En la casita del lago, donde las brujas mantenían su cautiverio, el cuerpo inerte de Damon permanecía acostado sobre el sofá del salón mientras Elena estaba sentado a su lado esperando a que despertara. Se había asustado al ver que caía desplomado por algo que le había hecho su madre.

- Le has roto el cuello, no?.- le dice estupefacta a Miranda que iba de un lado para otro nerviosa.

- Que agradezca que no le he roto otra cosa.- sigue furiosa por lo que ha presenciado hace unos minutos en aquel lago.

- Solo había visto a Bonnie hacer ese tipo cosas, pero ella es una bruja. Acaso tú...?.-

La madre se tensa ante la pregunta y deja de lado el cabreo para serenarse en este tema. Ya no puede ocultar más el secreto que desde hace muchísimo tiempo debería haber contado.

- Supongo que algún día tenia que llegar este momento.- se prepara para lo inevitable.- Si Elena...- confiesa acercándose a la hija.- Lo soy. Nuestra familia procede de un linaje de poderosas brujas.-

- Y cuando tenias pensado contármelo?.-

- Nunca si hubiese sido por mi.-

- Por qué?.- pregunta enfadada. No eran el tipo de cosas que debería guardarse.

- Porque es una maldición, mi amor. Ser bruja en ambas partes del mundo está penado con la muerte. Somos enemigas de todos.-

- Papá lo sabia?.-

- Si. Lo ocultamos para daros una infancia feliz y lo mas normal posible.- se entristece cuando se refiere a su difunto marido.- E intentamos que cuando llegara ese momento rechazarais vuestro poder como hicimos nosotros. Solo os protegíamos, porque lo ultimo que queríamos era poneros en peligro.-

- Espera...- Elena no sabia si había escuchado bien y se pone hasta de pie..- Eso quiere decir que yo también puedo ser una bruja?.-

- Posiblemente. Se trasmite de generación en generación. Jeremy heredará el gen cazador de tu padre y tu la magia cuando cumpláis la mayoría de edad.-

- Dios mio...- no asimila todo lo que está pasando. Pero es que aun le quedaba otro asunto por resolver.- Y cual es el trato que tienes con Damon?. Que es lo necesita de ti?. -

- Supongo que mi magia, pero aun no se para qué. Me trajo aquí bajo amenazas de que os mataría si no le ayudaba. Prometió que me dejaría libre cuando todo acabara, pero desapareció hasta hace poco. Desde entonces estoy aquí prisionera, aunque Finn lo quiera enmascarar como que solo soy una invitada más.- explica con lamento al verse envuelta sin querer en líos de vampiros.- En todo caso da igual.- parpadea para volver a su solido estado.- Debería matarlo ahora que está indefenso o cuando despierte a quien querrá matar es a mi.- alcanza un pisa papeles de madera algo afilado.- Es pequeño, pero esto servirá.- se va flechada hacia el cuerpo que yace inconsciente en el sofá.

- No mamá!.- Elena se interpone antes de que llegue.- Suelta eso.-

- Es el mismísimo demonio y tiene que morir.-

- Por favor, no!.- le reitera forcejeando para quitarle el pisapapeles hasta al final conseguirlo.

- Por qué no?.-

- Porque lo quiero, mamá. Porque no solo estoy aquí por ti, sino también por él.-

- Por favor Elena no me de digas eso.- se echa la mano al pecho decepcionada.- Mantenía la esperanza de que ese numerito en el lago era obra de él, pero por lo que veo ha sido consentido.-

- Ahm...- a la chica se le cortó el cuerpo al recordar esa escena. Con tantas revelaciones ya se le había olvidado.- No ha pasado nada. Solo nos besábamos.- comenta con la boca pequeña algo avergonzada.

- Te crees que soy imbécil?. Tengo ojos Elena y sino hubiese llegado antes, vosotros dos habríais ...- gesticula exageradamente y prefiere no termina la frase porque sino le va dar un ataque.- Dime, os habéis acostado ya?.- pregunta sin pelos en la lengua.

- Pero Mamá!.- la llama en un regaño. No tendría que estar hablando con ella de estas cosas.- Claro que no. Aun soy virgen.- confiesa porque tampoco es que se le pueda ocultar nada a una madre.

- Gracias a Dios!.- Miranda mira al cielo agradeciendo.- Y lo digo también por el imbécil de Donovan.- recuerda suspirando aliviada.- Cariño...sé que no tendría que meterme en tus asuntos, pero por lo que mas quieras no confíes en Salvatore. Nunca te corresponderá.-

- Hace un tiempo lo hizo y creo que puedo hacer que regrese ese Damon que me amó.-

- Y como piensas hacerlo?- se preguntaba muy intrigada, pero por la expresión de su hija madre cayó en la cuenta.- Ah no!. Las brujas crearon esa maldición por lo mismo.- entendió rápidamente lo que se proponía.- Ni se te ocurra entregarte a este imbécil solo para devolverle la humildad.-

- Para no quererte meter en mis asuntos eres muy insistente.- resopla cansada de dar explicaciones. Es su vida privada y nadie tiene el derecho a decirle lo que tiene que hacer.- No lo haré para devolverle la humanidad. Lo haré porque es el único hombre con el que deseo hacerlo y también porque necesito recuperar al novio que tanto quería. No lo entiendes mamá, nos amábamos antes de que apagara todos sus sentimientos.-

- Eso fue porque no tenia recuerdos. No era él. Ahora se acuerda de su pasado y será un tío completamente diferente. Alguien que no conoces aun. Que encienda la humanidad no quiere decir que recuperes al chico del que te enamoraste.-

La madre siembra una gran duda en su hija porque lleva gran parte de razón, pero para Elena no era algo negociable.

