Baño de Luna
Capítulo 12: el sacerdote
Por: Kiara Fujimuya
Konishiwa Minna-San! Les tengo que contar que esta vez no podré contestar los reviws, ya que no tengo internet y se me ha hecho imposible leer sus comentarios, aunque por fé sé que estan ahi. Les agradezco como siempre su apoyo incondicional con mi historia, y bueno les pido muy de favor que a la hora de criticar sean un poco considerados con los autores , porque aunque hayán cosas en las cuales uno no concuerde con ellos igual es la imaginación de cada persona y es el trabajo de cada persona, creeanme que aveces no tiene tiempo para nada y saca tiempo de donde no lo tiene para poder actualizar y pues hay algunos comentarios que me han herido bastante los sentimientos. A todos los demás que no tienen nada que ver con lo de los sentimientos muchas gracias por siempre seguir leyendo y apoyandome.
Y ya me dejo de tanto sentimentalismo y empiezo con la historia.En el Capítulo anterior...
Zou...zou...Te...amo – dijo la chica con hilo de voz y con mucha dificulta,
Luego de eso la chica volvio a cerrar sus ojos y su repiración se detuvo...NOOOO! Kiara no te puedes morir, no me puedes dejar solo – dijo el chico sobre el cuerpo de su amada niña.
Todos los que se encontraban presentes en la habitación se acercarón cuando escucharon el grio de Zouzou. Megumi se acreco a la cama y revisó el cuerpo casi inerte de la joven de largos cabellos violeta. Había reaccionado y eso era una buena noticia, la otra buena noticia es que aún no había muerto y todavía quedaban esperanzas, pero una cosa si era segura sus signos de vida eran pocos y la fiebre era mucha, pero estaba segura que si se lo proponía y con la ayuda de Kami- Sama su amiga reaccionaría, aunque eso todavía no lo podía decir.
No, Zouzou, tranquilo ella sigue viva- dijo la chica de cabellos marrón con seriedad a Zouzou que aún seguía aferrado al cuerpo de su pequña niña.-Tenemos que ser fuertes ahora más que nunca Kiara nesecita que todos estemos cuerdos para ayudarla – terminó de decir la joven.
Pero..- trato de decir el jóven capitan.
Hay que creer, Zouzou, Hay una buena noticia y es que Kia-chan reaccionó y eso es una muy buena noticia, la otra es que aun sigue con vida así que todavía tenemos tiempo de ayudarla, aunque sus siganos de vidas son pocos y eso nos dificulta bastante las cosas, la fiebre y todo esto pudo haber sido causado por muchas cosas, pero la más que se me ocurre es un cambió drástico de clima o tal vez una recaída en la anemía.- dijo la joven.
Kenshin se acercó a la cama y vió el cuerpo casi inerte de su hermana, un cuerpo sudoroso, ojeroso, con un leve rubor en las mejillas por la fiebre y a pesar de todo eso le seguía pareciendo simplemente hermosa. Sintió tanto miedo de perderla de perder su hermana, esa persona que el prometió cuidar y ahora se sentía tan indefenso, él no podía hacer nada solo sentarse a observar como Megumi la ayudaba o sentarse a ver como la muerte se la arrebataba de las manos. Se fijó por un segundo en la expresión de dolor de su hermana y se le heló la sangre, ciertamente no era la primera persona que veía con expresión de dolor es más había visto muchas personas morir y gritar de dolor, pero en este caso no se trataba de un buen soldado ni tampoco de un enemigo se trataba de su hermana, de ese ser especial que lo había acompañado en todo momento.
Kenshin creó que sería prudente que llamarás a el sacerdote del pueblo – dijo Megumi.
Por qué? Me acabas de decir que hay posobilidades de que se salvé – dijo Kenshin.
Sí , pero y si no se salva Ken, Kiara siempre ha sido muy cristiana y no creo que le gustaría morir sin rescivir perdón – dijo Megumi. – Bueno también nesecito que salgan de la habitación – terminó de decir la joven de largos cabellos marrón e inmediatamente Saito se levanto y se fue a esperar a fuera.
