Hola a todos, después de mucho pensar (en realidad no fue mucho) tomé la decisión de hacer los one – shot de todos aquellos eventos que se quedaron cortos en ¿De quién es el bebé?

¿Qué van a encontrar aquí?

Encontrarán algunas historias de lo que se habló en el fic, tales como: el primer beso de Saori y Shun, la misión en Alemania de Aioria y Milo y por ahora, la declaración de Saga a Afrodita entre otros.

Cada historia es independiente, pero todas del mismo universo de ¿De quién es el bebé? Por lo tanto algunas serán muy cortas a comparación de otras. Así mismo, los capítulos no tienen un orden específico y serán publicados según se me vayan ocurriendo


Para disfrutar mejor de este episodio se recomienda leer, los capítulos: 8. Malos Padres y 16. Galletas de ¿De quién es el bebé? No es un requisito, pero la historia quedará más clara.


1. De cómo Saga se le declaró a Afrodita

Santuario

El fuego ardía con vehemencia. Alrededor de la fogata seis santos de la orden más alta se encontraban reunidos y contando anécdotas para suavizar el ambiente de un día rutinario en el Santuario. Todos habían cumplido a cabalidad con sus funciones. Ahora después de largas tareas y duro trabajo, los santos dorados tomaban un descanso.

Los guardianes de las constelaciones de Capricornio, Piscis, Géminis, Cáncer y Sagitario, disfrutaban del fuego entretenidos añorando tiempos más tranquilos.

—¿Quieren escuchar una historia de terror? —preguntó Máscara de la Muerte

—No. La última vez tuve muchas pesadillas —acotó Sagitario

—Pero si las historias de Cáncer no dan miedo —comentó Kanon

—Pues a mí me asustaron

—Eres un cobarde Sagitario —presumió Saga

—Yo tengo una mejor idea. Confesemos algún secreto

Todos guardaron silencio ante las palabras del gemelo menor y se miraron unos a otros, no estaban muy seguros de revelar secretos en esos momentos.

—Vamos no sean cobardes —alentó Kanon

—Empieza tú. —Pidió Afrodita. Él no diría nada si no valía la pena

—Que empiece otro

—Vamos Kanon. Fuiste tú el de la idea —ironizó Saga. Kanon tragó saliva

—Está bien, pero no les va a gustar. Por lo menos a Aioros no. —El aludido miró confundido a todos—. ¿Recuerdan a la niña bonita del pueblo?

Todos aguardaron por más información, había muchas niñas bonitas en el pueblo.

—La de rizos castaños, ojos azules. De hermosa figura. Dyna —acotó Kanon, acto seguido todos dejaron salir un 'ah'—. Ella y yo…ya saben

—¿Que? —preguntó Shura

—Estuvimos juntos.

Un nuevo 'ah' se dejó escuchar. Aioros fue el último en entender.

—¿Dormiste con Dyna? —Sagitario se levantó de inmediato—. Ella era mi amor

—¿Es tu novia? —preguntó Kanon. Aioros negó—. ¿Tienes algo con ella? —Nuevamente hubo negación—. ¿Entonces cuál es el problema?

—Que Aioros lleva enamorado de ella hace mucho tiempo —explicó Saga

—Lo siento amigo. —La mirada cínica del menor de los gemelos no convenció a ninguno—. Fue sin querer

—¿Cómo fue que pasó?

—Oh, Shura te gustará la historia. Su padre me pidió ayudarle con unas cajas, nos dejó solos en la casa. Ella sola, yo solo, la casa sola. Soledad madre de todos los errores y ya saben

—Te odio Kanon —resopló Sagitario tomando asiento de brazos cruzados—. Eres un mal amigo

—Oye amigo, creí que solo te gustaba, no que estabas enamorado de ella

—Eso no disminuye la traición hermano

—Ay Aioros, ella y yo no quedamos en nada. Puedes ir a conquistarla cuando quieras. ¿Quién sigue? Tú arquero cuéntanos algo. —Sagitario no tenía ganas de hablar—. ¿Saga?

