Capítulo 7
Sehrazat levantó la vista de lo que leía cuando escuchó golpes en la puerta del que se había convertido en su nuevo despacho, su ex oficina, la que compartía con Bennu pero que había sido acondicionada para ella…
Onur asomó la cabeza y ambos sonrieron…
-¿Estabas ocupada? - le preguntó cuando finalmente entró y cerró la puerta tras él.
-Bueno… sabes que siempre hay algo para hacer aquí… sobre todo cuando estamos con menos personal…
-Es cierto…- dijo y se acercó.
-¿Querías decirme algo?
-Solo te extrañaba, sentado solo en ese enorme despacho… pensando en ti…- dijo y cuando llegó a su lado, ella se puso de pie y aceptó su mano, que solo sirvió de impulso para que Onur pudiera abrazarla y hundir su nariz en su cuello…
-Me imagino…- dijo ella con una sonrisa cuando, minutos después, él se separó de ella y la miró a los ojos.
-¿Vamos a almorzar?
-Pensaba hacerlo aquí, creí que tenías una reunión…
-La tenía… pero se canceló… una lástima…- dijo alzando las cejas y la apretó contra su cuerpo, un poco más intensamente de lo que solía hacerlo allí, en la empresa…
-Onur… ¿qué haces?
-¿Qué hago? ¿acaso no está claro?
-Mi vida… podría venir Nurayat… no me gustaría que sucediera algo así…- le dijo y Onur, sin soltarla, se quedó mirándola.
-Está bien… pero por favor tomémonos la hora de almuerzo…
-¿Qué te pasa? - le dijo riendo, sabiendo que lo que menos quería hacer él en la hora de almuerzo, era almorzar.
-No lo sé… quizá aún necesito recuperar el tiempo perdido…- dijo y besó sus labios con suavidad.
-Bueno… suena a una explicación coherente…
-¿Salimos a almorzar?
-Deseo concedido…- le dijo ella alzando las cejas y él le sonrió con complicidad.
Sehrazat le avisó a Nurayat que no volvería en un rato y le pidió que la llamara en caso de algo urgente. Onur sacudió la cabeza, sabiendo que eso no sucedería, pero admirando su responsabilidad…
Llegaron al departamento de ella, que era el lugar más cercano a la empresa y él la arrinconó contra la puerta mientras ella buscaba las llaves…
-Onur… espera un momento…- le dijo casi tentada de risa.
Entraron y fueron directamente a la habitación…
Entre besos, ella dijo algo que él no comprendió y no la dejó hablar más…
Todo pensamiento coherente o externo a lo que estaban viviendo dejó de tener importancia por un buen rato en que se entregaron uno al otro y cuando todo terminó, se quedaron un buen rato en silencio, recuperándose, abrazados debajo de las sábanas…
Sehrazat cerró los ojos y creyó que se quedaría dormida. La placidez y relajación de su cuerpo, sumadas a que se había despertado bastante temprano no ayudaron a que pudiera mantenerse despierta…
Sin embargo, vio que él tenía los ojos fijos en el techo, como si estuviese pensando en algo, y la curiosidad ganó terreno…
-Onur…- dijo y se incorporó, para poder mirarlo a los ojos.
-Mi vida… dime…- le dijo él, por un momento olvidándose del tren de pensamientos que tenía.
-¿Te ocurre algo? - le preguntó mirándolo de cerca y vio que él miraba sus ojos y luego sus labios…
-Solo pensaba…
-Pero… quiero decir… hace un momento estabas tan… desesperado… no me malinterpretes, me encantó… pero ahora te veo como preocupado… ¿qué cambió? ¿acaso hice algo que no te gustó?
-¿Cómo puedes pensar algo así? Yo te amo, por encima de todo… pero sabes perfectamente que en este plano nos complementamos increíblemente bien… y lo disfruto mucho…
-Yo también…- dijo y sonrió, y luego besó sus labios con ternura- ¿entonces?
