POV Elena

- Mi paciencia está llegando a un limite. Salgo de mi casa, lo tengo ahí. Voy para el establo, lo tengo ahí. Si me voy de fiesta con mis amigos, está ahí. Por qué encima se tiene que meter en mis sueños?.-

Los grandes y negros ojos de Crow me miran ignorantes ajenos al cabreo que tengo por culpa del maldito vampiro.

- No dices nada, verdad?. No se para que te pregunto si eres igual de traidor que los demás. Resulta que ahora os cae bien a todos, pero yo solo veo a un tío que por suerte del destino está vivo cuando deberia estar muerto.-

Despotrico sola y por un momento creo que me estoy volviendo loca. Había salido de mi casa para cabalgar un poco, recuperar el arco que dejé aquella noche cuando tuvimos que salir por patas y sobre todo sacarme de la cabeza ese sueño tan perturbador. Pero no, estoy aquí comiéndome la cabeza y contándole a un caballo todo lo que me atormenta. Para colmo, con este desbarajuste que estoy sufriendo, no se que rumbo he cogido y me he perdido.

Ando por el bosque buscando algo que me oriente y arrastro de las cuerdas de Crow para que me siga. Divagando otra vez sobre el tema que intento con todas mis fuerzas olvidar, paro un momento a beber agua y darle un poco al animal. Mentiría si dijera que no me sofoco nada mas recordar ese beso, nunca había sentido nada igual y mira que Matt no besa tan mal...Pero es un sueño Elena, no deberías prestarle tanta atención. Eso es lo que pretende ese vampiro y no lo va ha conseguir.

Gracias a Dios la vocecita de mi conciencia está bien despierta para que no me duerma en los laureles. Ese no se saldrá con la suya, como que me llamo Elena Gilbert...

Agotada de dar tumbos sin direccion alguna, no me rindo y subo a los lomos de Crow para acercarme al muro. Espero que pueda guiarme hasta un sitio conocido.

A pocos metros de la altisima muralla, mas o menos reconozco algo de lo que me rodea y paro antes de ir mas allá. Adentrarme en la frondosidad que proteje esa pared es peligroso.

- Vale. Parece que Mistic Falls es para la izquierda.- no lo digo muy convencida.- Tú que dices?.- pregunto mientras me dispongo a bajar.- No ayudas en nada Crow. Ni si quiera con el dilema que tengo.-

- Que dilema?.-

Una voz tras nuestra hace que me asuste y no pise bien el estribo al bajar. Desestabilizada por completo, caigo sin remedio y cierro los ojos esperando el impacto contra el suelo. Un segundo después no sentí ningún golpe y al abrir los ojos levitaba a escasos centímetros de unas duras piedras.

- Estas bien?.-

Miro al dueño de esa voz y sus ojos me examinan preocupados. Yo en cambio estoy totalmente tirada en sus brazos y embobada en esos labios que me llevan por la calle de la amargura.

- Tú...- pronuncio desconcertada.

Damon sostiene mi cuerpo y con delicadeza y soltura me deja en el suelo. Ni si quiera sentí que me tocaba.

- Insisto. Estas bien?.- repite repasandome de arriba abajo concienzudamente.

Afirmo en un movimiento de cabeza y recupero al fin la respiración.

- Serás imbecil. Casi me parto la crisma.- salto a la defensiva y lo empujo para que se aleje y pueda ponerme en pie.

Es asfixiante...

- Pero te he salvado. Una vez más.- recuerda divertido y se apoya en el árbol mas próximo.

- Si has tenido tú la culpa.- lo acuso con mi dedo.- Ademas, que haces aquí?.-

- Y tú?.-

- Yo he preguntado primero.-

Vale, ahora parecíamos dos críos de preescolar.

- Me aburría y pensé en dar una vuelta.- miente como un bellaco. Se lo noto en la media sonrisa que muestra.- Ahora te toca a ti.-

- No te incumbe.- camino para mi caballo y paso de darle explicaciones.