- Es posible, pero confío en que los buenos sentimientos se impongan a los malos.-

Por mucho que le insista su madre, Elena mantiene las esperanzas intactas. Sabe que acostarse con Damon será la solución a todos sus problemas, sin contar que se quitaría del medio y por fin el calentón que lleva arrastrando desde que lo conoció.

Un carraspeo inesperado interrumpe la tensa conversación madre-hija y Elena agradece con la mirada a esa persona el tiempo que le ha dado para digerir lo acontecido.

- He traído a Finn.- aparece Sheyla providencialmente en el salón.- Viene a llevarse a Damon.-

- Sí.- responde el vampiro grandullón a la espalda de la anciana.- Es mejor que no despierte aquí. Descansad, yo lo apaciguaré como pueda.-

- Querrá vengarse. A que sí?.- Miranda mete mas cizaña.

- No le gusta que uses tu magia y menos contra él.- le recuerda Finn con una afable sonrisa.- Pero que no pasa nada. A este lo emborracho yo para que duerma la mona.-

Sin dificultad levantó en peso muerto a Damon del sofá y se lo llevó de allí bajo las atentas miradas de las tres mujeres.

- Creo que es mejor que nos vayamos a dormir.- propone Sheyla ante el cortante ambiente que se respiraba.- Mañana ya será otro día.-

- Si. Es lo mejor. Buenas noches.- accede un Elena con un semblante muy serio y sin más tira para uno de los cuartos a encerrarse.

A la mañana siguiente Damon despierta desorientado en su habitación. Quejándose de una punzada en el cuello va saliendo despacio de la cama y conforme pasan los segundo empieza a recordar como terminó todo anoche. Miranda le partió el cuello sin dilación y eso lo cabrea soberanamente. Le tiene terminantemente prohibido que utilice la magia contra él.

- Mickelsoooooonnn!.- llama a Fin a gritos.

Sale del cuarto hecho un basilisco y los colmillos casi se le están afilando de lo cabreado que está. Esa mujer no conocía al verdadero Damon Salvatore y de lo peligroso que es tenerlo de enemigo. Estaba decidido hacerla pagar por su osadía y nada ni nadie se lo iba impedir. O eso creía...

Al bajar las escaleras y mirar por las tantas salas que tiene el enorme caserón, continua sin dar con su amigo, pero lo que si escucha es una risa que hace que todos los castigos habidos y por haber pensados para Miranda queden en un segundo plano. Provenía de la cocina y camina hacia allí cautivado por el sonido de lo que para él le parecía la más dulce de las melodías. La risa de Elena...

- Ostias que guay!.- Elena suelta unas carcajadas y aplaude.

Sentada en una banqueta de la isleta de la cocina, observaba como un chico daba vuelta a unas tortitas lanzandolas al aire y recogiéndolas con la pala al vuelo y dejándola de nuevo en la sartén.

- Gracias Elena.- le responde ruborizado.

El chico era guapisimo. Rapado, con muy buen porte y su piel con un toque de color caribeño que hacia que sus ojazos verdes resaltasen como dos esmeraldas brillantes. Elena estaba encandilada con su belleza y sobre todo con sus dotes culinarias.

- No, te lo digo en serio Jesse. No conozco a nadie que lo haga. Me tienes que enseñar.-

- Pssss...- irrumpe Damon en la conversación apoyándose en el umbral de la entrada.- No han visto demasiado mundo aun, princesa.-

Elena se gira sobre la banqueta para mirarlo y se alegra de ver que ya ha despertado, pero se contiene dándole la mas mínima importancia.

- Buenos días a ti también.- lo saluda ella.

- Buenos días Señor Salvatore.- la tensión en Jessie es palpable y se concentra en hacer el desayuno.

- Donde está la bruja de tu madre?.- el vampiro ignora al sirviente y se dirige directamente a ella.

- Se puede saber para que la quieres?.-

- Pues para agradecerle el maravilloso masaje que me dio anoche en el cuello, no te jode.- contesta enfurecido.- Donde está?.-

- No está aquí. Se ha ido con Finn y Sheyla a dar una vuelta. Pero no vas hacerle nada Damon.-

- Eso ya lo veremos.- se acerca a los fogones donde el chico mantenía la boca cerrada haciendo tortitas.- Vete ahora mismo.- le ordena arrebatndole la paleta de mala manera.

Jesse sin levantar la mirada del suelo se retira prudentemente y se despide de Elena solo asintiendo con la cabeza.

- Tienes que ser tan borde?.- reprocha molesta por como se ha comportado con el chaval.

- Lo puedo intentar.- responde divertido guiñándole un ojo.

