Una crispada Elena se presentaba ante los dos vampiros que no paraban de magrearse como si la vida les fuese en ello. Carraspeó un par de veces para que se percataran de su presencia, pero ni por esas. Damon seguía encaramado a esa rubia de largos rizos y de una esbelta figura. Elena en cambio se le acabo la paciencia y aunque Enzo intentó que no los interrumpiera, ella ya los estaba separando dándoles un empujón que los hizo tropezar contra la pared.
- Pero qué?.- la rubia se sorprendió por la fuerza ejercida.
- Hola princesa.- él la saluda como si no pasara nada. Es más, muestra una sonrisa de satisfacción.
- Crees que voy a quedarme quieta mientras le metes la lengua hasta la campanilla a esta delante de mis narices?.- le recrimina en un estado de cólera absoluto.
Elena ya había perdido todo los papeles. Tarde para lo que llevaba aguantando desde que tuvo la fantástica idea de cruzar ese muro. Pero esto era demasiado para ella, no podía soportar ni quería aguantar una escena así.
- Quien es este pajarito herido?.-
- Nadie. Es solo mi bolsa de sangre particular.- especifica Damon brevemente.
Esas palabras se le clavaron a Elena como cuchillos en la mente.
- Una bolsa de sangre muy bien vestida por lo que veo.- se fija en el conjunto elegido por Elena. Una falda negra entubada con una ceñida camisa de tirantes en roja.- Y él guaperas que la acompaña?.-
- Soy Enzo. Un placer.- pasa por el lado de Elena y le da la mano a esa desconocida.
- Mmmm, igualmente. Yo soy Rebeckah Mikaelson.-
- Perdona has dicho Mikaelson?. De que me suena...?.-
- Conoces a Kol y Elijah?. Son mis hermanos.-
- Si, bueno...- un apremiante Damon los corta.- Luego podréis poneros hacer manitas si queréis. Ahora deberíamos irnos para el salón.-
- Verdad, llegamos tarde.- acepta rápidamente la rubia.- Pues vamos..- se engancha de su brazo.- ...esta noche yo soy tu pareja.-
Damon miró de reojo a una atónita Elena que permanecía callada como una mera espectadora. Pero sabia que lo que dijo Rebeckah la haría saltar. De echo cuando casi ella toma la palabra él se adelanta para no comenzar la fiesta con una trifulca entre gatas de la que seguramente la humana saldría perdedora.
- Tú eras la sorpresa que me tenia preparada mi padre?.- preguntó a Rebeckah.
- Te dijo que era una sorpresa?.- se echa las manos a la boca.
- Supongo que se refería a ti porque nadie sabe que estas aquí.-
- Joder, si se entera que lo se lo he echado a perder se enfadará conmigo. Pues entonces no le digas que me has visto ok?. Nos vemos ahora en la salón.-
Y la chica se larga a toda pastilla para el regocijo de una Elena que estuvo a punto de estallar de mala manera cuando se colgó del brazo de Damon.
- Tranquila princesa. Es solo un saludo a una vieja amiga.- el vampiro se percata de sus celos.
Esta no se lo toma como tal y tuerce los morros. Ahora mismo lo odia al máximo y solo piensa en como devolvérsela.
- Damon!.- lo llama Enzo.- Que quieres que haga en la fiesta?.-
- Manteneros fuera del alcance de mi padre. Que os vea, pero que no se os acerque..- le advierte ya en un estado mas serio.- Por nada en el mundo puede enterarse de donde sois o tendremos un gran problema.-
Y Elena ya supo que hacer. No diría nada al viejo, por supuesto no es tonta y aprecia su vida. Pero poner a Damon en un aprieto con su padre le haria bajar esos humos de presumido que maneja.
POV Elena
Voy con Enzo hacía el gran salón donde una multitud de gente bebía y charlaban entretenidos con música de fondo tocada por una banda subida en un pequeño escenario. Me siento desubicada y algo cautelosa por estar rodeada de tanto vampiro, pero la imagen de Damon besuqueando a esa maldita rubia aun la tengo presente y me sirve para apaciguar mis miedos. Aunque no mis nervios. Arrrggg, lo odio y como odio también sentirme así. Los celos están pudiendo conmigo y provocan que pierda la compostura. Encima para empeorar la situación la mano comienza a dolerme a rabiar ya que por no pegarle otra vez he cerrado el puño para contenerme.
- Estas bien?.- me pregunta Enzo ofreciéndome una bebida.