- Tal vez hemos tenido la misma idea.-

- Claro!. Ahora también compartimos las mismas ideas.- tiro de sarcasmo.- Si me perdonas, tengo que regresar a mi casa. Algunos tenemos que correr mas que otros para llegar.-

No quiero seguir con la conversación, porque su presencia altera mis nervios y ya los tengo a flor de piel.

- Es esto lo que has venido a buscar?.-

Detrás del árbol en que estaba apoyado, saca mi arco de madera y lo enseña vencedor. Mierda, ahora querrá que le suplique.

- Vale, lo has encontrado. Que quieres?.-

Ya me había dado el collar de mi madre sin pedir nada a cambio. Dudo que me libre de esta.

- Nada. Es tuyo.- camina hasta mi para entregarlo.

- Nada?.- se lo quito de las manos antes de que cambie de opinión.

- De verdad.- suelta una risa.- Bueno, si. Tan solo una cosa.- levanta su dedo indice y vuelvo a contener la respiración.

- Que cosa?.- por dios, que no diga un beso...

- Que cumplas con lo que dijiste.-

Y ahí esta otra vez esa mirada que me vuelve tonta.

- Y que dije?- pronuncio a duras penas.

No hemos dicho tantas cosas que ya ni me acuerdo.

- Que tú también me ayudarías. Se que no te caigo bien y que no confías en mi, pero dame una oportunidad. Me gustaría ser tu amigo.-

- Amigo?.-

- Si. Estoy harto de discutir contigo, porque para mi es una contradicción.- comenta confuso.- A pesar del temperamento que tienes a mi si que me gustas.-

No lo quise sacar de contexto, pero aun así lo hice. Sentí que mis mejillas se ruborizaban y el corazón se me iba a salir del pecho. Le gusto, ha dicho que le gusto!.

- Ahm...- reacciona Elena, reacciona ya!.- Te entiendo. Quiero decir que igual que tú estoy cansada de pelear.- especifico por si él también lo saca de contexto.

- Vale. Entonces pactamos una tregua?.- me ofrece su mano conciliador.

- Ok.- se la estrecho y no se para que lo hago.

El mismo sentimiento que me atacó en aquel sueño cuando acarició mi rodilla, pasó a través de todo mi sistema nervioso para implantarse en mi cerebro y ordenar que no le soltara la mano. De hecho abandonamos el oficial y tradicional estrechamiento de manos y sin querer entrelazamos nuestros dedos tímidamente mientras ninguno quitaba ojo al otro. Que clase de hechizo ha creado para que me quede totalmente hipnotizada ante él?. Que me está haciendo?.

- Deberíamos volver a la casa.- digo como ultimo recurso para no cometer una locura.

- Deberíamos, pero...- frunce el ceño y baja la vista hacia mis labios. Oh dios mio, esto me suena.- Es temprano. Podíamos aprovechar la tarde para que entrenes.- propone rompiendo la burbuja y soltando mi mano.

- Que?.- me entra el bajón. Por un ínfimo instante quería que la fantasía fuese real.

- Tu puntería.-

- No es necesario. Ya tengo buena puntería.- respondí ofendida.

- Bueno... Cuando nos conocimos fuiste tú quien dijo que apuntaste a mi corazón, pero fallaste dándome en el pecho.-

- Porque por muchas ganas que tenia de matarte, preferí interrogarte antes. Lo hice a conciencia, no fue un fallo.- me defiendo.

- Pues yo creo que fue por algo mas. Entre los dos existe un...- busca la palabra correcta.- ... entendimiento.-

- Que te quede claro que entre los dos no existe nada en absoluto.-

- Vale. Si es así entonces no te importará practicar conmigo.-

- Quieres que te utilice como diana?.-

- Si. Es que tu padre me ha prestado una docena de libros y ya lo he leído todos. Algunos eran del manejo de armas y tengo muchas ganas de probarlos.-

- Espera... Como te has leído tantos libros en unos días?.-

- Ha sido en una tarde.-

- Pero si mi padre no tiene libros que no sean menos de quinientas paginas.- digo asombrada.

