POv Damon
Me acomodo en la pequeña guardilla que han habilitado arriba del granero. Sentado sobre un monton de paja, espero a que Jeremy traiga algunas sabanas y al llegar con las cosas me ayuda a rellenar la funda de almohada y la simulación de cama en la que descansaría esta noche. Amablemente Grayson dejó que me quedara por unas cuantas horas, hasta saber que es lo que me ocurre. Luego no tenia ni idea de lo que haría conmigo.
Sin darme cuenta, el crío cogió mi mano y se quedó absorto el en anillo que llevaba en la mano. Hasta ahora no me había percatado ni le había dado importancia, pero sinceramente tenia otros asunto en los que pensar que requerían mas urgencia.
- Esta chulo. Es de tu familia?.-
- Pues no lo sé.-
- Pone las siglas D y S. La D por Damon, pero y la S?.-
- Supongo que será mi segundo nombre o apellido.-
- A lo mejor es Salvador. Damon el Salvador.- se ríe de su propia broma.
- Por lo menos el color de la piedra es bonito.-
En realidad es un armatoste y un poco hortera, pero es de las pocas cosas que conservo de mi pasado.
- Creo que es lapislázuli. Trae suerte.-
- Eres entendido en piedras?.-
- Algo.- comenta humildemente.- Leo mucho y me encanta averiguarlo todo.-
Seguimos por un rato más con la cháchara y me informó resumidamente de lo que pasaba en esta parte del muro. Por lo visto, los de este pueblo no pueden enterarse que ando por sus tierras o me matarían. Normal, si nos ponemos a pensar que soy un vampiro que me puedo alimentar de ellos. Tendría que tener cuidado, ya no por mi integridad física, sino para no meter en problemas a esta familia.
- Bueno, mañana ya te contaré mas. Ahora me voy. Estoy cansado. Tú estarás bien?.-
- Creo que si.- no lo digo muy convencido.- Gracias por todo.-
- De nada. Hasta mañana Damon.-
Jeremy se despidió entre un choque de puños, que me enseñó previamente, y un abrazo inesperado. Abandonó el granero y yo quedé algo contrariado con ese abrazo. Era agradable sentir la calidez de otro cuerpo...
POV Elena
Estaba por amanecer y ya me levanto de la cama como un resorte para vestirme y bajar al granero. Llevo toda la noche sin pegar ojo, a pesar de que estaba reventada, pero la inquietud porque ese chupa sangre se desayunara a mi caballo no me dejaba dormir. A mi padre y Jeremy aun les quedaba horas de sueño y aprovecharía este momento para sacar a patadas al vampiro que ha invadido mi propiedad. No paro de pensar en clavarle otra flecha si vuelve a tocar lo que es mio.
Y con ese pensamiento, subo a la guardilla y lo encuentro durmiendo plácidamente sobre un saco de paja. Lo observo con detenimiento por un momento. Su pacifica respiración me lo hizo ver tan parecido a nosotros que todas las ganas de matarlo se desvanecieron.
Pero que mierdas te pasa Elena?. No son como nosotros ni por asomo. Ellos matan, torturan y disfrutan con el sufrimiento.
- Levanta!.- levanto la voz para despertarlo.
Abre los ojos de inmediato y se reincorpora algo desorientado.
- Estas no son maneras de despertar a una persona.- se queja restregándose los ojos.
- Tu no eres una persona.- le digo con toda el asco que me provoca.
Era uno de mis hobby favoritos. Trasmitirle todo el odio que le tengo.
- Vale.- no entra a discutir.- Tu padre quiere hablar conmigo o que?.-
- Mi padre no va hablar contigo.- le informo mientras le hago gestos con mis manos para que se levante.- Te tienes que ir. Si alguien te ve se nos cae el pelo.-
- Ya, pero...-
- Pero nada. Te tienes que ir. Recoge tus bártulos y vete.- le repito marchándome de allí.
Bajando las escaleras de madera y casi llegando al ultimo escalón su presencia me coge por sorpresa y miro para arriba, que es donde hace unos segundos estaba. Por supuesto había utilizado su super velocidad para cortarme el paso.
