Tokio Compilation
The first time
Mei Fan se encontraba en la entrada del teatro aquella tarde, esperando a Yachiyo, habían quedado en encontrarse para ir a cenar juntas.
En cuestión de minutos apareció Yachiyo, Mei Fan sintió sus mejillas sonreír por impulso, pero duró poco, al notar que venía acompañada de un hombre, sin evitarlo sintió su humor cambiar, era el mismo chico que hace unos días, mientras esperaba a Yachiyo en esa entrada, le había preguntado si la peli-rosa tenía novio, ella le había dicho que sí, para alejarlo de ella, pero a él no pareció convencerle.
Le hervía la sangre al verlo junto a ella, no sabía que estaba sintiendo, pero no le gustaba. Enojándose se les acercó interrumpiendo su conversación —Buenas tardes.
Yachiyo le sonrió al verla —Buenas tardes, Mei Fan. Te presento a...
Mei no le permitió terminar contestándole —Ya nos conocemos.
El chico asintió —Sí, nos vimos aquí hace unos días y hablamos un poco.
Yachiyo sintió como Mei se movía hasta quedar junto a ella y tomaba su mano, cosa que la hizo fruncir el ceño, se supone que serían cuidadosas con su relación, volteó a mirarla confundida, para encontrar el ceño fruncido de su pareja, sonrió para sí misma sabiendo que posiblemente estaba celosa.
La peli-rosa volteó a mirar al chico y le dijo —Gracias por acompañarme hoy, Okazaki-san, pero tengo que irme —le regaló una sonrisa añadiendo —nos vemos mañana.
El asintió con una sonrisa diciéndole—hasta mañana — antes de darse la vuelta yendo nuevamente dentro del teatro.
Mei Fan lo vio ir y aún molesta, apretó su agarre en la mano de Yachiyo diciéndole—Parece que tuviste un buen día.
Ella asintió con una sonrisa —fue un día muy lindo, el trabajo fue bastante relajado hoy, los vestuarios están listos, así que solo estuve viendo los ensayos.
La más alta frunció el ceño —¿Solo estuviste observando? Si estabas libre ¿Por qué no volviste al departamento?
Yachiyo caminaba a pasos tranquilos con una sonrisa en su rostro —porque seguramente me habría aburrido estando sola todo el día, estuve conversando con Okazaki-san en los recesos, me divertí.
Mei Fan soltó su mano molesta y mirando al cielo siguió caminando a su lado —¿No es tan divertido estar en el departamento?
La peli-rosa se rio ocultando su risa tras una de sus manos —¿Estás celosa? Sabes que no es tan divertido si tú no estás ahí.
La peli-morada negó con su cabeza susurrando para sí misma —¿dù jì? (¿Celos?) no, no, es que, ese chico me pone incómoda.
Yachiyo frunció el ceño preocupada —¿Él te dijo algo que te molestara?
Mei Fan sonrió para sí misma pensando en que había logrado preocupar a su novia —No, no se trata de eso. Pero, si me hace sentir molesta por algo que me dijo de alguien más.
Su acompañante frunció el ceño molesta —¿Qué te dijo?
Mei se rio nerviosa, era vergonzoso contarle eso a Yachiyo, porque sabría que estaba celosa, pero seguiría insistiendo hasta que ella hablase. Quitándole la mirada dijo casi susurrando —Que tú le gustas.
Yachiyo empezó a reír como si le acabasen de contar un gran chiste —Te ves tan graciosa cuando estás celosa.
El ceño de la más alta se frunció en muestra de su enojo —¿Qué dices? ¡No estoy celosa!, estoy preocupada de que te juntes con gente tan descarada.
La peli-rosa tomó su mano sonriendo divertida —Mei Fan.
La aludida volteó a mirarla sintiendo como se calmaba ante su tacto a la vez que se sonrojaba —¿Sí?
Le dio un suave apretón a su mano —Eres muy linda.
Mei Fan se sonrojó tratando de evitar sonreír —No te burles de mí.
Yachiyo lo sintió una invitación a ello —Deberías ir acostumbrándote, es tu culpa por elegir a alguien como yo, sabes que soy muy buena para destacar. Si te pusieras celosa de cada persona a la que le atraigo, posiblemente estarías celosa de la mitad de la humanidad.
Mei empezó a reír —Parece que estoy compitiendo contra la raza humana. Vaya ego que tienes.
Yachiyo pudo ver que estaban cerca del restaurante y sonrojándose le contestó —Ni siquiera eres consciente de ello, pero ya ganaste.
La peli-morada se ruborizó y apretando su mano le dijo en broma —A este paso China dominará el mundo.
Yachiyo se abrazó a su brazo entre risas —Eres una idiota.
Aquella noche Mei Fan no logró conciliar el sueño, giraba en la cama, miraba a Yachiyo dormir y volvía a pensar en ello, no podía parar de pensar en que, aunque intentó tomarlo con humor, aquel chico había estado frecuentando a su novia, posiblemente con la intención de enamorarla, y no sabía qué hacer con ello. No desconfiaba de Yachiyo, pero no podía confiar en aquel chico. El resto de la madrugada trazó un plan en su cabeza, para resolver esa situación.
Cuando fue consciente de la hora, eran alrededor de las siete de la mañana. Yachiyo se despertó y la encontró jugando con su celular en la cama.
Preocupada la peli-rosa le preguntó —¿No haz dormido?
Mei Fan le sonrió —Buenos días —dándose vuelta tomó una bandeja de la mesa de noche y se la entregó —Te hice el desayuno.
Yachiyo la miró confundida, antes de tomar su teléfono y revisar el calendario, pero no era su cumpleaños ni el de Mei Fan, tampoco su aniversario. Intrigada le preguntó —¿Qué pasó? ¿Qué hiciste?
La peli-morada frunció el ceño —¿Qué?, No pasó nada, quise prepararte el desayuno hoy, ¿Qué tiene de malo?
Yachiyo tomó su taza, dándole un sorbo a su café, aún confundida, y bajándola soltó —No me leíste el I Ching otra vez, ¿no?
Mei Fan no alcanzó a escucharla bien y le preguntó —¿Qué?
—Nada — La peli-rosa negó con su cabeza antes de continuar comiendo, aún confundida.
Iban cinco días, cinco agotadores días, para Yachiyo, en los que Mei Fan le preparaba el desayuno a diario, le llevaba a cenar, y cada tarde le hacía un masaje. Y de alguna forma, en vez de sentirse halagada estaba confundida, la Mei Fan de la que estaba enamorada no era la misma que la que estaba viendo esos últimos días, en vez de parecer atenta, era muy intensa.
Eran las cinco de la tarde, salió del trabajo antes, porque no había mucho que hacer y al director no parecía molestarle si ella se ausentaba, después de todo, su trabajo ya estaba hecho.
Caminando a la estación del tren, revisó sus mensajes, tenía tres mensajes de Mei Fan, entró al chat, encontrándose con una foto de su novia jugando con lo que parecía una réplica de una pistola, y una pregunta que solo la hizo suspirar "¿Dónde iremos esta noche?", estaba tan cansada que solo quería echarse en su sofá y perder el tiempo, no ir a pasear.
Ya agotada, decidió ser sincera con ella.
En mensajería:
Yachiyo: Estoy ocupada esta noche.
Mei Fan: ¿Qué? ¿Qué vas a hacer?
