POV Elena

Estoy dispuesta acarrear las consecuencias que tendrá esto sobre mi ya atormentada conciencia. Porque sé que esto no esta nada bien, no puedo dejarlo que haga lo que quiera conmigo, pero en este momento es lo único que pide mi cuerpo. Es un reclamo que provoca que comience a desnudarle desabrochando su sedosa camisa y al llegar abajo haga lo mismo con sus pantalones.

- Siempre tan fogosa mi princesa.- murmura entre beso y beso.

No le quito razón, desde que nos conocemos existe una química que me hace explotar cuando lo tengo enfrente.

- Cállate...- le pongo el dedo en sus labios y los admiro por un segundo. Dios cuanto lo deseo...

Su sonrisa picara aparece y me estremezco cuando arrastra con mi vestido una vez que ha bajado la cremallera. Me quedo totalmente expuesta ante él y al separarse un poco contempla mi cuerpo y, no es por ser creída, lo hace como si viese la mas hermosa obra de arte. Yo me muero de vergüenza por ser la primera vez que me desnudo delante de un hombre e involuntariamente tapo mis tetas con una mano y con la otra oculto el centro de toda polémica. Mi mas pura intimidad...

- No por favor.- me las retira.- No ocultes tu belleza al mundo.- delicadamente toca mi seno para luego masajearlo.

Su contacto hace que cierre los ojos y note como pellizca mi pezón con mas fuerza. Emití un jadeo y regresó pronto a mi boca para continuar con nuestro encuentro. No tenia ni pajolera idea de como terminará esto, pero si estaba convencida de que me lo pasaría bien. Tiene toda la pinta de que sabe lo que se hace. Supongo que con 1000 años de vida es ya todo un experto, así que voy a dejarme llevar por él no vaya ser que la líe.

Cogiéndome por el culo me alza en volandas y mis piernas se enroscan en su cintura sin parar de besarnos hasta que nos tumbamos en la cama. Encima de mi ya empieza a desviarse hacia mi cuello.

- Que preciosidad.- pasa la punta de la lengua, pero no se detiene demasiado y prosigue por la clavícula.

Menos mal, no estaba dispuesta a que me mordiera de nuevo...Cuando ha acabado con el hombro baja un poco mas hasta mis pechos y allí consigue que me estremezca cuando se mete uno de ellos en la boca y succiona con fuerza mientras lo presiona bruscamente. Madre mía... la sensación es tanto dolorosa como placentera y tengo que cruzar mis piernas para aguantar el hormigueo que surge en mi centro.

- Para que disfrutes necesito que te abras.- y mete la mano por el medio para abrírmelas.

No opuse mucho impedimento, mas bien fue inmediato cuando se lo serví todo en bandeja y me puse a mirar hacia el techo para dejar mi mente en blanco. Todo esto estaba siendo una locura y difícil de digerir. Voy a entregarme a un monstruo que solo me quiere para satisfacer sus necesidad. Pero es acaso yo no hago lo mismo?. Esa parte de adolescente hormonada que simplemente soy pide a gritos ser suya.

Dando leves mordisquitos a mi pezón, tiemblo por la corriente que ahora atraviesa mi cuerpo, sobre todo cuando empieza a bajar lentamente hasta mi centro. Allí antes de hacer cualquier cosa cruzamos nuestras miradas y como pidiéndome permiso se lanza a por mi clítoris sin contemplación. Por el amor de dios!. Una gran sacudida me coge por sorpresa y tenso cada musculo al notar como devora cada parte de mi tesoro mas preciado. La agradable sensacion me era familiar y de pronto recuerdo aquel sueño que tuve con él. Se sentía increíble, igual que ahora y solo rezo porque la realidad los supere.

- Joder!.- un espasmo de placer hace que lo agarre por la cabeza.- Sigue!.- le pedí encarecidamente.

- Cuanto te he echado de menos...- se pone hablarle directamente a mi vagina.

Prosigue con su viperina lengua explorando todos los territorios habidos y por haber y yo simplemente puedo respirar aceleradamente y gozar de lo que me ofrece. Cumplo con mi parte como él está haciendo con la suya...

- Dios mio...!- a este paso voy a nombrar a todos los santos.

- Déjame probarte de nuevo... Te lo imploro...- dice entre lametón y lametón.