- Cuando sepa todo lo que necesito saber, me iré. Pero no sin antes hablar con tu padre.-
- No te enteras, no?.- paso por el lado chocando con su hombro.- Solo nos traerás problemas.-
- Es lo ultimo que quiero, de verdad. Habéis sido muy amables al traerme y darme una cama en la que dormir. Y bueno...tú también al dejarme morder a Crow.-
Joder, sonaba tan sincero que me dio miedo girarme y claudicar a su petición. Siendo valiente, lo hice, lo encaré y no se para qué...
- Estoy perdido, Elena.-
Sus afligidos y azules ojos derrumban mis defensas como un castillo de naipes y chisto en un regaño para mi misma. Maldito valor que me juega malas pasadas...
- Vale. Pero te iras después.-
- Lo haré.- se puso mas contento.- Podría pedirte una cosa mas?.-
- No te pases, vampiro.-
- Tranquila. Solo necesitaba darme una ducha. No puedo presentarme ante tu padre así.-
La verdad es que estaba lleno de mugre y toda la ropa rota y manchada. Parecía mas un animal salvaje que un demonio de la noche. De repente se me ocurre algo.
- Quieres una ducha?.- pregunto con una sonrisa de oreja a oreja.
- Si eres tan amable.-
Tu lo has querido vampirito...Voy hasta la manguera con la que bañamos a Crow y abro el grifo para empaparlo de agua. El chorro impacta en su cara y entre mis carcajadas escuchaba sus ruegos para que parase. No lo hice y seguí con mi venganza. Mientras que permanezca en mi casa no le pondré las cosas fáciles.
No tuve mucho tiempo para disfrutar ya que en un abrir y cerrar de ojos lo tuve en frente agarrándome por la muñeca para que dejara de mojarlo.
- Ahora te vas a enterar.- responde de lo mas divertido y girando mi mano para enfocar la manguera hacia mi.
El agua fría entra por mi escote empapando toda la camisa hasta bajar por los vaqueros. La solté de inmediato y cayó al suelo descontrolada salpicándolo todo a su paso. Riéndonos escandalosamente, intenté pisarla para que dejara de bañarnos ya que él aun siguia cogiendo mi muñeca. Algo que me imposibilitaba agacharme.
Y a todo esto Elena... Por qué dejas que este chupa sangre te toque?. Deberías darle una paliza por tomarse tantos atrevimientos.
La voz de mi conciencia me alerta del error que estoy cometiendo y opto por cortar con este ambiente de complicidad.
- Suéltame.- observo como sostiene mi mano.
- Lo siento.- se aparta de inmediato.
Avergonzada por compartir risas con este ser, me dispongo a compensarlo con algún insulto, pero no me quedó otra que pensármelo mejor. Al mirarlo con toda esa ropa empapada que se le pegaba a su escultural torso tuve que cerrar el pico. No es por nada, pero si estuviese vivo seria un bombon de tío.
Pov Damon
Se marchó sin decir ni adiós, pero en repasarme con la mirada si que se entretuvo bastante. El jueguecito de la manguera me ha venido bien para comprobar que Elena no es tan bruja como intenta aparentar. Me sigue odiando, es obvio, pero ya le desagrado menos. Extrañamente a mi ella no me cae mal. Aunque ese agrio carácter me lo pone muy difícil algunas veces, tengo la necesidad de hacer lo que me pide.
Jeremy trajo una muda limpia para cambiarme al menos estas ropas rasgadas y sucias y poder tener una apariencia medianamente normal. Luego salimos del granero en dirección a la casa. Una vez en la entrada, subimos al porche donde nos esperaba una Elena con el pelo aun húmedo pero cambiada de ropa y el padre sentados en una mesita. Con el desayuno preparado, Grayson se levantó para recibirme y me ofreció asiento. Jeremy se sentó a mi lado emocionado con la situación y de la hermana no esperaba el mismo recibimiento, pero es que tampoco saludó o levantó la vista del plato.
- Perdona a Elena. Tiene mal despertar.- se disculpó el padre.
- No importa. Lo mejor es darse una buena ducha fría por la mañana. Eso despeja a cualquiera- le recomiendo irónico a ella y le saco una risa al hombre.
Por fin capto su atención y me mira frunciendo el ceño. Le incomoda tenerme en frente, pero para mi es de lo mas entretenido chincharla.
- Y bien Damon, cuéntanos... Que te ha hecho aparecer en esta parte del muro?- la pregunta de Grayson es la misma que me hago yo.