Yachiyo: Iré a visitar a Shiori.
Mei Fan: Puedo ir contigo ¿A qué hora iremos?
Yachiyo suspiró, a veces Mei Fan era muy inocente.
Sin saber cómo continuar la conversión decidió enviarle:
Yachiyo: Tenemos que hablar.
Mei Fan miró la pantalla de su celular completamente preocupada, alguna vez había escuchado a la gente bromear sobre el significado de esas palabras, pero no creía que fueran tan aterradoras como lo parecían ahora.
Entrando en caos, marcó el primer número que se le vino a la mente —Buenas tardes, Junna-san.
Una voz le respondió al otro lado —No soy Hoshimi-san, soy su esposa ¿Qué se le ofrece?
Un gritó que denotaba enojo interrumpió al otro lado de la línea —¡NANA! ¡TE HE DICHO QUE NO CONTESTES MI TELÉFONO DE ESA FORMA!
Se oía a Nana reír —Es Mei-chan, solo quería molestarte un poco.
Mei lo pensó un poco, antes de decir —En realidad, creo que tu ayuda me vendría bien, Nana-san.
La voz de Nana tenía un tono confundido —¿Qué pasó?
—Creo que mi novia va a dejarme.
El tono animado de Nana se esfumó —¿Eh? ¿Qué pasó? ¿De dónde viene esa suposición?
—Me ha dicho que tenemos que hablar.
Una risa provino de Nana —¿Es la primera vez que te dicen eso? Lo he oído tanto y siempre asusta igual, pero tranquila.
Mei Fan estaba en su camerino jugando con las orejas de uno de sus peluches, inquieta —¿Entonces no va a dejarme?
—Bueno, a menos que hayas estado haciendo algo mal, no creo que deberías preocuparte por ello, pero ¿Qué estaban hablando que ella te dijo eso?
—Me dijo que iría a casa de una amiga y le dije que iría con ella.
Nana rio —No te van a dejar, pero posiblemente si merezcas un jalón de orejas.
Mei sintió perderse —¿Qué?
Había cierto tono confiado en la voz de la rubia —Que vas a estar bien. Tranquila, ella no va a dejarte, lo puedo prometer.
Mei Fan sintió su miedo disminuir y le contestó —Muchas gracias por tu ayuda, Nana-san, estaba muy preocupada.
Junna habló del otro lado de la línea —Nana me pasó el teléfono, al parecer algo estaba quemándose en la cocina ¿Cómo estás, Mei Fan?
Después de algunos minutos conversando, decidieron colgar, se sentía más tranquila después de hablar con ellas, tenía años siendo amiga de esa pareja y realmente las admiraba.
Yachiyo estaba bajando en la estación del tren cerca de su departamento, cuando decidió escribirle a alguien para que la ayudase a despejar un poco su mente.
En mensajería:
Yachiyo: Buenas tardes, Mahiru, disculpa que te escriba a esta hora, sé que en minutos empieza el noticiario de las seis, pero quería preguntarte algo.
Un mensaje le llegó en unos segundos.
Mahiru: ¿Yachiyo-san? Tranquila, no me molesta que me escribas, leeré los mensajes después si no puedo al momento, en todo caso, no salgo en vivo hasta en media hora, así que estoy prácticamente libre.
Mahiru: ¿Qué pasó?
Yachiyo: Tengo un problema, verás, si recuerdas que te conté que estoy saliendo con Mei Fan ¿Cierto?
Ella y Mahiru se habían hecho cercanas gracias a un par se obras en las que participaron juntas y porque Claudine y Mahiru parecían buenas amigas y ella ya era buena amiga de la francesa, así que habían terminado teniendo una buena amistad.
Mahiru: Si, lo recuerdo ¿Pasó algo con ella?
Yachiyo: Si, verás, lo que pasa es que me siento agotada de mi relación, no sé cómo escribirlo sin que suene mal.
Mahiru: ¿Tan grave es?
Yachiyo: En realidad.
Yachiyo: Es que ella me está ahogando, quiere que todo lo hagamos juntas, y siempre estemos juntas, y el otro día al parecer un chico del proyecto en el que estoy trabajando, le preguntó si yo tenía pareja, así que se puso celosa y no sé si tal vez sea por eso, pero desde entonces se comporta así.
Yachiyo: Sabes que tengo historial en relaciones amorosas, y en otro caso no me habría importado dejarle porque me está ahogando, pero no quiero llegar a ese extremo con Mei Fan sin darlo todo, pero no sé qué hacer, no quiero ponerla triste.
Mahiru: Si lo dices así, creo que fue por eso.
Mahiru: Creo que ser sincera es lo que tienes que hacer, pero procura decirlo con delicadeza, al final, si ella esta asfixiándote, solo vas a terminar sintiéndote molesta por su compañía y empezaras a evitarla, y yo creo que, si realmente la quieres, no vas a querer que termine así.
Mahiru: Deberías intentar hacerle entender que todos necesitamos nuestro espacio a veces.
Yachiyo sonrió sintiéndose más tranquila con esa conversación, y se dijo a sí misma que Mahiru tenía un don para tranquilizar a la gente o ayudarla. Agradecida decidido responderle.
Yachiyo: Muchísimas gracias, Mahiru ¡Estoy llegando a casa, así que pondré las noticias solo para verte, esfuérzate!
Mahiru: Ya casi salgo a cámara, me cuentas como resultó todo y procura hacerla sentir lo que sientes. Hablamos después.
Yachiyo sintió su cerebro comenzar a trabajar al leer eso, y recordando algunas cosas, sonrió, ya sabía qué hacer.
Al llegar al departamento, Mei Fan encontró a Yachiyo sentada en el sofá mirando las noticias.
Se quitó los zapatos y caminó dentro por la sala con intención de ir a su habitación, pero una voz la interrumpió.
—¿A dónde vas?
Mei Fan rascó su nuca nerviosa —Iba a bañarme, hice mucho esfuerzo físico hoy.
Yachiyo la volteó a mirar y le dijo — Hagamos una actuación rápida.
La peli-morada parecía confundida —¿Cuál es mi papel?
—Tú vas a ser mi novia y yo seré la novia asfixiante —Yachiyo decidió seguir el consejo de Mahiru y recordando alguna vez haber visto al director de sus obras solucionar problemas en el elenco de esa forma, lo intentó con ese método.
Sentía que con Mei Fan estaba dando el cien de sí misma para que esa relación funcionara.
Mei la miraba completamente confundida, pero asintió, si Yachiyo quería hacer eso, no le diría que no —¡Hagámoslo! No creo que vaya a ser complicado mi papel.
Yachiyo asintió antes de dirigirse a ella con una sonrisa, empezando su actuación —Bienvenida, amor, ven, permíteme que masajee tus hombros debes estar cansada —empujó levemente a Mei hasta el sofá.
La peli-morada cayó sentada al sofá con una sonrisa, no parecía mala esa situación —está bien, traigo los hombros tensos, aunque realmente creo que necesito bañarme antes, sudé mucho hoy —se sintió algo incómoda al percatarse de ese detalle.
Yachiyo masajeaba sus hombros parada detrás del sofá y le contestó —No no, olvídate de eso, pero ¿Qué vas a hacer mañana?
—Hum, mañana es sábado y hay maratón de uno de mis animes favoritos, seguro me levanto temprano para ver algunos capítulos, además de que hay un evento nuevo en mi juego, así que tal vez esté jugando todo el día.