- No. Quiero irme de aquí.-
- Damon tampoco quiere que estemos aquí, así que supongo que solo estaremos un rato.-
- No me refiero a eso.-
- Entonces a que te refieres?.- Enzo no entendía.
- A volver a casa. Al otro lado del muro.- susurro para que nadie nos escuche.- Una vez que encontremos a Bonnie y arregle un asunto que tengo pendiente con Damon tenemos que irnos de aquí. Este no es nuestro sitio.-
- Lo siento Elena, pero yo ya estoy en casa.- mata mis esperanzas rápidamente.- Soy un vampiro y sí vuelvo a Mistic Falls me mataran. Lo sabes.-
- Tienes a tus padres y podrás contar con nosotras para lo que sea. No les diremos lo que eres.- lo intento convencer.
- No quiero estar toda una vida ocultando lo que soy y tampoco quiero volver. Allí no era nadie ni me respetaban..-
- Y aquí si lo hacen?. Eres el novato al que mandan para todo.- quiero abrirle los ojos.
- Primero tendré que ganarme ese respeto. Soy el nuevo.- tiene bien claro su papel.- Además en esta parte del mundo no me repudian y me tratan como lo que soy. Uno más de ellos. Si hasta me han invitado a una fiesta sin conocerme en absoluto.- se enorgullece.
Tiene la cabeza totalmente comida por el vampirismo y siento como de a poco su humanidad va desapareciendo. Podría contar con él para escapar?. No lo sé aun, pero lo que sí sé es que debo averiguarlo sin desvelar mis planes por si acaso le da por contárselo a Damon. Como ahora es su amo y señor...
- Os lo pasáis bien?- Stefan apareció por nuestra espalda.
- Hola Stefan. Si, esta fiesta es espectacular.- responde Enzo.
- Estáis en vuestra casa. Oye novato, podrías dejarme hablar a solas con ella?.- le pide con toda amabilidad.
Enzo en primera instancia fue reticente, no quería desobedecer ninguna orden de Damon, pero tampoco podía oponerse a una de Stefan.
- Vale, pero solo unos minutos.-
El rubio me guió a unos escasos metros de un Enzo que no nos quitaría la vista de encima en todo momento.
- Y a ti que te parece?.- me pregunta ahora a mi.
Por fin alguien que se preocupa por saber mi opinión.
- El qué?.-
- La fiesta.-
- Bastante ostentosa y mucho lujo para mi gusto. En mi pueblo somos mas sencillos.- mi contestación le saca una sonrisa.
- No te quito razón. Los Salvatore tenemos la fama de hacer las mejores fiestas y no podemos decepcionar a nuestra gente. Ya has estado en algunas que celebra Damon.-
- Stefan, que hago aquí?.- quiero ir al grano.- Soy la única humana que esta entre ustedes así de arreglada. Para que me queréis?.-
- Mi padre no es tonto Elena. Ha notado como mi hermano se interesa por ti y quiere saber el por qué.-
- Tú no se lo has contado?.-
- No. Yo solo le he dicho que Damon regresó tras su extraña desaparición y que puede existir algún conflicto que otro con los humanos. Nada más.-
- Pues piensa que eres un chivato que se lo has contado todo.-
- Ya, lo que no entiende que lo hago por su propio bien y que a pesar de que no estoy de acuerdo en la mayoría de las cosas que hace siempre le soy leal.-
- Por qué me cuentas esto?.-
- Te lo cuento porque no quiero que habrás el pico delante de mi padre. Ante sus ojos eres una simple...-
- Bolsa de sangre particular, ya lo sé.- espeto harta de escuchar ese termino.
- No es malo Elena. Irradias pureza por todos lados y tu aroma es encantador. Si estos vampiros aun ni te han mirado es porque saben que eres de Damon y un simple acercamiento acabaría con sus vidas. Pero te aseguro que se mueren por probarte.-
Observo a la gente que hay a mi alrededor y es verdad. Ninguno me mira, salvo alguno que se atreve a echar un vistazo. Y sí, siento como me comen con sus ojos. De repente el miedo hace que me arrime a Stefan como una niña que busca protección.
- Tranquila. No te harán nada si aprecian sus vidas.- me asegura, pero yo no me fío.
- Y donde está por cierto tu hermano?.-
- Tiene que entrar con mi padre. Es el heredero y dueño de la cuidad. Luego será el encargado de abrir el baile.-
- Espera, espera...- ahora es a mi quien le da la risa.- Damon va bailar?.-
- Si y déjame decirte que es un excelente bailarín.- tira una lanza a su favor.