- No lo puedes tratar así. Es una persona.-

- Bah!.- no le da importancia.- Que agradezca que no le corto la cabeza por tomarse esas confianzas contigo.- se entretiene en darle la vuelta a la plasta de masa que anteriormente había echado el chico en la sartén.

- Qué confianzas?. Si lo acabo de conocer.-

- Pues parecíais muy amiguitos.- entona con retintín.

- Intento ser simpática. Acaso estás celoso?.-

- Pffff. Yo!? De ese!?.- se muere de la risa.- Por favor...El guapito de cara no es competencia para mi.- lanza la tortita al techo y cuando cae la recoge cruzando el brazo por su espalda. Tirándola de nuevo hacia arriba, la alcanza con un plato y se lo pone delante a la impresionada chica.- Soy mucho mejor que él...En todos los sentidos- finaliza esbozando una sugerente sonrisa de medio lado.

- Se llama Jesse y reconoce que te sientes amenazado.- disfruta picandolo.

- No Gilbert. Como se llame no es el que me preocupa.- regresa a su estado serio.- Amenazado me siento por tu madre. No se si te habrás dado cuenta, pero es una bruja poderosa a la que le estoy dando demasiadas libertades ya.-

- Y que vas hacer?. Matarla?.- lo dice como si no creyese que fuese capaz de hacerlo.

- Fíjate que no es mala idea.- se lo replantea.

- Es mi madre, Damon.-

- Eso tiene que significar algo para mi?.-

- Pues debería, porque ella sí significa algo para mi. Es que...- empieza a ofuscarse y recuerda de repente lo que anoche le dijo su madre.- Nunca cambiarás, no es así?. Por mucho que tus sentimientos regresen siempre seguirás siendo un capullo.- lo mira de arriba abajo algo decepcionada.

- Por eso te dije que no soy de cumplir expectativas de nadie.- esa mirada con el correspondiente insulto lo ofuscan. Si cree que es de lo peor, porque no serlo?.- Pobrecita, lo siento si te he reventado la perfecta burbuja en la que vives, pero por mucho que me devuelvas la humana, las cosas seguirán siendo las que son. Nadie podrá cambiar el hecho de que seáis solo nuestro alimento.- con los nervios a flor de piel Damon ya decía cualquier estupidez, pero lo estaba alterando de tal manera que su parte contestona se adueñaba de su boca.

- Pues entonces si le tocas un pelo a mi madre ve olvidándote de nuestro trato.- ya no quiere negociar más y pone las cartas sobre la mesa.- Y me perderás para siempre..- le advierte levantándose de la butaca.- Tal vez tuve que hacerte más caso cuando me hablaste de ti y no ser una boba esperanzada en alguien que no merece la pena.- se retira para la salida aguantando el llanto que luego le llegaría fuera.

Damon observa como se marcha reflexionando en lo que le ha dicho. Se le han bajado los humos de sopetón al acordarse del trato que tenían y aunque suele mandarlo toda a la mierda, en este caso no lo permitiría. Por su cabeza no pasaba la idea de vivir de nuevo en soledad.

Elena sale al porche para dar una buena bocanada de aire. El terrible egoísmo de Damon la asfixiaba e hizo que llorara al comprobar que por mucho que quiera poner solución tal vez ya no la haya. Su madre tenia argumentos al decir que no conocerá al hombre que se puede convertir con humanidad. Obvio sera una mezcla de ambos, pero...¿ cual de sus partes se impondrá a la otra?.

- Ey Elena!. Buenos días!.- la sorprende Finn subiendo los escalones de la entrada.- Oh, estas bien?.- se dio cuenta rápidamente de que estaba llorando.

- Hola Finn.- se ve sorprendida y se limpia la cara con la manga de la chaquetilla vaquera que vestía.- Si, estoy bien.- Solo... es que ...- se aturulla y señala para dentro dentro de la casa.- ...No es nada.-

- Ese ``nada´´ se llama Damon Salvatore?.-

- Supongo...- confirma algo avergonzada.- Todo se centra en él al fin y al cabo, no?.-

- Como lo vas cociendo ya...- le saca una sonrisa.

- Y mi madre?.-

- La he dejado en la casita del lago. Me ha dicho que necesita hablar contigo, que vayas a verla.- le comenta para el disgusto de la chica.- Aunque creo que no es lo que te apetece hacer ahora mismo.-

- La verdad es que no.- después de discutir con Damon lo que menos quería era continuar la charla de ayer con su madre.

- Te gustaría dar una vuelta?. Hace un día estupendo y puedo enseñarte como es todo esto.- propone para animarla un poco.

- Me apunto.- acepta inmediatamente.

Confiaba especialmente en Finn. No era como los otros vampiros, toscos, salvajes y mal educados. Era más bien simpático, maduro e inteligente. Todo un señor.

Ambos se encaminaron por un sendero que bordeaba el gran lago y no hablaron hasta que Elena se detuvo a contemplar el paisaje.

- Esto es precioso.- dijo al fin.

- Fueron las primeras tierras donde nos establecimos. Después de conquistarlas construimos el muro.- explica nostálgico señalando a la lejanía donde una pequeña pared se divisaba en el horizonte.