Yachiyo se preguntó a si misma qué tipo de friki tenía de novia, y volviendo a su papel le contestó —Mejor salgamos juntar a hacer algo, que tal si vamos al parque.
—¿Al parque? Pero quería descansar mañana.
—Entonces voy a descansar contigo.
—Ah, supongo que está bien —a Mei no terminaba de convencerle la idea, Yachiyo solía distraerla mientras estaba jugando, así que cuando ella salía los sábados aprovechaba para jugar casi todo el día.
—¿Y qué harás el lunes?
—¿Ir al trabajo?
—Entonces iré contigo, es probable que no me necesiten en el teatro el lunes, así que podría acompañarte a tu trabajo todo el día.
Mei Fan la miró preocupada, encontrándose con una sonrisa de parte de Yachiyo, suspirando le contestó —No puedes acompañarme a mi trabajo. No quiero causar problemas en la producción.
—Entonces pasaré a buscarte y luego iremos a ver una obra de teatro.
El ceño de Mei Fan se frunció y molesta le contestó —No, hey, voy a estar cansada, tengo una escena pesada el lunes, solo voy a querer regresar a dormir.
Yachiyo asintió riendo internamente —¿Entonces qué tal si vamos de compras?
—¿Cuándo?
—El martes.
—¡No puedes hacer planes para toda la semana de esa manera! —el ceño de Mei estaba completamente fruncido.
Yachiyo le susurró divertida —¿Asfixiada?
Mei Fan asintió —Bastante. Necesito mi espacio.
Suspirando le contestó —Así me he estado sintiendo estos días.
—No soy tan intensa.
Aun masajeando sus hombros le dijo —estuve exagerando, pero al menos admites que has estado siendo un poco asfixiante.
Mei suspiró algo triste —Perdón, no sabía que te estaba molestando.
Yachiyo apretó sus hombros suavemente —Te empezaste a comportar así desde que tuviste celos el otro día ¿Sigues pensando en eso?
Ella asintió —Es que, él trabaja contigo, no puedo evitar preocuparme por ello. Así que pensé que, si era más atenta contigo, no tendría de que preocuparme —ocultó su rostro entre sus manos dándose cuenta de lo absurdo que sonaba —soy una idiota.
El ceño de la peli-rosa se frunció —¿Empezaste a ser así porque estabas celosa?
—Discúlpame.
—¿No confías en mí?
Levantándose del sofá y yendo en su dirección hasta pararse frente a ella le dijo con completa honestidad —No se trata de eso, es que, él posiblemente siga intentando algo contigo y eso me preocupa —Mei Fan ocultó su mirada avergonzada.
Yachiyo trató de tomarlo con humor, soltando una ligera risa mientras miraba el rostro avergonzado de Mei —Eres una tonta, a mí solo me gustas tú. Tengo que ser estúpida para cambiar mi vida contigo, por alguien más.
Mei Fan asintió levantando la mirada, sintiéndose contenta ante las palabras de Yachiyo —¿Tan buena soy?
Bromeando le contestó—Eres tan buena que debería ser pecado, te pusiste celosa y en vez de molestarte, estabas siendo lo más atenta lo posible —añadió riendo —Y luego preguntas porque te amo.
Mei Fan se sonrojó sonriendo como tonta, y avergonzada miró sus pies, susurrando —
wǒ ài nǐ (Te amo), Yachiyo.
La aludida se ruborizó a más no poder, ya sabía que significaba esa frase, hasta ese momento solo la había oído una vez, por lo que se abrazó a su cuello jalándola contra sí y le susurró al oído—¿No vas a besarme?
Mei Fan movió su rostro en dirección al suyo y aprovechando que Yachiyo seguía cerca de su oído, rompió la distancia entre sus labios, el beso estaba cargado de dulzura.
Al romperlo, Yachiyo le dijo con el ceño fruncido —Ve a bañarte. Realmente lo necesitas.
Ella asintió llevando una de sus manos a su nuca avergonzada —Te dije que había sudado mucho. Debo oler bastante mal.
Yachiyo negó con su cabeza, alejándose con dirección a la cocina —No realmente, pero tu piel está pegajosa. Anda, cuando vuelvas cenamos, ya preparé la cena.
Mei Fan sonrió para sí misma caminando con dirección a su habitación, estaba siendo una idiota, pero al menos Yachiyo sabía quererle. Con suerte al día siguiente estarían en el sofá disfrutando de su cómoda vida juntas mientras perdían el tiempo, le encantaba eso, y aún más si era con Yachiyo, tendría que agradecerle luego a Nana-san por ayudarle a evitar el pánico.
Little secret
Junna estaba llegando a su departamento agotada, Nana se encontraba sentada junto a la puerta del departamento con la cabeza entre sus rodillas en silencio.
La peli-morada asumió que posiblemente solo estaba cansada, y había olvidado sus llaves, así que sacando las suyas le preguntó —¿Cuánto tiempo tienes aquí?
La rubia se levantó, estirándose y pasando sus manos por su rostro agotada, le contestó —Menos de treinta minutos. Bienvenida.
Junna entró al departamento, siendo seguida por Nana, mientras se quitaba los zapatos, notó que la rubia se quitaba el abrigo y lo tiraba en el sofá, antes de pasar a quitarse los zapatos. Los movimientos de Nana a sus ojos parecían bruscos y frunciendo el ceño se preguntó si estaba bien decirle algo.
—¿Fue un día muy ajetreado?
Ella asintió —Tanto, pero tanto, que creo que tomaré unas vacaciones de la vida, un rato.
Junna supuso que hablaba de dormir —Está bien, pero procura darte un baño antes, voy a preparar la cena y te iré a hacer compañía.
La rubia le sonrió ligeramente, antes de ir en dirección al baño. Luego de minutos, estaba acostada en la cama abrazada a una almohada con su rostro enterrado en ella, a oscuras y en silencio, hasta caer dormida.
Dos días después de ese, Junna notó que Nana estaba teniendo una semana libre del teatro y el restaurante, también que sus ánimos no eran los mejores, se preguntaba si era su culpa o estaba pasando algo, pero la rubia le decía que solo era cansancio.
Esa noche, cuando volvía del trabajo, recibió una llamada, contestó sin revisar quién era:
—¿Sí?
—¿Junna-san? ¿Cómo ha estado Nana?
Apartó el teléfono de su oreja, leyendo el nombre del contacto, notando que era Hisame, frunció el ceño —Está bien ¿Por qué me llamas para preguntarme por ella?
—Ah no no no no, no mal entiendas, es que con lo que pasó esta semana, esperaba que ella estuviera mal, y me empecé a preocupar porque no me responde los mensajes ni las llamadas.
Junna se sintió confundida —¿Lo que pasó esta semana?
—Ah, ¿No te has enterado? Un miembro del elenco de la obra en la que Nana estaba participando se suicidó en el teatro donde se llevaría a cabo, lo vi en las noticias el lunes en la tarde.
Junna llevó una de sus manos a su nuca rascándose en estado de shock, no sabía cómo reaccionar, aclarando su garganta decidió responder —No tenía idea, gracias por contarme, Hisame-san, veré como está Nana, no te preocupes por ella.
Al colgar, caminó a la habitación, encontrándose a la rubia con los ojos cerrados abrazando una almohada.