De pronto se me viene a la mente otra pregunta, pero esta no me haría ni puta gracia.
- Y con quien va a bailar?.-
El bullicio que comienza a sonar en la otra entrada del salón nos interrumpe y no termino de saber con quien lo va hacer. Entraba Guiseppe y todo el mundo fue arrodillándose a su paso como si fuese un rey.
- Arrodíllate.- me aconseja por lo bajini Stefan.
- Vale.- hago lo que me pide. No seria la única que se quedara en pie.
El viejo sube a una especie de tarima que se levantaba un palmo del suelo. Allí estaba su trono y con un simple gesto con la mano hace que la multitud se levante.
- Gracias por este recibimiento. Es un placer volver a casa después de tanto tiempo fuera y que todo...-
Paso completamente del discurso al ver aparecer a Damon por una esquina y de la mano de esa Rebeckah sobona. Mierda, es lo que me temía. Será ella quien la acompañe en el baile y me restrieguen por la cara esa química explosiva que hay entre los dos.
- Ella es Rebeckah. Hermana de Elijah y Kol.- me informa Stefan de algo que ya sabia.
Guiseppe acaba de hablar y Damon toma posición con la rubia en mitad de la pista donde previamente la gente ya había hecho un corrillo. Mis celos están a punto de reventar y la envidia me corroe por querer ser ella, sobre cuando la música empieza a sonar y observo como la agarra por la cintura y la pega a él. Como me gustaría estar en su lugar...
- Me concedes este baile?.- Stefan acudió a mis suplicas.
- Por supuesto.- no lo dudé ni un instante.
No iba a estar comiéndome aquí los mocos mientras ellos se divertían bailando. Tengo que hacerle saber a ese puto cabronazo que conmigo no se juega.
POV Damon.
Danzo lento con Rebeckah al son de la música y mientras todos nos observan y algunos que se atreve a participar, charlo con ella entretenido en criticar a Guiseppe. Mi pasatiempo favorito.
- Menos mal que no le hemos chafado la sorpresa a tu padre. Hubiera empezado la fiesta con mal pie.-
- Bah!. Es un viejo que se mosquea por cualquier cosa.-
- Mira quien habla.- me replica y nos reímos. A quien quiero engañar. De tal palo tal astilla. - Oye y esa `` bolsa de sangre´´...- hace las comillas moviendo las cejas.- De que va?. Menudo empujón que nos dio para ser una humana.-
- Sí, tiene mucha fuerza.- lo digo con orgullo.
Adoro verla celosa. No fue mi intención en ningún momento que Rebeckah se me abalanzara, pero me salido redondo. Ahora Elena está que echa humo porque besé a otra mujer y eso demuestra que ese odio que proclama tenerme no es para tanto.
- Pues para ser solo tu comida la has vestido muy bien. Es muy guapa.-
- Tengo buen gusto, que se le va hacer...-
- Pero por muy guapa que sea si se atreve de nuevo a empujarme le arranqué la cabeza. Así que dile que tenga cuidado.-
- No vas a tocarle ni un pelo solo pelo.- le advierto yo a ella.
- Y eso?.- pregunta intrigada.
Oh, oh... He abierto la caja de pandora. No conozco a alguien mas cotilla que Rebeckah y cuando se huele algo raro no para hasta averiguarlo.
- Por nada.- tengo que mentirle porque contra menos gente sepa nada mejor.
- Ahá...- no se lo cree.- Está bien. Ya lo descubriré por mi cuenta...- pero extrañamente desiste en su empeño de preguntar más por ahora.- Vaya!.Toca cambio de pareja.- celebra alzando mi brazo para dar un giro sobre sus pies y alejarse hasta caer en los brazos de otro tío.
Ese tío era Stefan que la recogió elegantemente mientras yo tuve que recibir con quien bailaba él. La sorpresa fue mayúscula cuando topé con la mismísima Elena Gilbert.
- Que haces aquí?.- echo un vistazo de reojo a mi padre que nos miraba muy atento sentado en su trono de hierro.- No te he dicho que no te expongas?.-
- No te enfades conmigo. Ha sido tu hermano quien me ha sacado a bailar.-
- Ningún humano puede participar en el baile.-
- Pues suéltame.-
Nos miro a los dos y la llevo por la cintura a paso lento y bien cerquita de mi pecho. Su agradable aroma me enturbia la razón y el cuerpo ya me actúa solo simplemente porque no se quiere despegarse de su calidez.