- Siempre me he preguntado una cosa.-

- El qué?.-

- Sí sois mas fuertes y tanto nos odiáis, por qué no habéis acabado ya con nosotros?.Por qué arriesgarse a que los humanos os invadan?.-

- Muy buena pregunta.- la felicita con un par de golpecitos en el hombro.- Como has dicho somos mas fuertes y, lo siento querida por la parte que te toca, pero mas inteligentes también. Así que eso nunca pasará.- responde convencido.

- Eso me lo puedo creer.- admite sin discusión.- Pero entonces que sentido tiene dejarnos con vida?.

- No se lo que contaran en la zona viva, pero la verdad es esta. Hará ya un siglo, en la tercera guerra mundial los vampiros estuvieron a punto de acabar con la raza humana. Eramos unos monstruos que no razonaban y que solo cumplían un objetivo. Aniquilaros. Menos mal que un día alguien puso algo de cordura y nos hizo entender que sí ustedes desparecéis nosotros también lo haríamos. Sin humano no hay sangre y sin sangre no hay vampiro.-

- Pero en la zona viva creen que firmaron una tregua. - conocer la otra versión de la historia era interesante.

- Eso os hacemos creer. Dejamos que penséis que estáis a salvo, forméis naturalmente vuestras colonias, aumentéis vuestra población y crezcáis mejor para luego ser nuestro suministro.-

- Perdona?. Estas hablando de personas o de ganado?.-

- Para los vampiros no hay gran diferencia. Bueno sí, en esta zona se trata mejor a los animales que a las personas. Para ellos sois lo más bajo que existe.-

- Hablas como si tu no fueras uno de ellos.-

- Lo soy, pero llevo demasiado tiempo con la humanidad encendida y no concibo ni la esclavitud, ni la diferencia de especies o cualquier otra idea que vaya en contra de la libertad.-

El vampiro original se la ganó completamente con su forma de pensar y logró que de nuevo se crease ilusiones. Si Finn es todo sentido común con su humanidad, porque Damon no puede ser igual?.

- Pues deberías cambiar de amigos, porque salvo alguna excepción, casi todos opinan lo contrario a ti.-

- Bueno, si te refieres al imbécil que tengo de visita en casa, es un caso aparte. Mis hermanos, Stefan, Guiseppe... cada uno en algún momento de su larga vida ha encendido su humanidad y entienden a su manera que no podemos tratar a las personas como objetos o alimentos. Pero Damon no lo ha hecho nunca.-

- En serio?.- eso no se lo esperaba.

- Que yo sepa no. Es el mas radical y desprecia a todo lo que no sea un vampiro. Pero contigo...- alarga la frase enigmático.- ...me resulta divertido verlo crispado por tus desplantes. Se nota que remueves algo en sus adentros y lo inquietas.-

- De verdad lo crees?. Porque a mi me tiene desconcertada. No tiene termino medio. Sabes qué?.- se desahoga completamente ya.- Ahora quiere matar a mi madre.-

-De verdad?.- se parte de risa.- Mejor no se lo tomes en cuenta. La quiso matar desde el primer día que la trajo aquí. De hecho a Damon le gustaría matarnos a todos, sin excepción.-

- Pero por qué?.- no comprendía ese odio.

- A menudo suele estar enfadado con el mundo. En parte con algo de razón.-

- Que le ha pasado?.-

- Digamos que su vida ha sido... más complicada.- comenta con discreción.- Supongo que por eso no quiere tener humanidad. Después de tantos años lo que ha hecho en su pasado puede pesar demasiado.-

- Crees que lo destruiría?.-

- Si te tiene a ti no.- responde rotundo. Está plenamente convencido que la chica es la culpable de su cambio.- Es lo que te estoy diciendo Elena. Es la primera vez en los mil siglos que llevo pisando esta tierra en la que veo que Damon quiere encenderla.-

La conversación se cortó en lo mas álgido al escuchar en la lejanía como un hombre algo desaliñado los saludaba y se acerba a ellos al trote.

- Señor Mickelson. Que tal le va?.- iba vestido de granjero y extendió su mano para estrechársela fuertemente a Finn.

- No me jodas, Wes. Cuantas veces voy tener que decirte que me llames por mi nombre?. O voy a tener que obligarte?.- entonó bromista y se rieron a la par.- Como vas por las tierras que te di?.-

- Perfecto, ya están dando sus frutos.-

Elena se dio cuenta de que era humano al tener una herida en la mano y se reafirmó más en la idea de que Finn era un encanto de persona. Los trata por igual y encima los deja vivir en relativa libertad.

- Perdona Wes, no te he presentado. Ella es Elena. Una amiga.-

- Encantado señorita.-

- Igualmente.-

- Disculpad pero me tengo que ir. Solo venia a saludar y que cuenten conmigo para la fiesta de esta noche. Espero volver a verla señorita. Nos lo pasaremos bien seguro.- se despide como llegó.

Elena mira a Finn frunciendo el ceño. No sabia nada de ninguna fiesta.

- Acaba de decir fiesta?.-

- Bueeeno, fiesta, fiesta tampoco. Una barbacoa nocturna mas bien. Nada en especial.- explica sin darle la mas mínima importancia, pero con clara emoción.

