Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.
Capítulo 2
— ¡Tío Ewwi! —Lili gritó emocionada como si hubiera visto al mismo Santa Claus en persona.
Salió de mis brazos y corrió hacia Edward quien rápidamente la sostuvo con él y la llenó de besos.
— ¿Por qué quieres quitarme a la niña? —Increpé sin ocultar mi enfado.
No. No me respondió, se dio el lujo de ignorarme. Caminó con esa gallardía muy característica de él, así de esa forma se sentó encima del escritorio y empezó a platicar con Lili puesta en su regazo.
Cabrón, arrogante.
— Hola, preciosa —le dijo con una voz diferente y llena de ternura— ¿qué has hecho hoy?
Lili empezó a rascarse la cabeza y sutilmente encogió sus pequeños hombros.
— Jugo con tía Bella.
Claramente el vocabulario de Lili no era el más extenso. En estas semanas había descubierto que le costaba pronunciar algunas palabras y realmente no tenía idea si era normal.
La única referencia que tenía era que mi madre siempre mencionó que yo fui parlanchina desde muy pequeña y que solía repetir cada palabra que escuchaba. Tal como una grabadora.
¿Qué sabía yo de la educación de mi sobrina? Lo único que supe fue que ella estaba en la guardería cuando todo pasó. Y hasta ahora me seguía preguntando: ¿por qué Esme no me lo dijo?
Dios. Eran tantas dudas amontonadas en mi cabeza, tanto misterio y no comprendía el porqué.
— ¿Qué prefieres… comida china o italiana?
Preguntó como si Lili supiera de gastronomía. Rodé los ojos y me incorporé al tiempo que sacudía mi trasero y me deshacía del polvo en mis cortos pantaloncillos de mezclilla. Eran color blancos y precisamente ya no lucían tan limpios.
— ¡Papas fridas! —anunció Lili entre aplausos.
— No, mejor algo nutritivo, cariño —le dijo.
— Bombón, quiere papas fritas, ¿es tan difícil comprender?
Por primera vez esos hermosos ojos verdes se posaron fijamente en mí. Me vio de mala gana pero antes me recorrió con una mirada lujuriosa.
Cretino, sinvergüenza.
— ¿Por qué no te vas? Es mi tiempo con mi sobrina.
— Mire, señor Cullen —soporté mi risa ante su semblante encabronado—. No quiero ser grosera, porque a mí me enseñaron a respetar mis mayores y usted ya está grande para ponerme a discutir de tú a tú.
— No me iré porque Lili es mi sobrina —continué—. Además, le hice una pregunta: ¿por qué quiere quitarme a Bombón?
Volvió a dejar cortos besos en el rostro de la niña y luego me miró.
— Tener treinta y un años no me hace viejo.
— Mmm… —fruncí los labios mientras mordía mi lengua. Debía callarme, pero no pude—. Pues usted ya usaba su mano para jugar y yo andaba en pañales.
Listo. Lo había dicho y no me arrepentía.
Él bufó de forma exagerada.
— No dejaré a mi sobrina con una loca.
— ¿Disculpa? Ni siquiera me conoces.
— Estas semanas que hemos coincidido han sido suficientes para conocerte. Créeme que no te dejaré a la niña y es mi última palabra —se encaminó a la puerta con Bombón en sus brazos, por supuesto que lo seguí.
— ¡Tengo los mismos derechos que usted! —Grité, empujando mi índice en su espalda. Bien podría meterle una buena zancada, sin embargo recordé las cámaras y contra todo pronóstico dije—: Yo aún te amo y quiero intentarlo.
Edward volteó lentamente; su rostro era de absoluta confusión y sus ojos parecían desorbitados al mirarme.
Probablemente creía que sí estaba mentalmente desequilibrada. Y podía tener razón, nunca he sido la más cuerda de la familia. No obstante recurriría a todo por mi sobrina.
Justamente se me acababa de ocurrir la peor idea de todas las que se me han ocurrido en la vida. ¿Qué puede salir mal?
— ¿Estás bajo medicamentos?
Rodé los ojos.