- Supongo que si tengo super velocidad para correr, la tengo también para leer.- explica encogiéndose de hombros.- La verdad que son bastante largos, pero muy entretenidos y educativos.-

Si por algo puedo envidiar a los vampiros es por sus poderes. Tiene que ser espectacular correr como un rayo, saltar tan alto hasta casi volar o curarse en un abrir y cerrar de ojos.

- Y que has aprendido?.-

- Muchas cosas. Puedo enseñarte algunos trucos.- me guiña el ojo descarado. Ahora se hace el experto?.

- Já!. Dudo que leyéndote la teórica ahora seas todo un profesional.-

- Pues entonces...- girando sobre si mismo y se aleja varios metros hasta plantarse en un árbol.- ...enséñame tú la practica. Eres una futura cazadora, no?.- extiende sus brazos provocador.

- Es tentador, pero no voy a dispararte.-

- Venga Elena.- insiste divertido, pero yo no veía la diversión por ningún lado.- Voy a detener la flecha.-

- Lo sé, por eso no entiendo el sentido de este juego.-

- Piénsalo. Seras la mejor en esa academia que acudes si practicas por separado y encima con un vampiro con super poderes.-

Entrenar con él?. Pues no me vendría nada mal y le demostraría a Matt de una vez por todas que sirvo para ser cazadora y que el instinto no me viene solo por el apellido.

- Esta bien.- voy hacia la mochila que colgaba de los amarres de Crow y saco una de las pocas flechas que me quedan.- Si te mato prometo llevar flores a tu tumba.- digo con sorna mientras armo el arco y apunto.

Tiro de la tensa cuerda con fuerza, decidida a clavar una flecha en su muerto corazón y demostrarle lo buena que soy , pero nada mas que mirarlo simplemente no pude. Por un lado la cabeza me lo pedía a gritos, pero por otro si da la casualidad de que no la atrapa lo mataría.

- Que ocurre?.- pega una voz desde su posición.- Es para hoy.-

Solté la cuerda y la flecha viajó velozmente, pero su dirección no era el corazón sino algo mas arriba y es cuando me doy cuenta de que ese afán por matarlo ya ha desaparecido.


- Por si no lo sabes el corazón está mas abajo. Has fallado.-

Damon había tenido que echar a un lado la cabeza para que no le diera. Arrancando la flecha del árbol, recorre la distancia que los separa para devolvérsela.

- A lo mejor tienes razón, no soy tan buena.- Elena prefirió rendirse antes de que el vampiro se preguntara porqué no apuntó a su corazón.

- En mi opinión te falta una cosa para que el tiro vaya donde tu quieras.- se pone detrás la chica y con confianza coge los brazos para que empuñe con firmeza el arco.

- Que haces?.- ella se pone nerviosa nada mas sentir como la maneja.

- Mira a tu objetivo.- le indicó al frente mientras le coloca las manos en los costados.- Apunta y suelta la respiración antes de disparar.- susurra cerca de su oreja y aprovecha que no lo ve para observar el cincelado perfil de la chica.

Por su parte, ella no opuso resistencia cuantito que notó como la cintura de Damon quedaba pegada a su trasero y sus manos rozaban levemente su espalda. Como pretendía que diera en el blanco así?. Tuvo que llamar a la calma porque sino el vampiro se percataría de todo lo que la hace sentir. Él en cambio esboza una sonrisa al escuchar las acelerada palpitaciones de su pequeño y frágil corazón humano. Iba a estallarle y estaba convencido de que eso tenia que significar algo mas que un sentimiento de odio.

La flecha salió desviada como era de esperar y solo la risa de Damon cortó con el tenso, pero a la vez buen ambiente.