- No creo que Damon o mi madre estén para fiestas o barbacoas.-

- Pues yo creo que servirá para limar asperezas. Ademas va haber alcohol y Damon con una copa en la mano es mas comprensivo.- le guiña un ojo cómplice.

Elena tampoco lo veía con malos ojos. Por lo menos así delante de tanto publico Damon no se atrevería tocar a su madre y si Finn se encargaba de controlarlo seguro que no habría ningún problema. O tal vez sí. Quien sabe?

Los preparativos se fueron concretando en el trascurso del día con la gran ayuda de los humanos que convivían en la finca de Finn. A varios les había regalado un pedacito de tierra para que prosperaran por si solos y tuvieran dentro de lo que cabe en la zona muerta algo de libertad. En su pequeño terreno las reglas las ponía él y ningún otro vampiro se las podía rebatir. Ni siquiera Damon que era el más contrario a la idea de que los humanos campen a sus anchas o tuviesen algún derecho.

Este ultimo recibió la noticia de la fiesta con desgana. No quería estar rodeado de insignificantes humanos y dos brujas que están esperando a las mínima para matarlo. No era la mejor estampa para pasar una agradable velada sin lugar a dudas, pero aun así y por la pesada insistencia de Finn accedió simplemente pronunciando el nombre mágico y el que tanto le gusta escuchar. Elena...

- Aquí estoy ya!.- se presenta en el jardín ante su amigo y a la hora acordada.

La fiesta o barbacoa estaba recién empezada y aun no había llegado casi nadie, salvo los voluntarios que se daban prisa por tenerlo todo listo.

- Llegas pronto.- Finn anda entretenido coordinándolo todo.

- Adoro la puntualidad.- desliza sus manos por la solapa de su chaqueta de cuero.- Me queda bien?.-

- Si, estás guapo. Pero eso ya lo sabes. Aun así la quiero de vuelta. Es mi chaqueta favorita.-

Damon no se había esmerado con la ropa al preparar la maleta para este viaje y Finn le tuvo que prestar algo más presentable que unos vaqueros o unas simple camisetas básicas. Total, por su mente nunca se le hubiese pasado ir a una fiesta de humanos, así que se ahorró traer sus mejor vestimentas.

Cuando ya está contento por el visto bueno del amigo, se fija en la parte donde están haciendo la carne ya que el agradable aroma llega a su fosas nasales. Allí encuentra ocupado al chico que conoció esta mañana poniendo los filetes en el fuego. Jesse cree recordar que se llamaba.

- Habría algún problema si me como a ese?.- lo señala directamente.

- Ni se te ocurra.-

- Qué?. Me tienes a dieta desde que llegué. Dame algo bueno que comer.- reclama caprichoso.

- Jesse es un buen chico al que acabo de rescatar de la puñetera granja que aun permites tener al loco de Logan Fell. Cuando piensas pararle los pies?.-

- Esos temas burocráticos a Stefan.- se lava las manos y le echa el muerto al hermano.- Yo no me ocupo de esas cosas.-

- Vale, pero entonces mientras estés aquí seguirás bebiendo sangre de bote. Como yo.- le acerca una copa de champagne que coge de una mesita y que previamente habia rellenado de una botella reservada solo para ellos dos.- Te aguantas.-

- Esto es una mierda!.- rechaza la copa.- Sabes que yo solo bebo directamente de la vena.-

- Pues vas a tener que resistirte hasta que te vayas. Aquí no se muerde a los humanos.- le advierte desafiante.- Ellos son mis amigos, no mi comida.-

- Está bien- pone los ojos en blanco disconforme.- Pero que sepas qué esto...- recoge al fin la copa.-... no me sacia en nada.- da un sorbo y pone cara de asco.

Rápidamente la borra cuando al dejar de mirar el liquido planta sus ojos mas allá del vaso, hacia la puerta de la casa que da al jardín. Una radiante Elena aparece con su melena al viento y ataviada de un vestidito primaveral muy coqueto y unas sencillas sandalias. La fiesta tampoco era de etiqueta, así que se puso lo mas cómoda que pudo con la calor que hacia. Pero para Damon no había nada que la eclipsase, aunque cualquier mujer se presentara incluso desnuda no podría dejar de fijarse en ella.

- Ella si que está guapa.- reacciona Finn igual.

- Eh!. Ella es mía.- reclama Damon celoso.

- Tranquilo. No me gustaría tener una suegra como esa.- le indica chistoso con la cabeza que vuelva a mirar otra vez en la dirección de Elena.

Detrás aparecen Miranda y Sheylan por ambos lado de la chica. Como si la escoltasen.

- Que cabrón...- lo golpea levemente en las costillas con el codo.- Tu dame ánimos.-

- No desistas. El único problema que tienes es que es una bruja y te puede aniquilar con el chasquido de sus dedos, pero por lo demás Miranda es una bellisima persona.-

- No me digas?.- ironiza.- La estuve espiando mucho tiempo antes de traerla aquí. Sé quien es perfectamente.-

- Pues entonces problema solucionado. No la cagues y ganatela.-

- Y porque tengo que ser yo quien de el primer paso?.- se opone testarudo.- Me partió el cuello!.-

- Ya, pero tu la secuestraste y alejaste de su familia. Además vas detrás de su hija. Creo se merece una buena explicación.-

- Como?. Yo no voy detrás de nadie. Te enteras?. Yo soy Damon Salvatore. No tengo que dar explicaciones a nadie. Tomo lo que quiero cuando quiero, sin importarme nada...- farfulla gallito.

