Una rubia de largas piernas y un cuerpo de escándalo, amplia la sonrisa cuando se planta frente a Jeremy y Damon. Ambos intentaron ocultar los nervios al verse sorprendido, sobre todo el niño, que sabia el riesgo que corrían.
- Caroline, que haces aquí?.-
- Donde están tus modales, mocoso?.- le sacude el cabello y este aparta la cabeza molesto porque se lo revuelva.- No me presentas a vuestro invitado?.- repasa de arriba abajo al vampiro.- Soy Caroline, encantada.-
Sin previo aviso se lanzo a darle dos besos. Algo que el vampiro no se esperaba, pero que recibió con agrado llevándose la mano a la mejilla. Era extraño. El contacto con un cuerpo humano llamaba mucho su atencion y el cálido calor que desprendían le fascinaba.
- Yo... Soy Damon.-
- Así que Damon...Un nombre muy bonito.-
- Si, bueno...- interrumpe un Jeremy muy nervioso.- Tenemos que irnos Car. Elena no está, pero puedes esperarla en la casa.-
- Si, si...- hace caso omiso al niño y solo se centra en el nuevo.- Y dime Damon, quien eres?-
- Pues...- no sabe como responder a eso.
- Es nuestro primo!.- se adelanta Jeremy.
- Elena nunca nos ha contado que tenia un primo tan guapo.- comenta coqueta.
- Es que acaba de llegar. Es un primo muy lejano.-
- Si. Solo estoy de paso.- lo secunda Damon.
- En serio?.- chista apenada.- Que lastima.-
- Ya... Lo sentimos. Adiós.-
El niño tira del vampiro para sacarlo de allí, pero Caroline no está dispuesta a dejarlos ir.
- Y de que parte vienes?. Porque hace tiempo que no se ven forasteros por aquí.- sigue con el interrogatorio.
- De la parte norte del muro.- contesta un Damon ingenioso.
- Vaya!. Me gustaría mucho saber que hay fuera de este pueblo. Te gustaría que quedáramos para que me lo cuentes?.- pregunta atrevida sin tener ninguna noción de a quien se lo está proponiendo.
- No puede Car!.- la voz de Elena se escuchó al otro extremo del granero y todos la miraron.
Acompañada por Bonnie, su cara detonaba inquietud por la revelación del vampiro frente a Caroline. El miedo porque su amiga se diese cuenta de lo que es la tenia en una constante tensión.
- Que escondido lo tenias, eh?.- se hizo la ofendida la rubia.
- Te lo iba a contar.- se aproximó a los tres.- Acabo de decírselo a Bonnie. Verdad, Bon?.-
La morena afirmó sin mediar palabra. La realidad era que la presencia del vampiro le imponía y excitaba a la vez.
Damon y Elena se miraron por primera vez en el día y los momentos vividos de anoche regresaron a sus cabezas. Ella la retiró rapidamente para mirar a la amiga e intentar explicarle algo que disminuyera sus ansias por saber.
- Es un familiar de mi padre.- continuó con la mentira que había escuchado a su hermano.- No estará mucho tiempo aquí, así que no lo agobies.-
- No lo agobio. A que no Damon?.-
Él prácticamente no sabia que hacer. Había tres mujeres observándolo, cada una de ellas con un intereses diferentes y lo único que tenia claro es que al abrir su boca, dijera lo que dijera, la liaría.
- Para nada.- opta por ser educado.- Me encantaria quedar contigo, Caroline. Pero como dicen mis primos, mi tiempo es algo limitado. Otra día será?.-
- Claro!.- acepta la rubia, que sonríe conformista.
Todo lo contrario que Elena. A ella prácticamente se le empieza a hinchar la vena de la frente y suelta una respiración honda igual que un toro bravo. Si no fuera porque Caroline no se ha dado cuenta, abofetearía ahora mismo al vampiro. Como se atreve aceptar una cita con su amiga?.
- Porque no vamos a mi casa?. Venga te invito a un refresco.- dice para sacarla del granero con la ayuda de Bonnie.
Jeremy y Damon se quedaron como pasmarotes mirando como se iban las tres y suspiraron de alivio una vez que desaparecieron. El niño se tapó los ojos con las manos y comenzó a negar con la cabeza.