- Contento?.- ella se apartó rapidamente de él y con un aparente cabreo mete el arco y el saco de flechas en los amarres de Crow.

- Ves?. Necesitas mas entrenamiento.-

- Lo que tu digas.-

- Eso es un sí?.-

- Arggggg!.- se crispa.- Eso es un ...- tenia pensado decirle un no rotundo, pero un ruido en la lejanía los interrumpió antes de que terminara.

- Que es eso?.-

- Tú eres el que tienes super oído. Que escuchas?.- pregunta una Elena temerosa.

Damon se concentra en oír lo que está pasando a varios kilómetros de ellos y el grito de un hombre pidiendo clemencia enciende todas sus alarmas.

- Alguien está en peligro?.-

- Un humano?.-

- Si, pero no está solo.- Damon no reconoce muy bien las voces al estar muy lejos, pero diría que son tres hombres y uno de ellos está suplicando por su vida.- Creo que lo están atacando.

- Tenemos que ayudarlo.- comenta inquieta Elena y se dirige sin pensarlo en direccion de donde provienen los ruidos.

- Espera!.- se entromete Damon en su camino cogiéndola de la muñeca.- Tú no vas a ningún lado.-

- No se lo que hacéis en la zona muerta, pero en la viva ayudamos a los nuestros.-

- No me has entendido. Yo lo ayudaré, tú te vas para la casa.- la obliga darse la vuelta.

- Estas de broma?.-

Llevándola casi arrastrando hasta el caballo, la anima a subirse y esta solo se cruza de brazos mirándolo mal.

- No voy a permitir que te pase nada.- dice para convencerla.

- Y si son vampiros?. Los mismos que intentaron matarnos?.-

- Podré con ellos.-

- Solamente eres uno contra dos.-

- Elena!.- capta su atencion atrapando sus mejillas con ambas manos.- No hay tiempo que perder y no puedo enfrentarlos si tengo que pensar en protegerte. Tienes que irte para la casa. Mistic Falls está por allí.- indica la direccion.

Elena en un principio se resistió, no quería dejarlo solo y para que negarlo, tampoco quería que le pasase nada. Pero el miedo por encontrarse de nuevo con esos monstruos la aterrorizaban más. Sube al caballo y desde arriba mira a Damon como si no lo fuera a ver mas.

- Ten cuidado, por favor.- le pidió y tiró de los amarres de Crow para que comenzase a trotar.

Una vez con Elena fuera de peligro, corrió al lugar de los hechos y se escondió en un sitio próximo a ellos para saber que es exactamente lo que ocurre. Tal y como lo había imaginado, una persona estaba arrodillada en un sendero abrupto y dos tíos con cazadora de cuero y expresiones bastantes serias lo rodeaban mientras le propinaban algún que otro golpe. Uno de los matones le era conocido, lo había visto la ultima vez cuando se tuvo que llevar a Elena a toda velocidad, pero al otro era la primera vez que lo veía. Rubio y enfundados en unas gafas de sol, miraba para todos lados incomodo y Damon se tuvo que ocultar mejor.

- Mira bien la foto!.- le mostraba la instantanea agarrando al pobre humano del pelo.- Dices que te suena, pero que no lo has visto. En que quedamos?.-

- No...no...no lo se.-

- Stefan.- lo llama el otro vampiro.- Hemos peinado toda la zona y no hay indicios de que haya pasado a este lado. Él no esta aquí.-

- Y donde esta!?.- espetó furioso.- No ha podido desvanecerse en el aire.-

- Es probable que ...-

- Como lo digas te corto la garganta. Él no está muerto, maldita sea.-

- Vale, pero tampoco esta aquí. Es mejor que volvamos antes de encontrarnos con otros humanos. No pueden saber que caminamos a la luz del día.-

- Esta bien.-

Stefan se apartó del magullado humano y frustrado tiró las gafas de sol al suelo para luego pisarlas con rabia. Detrás de unos matorrales, Damon observa cada movimiento de esos seres preguntándose si es a él a quien están buscando. Si fuese así, la desesperación que mostraba el rubio lo hacían dudar, porque tenia la pinta de que no lo buscaban para matarlo. La curiosidad lo invade, aunque la desconfianza era mas poderosa y esperó a ver que hacían.