- Shhhhhhhh... Están viniendo para acá!.- avisa Finn para que rebaje el tono de la estupidez que estaba soltando.

- Mierda!.- mientras estaba metido en su mundo de egocentrismo descuidó al trío la la la.- Estoy presentable?.- se pasa las manos por el cabello por puros nervios.

- Para ser alguien que no vas detrás de nadie estás estupendamente.- le guiña el ojo dándole el ok!.

Damon fingió sonrisa ante la gracia de su amigo y la forzó aun mas cuando tuvo a las dos brujas y proceso de otra delante de sus narices. Con Elena, que fue la que dejó para el final le salió sola. Estaba encantado de verla de nuevo.

- Buenas noches señorita.- la saluda ella primero para luego mirar a las mujeres.- Señoras...-

- Hola Salvatore.- responde solo Sheyla, pero muy escueta.- Finn te ha quedado todo genial.-

- Gracias. Esto va empezar ya. Porque no vamos por algo de alcohol?.- propuso el hombre para romper con tan gélido ambiente.

- Esperad!.- interfiere Damon.- Antes me gustaría hablar con Miranda. Solo será un momentin.-

- No!.- se niega en rotundo Elena.

- En absoluto.- añade Sheyla con el mismo miedo que ella.

- He dicho hablar, no matar.- pone los ojos en blanco harto de la desconfianza. Matas a un gato y te llaman mata gatos...- Por favor.- pide con toda educación a la aludida y le ofrece la palma de la mano para que la coja.- Que te parece si me concedes un baile?.-

Miranda se lo replantea por unos segundos, pero la actitud poco amenazante de él la convencen rápido. Lo quiera o no tenían una conversación pendiente y más ahora que sabe sobre el interés de su hija por el vampiro. En silencio acepta y camina para la improvisada pista pasando totalmente de su mano.

- Como le hagas algo Damon...- le avisa Elena antes de que vaya tras la madre.

Él ignora la amenaza y camina hacia el sitio donde había elegido Miranda para bailar. No estaba muy lejos del grupo, pero lo suficiente para hablar con privacidad.

- Eh tú!.- Damon llama a un chico que hay al lado del equipo de música.- Pon algo en condiciones!.- ordena colocándose frente a la que pretendía que fuese su futura suegra.- Vengo en son de paz.- alza sus manos para que vea que intenta enterrar el hacha.

- Ahora que he recuperado la magia me tienes miedo?.-

Damon esboza una sonrisa y no entra en provocaciones. Sin mas agarra ambos manos de la mujer y las posicionas para danzar al ritmo de la música que acababa de empezar. Estaba decidido a guardarse un poquito el orgullo.

- Antes de nada quería disculparme. Que me vieras ayer con tu hija en el lago tuvo que ser...-

- Horrible? Asqueroso?. Acabaré contigo si le haces algo Salvatore.- no lo deja terminar.

- Relájate. Nunca le haría daño a Elena. Supongo que sabes lo que me pasó con ella en la zona viva, no?.-

- Algo me han contado. Pero eso no explica porque la sigues manteniendo aquí. En nuestro trato dijimos que nunca, nunca...- recalca.-... tocarías a mi familia.-

- Eso agradéceselo a tu amiguita Bennet. Yo no tuve la culpa. Ella me mandó allí sin memoria.-

- Y que pretendes ahora?. Porque Elena está muy convencida de se va quedar aquí contigo.-

- Eso te ha dicho!?.- se sorprendió gratamente, pero al momento intentó ocultar su alegría tras un carraspeo.- Bueno, eso es porque ha renegociado el trato que teníamos.-

- De que hablas?.- detiene los pasitos que daba de un lado a otro con lentitud y se suelta de Damon.- Un trato es un trato. No se `` renegocia´´.-

- Ya, pero las condiciones que me da Elena son mejores. Pronto será una bruja como tú y entonces ya no te necesitaré más.-

- No Damon. No rompas nuestro acuerdo.- le ruega cogiendo de nuevo sus manos.- Te ayudaré hasta que me lo ordenes. Elena no te servirá de nada. Es una novata que tardará en controlar su magia. Déjala ir...-

- Mmmmmmm.- hace como el que se lo piensa.- No!.- suelta una pequeña carcajada de satisfacción al ver que ya la tiene donde quería. Mansita y demostrando que es él quien tiene la sarten por el mango- Pero...-

- Pero qué.-

- Igual que he renegociado tu trato podemos renegociar el suyo. Que te parece?.- propone de un principio vacilón para después convertirse en la seriedad absoluta.

