POV Elena

Subidas en la tarima, mis amigas y yo nos volvemos locas bailando de forma un pelin provocativa. Conforme marca el ritmo de la canción, dejamos boquiabiertos a todos los presentes, sobre todo a los tíos. No me gusta ser el centro de atencion, pero necesito liberar tensiones aquí arriba. Llevo todo el día pensando en ese maldito sueño, las hormonas las tengo revolucionadas y tampoco ayuda haber bebido cuatro cervezas nada mas llegar a la fiesta.

De pronto unas manos desde abajo me agarran y tiran fuerte de mi. Veo que es Matt y me lanzo sobre él abrazándolo fuerte por cuello y plantandole en la boca un ardiente y húmedo beso.

- Para ya, Elena!.- me aparta de malos modos.- Te dije que no subieras a esa tarima. Se te ve todo.-

Ya estamos otra vez...

- No digas tonterías. Solo me estaba divirtiendo.-

- Eres una Gilbert y mi novia. Debes comportarte.- lo dice como si fuese la gran cosa.

- O sea que tú puedes hacer mega fiestas y yo en cambio no puedo pasármelas bien en ellas?. Acaso tengo que permanecer como una señorita a tu lado?.-

- Algo así.- se queda tan pacho en su afirmación.

- Así que algo así...- suelto una risa irónica.- Pues déjame decirte algo Matt...Vete a la mierda!.- pegandole un empujón para que se quite del medio, le robo su cerveza ante de marcharme para la salida a tomar el aire.

Se cree que me va tratar así?. Va apañado si piensa que me quedaré a su lado como una mujer florero. No lo soy ni pretendo serlo. Escucho sus pasos que me sigue por todo el salón y yo apremio los míos para perderle de vista. No voy hablar con él en todo lo que me resta de vida. Es un puto machista y no merece mi perdón.

Mas pendiente de que me perseguía, no atendí a lo que se presentó delante de mis narices. Cerca de la entrada del gran salón, Caroline se morreaba con un chico de pelos oscuros y una camisa que me resultaba familiar. Mis ojos se abrieron de par en par cuando comprobé quien era e involuntariamente estrujé el vaso de cerveza que agarraba en mi mano. Damon y Caroline pegándose el lote?. Pero que les pasa? Y que hace él aquí?. Me dirijo a por respuestas porqué esto no va quedar así. Ese condenado no puede besarse con mi amiga. Rectifico!, no puede besarse con nadie en absoluto.

Me planto frente a ellos cruzándome de brazos y esperando a que terminen.

- Caroline!.- la llamo harta de presenciar tan asquerosa escena.

Parece que ella no reacciona, pero el vampiro si. La aparta cogiéndola de los hombros y me mira rapidamente. Aun tenia los labios hinchados del beso y solo me entraban ganas de abofetearlo.

- Elena!. Mira, es tu primo.- lo señala graciosa.

Naturalmente Caroline no estaba en sus cabales. Se había peleado con Tayler por millonésima vez y ahora la encuentro besando a Damon. Podría echarle fácilmente la culpa a la borracha de mi amiga, pero en cambio prefiero echarle toda la mierda a él.

- Que haces aquí?.- entono indignada.

- Grayson me ha dado permiso. Ademas tú novio me invitó.-

- Si, así es.- aparece el susodicho a mi espalda.- Que bien que hayas venido Damon. Aunque no te dije nada de que te trajeras acompañante.- mira al amigo de mi hermano despectivamente.- ¿Que hace el extranjero aquí?.-

- No sabia como llegar y Enzo me ha traído. Hay algún problema?.- salta en su defensa Damon.

- Ninguno. Lo que pasa es que por aquí no nos gustan muchos los forasteros.- explica Matt y ruedo los ojos al escucharlo.

Mira que me pone de los nervios cuando se pone en plan capullo.

- Yo también vengo de fuera.- el vampiro le contesta sin miramientos. Para nada le impone la actitud chulesca de mi novio. Es más, no piensa dejar que pisotee a Enzo.

- Ya, pero eres familia de Elena. Un Gilbert. Tú si puedes estar aquí.-

- Si él no es bienvenido. Yo tampoco.-

Su fidelidad me toma por sorpresa. A conocido a Enzo hoy y le da el lugar que nosotros le hemos negado por ser de fuera.

- Tranquilo Damon. Te iba a decir que esto no es lo mio.- dice con apuro el pobre chico.