- Que hacemos con esta rata?. Yo ya he comido.- comenta despectivamente el otro refiriéndose a su prisionero.

- Yo también.-

- Por favor, no me maten. Tengo familia.- suplica entre lloros.

- Haz que olvide.- ordena Stefan.

El otro se pone de cuclillas y mira a la victima a los ojos diciéndole que olvide que los ha visto. El humano afirmó repetidamente con la cabeza y se levantó agradeciendo la oportunidad que le habían regalado.

- De verdad, muchas gracias. No le diré a nadie que os he visto. Lo juro.-

Los dos vampiros se miran entre sí extrañados. Hay algo que no está saliendo bien.

- Eso no es lo que te he pedido.- espeto bronco al ver que el humano no olvidaba. - Tú no nos has visto.-

- Claro!. No abriré la boca.- hace el gesto de la cremallera.

- Joder!.- lo agarra por el cuello de la camisa.- Que nos olvides!.- le grita entre dientes.

Stefan se entromete para separarlos y el humano cae al suelo como resultado.

- La compulsión no funciona. Habrán aprendido con los años a dominarla.- explica para calmar a su amigo. De todos modos no es una noticia que le guste, pero ahora mismo su única prioridad era la de encontrar a su hermano. Por lo que zanja el tema de la mejor manera que sabe. - Mis gafas están rotas y no tengo tiempo para esto.- mira al hombre y en un abrir y cerrar de ojos le corta la garganta con simple y rápido movimiento con la mano extendida.

Ante tan cruel escena, Damon se sobresaltó al no esperarse ese final. Sin un pizca de humanidad, uno de los suyos había matado a una persona sin pestañear. Lo han torturado, liberado y al final ejecutado.

- Mierda tío. Me has salpicado la chaqueta.- recrimina su amigo.

- Te jodes. Y vamonos de aquí. Este lado me da asco.- responde con frialdad, sin remordimientos de ningún tipo.

Que clase de seres son para que no tengan compasión?. Damon intentaba no compararse con ellos y pensar que son la misma especie, porqué él jamas cometería tal atrocidad con un inocente. Mientras se odiaba por su condición, una débil respiración viajó hasta sus oídos y sorprendido descubrió que el humano aun seguía vivo. Como ya los vampiros se habian largado con su super velocidad, Damon se acercó rapidamente al moribundo para auxiliarlo.

- Tranquilo.- le dijo taponando la sangre que le salia a borbotones del cuello.- Voy a curarte.-

El hombre no podía articular palabra y solo se aferraba a la camisa del vampiro para un segundo después caer muerto definitivamente. A Damon no le dio tiempo de ofrecerle su sangre y con los ojos abiertos de par en par miró espantado como el alma abandonaba el desfallecido cuerpo.


POV Elena

Acaba de anochecer y todas mis esperazas se desvanecen como el sol que se acaba de ocultar. Ando de un lado para otro por la guardilla esperando alguna noticia sobre Damon, pero hace horas que no aparece y temo que le haya pasado algo. Si se ha enfrentado a los vampiros no creo que resulte vencedor y no paro de culparme por dejarlo ir a esa misión suicida. Tenia que haberme quedado con él y ayudarlo o por lo menos convencerlo para que se viniese conmigo. Ahora estoy inquieta todo el tiempo y merezco esta maldita incertidumbre. Mierda, esta excesiva preocupación me va matar lentamente si no hago nada y la única idea que se me ocurre es coger a Crow y volver a ese lugar.