— Edward… —Fue raro mencionar su nombre de forma sensual y atrevida, sobre todo cuando pasé la punta de mi dedo por su camisa blanca tocando cada botón y acercándome más a su cuerpo, lo miré bajo mis pestañas y le sonreí coquetamente— quédate conmigo esta noche.
— ¡Síí! —Gritó Lili mientras aplaudía emocionada.
Edward se había quedado pasmado y sin palabras.
Dios. El hombre era lento y no sabía captar a la primera.
Le di un guiño. Tendría que contarle mi plan.
— Señor Cullen —interrumpió la señora Cope— estamos por irnos al parque, ¿quiere acompañarnos?
Miré a la señora Cope y me di cuenta que la anciana estaba encandilada con el fanfarrón.
¡Ja!
Caminé los setecientos treinta y tres pasos de la oficina al parque, fue tedioso. Pero mientras contaba cada paso mi idea iba tomando forma, solo era cuestión que la señora Cope estuviera de acuerdo y nos ayudara.
Nos sentamos en una de las bancas bajo los grandes árboles viendo a Edward vestido tan correctamente formal jugando con Lili a las escondidillas.
No estaba tan mal. Es decir, no tenía cuerpo de hombre atlético lleno de bolas por todos lados, no. Él era alto y delgado, no tenía un culo respingón, pero no le hacía falta, lucía bien con esos pantalones de vestir.
Bueno, suponía que debía verse bien porque todas las féminas y uno que otro caballero no lo perdían de vista. No lograba entender qué le veían.
— Iré a comprar las hamburguesas —Edward anunció, su rostro se había vuelto enrojecido por el clima cálido de la ciudad. Fue cuando pude percatarme que una gota de sudor recorría su vena resaltada de la frente. Mmm, se veía apetitoso, así todo sudado—. Bombón, irá conmigo.
Miré que cuando se dio la vuelta. Y sí, mis pupilas disfrutaron comerlo con la mirada, sin embargo no era la única, pues la señora Cope no dejaba de verlo.
— ¿Crees que si me caso todo sería más fácil? —pregunté.
La señora Cope volvió a verme. Tenía su boca abierta y podía ver las muelas picadas que tenía. Eran cuatro en total.
— ¿De qué estás hablando, Bella?
— Lili es mi única familia. No tengo más; papá nos abandonó apenas se le complicó la vida con el gasto de mis pañales, desde entonces solo fuimos mamá, Esme y yo. Y ya te conté lo que pasó cuando sucedió el deceso de Renée.
— Te entiendo y créeme que quisiera ayudarte, pero sinceramente…
Llevé mi mano a su antebrazo para que me permitiera hablar.
— Me dijiste que tienes más de veinticinco años siendo trabajadora social y que estás pensando jubilarse este año. Que quieres disfrutas de la compañía de tus gatos y viajar, ¿correcto?
— Sí, así es.
— Entonces, ¿por qué no me ayudas?
— Lo estoy haciendo, Bella.
— No me estás entendiendo —dije—. Quiero que con tus influencias, alteres los documentos y me entregues a Lili.
— ¡¿Qué!? Yo nunca he hecho nada así. Nunca.
— ¿Crees que soy mala? He comido en tu mesa y dormido en tu casa, ¿desconfías de mí?
— No, claro que no, no eres mala, simplemente…
— Sé que tampoco es muy ético que me hayas dado un espacio en tu casa para pasar estas semanas tan difíciles que he vivido. Si lo hiciste, es qué algo te provocó, aunque sea lástima.
La señora Cope bajó su mirada, apenada.
— Por favor. Te pido que me ayudes, guíame… —le di un apretón a su brazo— dime qué pasos seguir y yo lo hago.
— Eso es ilegal, Bella. No puedo ir en contra del sistema. El estado de Arizona tiene sus reglas de protección a menores y es difícil burlar.
Acerqué mi rostro al de ella poniéndola nerviosa.
— Tenía dieciséis años cuando inventé mis propias reglas —le expliqué— sé cuán podrido está el mundo, así como también percibo lo extraño de todo lo que ocurrió. No dejaré a Lili con nadie y si no me la dan soy capaz de sustraerla de quien sea.
— No serías capaz. Pueden enviarte a la cárcel.
— ¿Quieres saber de lo que soy capaz? —la reté.