No, no me quiero ir – dijo Zouzou mientras se aferraba al cuerpo de Kiara más aún si es que aquello fuerá posible.
Zouzou, necesito que cooperes y salgas de la habitación para poder ayudar a Kiara – dijo Megumi con gesto de enfado y comprensión.
Tio, vamos afuera, dejarás a Kiara en buenas manos te lo aseguro – dijo Sano mientras posaba una mano en el hombro de su tio en señal de comprensión.
Es que no entienden la he dejado tantas veces que tengo miedo que si lo hago está vez la vida me la quite – dijo con la vista nublada el joven capitan.
Lo entiendo pero te prometo que haré lo que este en mis manos para ayudarla – dijo Megumi y ante esta declaración Zouzou se levantó y salió de la habitación seguido por Kenshin y Sano que se giro y le hizó señas a su novia de que tenía su apoyo.
Mientras en la casa de los Kamiya
Kaoru se acababa de levantar hacía poco menos de una hora y se encontraba desayunando en el comedor de su casa, cuando entro su padre el Señor Hiya Kamiya, al ver a su hija el anciano sonrió dulcemente y se acercó a ella.
Kaoru, hija¿Cómo te sientes hoy? – preguntó el anciano mientras se sentaba cerca de la chica.La joven que no se había dado cuenta que su padre había llegado y mucho menos que se encontraba sentado hablandole, desperto de sus pensamientos.
Otto-San, no sabia que estabas ahí , es que estaba pensando – dijo con una sonrisa timida.
Sí, ya me dí cuenta y se puede saber qué o quién te tiene tan pensativa hoy?- dijo el anciano con una sonrisa acusadora. La chica instantáneamente se sonrojó hasta las orejas. Ante esto el señor soltó una carcajada y luego miro consoladoramente a su hija.
El General Himura? O me equivoco – dijo hiya con una sonrisa maliciosa.La chica se levanto de la mesa alteradoa y paso a una tonalidad mas roja si es que eso era posible.
!OTTO-SAN! De donde saca esas cosas, por Kami, no vuelva a repetir eso – dijo la chica alterada ante la pregunta de su padre.
Kaoru, hija, tienes que aprender que no existe un disfraz que sirva largo tiempo para esconder el amor dónde existe o donde se finge, y a tí y a Kenshin ya el disfraz no les sirve – dijo con una sonrisa. – Deberías ir a dar un paseo por el jardín hoy el sol brilla con una magía que hace muchos años no lo veía con tanta intensidad, ademas hay unas flores que recién estan floreciendo y se ven hermosas, además el aire ayudara a tu nuevo color de piel – dijo un poco mas serio pero aun con una sornisa refiriendose al fuerte color rojo en las mejillas de su hija.
Sí, Otto- San ya pensaba ir porque hace algunos días que no paseaba por la hacienda – dijo la chica.
Kaoru termino de desayunar y luego se fue a el establo a buscar a su caballo en establo, ya estaba casi lista para partir cuando escucho como algunas personas discutian frente a su casa y había algo que le preocupaba a su papá no le gustaban los problemas y las discuciones, así que montó su caballo y se acercó a preguntar cual era la discusión y cuando estuvo lo suficiente cerca de el pesado portón que resguardaba su casa pudo ver a tres de los hombre que trabajaban en la hacienda discutiendo con un hombre que parecia ser un soldado, pero no lograba ver nada mas del misterioso soldado, así que se acerco un poco más para distinguir el soldado y cuando por fin lo pudo ver se quedo sorprendida, era un joven alto, de largos cabellos verdes, ojos dorados con un estilo gatuno, su cara era alargada y su nariz era fina. En fin el joven era demasiado guapo, una vez Kaoru se recuperó de la sorpresa. Miro seriamente a los cuatro hombres y entre ellos reconocío a Jatten, el jefe de los peones.
¿ Qué ocurre Jatten? – dijo la chica aun desde el caballo.