- Terminemos para no llamar más la atención.- tengo que parpadear para salir de su embrujo.- Cuando acabe la canción buscas a Enzo.-
- Sí mi amo.- entona sarcástica obviamente.
Se le nota el enfado y no voy hacer nada para apaciguarle. Si le fastidia lo de Rebeckah se lo tiene muy merecido por venderme ante mi padre. Ademas esto lo hago para que él no se de cuenta de que siente algo por mi. No puedo correr el riesgo de que la utilice en mi contra.
La música termina y concluimos con el baile. Luego todos se dispersan o vuelven a bailar la siguiente canción mientras Elena y yo seguimos agarrados, pero sin dar un solo paso.
- Buscaré a Enzo.- amaga con irse, pero no la suelto.
- Espera!.- siento como me falta la respiración al separarse solo un poco.- Me gustaría hablar contigo después. Quiero explicarte quien es Rebeckah y ...-
- Me importa una mierda, Damon.- me corta radicalmente y toma distancia.- Puedes comerte la boca con quien te de la gana. Yo no tengo derecho a reclamarte ni a nada. Solo soy una bolsa de sangre, recuerdas?.- espeta resentida.
Me da la espalda y desaparece entre la multitud dejándome un poco disgustado. Yo no la veo así, intento demostrarle lo especial que es para mi y que entienda que todo esto lo hago para estar juntos. Inmerso en mis pensamientos pierdo de vista a Guiseppe y cuando voy a mirar hacia su trono ya no está. Todas las alarmas se encienden en mis adentros y solo pienso en una cosa. Encontrarlo...
POV Elena.
Camino entre vampiros que se apartan a mi paso. Ya no les tengo tanto miedo al saber que no me tocaran por ser de quien soy. Creo que es lo único bueno que veo en todo esto. Si, porque demasiado confundida estoy para ponerme a pensar en todos los enemigos que me rodean. Bastante tengo ya con coger aire para poder respirar después del baile que nos hemos marcado Damon y yo.
- Buenas noches señorita.- me cruzo en el pasillo con un chico joven y de aspecto desgarbado.
Sé perfectamente quien es. El hermano pequeño de Elijah, Kol Mickaelson. El peor recuerdo que tengo de él fue cuando traspasamos el muro y me dio el golpe en la cabeza. Sin mencionar que es el culpable de matar a Enzo. Definitivamente no me cae para nada bien.
- Qué quieres?.- si esta aquí es para algo y no pierdo el tiempo en formalidades.
- Tienes que venir conmigo un sitio. Vamos!.- ordena creyéndose que le voy hacer algún caso.
- No iré a ningún lado contigo.- reniego de seguirlo incluso cuando me pone la mano en la espalda.
- No tienes elección.- se me encara.- Esto viene de mas arriba y tienes que obedecer guapa.- supongo que se referiría a Guiseppe, porque por lo que tengo entendido Kol es otro de los súbditos de Damon y dudo que venga por parte de él.- No me obligues hacerte daño en la otra mano. Damon puede hacerme pagarlo con creces.-
La amenaza es efectiva y consigue su propósito. Entramos en un cuarto en la misma planta, no muy lejos de donde se celebraba la fiesta, Era una especie de despacho-biblioteca con altisimas estanterías de madera y libros que se contaban por millares. Quitando eso, el redondo escritorio en el centro de la habitación era lo que mas llamaba la atención. Como sí de la mesa redonda del Rey Arturo se tratara, varios asientos permanecían vacíos mientras que el principal, el del centro, esta ocupado por el único hombre que conseguía ponerme los bellos como escarpias.
- Siéntate muchacha. No tengas miedo.- me invita Guiseppe recostándose en el respaldo de su cómodo sillón.
Sé prudente Elena. Con este vampiro no hay medias tintas y no vale cagarla. Me siento como ordena en la silla. En el otro extremo por supuesto.
- Te llamabas Elena, no?.-
- Si señor Salvatore.- respondo respetuosa al máximo.
- Por favor tutéame. Y por lo que tengo entendido hace poco que te compró mi hijo. De que granja vienes?.-
- No le entiendo.- era verdad. No se a lo que se refiere con lo de granjas.
- Vamos a ver...- junta las manos para ponerlas encima de la mesa. Yo me yergo en mi asiento como un palo ante lo imponente que me supone su presencia.- Quien te vendió?.
