a aquella bruja.

Con una mirada divertida siguió los movimientos de Hermione que iba de un lado a otro seguida de su gato. Al mago le resultó una criatura peculiar y muy peluda, en ese momento fue como si el animal sintiera su mirada y Draco podía jurar que lo miró con el ceño fruncido.

- Sé buen chico y compórtate mientras no esté en casa.- Oyó decir a su cita y vio como ella cariñosamente pasaba los dedos por el pelaje del gato.

El rubio tomó el abrigo que estaba en uno de los brazos del sofá y ayudó a la chica a colocárselo, luego le ofreció su brazo y tras un asentimiento, ambos desaparecieron.

Para Hermione fue una cena fantástica. Él la llevó a un lujoso restaurante del centro de Londres, con música Jazz sonando de fondo mientras compartían anécdotas y se hacían preguntas y reían.

Para Draco fue una cena fuera de lo convencional, por primera vez en mucho tiempo su acompañante no trataba de acariciarlo por debajo de la mesa ni le hacía insinuaciones, las sonrisas que le daba Hermione eran genuinas, no seductoras, su voz era melódica y acompañaba de manera perfecta a la música Jazz que envolvía sus sentidos.

En lugar de insistir en ser llevada a su departamento, Hermione le pidió que caminaran juntos, no importaba si iban hacia el norte o hacia el sur, lo importante era que él tomara su mano.

En una parte de su incierto camino, vieron a un grupo de personas mayores bailando algún tipo de vals y por iniciativa del rubio se unieron al entusiasta grupo.

Durante el baile, Hermione recordó la fiesta donde bailaron de igual manera y sus mejillas ardieron cuando recordó lo que pasó después. De alguna manera, sus cuerpos se reconocieron en cada movimiento y giro que hacían al seguir la música.

Finalmente Draco la dejó en la puerta de su departamento y se despidió con dos ligeros besos, uno en su frente y otro en sus labios.

Y Hermione durante un par de semanas, esbozaba una sonrisa boba en sus labios cada vez que recordaba aquella noche.

Sonrisa que fue reemplazada por otra incluso más boba pero acompañada de un ligero sonrojo, tras su siguiente cita.


Sé que dije capítulos largos pero este ya estaba listo desde hace por lo menos un par de meses y solo tuve que corregir un par de cosas.

Una de las razones por las que decidí hacer capítulos del pasado era para que ustedes puedan tener un poco más de Dramione y espero que hayan disfrutado tanto o igual como Draco y Hermione, de esa cita.

Gracias por todos sus reviews.

Hasta el próximo capítulo,