- Y que es lo tuyo bicho raro?. Los libros?.- Matt suelta una carcajada, pero ninguno le reímos la gracia, salvo Caroline que vivía todo esto como si estuviese viendo un culebrón.

- No te iras solo. Yo me voy contigo.- espeta Damon con seriedad sin dejar de matar con la mirada al rubio.

Esto se ponía tenso y mi preocupación aumentaba por momentos. Damon y Matt estaban uno frente al otro y ninguno parpadeaba al mirarse. Solo bastaba una chispa para que todo saltara por los aires y por las vidas de toda la gente de este sitio lo corto de raíz.

- Mi amor...- pongo mi voz dulce entrometiendome entre los dos.- Por qué no te vas donde te he enviado antes?.-

Mi sarcasmo hace que se centre en mi.

- Princesa, no te pongas así.-

- Disfruta de tu fiesta.- le doy un par de golpecitos en el pecho.- Yo me voy con ellos.-

- Que!?.- pone el grito en el cielo.- No te vayas por favor.- coge una de mis manos y pone sus ojitos de cordero degollado.

Al otra lado observo a Damon callado y esperando a que decida. Si quedarme con el imbecil de mi novio y aguantarlo toda la noche pidiéndome perdón o irme con él y reclamarle ese baboso beso con la rubia.

La segunda opción me pareció la menos aburrida y me largué con Enzo y el vampiro para su coche. A Matt no le sentó del todo bien. Lo humillé delante de sus amigos al preferir irme con el par de raritos que seguir en su supermega fiesta. Pero no me arrepiento y vuelvo a repetir: Que se vaya a la mierda!

En el camino reinaba un incomodo silencio y sentí la necesidad de pedirle perdón a Enzo. La verdad que pocas veces habíamos cruzado palabra y voy aprovechar.

- Oye...- le digo desde los asientos traseros.- Lo siento mucho. Matt a veces se pasa de gilipollas.-

- No te preocupes. Tú no tienes la culpa.- me mira a través del retrovisor.

En realidad la tenia, porque a pesar de lo estúpido y niñato que es, siempre vuelvo a él.

- Bueno, solo era eso. Y gracias por llevarme a casa.-

- De nada, Elena.

Desde mi posición fijo los ojos en el chupa sangre que tiene el semblante serio y la mandíbula en tensión. Absorto en la carretera, se mantiene pensativo y ajeno a nuestra conversación. A saber que se le está pasando por la cabeza...

Entramos en mis tierras y Enzo aparcó en la entrada de la casa para que bajáramos. Agradeciéndole y disculpándome una vez mas, lo despedí con simpatía. Es listo a la vez que tímido, pero no es tan raro como todos pensamos.

Damon simplemente se limitó asentir como forma de despedida. Su seriedad y que no abriera la boca en todo el trayecto me inquietaba y por supuesto Enzo se extrañó ante tanta frialdad, pero intentó no darle importancia y se fue.

Una vez el coche desaparece de nuestras vistas, me giro directamente hacia él y lo obligo en un leve tirón de su camisa a que se ponga en frente. Voy a soltar todo lo que vengo guardando desde que lo vi besuquearse con Caroline. En serio, este no sabe donde se ha metido.

- Te encanta cabrearme, no?.-

Sigue sin responder y solo mira al suelo. Cuando quiero levantarle el mentón para que me mire a los ojos, descubro que sus manos están cerradas en un puño. Apretándolos fuertemente, observo como caen gotas de sangre entre sus dedos y agarro una de ellas para abrírsela.

- Damon...- lo llamo por su nombre.- Eh...- continua sin mostrar absolutamente nada.- Abre la mano maldita seas. Te estas haciendo daño.- intento despegar sus uñas de la palma.- Para ya por favor.- le pido con una desesperación que no se de donde proviene.

Lentamente la abre y a pesar de toda esa sangre chorreando, vi como las heridas de las uñas cicatrizaban en un santiamén. Es increible el poder de curación que tienen. Embobada en ese pequeño milagro, alce la vista y sus ojos se clavaron en los míos intensamente, tanto que se me corto la respiración. Era la misma mirada que aquel sueño, en el que estaba entre mis piernas y me quería comer todo. Nunca mejor dicho.