- Un tal Logan.-
- A sí, ese amiguito de dudosa reputación que tiene mi hijo. Te contaré una cosa...-se yergue hasta apoyar los codos en la mesa.- En más de mil siglos de vida he visto a Damon salir con montones de mujeres de todas clases, razas y colores. Pero nunca he visto alguna capaz de cautivarlo hasta el punto de abrir un baile de vampiros con una humana.-
No se como tomarme eso... Por una parte mi ego me da palmaditas en la espalda. Pero lamentablemente eso de que se ha cepillado a la mitad de las mujeres del mundo no ayuda para que me sienta orgullosa de querer a un mujeriego.
- No te crea... Si lo tuviese cautivado como dices no me tendría en estas condiciones.- le enseño mi maltrecha mano.
- Aun no te ha curado eso?. Como tu dueño es su deber.- parece que se preocupa por mi estado. Hasta se levanta para llegar a mi posición.- No parece propio de él. Le enseñé que los humanos se merecen un mínimo de cuidados.-
Guiseppe parece un tío muy sensato. Pensaba en primera instancia que era un viejo verde que solo quería morderme. Pero ha respetado que sea de su hijo y ahora no lo veo con la intención de hacerme daño.
- Ya bueno, es mi culpa.- fui justa y lo exculpé. Tonta de mi...- No quiero beber sangre de vampiro.-
- Por qué?. A los humanos normalmente os encanta y os da mas energías.-
Yo continuo sin verle la gracia. Eso de beber cualquier flujo de otro cuerpo es asqueroso. Y lo digo en todos los sentidos!.
- No tengo nada roto. Estaré bien en un par de días.- le informo para que me deje en paz y regrese a su sitio.
- No lo entiendes querida. El pueblo no puede ver que descuidamos a nuestros sirvientes. Que mensaje manda eso? Somos sus lideres y daríamos mal ejemplo.-
Estoy ahora misma metida en un problema?. Por la seriedad que expresa así parece...
- Ahm...- me pongo en pie para que no me achante tanto.- Pues ya hablaré con Damon para arreglarlo.-
- Si quieres yo te puedo ayudar.- se sube la manga de la camisa y se lleva su muñeca a la boca para pegarse un mordisco.- Bebe de la mía.-
La sangre chorreaba por la mesa y como si no fuese lo suficiente gore la escena acercó el brazo para ofrecérmela. No tuve tiempo de asimilarlo cuando tras de mi el estruendo de las puertas abriéndose de par en par hicieron que dirigiera la mirara hacia allí. Damon llegaba como un tornado a punto de arrasarlo todo.
- Que crees que estas haciendo?.- pregunta hecho una fiera.
- Ella se está quejando del trato recibido!.- levanta las manos exculpándose. Maldito viejo chivato!.- Aun así no te enseñé a ser respetuoso con el servicio?.- responde divertido. Creo que le encanta provocar a su hijo.
De repente aparece Stefan acelerado por detrás de Damon y tropieza con él en la entrada. Como si hubiesen estado echando una carrera.
- Damon contrólate.- le pide casi en un ruego.
- Cállate Stefan!.- le pega un empujón para apartarlo.
Las venas de Damon comenzaron a emerger y los colmillos se le sobresalían por debajo de los labios. La cosa no tenia pinta de terminar bien.
POV Damon
Esto es una maldita broma?. Que coño hace Elena con mi padre y ofreciéndole su sangre?. Me llevan los demonios ahora mismo y por mucho que Stefan se entrometa nada me va impedir que corte con esta situación de raíz.
- Relájate anda. Solo quería curarla.- dice como si no fuese nada grave.
- Ese no es tu cometido.- después de empujar a mi hermano para que se quitara de mi camino voy hasta ellos.- Ella es mía y solo puede beber de mi sangre.-
- Algo le habrás hecho para que no la quiera. Yo le estaba ofreciendo otras alternativas.-
- Y desde cuando te importan las quejas de una humana?.- sus excusas no me valen. Como si no supiera lo que pretende.
Él mira a Elena mientras ella me mira a mi echándome una de esas miradas resentidas que tiene por costumbre regalarme. Que la desprecie de esa manera no le tiene que hacer ninguna gracia, pero es lo que hay. Se va tener que aguantar por su bien.
- Lo mismo te digo hijo. Desde cuando permites que una humana te diga lo que puedes hacer o no?.- le da la vuelta a la tortilla y me deja sin respuesta.- Acaso ves algo especial en ella?.- la agarra del brazo y tira para él como si fuese una muñeca de trapo.