- Menos mal que es rubia.-
- Se lo habrá creído?.- dudaba Damon.
- Si se hubiese dado cuenta tendría otra reacción, te lo aseguro. No podemos relajarnos. Caroline es muy intuitiva y sus padres son fundadores.-
- Fundadores?.-
- Son las familias que fundaron Mistic Falls. Pero ya mi padre te pondrá al tanto. Es largo de contar.-
Jeremy zanja el asunto mientras salen del granero para dar su paseo matinal. Se estaba volviendo en costumbre y para ambos algo divertido y productivo. Porque para el niño era una experiencia fantástica convivir con un vampiro y para Damon aprender a conocer a otras especies incluido la suya propia.
Elena se encerró con las amigas en su habitación. No quería arriesgarse a que Caroline se le escapara y fuera de nuevo al establo para visitar a Damon. En un espacio mas pequeño la tendría mas controlada y le podria dar la explicaciones pertinentes de su nuevo inquilino.
- Desde cuando tienes a ese adonis viviendo en tu casa?- pregunta la rubia exaltada tirándose en la cama y aferrándose al osito de peluche que había encima.
- No es para tanto Car.- contesta Elena restando importancia.
- Que no?. Estas ciega o qué?.- mira a Bonnie.- Tu la estas escuchando?.-
- Lo siento Elena, pero está de pan y moja.-
Elena se molestó por el apoyo de Bonnie. Acaso le ha dado a todo el mundo por estar en su contra?. Y lo que mas le mosqueaba es que siempre tiraban para el lado de Damon.
- Es solo un familiar que se ira pronto. No debéis prestarle mas atencion.-
- Y como no mirarlo?. Has visto que ojos?. Ese tipo de espécimen no se ven todos los días.- la rubia seguía suspirando por el encuentro.
Elena se tensó nada mas que escuchar lo de espécimen. Caroline no tenia ni pajolera idea de lo que era, estaba segura, pero también sabia que terminaría por descubrirlo.
- Te recuerdo que tienes novio.- intenta que abandone su fijación por el vampiro.
- Bah!. Tayler no es mi novio.- se levanta incomoda.- Voy hacer pis y cuando vuelva quiero que me cuentes todo sobre tu primo.- exige eufórica metiéndose rapidamente en el baño.
Al fin solas, Elena le recrimina con la mirada a Bonnie y le pide explicaciones.
- Por qué le sigues el rollo?.-
- Para que no se de cuenta. Ya sabes como es, lo presiente todo.-
- Pero no tienes que ponerte alabar a ese chupa sangre.- comenta bajito.
- Lo siento, vale?.- se encoge de hombros.- Aun estoy alucinando por ver a un vampiro. No se ni lo que digo.-
- Ahora lo que me preocupa es que lo vaya pregonando. Eso acarreará preguntas.-
- Mira, tú tranquila.- la calma sentándola a su lado.- Ya lo has escuchado. Se irá pronto y nadie se enterará de nada.-
- Eso espero.- suelta el agobio acumulado y Bonnie le pasa el brazo por encima de los hombros para consolarla.
- Pero Car lleva razón. Menudos ojazos tiene!.- concluye la amiga para sacarle una sonrisa.
Con la llegada de la noche, Grayson estaba en la cocina preparando de comer y Jeremy le ayudaba a poner la mesa fuera en el porche. Que Damon no fuese invitado a la casa no significa que no lo pudieran invitar a cenar...
Por su lado, Elena bajó de su habitacion después de darse una buena siesta. Una tarde con Caroline era agotadora y merecía de un agradable descanso antes de someterse a la batalla final. Últimamente no dormía bien, soñaba cosas muy raras y pensó que seguro que la presencia de ese demonio tenia mucha culpa. Cuando entró en la cocina y vio a su padre entre fogones, la alegría se reflejó en su rostro. Ahora si que parecía su verdadero padre, el que cocinaba, el que siempre estaba atento a ellos. Se le notaba relajado y contento.
- Mi amor!. Échale una mano a tu hermano.- dice atareado removiendo las cosas en la olla.- Hace una noche preciosa, cenaremos en el porche.-
- Papá, tengo que decirte algo.- Elena quiso informar de los últimos acontecimientos.