Vamos a ver Elena, recuerda que todo este paripé no le va hacer librarse de la reprimenda que le tienes preparada. Tiene que saber que ir besando a tus amigas esta mal, muy mal. Y si podemos añadir la norma de que no bese a nadie más, pues también se lo dices. Mi conciencia manda y lo alejo de un empujón. Dios! necesito algo de aire para pensar...

- Pero que te pasa?. Por qué te auto lesionas?.-

- Por tal de no lesionar a tu novio.- espeta furioso.- Los humanos sois maleducados, ruidosos, engreídos... Incluso con lo de vuestra propia especie.- dijo de una tacada y muy confundido.- Pasáis de estar cariñosos con alguien y de pronto ser unos imbéciles con otros. No lo entiendo.-

Su exasperación me baja los humos por ahora. Si de verdad está desmemoriado, es normal que no entienda la mitad de las cosas. Hay veces que ni yo misma las entiendo...

- Se llama escala social. Los fundadores son los que están mas arriba. Luego vienen los cazadores y sus familias. Por ultimo están los recién llegados como la familia de Enzo. -

- Y eso os da el derecho a ser crueles con las personas mas débiles?.- pregunta indignado, pero me da la impresión que esto tiene un trasfondo. No solo anda mosqueado por eso.

- No soy cruel. Es mi compañero de clase y lo trato como tal.- ahora la indignada era yo y todo el buen rollo se me acaba de inmediato.- Precisamente tú no puedes hablarme de crueldad cuando tu especie casi acaba con la mía. Ademas, a que viene besar a mi amiga?. Pretendes que descubran lo que eres?.-

Llevo el tema a mi terreno y me ofusco nada mas recordarlo.

- Fue Caroline quien se me abalanzó.-

- Já!.Venga ya...- río irónica.- Ella se te abalanzó, pero te gustó porque le correspondiste. Reconocelo.-

En realidad no quiero que lo admita, porque como tenga la desfachatez de hacerlo me voy a poner mas irritada de lo que estoy.

- Intenté apartarla, pero no quería utilizar la fuerza bruta.-

- Pues no te esforzaste lo suficiente.-

- Y que tiene de malo que me bese?. Matt y tu os besáis constantemente y no pasa nada. Por qué yo no puedo hacerlo?.-

De nuevo otra de sus impertinentes preguntas me deja callada, porque podría enumerarle las millones de razones por la que no puede besar a nadie, pero la que se me viene a la mente no lo puedo decir en voz alta.

- Por que eres un vampiro y tu naturaleza no te permite amar.- digo con dureza.- No podéis sentir nada ya que estáis muertos. Solo vuestros instintos mas básicos os dominan y no conocéis la palabra humanidad. Sois unos asesinos.-

La dureza con la que dije eso hizo que frunciera el ceño y bajara la mirada. Como si le doliera mis palabras, se mordió el labio y asintió con la cabeza.

- No soy como ellos y demostraré que la teoría de tu padre es cierta. Podemos coexistir sin llegar a esos extremos.- dice rebajando el tono de la discusión.- Porque te equivocas, Elena. Si que siento.- se lleva la mano al pecho y acorta los escasos pasos que nos separa.- Y siento que podría matar a todos los de esa fiesta si me da la gana. Pero si no lo hago es por ti, porque sé que eso te haría daño. Y aunque esté desmemoriado, no soy tonto. Creo que a eso se les llama sentimientos, no?.-

Paralizada ante su cercanía, trago saliva y centro toda mi atención en sus labios. No se porque siempre lo hago, pero son tan perfectos y carnosos que es imposible no fijarse en ellos. Parpadeo para serenarme y recuperar la maldita cordura que me abandona cada vez que tengo a este hombre en frente y cuando me dispongo a contraatacar de nuevo, él se gira para el establo dejándome con la palabra en la boca. Iba a seguirlo y continuar con la disputa, pero no moví mis pies.

Pero que te pasa Elena?. Porque te sientes tan bien siendo una bruja y luego cuando le haces daño te sientes tan mal?. Quiero creerlo, de verdad que quiero, pero algo en mi interior dice que no me fíe. Que toda la simpatía o el `` cariño´´ que le pueda tener no es lo más correcto y que solamente me traerá problemas.

Decido que por hoy he tenido suficiente con dos peleas en una noche y tiro para mi casa a coger la cama con unas ganas impresionantes. Mi día había sido de todo menos tranquilo...


