TÉRMINO · Amistad y Amor

¿Qué es la amistad?

La amistad es un concepto muy diverso, pero que, al fin y al cabo, todos coincidimos en lo mismo.

En la comprensión mutua.

En el apoyo mutuo.

Y en la mutua ayuda.

Sin embargo, existen algunos seres que distorsionan el concepto de amistad a una amistad por conveniencia o a una amistad malintencionada.

A lo largo de mis años, he visto tantos tipos de amistades, que había llegado a una conclusión: La amistad es eterna.

¿Por qué?

Porque mientras existan los seres vivos, siempre habrá amistad. No importa la raza o a que especie pertenezcas, que la amistad es como un ciclo de la vida. Al igual que el amor. Pero ese es un campo del que yo no soy muy especialista, a pesar de llevar muchos años casado con la portadora del amor.

Otro aspecto que llegué a considerar sobre la amistad, es que solo se extinguiría, cuando los seres vivos lo hicieran.

Pero…

Gabumon, desde que te fuiste, dejé de pensar en ese concepto fantasioso y a creer que la amistad desaparece cuando tu confidente… tu otra mitad… una parte de ti… muere.

La amistad que había entre nosotros era muy especial.

Muy distinta a la que yo mantenía con Taichi.

Tú siempre habías sido y serás mi mejor amigo.

Mi alma gemela.

El que mejor me comprendía.

El que estuvo allí conmigo tanto en las buenas como en las malas.

El que me sacó de esa solitaria oscuridad.

El que me ayudó a crecer.

El que me ayudó a entender que no estaba solo.

El que me hizo ver que yo también podía amar a alguien sin miedo a futuras especulaciones mías.

Y, sin embargo, cuando fui consciente de que habías desaparecido para siempre, que ya no volverías a renacer como digihuevo, una parte de mí se murió contigo.

A Sora, Takeru, Taichi y a los demás les había pasado algo parecido.

Pues habíais estado con nosotros durante tantos años, que era normal pensar que estaríais con nosotros para siempre.

Pero la realidad, no era así. Y ahora, comprendo mejor que nunca tanto a Himekawasan como a Meiko.

Perdí la cuenta de las veces que lloraba en solitario durante la madrugada.

Ya sabes como soy. Siempre intentando hacerme el fuerte y no mostrar mis sentimientos cuando estoy destrozado. Pero esta vez, tenía que sobre esforzarme por hacerme el fuerte por Sora. Solo yo podía ser su soporte. Aunque contaba con mis hijos, no quería preocuparlos. Ellos merecían seguir su vida. Aprovecharla al máximo. Ya habían pasado por suficiente sufrimiento, cuando Sora y los demás habían sido secuestrados, y yo estaba, supuestamente, muerto.

Aine y los demás siempre me habían visto como una figura fuerte y serena que no se desplomaba por nada, que si decaía, se sentirían perdidos.

Por Sora, por mis hijos, por los hijos que dejaste, Por Piyomon y por ti, traté de seguir adelante.

Sin embargo, había algo de lo que tanto Sora, como mis amigos y yo no pudimos superar. Y era, esa reunión anual y simbólica que celebrábamos cada uno de agosto desde hacía años con asistencia obligatoria.

Desde la batalla en que mis hijos, sus amigos y sus digimon libraron en ese extraño "Nuevo Mundo", nosotros, los mayores, nos habíamos unido mucho más y habíamos decidido volver a realizar esa reunión anual en esa fecha tan memorable donde os habíamos conocido.

Antes poníamos pegas que si el trabajo, que si la familia, o yo que sé… Pero, después de esa batalla que nuestros hijos libraron, nos dimos cuenta de algo muy importante, del valor tan especial que tiene la vida y que hay que aprovecharla. Todos dejamos atrás nuestras excusas, nuestro orgullo, nuestros resentimientos para volver a reunirnos como antaño, como la piña que habíamos sido y de la que juntos y unidos vencimos batallas muy peligrosas.

Pero…

¿Qué sentido tenía volver a reunirnos cuando ya no estabais?

Solo dolor, llanto y sufrimiento.

A pesar de que Aine y los demás nos insistían en que nos volviéramos a reunir, nadie tenía el coraje para hacerlo. Sin embargo, ellos sí que acudían a la cita anual, en nuestro nombre y en el vuestro.

Y había sido gracias a ellos, que nunca habían perdido la fe en vosotros, que volvimos a reencontrarnos.

Pues, deberíamos de haberlo aprendido por lo que le había sucedido a Oikawasan o a Himekawasan: "Los digimon de un compañero humano no mueren".

O más correcto es decir, los digimon de compañeros humanos renacerán, mientras el compañero humano viva. Una vez que fallezca el compañero humano, el digimon morirá como cualquier otro ser vivo.