Gracias a Dios que no fue necesario ni bajar las escaleras cuando Damon subía por ellas en un penoso estado. La camisa totalmente sacada de los pantalones y manchada de sangre me alarmaron y corrí hasta él.

- Eso es sangre?. Estas herido?.-

Recibiéndome con una mirada triste, pasa por mi lado cabizbajo y dándome la espalda se desabrocha la camisa para luego quitársela.

- No es mía. Estoy bien.-

- Pero...- no te fijes en su musculosa y descubierta espalda.- ... que ha pasado?.-

- No he podido salvarlo.-

Es cosa mía o está frustrado por no poder salvar la vida de una persona?.

- Lo han matado?.-

- Si. Sin pensarselo dos veces.- aprieta la camisa en su puño y la tira al suelo.- No quiero ser como ellos.- no le veía la cara, pero note como se le desquebrajaba la voz y no pude creer lo que estaba ocurriendo. Le toco el brazo obligando a que se gire para tenerlo de frente y es cuando compruebo que unas lagrimas caen por sus mejillas. Está llorando!. - Tienes razón, Elena. Somos unos monstruos sin compasión y si yo soy capaz de hacer esas cosas, no quiero esta vida. No la quiero.-

La pena en sus ojos me acongoja.

- Damon...- hago una pausa antes de reconocérselo.- ... Soy yo la que estaba equivocada en cuanto a ti. Ni por asomo te pareces a ellos y lo demostraste cuando nos salvaste a Jeremy y a mi.-

- Y que hay de mi pasado?. Seguramente yo también he matado a gente. Que me borraran la memoria es una prueba de ello. Alguien me tendría ganas.-

- No sabemos los motivos de tu perdida de memoria, pero es lo mejor que te ha podido pasar. El pasado es el pasado y no podemos borrarlo, pero si seguir adelante. Empezar de cero.-

Inexplicablemente no soporto verlo triste y siento la necesidad de consolarlo. Creyendo que mis consejos son los que están cambiando su apesadumbrado rostro, se serena y observa como mis manos están posadas en su pecho. No se en que momento pasó, supongo que cuando le soltaba esa chorrada del pasado, pero sinceramente no me di ni cuenta de que lo estaba tocando y al parecer tampoco tenia pensamiento de quitarselas de encima. Dios! Su cuerpo es cálido y tiene la piel tan tersa que te dan ganas de clavarle las uñas.

Agarrando una de mis de las manos, se la lleva al corazón y despierto de mi estado calenturiento. En la palma siento como late constante y acelerado. Otra sorpresa que me llevo al pensar que estarían muertos por dentro.

- Gracias.- dice con sinceridad.- Porque por primera vez siento que esto late por un motivo.-

Trago saliva para que no se me caiga la mandíbula al suelo. Como tengo que interpretar sus palabras?. Pues nada Elena, hazte la tonta y no preguntes. Es imposible que ese motivo del que habla seas precisamente tú. Él es incapaz de fijarse en ti.

- No hay de que.- retiro mis atrevidas manazas avergonzada y ahora soy yo la que mira al suelo.- Ahora cámbiate y ven a cenar. - lo invito casi en una orden.- Y por favor, no le comentes esto a mi padre. Ya hablaremos después.- pido por ultimo antes de retirarme para la escalera.

- Tranquila. Será nuestro secreto.- dice antes de que baje y suspiro hondo para irme.

Haciendo un esfuerzo titanico tiro para mi casa evaluando el día de hoy. Intenso, agotador, solo la compañía del chupa sangre ha hecho sentirme segura. A pesar del peligro que hemos corrido estoy contenta por tenerlo al lado. No se que hubiese hecho sin él...


Elena entra en la cocina donde su padre está entre fogones mientras Jer ayuda a poner la mesa. Los saluda recomponiendose aun de lo que le había dicho Damon en el establo. Mentalizándose una y otra vez de que no iba dirigido a ella y olvidando el asunto, se extraña al comprobar que esta noche cenarían dentro.