Damon trepa por el tejado de la casa Gilbert con todo el sigilo que le permite su condición y en dirección a la ventana de Elena. Ni sabe que hace allí, pero siente la poderosa necesidad de hablar con ella para que le explicara un asunto que no lo deja pegar ojo. Sabe que falta poco para que amanezca y no es la mejor manera de despertarla, pero sus ansias podían con él.

Toca un par de veces en el cristal y espera unos segundos. Dentro de la habitacion se escucha movimiento y oye como la chica se remolina en la cama, pero no se levanta. Insiste de nuevo y ya sí escucha unas pisadas que se aproximan a su posición. Elena abre la ventana con el rostro claramente adormilado y se restriega los puños por los ojos para espabilarse y comprobar que realmente el vampiro ha vuelto a su ventana.

- Damon, estoy agotada. Que quieres?.-

El atontamiento que tenia por el sueño no le permite ser borde o simpática. Simplemente quería que le respondiese lo antes posible y volver a su cama.

- Lo siento, pero no podía dormir después de nuestra ultima conversación.-

- Y por eso no dejas dormir a los demás?.-

- Es que...- titubea.- No paro de darle vueltas a un asunto. Y necesito saber una cosa.-

- No puedes esperar a mañana?.-

- Podría, pero me voy a volver loco si no paro de pensar en eso. Por favor, sal hablar conmigo.- le ofrece la mano para que salga al tejado con él.

Elena vio la inquietud en sus ojos y aunque se caía de sueño, la curiosidad de que podría ser esa cosa que lo martiriza la hace acceder a su petición. Pasando de su mano, sale al exterior y se sienta en el filo de la ventana.

- Puedo?.- pide permiso para sentarse a su lado.

La chica se encoge de hombros dándole igual. Ya la había despertado y no había algo peor que eso.

Así uno al lado del otro y cohibidos, miran al horizonte y se quedan en silencio.

- Y bien...?.- ella es la que rompe el hielo.

- Porque os gustan tanto los besos en la boca?.-

- Eso es lo que no te deja dormir?.-

- Es que es un gesto muy poco higiénico, no crees?.-

Elena soltó una risa tomandoselo a broma. Lleva tanto sin humanidad que apenas recuerda que significan los besos.

- Los das a alguien que te gusta, le importas o quieres. Un simple gesto que puede llegarte al alma si esa persona te atrae de verdad.-

- Nunca me han besado de esa manera.-

Elena se extraña, porque tendrá millones de años y es imposible que no besara a una sola mujer que le provocara esa sensación.

- No te creo.-

- En serio.- sonríe nada mas ver como ella rueda los ojos.- Habré vivido mucho, pero nunca he tenido el placer de sentirlo.- poniéndose firme, levanta la mano.- Te lo juro.-

A ella le podía decir misa, pero seguiría sin creerlo. Es demasiado guapo y habrá tenido mujeres a montones para que ninguna de ellas le pudiera dar eso.

- Vale. Entonces nunca te han dado un verdadero beso en toda tu existencia. Y déjame decirte que eso es un poco penoso.- se burla.

- Si pudiera sentir pena, podría decirte que si.-

Se ríen relajados disfrutando del frescor veraniego que corría en el aire. Y es entonces cuando la luna llena iba despareciendo para dejar paso a los rayos del sol que poco a poco iluminaba sus caras. Con sus ojos puestos en el otro, se admiran como si no hubiesen visto algo mas hermoso y todo las prohibiciones que los alejan pasan a ser inexistente en ese preciso momento. Damon no lo puede evitar y embobado en su belleza roza con sus nudillos la delicada y suave mejilla Elena.

- Creo, creo... que debería volver a mi cama.- dice ella con la respiración agitada.

Hace el amago por irse, pero se queda paralizada cuando el vampiro posa la mano en su rodilla y los bellos de todo el cuerpo se le erizan. Lo que le hace sentir cada vez que la toca es inexplicable y se pregunta constantemente el significado de todo esto.

- Deberías, pero...- él deja la frase a medias concentrando e intensificando su mirada en ella.

- Pero...- dice casi en una exhalación esperando a que acabe con esta tortura.

- No quiero despedirme sin antes probar ese beso del que hablas. Muestramelo.-

Elena se queda sin aliento por la petición y, aunque hay razones de peso para no hacerlo, ahora mismo su cabeza no está pensando precisamente en ellas. Lo único que quiere, lo que verdaderamente necesita es enseñarle lo que es un autentico beso a un vampiro. Sin dudarlo, atrapa el rostro de Damon y se avalanza sobre sus tiernos y apetitosos labios. Él la correspode abriendo su boca con ansias, porque no habia ni una cosa que deseaba más en este mundo que besar a una joven y saborear su humanidad. Y no cualquier persona, si no una jovencita que lo esta volviendo loco y que despierta en él algo mas que hambre.