- No sé, desperté en mitad del bosque sin recordar absolutamente nada.-
- Ni siquiera sabia que era una vampiro...- añade Jer.- Se lo tuvimos que decir nosotros.-
Como todos en la mesa empezaron a comer, yo agarré un panecillo y junté algo de mantequilla. Tenia un hambre voraz, y aunque no era lo que mas me apetecía, tampoco era plan de dejarle tirado todo lo que habían preparado. Al llevarme a la boca la tostada y pegarle un mordisco los tres se me quedan mirando y pronto la suelto al plato para saber que estoy haciendo mal.
- Perdón.- me disculpo por lo que haya hecho.
- No, por Dios...- me incita el hombre a que siga.- Es que...tenia entendido que para ustedes nuestra comida es como basura caliente.-
- Pues a mi no me sabe así. Está rica.-
- Bueno... lo ha hecho Elena, así que no lo tiene que estar tanto.- saltó Jeremy con una broma ganándose un toque en la cabeza de su hermana.
- Definitivamente Jeremy tiene razón. No en lo del desayuno de mi hija - aclara- pero si de que eres especial.-
No sabia como tomarme sus palabras. Mas especial que ser un vampiro?.
- Por qué?. Por qué soy especial?.-
- Eso es lo que intentaremos descubrir. Nos podemos ayudar mutuamente. Si aceptas.-
- Lo siento, pero no entiendo en que puedo ayudarle yo.-
- Soy doctor Damon. Hace tiempo que no hay vampiros por aquí y tú eres el primero con el que he podido entablar una conversación. Normalmente sois muy agresivos.-
Me puedo imaginar la percepción que tendrán de mi en estos momentos, pero yo no me identifico con esos seres.
- Sigo sin entender...- no respondía a la gran cuestión.
- Quiero demostrar si realmente tu raza y la mía pueden llegar a entenderse. Nuestra especie esta en peligro de extinción y a este ritmo desapareceremos o nos convertiremos en bolsas de sangre. En los tiempos que corren es mejor unirse al enemigo.-
Elena se mordía la lengua y resoplaba nada mas escuchar a su padre. Era contraria a su opinión y se notaba que odiaba cada cosa que decía, pero por respeto lo dejó hablar sin interrupción.
- No se si le serviré de mucho, señor. No recuerdo nada.-
- Pues te tendremos que enseñar, no crees?.- propone encantadisimo con la idea.
POv Elena
Maldito vampiro de mierda, mentiroso y falso. Me dice que se va nada mas hablar con mi padre y no cumple con su palabra. Tonta de mi por creer en un demonio de la noche. Pero esto no quedará así. La invitación de mi padre no la pienso aceptar. Que viva ese monstruo aquí!? Con nosotros?. Definitivamente mi padre de tanto beber a perdido la cabeza.
Concluido el desayuno, sigo a papá hasta dentro de la casa, mientras que Jeremy se lleva a su nueva mascota a pasear por el campo. Tenia que hablar seriamente con él y por supuesto dejarle claro mi postura ante esta locura.
- Pretendes destruir a esta familia?.- lo sigo hasta la cocina.
- No empieces Elena. Es inofensivo, no lo ves?.-
- Te recuerdo que es un chupa sangre que puede matarnos. No controla la sed de sangre y tuvo que beber de Crow para apaciguarla. Y ahora lo metes en la casa?.- le digo hecha un obelisco.
- No será invitado por ahora, pero puede quedarse en el granero.-
- Y que pasa si el tito o alguien de Mistic Falls lo ve?. Nos meteremos en problemas muy gordos.-
- Tu tío no es nadie para decirme quien puede entrar en mi casa y quien no. Ademas, camina a la luz del sol. Nadie se dará cuenta de lo que es. Tendremos que tener cuidado solamente-
- Tendremos?. No cuentes conmigo.-
Me ofende que se crea que permito esta tontería. Ni lo entiendo ni lo quiero entender.
- Escúchame Elena...- entona firme-... Lo necesitamos para encontrar a tu madre. En este pueblo, el que tu defiendes, han pasado por completo de buscarla.- reprocha con rencor.- Damon por sus capacidades es el único que puede ayudarme a acercarme al muro, recoger pruebas y volver con vosotros.-
- Que tienes pensado hacer?.- pregunto temerosa.