- Es que hace ya frío y tu hermano no se encuentra muy bien.-

- Si- confirma Jer tosiendo.- Creo que me voy a resfriar.-

- Pero Damon viene a cenar.- anuncia ella.

- En serio?.- preguntó su hermano contentisimo.- Pensé que iba a dar una vuelta y no sabríamos nada de él hasta mañana. Quería practicar con animales sus habilidades para cazar.-

- Pues ha regresado.- finge disgustada para que no noten que está cambiando de parecer sobre el vampiro

- Y donde lo has visto?.-

- Pues donde va ser?. En el establo.-

- Que hacías en el establo a estas horas?.- Jer sigue con su interminable tercer grado.

Grayson en cambio observaba la conversación de sus hijos.

- Fui a echarle un vistazo a Crow. Con ese vampiro durmiendo en el mismo techo no me fío que le pegue alguna mordidita.- contesta harta de tanto interrogatorio.

Pisando los escalones del porche, Damon se percata de que la mesa no esta puesta fuera y Jeremy no sale como de costumbre a recibirlo. Las puertas están cerradas, pero escucha jaleo dentro y por tal de no oír conversaciones ajenas, prefiere ser prudente y tocar al timbre. Rápidamente el terremoto de Jeremy abre la puerta y se lanza a sus piernas en un abrazo.

- No te preocupes que ahora saco las cosas para cenar contigo en el porche.- se apresura en decir.

- Que?.- el vampiro no comprendía.

- Lo siento Damon.- sale Grayson.- Creímos que hoy no estarías por aquí y decidimos meternos dentro.- le guiña el ojo. Algo estaba tramando.

- No hace falta que cambien sus planes por mi. No quiero molestar.- contesta sin enterarse muy bien de lo que ocurre.

- No digas tonterías, tú no molestas. Te invitaría dentro, pero esa decisión no está en mis manos.-

Y por fin la persona por la que Jer y Grayson montaban este numerito hizo acto de presencia. Elena salió al porche y los tres se les queda mirando inmediatamente. Un poco expuesta, había escuchado a su padre lo de invitar a Damon a casa y como le dejó con toda la responsabilidad a ella. En un principio como viene siendo costumbre dudó hasta la saciedad y luchó contra si misma para no caer en la tentación de decir que si, pero un segundo después miró a Damon y la palabra NO desapareció de su vocabulario.

- Da igual. Puedes entrar y cenar con nosotros.-

Damon no lo exteriorizaba, pero por dentro estaba que saltaba de alegría. Que lo invitara a su casa significaba que la chica confiaba en él, que ya no lo veía como un peligro o como un enemigo que carecía de compasión. Ese odio ya despareció de sus ojos y ahora solo muestra complicidad.

Grayson y Jer lo celebraron y Elena bufó al rendirse ante los truquitos que utilizan para manejarla. Pasó de los tres y de la satisfactoria cara de Damon y regresó dentro para seguir poniendo la mesa.

- Vamos!.- anima Grayson al vampiro que pase por el umbral.

Sentados a la mesa trascurrió la cena con total normalidad. Entre anécdotas y risas por parte del cabeza de familia, casi todas las que contaba eran de Elena cuando era mas pequeña y Damon ponía especial atencion. No quería perder detalle y observaba cada gesto, mueca o sonrisa con adoración, tanto que Jeremy le dio un codazo para que parara.

- Papi. Puedo enseñarle mi cuarto a Damon?.- preguntó el crío al concluir con la cena.

- Claro!. Elena y yo recogeremos esto.-

Al vampiro no le apetecía, en realidad nada que no fuese estar al lado de Elena le apetecía, pero se vio casi obligado por el niño y accedió sin musitar palabra.