Acostándose junto a ella abrazándola por la espalda, le susurró —¿Cómo te sientes?
—Estoy cansada.
—Ya me enteré de lo que pasó ¿Por qué no me contaste?
—No quería preocuparte.
—No me ocultes cosas como esta, sé que te gusta guardarlo hasta que no puedas más, pero Nana, esto te hace daño, me hace sentir triste saber que has estado sufriendo y no he podido apoyarte —su voz se quebró.
La rubia soltó la almohada y se dio la vuelta, abrazándola —Junna-chan, perdón. En realidad, no estoy triste, solo, no sé cómo sentirme. Se colgó en el centro del escenario, —intentó hacerla reír al notar su tristeza —supongo que fue su último acto —continuó más seria —pero cuando entramos al teatro el lunes, todos lo vimos ahí y corrimos a bajarlo y a llamar a emergencias. Fue muy, impactante. Trabajamos con él dos meses y no nos percatamos de lo que le sucedía, es demasiado —se quedó sin palabras.
Junna apretó su agarre en el abrazo y le dijo —Nana —hizo una pausa antes de continuar— yo tampoco sé que decir, ni sentir, pero —citó a Emerson —"Nada puede traerte la paz, si no tú mismo".
La peli-morada decidió cambiar la situación y la abrazó contra su pecho acariciando su cabello.
La rubia le contestó abrazándose contra su pecho —No te obligues a hablar, yo tampoco sé cómo sentirme.
Junna asintió aumentando las caricias sobre su pelo, se mantuvieron en silencio abrazadas un par de horas más, hasta que la rubia cayó dormida.
El día posterior a ese, estaban sentadas en el sofá luego de cenar.
Nana leía un libro, mientras Junna veía noticias.
La peli-morada pensó que lo mejor sería intentar animar a Nana y el silencio no la ayudaba a distraerse, así que decidió interrumpirla.
—Oye ¿Recuerdas cuando me leías libros hace unos meses?
La rubia le sonrió —Lo recuerdo, era tedioso porque no parecían satisfacerte mis tiempos de lectura.
Ella rio —Es que estoy acostumbrada a leer un libro en un día y que cuando termináramos la lectura diaria me dijeras "terminamos el capítulo cuatro", sentía que íbamos muy lento.
Nana soltó con un tono bromista —Mi trabajo es escribir y releer, no puedes pedirme que lea rápido, no es mi culpa trabajar tan bien.
Junna le siguió la broma —Al menos eres guionista y no secretaria, porque por la forma en que contestabas mi teléfono, y aún contestas, te habría despedido.
Nana soltó una carcajada —Lo contestaba como contestaré en unos meses, si te decides a avisarle a Kuro-chan que estamos listas para el proceso.
Ella le sonrió avergonzada —No hables de ello como "el proceso" suena como el camino a la guillotina, y sabes que no he avisado porque estoy evitando todo el estrés que nos supondrá, además de que estoy muy ocupada con el teatro ahora mismo.
La rubia le sonrió con complicidad —Dices todo eso, sin embargo, tú y yo sabemos que solo estás evitando el caos que posiblemente vayan a hacer Kuro-chan junto a Karen-chan,
Ella se acomodó los lentes sonrojándose al sentirse descubierta —¿Por qué no solo traes ese papel, lo firmamos aquí y acabamos con esto?
Nana se movió en el sofá hasta sentarse junto a ella, abrazándola por los hombros —Si me voy a casar contigo, tiene que ser especial.
Junna suspiró desistiendo —"El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte" —rápidamente se arrepintió de citar a «Oscar Wilde».
La rubia soltó una ligera risa antes el caos en el rostro de Junna y citando a «La Rouchefoucauld» le contestó —"Todos tenemos suficiente fortaleza para soportar las desgracias ajenas".
Citando a «Shakespeare» le respondió —"No hay nada serio en el destino humano".
—Lo sé.
—Él está mejor, si desistió fue porque ya no podía más con sus problemas, es la salida fácil, pero le llevó a la paz que tanto anhelaba. Lo sabes ¿No?
Ella asintió —Lo sé, por eso no estoy triste, pero es algo deprimente saber que no fuimos capaces de hacer nada para evitarlo —suspiró— no puedo estar contenta por haber perdido a alguien, pero tampoco triste sabiendo que estaba sufriendo y ahora está en paz, vuelvo al limbo, no sé cómo sentirme.
Junna negó con su cabeza —No podías hacer nada, ni ninguno de ustedes, porque no sabían del problema. Tú y yo que hemos estado afuera del país, sabemos cómo es la gente de aquí y que no es normal ni sano el comportamiento martirizador de nuestra sociedad donde todos cargan con sus problemas en silencio con miedo de molestar a otros. Al menos tenemos un grupo de amigas variado capaces de expresar sus emociones y sentimientos a su manera, que piensan como nosotras —se sentía orgullosa de liderar un grupo de personas como ese y aún más de sentirse buena en cuidar la salud emocional de sus amigas, en lo que cabía de lo posible.
Nana sonrió al notar su orgullo y se sintió contenta de estar con alguien tan buena como Junna a quien le preocupaban tanto sus amigas y era feliz de que ellas fueran felices —Gracias, por hacerme sentir mejor.
Junna la abrazó en respuesta y le susurró —No me gusta verte triste, pero eso no significa que sea malo estarlo a veces, solo házmelo saber, entonces intentaré hacer algo para animarte, así sea el ridículo.
La rubia acercó su rostro en busca de un beso, Junna sintió el acercamiento y rápidamente cerró sus ojos, tenía años con Nana y cada beso la ponía nerviosa, además de tonta.
La rubia rompió la distancia y unió sus labios a los de ella.
Al separarse, Nana la miró a los ojos con una sonrisa y recostando su frente a la de Junna le dijo —Yo también te amo.
La aludida se sonrojó y quitando su mirada sonrió ligeramente divertida —Más te vale hacerlo —se apartó de ella y frunció el ceño aún con una sonrisa adornando sus labios —porque ayer me llamó Hisame-san preguntándome por ti ¿Ya no tienen vergüenza?
Nana ocultó su rostro detrás de un cojín y le dijo nerviosa —Le he dicho que no te llame, pero supongo que estaba preocupada, pero mira el lado positivo, ya puedes llamarla y preguntarle por Koharu-chan.
Junna tomó un cojín y se lo lanzó cruzándose de brazos —Idiota, no es gracioso.
La rubia se movió en su dirección, casi automáticamente y le dijo con una sonrisa que mostraba su felicidad —¡Te ves tan linda cuando estás celosa! ¡Quiero comerte a Banana besos!
Ella reía en respuesta mientras intentaba evitarla empujándola ligeramente, si quería que la besara, pero Nana estaba siendo infantil —¡No pensabas lo mismo cuando estuve celosa la última vez!
Nana logró abrirse espacio entre sus brazos, que, de empujarla, pasaron a agarrar su camisa como una invitación, acercándose le susurró sobre sus labios —En ese entonces no sabía que estabas celosa, ahora lo sé y me encanta lo linda que eres cuando pecas de tonta y piensas que alguien podría alejarme de ti —le dio un beso, para luego romperlo y susurrarle —no hay forma de que me aleje de ti.
Junna se sentía como una oveja siendo devorada por un león, roja cual rosa, le contestó —Me vas a matar, eres tan ilógicamente romántica a veces.