- Suéltala!.- espeto entre dientes.
Los colmillos ya los tenia fuera y la expresión de mi rostro se había trasformado demostrando lo cabreado que me estaba poniendo. Definitivamente estaba dispuesto atacar a mi padre si le hace algo.
- Papá por favor. Suéltala!.- repite Stefan intentando poner paz.
- Haz caso a tu hermano Stefan. Cállate!. A ver...- mira a Elena de arriba abajo.- Que es lo que ha visto mi hijo en ti, cielo?.-
Ella no responde por el miedo y Guiseppe se harta tomando su mano vendada para estrujarle los dedos. Sus gritos de dolor son el pistoletazo de salida para ir a por él. Voy abrir en canal a ese hijo de puta y colgarlo boca abajo para que se desangre vivo. Luego retorceré su corazón como esta haciendo él con los dedos de Elena. Lo mataré!
- No!.- Stefan se entromete en mi camino y me hace un placaje para aprisionarme contra la pared.- No lo hagas!.- me sujeta con todas sus fuerzas por los hombros.
- Te lo voy a poner fácil Damon.- la suelta y se lleva la muñeca a la boca para abrirse de nuevo la herida que se acababa de cerrar.- O me cuentas que es lo que representa esta jovencita para ti o le doy mi sangre. Tú decides.- se coloca detrás y la rodea por el cuello.
No le contesto, solo forcejeo con Stefan, pero el muy imbécil no se aparta.
- Vale, lo haré!. Beberé su sangre. Pero déjeme ya por favor.- accede ella muy dolorida por su mano.
- Uhhh, una chica valiente. Ves hijo?. Los humanos cuando ven peligrar su vida cogen el toro por los cuernos. Es fascinante...- entona afable y rebaja la opresión que ejercía sobre ella.- Toma!.-
Empecé a ver nublado cuando Elena cerró sus ojos y mordió a mi padre en la muñeca. La cara de disfrute de él fue suficiente para que ya nada me párese. Era un tren descarrilado y solo tenia un objetivo...
- Mierda!.- escuche el improperio de Stefan de fondo cuando me lo quité del medio y un chasquido al final llevándome a la oscuridad total.
Pov Elena
Stefan trasporta el cuerpo inerte de su hermano por un largo pasillo conmigo detrás preocupada por su estado. Le había partido el cuello y no lo critico. Hizo bien en impedir que nos alcanzara. Ese Damon rabioso solo empeoraría la situación que era lo que yo intentaba evitar accediendo a beber la sangre de su padre.
- Es aquí.- me indica una puerta de madera.
Me adelanto y abro para que pasen primero. Cuando entro solo veo que lo lleva a una enorme cama y lo deposita como si de un muerto se tratara. De echo es lo que es...
- Estará bien.- acomoda la cabeza en la almohada.- Quédate con él hasta que despierte. Tendrá una gran jaqueca, así que no lo mosquees demasiado.-
- Pero, pero...- estaba en un terreno desconocido y después de lo que había pasado estaba asustada así que balbuceo repetidamente.- Que hago?. Tu padre no va parar hasta averiguar que ocurre.-
- Yo me encargo de mi padre, tranquila. Tú cuida de mi hermano.- se dirige a la puerta.
Espero que por lo menos Stefan consiga quitarle esas idea a ese maldito viejo desgraciado. Yo mientras esperaré que Damon ``resucite`´´ y que cuando lo haga quitarle de la cabeza que vaya a por su padre de nuevo. Nunca lo había visto así de enfadado, la ira se había apoderado totalmente de él mostrando toda la oscuridad que lleva dentro y si no fuese por la intervención de su hermano hubiese cometido una gran locura.
Me siento sobre la cama, a su lado y repaso mentalmente lo acontecido mientras miro su escultural cuerpo tumbado. Estaba inconsciente, completamente a mi merced y aunque lo fácil seria escapar ahora que tengo una oportunidad, solo puedo quedarme embobada en ese rostro angelical.
- Que guapo eres maldito sea...- lo maldigo mordiéndome el labio por no morder los suyos.
Pero que dices Elena!?. Se te esta yendo la pinza y te va escuchar!. Bah, tampoco creo que sea una exageración decir una obviedad. Nunca había visto a un tío tan perfecto físicamente. Sino fuera por el demonio que es parecería que jamás ha roto un plato. Solía ser así, pero el problema es que ya no es ese tío y el que está aquí ahora le encanta romper la vajilla entera.