Separándose para recuperar la respiración, juntas sus frentes y abren los ojos. Damon de inmediato curva una media sonrisa y una vez que escucha el corazón de Elena rebajar sus palpitaciones, regresa a la carga con otro excitante beso para hacer que estalle en mil pedazos si es preciso. Resulta que al vampiro le encantaba la sensación que se removía en sus adentros y se veía incapaz de parar de degustar este agradable elixir.


POv Damon

Despierto sobresaltado y noto como hormiguean las venas de mis ojos hasta llegar a picarme. Corro hasta un barreño de agua que tenia a escasos metros y refresco mi cara antes de verme reflejado en un pedazo de espejo roto. Joder, tengo que controlar esta perturbación en mis ojos, porque no quiero que me vean así. Parezco un monstruo...

Las peleas continuas con Elena están provocando estos sueños que me están volviendo rematadamente loco y solo puedo pensar en que me gustaría mucho probar esos labios de verdad. Se sentía tan bien indagando su boca que me quedaría allí a vivir. Lastima que todo esté dentro de mi cabeza y no pueda llevarlo a lo menos el recuerdo del beso que nos hemos dado tranquilizan mi agitado corazón y con ello las venas de mis ojos.

- Buenos dias, Damon!.- de nuevo me sobresalto al escuchar el saludo de Jeremy detrás mia.- Vaya!. Seré la primera persona que asusta a un vampiro.- comenta orgulloso.

- Buenos días, Jer.-

- Se te han pegado las sabanas. Supongo que lo pasasteis bien en la fiesta.-

- No creas. Prácticamente entramos y salimos.-

- Y eso?.-

- El novio de tu hermana quiso echar a Enzo de la fiesta.-

- Arggg, ese Matt. Es un pedazo de capullo. No se que le ve mi hermana.-

Eso es lo que digo yo...

- Da igual, porque no lo dejé.-

- Defendiste a Enzo?.-

- Claro. No entiendo como los humanos podéis ser malos incluso con lo de vuestra propia especie.-

- Psss, te sorprenderías. Tal vez por eso estamos malditos.-

- A que te refieres?.-

- Por lo visto las antiguas generaciones se la pasaron abusando de la naturaleza y esta nos castigó creando una especie superior. Vosotros, los vampiros.-

Entonces Elena tenia razon. Soy un capricho de la naturaleza en una venganza contra los humanos. Es normal que se sientan amenazados...

- Pero mi padre te seguira contando. Te espera para hablar contigo.-

- Ok. Me visto y ahora voy para allá.-

Jer se despide y baja por las escaleras mientras yo cubro mi torso con la camisa y meto las piernas en el pantalón. Acicalando un poco mas de lo debido el pelo con mis manos, estoy nervioso por si me encuentro a Elena. Como ayer, estaba avergonzado por las cosas que sueño con ella, pero aun así no se me quitan las ganas de tenerla delante y admirar su angelical rostro.

Llamándola con el pensamiento voy saliendo del establo y la casualidad se alía conmigo. Se abre la puerta y tropiezo con ella en el umbral. Parecía que iba apurada, pero se quedo inmóvil cuando chocó contra mi.

- Hola.- es lo único que se me ocurre decirle.

- Hola.- responde tímidamente y cruza sus manos para disimular sus nervios.

Ella también esta avergonzada, lo noto, pero no se porque razón.

- Que tal has dormido?.-

En serio Damon?. Que sutil...

- Ahm...no muy bien.-

- Si es por la discusión de ayer te pido perdón. No debí presentarme a esa fiesta sin tu consentimiento y mucho menos corresponder ese beso.-

- Que... que beso?.-

- El que me dio tu amiga Caroline.-

- A si, ese beso...- respira como aliviada y mira para todos lados menos a mi.- No importa.- fuerza la sonrisa.- Si quieres exponerte, haya tú.-

- Lo que te dije era verdad. Quiero demostrarte que no todos los vampiros somos iguales y que podemos convivir sin ningún problema. Pero no lo haré a costa de poneros en peligro a tu familia y ti.-

- Esta bien saberlo. Ahora si me disculpas voy a irme a cabalgar un poco.- me da la sensación de que está esquivando conversar conmigo.