Vaya!. El todo poderoso Damon Salvatore rogándome. Pero no lo entiendo, es que acaso no es lo que está haciendo ya o es que ... Oh mierda, se refiere a ... morderme?. Despego la cabeza de la almohada y mira hacia abajo.

- Por favor...- sus ojos ya habían abandonado el precioso azul cristalino para reflejar la oscuridad que surge de su interior.

No eran como antes, maliciosos y dañinos, esta vez parecían desesperados por tomar algo de sangre. Conmovida, aparte de excitada, asentí dándole el permiso pertinente.

- No te va doler-

No le creí y me agarre a las sabanas para soportar el dolor de sus colmillos atravesándose en la piel. Y sin mediar mas palabra clavo en la parte interior de mi muslo su dentadura. Lo intercaló dándome placer con su dedo en mi punto sensible y prácticamente no noté el mordisco. Mas bien todo lo contrario. Él llevaba razón...

- Oh, por favor...- ahora era yo quien le suplicaba a él.

Sentía que toda mi sangre iba a esos dos puntos donde Damon trabajaba y el corazon me iba a toda pastilla. De pronto todo lo de mi alrededor se nubló y estalló en mil pedazos. En un abrir y cerrar de ojos había tenido mi primer orgasmo con un hombre. Bueno, en este caso con mi demonio personal...


POV DAmon

Frente a la cristalera de mi ático, el sol va apareciendo y todo el mundo se recoge en la cuidad. Los privilegiados que tienen el anillo de día para seguir la fiesta en otro lado y lo otros que no lo tienen para no morir abrasados. Yo en cambio intento no perderme el amanecer. Es una de las pocas cosas que me reconfortan y que por fin puedo volver a disfrutar. Como también lo hace pasar la noche con una chica guapa y comprobar que no he perdido mi toque. Después de darle placer y alimentarme como es debido, calló rendida por la gran cantidad de sangre que absorbí y sobre todo por el sensacional orgasmo que le produje. Luego me quedé observando su relajado rostro dormido como un bobo por un tiempo, hasta que me di cuenta de que estaba haciendo el gilipollas y me salí de la cama. Su hermosura me encandilaba y la tierna inocencia que trasmitía, sobre todo en el sexo, seguían llamándome la atención. Pero tenerla aquí en mi territorio es harina de otro costal y veo que se me va hacer mas difícil de lo que supuse. De hecho, ya lo es...

- Para!.- le digo a mi reflejo en el cristal.- Solo es una humana más.- repito cada vez que empiezo con el debate mental.

Ese es el eterno dilema que me persigue desde que la conocí en aquel camino trayéndome a Crow. Hacia mucho, pero que mucho tiempo que nadie me había impactado de esa manera. Tal vez la culpa sea por lo que he dicho anteriormente, pero me declino más por el aura de bruja en ciernes que posee. Los vampiros tenemos tendencia a mantener una relación odio- amor con las brujas y a lo mejor con esta me está pasando exactamente eso. Por lo pronto he superado el primer match- ball. La quiero tener para mi, pero que no suponga un peligro. Por nada en el mundo puedo acostarme con ella y perder de nuevo la batalla contra la humanidad. Eso acabaría conmigo y no lo pienso permitir.

- Buenos días!.- me saludan a la espalda y bufo al reconocer la voz.

Stefan había llegado a primera hora de la mañana interrumpiendo el templo de remanso y paz que mantengo.

- Hermanito...- lo recibo con la hostilidad que me caracteriza. Era muy temprano para verle el careto y solo deseaba que se marchara de una vez.- Acaso no te has dado por aludido anoche?.-

- Estoy harto Damon. Estoy harto de encargarme de tus cagadas, de responder a algo que no me corresponde mientras tu perdías la memorias y decidías tener una aventura humana.-

- A donde quieres llegar.?- hago gestos con la mano para que abrevie. Tengo un pivonazo en mi cama al que debo despertar.

- Que ya paso de ti y de salvarte el culo. Desde que terminó la guerra te has comportado como si fueses el dueño del mundo. Pues sabes qué?. Que no lo eres.- aumenta el volumen de su voz con reproche.

- Quien sabe?. Algún día podría llegar a serlo.- le suelto con chuleria.

- A sí?. Pues eso se lo dirás a papá en persona a ver que opina.-

Que qué!?. La sangre me hierve y la rabia aumenta por segundos. Al final se ha chivado?