El señor no entiende que no lo podemos dejar pasar, Kaoru- dono – dijo el chico mientras hacía una reverencia a ala chica en seña de respeto.- Su padre ordeno que ningun soldado entrará a la hacienda con eso de que pronto va a estallar una guerra en Japón pues el está tratando de protegerlas a usted y a su madre, ya sabe Kaoru- dono que nosotros daríamos hasta la vida por protegerla a usted y a su señora madre- terminó el joven moreno de cabellos marrón y ojos verde esmeralda, el era un joven fuerte y sobre todo muy leal a su patrón.
Lo sé, Jatten, pero ya le preguntarón al Señor que desea en la hacienda – dijo Kaoru refiriendose al joven de cabellos verdes.
Señorita, ya yo le explique de trodas las maneras posible a sus hombre que traigo un mensaje- dijo el chico con una gran sonrisa mientras el imitaba al hombre anterior y hacía una reverencía pero esta no era de respeto si no era como una invitación a la vista de Kaoru o un reto.
A qué gobierno sirve soldado? – preguntó Kaoru sin hacer caso a la anterior falta de respeto.
A nuestro emperador por supuesto – dijo el soldado con respeto.
Y para quién es su mensaje? – dijo Kaoru aún seria.
Para el General Himura – dijo el soldado.
Pues se equivoco de hacienda – dijo Kaoru mientras iba a girar su caballo para irse, pero la voz del joven la detuvo.
Lo sé, solo quería saber como llegar¿ Cree que sea mucha molestía si alguien me ayuda a encontrar la hacienda de los Himura?- preguntó el chico con voz profunda y Kaoru se sintió por un momento tan comoda con ese tono de voz.
No, yo misma lo dirigiré, pero tiene que estar deesarmado – dijo Kaoru tratando de ocultar su comodidad.
Pero señorita...- trató de decir Jatten, pero una mirada seria por parte de Kaoru lo hizo cambiar de opinión.
Esta bien señorita, así se hará – dijo el soldado mientras entregaba su espada y su pistola.
Los tres hombres abrieron el portón y Kaoru salió de la hacienda, con el misterioso soldado. Kaoru iba alfrente y después a una distancia considerable iba el soldado.
Sus hombres le son fieles muy fieles, eso es algo extraño en esta época donde los peones exigen tanto¿No cree? – dijo el soldado.
No me son fieles a mi, le son fieles a su patrón – dijo Kaoru sin voltear a ver a el soldado.
Claro, pero usted también es su patrona – dijo el joven mientras cbalgaba a una distancia favorable pero cerca de Kaoru.
En cierta forma, tiene razón – dijo Karu dandole la razón al soldado mientras entre sonrió.
Le puedo preguntar algo, señorita, sin que se ofenda claro esta – dijo el soldado con respeto.
No lo sé, mejor será que no tome más confianzas que las que se le ha dado – dijo la chica seria desde su caballo.
Solo quería saber si acaso usted es esta prometida o si es casada aunque eso lo dudo pues el joven peon llamo señorita y no señora – dijo el joven tratando de ser lo mas respetuoso posible.
No, no estoy ni casada ni prometida, pero no creo que eso sea de su incumbencia – dijo Kaoru.
¿Y esta enamorada de alguien? – pregunto el joven soldado.
No creo que le interese, pero, sí, si lo estoy – dijo Kaoru manteniendose seria.
Y se puede saber de quién – pregunto el joven otra vez.
No cree que hace demasiadas preguntas – dijo Kaoru – Además eso si que no es de su incumbencia, ni siquiera se su nombre – dijo la chica.
Uff! Que torpeza la mía, le ruego que me disculpe ese olvido, Soy el Capitan Yuki Himura primo de Kenshin y Kiara – dijo el joven, algo que sorprendio a Kaoru, no sabia de la existencia de ese primo, nunca lo había escuchado nombrar y mucho menos lo había visto.
Primo? No sabia que Ken y Kia – Chan tenían un primo, lo que no entiendo es como siendo familia no conoce la hacienda de los Himura – dijo Kaoru un poco sorprendida.