- Mantengo la esperanza de que esté viva, pero seguramente estará en el otro lado.- comenta apenado posando sus manos sobre mis hombros.- No espero que lo entienda cariño, pero si que estés de acuerdo conmigo. Por eso no puedes decirlo en la academia ni a tu tío.-
Y una vez mas claudico ante todas las peticiones que me hacen. Es imposible decirles que no a estos testarudos y me enerve la sangre tener que aguantarme al vampiro por unos días.
Para salir del caos que se vive en mi casa, saco al caballo del establo para viajar al pueblo. Necesitaba volver a mi vida normal, conectar con gente que tenga pulso o simplemente le carburara el cerebro. Nada de eso quedaba ya en mi hogar...
Solo había dos kilómetros de distancia y al trote lo recorrí rápido. Crow estaba con energías y nos presentamos a las puertas de la casa de Bonnie en un santiamén. Es mi mejor amiga y a la primera que quería ver. Vivía en los pocos recintos urbanizados que quedaban por Mistic Falls. Cuando me dispongo a tocar al timbre coincide que la puerta se abre y pillo a la señora Bennet saliendo. Su agradable sonrisa me saca una a mi.
- Buenos días Elena.-
- Hola. Esta Bon en casa.?.-
- Se ha ido con Caroline. Supongo que estarán en la plaza. Siempre se reúnen allí los jóvenes no?.- me informa y bufo decepcionada.- Acaso no te han dicho nada?.- pregunta preocupada ante mi reacción.
La verdad es que tenia ganas de hablar con ella a solas y no con Caroline de por medio. Pero que remedio...
- No, si que me lo dijeron. Tal vez yo no me acordaría. Gracias.- me despido con la mano.
Llegando al centro, me aproximé a la plaza donde quedábamos todos los domingos antes de pasar las tardes con nuestras respectivas familias. Mistic Falls funcionaba por tradiciones y se componía de reglas. Algunas absurdas, pero acatables por el bien común. Una de las principales era que no había algo mas poderoso que la familia. Y todos los humanos somos una familia.
Ato a Crow al árbol y aproximándome al banco donde Car y Bon permanecía sentadas de cháchara, las saludo eufórica y contentísima por verlas. Cuando creí que esos chupa sangres me matarían, ellas fueron las primeras que me vinieron a la mente.
- Donde estabas?.- me pregunta la rubia dándome un enorme recibimiento.
- No la agobies.- se mete por medio Bon y me achucha.- Has estado enferma?. Fui a tu casa ayer antes de que oscureciera y nadie abría la puerta.-
- Estoy bien. Es que os tengo que contar muchas cosas.- les explico y las hago sentar.
- Si, pero antes tienes que saber que Matt esta como loco. Lleva un día sin verte y no para de preguntar por ti.-
- En serio?.- dejo de lado mi historia para centrarme en la información de mi amiga.
Podria ponerme a saltar a la pata coja de la alegría, pero no quería ser tan obvia.
- Se extrañó al no verte en la academia. Por eso te pregunto si estas enferma ya que nunca faltas a un entrenamiento.-
- Es que no sabéis lo que me ha pasado chicas. El otro día...- antes de continuar alguien me detiene tapándome los ojos.
El olor de su perfume me dio una pista de quien podría ser. De repente el horror pasado estos días y la preocupación por que descubrieran lo que mi familia tiene guardado en el granero desaparecen de un plumazo.
- Quien soy?.-
Le retiro las manos y doy un giro de 180 grados para volverme a él y abrazarlo por el cuello para traerlo a mis labios. Tenia entre mis brazos a mi flamante, valiente, fuerte y guapísimo novio.
- Hola nena.-
- Hola.- entono bobalicona.
Iba con la ropa de oficial. En la academia estaba a punto de graduarse, igual que en el instituto y yo andaba entristecida porque el año siguiente lo mandarían para Withmore. Menos mal que pronto podré reunirme con él. No paro de repetirme que tan solo queda un año mas para mi y ya está, tendré la vida soñada...
- Donde te metes?. Faltaste ayer al entrenamiento, el comandante está enfadado.-
- Ya... Lo siento.-
- Tienes que tomártelo en serio, Elena. Esto no es un juego.-
De verdad que era necesario que regañara como una niña pequeña delante de mis amiga?.
- Lo se y no faltaré mas. Por suerte el comandante es mi tío, me perdonará.- presumo para que se tranquilice.
A veces Matt se toma las cosas a la tremenda y cuando se le mete un objetivo entre ceja y ceja quiere que salga todo perfecto. Como nuestra relación...Es incapaz de ver el esfuerzo que hago para estar al nivel de sus expectativas.