- Que le has dicho?.- me acerco a pasos agigantados.

- Todo. Desde el jueguecito que te traes con las brujas hasta el ir y venir en el muro. Tenia alguna esperanza de que lo que viviste en el otro lado te cambiaría en algo, pero ya veo que sigues siendo el mismo imbécil de siempre.-

- Seras hijo de ...-

No me lo pienso...Me abalanzo contra él y nos estampamos con la estantería de madera que adornaba mi ordenado salón. Cayéndonos todo tipo de libros, los dos forcejeamos en el suelo mientras cambiábamos empujones por puñetazos. Lo echamos todo abajo hasta que las fuerzas de uno decayeron y el otro pudo superarlo. Como estaba claro ese seria yo, ya que ser el mas mayor me daba cierta ventaja y estar al cien por cien de mis capacidades ya no contaba como un rival.

- Eres una decepción como líder.- y sigue hablando a pesar de que le estoy echando la dentadura abajo.

- Quieres hablar de decepciones?.- subido encima y agarrándolo por el cuello de la camisa lo golpeo otra vez.- Una decepción es la que me llevé cuando supe que mi hermano era tan débil que podía enamorarse de una simple humana.- mi puño impactó de nuevo en su cara.- Decepción fue descubrir que tu familia está compuesta de mentirosos...- la sangre de su amoratada cara se esparcía por las pareces con cada puño que le propinaba.- ... y traicioneros!.- espeté ante sentir como agarraban mi brazo para que me detuviera.

- Lo vas a matar!.-

Rabioso tiré para que me soltaran y cegado por la ira no me di cuenta que lancé una bofetada al aire. Con tan mala suerte que le dio a la persona que menos pretendía herir.

- Elena!.- la vi que se dolía al darse contra una de las mesitas que adornaban mi salón.- Mierda!.- camino hasta ella.

- No!.- me detengo cuando topo con la palma de su mano levantada.- No me toques!.- y corre despavorida a encerrarse en mi habitación.

El portazo que da hace un click en mi cerebro e instantáneamente susurro:

- Lo siento...-

Echo un lío, observo el cuerpo semi inconsciente de Stefan tumbado en el suelo. Estaba recuperándose rápido y prácticamente no había llegado a perder la conciencia.

- Levanta...- le pido yendo al mini bar.

Esto no tenia sentido... No fue culpa mía el encontronazo que acabos de tener. Yo no queria gopearla a ella. Jamás se me pasaría hacerle algo a ese pedazo de ángel... Uhhhh, para el carro Damon. Esto no te tiene que importar. Elena no tenia porque intervenir. Ya se lo advertiste. Si esa niña caprichosa es tan atrevida para meterse en una guerra entre hermanos vampiros sabrá perfectamente que pueden pasar estas cosas. Asi que se acabó el problema...

Al llevarme la copa a la boca, doy un sorbo rápido y la dejo de nuevo en su sitio cuando mi hermano se va reincorporando de a poco. Mejor me largo antes de empeorar la situación y voy hasta el armario de la entrada para ponerme una chaqueta y salir para ascensor. No podía permanecer por mas tiempo en este lugar. Quería una noche perfecta, por mi bienvenida y de a poco lo estaba consiguiendo gracias a Elena, pero Stefan lo ha fastidiado todo.

Voy en busca de Elijah para que nos vayamos algún bar y olvidarme de esto por un rato. Supongo que estará en la casa de las chicas descansando hasta que alguien lo releve de sus labores de protección. Aun no entiendo como ha aceptado que mi hermano lo rebajara de esa manera, pero a partir de hoy se acabó el ser guardaespaldas de mi aren. Lo necesito a mi lado para que evite estas cosas como las que acaban de pasar. Es el único que me entiende y consigue que despeje mi mente de estúpidas tentaciones humanas.

No cogí coche, preferí ir corriendo para que me diera el aire. Rememorar el gusto que me provocó catar a Elena hace que me esmere en la prisa por quitármela de la cabeza, porque veo que se avecina una culpa que no quiero llevar después de haberle soltado un tortazo.

Cuando llego y voy hacia la puerta, paso por delante de la ventana de la cocina. Para mi sorpresa me encuentro con la figura de Elijah en una posición bastante comprometida. Delante de él y de espaldas diviso la silueta de una mujer y agarrada con todas sus fuerzas al fregadero. Estaban follando, nada fuera de lo común en mi colega, pero si me chocó con quien lo hacia...Rose...