Nana rio al escuchar "ilógica" y decidiendo posponer la conversación, volvió a besarla hasta que sintió la temperatura del departamento aumentar, o posiblemente era la suya y la de Junna, pero en el momento en que se encontró lamiendo el lóbulo de su oreja y la escuchó gemir, entendió que había perdido el control.
No podía evitar la euforia que sentía al saber que no importaba que tan triste estuviera, Junna siempre estaría ahí para ella y ella para Junna, no le importaba nada más que hacerla feliz y era feliz de que fuera recíproco.
Sunday
La mañana estaba iniciando, Karen abrió sus ojos cuando sintió el sol darle en el rostro, frunció el ceño molesta, hasta que vio a Hikari despertando a su lado y su sonrisa se hizo presente.
La pelinegra miraba al techo de la habitación en silencio, pensando en que no quería levantarse.
Karen rio a su lado adivinando que ella quería volver a dormir y le dijo —Buenos días, Hikari-chan.
La aludida volteó a mirarla de reojo antes de decirle —Buenas noches —arropándose nuevamente.
La castaña le lanzó una almohada —Oye, levántate.
Anne subió a la cama ladrando.
Hikari le dijo —Baja de la cama, déjame dormir.
Con una sonrisa Karen le contestó —No puedes pedirle eso si son las nueve de la mañana y está acostumbrada a que la saques a pasear temprano.
Quitándose la sábana de encima refunfuñó —Está bien, es cierto, es mi culpa —Anne se le acercó y Hikari comenzó a acariciarle la cabeza.
Karen frunció el ceño diciéndole —Sácala a pasear, tendré el desayuno para cuando vuelvan.
La pelinegra soltó espontáneamente —¿Por qué no nos mudamos?
Ella regresó su atención a Hikari sorprendida —¿Qué?
—Me refiero, a una casa, de esa forma podría ir a la puerta, abrir, dejarla salir, y esperar que regrese, es muy agotador tener que bajar muchos pisos para llegar a la planta baja, o hasta el pasto, creo que sería un martirio soportar tanto si fuera Anne.
Karen asintió comprendiendo y le contestó —No tenemos los recursos.
La pelinegra frunció el ceño —Tienes razón, tendrá que esperar.
Fue en dirección al baño, mientras Karen caminaba a la cocina.
Después de una hora, Hikari había regresado con Anne, mientras Karen desayunaba viendo las noticias, quería ver el anuncio de la obra en la que estaría participando. Hikari se sentó junto a ella en el sofá a desayunar.
Pasaron publicidad de un animé donde Claudine estaba prestando su voz para un personaje y Karen sin evitarlo le dijo —¡Mira! ¡Es el de Kuro-chan!
Hikari asintió con una sonrisa —Es su primer proyecto en voz ¿No?
Karen asintió contenta —Si, eso le contó a Mahiru-chan, hablando de Mahiru-chan, creo que está en la sección de deportes de este noticiario.
Hikari frunció el ceño mirándola sorprendida —¿Saltó de radio a televisión?
Karen negó rápidamente —Creo que está en ambas cosas, pero está empezando en televisión, espero le vaya bien, sabe mucho de béisbol.
Ella asintió —Entiendo. Creo que Tendo-san dijo algo de estar en un drama, pero no estoy segura de ello.
—¿¡Ehhhhh!? ¿Un drama? ¿Por qué no nos lo comentó la última vez que nos reunimos?
—No lo divulgues, me dijo algo de una audición, no es seguro si participará o que papel tendrá, pero la llamaron para audicionar en ese drama, espero consiga algún papel.
Karen le sonrió emocionada —¡Quiero estar en un drama también!
—Primero concéntrate en la obra en la cual estás, además, ya estás en un proyecto como actriz de voz, no muerdas más de lo que puedes masticar.
Ella suspiró —Tienes razón, me acuerdo de lo agotadora que es la semana y me siento cansada.
—Karen, no seas vaga, estás casi toda la tarde libre, grabas voz en la mañana, y presentas la obra en la noche, y ni siquiera son todas las noches, tienes toda la tarde para ti.
—No lo hace menos agotador, además, las prácticas fueron muy pesadas. Pero seguramente tú lo dices porque estás todo el día en el teatro.
Ella negó —No todo el día, por las mañanas voy a la estación de radio a transmitir el programa que comparto con Tendo-san y Otsuki-san, y en las tardes estoy en el teatro, sin embargo, no me estoy quejando de ello.
Karen colocó su plato vacío en la mesita frente al televisor y cruzándose de brazos le contestó —Suena a queja, además, no entiendo cómo es que ese programa de radio suyo funciona tan bien, siendo que Aruru-chan es la única animada entre ustedes.
—Tendo-san sale fácilmente de su neutralidad, y Otsuki-san sabe cómo sacarla de sus cabales, conmigo le cuesta más, supongo que esa mezcla extraña es algo que le gusta al público.
Anne se sentó frente a Hikari y empezó a mover su cabeza contra su mano invitándola a acariciarle, cosa que la pelinegra no dudó hacer.
Karen vio a Mahiru aparecer en las noticias y soltó emocionada —¡Mahiru-chan! Se ve muy linda en ese traje.
Hikari asintió con una sonrisa ligera —Se ve algo nerviosa, pero parece estar haciéndolo bien.
La castaña pensó unos segundos, hasta que volvió a hablar —Creo que Futaba-chan dijo algo de aparecer en una portada de una revista el otro mes, le va bien como modelo.
Ella trató de hacer memoria —Hanayagi-san está dirigiendo la academia de danza de su familia ¿No?
Karen rio —Eso dice ella, otras veces dice otras cosas, Futaba-chan me dijo alguna vez que está aprendiendo a llevar la academia, pero no dirigiéndola aún. Oye, Nana-chan me comentó que le ofrecieron guionizar un videojuego, no me dijo si aceptaría.
Hikari estaba confundida —¿No es diferente? Además, creí que era suficiente para ella trabajar en tres cosas.
—Ah, pero, estará trabajando con Jun-Jun en uno o dos meses, me recuerdan a Masai-san y Amemiya-san.
Ella asintió —La directora y guionista de Seisho, las recuerdo, aun no entiendo como Daiba-san las convenció de colocar una jirafa al final de Starlight.
Riendo le contestó —¡El poder de convencimiento de Nana-chan es muy fuerte!
Las horas avanzaron, el resto del día Hikari estuvo sentada en el sofá viendo algunas películas con Karen, eran películas occidentales o inglesas que una de sus excompañeras, de la última obra que había participado en Londres, le había recomendado, se mantenía en comunicación con esa chica porque también había estudiado con ella en la Academia en Inglaterra y era amiga de Nana.
Karen frunció el ceño al notar que la pelinegra se mantuvo casi todo el día acariciando a su mascota, ella también quería algo de atención.
—Oye, yo también estoy aquí.
Hikari la volteó a mirar confundida — I know (lo sé), Karen, estás aquí.
Ella se cruzó de brazos —No pareces notarlo.
La pelinegra sonrió entendiendo lo que quería Karen y acercándose a ella, se acomodó hasta dejarse caer en su regazo, mirándola seriamente le dijo —Lo noto, para mi es imposible no notarte.
Anne se acostó en el suelo, cayendo dormida en minutos.
Karen empezó a jugar con su rostro, tocando la nariz de Hikari, halando sus mejillas y pinchándolas con su dedo índice —Tienes la piel muy suave, no sé qué sea lo que hagas, pero quiero tener la piel así, empezaré a bañarme contigo.