El aludido tomó una gran bocanada de aire:

—Está bien les contaré un secreto que eh estado guardando hace mucho tiempo

Todos esperaron impacientemente. Descubrir algo de Saga era divertido:

—Soy gay —Soltó rápidamente y miró a los ojos de sus compañeros, después de un largo silencio todos empezaron a reír—. ¿Qué les pasa?

—Ay hermano, no juegues con eso. Vamos, cuéntanos tu secreto. Algo que valga la pena

—Pero les estoy diciendo la verdad. Soy gay —dijo enojado el mayor de los gemelos

Nuevamente todos estallaron en grandes carcajadas. Saga se cruzó de brazos molesto.

—¿Ahora tú Afrodita? —Kanon se acercó a Piscis y lo rodeó con sus brazos—. ¿Vas a salir del closet hoy? Es tu turno

—¡Yo no soy gay!

El doceavo guardia se alejó del abrazo de Kanon y los miró a todos completamente enojado.

—Eso no te lo cree nadie Afrodita de Piscis. —Tomó la palabra Shura—. Tu nombre, tu rostro, tus ademanes, todo indica que sí eres

—¡No soy gay!

—Vamos Dita. —Ángelo le miró a los ojos—. Somos amigos, dinos la verdad

—¡No soy gay!

El sueco se puso de pie completamente iracundo elevando levemente su cosmoenergia.

—¡Déjenlo en paz! —Pidió Saga.

El sueco se veía muy molesto y lo que menos quería géminis era un enfrentamiento entre santos dorados.

—Dita, no te vamos a juzgar por eso. —Aioros intentó ser lo más amable posible—. Está bien, no tienes nada que temer ni ocultar

—¡Yo, no, soy, gay! —Explotó enfurecido.

No tendría compasión con esos insensatos. Acto seguido manifestó un par de rosas y sin miramientos las arrojó contra sus amigos. Hábiles en el arte de la guerra, ninguno esperó ser atacado de semejante forma. Todas las rosas dieron en el blanco dejando a cuatro hombres seminconscientes en el piso. Piscis miró de soslayo al único que aún se mantenía de pie. Una rosa roja apareció entre sus manos.

—¿Tienes algo que decir Saga?

—Lo siento mucho, no era mi intensión

—Tu bromita les costará la vida a estos idiotas

—Afrodita por favor, tranquilo. Mira lo que hiciste. Shion estará muy molesto

—¡Me importa un comino lo que piense Shion! ¡Los voy a matar a todos y empezaré contigo!

—¡¿Qué está pasando aquí?! —La estruendosa voz de Shion se escuchó por todo el lugar—. ¿Afrodita? —El aludido se calmó de inmediato—. ¿Tú hiciste esto? —preguntó señalando a los demás

—Ellos se lo buscaron —contestó cruzándose de brazos—. Empezaron a decir que soy gay y todo por culpa de Saga

El mayor clavó su vista en el gemelo.

—Le juro que no era mi intención. Señor todo es un malentendido

—¡Suficiente! —Levantó la mano con autoridad—. Ustedes dos se encargarán del cuidado de las celdas del Cabo Sunion hasta nueva orden.

Piscis quiso protestar, una fuerte mirada por parte del lemuriano lo acalló.

—¡Empezarán desde ahora! Espero que ninguno de sus colegas muera. Ya saben que el castigo por matar a un compañero es la muerte. ¡Largo de aquí!

Saga y Afrodita hicieron como se les pidió. Shion por su parte se dirigió con los demás a la fuente para tratar sus heridas.

….

Una hora había pasado ya. Estar vigilando las celdas no era nada agradable, la marea subía y aquellos que estaban muy cerca al cabo, podían jurar que con el romper de las olas, se escuchaba los quejidos de aquellos infelices que terminaron recluidos en ese lugar.

Afrodita seguía molesto, pero muy en el fondo se arrepentía de haber actuado como lo hizo. Su insensatez no tenía límites, un error podía costarle la vida de sus compañeros y la suya. Pero es que todos habían sido tan molestos que él simplemente no midió las consecuencias. Por otro lado, Saga no paraba de observarle.