POV Elena

Como pude caer en la mentira de que todo iría bien. Nada va bien, absolutamente nada. Él sigue siendo lo es que es, un vampiro sin una chispa de humanidad ni por supuesto tacto. Lo vi en sus ojos cuando golpeaba a Stefan. Es su hermano y aun así lo hubiese matado si no llego a meterme. Luego el bofetón que me propinó fue el colmo. Sé perfectamente que fue el arrebato del momento, pero eso no justifica que me pegase. Es que acaso no sabe controlarse?. Lloro como una tonta en un rincón de la cama echa un ovillo. Con mis piernas agarradas a mi pecho me sumerjo en la pena y el arrepentimiento. Como coño se me ha ocurrido tener algún tipo de contacto sexual con este monstruo?.

Simplemente porque te ha hecho disfrutar como nunca y lo repetirías una u otra vez si tuvieses oportunidad. No seas farsa!. Es la mejor experiencia, por no decir la única que has probado en toda tu vida. Y es un logro siendo una virgen a punto de cumplir la mayoría de edad. Arggg... vale ya!. Tengo que acallar ese parte de mi que aun continua enamorada de él. Pero tiene tanta razón la muy perra ...

Un par de toquecitos en la puerta me sacan de mi interminable tristeza y con miedo respondo:

- Quien es?.-

- Soy Stefan. Puedo pasar?.-

Me vestí en el momento que escuché la fuerte discusión que se producía en el salón, así que no había ningún problema en que entrara.

- Pasa.-

- No pretendo molestar.-

No quiero que me vea echa polvo y me reincorporo. No puedo parecer débil ante esta gente.

- No pasa nada.- me limpio la cara con la misma sabana.- Como estás?. Pensé que te había matado hasta que recordé que os tienen que sacar el corazón por la boca para que desaparezcáis.-

Stefan soltó una risa y me aplaudió el tono bromista que utilicé.

- Muy bien. Venia precisamente por eso. No te recomiendo que te metas en peleas de hermanos y mucho menos si los dos somos vampiros.-

- Ya...Esa recomendación llega un poco tarde.- acaricio mi dolorido pomulo.

- Casi pierdo la conciencia, pero lo he visto todo. Como te ha dado sin querer...-

- Sin querer?.- ahora la que se reía era yo.- Pues no se vio muy afligido. Pero no sé de que me sorprendo. Lo lleváis en el ADN y hacerle daño a un humano es parte de lo que sois.-

- Estoy totalmente de acuerdo. Nos crearon para ser así.- se sienta al borde de la cama.- Pero que los humanos no os quedáis atrás.- suelta en una especie de reproche.- No te olvides que en su día también estuve vivo y he visto de lo que sois capaces.-

Maldito... ahora la razón la lleva él. El tiempo que llevamos pisando este planeta nos delata. Y si ellos existen es por nuestra culpa. Las brujas por lo visto se encargaron de que pagáramos por nuestros errores. Aunque para ellas también le salió rana el experimento.

- Que quieres Stefan?-

- Darte solo las gracias.- eso no me lo esperaba.- Ya no solo por impedir que me rompiera la cara en el salón y terminara por aplastarme la traquea como seguro hubiese hecho...- se levanta para ir hasta la puerta.

Definitivamente este no era como su hermano mayor. Stefan era un capullo, pero en el fondo existía algo de luz en su interior.

- De nada...-

- Supongo que ya nos veremos por aquí, no?. Tal vez haya muchos cambios próximamente...- deja caer antes de desaparecer por la puerta.

No se a que ha venido eso. Que cambios?. Mas todavía?. Apenas llevo unos días en la zona muerta y es como si llevase toda la vida. Y lo que me queda...

Para no pensar en el hecho de que seré una esclava hasta el día que me muera, me levanto y voy hacia el baño. Necesitaba una ducha como el comer y seguro que el agua limpiará todos los pecados que cometí anoche. Sabia que me arrepentiría, pero nunca creí que fuese tan pronto. Al Damon que le abrí las piernas hace pocas horas dicta mucho del demonio que me ha golpeado hoy en la cara. Ha borrado de un plumazo todas esos lametones que me trasportaron a la estratosfera o las caricias que me hacían tocar el cielo y la confortable succión de mi sangre que terminó por explotar todas mis terminaciones nerviosas y me provocó mi primer orgasmo con un hombre.