Ya en el cuarto, Jer se lo muestra orgulloso. Con montones de libros apilados en el escritorio y miles de juguetes que decoraban las estanterías, lo que mas captó la atencion de Damon fue el pequeño oso de peluche que había sobre la cama.

- Este es abracitos.- lo coge para presentárselo.- Me lo regalaron en mi ultimo cumpleaños.-

- Quien le regalaría a un niño de 12 años un oso de peluche?. No eres ya mayor para estas cosas?. -

- No recuerdo quien lo hizo, pero a mi me gusta. Por las noches me hace mucha compañía.- le explica sin ofenderse. - Ademas eres tú el que es muy mayor para estar pensando en chicas de 17 años.- pero se la suelta en forma de venganza por meterse con él y su peluche.

Damon no sabe que decir. Era obvio que se percatara de la fascinación que tiene por su hermana ya que llevaba toda la noche sin quitarle ojo, pero no había preparado una explicación lógica. Tal vez será porque él tampoco comprende que le pasa con ella.

- Tan solo quiero caerle bien.-

- Claro, solo caerle bien.- repite irónico sin creérselo.- Duermo con un peluche, pero no me chupo el dedo.-

El vampiro no sabia como salir del paso y tampoco quería contarle a un crío las cosas que surgen en su siniestro interior cada vez que piensa en Elena.

- Necesito ir al baño.- pidió rapidamente para cortar con el tema.

- Esta ahí.- le indica señalando una puerta blanca.

Damon se encierra en el baño para escapar de los interrogatorios de Jeremy. La inocencia de sus ojos le impedía contarle lo que le ocurre y las cosas que le gustaría hacerle a su hermana. Dándose golpecitos en la frente, intenta serenarse y en la pila se echa agua en la cara para refrescarse. Es pensar en esos profundos instantes que han compartido durante todo el día y su ser se revoluciona de una manera incontrolable. Hasta el punto de que sus venas comienza a aparecer.

- No, no, no...-

- Te ocurre algo?.- preguntó Jer desde fuera.

- Estoy bien. Ya salgo.-

- Yo te espero abajo. Mi padre nos esta llamando.-

- Vale, ahora bajo.-

Vuelve a echarse agua y respira pausado para tranquilizarse. Cuando consigue recuperar su estado normal sale del cuarto del baño y se dirige abajo donde lo esperan. Andando por el pasillo, pasa por delante de la habitación de Elena y aunque no quiere entretenerse no puede evitar detener el paso y adentrarse en el rincón mas personal de la chica.

Como ya había observado la noche que la visitó en la ventana, en la habitacion imperaba el orden y la limpieza. Todo lo contrario que en la casa, donde todo estaba por medio y las cosas a medias hacer. Pero esto no, esto era el paraíso para él, sobre todo por el olor de Elena que impregnaba cada parte de ese cubículo.

Confiado, va un paso mas allá y comienza a fijarse en las fotos que decoraban la cómoda. La primera era una de toda la familia, le seguía otra con su hermano y su madre, continuando con Bonnie y Car y por ultimo, como no, una con Matt. De lo mas acaramelados en la foto, Damon la caza para acercársela y verlos mejor. Sin darse cuenta levantó el labio asqueado y la dejó en su sitio por tal de no tirarla contra la pared. Ahora estaba enfadado por acordarse de que ella ya tiene a quien darle ese tipo de cariño y que nunca lo tratará a él como trata a su novio.

- Se puede saber quien te ha dado permiso para entrar?.- la voz seria de Elena a su espalda lo pilla por sorpresa.

Sin justificación alguna, se queda sin habla y asume agachando la cabeza la tremenda reprimenda que le va caer. Pero por increible que parezca, al menos para el vampiro, Elena no tenia intención ni ganas de regañarle, por lo que se limitó a chistar y cerrar la puerta tras de sí.


Mil gracias por leer ;)

Ah! Se me olvidaba. Folk, los sueños son una parte muy importante de la historia. Asi que tendremos mucho mas :P