Ella le sonrió quitando su mirada ruborizándose ligeramente —Sé que aquí es normal, pero de donde vengo, eso es muy íntimo. No me hago responsable si los baños se vuelven largos.
Karen se sonrojó recordando la última vez que se habían bañado juntas y negando con su cabeza dispersando sus pensamientos le dijo —¿No es hora de empezar a preparar la cena?
Ella la miró seriamente —Pediré comida, no te levantes, creo que echaré una siesta aquí.
—¿Ahhh? ¡No puedes hacer eso, se me van a dormir las piernas!
Hikari cerró sus ojos con una sonrisa —No es mi problema.
Karen suspiró, antes de sonreír.
Después de cenar y pasear a Anne, estaba Hikari practicando su canto, y tocando el piano, mientras Karen leía un libro.
Cuando espontáneamente la castaña cerró su libro y soltó en voz alta —¡Pregunta rápida! ¿Avión o barco?
Hikari dejó de cantar y le contestó sobre el sonido del piano —Avión, es más rápido.
—¿Chocolate caliente o barra de chocolate?
Ella lo pensó un poco —Chocolate caliente.
—¿Sherlock Holmes o Moriarty?
—Prefiero a Watson, sin él no habría historia.
—Si tuvieras que elegir ¿Prefieres tener poder sobre el agua y hielo o el fuego?
—El hielo, hay mucha agua en el mundo.
—Ahora una difícil ¿Preferirías no volver a cantar o no volver a bailar?
—Preferiría estar en todos mis sentidos, pero ya que vas a insistir, creo que bailar, mi voz es uno de mis puntos fuertes.
—Sufriría si no tuviese tu voz, ahora, una más complicada ¿Mr. White o medusas?
La pelinegra frunció el ceño deteniendo sus dedos sobre el piano y volteando a mirar a Karen le dijo —No tiene sentido, no puedo vivir sin ninguno de los dos.
Ella se cruzó de brazos —Responde, no trates de evadir.
Hikari suspiró —Mr. White.
Con una sonrisa traviesa soltó —¿Mr. White o yo?
La pelinegra se levantó —Se ha hecho tarde, iré a descansar.
—¡Hikari-chan! ¡No trates de evadir la pregunta y menos escapar!
Suspiró antes de sonreír —No preguntes cosas que puedan poner en riesgo nuestra relación.
La castaña se levantó molesta del sillón —Iré a tomar aire —no concebía haber perdido contra un personaje ficticio.
Hikari no pudo evitarlo y comenzó a reír, acercándose a Karen —No seas tonta, la respuesta es clara.
Karen se sonrojó al sentir como tomaba su mano, deteniéndola —Es Mr. White ¿No?
Ella negó con una sonrisa ligera —No, no te cambiaría por Mr. White, aunque gracias a la suerte puedo tenerte a ti, a las medusas y a Mr. White.
La castaña le sonrió más animada —Entonces tienes mucha suerte, porque incluso tienes a Anne.
Hikari se acercó a ella y colocando una de sus manos en su mejilla la acarició, mirándola a los ojos unos segundos, recordando todo lo que habían vivido para poder tener un momento como ese, sonrió satisfecha, ante los ojos confundidos y el rostro sonrojado de Karen, entonces haló sus mejillas —Eres muy linda.
El rubor de Karen se acrecentó siendo seguido por una sonrisa que no podía controlar —¿Eh? Eso fue espontáneo.
La pelinegra no pudo evitarlo y aprovechando la cercanía, rompió la distancia entre sus labios, dándole un beso, juró que había hecho llegar su amor, porque Karen envolvió sus brazos en su cuello, cuando se separaron, se miraron a los ojos unos segundos, antes de sonreírse, Karen la abrazó cerrando sus ojos.
La pelinegra le preguntó con un tono bajo —Iniciaste ese juego de preguntas solo para preguntar eso ¿No?
Karen se rio nerviosa —Tal vez.
—Karen, tengo una pregunta para ti —Hikari apretó su agarre en el abrazo antes de susurrarle al oído —¿Anne o yo?
La castaña palideció, se mantuvo en silencio unos segundos, hasta que susurró —No necesitas elegir cuando tienes a las dos, pero ¿Cuál elegirías tú en mi lugar? ¿Ella o yo? —rió nerviosa.
Hikari la soltó antes de volver al piano —Tienes razón, no hay motivo para elegir, la ganadora sabe ladrar.
Karen imitó un ladrido, despertando a Anne, que había estado dormida junto al piano todo el tiempo.
La pelinegra sonrió divertida colocando sus dedos sobre el teclado.
Riéndose fue a sentarse junto a ella en el piano, empezando a tocar la melodía de Starlight.
Hikari la miró con una sonrisa, siguiéndole la melodía.
Karen le sonrió al notar su mirada sobre ella y pensó que sus domingos en casa con Hikari, eran de lo mejor de sus semanas, sin poder resistirse, recostó su cabeza en el hombro de la pelinegra cerrando los ojos, dejándose inundar por la música, sonrió al oír a Hikari cantar en inglés.
Dejándose llevar susurró —Te amo.
La pelinegra sonrió ruborizándose ligeramente y le contestó —I love you too, Bakaren.
Karen se sintió satisfecha y aún con los ojos cerrados, se abrazó aún más a la pelinegra, que abandonó el piano para envolver sus brazos a su alrededor. No podían evitar pensar que era ese el destino por el que tanto habían luchado.
More French
Maya leía un libro en la sala del departamento en completo silencio, hasta que escuchó algo caerse en la cocina, seguido de un montón de cosas más, frunció el ceño irritada y cerrando el libro levantó la voz —¡Shiro! ¡Deja de tirar cosas! — levantó el rostro en dirección a la cocina, logrando vislumbrar al gato sentado junto a un vaso de vidrio.
Con un maullido le respondió desde la cocina, y escuchó el vaso de vidrio caer al suelo quebrándose.
Completamente enojada se levantó y caminó en dirección al gato, pero lo vio tumbar en la mesa un frasco con galletas, el cual se abrió ante la caída y lo cual él aprovechó para comérselas. Maya reconoció las galletas favoritas de Claudine.
Se acercó a él con intención de agarrarlo, pero él le gruñó mostrándole las garras.
Ella dio un paso atrás —¡No me hagas ponerme de malas!
Le volvió a gruñir.
Maya frunció el ceño enojada y acercándose le dijo en un tono amenazante —No vas a ganarme, ¡Gato malcriado!
Él le maulló en respuesta, Maya se lanzó a agarrarlo y llevándose un zarpazo lo tomó entre sus brazos aprisionándolo contra su pecho, por su brazo corrió una gota de sangre, pero ella ni se inmutó —Ven acá, no voy a dejar que hagas desastres mientras estoy a cargo.
Un portazo los alertó a ambos, Maya miró al gato blanco y él la miró a ella, bastante dócil entre sus brazos. Reconoció el sonido intenso de la puerta como el clásico sonido que hacía Claudine al llegar enojada, al salir de la cocina miró a la entrada, viendo a Claudine refunfuñando entre dientes.
La rubia se quitó los tacones y lanzándolos junto a la puerta soltó con un tono que mostraba su enojo —Je suis de retour (Ya llegué).
Maya se acercó a ella, aún con el gato en brazos y le preguntó —¿Pasó algo hoy?