Bajo el chorro abundante de agua caliente parece que me purifico de alguna manera y me digo a mi misma que llorar no es una opción. Tengo que endurecerme rápido y no mostrar debilidad. Damon no puede verme abatida o triste. No le daré esa satisfacción. Eso sí, voy hacérselo pagar, porque no tengo la mas mínima gana de que ese chalado me vuelva a tocar. O sea que tachamos devolverle la humanidad a cambio de mi virginidad. Ahora mas que nunca voy hacerme respetar y tanto para bien como para mal lo que me hizo anoche y lo que me hizo esta mañana no se volverá a repetir.

Me enrosco la toalla al cuerpo y otra mas pequeña para recoger mi melena mojada. Saliendo de la colonial bañera, por cierto una delicia, me miro al espejo antes de salir al vestidor. Estoy muy demacrada e incluso algo mareada. Ves?. No fue buena idea dejarlo beber tanta sangre, ahora estas echa mierda... Joder!, pero estaba yo para pararlo cuando atacó mi coño como un poseso y luego con sus dedos se dedicó a adorar mi interior. Fue toda una revelación y no lo pude evitar.

Al salir del baño hacia el dormitorio contemplo el vestido de ayer que permanece en una sillita bien doblado. Yo no lo recogí así que alguien se tomó la gentileza de recogerlo del suelo. Quizás Damon igual que me lo quitó fue quien lo puso allí, aunque con lo capullo que es seguro que dejó entrar algunas de sus chicas para que ordenara la habitación mientras yo dormía. Como no tenia otra cosa que ponerme, lo recogojo y dejo caer la toalla para vestirme. En ese momento que me quedo totalmente desnuda me doy cuenta de que no estoy sola por un gruñido que escucho a mi espalda. Al girarme allí estaba. El culpable de todo mis desdichas repasando cada rincón de mi cuerpo con los ojos.

- Si esto es el infierno puedo quemarme ahora mismo.- se moja los labios pasándose la lengua.

Conozco esa expresión, la misma que tenia anoche. El muy cabrón no se nota preocupado o arrepentido. Es más, su pose chula apoyado sobre la puerta y con los brazos cruzados me repatea en lo mas adentro.

- No tendré esa suerte.- no voy mostrarme avergonzada por mi desnudez. Total, ya ha visto lo que tenia que ver...

- Aun sigues enfadada?.-

- Me has dado una bofetada. Como quieres que esté!?.-

- No tenias que haberte metido. Te lo advertí. La relación con mi hermano es ...-

- Nula?. Complicada?.- le ofrezco alguna definición.- Yo no lo llamaria una relación de hermanos.-

- No todos podemos podemos presumir de hermanos.-

- Mira, en eso si que concuerdas con Stefan.- atrapo el vestido y me lo echo a la cabeza para cubrirme con tan mala suerte que se me traba cuando le tocan pasar a mis tetas.

Por los puñeteros nervios se me olvidó que el vestido se metía por abajo y se cerraba con cremallera.

- Espera que te ayudo!.- lo oigo acercarse y pronto me lo vuelvo a sacar.

- Ni te acerques!.- le grito tirandoselo a la cara.

Y a vueltas a estar desnuda...

- Pero que te pasa?. Acaso no te lo pasaste bien anoche?- curva la sonrisa fijándose en mis dos sugerentes atributos con detenimiento.- Porque tus chillidos me indicaron que si.-

- Cállate.- no quiero que me lo recuerde.- No estoy aquí para tu disfrute y juro como me llamo Elena Gilbert que no volverás a tocar ni un solo pelo de esta cabecita.

- No hagas juramentos en balde.- se lo toma a broma y pasa de mi advertencia acortando la distancia entre los dos.

No aprende y antes de que llegue hasta mi como un tren descarrilado lo detengo con una bofetada que me picó hasta la palma de la mano. La suya fue con el reverso, pero igual de fuerte a la que me propino hace un rato en el salón. O por lo menos eso intentó mi delgaducho brazo.