- Ya se que tus amigas han visto a Damon.-
- Lo siento, Caroline se presentó sin previo aviso.-
- No importa, cariño. Ellas han sido la prueba definitiva para lo que quiero hacer.-
- Y que es?.- preguntó temerosa por la idea que se le ha podido ocurrir.
- Os lo contaré en la cena. Ahora ve con tu hermano. Yo ya estoy acabando.-
Que su padre no se muestre preocupado y encima esté contento no era buena señal y, aunque por dentro se comía las uñas, Elena guardó paciencia. Cuando salió al porche, en la mesa ya estaban sentados Jeremy y Damon que conversaban animados mientras comían pan.
- Es que no esperáis a nadie?.- espetó con la misma simpatía que siempre le dedica al vampiro.
- Lo siento.- el chico suelta el pedazo en el plato.
- Tardabas una barbaridad en bajar y papá en servir. Tenemos hambre.- se queja Jer.
- Aun así tienes que esperarte. No creas que porque no esté mamá vas hacer lo que quieras.-
- Vaaale.- dice dejando su trozo de pan a regañadientes.
Grayson se presenta sujetando la olla de comida con unos guantes de horno. Colocandola sobre la mesa, acompañó a Damon y sus hijos tomando asiento y dio el permiso pertinente para comenzar. Jeremy corrió a servirse, seguido del padre que pasó el cucharon a Damon. Él en vez de coger su ración se lo ofreció a Elena para que se sirviera primero y esta se extrañó agradablemente ante su gentileza. Fue a cogerla y al agarrar el mango topó con la mano gélida del vampiro y de repente sintió como una corriente eléctrica atacaba todo su cuerpo. Era un escalofrío permanente, que erizaba los bellos de su nuca y altera todos sus sentidos. Tanta educación y gestos amistosos la estaban confundiendo. Pero no... ahí seguía su maldita conciencia que estaba constantemente recordandole que era por simple peloteo para quedarse. Así que no le dio mas importancia a ese gesto y tiró del cucharon sin dar las gracias.
- Bueno, ahora que estamos todos, me gustaría hablar del percance de esta tarde. Elena...- llama Grayson a su hija.- Le has comentado algo a tus amigas sobre...?- señala a Damon con el tenedor.
- No papá. Se creyeron la historia de Jeremy.-
- Entonces eres mi flamante sobrino y primo de los niños, no?.- comienza a reírse el viejo.
Como él, su hijo se contagió, pero Elena y Damon no estaban para bromas. Ella estaba preocupada porque le había costado un huevo sacar de la cabeza dura de su amiga la fascinación por el chupa sangre y él solamente se preocupaba por verla así.
- Da igual, porque la mentira no durará para siempre. Tarde o temprano se darán cuenta.- dice Elena con seriedad.
- No se yo.- Grayson no compartía la opinión de su hija. Tenia otro plan totalmente diferente en mente.- Gracias a que lo han visto caminar de día, se han podido creer vuestra historia.-
- Eso no quiere decir que nada.-
- Claro que si. Piensan que es un humano. Por que no aprovecharlo y que se integre entre nosotros?.-
- ¿Que!?- Elena pone el grito en el cielo.- Integrarlo?. Para qué?.-
Damon y Jeremy eran espectadores de lujo en la disputa. Mas callados que en misa, ninguno pensaba en intervenir y mucho menos cuando Elena se levantó de su asiento indignada con su padre.
- Seria una magnifica oportunidad para demostrar que nuestras especies pueden convivir juntas.- continua el hombre convencido.
- Ya estas con tus experimentos. Es que no te das cuenta del peligro al que nos expones?. Ademas, no se supone que todo esto era por mamá?. A que viene ahora querer quedarte con él?.-
Elena se exasperaba por momentos, hasta que Damon decide intervenir cuando sintió que lo trataban como una pertenencia. Carraspea un par de veces, pero con tanto grito ni lo escuchan.
- Perdonar.- murmuró limpiándose la boca con la servilleta.
Pero nada... La chica no daba tregua y no paraba de reprocharle a su padre.
- Parad ya, por favor!.- pidió nuevamente ya con una tonalidad mas alta.
Padre e hija guardaron silencio y todos lo miraron expectantes. Se sentía molesto porque ninguno le preguntaba directamente a él, a pesar de estar presente.