Lo que le propuso después dejó a la mujer de piedra. Le contó todo desde el inicio para que entendiera el motivo que la llevó a secuestrarla y los planes de futuro que tiene para su hija. Terminó por disculparse y prometiendo que jamás de los jamases le haría algún daño a Elena. Eso sí que lo cumpliría. Miranda por su parte solo se pudo limitar a escuchar y callar ante la confesión del vampiro. Estaba tan alucina que no se dio cuenta de que al fin se dejaba llevar por él en el baile.

Elena los observaba de lo mas tensa a unos cuantos metros acompañada por Finn y Sheyla. Vivía pendiente de si su madre o Damon hacían de repente algún movimiento brusco para actuar, pero la canción termina y suspira aliviada. Eso de un primer instante, porque rápidamente volvió a su estado de antes cuando vio como Damon pedía otra canción y casi se le cae la mandíbula al suelo cuando su madre acepta de buen grado un segundo baile con él.

- Que les ocurre?. Estará Damon obligando a mi madre?.- duda de que se estén llevando tan bien.

- Así parece, porque entonces no lo entiendo.- espeta Sheyla igual de perpleja.

- Solo están acercando posturas, nada más.- responde Finn de lo mas relajado. Era el mas tranquilo de los tres.

- Estás escuchando su conversación.?- Elena ya no se acordada de ese super oído que tenían los vampiros.- De que hablan?.- no le importó quedar como una cotilla.

- Qué?. Yo? Claro que no.- se hace el tonto y mira para otro lado.- Escuchar la conversaciones de los demás está mal.- se excusa como un crío que lo acaban de pillar.

- Ohhh venga, Finn. Dime algo. Lo que sea. Por favor...- le ruega juntando las manos.

- Es que...- no se pudo resistir a esos ojitos de cachorrito.- ... Vale.- acepta resignado hacerle el favorcito.

- Awww, gracias.- lo abraza como agradecimiento.

- A ver...- afina el oído.- Están conversando de como moverse para la canción que le han puesto.- muestra una sonrisa. Seguramente oyó a Damon soltar alguna de sus bromita- No parece que se vayan a matar, mas bien parece que...- se pausa al escuchar algo más que le hace borrar la risueña expresión.- Ahm...-

- Que pasa?. Que están diciendo?.- pregunta alarmada.

- Nada...- carraspea y para de pegar la oreja.- Hablan sobre todo de ti. De quien si no?. Aunque prefiero que ellos te lo cuenten.-

- Por qué?. Es algo malo?.-

- No, mas bien todo lo contrario.- intenta normalizar la situación para que no se preocupase.- Se nota que eres el único punto en común que tienen y que gracias a eso se están entendiendo. Pero lo demás no deberías saberlo por mi.-

Finn no quiso meterse más y decidió terminar el parloteo con Elena retirándose a la barra improvisada que habían montado en el jardín a por otras copas. Aun así escuchó algo entre la conversación de Miranda y Damon que no le gustó un pelo.

Elena por su parte se quedó con todas las ganas de saber más y a pesar de la recomendación de Sheyla porque no los interrumpiera, no aguantó sus ansias de ir a por ellos. Plantándose delante, cruza sus brazos esperando que alguno lo mire y le de alguna explicación.

- Os lo pasáis bien?.- les pregunta cuando ve que no le hacen ni puto caso.

- Elena, cariño.- saluda la madre separándose un poco del vampiro.

- De hecho ...- Damon mira a Miranda.- ...Sí. Tu madre no es para nada aburrida.-

- Gracias, lo mismo digo.- agradece educada.- Que te pasa?.- se centra en la hija al notarla un pelin ofuscada.

- Yo...- alucina por la cordialidad con la que se tratan.- Que ha pasado un tiempo y quería saber como estabais.- se excusa para no hacer el ridículo y quedar como una chismosa desesperada.

- Tranquila, estamos aclarando algunas cosas. Verdad?.- le pasa la pregunta a Damon.

- Sí, un poco mas y amigos para toda la vida.-

- Tampoco te pases.- no le sigue la broma.- Pero creo que ya hemos terminado, no?.-

- Por mi parte ya no tengo nada más que decir.-

- Perfecto. Entonces volvamos con Sheyla y Finn.- concluye Miranda para retirarse.

- Espera!.- antes de que Elena la persiga Damon alcanza su muñeca.- Me gustaría bailar con la pequeña Gilbert. Si me das tu permiso.-

- Claro.- aceptó de buen grado.- Divertíos.-

Elena no tuvo voz o voto en la decisión, pero simplemente no pudo pronunciar palabra al estar flipando por el comportamiento de los dos. Encima su madre no se opuso en dejarla con el vampiro, es más, parecía encantada de la vida.

- Que le has hecho a mi madre?.- le reprocha sin tragarse ese buen rollo.

- Nada!.- se defiende.- Por qué siempre piensas de mi lo peor?.-

- Porque según tus propias palabras eres lo peor.-

- Pero también puedo ser lo mejor.- le rebate divertido encogiéndose de hombros.- Déjame demostrártelo.- la agarra rápidamente de la cintura para atraerla hacia él.

Elena fue una muñeca de trapo después de que Damon cogiera la otra mano para posicionarla y así empezar a bailar.

- Como la bajes mas te la corto.- recomienda Elena casi en un murmuro cuando nota la mano del vampiro en el limite de su espalda y el trasero.

