Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.

Capítulo 8

James soltó la carcajada.

No entendí su risa escandalosa cuando le dije que la cabeza aún me dolía. Victoria en cambio fue discreta y disimuló su risa tras una tos.

Eran los peores amigos que pude conseguir.

— No puedes negar que Bella le ha traído alegría a tu vida —aseguró Victoria— su personalidad es genial, aunque ahora me odie.

— Ella no te odia, no hay razón —dije.

La pelirroja suspiró viendo a James con una mirada de cariño.

— Bella está celosa de mí —articuló ella— su mirada lo dice todo, no me soporta. Tal vez le gustas y no me quiere cerca de ti.

Reí.

— No puedo gustarle —repliqué— Bella lo que realmente quiere es acabar con mi paciencia.

— No importa, hermano —opinó James—. Bella seguramente será conquistada por alguien más, no usa anillo matrimonial —encogió sus amplios hombros viéndose inocente, pero hablador— cualquier cosa puede ocurrir. Quizá un día se enamore y decida dejarte a Bombón para tener sus propios hijos.

La sola idea de pensar que Bella algún día se iría, me incomodó.

Tal vez en el fondo me gustaba demasiado su compañía; es que no podía negar que era agradable llegar a casa y tener un plato de comida caliente.

— ¡Esperen! —gritó Victoria— Bella acaba de subir un nuevo tiktok.

Me acerqué para ver la pantalla del móvil. De inmediato sonreí al verla: Bella estaba preparando un desayuno infantil y las preguntas no se hicieron esperar en los comentarios: si ella en realidad tenía una hija.

James y Victoria cruzaron miradas antes de verme a mí.

— ¡¿Qué?! —inquirí ansioso.

— Es evidente que sus seguidores quieren saber qué sucede con ella —me explicó Victoria— le están haciendo cuestionamientos del porqué no vive en California, la están orillando a que diga la verdad respecto a si tiene una hija y está casada.

— Llegará un momento que Bella tendrá qué hablar con sus seguidores —dijo James— aunque parece que tu esposa no tiene pensado hacerlo.

No tenía idea qué tan malo era que Bella dijera la verdad y seguía preguntándome por qué demonios me sentía tan incómodo al darme cuenta que ella no decía que estaba casada.

Yo no podía estar celoso, ¿o sí?


— Tía Bella, quiero hacer un vídeo como tú.

Veníamos caminando del supermercado. Bombón llevaba más de la hora insistiendo en que la grabara.

Suspiré.

Aproveché el pequeño parque antes de llegar al edificio, dejé las bolsas con comida sobre el pasto y le dediqué unos minutos. Me quedé impresionada cuando Lili se subió sobre la banca, tumbada sobre su estómago empezó a sonreír para la cámara de forma natural.

Las dos coletas altas le hacían lucir muy tierna. No importaba que estuvieran mal hechas, quizá necesitaba practicar más en su cabello, podía ser que uno de estos días se las dejara perfectas, por lo pronto una siempre tenía más cabello que otra y también su altura era desigual. Igual Lili se miraba preciosa.

— Le enviaremos el video a tío Ewwi, ¿de acuerdo?

Ella rápidamente bajó de la banca y empezó a saltar.

Reí. Le envié el video a Edward y sujeté la mano de mi sobrina para seguir caminando.

Apenas entramos al apartamento y me dispuse a cocinar: prepararía salmón con espárragos y patatas al horno.

— Bombón —la llamé—. Cariño, juega donde yo pueda verte.

Lili apareció frente a mí sentándose en el piso, empezó a colorear su libro de dibujo, sin ponerme el mínimo de atención.

Aproveché para hacerle una llamada a Alice.

Vaya, aún me recuerdas.

— Te extraño. Me haces mucha falta.

¿Crees que el gruñón de tu esposo se enoje si voy a verte?

— Alice, ven urgentemente o me volveré loca. Hay mucho qué organizar.

De pronto no escuché más y supuse que Alice se había distraído, ella fácilmente olvidaba lo que hacía.

»Alice, concéntrate —pedí.

Ah, sí. Solo estaba leyend;, tus seguidores insisten en saber si estás casada, ¿qué harás?

— Nada. Mantendré mi vida privada solo para mí, no quiero involucrar a Edward y menos a Lili.

Alice soltó un resoplido.

— Mami nunca cocinaba, no le gustaba.

Volteé a mirar a Lili. Ella acaba de hablar de Esme y era la primera vez que lo hacía luego de varias semanas estando conmigo.

Me acuclillé frente a ella y acaricié su dulce rostro.

Sin darme cuenta había finalizado la llamada de Alice y no me despedí.

— ¿Qué hacías con mamá? ¿veían televisión? ¿bailaban? ¿cantaban?

Estaba intentando conocer más sobre la vida de mi hermana mediante la memoria de mi sobrina, me sentía en confianza para hacerlo.

Lili sacudió la cabeza y volvió a colorear de verde el árbol, eran unas rayas bastante marcadas y desordenadas.

— No —murmuró sin verme y sin dejar de colorear.

— ¿Te llevaban al parque?

Levantó su mirada mostrándome sus grandes ojos cafés, se quedó pensativa y negó.

— Nunca fui al paque —ella respondió con su vocabulario—. A mí me gusta correr en el paque, tía.