POV Damon
Paseando por los términos de las tierras Gilbert, el paisaje permanecía hermoso con esos extensos campos y el enorme bosque que los resguardaba. Hacia un estupendo día y mi buen humor crecía conforme andaba.
- Se te ve relajado.- comenta a mi lado Jeremy.
- Es que esto me relaja.- cierro mis ojos para que el sol me diera en la cara.- Aunque...- los abro nada mas sentir el ruido de mis tripas.
- Tienes hambre?.-
- Un poco...- digo avergonzado.
- Normal. No has tomado nada de sangre desde anoche.- se saca la mochila que portaba sobre los hombros y rebusca algo en ella.- Toma.-
Extiende su mano ofreciendo una pequeña bolsa trasparente llena de sangre. La miré con gula, pero no quise precipitarme. Aun pareciendo un perro ansioso, respetaría estas pautas que resultan ser extrañas para mi. Porque lo primero que me pide el cuerpo es morder el cuello del pequeño.
- Gracias.-
No lo pensé dos veces y bebí de la bolsa hasta dejarla seca. Conforme la sangre caía por mi garganta, una sensacion extraordinaria invadía cada poro de mi piel y todo a mi alrededor pasó a ser mas brillante y hermoso. Es como un aliento de vida.
- Vaya...- dice Jeremy con la boca abierta.
- Que.-
- Tus ojos... Son oscuros.-
Me los toco e instintivamente paso la punta de mi lengua por los colmillos. Estaban mas largos de lo normal.
- Lo siento, yo...- me doy la vuelta para esconder mi horrible cara.
- No te disculpes. Ha sido una pasada. Con Crow no te pusiste así.-
- Es verdad. Que me pasa?.-
- Es que lo que hay en la bolsa no es sangre de animal, si no de una persona.-
- De verdad?. De quien?.-
- De algún paciente de mi padre. Me la ha dado porque sabia que la necesitarías. No puedes alimentarte solo de sangre de animal. A la larga eso no te satisface y probablemente pierdas el control.-
- No quiero que pase eso.-
- Por eso beberás de estas bolsas. No se puede comparar a la sangre del cuerpo, pero hace el apaño.- me guiña el ojo con complicidad.
Su apoyo y comprensión, a pesar de corta edad, es satisfactoria para mi. Si no fuese por él aun seguiría vagando por el bosque solo.
Proseguimos con el paseo mientras mantenemos la misma conversación banal hasta que llegó a lo interesante. Con una gran inteligencia hablaba sobre mi raza, lo que supuso su descubrimiento para los humanos y posteriormente los estrago que causaron.
- El mundo se ha vuelto loco.- digo con desanimo.- Puedo preguntarte algo?.-
- Lo que quieras.-
- Por que ustedes no me odiáis como lo hace tu hermana?.-
- Bueno, en mi caso los niños de mi edad se supone que no debemos saber de vuestra existencia hasta los 15 años. Para protegernos la inocencia y esas tonterías.- explica sin darle demasiada importancia.- En el caso de mi hermana es mas especial. Hasta hace poco no os odiaba. Fue el momento de meterse en esa academia lo que la hizo cambiar. Pero mis padres nunca han estado de acuerdo en inculcarnos rencor hacia vosotros. A pesar de que somos Gilbert.-
- Que significa?.
- Que somos una de las familias fundadoras, de donde provienen los cazadores de vampiros. Mi padre es uno de ellos y cuando Elena y yo alcancemos la mayoría de edad perteneceremos al clan.-
- Pero si sois cazadores...Por qué me acogéis?.-
- No te asustes. Mi padre pasa de esas chorradas, igual que yo. Él prefiere estudiaros y averiguar si podemos convivir en paz.-
- Tu hermana tiene razón. Os meteréis en problemas por mi culpa.-
- A Elena ni caso. Desde que sale con Matt Donovan se ha vuelto una petarda.-
- Elena tiene novio?.- intenté no sonar muy decepcionado.
- Si. Un rubio de cabellos relucientes, con ojos claro y capitán del equipo de fútbol del colegio y también en la academia. Iría en un corcel si lo tuviese.-
Por los gestos y el tono asqueado de Jeremy noto que no le cae muy bien. La curiosidad me invade de inmediato.