—¡Deja de mirarme!

Estaba harto.

El gemelo había empezado con todo ese juego y ahora su vida y la de sus compañeros estaban en riesgo

—Te aseguro que todos estarán bien, son más cabeza hueca de lo que piensas. —Consoló con una encantadora sonrisa

—¡Cállate, Saga! ¡Por tu culpa me metí en todo esté problema! ¡No tenías que haber hecho eso!

—¿Piensas que mentí?

—¡Claro que sí! Por tu culpa todos empezaron a molestarme. Yo ya tengo suficiente

—Afrodita, yo sí soy gay —comentó caminando hacia su compañero. El sueco al sentir la cercanía del otro se levantó de inmediato y le miró a los ojos—. No miento

—¿Eres gay de verdad?

—Sí

—No te creo

—¿Por qué?

—Tú estabas saliendo con esa muchacha. La aprendiz

—Sí, pero las cosas con ella no funcionaron, porque soy muy gay. No quería aceptarlo pero lo soy. Soy gay

—¡Oh! ¿Entonces es verdad?

—Así es —contestó acortando el espacio entre ellos—. Lamento lo que te hicieron los demás. Dita, tú me gustas. —Finalizó besando a Afrodita

Fue un ligero beso, uno muy pequeño, apenas un mínimo contacto en los labios del otro. Piscis se echó hacia atrás y sonrió nervioso.

—Vaya Saga. —Intentó encontrar las palabras indicadas—. Me halagas —El geminiano lo miraba esperando no haber cometido un error—. Pero no soy gay. En serio

—¡Lo lamento mucho! —Se disculpó llevándose las manos a la cara—. ¿No lo eres? —El otro negó—. Qué vergüenza contigo Dita. Yo pensé

—Sí parece que todos piensan

—Lo lamento. Lo lamento

—No hay problema. ¿Sientes algo por mí?

Géminis negó.

—Sólo me gustas mucho

—De acuerdo. —Posó una mano sobre el hombro del gemelo. El pobre se veía muy consternado con todo eso—. No hay problema. De verdad. —Los ojos de Saga parecieron ausentes por un par de segundos—. ¿Estás bien?

—Sí. ¿Está todo bien entre nosotros?

—Desde luego. Somos amigos. Porque lo somos, ¿cierto?

—Claro que sí

—Saga cuenta conmigo para lo que sea —acotó rodeando a géminis con su brazo—- ¿Crees que haya fantasmas en este lugar?

—No lo sé

Saga y Afrodita se quedaron contemplando lo lejano. El gemelo completamente avergonzado por lo que había hecho y Dita intentando aparentar que nada había pasado. Lo último que deseaba era que Saga se sintiera intranquilo, no se esperó semejante revelación. Pero tampoco quería que un suceso como ese dañara una amistad como esa.

Afrodita admiraba a Saga. No permitiría que algo como eso nublara la visión que él tenía sobre el gemelo.

Géminis por otro lado, no imaginó aquel final, esperó un rechazo en algún momento teniendo en cuenta que Piscis era mucho menor, pero nada más. A decir verdad el gemelo estaba seguro que Afrodita era gay. Se equivocó y ahora no sabía cómo mirar a la cara del doceavo guardián sin sonrojarse. Tampoco sabía cómo acallar la voz en su mente que le decía que iba a estar solo siempre.

Saint Seiya es una obra de Masami Kurumada

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Espero les haya gustado este primer capítulo, tengan en cuenta que esta historia está situada antes de la muerte de Shion a manos de Saga, por lo que nuestros queridos santos aún eran unos niños.

Si se me escapó algo, si hay algo que no quedo claro en ¿De quién es el bebé? Me cuentan para incluirlo en el repertorio.

Nos estamos leyendo.

Gracias a Ivonne Galvn, Nyan-mx y Natalita07 por animarme a hacer estas historias.