Aquí comienzo una serie de Drabble's o viñetas, para cuando me aburra. Espero que les guste, y atención: DISCLAIMER, los personajes son de JK Rowling. Lo digo de aquí al final de mis viñetas. Espero les guste.
Sencillamente así
Sencillo. Así era todo lo que para ella él constituía: sencillo. Sencillamente estúpido no invitarla al baile de cuarto. Sencillamente celoso cuando recordaba a su amigo nórdico. Sencillamente adorable cuando duerme la siesta veraniega en la Madriguera. Sencillamente alegre cuando acabó con Lav-Lav.
Nunca supuso problema para ella ser compañera de Ronald Weasley. Tampoco un problema ayudarlo con sus deberes. Más tarde tampoco supuso problema ser amiga suya. Ni siquiera intuir que él sentía algo por ella. Pero qué sencillas dejan de ser las cosas cuando el amor está presente y hace de las suyas, jugando con armas de fuego tales como los celos, la distancia, las interferencias...
Nadie podía decir que para ella no era divertido los devenires que le traían su complicada relación con Ron. Ninguno formula nada, ninguno aclara la situación. Y para ella es divertido dejarlo llevar. Pero en ocasiones querría que fuera tan rematadamente sencillo como la vida de él.
Le encantaba sentarse en la hierba de los jardines del castillo y tan solo contemplar el día. Y le encantaba además cuando Ron le hacía compañía, aunque sospechosamente ya que Harry y Ginny se encontraban a cincuenta metros, es decir, al lado.
- ¡Qué a gusto se está en los jardines! – dijo feliz el pelirrojo, tirándose en mitad de la hierba.
- Sobre todo para las parejas que tienen el placer de no sentirse espiadas.- lo miró de reojo lanzándole una indirecta, para que supiera que había descubierto sus intenciones de espiar a su hermana.
Se miraron a los ojos tan sólo un momento, un único momento. Un solo momento bastó para resumir una vida entera, la que vivieron y la que vivirán. Para expresar un sin fin de sentimientos nunca expresados entre ellos, los que guardan para la intimidad de sus cuartos, los que nunca salen a la luz, y que en ocasiones no reconocen. Aquellos que hacen que sin querer, dos personas que no guardan ningún lazo amoroso aparente, se fundan en el más sincero de los besos, con una lentitud pasmosa y a la vez, con una rapidez deslumbrante. Poderse decir "te quiero" sin decir ni una sola palabra. Sentirse en el paraíso, correspondido por el beso de a quién amas, sin tan siquiera cruzar una palabra.
Tardaron más de dos minutos en separarse para volver a mirarse fijamente, volviendo a ese mar de sentimientos que los inundaban cuando cruzaban el cálido mar azul de los ojos de Ron y la tibia canela de los ojos de Hermione. Un leve sonrojo apareció en las mejillas de ambos, sabiendo que lo que no se había dicho en realidad siempre habían querido decirlo.
- Hermione... ¿Esto se puede tomar como una declaración formal? – preguntó sencillamente.
- Yo diría que sí.- respondió ella con una sonrisa.
- En ese caso, no se lo digas a Harry.- le contestó él con un guiño y una nueva mirada alegre.
Y tan sencillamente como empezó todo, volvieron a besarse cálidamente. Sencillamente así.