Le dejo con la cara ladeada y se queda así por unos segundo, como sopesando algo de lo que tal vez no se sienta orgulloso hacer. Me da igual, que me mate si quiere y exhiba mis restos por toda la zona muerta, pero no tendré más contacto con él.

- Te odio Damon.- antes de palmarla se lo digo.- Secuestraste a mi madre, mi padre murió por ayudarte y no contento con eso me enamoraste para que hiciese esta locura de venirte a buscar. Tú eres el culpable de todo.- mis lagrimas estallan y ruedan por mi cara. Ya se me olvidó hasta que estaba en bolas.- Tu llegada a mi vida solo me ha traído desgracias.-

Mueve la cabeza para mirarme y sus claros ojos reflejaban el gran vacío que había en ellos. En este ser no había nada bueno que esperar. Está tan inmerso en su oscuridad que creo que jamás lo podre sacar de allí. Si agredirme físicamente no ha sido un punto de inflexión entonces será verdad que lucha para mantenerse en ese pozo. Y si él no quiere salir yo tampoco puedo hacer gran cosa...

- Cuando dejes de llorar como una cría, vístete y reúnete conmigo en el salón.- la simpática y picaresca sonrisa había desaparecido para convertir sus labios en una perfecta linea.- En el vetidor te he dejado unos vaqueros y una camisa. No tardes...- lleva sus manos a la espalda y se gira sin hacer ni decir mas nada.

Una cría?. Me ha llamado cría?. Vale... esta me la guardo...

Como aun sigo con vida, hago lo que me pide y lo dejo estar por ahora. Ya vestida, pero con un cabreo de la ostia, entro al salón y lo veo observando fijamente las panorámicas que se ven desde su altísimo ático. Parece ensimismado con la luz del sol y relajado, nada que ver al tío chulesco que estaba en la habitación.

- La camisa es muy estrecha.- protesto estirándola hacia abajo. Casi se me ve el ombligo...

- Dudo que tengas algún problema para mostrar un poco de carne.-

Frunzo el ceño y me cruzo de brazos.

- Donde vamos?.-

- No te gusta dejar nada a la imaginación, verdad?.- por fin para de mirar por los ventanales y me presta atención.- Voy a darte respuestas y con suerte dejaras de preguntar tanto.- pasa por mi lado haciéndose el orgulloso.

Se nota que mi guantazo le ha tocado la moral y me alegro un montón. Ahora se sentirá, eso si siente algo, como yo me sentí antes...


POV Damon

Te odia, lo ha dicho alto y claro. Encima no contenta con eso especifica que tu presencia en su vida ha sido una desgracia para ella. Es lo que querias escuchar no?. Llegar al punto de que se arrepienta y que ni el amor que te procesa lo pueda evitar. Eres de lo que no hay Damon. Quieres tenerla a tu lado, pero en cambio el riesgo que supone eso es peligroso para tus intereses. En que quedamos?. Todo esto se está enredando demasiado y no deberías estar desperdiciando el tiempo en preocuparte por minucias. Eres un vampiro, lider de una parte del mundo. No tendría porque estar resolviendo esas cuestiones ...

Por lo pronto prefiero regresar al momento en el que estoy montado con ella en el coche y miro de reojo la mano temblorosa que mantiene sobre su rodilla. No saber donde la llevo la mantiene expectante y nerviosa.

- Estamos saliendo de la cuidad. Donde nos dirigimos?.- se impacienta como de costumbre.

- Tengo mas propiedades a las afueras. Quiero enseñártelas.-

- No creas que con tus riquezas me harás hacer cambiar de opinión. Me importa poco lo poseas.- comenta muy orgullosa mientras mira por la ventanilla del coche.

- Tal vez esta si que te importe algo...- comento misterioso.

Acelero para ir mas rapido. El ambiente se tensaba por momentos y el trayecto se nos estaba haciendo demasiado largo. Maldita niñata caprichosa y sensible. Porque me culpa a mi de todo?. Sí vale, desde que nos conocimos he puesto su mundo patas arriba. Secuestre a su madre y encima tambien mataron a... Grayson por intentar ayudarme a volver. Sí, quizás sea el culpable de todo, pero ya sabia lo que provocaría en su vida y por eso intenté poner remedio borrándole la memoria. Aun no llego a comprender del todo porque no acató mi orden y me disparó al corazón como le mandé.

- Ya hemos llegado.- giro hacia un carril de tierra donde una verja cerrada nos espera.