-Pensaba en nuestra terapia… y en que cada vez que hacemos el amor, tú inevitablemente tienes recuerdos que no te dejan superar aquella…
-Onur… no es así… es cierto que me cuesta superar esa noche… pero eso no impide que pueda entregarme a ti en cuerpo y alma cuando estamos juntos, así como tú lo haces conmigo…
-Sehrazat… mi vida… tenemos que encontrar la manera de hablarlo delante de nuestro terapeuta… yo se que me dijiste que es complicado… pero prometo ayudarte, prometo apoyarte desde mi lugar…
-Onur…
-Necesito que lo superemos… me descubro fantaseando con tener una máquina del tiempo para poder volver hacia atrás y evitar todo eso…
-Lamentablemente no es posible…
-No… no lo es… pero necesitamos superarlo… y la forma de hacerlo es hablarlo allí, en el lugar que elegimos para afrontar nuestros problemas... porque es claro que tenemos otros temas, pero ese es crucial… y es el que nos ha separado más veces…
-Sí, lo se… sin embargo no puedo imaginarme esa situación…- dijo y sacudió la cabeza.
-Si no quieres decirlo tú, puedo decirlo yo…
-Onur…
-Por favor, mi vida… es necesario… ¿acaso crees que a mí me gusta hablar de eso? Es la vergüenza más grande de todas… me hace sentir una basura… aunque trate de explicar mis motivos…
-Está bien…- dijo y se mordió el labio con nerviosismo.
-Todo saldrá bien… te lo prometo… te quitarás un enorme peso de encima y las cosas comenzarán a solucionarse…
-Espero que sí…- dijo y se acomodó en sus brazos…
Se quedaron allí un rato más y luego de dejar todo en orden, volvieron a la empresa, pero pasaron a comprar unos sandwhiches en el camino porque morían de hambre…
Cada uno se dedicó a lo suyo y cuando el día se terminaba, él pasó a buscarla otra vez, para irse juntos…
-Acabo de recibir un mensaje del terapeuta… nos espera mañana a las 10 en su consultorio…- dijo ella y suspiró.
-Bien… genial…- dijo él y besó la frente de ella, que asintió- yo recibí un mensaje de la revista de arquitectura, tu favorita…
-Arts and deco…
-Si… quieren hacerte una pequeña entrevista…
-¿En serio?
-Así es… les dije que te llamaran para arreglar el horario…
-¿Aceptaste?
-Pues… sí…
-¿Aceptaste por mí, Onur?
-Bueno… creí que no tendrías problemas…
-Creíste…
-¿No es así?
-Hace unos años, escribieron algo de mí que no me gustó… aprecio la publicación, tienen cosas interesantes… pero…
-Bueno… lo siento… si quieres puedo cancelarlo…
-Ya está hecho y en última instancia, debería hacerlo yo…
-Es cierto, te pido disculpas… no lo pensé…- dijo y sacudió la cabeza, sabiendo que eso le molestaba demasiado a ella.
-Está bien…- dijo ella tratando de comprender.
-¿Estás enojada?
-No… no es eso… trato de comprenderte… pero sabes que no me gusta que tomes las decisiones por mí…
-Creí que te sentirías halagada de aparecer en esa revista… me equivoqué, pero no fue para controlarte ni nada de eso…
-Lo se… lo se…- dijo ella y tomó sus cosas.
Cuando llegaron esa tarde, casi cuando ya oscurecía, se dedicaron a la rutina con sus niños y una vez que cenaron y los enviaron a dormir, volvieron a reencontrarse, cuando se iban a dormir.
Él la tomó entre sus brazos, como solían hacer desde la reconciliación, cada vez que estaban por dormirse y ella suspiró.
-Todo saldrá bien…- le dijo él en voz baja y ella asintió.
-Lo sé…
-¿Sigues enojada?
-Nunca me enojé… pero te pido que reprimas un poco ese instinto de controlar todo lo mío… se que no lo haces con mala intención, pero quiero ser quien tome mis decisiones…
-Prometo que lo haré…- dijo y besó su frente.
-Buenas noches…- le dijo ella con la nariz pegada al cuello de él, ahora sí, casi sin poder mantener los ojos abiertos.
-Buenas noches, mi vida…- le dijo él y cerró los ojos, aunque sabía que tardaría un buen rato en dormirse… estaba ansioso por la charla que tendrían al día siguiente con el terapeuta, no podía evitarlo…
Bueno, las cosas siguen acomodándose y sobre todo, ellos siguen más enamorados que nunca. Veremos como sigue! Gracias por leer!