Unas horas después cuando el amanecer ya estaba por asomarse, la fiesta dio por concluida y todo el mundo se marchó para sus casas. Ya todo en silencio, yo no podía dormir teniendo prácticamente un cadáver a mi lado y cansada ya de tanto esperar a que se despierte, lo zarandeo un poco. De repente tengo que apartarme porque sus parpados se abren de par en par y me asusta. Literalmente estaba reviviendo y recoge una bocanada de aire para luego saltar de la cama como una exhalación hasta sentarse.
- Aaaahhh.- grita llevándose la mano a la nuca.- Que ha pasado?.-
- Como estas?.-
- Joder, me duele todo.-
- Stefan tuvo que partirte el cuello. Fue por tu bien.- le cuento despacio para que no se altere y tampoco quiera matar a su hermano.
- Por mi bien?. Pero qué...?.- no se aclaraba aun. Esta recomponiéndose del shock que ha supuesto su muerte y no se acuerda de nada.- Todo me da vueltas. Necesito beber algo de sangre para recuperarme.- y nada mas decir eso cae en la cuenta.- Mi padre...-
Oh, oh... creo que ya lo recuerda todo.
- Tranquilízate Damon.- le digo alzando mis manos para que se calmara al ver que se levanta como un resorte.
- Te dio su sangre y te curó.- señala a mi mano antiguamente herida.- Voy a matarlo!.-
Me pongo en su camino antes de que llegue a la puerta.
- Por favor, no lo hagas. Bebí su sangre para que no te tuvieras que enfrentar a él. No la fastidies más.-
- Lo que me acaba de hacer es una humillación. Ha tocado lo que es mio para molestarme simplemente.-
- Y me he curado que es lo que querías no?-
- No lo entiendes. Tal vez para ustedes los humanos sea chupar sangre vampirica, pero para nosotros ese acto significa otra cosa.-
- El qué...-
- Sentimos placer. El mismo que al practicar sexo.-
- Qué!?.- mi boca forma una O y hablando de este asunto no creo que sea lo mas apropiado.- Entonces sin saberlo le he dado placer a tu padre?.- me muero del asco.
- Si. Por eso lo voy a matar.- sonríe, aunque le está haciendo la misma gracia que a mi. Ninguna.- Así que con tu permiso...- amaga con pasar, pero vuelvo a interceder en su camino.
- De muy buena gana te dejaría, pero no Damon. Esa no es la manera de arreglar las cosas.-
- Aquí princesa es la única manera que existe. Ademas yo no quiero arreglar las cosas. Quiero simplemente matarlo por tocarte, por hacerte daño...- tensa tanto la mandíbula y gesticula tan nervioso que creo que está perdiendo otra vez la cabeza.- Por tener el puto atrevimiento de chantajearte para beber su sangre y que ahora sea la suya en vez de la mía la que corre por tus venas. No lo soporto!.- alza la voz histérico.
Aunque agradezca que me defienda de esa manera me esta dando un poco de miedo y camino un par de pasos para atrás. Eso lo saca de su delirante estado y rebaja la tensión de todo su cuerpo para acortar la distancia que había interpuesto yo entre los dos.
- No me mires igual que lo mirabas a él. No me tengas miedo, por favor.- pide con arrepentimiento.
- Entonces relájate y piensa que no ganarás nada en ir a por tu padre.-
- Relajarme?.- parece que mi consejo no le gusta y a pocos centímetros siento su respiración acelerada y casi al roce de mis labios prosigue.- Solo hay una cosa que me relaje.-
Intento no pensar malamente y tener mente sana ante esas sugerentes palabras.
- Y...yy...y..- me aturullo. Por dios Elena, contrólate tú ahora.- Que es?.- pufff, menuda pregunta mas estúpida.
- Hacerte completamente mía.- suelta con ese toque obsceno tan sexy.
Creo que la mandíbula no se me cae porque la tengo pegada a la cara, pero sí me quedé sin aire en los pulmones para responder. Simplemente me quede tontamente mirando sus carnosos labios.
- Y porque no lo haces?.- pero Elena por el amor de Dios!. Que coño haces?. No incites al diablo.
Demasiado tarde. Se abalanza sobre mi sin darme tiempo a reaccionar y me aprisiona contra la pared. Quise apartarlo, de verdad que quería, pero quien en su sano juicio lo haría?. No era el Damon del que estaba enamorada, pero después de esto volvería serlo. Mirándolo de ese modo, puedo descontrolarme sin ningún pesar.