Bueno es que acabo de regresar de un viaje por America, lo conoce? – pregunto el joven de rasgos finos.
America, bueno solo en libros, pero dicen que es un lugar fascinante – dijo Kaoru empezando a familiarizarce con el joven.
Y lo es, creame, nunca había visto tantas culturas juntas, hay mucha comida, musica por doquier y gente muy distinta compartiendo juntas – dijo el chico recordando sus aventuras en "el nuevo mundo".
Me encantaría poder verlo algún día- dijo Kaoru emocionada.
Sí, sería grandioso – dijo el joven de cabellos verdes.
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Kenshin, Sanosuke, Saito y Zouzou salieron de la habitación de Kiara con las miradas tristes y preocupada, Sanosuke no tenia ni la menor idea de que decir para que su mejor amigo y su tio se sintieran mejor y es que cualquier cosa que dijera podia hacerlos sufrir máa o tal vez lo tomaran como una falta de respeto al estado de su pequeña amiga.
Saito penso por un momento la situación y aunque era triste este era el mejor momento de hacer entender a Kenshin que era mejor darse prisa antes de que cualquier cosa se pudiera llevar lejos a la mujer que amaba como era el caso de Zouzou que estaba a punto de perder a Kiara en los brazos de la muerte. Pero tampoco se aventuraba hablar para no parecer imprudente. Entonces oyeron como Zouzou se recostaba contra la pared y poco a poco se dejaba caer hasta llegar al piso para así sentarse frente a la puerta de la habitación a eperar alguna noticia de su chica.
No lo puedo creer, nunca le dije cuanto la amaba y ahora tal vez nunca se lo diga o por lo menos nunca me llegue a escuchar - dijo derrotado Zouzou mientras se abrazaba a sus rodillasy metia su cabeza enmtre ellas en clara señal de lo mal que se sentia, Kenshin al oir las palabras de Zouzou el corazón se le ouso pequeñito al saber que tal vez el tambien podía perder a Kaoru sin haberle dicho cuanto la amaba y la soñaba.
Esa repentina declaración por parte de Zouzou y ese cambio de actitud de Kenshinera lo que Saito nesecitaba para decir algo que hiciera despertar a Kenshin.
No te preocupes tio, ya verás que Kia- Chan se va a recuperar y le podrás decir que la amas y sé que esta vez no desaprovecharás la oprtunidad – dijo Sanosukle tratando de animar a su tio.
Ojalá, eso sirva para que otras personas que pasan por la misma situación que tu se atrevan a tomar las riendas de su vida y a dejar de ser unos cobardes para que la vida no tenga que ponerles pruebas así – dijo Saito mirando fijamente a Kenshin como para hacerle entender que le hablaba a él.
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Aoshi salia de la casa de los Makimachi con una sonrisa de orja a oreja le encantaba hacer rabiar a su niña y robarle besos , aunque luego eso significará tener que escucharla gritarkle insultos, pero quién lo podría culpar si verla con sus mejillas coloradas por el enfado y con esa mirada que intentaba ser dura pero no lo lograba, eso era el palcer más grande , y ultimamente para el se estaba convirtiendo en algo mucho más divertido que el sexo. Aoshi iba tan sumergido en sus pensamientos que no le hacía mucho caso a el camino. Iba pensando e imaginando su vida al lado de Misao...
Imaginació Aoshi...
( Aquí viene la parte comica dentro de un cap.tan triste...:) )
Aoshi regresaba de la ciudad después de un largo y pesado día de trabajo y pasaba por toda la sala llamando a su complaciente esposa para verla y Misao salia corriendo de la cocina, vestida de forma recatada como a el le gustaba y con 7 niños todo parecidos a ellos corriendo detrás de ella.
Aoshi! Mi amor te estabamos esperando para comer, no sabes cuanto te extrañamos mientras te fuiste – dijo con voz melosa mientras besaba a su esposo.
Los niños corrían alrededor de Aoshi cantando, jugando y haciendo maldades por doquier, todos tan parecidos a Misao.