- Lo siento Damon. Estos son los típicos comportamientos del ser humano. Absurdos, verdad?.-
- Algo complicados, si. Pero no se disculpe Sr Gilbert. Mas bien soy yo quien debe disculparse y estar agradecido por darme cobijo y comida.- apurado por la atención que creaba, se puso en pie.- Y le agradezco que quiera ayudarme, pero no voy a permitir que por mi culpa meta a su familia en problemas. Elena tiene razón. Es mejor que me vaya.-
- Noooo.- se negó rapidamente Jeremy.
- Calma Jer.- le pidió Grayson al alterado niño.
- Gracias de verdad, pero mañana por la mañana abandonaré la granja. Lo siento.- comenta intentando disimular la tristeza que le provoca dejarlos.
No quería irse, aunque tampoco quería estar donde no lo quisieran. Y claramente Elena no lo quería. Así que por tal de no molestarla más, prefiere quitarse del medio y buscar en solitario algo que lo lleve a recordar.
Elena no se esperaba para nada su renuncia. Pensaba que echarlo le llevaría un par de discusiones mas con el padre, pero no contaba con que Damon fuera el que diera el primer paso. El vampiro se retiró de la mesa dando de nuevo las gracias y mirando con disgusto a la chica. Creía haber avanzado algo con ella, pero nada más lejos de la realidad, cada día que pasa lo odia más.
Ya en la soledad del establo, se acerca a Crow para despedirse y estuvo un rato hablándole al caballo, como si el animal pudiera respondedle. Luego subió a la guardilla y recogió las pocas cosas que le pertenecían. Echándose sobre en el montón de paja que había como colchón, descansaría toda la noche para salir por la mañana y a partir de ahí, solo sus sentidos lo guiarían hacia su destino. Mientras pensaba en eso, fugazmente el rostro de Elena se le vino a la mente. No comprendía como esa chica con cara angelical pudiera albergar tanto rencor. Por qué?. Seria por que le pasó a su madre?. O por esos otros vampiros que la agredieron?. Gracias a esa duda y que se acordó que debía enseñarle algo, pasó de dormir y se levantó para salir del establo.
Elena ya estaba en su habitacion después de la desastrosa cena que ha acabado con todos peleados. Tan difícil es entender que si alguien en Mistic Falls sabe que vive un vampiro con ellos lo podrian condenar al exilio para siempre?. Y ni el apellido Gilbert evitaría ese destierro y vivir con el estigma de ser unos traidores.?...
Colocándose el pijama para irse a dormir, no pudo evitar acercarse a la ventana y correr un poco las cortinas para mirar hacia el establo. La luz de la guardilla estaba encendida y un pellizco en el estomago la asaltó. Era mas bien el remordimiento de echarlo el que la persigue desde que vio como se marchó de la cena. Por muy bien que le sentaba salirse con la suya, una parte de ella no se alegraba para nada de que se fuera...No quiere hacer caso a esa parte que le dice y le reclama una oportunidad para ese chupa sangre que solo la ha ayudado y la ha salvado incontable veces. Tampoco quiere seguir pensando en él y se aparta de la ventana. Si le da muchas vueltas terminará por volverse loca y para eso le quedaba muy poquito.
Casi estaba por meterse en la cama y apagar la pequeña lampara de la mesita cuando un par de golpes en el cristal de la ventana la hicieron sobresaltarse. Aunque muchas veces la valentía le salia por los poros, esta no era una de esas ocasiones y se asustó. Sabe perfectamente quien puede ser, nadie puede subir a un tejado de una primera planta y trepar hasta la ventana tan fácilmente. Y ese era el miedo que tenia. Que era él...
Despacio volvió aproximarse a la ventana y de nuevo retiró la cortina. Damon estaba fuera, con una sonrisa torcida y levantando su mano en forma de saludo. Nada extraordinario sino fuera porque Elena le pareció verlo mas guapo que de costumbre. Añadiendo que subir hasta su ventana es un gesto muy tierno. Como en esas historias de aquellas pelis antiguas que estudian en el instituto. Rápidamente abrió las puerta de par en par. Quería saber que hacia allí y el motivo de su visita en mitad de la noche.
- Hola!.-
- No voy a invitarte a entrar y mucho menos me vas a convencer de que te quedes.- estipula de inmediato.