Nuestros besos provocaron que subiera la temperatura de nuestros cuerpo y que la ropa ya empezara a sobrar. Sin dilación me baja el vestido dejándome en ropa interior y sus manos rápidamente las tengo cubriéndome las tetas por encima de la copa. Gimo cuando apretuja una de ellas, pero no de dolor sino mas bien de excitación. Este hombre sabe ponerme a mil únicamente con su sola presencia, ni te digo ya cuando me toca de esa manera tan brusca, pero a la vez tan afectuoso con mis atributos. Yo por mi parte hago mi trabajo desabrochando sus pantalones para luego subir y arrancar su camisa de botones de un tirón. Deseo esto tanto como él, ya no por el regreso de su humanidad, que eso es un valor añadido, sino que ya no aguanto mas esta tortura. Desde hace tiempo que decidí que Damon fuese el primero. Es al hombre que quiero y no podía estar con otro más.
POV Damon
La euforia se desborda dentro de mi. Una acumulación de cosas se concentran en mi cabeza y no se lo que hacer. Bueno si sé lo que hacer, pero no debo. Entonces por qué el cuerpo me pide todo lo contrario?. Estoy echo un lío y no se como manejar esta situación. La deseo, es lo que mas quiero hacer en este mundo, pero poseerla conlleva encender la humanidad y si no quiero pasarme la eternidad siendo un despojo de vampiro arrepentido es mejor que no la toque.
- No!.- aprovecho que hemos parado de besarnos y me ha empujado para partirme la camisa.
Madre mía Damon... Cuenta hasta diez para que toda la sangre vuelva a subir, porque esta fiera no te va dar tregua.
- No qué. Que pasa?.- le falta la respiración, pero se le ve muy dispuesta a continuar.
La tengo semi desnuda delante de mis narices, muriéndome lentamente por no poder darle lo que quiere y sabiendo que ningún hombre en la faz de la tierra desaprovecharía la oportunidad de estar con esta preciosidad. Pero yo no soy cualquier hombre. Me cometido aquí tiene un objetivo y nada ni nadie puede desviarme de él.
- No puedo.- me duele en el alma decir esto.
- Me lo estas diciendo en serio?.- la pobre no se lo cree. Normal, yo tampoco me lo creería.
- Si. Lo siento.- abrocho la cremallera del pantalón y meto la camisa rota para cerrarla de alguna manera.
Bajando la mirada paso por su lado esta vez sin ningún impedimento. Ella se quedó inmóvil y tan avergonzada por el desplante que no intentó de nuevo retenerme.
Ya en el pasillo, cierro las puerta y recorro el pasillo sin ningún rumbo fijo. De hecho no sé lo que estoy haciendo exactamente. Acabo de salir huyendo como un autentico cobarde. Un vampiro de mil años como yo amedrentado por una humana adolescente. Quien te ha visto y quien te ve Damon?. Nunca hubieses pensado que esa cría que conociste en la zona viva pusiera tu mundo patas arriba eh?. Te tiene bien cogido por los huevos y lo sabes.
Que hijo de puta el hilito de voz que aun ronda por mi cabeza y del que no puedo deshacerme. Tal vez la única manera que haya para acallarlo sea distraerme y ahora mismo cualquier cosa me servia. De pronto me viene alguien a la mente...
Voy hasta el otro lado de la mansión. El ala que da a otras cuatro habitaciones mas que posee la casa. Menos mal que tengo la super velocidad porque una persona normal tardaría quince minutos en recorrerla y yo no dispongo de tanto. Cuando llego a mi destino toco un par de veces en uno de los cuartos y aunque tardan en abrir, la puerta se entorna para dejar ver un flequillo dorado como el sol.
- Damon?.- me recibe Rebeckah media adormilada.- Me acabo de acostar. Que te ha pasado?.- se fija en la camisa rota.
- Una larga historia. Puedo entrar?.-
La rubia cambia radicalmente de expresión y se hace a un lado para que pase con una enorme sonrisa en la cara. Sabe que se lo va pasar pipa.
CONTINUARÁ...
Antes de que me decapitéis, esperad a leer el siguiente capi. Sin querer soltar algun spoiler solo diré que la barbie Mickaelson está ahí para ``ayudar´´ a Damon. A qué?. Pues tendréis que esperar un pelin! XDD
Besos!. MJ