- Claro!.-

Los dos elegimos el mismo lado para pasar y esbozamos una sonrisa al coincidir. Rapidamente cambié el rumbo para el otro lado y de nuevo tropezé con ella. No es por nada, pero parece que ninguno quiere ir dejar al otro y me gustaria pensar de que nuestros caminos estan destinados a cruzarse.

- Me dejar pasar, por favor.?.- me pide con educación.

Pero que le ocurre?. Donde está la Elena que lo debate todo y que te reta nada mas que con esa mirada asesina que te echa?

- Si, lo siento.- me hago a un lado y apremia sus pasos hasta la cuadra de Crow.

Como en el sueño, escuché latir su corazón acelerado y como resoplaba mientras se alejaba. Y así mismo es como me siento yo cuando la veo, acalorado por pensar en las millones de cosas que me gustaría hacerle si ella se dejara.

Hablas como un autentico depredador de mujeres, Damon. Espabila y resuelve tu vida de una vez. Porque así no puedes seguir, sin enterarte de la mitad de las cosas que pasan a tu alrededor y deseando algo inalcanzable. Tengo que hacer caso a la vocecita que tengo en la cabeza y continuar con mi aprendizaje.

Espero en el porche a que Grayson salga de la casa y mientras leo de una tacada el primer libro que me prestó. No decía mucho sobre los poderes y como controlarlos. Era mas bien una guía de como conocer a un demonio de la noche, como se refieran a los vampiros, pero no contaba nada que ya no supiera. Y lo peor de todo es que tampoco me servia para olvidar a Elena.

- Buenos idas.-

Vuelvo a la realidad cuando oigo la voz de Grayson.

- Hola.-

- Ya te lo has leído?.-

- Si.- se lo entrego.- Tendría otro para prestarme? Este no me aclara mucho.-

- Tengo montones de ellos. Jeremy está dentro haciéndote una selección. Tranquilo, podrás coger los que quieras.- comenta amistoso y se sienta conmigo en la escalera.- Me ha dicho Jer que tuviste problemas en la fiesta.-

- Lo siento, no fue mi intención causar problema alguno.-

- Lo sé. Conozco muy bien este pueblo y lo especialistas que son en hacerte sentir mal. Pero eso no es lo importante. Alguien pudo sospechar algo de lo que eres?.-

- No lo creo. Pude controlarme.-

- Perfecto. Al parecer la ración de sangre que te damos es suficiente para que puedas hacerlo.- no sé si eso era bueno o malo, pero por lo menos no me la cargué por el pequeño enfrentamiento que tuve con el novio de su hija.- También he visto que Elena tiene el colgante de su madre. Sabes como lo ha conseguido?.-

Up!. No quiero mentirle, pero tampoco descubrir a Elena ante su padre. Que hago?.

- Fui la otra noche a dar una vuelta por el muro, yo solo...- recalco.- ... y lo encontré medio enterrado en el suelo. Le pregunté a Elena si era de su madre y me dijo que si.- la mirada intrigante del hombre me impone.- Se lo iba a contar ahora.-

Relaja las facciones de la cara y atisbo una leve sonrisa. Vamos bien, no está cabreado.

- Ese collar es muy especial. Mi mujer se lo iba a regalar a Elena cuando cumpliera los 18.- comenta nostálgico.

- Puede ser una prueba de que se la llevaron?.-

- No lo creo.- Su negativa y pesimismo me llega a extrañar. Se supone que era el mas convencido de que estuviese viva.- Mi mujer lo enterró ahí hace unos meses.-

- Por qué lo hizo?.-

- Sabes lo que es una bruja?.- omite mi pregunta.- Tal vez pueda sorprenderte ahora que no tienes memoria, pero seguro que en algún momento de tu vida te has encontrado con alguna.-

- No sé Grayson. Ya es difícil pensar que existe un mundo de vampiros y yo sea uno de ellos para que resulte que también haya brujas.-

- De quien crees que fue la idea de crearos?.A causa de las excentricidades y desfases de nuestras antiguas generaciones hicieron un hechizo en forma de castigo. Pero tengo entendido que algo salió mal y les costó bastante caro. Los vampiros las cazaron y aniquilaron para evitar que deshicieran ese hechizo.-

- Entonces... ya no existes?.-

- Si que existen, pero quedan pocas.-

Como de costumbre sigo sin enterarme de nada. Entiendo que quiera explicarme mis orígenes y el motivo de mi presencia en este mundo, pero lo que no entiendo es porque me habla de ellas.