Ella asintió tomando aire, antes de decirle irritada —¡ME PASÓ ALGO IMPENSABLE!
Ahora estaba preocupada —¿No me quieres contar?
Su rostro se fue enrojeciendo de ira —Sabes que estoy actuando como una francesa en una obra actualmente ¿No?, estamos haciendo una puesta en escena de "Les Miserables" y se supone que soy Cosette, pero hoy, al finalizar la presentación el director me llamó para hablar conmigo, eso hice, ¿Sabes qué me dijo ese "Putain de bâtard"? (Maldito infeliz).
Tomó aire y su expresión de enojo se acrecentó —¡ME DIJO QUE ME HACE FALTA SER MÁS FRANCESA!
Maya frunció el ceño sin comprender bien —Disculpa ¿Qué?
—¡Así mismo reaccioné yo! ¡No hay forma de que me falte ser francesa! ¡Je suis français !, ¡Soy francesa!, ¡Literalmente soy francesa!
La castaña sintió al gato saltar a los brazos de Claudine y frunciendo el ceño, mientras limpiaba la sangre que casi se secaba en su brazo, le contestó —Ese idiota no sabe nada de Francia, no hay nada más francés que tú.
Ella suspiró —¿Será que ya no soy tan francesa como antes?
Maya negó con su cabeza, preguntándose cómo Claudine podía poner en duda eso, cuando de tanto hablar francés la había prácticamente obligado a aprenderlo para entenderla. Irritándose por la idea de que lo que estuviera molestándole al director no fuera Claudine, si no que estuviera invitándola a esforzarse menos para no opacar al resto, se dijo a si misma que no permitirá que nadie se metiera con la rubia.
Entonces le dijo —¡Claudine! Cuando hablan de Francia pienso en ti antes que incluso la bandera de ese país o la Torre Eiffel.
La rubia se sentó en el sofá acariciando al gato y le contestó —¡Tengo un gato blanco! ¡Incluso mi gato es francés!
Maya se sentó junto a ella —¡Desayunas, almuerzas, cenas de forma francesa!
—¡Mi nombre es francés! —estaba completamente ofendida.
La castaña le dijo —¡Eres la representación completa de Francia!
—¡Lo soy!, Mi cabello es naturalmente rubio ¡Eso es francés!
Maya sonrió para sí misma pensando en aprovechar la situación —Incluso gimes y —acercándose rápidamente le dio un beso, Claudine instintivamente reaccionó al mismo correspondiéndole, la castaña introdujo su lengua en su boca mientras acariciaba su cuello y luego subía a una de sus mejillas invitándola a más.
La rubia rompió el beso con el ceño fruncido —¿A qué vino eso?
Maya soltó una ligera risa satisfecha —Incluso besas como francesa.
Ella no pudo evitar sonreír ante el ingenio de Maya, pero su rostro cambió a preocupación al notar la cortada en su brazo, entonces le preguntó —¿Qué te pasó?
La castaña notó la cortada y le señaló al gato que estaba dormido en el regazo de Claudine —Ese rebelde me odia, hizo un desastre en la cocina y cuando intenté detenerlo me arañó, pero estoy bien, solo tengo que ir a limpiar lo que hizo.
Claudine frunció el ceño y tomando a Shiro entre brazos, mirándolo de frente le dijo —No seas así con tu mamá, sabes que Maya es molesta, pero te quiere.
El gato maulló y miró a Claudine con inocencia, ella sin soportarlo, lo abrazó.
Maya se cruzó de brazos, para luego soltar un suspiro, en definitiva, Claudine lo consentía demasiado.
La castaña se levantó del sofá, antes de ir a la cocina a limpiar el desastre.
A la mañana siguiente, Maya despertó ante el fuerte aroma a comida que llegaba desde la cocina, dándose vuelta notó que estaba sola en la cama y asumió que Claudine estaba haciendo el desayuno.
Primero cruzó de la habitación al baño a cepillarse los dientes, era su rutina diaria, porque se decía a sí misma que siempre tenía que estar preparada para un beso. Al salir del baño e ir a la cocina, vio a la rubia preparar un "omelet", para luego colocarlo junto a dos "croissants" en un plato, y luego hacer el mismo proceso con otro plato.
—Buenos días— Maya se sentó en la pequeña barra de la cocina y le preguntó —¿Tan temprano? ¿No son las seis?
Claudine le contestó animada — Bonjour, sí, hoy decidí acrecentar mi lado francés.
La castaña la miró con una ceja levantada en reproche —¿Sigues pensando en eso? No hay nada más francés que tú, mon amour (mi amor).
El teléfono de Claudine sonó y habría sido normal, de no ser porque de tono tenía la "Marsellesa" —No voy a perder ante un montón de japoneses, ¡Hoy voy a demostrar que no existe nada más francés que yo! — tomó su teléfono y se disponía a contestar, hasta que notó que era un número no registrado, así que colgó.
Maya se preguntó qué tan extremista podía ser Claudine —No es por ofender, pero creo que estás llevando esto muy lejos.
Claudine negó con su cabeza —Para nada, estoy haciendo solamente lo necesario —tomando su plato y el de Maya se dirigió al balcón del departamento, mientras añadía —Vamos a desayunar al aire libre, como los parisinos.
Con un suspiro, la castaña la siguió, haciéndose a la idea de que eso sería así el resto del día.
Las horas pasaron, Claudine estuvo hablando solamente en francés, cantando en francés y escribiéndole a sus amigas en francés, Futaba directamente le preguntó si se estaba volviendo loca, pero Claudine muy audazmente le dijo que estaba recuperando su espíritu francés, a lo que su amiga desistió de preguntar.
La noche se hizo presente, y la rubia llegó al teatro vestida con la camiseta del equipo de fútbol de Francia, además de llevar unos pantalones azules y zapatillas blancas, su clásica diadema para el cabello, ahora era de un color rojo, estaba convencida de que no había nada más francés que ella.
Solo una de sus compañeras del elenco se atrevió a decir algo al respecto, y fue bromear sobre lo metida que estaba Claudine en el papel, la rubia le sonrió amablemente.
A la hora de la presentación en vivo, el teatro estaba repleto de personas, esa noche Maya se desocupó y fue a verla en acción, porque Claudine le había prometido que sería lo más francés que haría en su vida. Como Maya trabajaba con Hikari, la invitó a acompañarla al teatro esa noche, y por consecuente, Karen estaba ahí con ellas. Aruru no había tenido la disponibilidad para acompañarlas.
La obra empezaría a las nueve de la noche, eran las ocho y cincuenta y estaba Karen ansiosa susurrándole a Maya, que estaba sentada junto a ella —¿Cuándo va a comenzar? Vi el póster de esta obra en el tren, y desde entonces quería ver a Kuro-chan actuar, hace mucho no veo a Kuro-chan en el escenario. Debe estar como pez en el agua siendo francesa.
Hikari le susurró —Debe haber sido un papel sencillo.
Maya negó con su cabeza y con su clásica elegancia, aun mirando al escenario les dijo —Ayer el director le dijo que le falta ser más francesa, se puso como loca y dijo que hoy haría lo más francés de su vida, sinceramente estoy nerviosa de que vaya a hacer algo raro en escena —bajó la mirada inquieta.
Karen soltó molesta —¡Ese director está loco! Kuro-chan es el significado de la palabra francés.