Pulsando en la pantalla del reproductor de la radio abro la cancela y nos adentramos por un camino rodeado de arboles. Tras ellos se vislumbraba la mansion de mi familia. La mansion Salvatore. Mi verdadero hogar y del que reniego a venir si no es urgentemente necesario. En este caso lo era...

- Todo esto es tuyo?.-

- Sí, mio...-

- Por que no me sorprende?.- pone los ojos en blanco.

Aparcando en la entrada, bajo del coche y corro para abrirle la puerta. Ser un despiadado vampiro no está reñido con ser un perfecto caballero y se lo demuestro cuando le ofrezco hasta la mano para salir. Ella me ignora y sale por su propio pie. Era una cosa que esperaba que ocurriera. Me va costar convencerla de que no soy un autentico monstruo, pero voy a conseguirlo. Voy aprovechar todo el tiempo que estemos aquí para que vea que quedarse a mi lado podría ser la mejor elección.

- Aquí es donde vivía cuando era humano. Bueno, en aquel tiempo era una choza de paja, pero entre mi hermano y mi padre la construimos después de convertirnos.- matizo.- Las tierras son muy extensas e incluso tenemos un granero en la parte trasera. El doble que el tuyo.-

Cuando hago referencia a su hogar tuerce el gesto.

- Y en las millones de casas que tienes... Donde `` vives´´?.- hace las comillas con los dedos y luego pone los brazos en jarra para admirar la arquitectura exterior de la casa. Con esa pose tan desenfadada, esos vaqueros apretaditos al trasero y la estrecha camisa de tirantes que se ajustan a su fino cuerpo me tenían totalmente encandilado.- Eh tú!. Estoy aquí.- se señala a los ojos.

Me había pillado recreándome con la mirada en sus tetas.

- Ahm!.- sacudo la cabeza para apartar la mirada.- A esta solo vengo para despejarme.-

- Pervertido...- masculla entre dientes, aunque lo escucho claramente.- Y para que se supone que utilizas la que tienes encima de tu club?.-

- Pues ...- intento disimular una sonrisa.-... es donde llevo a mis conquistas.- soy sincero.

Expira fuerte y aprieta el mentón. Está celosa.

- Y la casa donde tienes a esas chicas?.-

- Esa es vuestra casa. Paso de vez en cuando, pero nunca duermo allí.-

- Supongo que para eso tendrás tu ático. Las llevas allí para hacerles lo mismo que hicimos...- hace una pausa al acordarse y tiembla levemente como si un escalofrío recorriese su cuerpo.- Da igual. No lo quiero saber.-

- Si que quieres...- la contradigo.- Pero te lo contaré luego. Vamos, te enseñaré esto por dentro.-

Me gusta hacer esperar a su eterna curiosidad por las cosas. La conozco plenamente y este tema no lo pasará por alto.

Antes de entrar, rodeamos la casa para dirigirnos a las caballerizas. Con la sorpresa que le tengo espero ganarme su perdón, porque todo seria mas fácil si me disculpase, pero eso me haría parecer débil y Damon Salvatore no tiene nada de eso.

- No guardaras ahí los cuerpos degollados de tus victimas, verdad?.-

Me hace reír y abro la puerta corredera para que pasemos al interior. Allí recorrimos el largo pasillo que nos llevaría al único habitaculo ocupado. Cuando sus ojos se reencontraron con lo que le quería enseñar, la cara se le ilumino y se llevó rápidamente las manos a la boca.

- Crow!.- se introduce en el interior para echarse encima del caballo en un abrazo.- Dios mio... pensé que te había perdido...-

Se separa y acaricia su larga y lisa melena mientras le murmura cosas preciosas y reparte miles de besos por su largo hocico. No miento si digo que siento envidia del maldito caballo ya que me hace acordar de cuando esos mimos eran para mi. Y ente preciso momento, cuando descubro que tengo celos de un animal, decido que ya es suficiente. Mis siglos de espera se han acabado. Quiero convertirla en mi musa... en mi eternidad...en vampiro...

CONTINUARÁ...


Os agradezco enormemente la espera, sois geniales ;)

Ya estoy por aqui con mas fuerzas que nunca. Las vacaciones me han sentado bien y me ha recargado las pilas. Así que ahora prepararse. Se vienen curvas! XP .

Saludos! MJ