Sus hombros se hundieron. Ella sacudió la cabeza y acomodó sus anteojos antes de bajar su mirada.
No me rendiría.
.
Una semana después y no había dejado de insistir cada día con la señora Cope. Seguía apelando a su buen corazón y algo muy dentro me decía que estaba a punto de lograr mi objetivo.
Mientras tanto cada tarde íbamos al mismo parque e invitamos al fanfarrón con nosotras. En mi cabeza mi plan estaba trazado y si Edward me hubiera dado oportunidad le hubiese aclarado cada punto, pero no, él se hacía el interesante y apenas terminaba nuestro horario de visita se desaparecía.
Suspiré y me quedé mirándole.
Era fanfarrón, no podía ocultar que era parte de su personalidad, aunque también era bueno. Al menos con Bombón era el mejor tío que ella pudiera tener.
La tenía sobre sus hombros mientras corría con ella encima. Seguía teniendo cero sentido de la moda y usaba ropa de traje para venir al parque. Era un caso perdido.
— No me has dicho qué has pensado de mi propuesta —dije sin quitar mis ojos del trasero de Edward.
La señora Cope pasó una mano frente a mis ojos para que le pusiera atención.
— No vas a rendirte, verdad.
— No dejaré a mi sobrina con nadie.
Me dio una triste sonrisa que logró preocuparme.
— Es muy probable que Lili sea adoptada.
— ¿Por quién? —Quise saber.
— No puedo revelar información confidencial.
— ¿Es Edward?
Ella negó.
— ¿Entonces? —inquirí asustada.
— Si me traes un certificado de matrimonio podemos hacerlo —susurró sin mirarme.
Mi corazón dio un vuelco y quise llorar.
— ¿Lo dices en serio?
— Al diablo el sistema —murmuró con sus ojos brillosos—. En todos estos años he visto tantas injusticias que no soportaré otra más. Te ayudaré.
Grité fuertemente antes de echarme a sus brazos.
Sonreí ampliamente, pero ella no me vio.
Edward venía caminando de la mano de Lili, bebía un poco de agua de una botella de plástico.
Corrí a alcanzarlos y me detuve frente a los dos, mirándolos con una sonrisa.
— Cásate conmigo, Edward.
Edward escupió el agua sobre mi rostro apenas me escuchó.
Seguramente estaba emocionado.
Sí, eso debía ser.
Estoy tan emocionada por la aceptación de la historia. Les agradezco tanto no dejarme solita, es realmente increíble que sigan conmigo y que muchas lectoras más decidan darle una oportunidad. Les cuento que el siguiente capítulo es bajo la perspectiva de Edward. Por favor, díganme sus comentarios.
Recuerden que participo en martes de adelantos en el grupo de Élite Fanfiction y para quienes gusten ver imágenes alusivas respecto a cada capítulo pueden unirse a mi grupo de Facebook, el link está en mi perfil.
También estoy escribiendo una historia de drama por si gustan leer Los monstruos también se enamoran 😈 esta siendo actualizada junto a Bombón.
Aquí los nombres de quienes amablemente comentaron el capítulo anterior: NaNYs SANZ, Daniela Masen, Adriana Molina, arrobale, Patty, Claryflynn98, Diannita Robles, IngiTrafford, Adriu, Jane Bells, PaolaValencia, Lore562, miop, Pepita GY, Isis Janet, ALBANIDIA, patito feo, Maribel 1925, Lizzye Masen, Jade HSos, Dulce Carolina, Car Cullen Stewart Pattinson, NarMaVeg, aliceforever85, Veronica, Peerla Salvatore Swan, Flor Mcarty, terewee, Cassandra Cantu, Torrespera172, jupy, Tata XOXO, Smedina, Lily, Cary, dery 05, Gigi, nydiac10, Wenday14, Lizdayanna, cocoa blizzard, saraipineda44, bellaliz, mrs puff, NarMaVeg, Elizabeth Marie Cullen, Gabi Huesca Mdz, Noriitha, Antonella Masen, Liz Barraza, rociolujan, Adriana Ruiz, Mapi13, Ale Stewart, Lili Cullen-Swan, Gabby352, Cinthyvillalobo.
¡Gracias totales por leer!🍭