Hikari asintió —Aunque Karen está exagerando, Saijo-san es muy francesa, no hay duda de eso.
Maya les sonrió suavemente —Lo es, no tengo duda, pero supongo que como fue el director quién se lo dijo, le afectó bastante.
El telón se levantó, la obra transcurrió con normalidad hasta el clímax de la historia de romance entre Cosette y Marius, casi al final del primer acto, a dos canciones de finalizarlo.
El actor comenzó con la canción y al momento donde tenían que hacer una armonía cantó el coro:
—Kokoro wa ai ni afure te
Claudine rompió el momento respondiéndole en francés —Le cœur au bonheur
El cantante y actor quedó en blanco perdido por un momento, la música siguió sonando y Claudine siguió sosteniendo profesionalmente la canción por sí misma.
Hikari le susurró a Maya —Parece que sí hizo lo más francés que pudo.
Karen susurró emocionada —Eso fue increíble, pero me pregunto qué pasará ahora, el actor se ha quedado callado.
Maya aclaró su garganta, agradeciendo estar en un vestido negro, como parte de la etiqueta del teatro y levantándose cantó a capella —Le cœur au bonheur —No le importaba llamar la atención o pasar vergüenza si era por salvar la actuación de Claudine.
Un reflector la iluminó y recordándose a sí misma que era una actriz se dijo que tenía que hacerlo lo mejor posible, algo nerviosa tragó pesado, hasta que Hikari le pasó un micrófono, agradeciéndolo, cantó junto a Claudine, quien la miraba conmovida. Por las miradas impresionadas de la gente a su alrededor, dedujo que la reconocieron.
Cuando acabó la canción, el público se mantuvo en silencio unos segundos, Maya pensó que eso había sido malo y planeó volver a sentarse, pero Karen aplaudía eufórica, cosa que incluso los actores le siguieron, para terminar con el público completo del teatro aplaudiéndoles. Claudine le sonreía desde el escenario y la castaña no pudo evitar sentirse algo conmovida por la situación, después de todo, acababa de improvisar su actuación para apoyar a su francesa.
Cuando el escenario se oscureció, la castaña volvió a sentarse, temblando de la adrenalina en su asiento.
Hikari le dijo en un susurro —Eso fue impresionante.
Karen asentía emocionada —No importa desde cuando te conozca, eres más genial cada vez, Maya-chan, ¡Incluso tu voz de canto en francés es maravillosa!
La castaña les sonrió ligeramente, antes de respirar profundo, tratando de nivelar sus emociones, al sentirse más tranquila les dijo —Muchísimas gracias, solo estaba salvando el acto de ma Claudine —curiosa le preguntó a Hikari —¿De dónde salió el micrófono?
La pelinegra le contestó —Me lo pasó alguien del staff, tienes que devolvérselo a Saijo-san antes de irnos.
Ella asintió antes de ocultar su rostro entre sus manos saltando una risa para liberar su tensión.
Karen se rió al verla sobrecargada de emociones.
Una vez la obra finalizó, se encontraron con Claudine en el camerino.
La rubia se abrazó al cuello de Maya completamente efusiva mientras le decía —¡Lo hiciste estupendo! Pensé que él podría seguirme, pero no pudo, eres tan buena, gracias, gracias.
Karen reía ante la escena. Mientras Hikari miraba el espejo del camerino y todo el maquillaje que en él había, distraída.
La castaña le respondió avergonzada —Solo quise ayudarte, en cualquier caso, no hagas eso otra vez, no sin avisarle a tu compañero.
Ella se rió culpable —Pensé que él podría, pero no es tan francés como yo. Incluso el director se tragó sus palabras y me dijo que ese canto en francés fue más brillante que todo lo que había imaginado para esta obra, ¡No hay nadie más francés que SAIJO CLAUDINE! —Soltó orgullosa.
Karen las interrumpió —Ahora son "trending" en redes, incluso hay un vídeo de ese momento, supongo que no las van a olvidar en algo de tiempo.
Hikari que había escuchado a Karen les dijo —Vaya, publicidad gratuita, aprovéchenla.
Maya sintió otro abrazo de Claudine y sin poder evitarlo, la abrazó de vuelta, susurrándole al oído — Je t'aime, ma Claudine.
Ella rió, aún emocionada — je sais (Lo sé), ma Maya.
Maya tomó su rostro entre sus manos mirándola a los ojos, sonriendo sin poder evitarlo, ante la euforia que mostraban los de la rubia y acercándose lentamente la invitó a acercarse, Claudine avanzó un poco, hasta que Maya unió sus labios a los suyos, el beso estaba cargado de pasión, ambas suponían que era a causa de la adrenalina y la emoción que sentían en ese momento. Al separarse se miraron a los ojos, sonriéndose, antes de apartarse.
Karen rompió el ambiente riéndose sonrojada —Vaya, eso fue intenso.
Hikari que les estaba dando la espalda, mirando su teléfono, le dijo —Bakaren.
Claudine se avergonzó y ruborizándose fue en dirección a la castaña más baja —Te voy a matar, Karen.
Ella corrió por el camerino —¡No por favor! ¡Ustedes son quiénes hacían eso frente a sus amigas!
— IDIOT, TAIS-TOI (Idiota, cállate) ¡Te voy a guillotinar! — le lanzó un cepillo, el cual Karen fácilmente esquivó mientras reía divertida.
Karen soltó en broma mientras huía —¡Ves! ¡Eres la definición de Francia!
Maya sonrió para sí misma, avergonzada también, y le preguntó a Hikari —¿Debería acostumbrarme?
Ella asintió —Si las reunimos muy seguido, posiblemente suceda mucho.
Maya suspiró, mirando a Claudine correr tras Karen y se dijo a si misma que le encantaba esa francesa, la sacaba de su zona de confort con facilidad y era tan linda que no le importaría ir a la guerra sin fuera por ella. Su francesa, solo pudo pensar «ma Claudine».
Primero que nada buenas tardes, en esta ocasión no soy Eri, soy Nick, su editor, aunque antes me ponía como Zero, sigo siendo yo.
Mi razón de estar aquí es que Eri está muy concentrada y dedicándose de lleno en el siguiente fic (el cual en mi opinión está muy interesante), así que me estoy encargándome de publicar para que no se vuelva loca con las plataformas.
Personalmente, me fue muy divertido leer la reacción de Claudine en More French, ¿Cómo le van a decir eso a ella? ¿Qué sigue? ¿Pedirle a Hikari ser más inglesa?
Pasando al HiKaren, me encanta ese ship y es purificador de almas verlas juntas.
Sobre The First Time, el como responde Nana el teléfono de Junna me encantó.
Contestando...
Ninja Britten: Así son, Tamao las aniquiló con su remate final. Kyoko y Sayaka sí se llevaban bien así jajajaj, eran buen dúo.
Vienen más buenas historias.
SilentDrago: Los japoneses son muy enfermos y el mundo de las idols tiene gente muy oscura que los sigue, pero tal y como dijo Ichie, también hay gente buena y genera lindos sentimientos.
Primero vamos a terminar con las historias que ya estaban planeadas antes de seguir con otro tipo de cosas, realmente esperamos que sean disfrutables.
Agradecimiento especial a todo el Team Starlight por ayudar con esta historia como siempre, espero que nos veamos pronto, se despide Nick.
¡GRACIAS POR LEER!