- Tranquila.- echa un vistazo rápido al cuarto y como no, al diminuto y estrecho pijama que vestía- No vengo por eso. No mentía cuando decía que llevas razón. Os pongo en peligro.- su comprensión no haría a Elena sentirse muy bien con la decisión tomada.- Tan solo quiero despedirme.-
- Nunca me gustaron las despedidas. Así que si me disculpas...- iba a cerrar y Damon se lo impidió agarrándola de la muñeca.
- Un momento. Ayer, cerca del muro encontré esto.- le gira la muñeca y abre la palma su mano para cederle el collar.
A la chica se le ilumina la cara cuando lo reconoce y esa luz ciega a Damon por completo. Estaba preciosa con esa chispa en sus ojos y ofrecerle un pelin esperanza lo hacia feliz. Eso era una especie de consuelo antes de su partida.
- Como... Donde?...- balbucea nerviosa.
- Estaba enterrado entre unos matorrales. El cierre está roto. Tiene toda la pinta de que seguramente se lo arrancaron en algún forcejeo.-
- Dios mio...- lo atrapa entre sus mano y se lo lleva a la boca para besadlo.- Lo encontraste anoche. Por qué me lo das ahora?.-
- Estaba mas centrado en sacarte de aquel sitio.-
- Se lo has dicho a mi padre?.-
- Claro que no.-
- Por qué?. Soy yo quien te está echando.-
- Bueno...- se rasca la cabeza y arruga el ceño.- ...supongo que me gustaba la idea de compartir un secreto juntos. Ademas, no te juzgo. Solo proteges a tu familia y cuidas de lo que es tuyo. Te comprendo.-
Elena se queda muda por sus comprensivas palabras y no puede evitar sentirse mal por ser una bruja sin compasión. En realidad él nada mas que la ayudado y salvado sin esperar nada a cambio.
- Es por ti también. Si te descubren, van a cazarte y matarte.- le advierte utilizando la ultima excusa que le quedaba para no pedirle que se quedara.
Ya empezaban a entrarle dudas y aunque todo su ser clamaba por que lo hiciera, su razón aun mandaba en ella.
- Claro. Es lo mejor.- se aparta despacio de la ventana.- Sé que no es reciproco, pero ha sido un placer conocerte. Adiós, Elena.-
Él espera solo un momento a que responda, aunque fuera algún insulto antes de irse, pero Elena se limitaba a mirarlo indecisa. Conforme se va alejando por el tejado, siente que una parte de ella no puede dejarlo ir y luchando contra la voz de su cabeza, que no paraba de recordarle lo que era constantemente, decidió arriesgarse.
- Espera!.- ahora era ella quien salió de la ventana tras él.- Gracias.-
Damon se detiene y da la vuelta. Con esa media sonrisa tímida a la vez que sexy, asiente satisfecho. Era la segunda vez que le daba las gracias. Lastima que eso no fuera suficiente para que esa chica le tenga aunque sea un poco de apego.
- De nada.-
- Está bien.-
- Está bien qué...- repite el vampiro sin entender.
- Tienes que ayudar a mi padre ha encontrar a mi madre.- no le apetecía rogarle a nadie y mucho menos a un vampiro, pero ahora comprendía la necesidad de que esté en la granja. Es el único con el poder suficiente para averiguar cualquier cosa que sirva para dar con ella. -Quédate, por favor.-
En ese instante, Damon suspiró de alivio y por puro nervio soltó una risa.
- Por que quieres me quede?. Tu misma lo has dicho. Corréis peligro si sigo aquí.-
- De todos modos corremos peligro siempre. Una guerra se avecina y si mi padre lleva razón contigo, a lo mejor nuestra especie puede albergar alguna esperanza de sobrevivir. Y lo mas importante de todo es que podemos descubrir si mi madre esta viva.-
- Elena, me encantaria ayudaros. Pero antes de eso tengo que saber que soy. No controlo plenamente mis poderes y tampoco estoy seguro si esto es una pesadilla de la que me despertaré de un momento a otro. No se nada...- se sincera agitado por tantas incógnitas que lo atormentan.
- Pues te enseñaremos.-
El chico no pudo evitar sentirse alagado al meterse ella en el saco. De echarlo de su casa a pasado a incluirse a enseñarle el mundo en que viven. Nunca un collar había logrado tanto y en su interior se alegró de habérselo entregado antes de irse. Gracias a eso ha cambiado de opinión radicalmente y por lo visto también el trato hacia él.
