¿Enviar un email a Sting…? Ni loca.

Sería una tontería y la poca dignidad que había reconstruido desde los vergonzosos hechos durante los últimos años tras mucho esfuerzo, se haría trizas en un abrir y cerrar de ojos. Ni siquiera se rompería en fragmentos pequeños. No, serían tan diminutos como partículas de aire.

Enviarle un correo a ese tipo era tocar fondo, lo sabía. No era tan estúpida…

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Para: .hoteucliffe

De: lu_kittycat_heart

(No la culpen, estaba en segundo de secundaria y era su primer correo electrónico y sigue sin cambiarlo)

Asunto: ¿Estás libre esta noche?

"Estoy aburrida y pese a que eres la última opción en mi lista, decidí buscarte a ti. Estás de suerte."

De hecho, no era la "última" opción en su lista, era la única. También se contuvo de escribir el adjetivo "perro sarnoso" después del "estás de suerte". Lo envió rápido y con los ojos cerrados, lo hizo así porque pensó en arrepentirse y al final no hacer nada, como ya lo estaba sintiendo y pensando a solo un segundo de que la palabra "Enviado" apareciera en la parte inferior de su pantalla. Y como era típico del sujeto en cuestión, recién había guardado su celular en el bolsillo trasero, cuando sintió la vibración del mismo. Ya tenía su respuesta:

Para: lu_kittycat_heart

De: .hoteucliffe

Re: ¿Estás libre?

"Para ti siempre lo estaré, Kitty Cat, pero si tanto deseas mi gran pene de nuevo, sólo debes decirlo. No es necesario que mientas y digas que era el último en tu lista cuando soy el único."

Sintió que el color se le subió a la cara mientras aún leía la respuesta en la pantalla. Había sido descubierta y eso dañó su orgullo, aún más de lo que ya lo estaba haciendo ella misma al escribirle a la rata de alcantarilla con peste negra que representaba Sting Eucliffe. Rápidamente, se dispuso a contestar como si lo tuviera de frente y discutieran cara a cara.

Para: .hoteucliffe

De: lu_kittycat_heart

Re: Re: ¿Estás libre?

"No mentía"

Podía imaginar a la cucaracha reírse de su respuesta, porque tardó en responder. Si lo hubiera tenido en persona, le hubiera escupido en la cara, también le gritaría que lo olvidara y que se fuera al carajo. Si, además, hubieran estado solos, le hubiera levantado el dedo de en medio. Pensaba en ello cuando recibió el email final y decisivo:

Para: lu_kittycat_heart

De: .hoteucliffe

Re: Re: Re: ¿Estás libre?

"Te veo en una hora en el hotel de siempre…"

Suspiró sonoramente, se mordió el labio inferior y apretó discretamente las piernas. Ya sabía a qué atenerse y su cuerpo reaccionaba desde ese momento. No iba a negarlo, ya llevaba un buen rato sin una larga sesión de sexo y la idea le gustaba bastante, el único "pero" es que de nuevo era ese sujeto.

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一¡Oye, Lu! 一la llamó Mira.

Se encontraban ya en la salida empleados, con las luces apagadas y los seguros puestos. En el reloj daban las nueve y media de la noche y todo mundo se preparaba para irse. Lucy, sin decir una sola palabra, se colocó rápidamente su largo abrigo beige, tomó su bolsa y se disponía a emprender rápidamente la huída.

No era que le preocupara llegar tarde y hacer esperar a esa pulga de trasero de perro, pero le causaba ansiedad pensar en que alguien podría descubrir lo que planeaba hacer… Sobre todo, alguien que específicamente no tenía que saber lo que acontecería en unos momentos, era Mirajane, quien ya la alcanzaba con una afelpada chamarra y un lindo gorro tejido con dos pompones que simulaban ser orejas de osito.

一¿Te vas a casa? 一le preguntó al detenerse junto a ella.

一S-sí… 一asintió tímida一 ¡Como siempre hago!

一Es que…

一¡N-no es como que vaya a ningún otro lugar, c-claro! 一alzó la voz nerviosamente, se había puesto ansiosa y ya se había puesto a reír como tonta.

一Por supuesto… 一Mirajane frunció las cejas extrañada y un tanto divertida一 Voy a ir con Sorano y Yukino, ya sabes, las hermanas Auguria 一eran las chicas que habían hecho el inventario y que apenas pasaban los dieciocho años (aunque lucían mayores, incluso más que la misma Lucy), quienes habían compartido turno con ellas一. Iremos por unos tragos y luego a bailar, es viernes y aún es temprano, así que me preguntaba si querías ir…

一Qué linda de tu parte, Mira, pero…

一¡Antes de que me digas que no…! Ya sé que no estás interesada en este tipo de cosas, pero creo que podrías venir y tratar de divertirte con nosotras un poco… Pienso que te haría bien relajarte.

一¡Es qué…!

一¡Y puede que hasta conozcas a un chico lindo! Es decir, no te aseguro que encuentres al amor de tu vida pero sí alguien atractivo con quien pasar una buen rato en el baño del bar…

一Yo no… 一suspiró. Mirajane la estaba viendo con su mirada de persuasión, cuando eso pasaba, era muy difícil no hacer lo que su amiga quería. Si necesitaba librarse de ella, tendría que decir la verdad, al menos a medias一 Mira, ese es precisamente el motivo por el que no puedo ir contigo…

Los ojos de su amiga se abrieron hasta casi desorbitarse de sus cuencas y la misma Lucy tuvo que taparle la boca para acallar el grito que escapó de su garganta.

一¡Shhh! 一siseó一 Ya sabes que me gusta ser discreta 一Mira asintió y prometió guardar silencio. Cuando la soltó, una gran sonrisa atravesó los labios de su compañera de trabajo.

一¡¿Quién es?! ¡Tienes que contármelo todo…!

一Sólo es algo casual, entraría en detalles pero ya voy tarde… Tú entiendes…

一¡Claro, claro! 一asintió一 ¡Te enviaré un correo mañana temprano! Si es que ya despertaste, por supuesto… 一rió一 Me alegra que te des esta oportunidad 一admitió一, cualquier chico es mejor que el cerdo apestoso de Sting Eucliffe…

Lucy sintió la pedrada justo en la nuca y, de ser literal, ya estaría sangrando por el tamaño de la piedra.

一Diviértete, nena 一le guiñó el ojo y salió corriendo con las hermanas Auguria.

Se viró nuevamente para despedirse efusivamente, ahora agitando la mano. Lucy dio una sonrisa culpable y correspondió el gesto. Tragó saliva.

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Una vez delante del hotel, se puso a pensar en que hasta Mirajane sabía que era mala idea.

Pero cuando menos se dio cuenta, ya estaba en la recepción colgada del brazo de aquel tipo.

Pero cuando menos se dio cuenta, ya iba subiendo por las escaleras de aquel motel barato mientras aquel cerdo le tomaba por la cintura.

Tragó saliva.

Hasta Mira sabía que era mala idea.