Papiiii!- decía un niño de ojos azul cielo como los de Misao y pelo negro - ¿verdad, que me quieres mucho? – volvioa decir el niñ.
No seas iluso, el me quiera mas a mi – dijo una niña de cabellos rojo y ojos azul hielo.
Papiiii!
Papiiii!
Fin de la imaginación...
Esta bien, tal vez imaginaba demasiado al pensar en muchos hijos y en una Misao complaciente, pero se conformaba con tenerla a su lado, con saberla de él y despertarse todos los días al lado de su niña.
Aoshi estaba tan concentrado pensando, que por poco cae del cavballo cuando escucho la voz de una mujer llamandolo. Entonces vió a Mikio mirandolo con los ojos buien grandes en señal de sorpresa.
Aoshi¿ Por qué venías con esa cara de bobo, amigo? – dijo Mikio con una sonrisa a su amigo.
Ahy! Amiga si tu supieras! – dijo Aoshi con una gran sonrisa.
Bueno realmente no sé, pero si me cuentas puedo saberlo- dijo la chica con una sonrisa complice a su amigo.
Aoshi miro con dulzura a su joven amiga de cabellos azules, Aoshi le tenía mucho cariño a Mikio, ya que había sido la primera mujer que había visto de otra plano que no fuera el sexual. Mikio se conivirtio durante largo tiempo en su amiga y su confidente. Aunque sabia que en algún tiempo Mikio estuvo perdidamente enamorada de él, pero el siempre la vió como una gran amiga y se lo dejo saber incontable numeros de veces.
Bueno te cuento que le pedí a el Señor Makimachi la mano de Misao – dijo Aoshi tratando de parecer calmado aunque no pudo evitar que sus ojitos le brillaran por la emoción.
QUEEEE¿te volviste loco acaso, es que quieres que El señor Saito te mate – dijo Mikio sorprendida y asustada.
Te sorprendería saber que acepto y me dio la mano de Misao – dijo Aoshi con una sonrisa importandole muy poco si la gente lo veía contento.
Mikio se quedo callada por un segundo, analizando las palabras de su amigo y el hecho de que este se iba a casar , ella ya había entendido que él no la amaba , pero de ahy a verlo casado era otra cosa. Pero Mikio recordo que le había prometido a Aoshi apoyarlo en todo y así lo haría.
Que bueno , amigo, me alegro- dijo la chica mientras abrazaba efusivamente a su amigo y asi estuvieron unos segundos, y cuando de separaron Mikio miro con una sonrisa a Aoshi - Que envidia! – dijo la chica aun sonriendo.
Aoshio se quedo en silencio un segundo y dejo de sonreir las palabras de Mikio ;e habín caído com un golpe de agua fria en la cara, por un momento había olvidado ese amor que antes sabía que Mikio sentía por él.
Hombre, quita esa cara, Envidia mucha envidia pero de la buena, aunque te amé en un pasado, ahora te deseo lo mejor del mundo. Porque te lo mereces y Misao también – dijo la chica sonriendo con tisteza.
Mikio, sé que pronto encontrarás alguien que te haga muy felíz porque tu también te lo mereces mucho – dijoAoshi mirando seriamente a Mikio.
Entonce escucharon el galope de un caballo a toda prisa, era el padre de la iglesia, el cual Mikio no conocía ya que había llegado un tiempo despues de que ella partiera para Europa. En la cara de aquel "hombre " se podía ver preocupación y las ganas de llegar a tiempo a cualquier sitio al que se dirigiera. Mikio estaba mirandolo, admirandolo nunca lo había visto en su vida¿Quien era?
Padre¿Qué sucede¿Paso algo? – pregunto Aoshi cuando el sacerdote estaba bastante cerca de ellos, pero Mikio no escucho la pregunta ya que estaba perdida en los ojos verdes de aquel hombre, en su piel morena y el pelo de color negro que caía con despreocupación sobre sus ojos, definitivamente aquel hombre era una tentación para cualquiera.