- De verdad quieres que me quede?.- le da una ultima oportunidad para que se eche para atrás. Aun estaba a tiempo.
- A Jeremy y a mi padre les haría muy felices.-
- No te pregunto por ellos. Tú quieres que me quede?.-
El leve paso que da hacia ella hace que se sienta intimidada y exhale todo el aire que tiene en los pulmones. La presencia tan cercana del vampiro la dejaba sin aliento y prácticamente no carburaba cuando lo tenia delante. Ese halo de misterio, mezclado con un atractivo innegable la imponían y robaban todo su energía.
- Ya te lo he dicho...- traga saliva - Te necesito para encontrar a mi madre.-
Damon lo sopesó por unos segundos. No para hacerla sufrir por todo lo que le ha hecho pasar a él, no era una venganza, simplemente se dejó hipnotizar por esos ojos de chocolate que lo miraban con temor. Al fin y al cabo era una niña de diecisiete años que ha perdido a su madre en extrañas circunstancias.
- Voy ayudarte.-
Elena respiró tranquila, pero no sabia lo que hacia. Ese impulso irrefrenable de pedirle que se quede no sabe de donde salió y por mucho que quisiera explicarlo, no podía.
- Vale.- dice apartando el contacto visual y nerviosa vuelve a introducirse en la habitacion.- Entonces nos vemos por la mañana.- agarra los ventanales para cerrarlos y por ultima vez lo mira ya que no se movía de su sitio.
- Buenas noches, Elena.- curva un lado de su boca y las arrugas que se le forman en la mejilla provoca que ella lo imite.
- Buenas noches, Damon.-
Feliz porque lo llamara por su nombre y no chupa sangre o ningún otro improperio, pegó un salto para bajar del tejado con la satisfacción del deber cumplido. Lo que aun no llegaba a comprender como ganársela paso a ser primordial para él. Estaba convencido de que Elena no tenia corazón al echarlo a la calle como a un perro, pero al parecer si que tiene debilidades y la única manera de llegar hasta ella será ir por ese camino.
POV Elena
Ahora lo llamas por su nombre?. Como si fuera un humano. Como si fuera igual a ti. Y encima vas y le sonríes?. Desde cuando te ha empezado a caer bien?. De verdad que estas perdiendo la cabeza, porque pedirle a ese ser que se quede ha sido lo peor que has hecho en toda tu vida.
Mi conciencia patalea fuertemente en mi interior y como revancha se hace notar en una exasperarte migraña. Un dolor que no cesa y que no me ha dejado dormir. Y todo por ese maldito vampiro y su detalle de devolverme el collar de mi madre. Si no me lo hubiese dado no estaría así de confundida. Arggg, me jode se que salga con la suya y sobre todo haber transigido. Porqué me siento tan débil cuando estoy con él?.
Había amanecido y bajo las sabanas, miro al techo de la habitacion buscando alguna respuestas a lo acontecido anoche. No tenia ganas de levantarme de la cama, hoy no. La presencia de ese ser, las disputas con mi padre, Jeremy con su cara de culo y demás historias me tenían apática perdida y lo ultimo que deseaba era bajar. Solo quería volver a cerrar mis ojos y soñar con algo que me lleve lejos de aquí...Entonces es cuando regresa Damon a mi mente y divago sobre su cincelado cuerpo. Bonnie y Caroline tenían toda la razón. Para nada su apariencia es como lo dictan los libros que nos enseñan en la escuela. Está como un queso y aunque vista como un mozo de cuadra, las camisetas a cuadros y las de tirantes blancas de mi padre le quedaban de escándalo. Supongo que no necesita hacer mucho ejercicio para estar así, la vida eterna se lo proporciona, pero a pesar de los cientos o miles de años que tenga, se ve como un chico de mi edad y eso, por mucho que lo quiera negar, me pone.
Tanto pensé en él que de repente en el momento de mayor relajación sentí algo entre mis piernas, un leve roce en mis partes intimas en lo que deduje que era una lengua. Oh Dios mio...inclino la cabeza para saber quien es y debajo de las sabanas Damon saca la cabeza. Relamiéndose los labios, su mirada ardiente me indicaba que no tenia intención de parar y sorprendente mente me abrí un poco más para darle mejor acceso. Era irremediable, ya lo tenia encima y mis brazos no estaban por la labor de apartarlo.