- Hace mucho que salen?.-
- Un par de años por lo menos. Están como predestinados o eso dice ella.-
Al parecer está enamorada y tengo la rara impresión de sentir un pellizco en el estomago. Esa sensación me deja en silencio y Jeremy me golpea levemente para que reaccione.
- Eh! Te apetece correr?. Así pruebas tu super velocidad.- propone con ímpetu.
Tal vez es lo mejor que puedo hacer para despejarme de estos pensamientos que me llevan a una Elena con novio y yo con una rabia que se iba acumulando por dentro.
Luego de comprobar uno de los tantos poderes que tengo, volví a la granja Gilbert con un Jeremy flipando por lo que habían visto sus ojos y y mas cuando lo traje hasta aquí así. No podía ocultar su cara de alegría.
- Gracias de verdad. Ha sido alucinante. Tenemos que repetirlo.-
- Cuando quieras.-
- Bueno, voy a cambiarme de ropa y te veo en el almuerzo. Hoy papá quiere comer en el jardín!- celebra ilusionado.- Te hemos dejado también ropa para ti en la guardilla.- chocamos los puños en forma de despedida, algo que me hace sonreír cada vez que lo hacemos. Es una manera muy peculiar de decir adiós.
Entrando en el establo, voy a subir por la escaleras y de pronto Elena aparece a lomos de Crow. Montaba con autentica soltura, como si de una amazona se tratase, y su melena suelta cayéndole por los hombros, con esos vaqueros ajustados a sus esbeltas piernas me cortaban la respiración. Pero que me pasa?. Esta chica me esta haciendo la vida imposible, no puedo ni debo de mirarla de esa manera.
Con la seriedad que siempre me recibe, se baja del caballo guardándolo en el establo y nada mas meterlo viene hacia mi con paso firme. Un aparente cabreo se palpa en su rostro, pero ya no me sorprende. Simplemente mi presencia la irrita, y cualquier cosa que haga o diga la enfada hasta tales extremos que es incomprensible. Pero extrañamente eso me gusta.
- Me prometiste que te irías.- amenaza con su dedo acusador.
- No te prometí nada. Dije que me iría cuando supiera algo sobre mi pasado y aun sigo sin saber.-
- Cuando te darás cuenta de que mi padre es un borracho que no sabe lo que dice?.-
Me sorprende la manera que tiene de referirse a su padre. El tono que utiliza basta para deducir que su relacion con él no es muy buena.
- Yo creo que estaba muy sereno cuando me invitó.- le discuto.
- Quieres saber que eres?. Yo te lo diré.- con actitud chulesca pone sus brazos en jarra enfrentándose a mi.- Eres un ser despreciable, oscuro y sin corazón. Nada bueno puede haber ti, ya que estas muertos y los muertos no pueden sentir.-
Eso no es verdad, porque si lo fuese no me sentiría lastimado por sus palabras. Decido que hasta aquí llegó tanta humillación por su parte...
- Pues un ser tan despreciable como yo te ha salvado la vida.- le recuerdo harto de sus insultos.
- Y por eso te debo algo?. No lo creo.-
- No, pero un poco de agradecimiento no estaría mal.-
- Eres un vampiro. No tengo que darte las gracias por obsequiarme con un minuto mas de vida.-
Esa palabrita enciende la mecha y exploto agarrándola del brazo y acortando la mínima distancia que ya nos separaba.
- Me llamo Damon. No vampiro.- contesto entre dientes.
A pocos centímetros de su rostro, relajo la mandíbula y todo la fuerza que ejercía sobre su brazo cuando observo esos ojos redondos de chocolate mirando hacia mis labios. Hubo un momento, solo un instante que todo se paró. No nos moveríamos en el segundo mas eterno del mundo, pero yo lo único que deseaba era recorrer el camino que me lleva a su boca. Joder Damon, haz algo ya o te vas a quedar como un pasmarote embobado en sus rosados y carnosos labios?
- Mientras vivas en mi casa...- exhala en un susurro y su expresión se endurece conforme lo dice.- ... te llamaré como me de la gana.- dice con resentimiento acumulado y tira para que la suelte.
Sin más se gira dándome con su larga melena en la cara y la tregua que quería ofrecerle queda muy lejana por ahora. Esta niña está sacándome de mis casillas y solo por fastidiarla tengo mas ganas de quedarme.
CONtinuara...
Estoy feliz por que o guste la historia. De verdad gracias por leer. ;)