Hay problema en la casa Himura, parece que la niña Kiara se puso mala otra vez ,solo nos queda rezar al cielo para que no se la lleve tan pronto a morar con él- dijo el hombre mientras miraba por primera vez a Aoshi, y entonces vió que no se encontraba solo, había con él una chica de largos cabellos azule y ojos gatunos, por un momento el sacerdote llamado Otaru creyo perderce en los ojos ambar de aquella chica, eso lo perturbo de sobremanera pues tuvo que recordarse mentalmente que era un hombre bajo el servicio de Dios única y exclusivamente de Dios.
Bueno entonces nosotros también nos quedaremos rezando – dijo Aoshi mientras hacía una reverencia al sacerdote.
Una vez el caballo estuco bastante alejados de los dos jovenes, Aoshi se giro para mirar a Mikio y se dió cuenta de que su amiga estaba demasiado callada para su costumbre.
Mikio, sucede algo? – preguntó Aoshi a su amiga.
¿Quién era él?- preguntó Mikio tratando de parecer normal ante los ojos de Aoshi, pero a su amigo no le parecio para nada normal, Mikio no era de las de fijarse demasiado en las personas.
Es Otaru el sacerdote del pueblo- dijo Aoshi un poco extrañado y esas palabras a Mikio le cayeron como un balde de agua fria, ese hombre era uyn sacerdote y ella mirandolo como un hombre, de seguro a Dioso no le iba a agradar.
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Habían pasado tres días desde que Kiara había enfermado, la niña se había recuperado aunque nadie se explicaba como, todo el mundo se lo atribuia en que seguramentre todavía Kami no la quería mprando a su lado. Erta domingo y todo el mundo se alistaba para ir a la iglesia como todos los domingos. Kiara se levanto de su cama y se dispuso a ir a a bañarse, cuando tocaron a su puerta.
Pase – dijo la chica mientras abría su armario para buscar un traje.
Kiara – llamo Kenshin desde el marco de la puerta.
¿Dime? – pregunmto la chica girandose a ver a su hermano sonriendo.
Kenshin la miro por un segundo y le dio gracias a Kami por haberle dado algun tiempo para disfrutarla, y es que ra su hermana y para él todo en ella era fascinante. Era un milagro verla despierta, verla bien , había estado a punto de morir y alli estaba levantada dispuesta a ir a la iglesia y cumplir con sus deveres como una dama. Aún estaba algo palida y por estar algunos día sin comer se veía algo desnutirda y su cuerpo igual de fragil que siempre, pero le seguía pareciendo hermosa.
Kiara, no creo que fuera buena idea que fueras a la iglesia hoy – dijo el chico tratando de parecer convincente.
Kenshin yo estoy bien, creeme que si no pudiera ir me hubíera quedado, pero estoy bien – dijo la chica sacando un vestido blanco del armario y lo dejaba sobre su cama.
Bueno...esta bien, entonces explicame por qué no has dejado que Zouzou te venga a verte, ni has querido ver los ramos de flores que te ha traido¿Qué pasa contigo? Acaso no era eso lo que querías – pregunto Kenshin con un tono serio.
Hermano, no te seintas mal pero no quiero hablar de eso, así como tu no quieres hablar de Tomoe – dijo Kiara cambiando la expresión por una triste. Sonceramente el comentario a Ken le cayo como agua fría.- Oye hermano,me digeron que el día que me enferme llego nuestro primo con un mensaje del emperador, era algo malo? – pregunto Kiara.
NO, no era tan urgente relamente hay cosas que me preocupan más en esotos momento- dijo pensando, en la cercania que los ultimos días su primo había tenido con Kaoru y el recuerdo de haberlos visto llegar juntos era un recuerdo que no le ayudaba en mucho.
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Aoshi se levanto muy temprano ese domingo y se vistio como para ir a la iglesia. Saliop de su habitacion y bajo las escaleras buscando alguna person que trabajará en la casa. Y llegando casi a la cocina se encontro con una señora algo entrada en años que llevaba en una canasta la lavanderia de la casa. La señop coando llego frente a Aoshi hizo una reverencia a el joven.