- Voy hacértelo cada mañana, Elena. Para el resto de tu vida.- dice pausado sin abandonar su objetivo.
- Aha...- digo en jadeo mientra me tumbo y lo dejo hacer.
No se seria yo quien se lo impidiera.
- Me gusta como sabes. Quiero probar tu sangre.-
Eso ya no me gustó tanto y volví a despegar la cabeza de la almohada para fijarme en sus ojos. Habían pasado del color del cielo a la oscuridad mas absoluta y unas venas debajo de ellos no disimulaban los largos colmillos que se le alargaron llegando a sobresalir de su boca. Extrañamente no estoy asustada, aunque el cuerpo no responde y me hes imposible mover ni un misero musculo. Estoy paralizada y disfrutando del sexo oral con un ...
- Vampiro!- grito a pleno pulmón abriendo mis ojos de par en par.
Toda empapada en sudor, levanté rapidamente la sabanas para comprobar que no estaba ahí. Gracias a dios no había nadie. Menos mal... Era una pesadilla. Me llevo la mano a la frente y suspiro aliviada.
- Elena!.- me llama Jeremy que estaba tirado en el suelo de mi habitacion.
- Que haces aquí?. No te he dado permiso para entrar.-
- Estaba en el baño y te he escuchado gritando ¡vampiro! vampiro!. - me imita cómico.- Te estaba intentando despertar y me has empujado.-
- Es que vuestras locuras me están traumatizando.-
- Pues parecías que te lo estabas pasando pipa al principio hasta que te has puesto a chillar.-
Madre mía que verguenza...Respiro hondo y me hago como la que no entiendo.
- Vale, ya estoy bien. Ahora vete y dile a papá que bajaré para desayunar en cinco minutos.- lo empujo para que salga de mi cama.
- No te olvides de Damon. Él también desayunará con nosotros. Nos ha contado que te has echado para atrás.-
- No te encariñes Jer. Cuando sepamos donde está mamá ya no nos servirá para nada.-
- Demasiado tarde. Damon es una pasada y cuando lo conozca te darás cuenta de que sirve para mas cosas.-
- De eso no me quepa duda.- se me escapa una risa.
Jeremy sale por la puerta totalmente contrariado. Algo normal si contamos que yo tampoco estoy muy bien que digamos. No se como catalogarlo, pero da igual, supongo que fantasear con tu enemigo no está escrito en los libros de historia y tampoco voy a buscarle explicación alguna.
Me cambio, tardando mas de los cinco minutos que le dije a Jeremy. Pero es que hoy estaba para el arrastre y mi pelo era un desastre. Lo acicalo como mejor me queda, la melena suelta y ondulada, y bajo para la cocina para salir al porche. Allí la mesa ya estaba puesta y los tres me esperaban para empezar.
Indirectamente o directamente, depende de como se mire, mis ojos se fijan en Damon. Vestía diferente, dejando de lado las camisas de cuadros y las tiraste para pasar a llevar unos vaqueros y la típica camisa básica negra de mangas cortas. El elástico se ajustaban a sus marcados músculos y con ese look mas juvenil si que estaba bueno.
Houston, tenemos un problema. Elena esta cachonda y no razona con claridad. Acaso esa ``horrible´´ fantasía te ha dejado tonta?. Hagas lo que hagas no lo veas de esa manera y mantén tus ideales y en lo que crees con firmeza.
Él se percata de mi presencia cuando aun se libra una guerra encarnizada entre mi conciencia y yo. Cruzando nuestras miradas, tan pronto que fijó sus ojos en mi, los retiró rapidamente para mirar al suelo. No quiero ser mal pensada, pero su nerviosismo e incomodo ante mi presencia me lleva a pensar que es posible que tenga algo que ver en lo del sueño. Acaso lo ha podido provocar?. Ignoro totalmente los poderes que tiene. Sabia lo de su velocidad, fuerza y falta de humanidad, pero nada más. Ahora, lo que si sé es que si puede meterse en mis sueños se va enterar, porque entonces una flecha ira a parar directamente hacia su corazón.
CONTINUARA...