Los cuatro años y medio que no estuvisteis con nosotros, estabais como en el limbo. Todo porque nosotros nos habíamos creído a pies juntillas que habíais desaparecido para siempre.

La conexión que un compañero humano mantiene con su digimon, puede desvanecerse si el compañero humano deja de creer en él. Tal como le habían sucedido a Noriko, a Keiko y a los demás.

Por eso, tardasteis tanto en volver a aparecer como digihuevos.

Todo por nuestra culpa.

Nosotros habíamos dejado de creer en vosotros.

Nuestra confianza y nuestra luz son vuestra fuente de vida. Eso permite a todos los compañeros digimon de todo el mundo renacer una y otra vez, hasta que nuestro último suspiro escape de nuestra boca.

Mientras creamos en ellos y en ese vínculo tan especial que existe entre un humano y su digimon, los digimon destinados a su compañero humano jamás desaparecerán.

Eso es algo eterno, como había estado creyendo durante años.

Es un ciclo sin fin.

Igual que la amistad y el amor.

Porque ambos valores van cogidos de la mano. ¿Verdad, Sora?

Que yo te conociera, formaba parte del destino. Y había sido gracias a Gabumon, quién me hizo entender en que no debería encerrarme en mí mismo, que pude aprender a amar y a tener mi propia familia. Quizás hayamos pasado por alguna que otra dificultad, personal y familiar, pero hemos conseguido superarla.

Ahora les toca a nuestros hijos atravesar las dificultades que se le presenten. Pues ser adulto, no significa que la vida sea de color de rosa.

Mis nietos, aunque todavía sean unos niños muy pequeños, también tendrán sus propias circunstancias que deberán atravesar.

Es ley de vida.

Pero mientras brillen en sus corazones la amistad y el amor que les hemos legado, estoy seguro de que todo les irá bien.

FIN


Notas de la autora:

Y tras 18 años, este fic ha llegado a su fin.

¿Se ha terminado? Sí.

¿En serio que ha terminado así? Este fic aquí, sí.

Pues ya sentía que era hora de darle su final y de concluirlo. Pero, a medida que iba pasando el tiempo, estaba pensando en que quedaba algo todavía sin escribir y se me ocurría un nuevo arco. Aparte, que hay algunas cosas que me hubiera gustado escribir.

¡PERO TRANQUILOS!

Esta historia habrá concluido, pero lo que tengo pensado y que quiero escribir, se verá no solo en El Cupido de Odaiba (fic que cuenta el romance de las parejas de los hijos de los elegidos, y porqué quedaron así); sino que también en el fic que hoy mismo he publicado: Digimon: Kakou no kenshiki. En este fic habrán sucesos que vinculan a la cronología de este fic y que irá por arcos. Es decir, primero sucederá un arco y ese arco tendrá su fin y el fic estará Finalizado. Pero, si se me ocurre otra idea, pues irá en otro arco y el fic volverá a estar en proceso. Los arcos pueden ser independientes o relacionados con esta misma historia. Porque el primer arco del que hablaré y que estará relacionado con esta historia (concretamente lo que pasará después de que los hijos de los elegidos se reúnan con sus padres en el Mundo Digimon), será el origen de Elpidamon. La introducción ya la tenéis publicada en el fic Digimon: Kakou no kenshiki y espero que os guste. Obviamente, los personajes principales de esta nueva historia será la familia Ishida.

Y tras explicaros el nuevo fic, me despido en esta historia. Esta historia que ha durado muchos años. Que ha tenido varias reediciones, y que agradezco infinitamente haber conocido a Leti quién fue la que me inspiró a seguir con esta historia y empezarla desde cero. Agradezco también a Cami por su paciencia y por haber seguido el fic, aunque tuviera sus sustos por la muerte de Yamato.

A los que también habéis estado leyéndolo desde el principio, o que la conocisteis a mitad de camino o ahora mismo, muchísimas gracias. Pues soy consciente de que esta historia es muy larga, y llegar hasta aquí es de mucho agradecer.

Os recuerdo que tengo planeado realizar un doujin de este fic, y que, de momento, solo tengo publicado una página. Para quién quiera verlo, puede encontrarlo en mis redes sociales.

Atori se despide con mucho cariño y mucha nostalgia de este fic, con el que me he enamorado de personajes que no pensaba encariñarme; y de muchas risas que me ocasionaba al escribirlo; y de muchas lágrimas en muchísimas escenas.

Pero con lo que más me despido con esta historia, es un sentimiento indescriptible, porque este fue el segundo fic que publiqué en esta página. Y finalizarlo, tras tantísimos años… Es muy emotivo.

En serio, muchísimas gracias. Sin vosotros, y en particular a Leti y a Cami, este fic no habría llegado tan lejos.

26/01/22

'Atori'