- Acaso conoces alguna que nos pueda ayudar?.- pregunto intrigado. Toda ayuda es poca

- Si...- afirma enigmático y observa para la casa por si viene Jeremy.- Miranda, mi mujer.-

- Su mujer es una bruja?.- espero que no lo saque de contexto.

- Si y de las buenas. Pero nadie puede saberlo porque en la zona viva son repudiadas.- dice en tono bajo.

- Pero es de una de las familias fundadoras y el tio de Elena dirige al consejo.-

- Ya, pero mi cuñado no lo sabe. Es un secreto que guardan de madres a hijas y solo ellas conocen lo que verdaderamente son.-

Atando los cabos me viene a la mente un solo nombre.

- Elena entonces es una bruja?.-

Já! lo que me voy a reír yo en su cara por denigrarme constantemente si resulta que ella también es diferente.

- Lo será, aunque no lo sabe. Normalmente son educadas desde pequeñas en el arte de la magia, pero mi mujer optó retrasar sus poderes y no contarle nada hasta su mayoría de edad. Lo hizo para protegerla.- cuenta con un halo de tristeza.

Al pobre se le nota que la echa de menos y que quedarse con dos niños, uno de ellos con poderes en ciernes, le sobrepasa y esta totalmente perdido.

- Grayson.- lo llamo para que me mire.- Por que me cuentas esto?.-

- Por que quiero que cuides de ella mientras encontramos a su madre. Elena la necesita. Sin ella no podrá controlar sus poderes. Nadie le ensañará y tú eres el único ser sobrenatural que encuentro para que la ayude.-

- Ella me odia.-

- Hasta hace un año era como Jeremy, les fascinabais. Cambió a raíz de la desaparición de mi mujer. Su tío le comió el coco.-

Me hubiese encantado conocer a esa Elena...

- Y que quieres que haga?. Que la persiga como un acosador?.-

- Hazte su amigo. Es solo una etapa. Cuando cumpla los 18 tendrá que afrontar su destino.-

- Lo he intentado ya todo para caerle bien a tu hija y no consigo dar con la tecla.-

- No se yo... Tengo la impresión de que esa tecla ya la has pulsado, porque ha dejado de llamarte chupa sangre. Esta mañana al pasar por la puerta de su dormitorio la he escuchado decir tu nombre y eso es un gran avance.- entona gracioso.

Y yo tuve que ser comedido para no saltar de alegría, pero lo que no pude aguantar es la sonrisa de oreja a oreja que dibujé cuando dijo eso.

Damon ten cuidado que el hombre que tienes delante, aunque esté inactivo, es un cazador y lo mas importante, ES EL PADRE DE ELENA!.

- Que es lo que necesitas?.- vuelvo a la seriedad.

- Quiero que la protejas. Elena es especial y no puede pasarle nada.-

No me cabe duda de que es especial y que jamas permitiré que le ocurra nada, pero no se porque me encomienda esta misión precisamente a mi.

- Si se entera que la espío acabaré con una flecha en el corazón y a ti te hará algo peor.- advierto.

- Perro ladrador, poco mordedor Damon. Conozco el temperamento de mi hija y a veces le sale el gen cazador de los Gilbert, pero te aseguro que ella no te odia.- concluye.

Jeremy aparece tras nuestra como un terremoto y cambiamos rapidamente de tema gracias a que trae una pila de libros que suelta cansado en el suelo.

- Aquí tienes todos los libros sobre vampiros. Espero que algunos te ayuden.-

Observo el montón de libros, a cada cual mas gordo, y resoplo por la saturacion de tareas que se me están acumulando. Y aunque saber sobre mi especie era lo primordial, por la única cosa que quiero empezar es por cumplir con lo que me ha pedido Grayson. Lo haré, la protegeré incluso si muero en el intento o en el peor de los casos me mata ella...

CONTINUARÁ...


Gracias por las review y mensajes privados. Me encanta que esteis tan ansiosas por saber todos los misterios de la historia.

Angelito!. Aqui tienes tu teoria sobre la madre. No ibas mal encaminada, jejejeje.

Gracias por la paciencia, sois las mejores ;)