Le sonreí. Aunque por dentro estaba sorprendida, era un poco extraño que mi hermana no disfrutara de su única hija.

— ¿Y papá? ¿Cómo era él?

Lili se sentó e hizo su libro a un lado, se veía dudosa. Luego encogió sus hombros sin dejar de mirarme.

— Papi le pegó a mami —ella inocentemente golpeó su mejilla con su mano en una dramatización que me dejó sin palabras.

La abracé. La envolví en mis brazos intentando que olvidara lo que había dicho.

Mi corazón estaba latiendo tan deprisa que podía sentirle retumbar en mis oídos. Eso me inquietó.

No sabía cómo procesar las palabras de Lili. No quería imaginar que mi hermana estuviera sufriendo de violencia doméstica y no hubiera hecho nada.

Es que Carlisle no podía ser ese tipo sin escrúpulos.

Me negaba a creer que la vida de mi sobrina fuera un misterio.

.

Por la noche después de la cena y de dormir a Lili. Edward y yo seguimos hablando del mismo tema.

Sentados en el mismo sofá, abracé mis piernas apoyando el mentón en las rodillas.

— Me niego a creer que mi hermano era un golpeador —murmuró Edward con su mirada pérdida en algún punto de la pared.

— ¡Lili no tiene por qué mentir!

— Baja la voz —susurró—, despertarás a la niña.

Sacudí la cabeza, sin dejar de aticular lo que me diera la gana:

— ¡No los conocíamos, Edward! No puedes asegurar algo que no sabes.

Edward llevó las manos a su pelo. Se veía desesperado al igual que decepcionado.

— Carlisle no puede ser así —musitó— no lo acepto.

— Quizás fue solo una discusión, en realidad no quise indagar más con la niña. Prefiero que su psicóloga se encargué de ello —le expliqué nuevamente.

Edward volteó a mirarme.

— Nada justifica un golpe y menos si es de un hombre hacia una mujer.

— Ustedes son… —dudé— al menos tú siempre quieres imponer tu voluntad y empleas tu fuerza para conseguirlo.

Él rodó los ojos.

— No hay comparación —dijo— jamás me atrevería a lastimarte.

— No sé, Edward. No te creo.

Se incorporó de inmediato. Lo había ofendido al compararlo con su hermano, no sabíamos en realidad nada, solo eran meras suposiciones mías.

Me puse de pie y quise tocar su brazo, sin embargo solo me quedé ahí sin hacer ningún movimiento.

— ¿Cómo puedes creer algo tan bajo de mí? —increpó al mirarme.

— No te conozco.

Él resopló.

— Entonces, no asumas nada sin antes conocerme.

— No estoy interesada en conocerte.

— Guarda tus opiniones, Bella.

— ¡No tengo por qué callarme!

— Me exasperas. Estamos hablando de un tema sumamente delicado y siempre tienes que salir a la defensiva, ¿no puedes simplemente escuchar?

— ¡No! Nunca me quedaré callada.

Edward estaba a escasos centímetros de mí. Pero su postura no era retadora como siempre estaba. No, ahora solo estaba mirando mis labios y eso me ponía nerviosa.

»Deja de verme así —murmuré.

— ¿Así cómo?

— Así con esos ojotes.

Él sonrío siendo un fanfarrón presumido.

— ¿Por qué gritan?

Escuchamos que Lili preguntó. Se había despertado y sus pequeños pasos se escuchaban más cerca.

Ambos nos pusimos nerviosos. No supimos cómo reaccionar y fue que Edward me sostuvo entre sus brazos.

Nos miramos un par de segundos antes de que su boca besara la mía.

Cerré los ojos al instante, me puse de puntillas y mis manos fueron directo a sus hombros.

— Oh…

Abrí un ojo y pude ver que Bombón había llevado sus pequeñas manos a sus ojos para no mirarnos.

Entonces yo sin pensar me dejé llevar por el delicioso sabor de la boca de Edward, me aferré a su cuello.

No quería que dejara de besarme nunca.


Empezaremos con un poco de drama y vendrán nuevos personajes. Estoy muy agradecida con todo su interés mostrado. ¿Opiniones?

*Recueden que la siguiente semana serán actualizaciones de LMTSE.

Para quienes gusten ver el video que Bella le envía a Edward de Bombón, lo dejaré en mi grupo de Facebook: link en el perfil.

Aquí los nombres de quienes amablemente comentaron el capítulo anterior: Gigi, patito feo, dreamsaroundTheWorld, Kasslpz, NaNYs SANZ, Cassandra Cantu, Pepita GY, Cary, Lizzye Masen, jupy, Diannita Robles, Elizabeth Marie Cullen, Lizdayanna, Claryflynn98, PaolaValencia, Mapi - pili, ALBANIDIA, aliceforever85, Ale Stewart, Rosemarie28, marisolpattinson, Lily, Daniela Masen, Dulce Carolina, francicullen, Tata XOXO, cleme1765, Torrespera172, Antonella Masen, cocoa blizzard, Gabby352, Flor Mcarty, Veronica, Sanveronica, Adriana Ruiz, EriCastelo, NarMaVeg, Cinthyvillalobo, sandy56, Noriitha, Edbell mansen, Adriu, Wenday14, Peerla Salvatore Swan, saraipineda44, rociolujan, valentinadelafuente, mrs puff, Lili Cullen-Swan.

¡Gracias totales por leer!🍭