Señora, me premite hablar con usted un segundo? - pregunto el joven.
Sí, digame, señorito – dijo la señora dejando la canasta en el piso y Aoshi rapidamente ayudo a la señara crgandola.
Me gustaría saber¿Desde cuando usted trabaja aquí? – preguntó el chico.
Bueno yo llevo 17 años trabajando aquí – dijo la señora.
Y conoció usted a la señora Mika? – preguntó Aoshi.
Sí , era toda una dama – dijo la señora.
Y no habrá una foto de ella em la casa? – pregunto Aoshi.
Sí, precisamente allí- dijo la señora señalando a una pintura colgando de la pared.
Gracias – dijo Aoshi mientras se giraba a ver el cuadro y la señora sigui su camino. En el cuadro se podía ver a una dama de cabellos doradoa y ojos del mismo color con un estilo gatuno, la piel palida y con mirada fuerte algo sería. Aoshi se perdio en la pintura definitamente era hermosa, pero noera para nada parecida a Misao. Y entonces recordo las palabras de Saito de cuando estaban en Francias cuando le dijo que su hija era identica a su madre.
¿ Por que not e pareces a ella, Misao? – dijo para si Aoshi entonces escucho que alguien salía de la cocina y vio a Tokio, por un momento se fijo en los ojos azules de la seña tan parecido...a los de Misao, y entpnces sintió miedo de descubrir mas de lo que necesitaba saber.
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Mikio se levanto sudando, con la mirada perdida, otra vez había soñado con él, llebava tres día que lo había visto en toodo, no hacía más que pensar en él desde el ocaso hasta el atardecer. Oatru, Oatru, la estaba volviendo loca, el era un sacerdote y ella una dama era algo simplemente imposible, pero como explicarselo a un corazón que se estaba enamorando sin darle tregua a la razon y era una batalla un poco dificil entre el amor y la razón. Entonces recordo que era Domingo y rápido se vistió y se alisto para ir a la iglesia... lo vería!
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La misa pasaba con normalidad Zouzou buscaba conm la mirada a Kiara que hacía tres día qie no lo dejaba acercarsele por ningun motivo y no se explicaba su actitud. Entre Misao y Aoshi estaba sentado Saito aguantando las miradas asesinas que se lansaban Misao y Aoshi. El padre Otaru daba la misa tratando de no mirar a mikio pes había algo en ella que lo perturbaba, y cada vez que su mirada chocaba con auella mirada gatuna perdía el hilo de la predicación.
La misa se acabo y todo el mundo salio de la iglesia para hablar fuera del templo.
-Mikio, ven vamos a saludar a Kenshin y a Kiara – dijo Kaoru a su prima.
Adelantate tu Kaoru, yo voy ahora es que voy a confesarme- dijo la chica a su prima.
El sacerdote se encontraba en el confesionario haciendole la confesión a una señora algo entrada en años. La señora se levanto y fue a cumplir su penitencía.Entonces Mikio se acerco.
Lo siento, ya hoy no hare man confeziones – dijo el padre mientras cerraba la puertita que los separaba. Mikio toco la puerta y cuando el padre la abrio
Por favor, padre, necesito confesarme – dijo la chica.
Esta bien – dijo Oatru mientras le tamblaban las manos.
Padre, tengo que confesar, que he tenido sueños y deseos por un hombre que es prohibido – dijo la chica.
Es casado? – pregunto el padre.
NO, simplemente es prohibido – dijo la chica.
CONTINUARAAAA...
Gracias como ya ven volví y mas fuerte que nunca espero que todo se queden leyendome, disculpen que no conteste los reviws pero es que no tengo mucho tiempo, como siempre leí todos sus comentarios y todas las personas nuevas que me escribieron por favor sigan dejandome sus opiniones creanme que son importantes para mi. Gracias por contestar a mi anterior anuncio y para el proximo cap, espero contestar todos los comentarios.
GRACIASSSS!
Beso, Sayonara,
Kiara Fujimuya futura de aya si lo atrapo.