Damon se toma con una simpática sonrisa la amenaza y de nuevo ladea la cabeza para dirigirse por tercera vez chico de la música.

- Tú!. Está canción que sea algo mas lenta!.- pide sin ningún tipo de tacto.

- Lo que me vas a demostrar es que eres gilipollas?.- Elena se ofende por como desprecia al humano.

- Qué!?.- Damon no sabe lo que ha hecho ahora para ganarse otro insulto.- Es un inútil que no sabe poner música.-

- No tienes remedio, de verdad.-

- Joder...- resopla cansado de tener que dar siempre su brazo a torcer.- Luego me disculparé con él también si es lo que quieres.-

- Y con quien más te has disculpado?.- eso si que fue una sorpresa para ella.

- Pues con tu madre. Como crees que hemos empezado hablar?. Miranda es tan testadura como tú y si no le pido perdón ni me mira a la cara.-

- Y de que habéis hablado?.- se relaja algo más y por fin se deja llevar por él cuando la canción empieza a sonar.

- Pues del tiempo y esas cosas.-

- Damon...- le ruega que se deje de bromas.

- Ok.- se pone mas serio.- Prácticamente hemos estado hablado de ti. De que ambos solo queremos lo mismo. Tú felicidad.-

La intensidad en su mirada y que la maneje tan juntitos al compás de la música deja a Elena hipnotiza. No podía evitarlo, cuando Damon habla como una persona coherente entra en un nivel de atontamiento que no es normal.

- Y según tú como crees que me harás feliz?.-

Damon dobla la sonrisa y la hace dar una vuelta sobre sus propios pies para luego recogerla enteramente con sus brazos y así quedar abrazados. Elena tuvo que dar una bocanada de aire para no desfallecer. Sus rodillas eran como flanes y bailaba simplemente porque Damon la sostenía.

- Quiero que te quede claro que por encima de todo y de todos está tu bienestar.-

- A que te refieres?.-

- Le he contado nuestro trato.- la declaración provoca que Elena se aparte un poco, aunque sigue cogida por él.- Tranquila. Al principio estaba un poco escéptica con lo de que te sacrifiques por todos. Me mandó a la mierda por supuesto. Pero después se lo he planteado de forma diferente y creo que le ha gustado la idea.-

- Que te ha dicho, Damon?.-

- Pues que acepta no poner trabas a nuestro acuerdo y que te quedes conmigo. Eso sí, con una condición!.-

- Cual?.- le extrañaba que su madre aceptara tan rápidamente. Por eso ella aun no se lo había atrevido a contarlo.

- Que puede venirte a visitar. Al principio tuve que oponerme porque no puedo permitirme tener humanos traspasando el muro como Pedro por su casa... Pero al final llegamos a un termino medio.-

- Que termino?.-

- Si te quedas conmigo les daré permiso para que puedan venirte a ver por lo menos dos veces al año.-

- Venirme a ver?. Quienes?.-

- Pues ella y si quieres también tu hermano.-

- Estás ahora de broma?.- se quiere cerciorar de que dice la verdad.

- Te lo digo muy en serio.- confirma.- Supongo que el renacuajo se estará muriendo de ganas por verte.-

A Elena se le iba a caer el alma a los pies cuando nombra a Jeremy. El tiempo que llevaba en la zona muerta había intentado no pensar mucho en él para no derrumbarse y mantenerse firme en su misión.

- Harías eso?.- la felicidad la embarga.

- Haría cualquier cosa por ti, Elena. Solo espero que también lo hagas por mi.-

La chica no sabia como responder ante eso, pero sí lo hizo su cuerpo. Sí se refería entregarse a él no habría ningún inconveniente ya que lleva mucho tiempo deseando hacerlo. Sin poder dominarse rodea con sus brazos el cuello de Damon y lo aproxima a sus labios hasta que solo falta un impulso de él para que el beso sea inminente.

- Como el qué?.- tenia que preguntar para cerciorarse.

- Si al final te quedas a mi lado...- murmura y luego hace una pausa para apartarle el fino mechón que se le había pegado a la mejilla.- ...Tendrá que ser como vampiro.- suelta esperando con impaciencia su reacción. Era la primera vez que se lo proponía directamente.

Eso cae como un jarro de agua fría en Elena y rompe con el mágico momento donde únicamente quería fundirse en un beso con él. La alegría que expresaba en su cara hasta hace un segundo se desvanece y afloja la presión del cuello para distanciarse un poco. Para asimilar lo que le acababa de proponer tenia que coger aire y teniéndolo tan cerca era imposible.

- No te basta con tenerme hasta el día que me muera?.-

- Eso es muy poco tiempo para mi. Yo quiero que camines conmigo bajo la promesa de una vida eterna.- no la deja separarse demasiado colocando la mano en su espalda y la mira fijamente.- Acepta y te haré la mujer mas feliz del mundo.-

Elena tan solo puede quedarse boquiabierta y analizar lo que le está pidiendo. Convertirse en vampiro?. Nunca se lo había llegado a replantear y la idea, aunque no le gusta un pelo, no deja de ser excitante.

CONTINUARÁ...


Solo daros millones de gracias por seguir ahí. Os adoro!.

Saludos. MJ